domingo, 30 de julho de 2023

PT — Entrevista de Saker Italia a Larry Romanoff: “PROPAGANDA, MEDIA E CONSPIRAÇÃO EM ACÇÃO”

 



*_“PROPAGANDA, MEDIA E CONSPIRAÇÃO EM ACÇÃO”
<https://t.me/sakeritalianotizie>_*

*Entrevista a Larry Romanoff*

*ENTREVISTA em PDF
<https://www.bluemoonofshanghai.com/wp-content/uploads/2023/07/PT-SAKER-ITALIA-ENTREVISTA-LARRY-ROMANOFF.pdf>*

*Realizada por Elvia Politi para Saker Italy <https://sakeritalia.it/>*

*CHINESE <https://www.bluemoonofshanghai.com/politics/12287/>    ENGLISH
<https://www.bluemoonofshanghai.com/politics/en-saker-italia-interviews-larry-romanoff-propaganda-media-and-conspiracy-in-action/>    ITALIAN <https://%20https/www.bluemoonofshanghai.com/politics/12261/>    POLSKI <https://www.bluemoonofshanghai.com/politics/polski-wywiad-saker-italia-z-larrym-romanoffem-propaganda-media-i-konspiracja-w-dzialaniu/>    PORTUGUESE <https://www.bluemoonofshanghai.com/politics/12377/>    ROMANIAN <https://www.bluemoonofshanghai.com/politics/ro-interviu-saker-italia-cu-larry-romanoff-propaganda-media-si-conspiratie-in-actiune/>*

/Apresentamos a entrevista que tivemos a honra de fazer com um dos
maiores especialistas mundiais em “propaganda”. Larry Romanoff
debruça-se há anos sobre o tema da manipulação e da gestão de consensos
como instrumento dos governos (e daqueles que manobram esses governos)
em relação à opinião pública. Ou seja, em relação a cada um de nós.
Através da sua análise lúcida e da simples evidência dos “factos”, não
só revela alguns dos casos mais recentes como nos ensina a reconhecer as
campanhas de propaganda. E como combatê-las./

/Na entrevista:/

/– O que é a propaganda e qual o seu objectivo/

/– O caso Covid e as duas guerras mundiais/

/– Realidade e ficção, a teoria da conspiração/

/– A evolução da propaganda, como e onde se aplica actualmente/

/– A propaganda geopolítica/

/– Evitar a lavagem ao cérebro/

*LARRY ROMANOFF (L.R.)* — Uma definição simples de propaganda é que a
mesma, é a divulgação de informação destinada a manipular a opinião
pública afim de aceitar um determinado ponto de vista ou incentivar uma
determinada causa política. De um modo geral, é um método de controlo da
população pelos que detêm o poder político ou financeiro. A propaganda
está quase sempre associada a informações de natureza tendenciosa ou
enganosa, consistindo numa mistura de factos, meias-verdades e mentiras.
A propaganda não é apenas manipulação psicológica, é igualmente,
manipulação “psiquiátrica” destinada a afectar as emoções das pessoas e,
através delas, a controlar o seu pensamento e comportamento. Emprega a
teoria comportamental extraída principalmente dos ensinamentos de
Sigmund Freud e, na sua pior forma, é sempre insidiosamente
manipuladora, utilizando os medos ou os anseios mais profundos das
pessoas a fim de criar a aceitação de um determinado ponto de vista, de
se tornarem emocionalmente carregadas em relação a esse conceito e de
conduzirem a acções de algum tipo.

*Elvia Politi (E.P.) — Um tema muito oportuno e urgente, a propaganda é
um fenómeno que todos compreendem mas que é difícil de codificar. Larry,
pode explicar-nos o que é a propaganda e qual é o seu objectivo?*

A propaganda tem sido fundamentalmente utilizada com o objectivo de
inflamar o público de uma nação a fim de apoiar uma guerra e de conceber
e promover mudanças sociais.

A propaganda evita os factos, dado que é concebida para criar respostas
emocionais em apoio a um determinado objectivo e, assim, desencoraja
activamente o exame racional do processo. A propaganda lida com
insinuações. Em quase todas as campanhas de propaganda, se os factos – o
verdadeiro conteúdo nelas incluído – fosse declarado abertamente, seriam
rejeitados de imediato e sujeitos apenas ao ridículo.

