terça-feira, 31 de dezembro de 2024

Los 10 eventos que cambiaron el mundo en 2024

 


OTTOLINA.TV, Medio de comunicación  Italiano

Después de décadas de El fin de la historia y No hay alternativa la historia se ha reiniciado tumultuosamente. Sin embargo, el resultado de las transformaciones de época que estamos presenciando es incierto.


Este es un repaso que va desde triunfo electoral de Trump hasta la ampliación de los BRICS , un Foro que se ha convertido en la organización multilateral más importante del planeta y que no es una emanación directa de antiguas potencias coloniales 

Va desde el regreso del golpe de estado al Occidente como herramienta para resolver las tensiones políticas internas hasta el auge de los drones y la inteligencia artificial que ha cambiado para siempre la forma de hacer la guerra.

También desde la guerra de Israel contra el eje de resistencia que ha normalizado el genocidio como herramienta para resolver las disputas internacionales hasta el colapso definitivo de la economía y de las clases dominantes europeas que ha convertido al viejo continente en un sujeto completamente marginal de la política internacional. 

De hecho 2024 ha sido probablemente el año más lleno de acontecimientos históricos desde el final de la Segunda Guerra Mundial; el 2024 fue el año en el que quedó claro que ahora estamos en guerra; y por lo tanto sólo podríamos comenzar con una noticia sobre cómo se libra la guerra hoy. 

Décimo lugar: comencemos con la utilización definitiva de los drones como el arma por excelencia en la guerra del siglo XXI.

Con el espectacular ataque contra Israel del pasado mes de abril, en el que Irán desplegó más de 300 drones a la vez, ha quedado claro que la capacidad de emplear el mayor número posible de vehículos aéreos no tripulados de bajo coste sería, en rigor, la variable fundamental para determinar el equilibrio de poder en un conflicto: y a pesar de sus limitaciones su uso en cantidades masivas es capaz de saturar rápidamente los sistemas de defensa.

Además , el desarrollo de la inteligencia artificial permite, por un lado, coordinar cada vez más la acción conjunta de un número cada vez mayor de drones y, por otro, hacerlos autónomos a la hora de identificar y alcanzar el objetivo, haciendo cada vez más ineficaces las herramientas de defensa basadas interferencias electrónicas.

El centro del conflicto ha pasado así del frente a las cadenas de producción: ha comenzado una carrera armamentista en todos los países del mundo que aumentará el valor global del mercado de drones. 

Es una carrera muy similar a la que afectó al mundo de la construcción naval a principios del siglo XX o a la producción de tanques durante la segunda mitad. Pero esta vez cuenta con el liderazgo indiscutible de los chinos, que solitos controlan el 80%. del mercado de drones comerciales, así como de la capacidad de producción de las baterías de iones de litio necesarias para hacerlos volar y de toda la cadena de producción, partiendo del sustancial monopolio sobre buena parte de las tierras raras necesarias. 

La llegada de la era de los drones no sólo cambia la forma de hacer la guerra, sino también toda la geopolítica global, contribuyendo al cambio de la centralidad de los países ricos en combustibles fósiles a la de los países ricos en las materias primas necesarias para la transición energética y digital.

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Noveno lugar: La India de Modi se consolida definitivamente como una de las principales potencias mundiales.

Aunque con una mayoría inferior a la esperada, la victoria en las elecciones del pasado mes de junio y el inicio del tercer mandato de Modi han permitido a la India aprovechar esta fase turbulenta de transformaciones en las relaciones internacionales para afirmar definitivamente su papel de protagonista principal del nuevo orden multipolar. Consolidando el estatus de nación más poblada del planeta alcanzado el año pasado.

India ha superado a Gran Bretaña en términos de PIB nominal alcanzando el quinto puesto en el ranking mundial, mientras que en términos de PIB calculado con igual poder adquisitivo, se sitúa en la tercera potencia mundial, sólo por detrás de China y Estados Unidos. Y con un crecimiento del 6,3% en 2024, es con diferencia el país que crece más rápidamente entre las grandes economías del planeta, lo que lo convierte probablemente en el país más cortejado del planeta.

La India de Modi, de hecho, está explotando su potencial económico y geopolítico para forjar el papel en el equilibrio de poder entre el Occidente colectivo y las nuevas potencias emergentes que cuestionan el viejo orden unipolar liderado por Estados Unidos. 

India ha demostrado ser capaz de aprovechar las tensiones globales para llevar a cabo su propia agenda nacional, hasta el punto de que se le permite mantener relaciones comerciales y militares cada vez más sólidas con Rusia sin que nadie en Washington tenga el valor de abrir la boca; y, de hecho, también se le permite llevar a cabo ejecuciones extrajudiciales en el “corazón del mundo libre” sin pagar como ocurrió con el asesinato del activista independentista Sikh, Hardeep Sing Nijjar en Canadá en junio de 2023 o el fallido asesinato de Gurpatwant Singh Pannun en EE.UU. 

El excepcionalismo indio promete ser imparable en un futuro próximo gracias a la elección de Donald Trump, quien (sólo para enviar una señal inequívoca) ha propuesto a Tulsi Gabbard , una ferviente hindú, como jefa de la comunidad de inteligencia estadounidense…Este personaje debe su carrera política enteramente a la diáspora india en Estados Unidos, que hoy representa la quinta columna de Modi en el Occidente colectivo y un pilar fundamental de la ideología identitaria y nacionalista hindú.

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Octava posición : escalada bélica en el Pacífico

Las provocaciones estadounidenses contra Pekín en su patio trasero alcanzaron un nuevo pico con el despliegue del sistema de misiles Typhon en Filipinas el pasado mes de abril: el Typhon es un sistema de misiles capaz de lanzar misiles como el Tomahawk y el SM-6 capaces de alcanzar fácilmente a China continental y que en el pasado estaban prohibidos por el Tratado INF (el tratado firmado entre EE.UU. y la Unión Soviética en 1987 que prohibía los misiles balísticos y crucero con una autonomía de entre 500 y 5.500 kilómetros). 

El despliegue del sistema Typhon representa una clara violación de la propia Constitución filipina, que prohibiría la presencia de fuerzas armadas extranjeras en el país. Menos de un mes después de que circulara esta noticia, China llevó a cabo el ejercicio jamás realizado alrededor de la isla de Taiwán, donde desplegó de fuerzas en todas las áreas, desde el mar hasta el cielo, pasando por la poderosa flota de guardia y demostrando su capacidad de sitiar la isla en muy poco tiempo, haciendo imposible que las fuerzas aliadas intervinieran de manera oportuna. 

La combinación de estos dos elementos puede mostrarnos  a una dinámica similar a la que ya se ha visto en Ucrania, donde Estados Unidos y sus aliados, corren el riesgo de empujar al adversario a intervenir antes de que sea demasiado tarde; por otra parte esta disuasión no impide al adversario alcanzar sus objetivos militares y, por tanto, plantea la hipótesis de una larga guerra de desgaste librada hasta el último taiwanés y el último filipino, como se esta luchando hasta el último ucraniano.

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Séptima posición: la derrota del neocolonialismo europeo en África.

Aunque los tres golpes patrióticos en el Sahel, en Mali, Burkina Faso y Níger, son anteriores al 2024, este año será seguramente recordado en el futuro como el año de la descolonización definitiva de África, en particular para Francia.

Este es el año en el que quedó claro que estos acontecimientos históricos son ahora irreversibles y representan un ejemplo para el resto del continente: el pasado 6 de julio los tres países rebeldes anunciaron oficialmente la creación de la Confederación de Estados del Sahel ; al mes siguiente, las fuerzas estadounidenses se retiraron de Níger. 

Poco después, el Fondo Monetario Internacional confirmó que Niger ha crecido más del 10,6%, frente a una media inferior al 4% para el resto del continente; esto con diferencia, es uno de los mejores resultados a nivel mundial, lo que también ha convencido a otros países africanos que la descolonización es el camino correcto. 

Así, a finales de noviembre los dos últimos bastiones del neocolonialismo francés en el continente decidieron hacer lo mismo que Niger: tanto Chad como Senegal anunciaron oficialmente el fin de los acuerdos militares con los franceses y el cierre de las bases militar extranjeras en su territorio. .

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Sexta posición : el fin del formalismo liberal en el mundo.