Um aspecto importante da propaganda é a influência emocional persistente
que exerce sobre nós. Visto que este processo psicológico adulterado
afecta os nossos medos e anseios mais profundos, ficamos
surpreendentemente relutantes em abandoná-lo depois de ele se ter
instalado. Quando adoptamos os argumentos contidos numa campanha de
propaganda, resistimos fortemente a qualquer pressão para alterar a
nossa posição. O processo psicológico é tão poderoso que, mesmo quando
nos são apresentadas provas irrefutáveis do contrário, continuamos a
duvidar, a hesitar e a supor que pode haver outra explicação.
Recusamo-nos, simplesmente, a aceitar que acreditámos em mentiras.

Em
SAKER LATINOAMERICA
https://sakerlatam.org/pt-entrevista-de-saker-italia-a-larry-romanoff-propaganda-media-e-conspiracao-em-accao/
30/7/2023

quinta-feira, 27 de julho de 2023

Ante la crisis climática: ecosocialismo, decrecimiento planificado y desarrollo humano

 


JOHN BELLAMY FOSTER, PROFESOR DE SOCIOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD DE OREGON
(USA)<https://monthlyreview.org/geography/global/>

<https://p4r4f7y4.rocketcdn.me/wp-content/uploads/2023/07/sustainability-13-03379-g001.png> Todos los conceptos importantes son dialécticamente vagos en los márgenes.

Herman E. Daly (1)

La palabra /decrecimiento represent/a una familia de enfoques
político-económicos que, frente a la acelerada crisis ecológica
planetaria actual, rechazan el crecimiento económico ilimitado y
exponencial como definición del progreso humano.

Abandonar el crecimiento económico en las sociedades ricas significa
pasar a una formación neta de capital cero. Con el desarrollo
tecnológico continuo y la mejora de las capacidades humanas, la mera
inversión de reemplazo puede promover avances cualitativos constantes en
la producción en sociedades industriales maduras, al tiempo que elimina
las condiciones laborales de explotación y reduce las horas de trabajo.

Junto con la redistribución global del producto excedente social y la
reducción del desperdicio, esto permitiría grandes mejoras en la vida de
la mayoría de las personas. Decrecimiento, que apunta específicamente a
los sectores más opulentos de la población mundial,^2
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en2>

La ciencia ha establecido sin lugar a dudas que, en la actualidad con
actualidad con la «economía mundial total», es necesario operar dentro
de un presupuesto general del Sistema Terrestre con respecto al
rendimiento físico permitido. ^3
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en3> Sin
embargo, más que constituir un obstáculo insuperable para el desarrollo
humano, esto puede verse como el inicio de una etapa completamente nueva
de civilización ecológica basada en la creación de una sociedad de
igualdad sustantiva y sostenibilidad ecológica, o ecosocialismo.

El decrecimiento, en este sentido, no apunta a la austeridad, sino a
encontrar un “camino próspero hacia abajo” de nuestro actual mundo
extractivista, derrochador, ecológicamente insostenible, mal
desarrollado, explotador y desigual, jerárquico de clases. ^4
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en4>

El crecimiento continuo ocurriría en algunas áreas de la economía, hecho
posible por las reducciones en otros lugares. Sería necesario recortar
el gasto en combustibles fósiles, armamentos, aviones privados,
vehículos deportivos utilitarios, segundas residencias y publicidad para
dejar espacio para el crecimiento en áreas como la agricultura
regenerativa, la producción de alimentos, la vivienda digna, la energía
limpia, la atención médica accesible, la educación universal, el
bienestar comunitario, el transporte público, la conectividad digital y
otras áreas relacionadas con la producción ecológica y las necesidades
sociales. ^5 <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en5>

Cuando se diseñaron los primeros sistemas de contabilidad del ingreso
nacional en la época de la Segunda Guerra Mundial, todos los aumentos en
el ingreso, independientemente de la fuente, se caracterizaron como
crecimiento económico. El Producto Interno Bruto, o PIB, se convirtió en
la principal medida del progreso humano. ^6
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en6> Sin
embargo, gran parte de esto era cuestionable desde un punto de vista
social y ecológico más amplio.

De acuerdo con el sistema de contabilidad económica imperante, cualquier
cosa que proporcione “valor agregado” (parte inmodificable del proceso
de valorización capitalista) representa “crecimiento”. Esto incluye
cosas tales como el gasto militar; los productos innecesarios y
tóxicos; el consumo de lujo; marketing ( motivación, orientación,
publicidad y promoción de ventas); reemplazos de consumo social por
privado (como la sustitución del transporte público por automóviles
privados); expropiación de los bienes comunes; gastos para aumentar la
explotación de los trabajadores; costas judiciales relacionadas con la
administración, control y mejora de la propiedad privada; actividades
antisindicales; justicia penal; costos farmacéuticos y de
seguros; empleo en el sector financiero e incluso las actividades
delictivas.^7 <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en7>

En el capitalismo la máxima extracción de recursos naturales se
considera crucial para un rápido crecimiento económico, ya que se basa
en el “regalo gratuito… al capital” de la naturaleza. ^8
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en8> En cambio,
la producción no de mercado y de subsistencia que se lleva a cabo en
todo el mundo; trabajo doméstico realizado principalmente por
mujeres; numerosas inversiones para el crecimiento y desarrollo humano (
trabajos considerados relativamente improductivos); conservación del
medio ambiente y reducciones en la toxicidad de la producción se
consideraban como “nada” o se les asignaba un valor reducido, ya que no
mejoran la productividad ni promueven directamente el “valor
económico”.^9 <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en9>

Esta es la tragedia que nos acosa por todas partes a nuestro mundo.
Ahora se percibe con claridad que el crecimiento económico, basado en la
acumulación continua de capital, es la principal causa de la destrucción
de la tierra como lugar seguro para la humanidad.

La crisis del Sistema Tierra se hace evidente cuando estamos traspasando
los límites planetarios relacionados con el cambio climático, la
acidificación de los océanos, la destrucción de la capa de ozono, la
extinción de especies, la interrupción de los ciclos del nitrógeno y
fósforo, la pérdida de la cubierta vegetal (incluidos los bosques), el
agotamiento del agua dulce, la carga de aerosoles y otras entidades
tóxicas (como los productos químicos sintéticos, la radiación nuclear y
los organismos genéticamente modificados). ^10
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en10> El impulso
a la acumulación de capital está generando así una “crisis de
habitabilidad” para la humanidad en este siglo. ^11
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en11>

El consenso científico mundial, representado por el Panel
Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, ha
establecido que la temperatura promedio global debe mantenerse por
debajo de un aumento de 1,5 °C con respecto a los niveles
preindustriales. Si esto no ocurre y superamos un aumento del 2º C toda
la humanidad correrá un nivel de riesgo desproporcionadamente alto

/En el Sexto Informe de Evaluación/ del IPCC (AR6, publicado entre 2021
y 2023), el escenario más optimista es de un aumento de la temperatura
media mundial a finales de siglo por encima de los niveles
preindustriales. Esto requiere que el límite de 1,5 °C no se cruce y
aumente una décima de grado (hasta el 2040) llegando a 1,6 °C, y para
obligatoriamente caer a 1,4 º C cerca del final del siglo. Todo el
programa se basa en alcanzar cero emisiones netas de carbono (cero real)
para 2050, lo que nos da una probabilidad del cincuenta por ciento de no
exceder el límite crítico entre clima y temperatura. ^12
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en12>

Sin embargo, según el destacado científico climático Kevin Anderson este
escenario ya está desactualizado. Ahora es necesario, según las cifras
del IPCC, alcanzar el punto de cero de emisiones de dióxido de carbono
para 2040, a fin de tener un 50 % de posibilidades de evitar un aumento
sobre 1,5 °C. “ Esto debe hacerse a partir de ahora”, escribió Anderson
en marzo de 2023,

“Para no exceder 1,5 °C de calentamiento se requiere un 11 % de recortes
anuales en las emisiones. Sin embargo, estas tasas promedio globales
ignoran el concepto de equidad, cuestión central en todas las
negociaciones climáticas de la ONU, que da a “los países en desarrollo»
un poco más de tiempo para descarbonizarse. Por su parte la mayoría de
las naciones «desarrolladas» deben alcanzar cero emisiones de CO2 entre
2030 y 2035, y las naciones en desarrollo deberían cumplir con este
objetivo una década después. Cualquier retraso aumentará la crisis”^13
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en13>

La Organización Meteorológica Mundial indicó en mayo de 2023 que existe
un 66 % de posibilidades que la temperatura global promedio anual en la
superficie terrestre supere temporalmente un aumento de 1,5 °C con
respecto a los niveles preindustriales, “al menos” hasta el 2027 (14).

Los escenarios presentados por el IPCC son conservadores, están
diseñados para ajustarse a los requisitos de la economía capitalista,
que está basada en un crecimiento económico continuo en los países ricos
mientras se excluye cualquier cambio sustancial en las relaciones
sociales. El único dispositivo en el que se basa este modelo climático
es asumir cambios en la tecnología promovida por los beneficios del
capital .