Como era previsible, perseguir intereses nacionales es completamente incompatible con el apoyo incondicional a la agenda imperial de Washington. Esto está provocando el colapso de las clases dominantes en los países vasallos, que han demostrado que anteponen los intereses de EE.UU. ante los sus respectivos ciudadanos. 

Para impedir que la opinión de los ciudadanos provoque un cambio radical el Imperio ha recurrido de manera cada vez más sistemática a la suspensión de los derechos políticos y democráticos mediante una serie de golpes de Estado más o menos institucionales.

A finales de noviembre, el presidente coreano, con un apoyo que había caído por debajo del 15%, conmocionó al planeta al anunciar la entrada en vigor de la ley marcial.

En Rumania, un tribunal constitucional designado políticamente anuló los resultados de las elecciones porque el candidato ajeno al establishment ganó las elecciones.

En Georgia, la presidenta de origen francesa -que obtuvo la ciudadanía hace apenas unos años- declaró que no acepta el resultado de las elecciones y que seguirá en el cargo porque Bruselas y Von der Leyen le dijo que podía hacerlo. 

Y en Francia, Macron lleva meses insistiendo en nombrar primeros ministros que perdieron las elecciones este verano, mientras tanto sigue gobernando de forma interina con decretos presidenciales, despojando al parlamento su derecho constitucional ha impedir la reforma de las pensiones aprobada contra la voluntad de la gran mayoría de sus ciudadanos. 

En resumen: el formalismo liberal es un lujo que los vasallos de Estados Unidos involucrados en la guerra por poderes contra Rusia ya no pueden permitirse. 

2024 será recordado como el año en el que la mentira de la democracia liberal quedó definitivamente expuesta.

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Quinta posición: la ampliación de los BRICS y la histórica cumbre de Kazán.

Mientras la propaganda supremacista sigue delirando sobre el aislamiento de Putin y su política sigue ejerciendo impacto sobre “todos los bárbaros del planeta” -que ya manifiestan abiertamente sus críticas sobre el doble rasero del orden fundados sobre reglas escritas por Occidente a imagen y semejanza de los intereses de sus oligarquías.

El supuesto dictador del Kremlin , robó una de los acontecimientos internacionales más importantes de las últimas décadas. En la suntuosa cumbre de Kazán, en la que participaron 36 países y 20 jefes de Estado (precedida por una serie interminable de reuniones preparatorias a nivel interministerial), el Sur global demostró al Occidente colectivo y a Washington que sus dictados afectan ahora exclusivamente a una parte limitada y minoritaria de los países del mundo , países que han  renunciado al ejercicio de cualquier forma de soberanía para mantener contento al ocupante de la Casa Blanca 

Muchos observadores –y nosotros, en primer lugar– han destacado la ausencia de resultados concretos tangibles de largo alcance de la cumbre y esto es ciertamente parte de la historia.

La otra parte de la historia, sin embargo, es igualmente (si no más) importante y tiene un significado histórico:con la duplicación del número de miembros de los BRICS y con la formalización de otros cincuenta candidatos. 

A diferencia de los organismos multilaterales establecidos por el Occidente colectivo (comenzando por el G7 ), los BRICS representan un tipo de institución completamente nueva donde los miembros individuales no aceptan un orden jerárquico preestablecido y donde la soberanía nacional es respetada independientemente de las relaciones de fuerza.

No se trata de imponer una línea unitaria dictada por las potencias hegemónicas, sino de colaborar en expedientes que conciernen a todos, partiendo del reconocimiento de sus respectivos intereses nacionales; un cambio de paradigma revolucionario que caracterizará las relaciones internacionales en las próximas décadas.

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Cuarta posición: El triunfo electoral de Trump .

Es un hecho de doble significado porque Trump no ganó simplemente, literalmente triunfó, en un grado que nadie había previsto. Lo que significa que el mundo y Estados Unidos ya han cambiado: la vieja hegemonía liberal es ahora cosa del pasado y estamos inmersos en un nuevo paradigma en el que la fuerza hegemónica  es una nueva política supremacista de la derecha reaccionaria.

Por el otro, todo el establishment (incluso los más impacientes) se han obligado a arrodillarse ante el nuevo príncipe , como lo demuestra la larga serie de celebridades obligadas a peregrinar a la corte de Mar-a-Lago y besar las zapatillas de Donald y Elon Musk el Grande , como lo define explícitamente Trump en declaraciones oficiales. 

Equipado con plenos poderes -como probablemente ningún otro presidente desde Reagan- Trump está aterrorizando a todo el planeta con sus ruidosas amenazas sobre las medidas proteccionistas extremas que adoptará una vez que cruce el umbral de la Casa Blanca.

Con toda probabilidad, se trata de medidas en gran parte irreales, ya que los EE.UU. sobreviven sólo gracias a la inmensa cantidad de bienes y dólares que llegan del exterior. Un cambio con Trump donde los rituales codificados del viejo orden se están transformando en el uso sistemático del arte del farol y que hace que todo sea extremadamente volátil e incierto, desde las relaciones comerciales hasta la geopolítica.

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Y así llegamos finalmente a la zona del podio: en el escalón más bajo del podio en la tercera posición encontramos el triunfo momentáneo de Israel y la derrota momentánea del Eje de la Resistencia .

Seguramente será sólo una coincidencia; el hecho es que a partir del verano habíamos empezado a fantasear con el hecho de que Donald Trump, probablemente se estaba convirtiendo en la única opción sensata para el imperialismo estadounidense en ese momento. 

El magnate del mechón naranja, de hecho, era la única posibilidad que tenía Estados Unidos de salir de la derrota ucraniana sin declarar oficialmente el fin del estatus de superpotencia invencible: habría bastado con echar toda la responsabilidad a los incapaces y cobardes  demócratas. 

Pero poder imponer una narrativa capaz de amortiguar la debacle ucraniana era necesario lograr una victoria sustancial en otro frente; el del Oriente Medio -para evitar que la victoria rusa en la Europa del Este se traduzca en un triunfo total de 360 grados-.

La idea que, salvo los fracasos temporales debidos a la insuficiencia de algunos cobardes, el brazo armado del viejo Tío Sam todavía hay cartas bajo la manga por jugar; y este frente, necesariamente, sólo podría ser Oriente Medio. 

Entonces, como por arte de magia, en menos de un mes el eje de resistencia -que hasta ahora había apoyado la lucha de liberación del pueblo palestino- se derrumba primero en el Líbano, y después , en pocos días, en Siria, que hasta entonces, gracias al apoyo de Rusia e Irán, había resistido la agresión imperialista durante 13 años.

Como reveló el ex general estadounidense Wesley Clark (ya en 2007) , de hecho, la estrategia a mediano plazo del partido único neoconservador estadounidense (inaugurado por la administración Bush hijo) la Guerra contra el Terrorismo consistía en imponer cambios de régimen en 8 países de la zona: Afganistán, Irak, Libia, Líbano, Somalia, Sudán, Siria e Irán. 

Alguien podría señalar que en ninguno de estos países el mundo libre y democrático liderado por las bombas estadounidenses ha logrado imponer un nuevo régimen verdaderamente alineado con el Occidente colectivo y que, por tanto, el plan neoconservador ha fracasado; sin embargo, en realidad, en la mayoría de estos casos se logró el objetivo principal: los regímenes fueron derrocados y estos países quedaron reducidos a una ingobernabilidad que ha impedido la construcción de una nueva arquitectura de seguridad regional capaz de de poner fin al proyecto colonial sionista.

Esta entidad sionista que aparece triunfante es el puesto de avanzada del imperialismo estadounidense en la zona pero será  insostenible a largo plazo. 

Nosotros pensábamos que el control de Assad en Siria era tan sólido que incluso los enemigos históricos -como las petromonarquías y la galaxia de los Hermanos Musulmanes- habían tenido aceptar la realidad y readmitirlo en las filas de la Liga Árabe después de 12 años de suspensión. 

Evidentemente, habíamos calculado mal: 13 años de guerra por poderes,  habían reducido a la Siria de Assad a otro estado fallido más en el área.  

En realidad Siria se mantuvo unida sólo gracias al apoyo de fuerzas extranjeras hasta que el equilibrio de poder entre potencias extranjeras se vio alterada por la victoria de la entidad sionista contra el eje de resistencia; y todo se derrumbó a la velocidad de la luz, representando -salvo muchas incógnitas- en una derrota estratégica momentánea para Irán y Rusia. 