Por lo tanto, estos escenarios necesariamente dependen de las llamadas
«tecnologías de emisiones negativas», como la Bioenergía y la Captura y
Secuestro de Carbono (BECCS) o la Captura Directa de Carbono en el Aire
(DAC). Sin embargo, actualmente no existen estas tecnologías a la escala
necesaria y no podrán funcionar en la línea de tiempo prescrita para ser
efectivas, mientras que también representan enormes peligros ecológicos.

En el Resumen original presentado a los responsables nacionales de
políticas ambientales (informe de mitigación, parte 3 del AR 6) el
desarrollo en tecnologías inexistentes – que son en sí mismas
destructivas para el medio ambiente – fue cuestionado por los
científicos del propio IPCC,.

Los científicos que redactaron este informe coincidieron que tales
tecnologías *no* son viables en un marco de tiempo razonable y
sugirieron que bajar el gasto en energía deberían considerar una
movilización popular que se propusiera llevar a cabo las
transformaciones ecológicas radicales que requiere la humanidad .

Todo este análisis se excluyó del Resumen final publicado por los
responsables de políticas ambientales censurando de esta manera la
opinión de los expertos.^15
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en15>

Las soluciones tecnológicas inducidas por el lucro y el capital, que
supuestamente permitirían un crecimiento económico continuo y la
perpetuación de las relaciones sociales actuales, no existen ni es
posible en la escala y el ritmo requeridos. Por lo tanto, se necesitan
cambios socioeconómicos importantes en el modo de producción y consumo,
en contraposición con la hegemonía político-económica reinante.

“Tres décadas de autocomplacencia”, escribe Anderson, “ha significado
que la tecnología por sí sola ahora no puede reducir las emisiones lo
suficientemente rápido”. Por lo tanto, existe una necesidad drástica de
soluciones de bajo consumo energético basadas en cambios en las
relaciones de producción y consumo que también aborden las profundas
desigualdades del sistema.

Para Anderson, “las reducciones en las emisiones sólo son posibles
mediante la reasignación de la capacidad productiva de la sociedad:
impidiendo el lujo privado de unos pocos y la austeridad de los demás.
Si se aborda el cambio climático con un mayor desarrollo de lo público y
una limitación del área privada para la mayoría de las personas este
cambio debería traer múltiples beneficios, desde viviendas asequibles
hasta empleo seguro. Pero, para aquellos que nos hemos beneficiado
desproporcionadamente del status quo significará una profunda reducción
en la cantidad de energía que usamos y de las cosas que acumulamos”.(16)

Esto significa que es crucial un enfoque de decrecimiento/desacumulación
que enfrente una sociedad acumulativa cuya único objetivo es el
crecimiento económico. El aprovisionamiento social para las necesidades
humanas y la reducción drástica de la desigualdad son partes esenciales
de un cambio que nos lleve a un bajo consumo energético y a la
eliminación de formas y escalas de producción ecológicamente
destructivas. De esta manera, la vida de la mayoría pueden mejorar tanto
económica como ecológicamente. Sin embargo, lograr esto requiere ir en
contra de la lógica del capitalismo y la mitología de un sistema de
mercado autorregulado.

Una transformación tan radical solo puede lograrse mediante la
introducción de niveles significativos de planificación económica y
social, es decir transformaciones radicales

El socialismo clásico del siglo XIX en la obra de Karl Marx y Frederick
Engels vio la necesidad de la /planificación/ colectiva en respuesta a
las contradicciones ecológicas y sociales del capitalismo, así como a
sus contradicciones económicas.

En sus análisis Engels insistía en la necesidad de una planificación
socialista para superar la brecha ecológica entre la ciudad y el campo,
mientras que con la teoría de la brecha metabólica de Marx, insistía en
la necesidad de un desarrollo humano sostenible.

En tiempos de guerra la planificación ha sido crucial para todas las
economías, tanto capitalistas como socialistas. Las corporaciones
gigantes y monopolísticas han instituido por sí mismas lo que el
economista John Kenneth Galbraith llamó un “sistema de planificación”,
que opera /dentro de/ los conglomerados multinacionales, y no /entre
ellos . /^17 <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en17>

Sin embargo, tras el triunfo del capitalismo en la Guerra Fría y la
desaparición de la Unión Soviética, toda idea de la planificación
económica es vista por la ideología dominante , como antagónica al
mercado capitalista y ha sido prácticamente prohibida de la discusión
pública – declarada impracticable y despótica -.

Esta visión está cambiando rápidamente. Como señaló recientemente el
economista francés Jacques Sapir, “el plan y la planificación vuelven a
estar de moda”, debido a las contradicciones internas y externas del
sistema de mercado capitalista. ^18
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en18> Para todos
los especialistas es claro que, sin el retorno a la planificación y la
regulación ambiental-estatal de la economía en un contexto de
decrecimiento/desacumulación de capital, es nula la posibilidad de
abordar con éxito la presente emergencia planetaria y asegurar la
continuidad de la sociedad industrializada y la supervivencia de la
población humana.


    Marx, Engels y la Planificación Ecológica

Marx y Engels siempre se mostraron reacios a proporcionar lo que Marx
llamó “recetas… para las tiendas de cocina del futuro”. En otras
palabras se negó a demarcar qué formas deberían tomar las sociedades
socialistas y comunistas. Como dijo Engels, «especular sobre cómo una
sociedad futura podría organizar la distribución de alimentos y
viviendas conduce directamente a la /utopía/ «. ^19
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en19> Pero,
ambos, dejaron claro en sus escritos que la reorganización de la
producción bajo una sociedad de productores asociados implicaría trabajo
cooperativo organizado de acuerdo con un plan común.

En /Principios del comunismo/ , Engels escribió que en la sociedad
futura, «todas… las ramas de la producción» serían «operadas por la
sociedad en su conjunto, es decir, de acuerdo con un plan común, con la
participación de todos los miembros de la sociedad». El mismo enfoque
fue adoptado por Marx y Engels en el /Manifiesto Comunista/ , donde se
señala la necesidad de “ ampliar el número de fábricas e instrumentos de
producción a manos del Estado; el cultivo de tierras baldías y la mejora
del suelo de acuerdo con un plan común.” ^20
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en20>

Señalaron, también que para poner fin a la división entre la ciudad y el
campo se debería dispersar la población de manera más uniforme por todo
el país, de modo que ya no se concentre la población en las grandes
ciudades industriales. Para llevar a cabo esta idea era fundamental una
planificación común.

Gran parte del análisis de Marx en los /Grundrisse/ se centró en la
necesidad de la “economía del tiempo», es decir con «la distribución
planificada del tiempo de trabajo entre las diversas ramas de la
industria» por esto constituía “la primera ley económica de la
producción comunitaria”. ^21
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en21>

Marx le escribió a Engels el 8 de enero de 1868: “Ninguna sociedad
debería impedir que el tiempo de trabajo a disposición de la sociedad
regule la producción de un modo u otro. Sin embargo, mientras esta
regulación no se lleve a cabo mediante el control directo y consciente
de la sociedad sobre su tiempo de trabajo — que sólo es posible con la
propiedad común— las cosas seguirán tal como usted las ha descrito muy
acertadamente en Deutsche-Französische /Jahrbücher/”—( el artículo
“Esbozos de una crítica de la economía política” de Engels de 1843) ^22
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en22>

Esta obra temprana de Engels fue ensalzada por Marx. En su “Resumen de
los ‘Esbozos’” enfatizó que “la división entre el plantean y el ser
humano”, y por lo tanto, la alienación de la naturaleza, es la base
externa de la producción capitalista.

En “/El Capital/”, Marx argumentó con respecto a la planificación que la
parte del producto social destinada a la reproducción de los medios de
producción es propiamente colectiva mientras que la otra parte, dedicada
al consumo, se reparte entre los consumidores individualmente.

La forma en que una sociedad lleva a cabo esta división tan importante
es la clave de todo el modo de producción y refleja el desarrollo
histórico de la sociedad. Bajo el socialismo, el tiempo de trabajo
necesariamente se repartiría “de acuerdo con un plan social definido”
que “mantenga la proporción correcta entre las diferentes funciones del
trabajo y las diversas necesidades de las asociaciones de trabajo». Esto
sólo será posible cuando “las relaciones prácticas de la vida cotidiana
entre los hombres y la naturaleza se realicen …en forma racional” ^23
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en23>

En respuesta a la experiencia de la Comuna de París, Karl Marx , explicó
que las “sociedades cooperativas” en un futuro “deberían regular la
producción nacional sobre un plan común”. ^24
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en24> El hecho
que tal planificación era tanto un/ problema económico/ como/ ecológico
quedó/ claro a lo largo de toda su obra.