Una verdadera vergüenza: el uso indiscriminado del exterminio masivo por parte del colonialismo sionista, en los últimos meses -entre el tribunal de justicia y el tribunal penal internacional- parecía haber derribado el muro de la impunidad disfrazado de lucha contra el antisemitismo que siempre ha protegido al estado terrorista de Tel Aviv; 

Sin embargo el equilibrio de poder militar, aparentemente, ha hecho que esta esperanza sea completamente vana y desafortunadamente no es el único éxito que el imperialismo liderado por Estados Unidos (tal vez considerado con demasiado optimismo como moribundo) ha logrado lograr durante este año.

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Y así llegamos al segundo escalón del podio: el colapso definitivo del eje franco-alemán y de cualquier ambición de autonomía estratégica para Europa.

Como repetimos a menudo, teníamos expectativas bajas, pero diocesanas, con respecto al proyecto europeo … Como ya hemos mencionado, la brillante idea de nuestras clases dominantes de apoyar incondicionalmente los dictados de Washington, incluso hasta el punto de ayudar pasivamente en los asuntos como los ataques terroristas en su propio territorio (caso de Nord Stream)- constituyeron un acto tan flagrante de venta de los intereses nacionales más básicos que hoy, para mantener el poder, a menudo se ven obligados a recurrir a la suspensión de los derechos políticos más fundamentales.

También aquí el triunfo electoral de Trump no hizo más que descubrir definitivamente una caja de Pandora que llevaba un tiempo hirviendo. De hecho nosotros antes de que terminara el recuento de votos predijimos que dentro de unos días surgiría una crisis gubernamental en Alemania; habíamos sido optimistas: la crisis gubernamental, de hecho, llegó unos minutos después. 

¿Nos hemos convertido en Nostradamus? La cuestión es que a pesar de la propaganda supremacista por minimizar el impacto que la guerra de Washington contra Rusia ha tenido en la economía europea, este año ha demostrado claramente que, en realidad, las predicciones más catastróficas probablemente fueron edulcoradas.

Evidentemente no se trata de un colapso como los que a veces azotan a los mercados financieros, donde en pocos días se queman miles de miles de millones y se tiene la prueba que todo era un castillo de naipes. 

En Europa quedan muy pocas burbujas por estallar (todas están en el extranjero): la economía europea está formada en gran medida por personas que trabajan por salarios miserables y que, al final, producen algo, hasta el punto de que tienen un superávit comercial de casi 200 mil millones con Washington.

Esto a pesar que, mediante sanciones ilegales y ataques terroristas a las infraestructuras, nos han obligado a desperdiciar 100 mil millones para comprar sus carísimos gas y petróleo sucios. 

No: la destrucción de la economía europea se esta produciendo necesariamente de forma bastante gradual y de manera menos espectacular. Sin embargo, 2024 fue el año de la verdad y, obviamente, el epicentro sólo podía ser Alemania -es decir, el país que rediseñó toda la arquitectura del tejido productivo europeo a imagen y semejanza de los intereses de sus grandes grupos industriales. 

Como ya han aprendido hasta los muros, Alemania es el país que más que ningún otro ha vinculado su crecimiento económico a una relación orgánica tanto con Rusia como con China, a las que ha renunciado por sumisión a los objetivos hegemónicos de Washington.

En este contexto, la única válvula de escape que queda son las exportaciones a EE.UU., que ya empezaba a sufrir algunos golpes con la Bidenómica y que ahora, crecerán con las amenazas proteccionistas de Trump. 

Al principio, Francia se mantuvo al margen y observó; de hecho: parecía casi feliz de ver al engorroso vecino teutónico colapsar bajo las contradicciones de su despiadado mercantilismo y, como verdadera potencia chovinista , incluso parecía cultivar la ilusión de que una Alemania debilitada podría devolverle alguna forma de primacía europea. 

En resumen: Francia casi parecía ver en este declive inducido externamente la oportunidad adecuada para rediseñar una Europa que volvería a perseguir el objetivo de lograr su autonomía estratégica, pero, en lugar de hacerlo en nombre de la dominación industrial alemana, apostaba por el dominio financiero francés. 

Lo sé: parece una broma; y en cambio es el sueño que parecen haber cultivado seriamente sectores de una clase dominante francesa y europea corrupta y completamente desconectada de la realidad. 

Evidentemente, la única y remota posibilidad que ha tenido la Unión Europea de crear un espacio de autonomía estratégica consiste en un fortalecimiento del eje franco-alemán, que debería guiar una auténtica integración del mercado europeo que sólo es posible si, a través de políticas económicas expansivas, la periferia de Europa también alcanza los niveles de salarios y capacidad de consumo del centro. 

El camino seguido fue, por el contrario, diametralmente opuesto: una carrera imprudente hacia la austeridad más feroz que fragmentó el mercado único (en lugar de fortalecerlo) e hizo a Europa totalmente dependiente de la globalización neoliberal -que, sin embargo, estaba gobernada y gestionada por otros que, tan pronto como les convino rompieron el juguete. 

Que la receta estaba completamente equivocada se ha vuelto tan evidente que (con más de 20 años de retraso) incluso algunos de sus partidarios más orgullosos se han visto obligados a empezar a admitirlo, empezando por nuestro siempre presente San MarioPio de Goldman Sachs. que después de haber gobernado durante casi diez años el gigantesco proceso de robo del capitalismo financiero estadounidense en detrimento de Europa, se ha convertido (de palabra) en un paladín del relanzamiento de la industria del viejo continente. 

Increíblemente , a pesar del halo de infalibilidad que le envuelve, llega después de que los bueyes, en lugar de haber escapado del establo, ya han sido asesinados, degollados, engullidos sobre nuestras cabezas, y él (Mario Draghi)  lo hace respetando los intereses de las oligarquías, con el objetivo de confiar la redención europea a esas mismas fuerzas fantasmales del mercado

Para que Europa pueda retroceder el reloj de la historia y recuperar el declive que este año se ha convertido definitivamente en derrota, son necesarias un par de décadas de políticas monetarias y económicas expansivas que creen los recursos necesarios y una gran sobredosis de dirigismo estatal con una planificación rigurosa, pasando por encima de los intereses egoístas de nuestras burguesías parásitas; en resumen: hacer a lo grande lo que -a pequeña escala- Vladimir Putin intenta empezar a hacer en casa.

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Y así estamos (por fin) en lo más alto de nuestro podio, porque también para 2024 el acontecimiento que más que ningún otro está destinado a cambiar los destinos del planeta durante las próximas décadas es obviamente la guerra en Ucrania.

La primera gran guerra convencional entre pares tecnológicos librada por el imperialismo liderado por Estados Unidos desde el final de la Segunda Guerra Mundial (aunque por poderes) y que –y que es, con diferencia, la noticia más importante de 2024-.

El imperialismo liderado por Estados Unidos esencialmente ha perdido, hasta el punto que en los últimos meses incluso la gigantesca fábrica de noticias falsas de la propaganda occidental ha comenzado a admitirlo abiertamente.

Han tenido que recurrir a nuevas narrativas como un ilusorio cambio en el Kremlin con Putin reemplazado por algunos representantes de más Europa . Sin embargo, un año después, los resultados para cantar victoria se han reducido decididamente.

A Moscú le bastaría con contentarse con permanecer en la orilla oriental del Dniéper o, al menos, no llegar tan lejos como Odessa . 

Enumerar las principales consecuencias de este extraordinario acontecimiento requeriría otra perorata entera, pero llegados a este punto los ahorraré. Lo que no les ahorraré se desprende de nuestra lista de acontecimientos que hicieron de 2024 haya sido un año crucial

 Cada vez con mayor claridad, se confirma el hecho de que después de décadas de El fin de la historia y No hay alternativa la historia se ha reiniciado tumultuosamente. Sin embargo, el resultado de las transformaciones de época que estamos presenciando es incierto.

Como siempre, cuando hay grandes transformaciones su resultado es impredecible. Cada variable cuenta y puede cambiar el curso de la historia: esto significa que incluso los subordinados, después de décadas de frustración e impotencia, pueden volver a expresar su opinión y hacer que su voz cuente. 