La libertad en esta esfera

En una sociedad superior, escribió Marx (en el tercer volumen de
/El Capital/ ) “sólo puede consistir en esto: que el hombre socializado,
los productores asociados, gobiernen el metabolismo humano con la
naturaleza de manera racional, poniéndolo bajo su control colectivo…
llevándolo a cabo con el menor gasto de energía y en las condiciones más
dignas y apropiadas para la naturaleza humana”. ^25
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en25>  El
registro histórico de la destrucción ecológica causada por el hombre en
formas como la deforestación y la desertificación, encarnaba, para Marx,
«tendencias» que demostraban la «/necesidad del control social/ «. ^26
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en26>

Sin embargo, fue Engels en /Anti-Dühring/  quien fundamentó de forma más
explícita la necesidad de la planificación en relación con las
condiciones ambientales. Para Engels, eran las externalidades negativas
de la producción capitalista, asociadas con la división entre la ciudad
y el campo, el problema de vivienda y la destrucción tanto de las
condiciones naturales como sociales de la existencia de la clase
trabajadora, lo que claramente exigía una planificación a gran escala.

La propia industria moderna, argumentó, necesita «agua relativamente
pura», a diferencia de lo que existía en «la ciudad industrial» que
«transforma toda el agua en estiércol apestoso». ^27
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en27> Ampliando
estos temas tanto en /La condición de la clase obrera en
Inglaterra/ como en el /Manifiesto comunista/ , escribió :

“/La abolición de la antítesis entre la ciudad y el campo se ha
convertido en una necesidad directa de la propia producción industrial,
así como en una necesidad de la producción agrícola y de la salud
pública. El actual envenenamiento del aire, del agua y de la tierra sólo
puede acabar con una asociación de la ciudad y el campo; y sólo esta
medida cambiará la situación de las masas que languidecen en las
ciudades y permitirá que sus excrementos se utilicen para la producción
de vegetales en lugar de para la producción de enfermedades… La
abolición de la separación de la ciudad y el campo no es, por lo tanto,
una utopía… será posible en la medida en que esté condicionada a la
distribución más igualitaria de la industria moderna en todo el
país”. ^28 <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en28>/

Organizar la producción colectivamente de acuerdo con un “plan social”,
argumentó Engels, “terminaría con la… sujeción de los hombres a sus
propios medios de producción”, característica de la producción
capitalista de mercancías. ^29
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en29> Bajo el
socialismo, por supuesto, “seguiría siendo necesario que la sociedad
supiera cuánto trabajo requiere cada artículo de consumo para su
producción”.

Entonces “ será necesario organizar un plan de producción de acuerdo con
los medios de producción, que incluyen, en particular, las fuerzas de
trabajo. Los efectos útiles de los diversos artículos de consumo
comparados entre sí y con las cantidades de trabajo requeridas para su
producción, determinarán al final el plan.” ^30
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en30> Pero, más
allá del uso racional y económico de la mano de obra dentro de la
industria, será necesario la planificación para superar el agotamiento
del suelo en el campo y la consiguiente contaminación de la ciudad:
“/Solo una sociedad que hace posible que sus fuerzas productivas encajen
armoniosamente entre sí sobre la base de un único y vasto plan”,
escribió Engels, “puede permitir que la industria se distribuya por todo
el país de la manera que mejor se adapte a su propio desarrollo, y al
mantenimiento y desarrollo de los demás elementos de la
producción”./ ^31
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en31>

En /Dialéctica de la naturaleza/ , Engels se preocupó en particular por
el fracaso de la economía política clásica calificandola como “la
ciencia social de la burguesía” que sólo da cuenta de “acciones humanas
en los campos de la producción y el intercambio”. Según él : por su
carácter anárquico y no planificado la economía capitalista amplificó
los desastres ecológicos sin importarles sus efectos secundarios, como
ocurrió con los hacendados españoles en Cuba”,

/“a quienes quemaron los bosques en las laderas de las montañas y
obtuvieron de las cenizas fertilizantea para una generación de cafetos
muy rentables, ¡qué les importaba que las fuertes lluvias tropicales
luego arrastraran el estrato superior desprotegido del suelo, dejando
atrás solo rocas desnudas! En relación con la naturaleza, como con la
sociedad, el modo de producción actual se preocupa predominantemente
sólo por el resultado inmediato, el más tangible; y luego los propios
capitalistas expresan su sorpresa de que los efectos de sus acciones que
en su mayoría son carácter completamente opuesto”a sus intenciones
originales. ^32
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en32>/

Para promover los intereses de la comunidad humana en su conjunto, era
necesario, por tanto, llevar a cabo una «acción planificada» y regular
la producción de acuerdo con la ciencia, teniendo en cuenta el medio
ambiente terrestre, es decir, de acuerdo con las leyes de la
naturaleza. ^33
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en33>

Marx y Engels vieron el socialismo como una expansión de las fuerzas de
producción tanto en un sentido cuantitativo como cualitativo. Engels
incluso se refirió en el /Anti-Dühring/ que el advenimiento del
socialismo traería consigo “el desarrollo constantemente acelerado de
las fuerzas productivas y… un aumento prácticamente ilimitado de la
producción”. Sin embargo, no hay que olvidar, que el contexto en el que
estaban escribiendo no existía la “economía mundial plena” actual, sino
más bien una etapa temprana de industrialización.

En el período de desarrollo industrial, que se extiende desde principios
del siglo XVIII hasta el primer Día de la Tierra en 1970, el potencial
productivo industrial mundial aumentó en tamaño alrededor de 1.730
veces, lo que desde una perspectiva del siglo XIX habría parecido “un
aumento prácticamente ilimitado”. Hoy, sin embargo, plantea la cuestión
del “sobregiro” ecológico. ^34
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en34>

Por lo tanto, las consecuencias ecológicas a largo plazo de la
producción destacadas por Engels han pasado cada vez más a primer plano
en nuestro tiempo. Este aserto está simbolizado por la Época del
Antropoceno propuesta en la Escala de Tiempo Geológico. Época que
comienza alrededor de 1950, y representa el surgimiento de la sociedad
humana industrializada como el factor principal en el cambio del Sistema
de la Tierra. Desde este punto de vista, lo que quizás sea más notable
de los escritos de Engels sobre el desarrollo de las fuerzas productivas
bajo el socialismo fue que fue seguida inmediatamente, en el mismo
párrafo y en el siguiente, por la opinión que el objetivo del socialismo
no era la expansión de la producción en sí misma, sino más bien el
«desarrollo libre» de los seres humanos, lo que requería una relación
racional y planificada con «toda la esfera de las condiciones de vida
que rodean al hombre». ^35
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en35>

Marx y Engels, por lo tanto, vieron la planificación como crucial en la
organización de la sociedad socialista/comunista, liberándola de la
dominación del intercambio de mercancías y confiando en un “plan
común”. Sin embargo, no se puede considerar que prevean el tipo de
planificación central bajo una economía dirigida, ya que esto iba a
surgir a fines de los años veinte y treinta en la Unión Soviética. Más
bien, sostuvieron que la planificación por parte de los productores
directos sería democrática con respecto a la producción misma. ^36
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en36>

Todo el sistema del socialismo, como dijo Marx, “comienza con el
autogobierno de las comunidades” en una sociedad donde el “trabajo
cooperativo” sería “desarrollado a dimensiones nacionales y, en
consecuencia… fomentado por medios nacionales”. ^37
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en37> Además, la
organización racional del trabajo humano como trabajo comunal o
cooperativo no podría ocurrir sin un sistema de planificación. “Todo
trabajo directamente social o comunal en mayor escala requiere, en mayor
o menor grado, de una autoridad directiva, para asegurar la cooperación
armoniosa de las actividades de los individuos, y para realizar las
funciones generales que tienen su origen en el organismo productivo
total”, como un sistema de reproducción metabólica /social/ . Por lo
tanto, la producción requiere orientación, previsión y gestión, en el
sentido de un «director» de orquesta. La visión de Marx de una economía
planificada, como enfatizó Michael A. Lebowitz, era una dirigida por
“conductores asociados” que gobernarían racionalmente el metabolismo
entre la humanidad y la naturaleza. ^38
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en38>

De hecho, Marx en /Teorías de la plusvalía/ , escribió sobre la
necesidad de un enfoque no capitalista, y por lo tanto /no exhaustivo/ ,
del trabajo y la naturaleza:

/«La anticipación del futuro —la anticipación real— se da en la
producción de riqueza sólo en relación con el trabajador y la tierra. En
efecto, el futuro puede ser anticipado y arruinado en ambos casos por
sobreesfuerzo y agotamiento prematuros, y por la perturbación del
equilibrio entre gastos e ingresos. En la producción capitalista esto le
sucede tanto al trabajador como a la tierra… Lo que se gasta aquí existe
como *δίναμις* [la palabra griega para poder, en el sentido de una
fuerza causal] y la vida útil de este *δίναμις* (poder) se acorta como
resultado del gasto acelerado. ^39
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en39>/

El capitalismo, según los fundadores del materialismo histórico,
denunció el proceso negativo y perverso de explotación, expropiación y
agotamiento/exterminio, como la /“ruina común de las clases en
pugna”./ Lo que era necesario, por lo tanto, era la «reconstitución
revolucionaria de la sociedad en su conjunto». ^40
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en40>

Esta dialéctica negativa de explotación, expropiación y
agotamiento/exterminio que caracteriza al capitalismo fue vívidamente
captada por Engels en términos de la noción de “venganza” de la
naturaleza, expresión metafórica que Jean-Paul Sartre en su Crítica de
la razón dialéctica convertiría en el concepto de
“contra-finalidad /”/ . ^41
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en41> Los seres
humanos, a través de sus formaciones sociales basadas en clases, se
convirtieron en la antifisis /(/ o antinaturaleza).