Para ello, sin embargo, deben volver a organizarse y la organización debe basarse en un análisis de la realidad lo más científicamente preciso y detallado posible. En este largo y muy agotador año de trabajo, nosotros en Ottolina, a pequeña escala, hemos demostrado que mediante un estudio diario de lo que sucede ante nuestros ojos cada día, lo más profundo posible y libre de dogmas heredados acríticamente de la pasado, es posible orientarse en medio de mil miles de acontecimientos que se suceden de forma aparentemente caótica y encontrar la clave del problema.

Con un análisis serio se puede incluso anticipar desarrollos futuros; al mismo tiempo, gracias a una larga serie de errores garrafales, también hemos aprendido lo inadecuados que somos todavía y cuánto trabajo y organización necesitaríamos para evitar todos los escollos y no confundir nuestros deseos con la realidad. 

La moraleja de la historia, por lo tanto, es que hoy más que nunca sentimos la urgencia de renovar nuestro llamado a construir todos juntos  medios de comunicación capaces de orientarnos a través de las complejidades de esta fase de transformaciones turbulentas para poder seguir adelante unidos hacia la construcción de un mundo Multipopular. Para ello, parafraseando a Gramsci, necesitaremos toda la inteligencia y toda la fuerza.

Em

OTTOLINA TV

https://observatoriocrisis.com/2024/12/30/los-10-eventos-que-cambiaron-el-mundo-en-2024/

30/12/2024

terça-feira, 17 de dezembro de 2024

El multilateralismo: ¿sólo una cuestión económica?

 


ANDRÉS PIQUERAS, PROFESOR de la UNIVERSIDAD JAUME I

Últimamente se ha venido comentando mucho sobre la posibilidad de sustituir al dólar y con ello empezar a hacer caer a EE.UU. de su puesto hegemónico mundial. Voy, entonces, a ofrecer algunas consideraciones que recojo de lo que mi amigo y maestro Wim Dierckxsens realizara poco antes de su fallecimiento, así como otras que desarrollamos juntos sobre este tema. Las actualizo, como es obvio, para el momento presente.

***

La UE viene constatando cómo el alza en el costo de la energía a partir de la crisis que la OTAN ha construido en Ucrania, la golpea de modo directo, más aún perdiendo un mercado tan significativo como el ruso para sus propios productos de exportación. 

La “guerra económica” contra China desatada por Washington, y especialmente la Administración Trump, incide en la misma herida, pues la economía real de la UE está integrada a los mercados chinos y no puede desligarse de ellos fácilmente, ni mucho menos. 

Por si fuera poco, en el nuevo contexto que crea la OTAN, la UE se ve forzada a comprar gas y productos bélicos caros a EEUU. La inestabilidad económica que esta política está causando a la UE tendrá como resultado, a muy corto plazo, que la OTAN (y especialmente el Eje Anglosajón -Estados Unidos + GB-) se transforme en una amenaza mayor para la UE que lo que realmente puedan ser Rusia-OCS(Organización de Cooperación de Shanghái).

Así que la Unión Europea ha de buscar cómo obtener más petróleo de Asia central u otros lugares, pero la OPEP+ en general ha manifestado no tener como objetivo aumentar su cuota con las formaciones del Imperio Occidental. Por su parte, Rusia se vio pronto forzada a poner en marcha un mecanismo para que las entidades estatales hostiles con ella tuvieran que comprarle en rublos tanto el gas como el petróleo, y poco a poco el conjunto de materias primas estratégicas (a partir del 1º de abril de 2022, esas entidades hostiles con Rusia, las de la UE en primer lugar, debieron pagar el gas ruso sólo en rublos). 

El G7 tras intentar negarse, no pudo mantener su postura, y los industriales alemanes, desde el Ruhr a Baviera, organizaron una revuelta de cara a poder abrir las cuentas bancarias en rublos para comprar el gas ruso, https://actualidad.rt.com/actualidad/430461-reuters-alemania-italia-permitir-abrir-cuentas-rublos). 

Además, el tipo de cambio de sus monedas no está a merced de los “juegos de mercados” internacionales, sino que se paga la suma en la moneda extranjera -por ejemplo, euros- del equivalente al precio del oro del momento en rublos. Eso quiere decir, de paso y además, que el rublo deja de ser una moneda fiat (sin respaldo real -económico y/o energético-), como lo es el dólar.

Desde entonces la moneda rusa se ha fortalecido (figura 1), mientras que por primera vez en este tipo de guerra económica, las sanciones contra ella han perjudicado más a los sancionadores.

                                               Figura 1

                                 Rublos que se cambian por dólar

Fuente: substackdn.com

A ello contribuye con amplitud que Rusia tiene una balanza comercial positiva, principalmente porque es un país muy rico en recursos primarios. Con tal fondo energético resulta muy difícil de batir por esa vía. De facto, no es posible en el medio plazo reemplazar la energía rusa, pues la economía mundial depende de sus exportaciones, especialmente pero no sólo, de petróleo, carbón y gas natural. Ver en la figura 2 el caso del gas, por ejemplo.

                                                           Figura 2

En 2020, el 41 % de las exportaciones mundiales de gas natural procedieron de Rusia (figura 2). El gas natural es especialmente importante también para “equilibrar” los suministros de electricidad eólica y solar, sin lo cual no habría plataforma de “estabilidad” fundamental a la cual se puedan acoplar o interconectar luego las otras fuentes. Europa absorbe casi el 45% de las importaciones mundiales de gas natural.

Con una creciente demanda de oro para poder pagar la energía rusa, se aumenta su precio y con ello otra vez la demanda de oro. Para cubrir esa demanda los países-OTAN normalmente entregan en lugar de oro físico, contratos de entrega-a-futuro (papel); contratos que Rusia, en concreto, ya no acepta. Y es que la disparidad entre la cantidad de oro físico que existe y la cantidad de metal vendido en forma de “papel” es gigantesca, haciendo que cada vez más lo que se vende y compra como “oro” sea ficticio (“promesas de oro”). Circunstancia que por su parte motiva que quienes tienen promesas de oro-a-plazo comiencen a ejercer presión para recibir el metal. Las entregas fallan y los seguros (derivados) no pueden cubrir “adecuadamente” lo solicitado. Lo que imprime la tendencia hacia una mayor presión hacia arriba del precio del oro físico. 

Esto no hace sino seguir debilitando el petrodólar-OTAN. De hecho, la fe en el dólar como moneda fiduciaria y moneda ficticia se sostiene hoy básicamente por el poder militar estadounidense, con su OTAN incluida.

De ahí que resulte tan decisivo para EE.UU.-OTAN no perder su guerra contra Rusia por intermediación de Ucrania, dado que en caso contrario, además de las muy negativas consecuencias geoestratégicas, el sistema del petrodólar podría recibir un golpe muy duro al ser derrotado también en el campo de batalla.

Pero una nueva moneda o un conjunto de monedas que vayan sustituyendo la dominación internacional del dólar, deben necesariamente de estar respaldadas por las menguantes materias primas y recursos naturales que van quedando, a semejanza de cómo fue hasta 1971, cuando el dólar-oro estadounidense colapsó y el lugar del oro fue ocupado por la OTAN, esto es, dólar-OTAN/petróleo-saudí.

EL CAMBIO DE JUEGO…

Así que por el momento tenemos que con la vinculación del rublo a la energía la cotización de esa moneda subió de inmediato. Eso significó también que en adelante países como Alemania tuvieran que comprar rublos con euros o entregar bienes tangibles (como autos) a cambio de petróleo.

Ante las sanciones de la OTAN el petro-rublo (y, en general, las monedas respaldadas por materias primas, incluso oro) parece que ha avanzado más que retrocedido. Algo que en la actualidad contrasta de manera clara y flagrante con la falta de anclaje material del dólar y de otras monedas del Imperio Occidental.

La confianza en ellas se va perdiendo, mientras que cada vez se despliega un mayor número de acuerdos comerciales entre formaciones socioestatales otrora “periféricas” del Sistema Mundial capitalista, pero que están en camino de reconfigurarlo de tal manera que las antiguas claves del mismo empiezan a desdibujarse.

Desde hace un tiempo estamos presenciando una escalada de desarrollos sincronizados que cambian el juego de dominación mundial del dólar, ergo, de EEUU: la rupia-rublo con la India, el petro-yuan con Arabia Saudita e Irán, las tarjetas Mir-Union Pay emitidas por los Bancos en Rusia, los acuerdos Rusia-Irán con un SWIFT alternativo, el proyecto Unión Económica Euroasiática-China para un sistema monetario/financiero independiente… Se va constatando que el 13% del planeta, básicamente el anglosajón, ya no puede imponer tan fácilmente su dominación al otro 87% del mundo.

Esta puede ser una de las versiones de lo que llaman “multipolaridad”.

… Y CHINA

Multipolaridad que se hace más palpable a todos los niveles cuando se incorpora al gigante asiático del dragón en las coordenadas. La ventaja de China en este plano no sólo radica en su dinamismo económico, sino en que además es, junto con Rusia, el principal productor y comprador de oro. China y Rusia han conformado unas gigantescas reservas que respaldan al yuan -y al rublo-.

El 26 de marzo de 2018 China tomó la decisión de lanzar en la Bolsa Internacional de Energía el esquema de cambio petro-yuan-oro y en mayo el metal-yuan-oro. Este hecho está llamado a trastocar el sistema monetario internacional de fondo. 

China ofrece cambiar los yuanes recibidos en oro, no sólo contra entrega de petróleo sino también al comprar metales. La Bolsa de Valores de Hong Kong emitirá también contratos a futuro en yuanes en materia de petróleo y metales derivados que serán convertibles en oro. Los exportadores de petróleo podrán incluso retirar dichos certificados de oro fuera de China, es decir, el petro-yuan estará disponible para pagarse hasta en los llamados “Bullion Banks” en Londres.

La fijación de los precios del petróleo en yuanes –junto con el plan de la Bolsa de Valores de Hong Kong para vender contratos de oro físico valuados en yuanes– creó un sistema por medio del cual China podrá eludir el sistema bancario estadounidense y no sólo el sistema global de pagos interbancarios basado en dólares (Swift); incluso también todo el sistema de Bretton Woods. 

Es más, no sólo el petróleo, el gas y los metales entran en esta nueva situación mundial, sino que muy pronto podrán hacerlo otras materias primas. Se podría esperar, por tanto, que China se deshaga de manera sostenidamente de los bonos del tesoro estadounidense a cambio de dólares, cambiando a su vez estos dólares por yuanes.

Pero para evitar lo que le sucedió al dólar a principios de los años setenta, cuando EE.UU. tuvo que abandonar el patrón oro, es de prever que China introducirá más bien paso a paso el yuan como moneda de cambio (materia prima por materia prima) para mantener el volumen de oro suficiente como respaldo. 

La estrategia de China-Multipolar, además, no es atacar frontalmente al sistema del petrodólar, sino que el yuan ocupe un espacio suficiente para poder operar con soberanía tendente a construir un Mundo Multipolar de Monedas, algo así como un saco único de monedas cuyo peso respectivo quede en función de la realidad productiva y energética que tenga detrás [John Ross ha explicado a mi juicio convincentemente, por más que se pueda discutir algún punto, por qué no se puede llevar la desdolarización de la forma sencilla y acelerada que muchos predican (¿CUÁL ES LA ESTRATEGIA REALISTA PARA LA «DESDOLARIZACIÓN»? John Ross.). También aporta algo al respecto el artículo de Vijay Prashad (¿ESTÁ LLEGANDO A SU FIN EL REINADO DEL DÓLAR? Vijay Prashad.)

Lo que revela más destacar en estos momentos, sin embargo, es que China parece haber puesto todos sus esfuerzos de pujanza en la arena mundial, en el plano económico-comercial, como ignorando que las claves económicas se juegan también en el terreno militar. 

Tal vez las raíces de ello haya que rastrearlas a partir de que Zhou Enlai lanzara en 1975 las Cuatro Modernizaciones (que se convirtieron en el programa oficial del PCCh en 1978), para dejar claro que como China todavía se encontraba en la etapa primaria del socialismo, el desarrollo económico venía antes que la lucha de clases

Ideario que Jiang Zemin parece que vino a remachar en el informe al XV Congreso del PCCh en 1997, al insistir en que “el desarrollo es el principio absoluto, la clave para la solución de todos los problemas de China” (recomendaría seguir el controvertido texto sobre la transición china al socialismo desde una visión interna, donde se recogen bastante de estas direcciones programáticas: ¿Es marxista el socialismo con características chinas?).

Es cierto que la carencia de internacionalismo proletario es proverbial e histórica para el caso chino, pero al punto al que ha llegado en estos momentos la lucha de poder económico-militar y de control global del mundo (con el gran agujero de barbarie que el Imperio anglosajón-sionista-otnaero está imprimiendo en Asia occidental, y un Irán cada vez más asediado y en peligro, más la reestructuración derechista-fascistizante del continente americano y la pieza clave de Cuba en riesgo mortal, amén de las permanentes desestabilizaciones en torno a una Rusia debilitada tras el golpe en Siria, y cuya, acertada o no, caída de prestigio como aliado puede afectar también al tablero estratégico africano), no va a permitir a China seguir descuidando el aspecto militar ni el apoyo estratégico a unas u otras formaciones socioestatales, si es que quiere tener realmente no ya algún papel de importancia sino la posibilidad de seguir a flote en el intrincado pantano mortífero en el que la humanidad se la juega entre la barbarie del capitalismo en degeneración (con su comando de USA-OTAN-sionismo) y las posibilidades de emprender un mundo alternativo, a través de vías no sólo post-capitalistas, sino decididamente socialistas.

Pero para eso habrá que ir más allá de ser “multipolares” (donde hasta el capitalismo salvaje de formaciones estatales como Arabia Saudita, India, Egipto o Emiratos Árabes tiene cabida, al igual que el oportunismo más o menos corrupto de Brasil -ya hablaremos en otra ocasión del sudafricano-, lo que permite que mientras estos actores estatales juegan con China las cartas monetarias y del comercio con una mano, puedan apoyar por activa o por pasiva, con la otra, las estrategias bélicas de EE.UU., y los primeros de los nombrados arriba incluso directamente a su brazo sionista). 

Y así como las principales formaciones atacadas y asediadas están teniendo que recurrir a formas de capitalismo de Estado que controlen los propios recursos y planifiquen la economía de manera autocentrada -tendente por las circunstancias a una “economía de guerra”-, más pronto que tarde, para sobrevivir, China tendrá que vincular su procurada transición al socialismo, por muy “original” y “con características chinas” que fuere, a un auténtico internacionalismo constructor y posibilitador de socialismo a escala más amplia. Para que lo “múltiple” se vaya transformando poco a poco en “alternativo”.

Rusia, a la que le ha tocado también la versión más militar del enfrentamiento, no puede permitirse perder más aliados ni seguir deshojando la margarita de su reconciliación con el Eje Anglosajón-sionista. Éste nunca va a dejar de intentar descuartizarla ni de convertirla en un ente servil. Debería evitar que su facción interna pro-occidental continue dañando su credibilidad y dejándose atacar terroristamente en su propio territorio (como hoy mismo con el asesinato del jefe de las fuerzas de defensa radiológica, química y biológica del ejército ruso, Ígor Kiríllov, y su asistente).

Cada día que pasa, así como en lo inmediato por venir, se van a jugar las posibilidades de todo lo aquí esbozado. Y el que hierre de estrategia o no sepa calibrar las múltiples dimensiones -con sus aliados y adversarios en cada una de ellas- de la Guerra Total que se libra, habrá perdido. Ya no hay más margen para el error.

 Em

OBSERVATORIO DE LA CRISIS

https://observatoriocrisis.com/2024/12/18/el-multilateralismo-solo-una-cuestion-economica/

18/12/2024

terça-feira, 10 de dezembro de 2024

O mundo ocidental retrocede cada vez mais para a irrealidade

 


 Paul Craig Roberts     10.Dic.24     Outros autores

Uma das curiosidades dos tempos que vivemos é constatar-se que, face à irracional e dementada escalada EUA/NATO/UE no conflito da Ucrânia, as vozes mais lúcidas que se manifestam nos EUA se situem - como é o caso de Paul Craig Roberts - entre meios conservadores. Efectivamente do que se trata é, cada vez mais claramente, contrapor racionalidade à completa ausência dela, contrapor o direito da vida humana à sobrevivência a um sistema monstruoso que preferiria a destruição do planeta à perspectiva da sua própria derrota.

Caros leitores,

Não vos parece estranho que a humanidade enfrente a possibilidade de extinção e não exista um movimento pela paz? Será que o nosso descuido vai tão longe que somos indiferentes à nossa existência? Até sites de media alternativos, como o Simplicius, minimizam a ameaça.

A 18 de Novembro de 2024, os EUA e a NATO dispararam de solo ucraniano mísseis contra a Rússia, apesar de o governo russo ter anunciado claramente que essa acção imprudente daria início a uma guerra entre o Ocidente e a Rússia. A imprensa ocidental noticiou que a Ucrânia disparou os mísseis fornecidos pelos EUA e pelo Reino Unido, mas isso é uma mentira. Os ucranianos não têm formação para operar o sistema de mísseis e não têm capacidade para os apontar. Os mísseis têm de ser operados por pessoal dos EUA/NATO.

Os mísseis foram interceptados pela defesa aérea russa. No entanto, o seu disparo colocou os EUA e a NATO em guerra com a Rússia. A Rússia respondeu com a demonstração de um novo míssil, para o qual o Ocidente não tem equivalente ou capacidade de dissuasão, para destruir completamente uma instalação de produção militar ucraniana. A esperança de Putin era que a demonstração do novo míssil hipersónico russo dissuadisse novos ataques. Mas isso não aconteceu. É irónico que a tentativa de Putin de limitar o conflito, confinando-o ao Donbas, tenha dado ao Ocidente a oportunidade de alargar grandemente a guerra.

Em 23 e 25 de Novembro, os EUA/NATO voltaram a disparar mísseis contra a Rússia. Estamos a aguardar a resposta russa.

Putin, um líder democraticamente eleito com um apoio popular incomparável ao de qualquer líder ocidental, incluindo Trump, está em desvantagem nas suas relações com o Ocidente devido ao seu humanitarismo. É lento a reconhecer o mal e responde após o acontecimento à ameaça ocidental à existência da Rússia, em vez de o fazer de forma proactiva. Toda a iniciativa cabe ao Ocidente.

É provável que Putin tenha reparado que cada nova ação imprudente apresentada pelo Ocidente como forma de ajudar a Ucrânia foi primeiro negada e depois aprovada. Passo a passo, sistema após sistema de armas, inicialmente negado foi aprovado, incluindo mísseis de longo alcance que Washington disse que nunca seriam enviados. Quando foram enviados, Washington disse que os mísseis nunca seriam autorizados a ser utilizados para além do campo de batalha.
Agora, os mísseis, que nunca seriam enviados ou usados para além do campo de batalha, foram usados 3 vezes para atacar dentro da própria Mãe Rússia. Esta acção irresponsável e imprudente do regime de Biden e da NATO foi levada a cabo perante a declaração clara do governo russo de que isso significa que os EUA e a NATO estão em guerra com a Rússia, e desafia a doutrina militar russa revista que permite agora à Rússia atacar qualquer país, independentemente de ser uma potência nuclear, com armas nucleares se o país atacar a Rússia com armas convencionais. A doutrina permite que todos os países da NATO, incluindo os EUA, sejam atacados com armas nucleares se qualquer país aliado, como a Ucrânia, atacar a Rússia com armas convencionais. No contexto do conflito na Ucrânia, atacar a Rússia significa ir para além da própria área do campo de batalha.

Com os três ataques com mísseis dentro da Mãe Rússia, para além do próprio campo de batalha, Washington e a NATO tornaram legal, segundo a doutrina de guerra russa, que o Ocidente receba um ataque nuclear russo. Como já escrevi anteriormente, só um governo insano em Washington abriria a porta à guerra nuclear. É a paciência de Putin para com o Ocidente que está a impedir uma guerra nuclear.

É provável que Putin mantenha a sua paciência com a insanidade do Ocidente até que Trump esteja no poder e Putin determine se um tratado de defesa mútua, negado pelo insano regime de Biden, é possível com o regime de Trump. Caso contrário, não há base para a esperança de Putin de evitar uma grande guerra. Mais cedo ou mais tarde, Putin terá de passar de um modo reactivo para um modo proactivo, se quiser proteger a Rússia. Na verdade, determinado a envenenar a relação com Trump, Washington poderia atacar a central nuclear de Kursk e enviar radioactividade sobre a Rússia ou atacar Moscovo. Qualquer uma destas opções poderia acabar com a paciência de Putin.

Não são muitas as nomeações de Trump que são muito promissoras no que respeita ao fim do conflito. O director do Serviço Federal de Segurança russo afirmou que a eleição de Trump “não é susceptível de conduzir a mudanças radicais na política de Washington”. Espera mais provocações.

A questão que se ignora é quantas mais provocações aceitará Putin antes de a sua humanidade ser anulada pelo seu compromisso com a Rússia?

Quando testemunhamos, como claramente testemunhamos, o Ocidente a empurrar Putin para esta decisão, como podemos concluir outra coisa senão que o Ocidente está a empurrar o mundo para o Armagedão nuclear? Segundo a Tass, o serviço noticioso russo, o Presidente eleito Trump não contactou Putin. Consequentemente, Trump poderá nunca ter as 24 horas de que diz dispor para pôr fim ao conflito. Nessa altura, o mundo poderá já ter acabado. Considero extraordinário que Trump não tenha feito qualquer tentativa para desactivar a situação perigosa.

Existem na Polónia e na Roménia bases de mísseis americanas na fronteira da Rússia com sistemas de mísseis que podem disparar armas nucleares contra a Rússia. Há muitos anos que Putin se queixa da ameaça que estas bases americanas representam. Washington não as retirou e Putin nada fez a esse respeito. Se os EUA e a NATO continuarem a disparar mísseis da Ucrânia para a Rússia, apesar dos avisos claros de Putin, este, se for realista, tem de reconhecer que as bases de mísseis polacas e romenas dos EUA são ameaças da mais alta ordem. Ambas, como afirmou recentemente a porta-voz do Ministério dos Negócios Estrangeiros russo, estão na lista de alvos a eliminar pela Rússia.

A resposta dos EUA, tal como foi expressa pelo Conselheiro de Comunicações de Segurança Nacional da Casa Branca, John Kirby, é a seguinte “Levamos muito a sério os compromissos assumidos com os nossos aliados da NATO ao abrigo do artigo 5º. São sólidos como uma rocha e isso não vai mudar”. Por outras palavras, se a Rússia se proteger da possibilidade de um ataque nuclear dos EUA, Washington lançará a Terceira Guerra Mundial. Os idiotas de Washington acreditam que ter bases de mísseis com capacidade nuclear nas fronteiras da Rússia com a Polónia e a Roménia vale uma guerra nuclear. Digam-me que isto não é loucura.

O que é extremo, a minha advertência baseada em factos, ou as acções irresponsáveis de pessoas delirantes em Washington, perdidas nas suas próprias narrativas falsas, na sua própria arrogância e crença errada na sua invencibilidade e acerto?

E a ilusão é mesmo essa. Aqui está Frederick Starr, presidente do Instituto do Cáucaso da Ásia Central do Conselho Americano de Política Externa, a proclamar que Putin perdeu o conflito com a Ucrânia e enfrenta um derrube interno. A frente interna de Putin está a desmoronar-se, diz ele: https://nationalinterest.org/feature/ukraine-and-russia’s-collapsing-home-front-213869

Quais são os factos? A frente ucraniana está a desmoronar-se. O colapso é tão completo que a NATO está a discutir o fornecimento de armas nucleares à Ucrânia. Putin tem o mais forte apoio público de todos os líderes da Terra, reeleito para o cargo há 25 anos com margens que nenhum líder ocidental pode esperar, nem mesmo Trump. Mas, de acordo com Frederick Starr, “Putin já perdeu a guerra e a única questão é saber que medidas para salvar a face podem ser extraídas através de um acordo”. Starr refere que a derrota de Putin é tão completa que a sua presidência está em risco.

A seguir, temos o The Telegraph, outrora um razoável jornal conservador inglês, a dizer hiper-disparates. Uma semana depois de a Rússia ter demonstrado em acção um novo sistema de armas com o qual o Ocidente “avançado” nem sequer sonhava, o Telegraph afirma que “Putin seria louco se enfrentasse o Ocidente porque a produção de armas modernas na Rússia é impossível sem componentes ocidentais”. Então, de onde veio o míssil Oreshnik?

Não conheço nenhum sistema de armas ocidental que não tenha um equivalente russo superior. É evidente que na Ucrânia as alardeadas armas ocidentais foram facilmente derrotadas. Foram efectivamente expulsas do campo de batalha.

Os “líderes” do mundo ocidental vivem na crença das suas próprias mentiras e propaganda. A sua propaganda assumiu o controlo do seu próprio pensamento, tornando-os ignorantes da realidade. Há algo de muito errado com os povos ocidentais que elegem para o cargo pessoas totalmente estúpidas, capazes de destruir a vida na Terra simplesmente com base na ignorância resultante da sua auto-doutrinação.
A menos que Trump consiga sobreviver ao Estado Profundo, estar à altura do desafio e fazer da paz a vitória a alcançar, o mundo parece condenado.

Fonte: https://www.paulcraigroberts.org/2024/11/27/the-western-world-retreats-deeper-into-unreality/

O DIÁRIO.INFO

https://www.odiario.info/o-mundo-ocidental-retrocede-cada-vez/

10/12/2024

 



segunda-feira, 9 de dezembro de 2024

Catorze certezas da vitória terrorista em Damasco

 


A nova situação criada em Damasco proporciona condições para que seja dado mais um passo importante na estratégia sionista, dos Estados Unidos, da NATO e da União Europeia, para desmembramento dos grandes Estados seculares do Médio Oriente.

CréditosBilal Alhammoud / EPA

Uma primeira advertência ao leitor. Esta é uma leitura ainda a quente do que está a passar-se na Síria, e as leituras a quente são um risco, principalmente quando se fazem a partir do exterior e sob uma enxurrada de dislates mediáticos que factualmente dizem o mesmo, lugares comuns, e depois espremem a imaginação num combate imbecil travado nos  campos do atrevimento, da mentira e, sobretudo, da ignorância.

Por tudo isto, os leitores que me perdoem algumas imprecisões em relação ao futuro próximo, porque entre as certezas possíveis há muitos elementos factuais em falta.

Uma primeira certeza: o presidente Bashar Assad caiu, essencialmente, porque agravou a situação nos últimos tempos, desde 2015, ao não capacitar o exército nacional para resistir ao crescimento e reforço da capacidade militar, que não eram segredo, da al-Qaida (renomeada Hayat Tharir al-Sham – HTS – por recomendação das forças estrangeiras de intervenção, ocidentais, desejando assim disfarçar o seu apoio directo ao terrorismo da organização fundada por Bin Laden). Além disso, Bashar Assad e os seus comandos militares minimizaram uma situação de guerra que apenas baixou de intensidade a partir de 2017 e num quadro onde 30% do território permanecia em mãos de grupos armados ao serviço de interesses estrangeiros e do objectivo de derrubar o regime.

Assad fragilizou igualmente a sua posição ao rejeitar um projecto de Constituição proposto pela Rússia, na sequência do processo de Astana (participação de Moscovo, Ancara e Teerão), elaborado com respeito estrito pelo direito internacional e as normas da ONU.

Uma segunda certeza: os terroristas da al-Qaida ou HTS, chefiados pelo encartado seguidor de Bin Laden chamado Abu Mohammad al-Julani, deitaram as mãos a Damasco para se apoderarem dos instrumentos do Estado – o mais antigo do mundo – e tentarem assim estender, quando sentirem chegada a altura (se chegar), a sua «lei islâmica» a todo o país.

Terceira certeza: al-Julani e o seu grupo são ainda considerados terroristas pelos Estados Unidos da América (e também pela União Europeia); todas as tentativas de sectores do Estado profundo norte-americano para retirar a al-Qaida, al-Nusra ou HTS, os seus heterónimos, da lista de grupos terroristas foram vetadas pelos próprios órgãos legislativos dos Estados Unidos: Congresso e Senado.

Isso não impediu, contudo, que um al-Julani com a barba bem aparada, um penteado e uma indumentária ao estilo ocidental tenha sido amigavelmente entrevistado pela Voz da América, porta-voz da CIA e do regime norte-americano, para expor o seu novo linguajar e simular distanciar-se – no visual e no discurso – da sua essência terrorista. A biografia deste capo fascista explica que tanto a al-Qaida como o ISIS ou Estado Islâmico lutaram para recrutar o então jovem e prometedor al-Julani, optando este pela agremiação de Bin Laden. E a população da região de Idlib, permanentemente ocupada pela al-Qaida desde o início da intervenção estrangeira, pode muito bem explicar, por experiência própria, o terror que é ser governado por al-Julani.

«Os terroristas da al-Qaida ou HTS, chefiados pelo encartado seguidor de Bin Laden chamado Abu Mohammad al-Julani, deitaram as mãos a Damasco para se apoderarem dos instrumentos do Estado – o mais antigo do mundo – e tentarem assim estender, quando sentirem chegada a altura (se chegar), a sua "lei islâmica" a todo o país.»

Quarta certeza: a queda de Bashar Assad e a tomada do poder por al-Julani – foi isto que aconteceu, por muito que a rede mundial de propaganda tente garantir que não é bem assim – significa uma vitória da intervenção militar dos Estados Unidos, da União Europeia e da NATO, por interpostos grupos terroristas, iniciada em 2011 na Síria. Por outro lado, traduz uma derrota da Rússia, que foi forçada a deixar cair Assad quando este assumiu desviar-se dos contornos da aliança com Moscovo. Além disso, confirmou-se que a prioridade de Moscovo é resolver favoravelmente os problemas criados pelo regime nazi-banderista de Kiev.

Quinta certeza: começa agora verdadeiramente a guerra civil na Síria. Até aqui estivemos perante uma intervenção estrangeira ao serviço dos interesses económicos, geopolíticos e geoestratégicos do mundo ocidental, com os Estados Unidos à cabeça, os quais, pela voz de Donald Trump, no seu primeiro mandato presidencial, admitiram estar a roubar o petróleo sírio.

Tudo indica que será uma guerra civil entre as várias facções que lutaram contra Assad, principalmente as Forças Democráticas Sírias (curdos do YPG e contingentes do ISIS treinados na base de al-Tanf, ocupada por tropas norte-americanas), e o Exército Nacional Sírio (um ramo das forças armadas da Turquia e da NATO), cada uma com as suas zonas de influência. Além disso, há uma nebulosa de grupos e milícias armadas, cada qual com os seus próprios interesses regionais, religiosos e étnicos que não ficarão de fora nos confrontos que irão seguir-se durante o falacioso «período de transição».

As Forças Democráticas Sírias são também militarmente apoiadas pelos Estados Unidos, como a HTS, mas perseguidas pela Turquia, no âmbito da sua guerra contra os curdos, onde quer que eles estejam. Nesta frente específica existe, portanto, uma oposição militar entre os regimes de Washington e Ancara, isto é, uma guerra fratricida no interior da NATO. Na prática, todas estas organizações, incluindo o HTS, são apoiadas pelos Estados Unidos e a NATO, formando o chamado grupo dos «rebeldes moderados» – apesar de nele existir uma facção considerada «terrorista» por Washington. Mais um exemplo da conhecida coerência ocidental, «a nossa civilização».

Uma vitória do procurado Benjamin Netanyahu

Sexta certeza: a tomada de poder por al-Julani significa uma enorme vitória do sionismo comandado por Benjamin Netanyahu, conhecido aliado dos terroristas islâmicos, ao ponto de lhes dar rectaguarda em acampamentos e hospitais no interior de Israel e no sector ocupado dos Montes Golã. São conhecidas as centenas de bombardeamentos aéreos israelitas contra território sírio em apoio do HTS e também no âmbito da sua guerra contra o Hezbollah e o Irão.

Esta vitória do terrorismo islâmico e o previsível fracionamento da Síria abre mais uma via na concretização do objectivo maior do sionismo internacional, a criação do Grande Israel do Nilo ao Eufrates, rio que passa na região Leste e Norte do território sírio. 

Sétima certeza: a queda de Damasco é uma grande vitória da Turquia, no âmbito da teoria expansionista do neo-otomanismo praticada pelo neo-sultão Erdogan. Ancara fica também com o caminho muito mais livre para prosseguir a perseguição contra o povo curdo no interior da Síria.

Oitava certeza: a nova situação criada em Damasco proporciona condições para que seja dado mais um passo importante na estratégia sionista, dos Estados Unidos, da NATO e da União Europeia, para desmembramento dos grandes Estados seculares do Médio Oriente; o objectivo é criar pequenas entidades  de cariz étnico e religioso teleguiadas de fora e inofensivas, facilitando assim a expansão do controlo militar e económico sionista e imperial sobre o Médio Oriente, além de reforçar o domínio económico e o saque das matérias-primas da região, principalmente petróleo e gás natural. Essa estratégia funcionou no Iraque e na Líbia e os resultados estão à vista de todos.

«Começa agora verdadeiramente a guerra civil na Síria. Até aqui estivemos perante uma intervenção estrangeira ao serviço dos interesses económicos, geopolíticos e geoestratégicos do mundo ocidental, com os Estados Unidos à cabeça, os quais, pela voz de Donald Trump, no seu primeiro mandato presidencial, admitiram estar a roubar o petróleo sírio.»

Uma nota a reter: o caso sírio demonstra, uma vez mais, que uma das mais importantes estratégias ocidentais no caminho do globalismo é o desmembramento dos Estados e organizações transnacionais que defendem a vigência do direito internacional e não reconhecem a ordem internacional baseada em regras. A intenção expressa manifestada por círculos ocidentais de fraccionar a Rússia numa miríade de Estados, no seguimento da implosão da União Soviética, teve agora uma confirmação de grande envergadura.

Nona certeza: o mais antigo Estado do Mundo, um mosaico de comunidades, religiões, etnias e confissões, que permaneceu unido e cordato durante séculos, até ao início da invasão ocidental em 2011, segue rapidamente a caminho do desmoronamento e da extinção, não sendo difícil de prever as perseguições e o terror contra comunidades minoritárias, designadamente os cristãos ainda apegados a ritos e tradições do tempo de Jesus Cristo.

Desde o início da agressão ocidental o número de cristãos na Síria desceu de sete para três por cento da população. Em numerosas aldeias cristãs como al-Sukhna, Kanayé, Maloula, Chabadin e Bakha as populações sobreviventes podem testemunhar o terror e os episódios de matanças a que têm sido submetidas pelos grupos ditos islâmicos «rebeldes» e «moderados», no seu papel de procuradores da NATO. Nas três últimas aldeias citadas fala-se ainda o aramaico, língua que era usada há dois mil anos, nos tempos de Cristo.

Décima certeza: a queda de Damasco nas mãos de terroristas sunitas, aliados objectivos do sionismo, encoraja ainda mais o Estado de Israel a desenvolver a tão desejada guerra contra o Irão xiita, outro caminho possível para a guerra nuclear. A transformação e eventual extinção da Síria enfraquece profundamente o chamado Eixo da Resistência, a única entidade que, no panorama internacional e regional, tem feito frente aos desígnios do sionismo internacional e lutado de maneira consequente pela aplicação do direito internacional para que sejam respeitados os direitos inalienáveis do povo palestiniano.

Democracia? Nem vê-la

Décima primeira certeza: da mesma maneira, o Líbano fica ainda mais fragilizado perante o sionismo porque a ascensão sunita na Síria é um golpe muito sério para o Hezbollah, movimento de base xiita responsável pela resistência nacional e pelas derrotas humilhantes infligidas ao Estado de Israel, mantido em respeito quanto às suas ambições em território libanês. Israel pretende ocupar parte do Sul do Líbano como tampão para os ataques contra a região norte do país, a Galileia, além de, a partir de agora, ter praticamente garantido o acesso franco às jazidas petrolíferas recentemente descobertas no Mediterrâneo Oriental e que vem disputando com Beirute, naturalmente com objectivos cleptómanos, perante os quais o direito internacional e o direito marítimo de nada valem.

Décima segunda certeza: o histórico das guerras imperiais, principalmente as mais recentes desde a longa e fracassada intervenção militar no Afeganistão, prova que essas acções terroristas nada têm a ver com a implantação da democracia e a democratização dos países atacados – ao contrário do que rezam a propaganda e a opinião única que nos subjuga ou, pelo menos, pretende subjugar-nos. Olhemos para o regresso dos Talibãs a Cabul, para a situação caótica dos poderes regionais fragmentados no Iraque – com o governo oficial barricado em fortificações para lá da «linha verde» em Bagdade – e para o desaparecimento, em termos reais, do Estado líbio: fica claro o que significam democracia e democratização no discurso ocidental.

Décima terceira certeza: o caso sírio é mais um exemplo do tipo de respeito que os Estados membros das organizações e alianças ocidentais cultivam em relação aos acordos que assinam com partes terceiras. A Turquia estabeleceu com a Rússia e o Irão, em Setembro de 2017 em Astana, um acordo segundo o qual tudo fariam para reduzir a intensidade dos combates de modo a criar condições para estabelecer uma plataforma política capaz de assegurar uma nova, mais pacífica e mais inclusiva realidade nacional síria.

«O histórico das guerras imperiais, principalmente as mais recentes desde a longa e fracassada intervenção militar no Afeganistão, prova que essas acções terroristas nada têm a ver com a implantação da democracia e a democratização dos países atacados – ao contrário do que rezam a propaganda e a opinião única que nos subjuga ou, pelo menos, pretende subjugar-nos.»

O regime de Ancara, ao invés, aproveitou a espécie de limbo criado por este acordo para reforçar o apoio ao HTS e ao Exército Nacional Sírio e criar condições para o levantamento armado com efeitos fulminantes que agora se registou.

Em relação ao acordo de Astana, tal como aconteceu com os acordos de Minsk sobre a Ucrânia, ficou demonstrado que países da NATO, como a França, a Alemanha e a Turquia, e a aliança propriamente dita, assinam entendimentos com outras nações e entidades deliberadamente de má-fé, explorando afinal as decisões orientadas para a procura de soluções pacíficas e as garantias dadas por eles próprios como instrumentos para promover o regresso à guerra com capacidade e intensidade redobradas.

Este comportamento é, como se demonstra, um pilar da essência da NATO. E o regime russo caiu por duas vezes na armadilha em menos de uma década.

Décima quarta certeza: existe uma aliança operacional militar entre o nazi-banderismo do regime de Kiev e os grupos fascistas que se reclamam do islamismo e assumiram agora o poder em Damasco. O regime de Zelenski treinou bandos de mercenários «islâmicos» em território ucraniano para depois se infiltrarem na Síria, recorrendo aos prestimosos serviços dos banderistas do Azov e dos conselheiros da NATO – na «reserva», é claro, presentes no terreno, pelo menos a partir do golpe da praça Maidan, em 2014. A colaboração entre as forças nazis ucranianas e os terroristas ditos islâmicos, sobretudo os oriundos de territórios da antiga União Soviética, remonta pelo menos a 2009, segundo investigações independentes que têm vindo a ser publicadas – e censuradas nos media globais.

Os terroristas na Síria receberam informações sensíveis do GRU, o serviço de espionagem e polícia política do regime de Kiev, conforme revelaram dirigentes desta instituição; além disso, o aparelho militar banderista forneceu drones e meios de guerra electrónica à al-Qaida e afins, que estes utilizaram na etapa decisiva da agressão estrangeira identificando alvos e «cegando» comunicações do exército ao serviço de Assad.

Conclusão a extrair no imediato: a queda de Damasco nas mãos da al-Qaida e seus vários heterónimos representa uma vitória da estratégia ocidental e da NATO, em particular o recurso operacional ao terrorismo dito islâmico, para destruir Estados fortes e seculares do Médio Oriente. Esta vitória foi alcançada contra a corrente da história actual, no sentido da multipolaridade, podendo significar um novo fôlego da ordem internacional imperial e colonial «baseada em regras» para se impôr à instauração global da vigência do direito internacional. Porém, tal como aconteceu no Afeganistão, onde os Talibãs sucederam aos Talibãs vinte anos depois; ou na Líbia, onde o caos montado pela invasão atlantista dificulta a exploração plena pelo Ocidente dos recursos naturais do território; ou no Iraque, onde as forças de ocupação da NATO, entre as quais predomina o contingente norte-americano, não têm um momento de sossego devido aos sucessivos ataques de forças patrióticas, pode acontecer que o êxito alcançado em Damasco não passe de uma patética vitória de Pirro, embora criminosa, devastadora e sangrenta, e o feitiço acabe por virar-se contra o feiticeiro.

Em

Abril

https://www.abrilabril.pt/internacional/catorze-certezas-da-vitoria-terrorista-em-damasco

9/12/2024