Con la destrucción de los bosques y las consiguientes inundaciones
(Sartre tenía en mente la producción campesina china descrita en
la /Histoire de la Chine de René Grousset de 1942)./), hay poblaciones
que demolieron su propia existencia con supuestas victorias sobre la
naturaleza, pero, con resultados catastróficos. “La naturaleza”,
escribió Sartre, “se convierte en la negación del hombre precisamente en
la medida en que el hombre se hace antífisis ( antinaturaleza)/”/ y, por
lo tanto, “ /anti praxis/ ”. ^42
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en42>

La única respuesta al problema de la alienación de la naturaleza para
Sartre, como para Marx y Engels, era alterar las relaciones sociales de
producción que impulsan a la humanidad hacia la catástrofe final. Esto
requería una /revolución de la tierra/ en la forma de una nueva praxis
socialista de desarrollo humano sostenible en la que la vida misma ya no
se postulara como enemiga de la humanidad: la reunificación de la
naturaleza y la sociedad.

La tradición del “comunismo de decrecimiento” dentro del marxismo se
remonta a William Morris, quien argumentó que a Gran Bretaña le vendría
bien menos de la mitad del carbón que usaba. ^43
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en43> Está idea,
también, puede encontrarse con lo que Paul Burkett llamó la “visión
general del desarrollo humano sostenible de Marx” . Para este estudioso
la acumulación de capital debía ser desplazada por avances en el
desarrollo humano cualitativo y la actividad productiva debía dedicarse
a la producción de valor de uso (en lugar de valor de cambio) para la
satisfacción de las necesidades de todos los individuos, pasando desde
las necesidades más básicas hasta las necesidades humanas y sociales más
desarrolladas, en armonía con el medio ambiente en su conjunto. ^44
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en44>


    La eficacia de la planificación central

Al tomar el poder en la Revolución de Octubre de 1917, “los
bolcheviques”, como observó el economista marxista Paul Baran, “no
tenían intención de establecer de inmediato el socialismo (y la
planificación económica integral) en su país hambriento y
devastado”. ^45
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en45>
Originalmente imaginaron una regulación y un control estrictos del
mercado capitalista bajo un gobierno dirigido por los trabajadores, con
sólo la nacionalización de empresas clave, lo que abarcaba una
transición larga y lenta hacia una economía totalmente socialista.

De hecho, en ese momento no existía una noción concreta de planificación
central o de economía dirigida. ^46
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en46> “La
palabra ‘planificación’”, escribió Alec Nove en /An Economic History of
the USSR/ :

«/tenía un significado muy diferente en 1923-1926 al que adquirió más
tarde. No había un programa de producción y asignación completamente
elaborado, no había una «economía dirigida». Los expertos en Gosplan…
trabajaron con notable originalidad, luchando con estadísticas
inadecuadas para crear el primer «equilibrio de la economía nacional en
la historia», a fin de proporcionar algún tipo de base para la
planificación del crecimiento… El punto es que lo que surgió de estos
cálculos no fueron planes en el sentido de órdenes para actuar, sino
«cifras de control», que eran en parte un pronóstico y en parte una guía
para decisiones de inversión estratégica, una base para discutir y
determinar prioridades». ^47
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en47>/

El Comunismo de Guerra, que comenzó a mediados de 1918, ocho meses
después de la Revolución de Octubre, fue un esfuerzo desesperado por
hacer frente al caos y los estragos resultantes de la Guerra Civil Rusa,
incluida la invasión del país por parte de todas las principales
potencias imperiales en apoyo de las fuerzas “blancas”. El comunismo de
guerra no se trataba de planificación, sino de nacionalizaciones al por
mayor, producción de guerra, prohibición del comercio privado,
eliminación parcial de precios, raciones gratuitas y la requisición
forzosa de suministros y excedentes. ^48
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en48>

El estado revolucionario soviético ganó la Guerra Civil, derrotando a
los ejércitos blancos y obligando a las potencias imperiales a abandonar
el país. Pero la economía fue devastada y el pequeño proletariado
industrial, que había sido la columna vertebral de la revolución, fue
diezmado y quedó reducido a la mitad de trabajadores industriales que
existían en 1914.

En 1921, ante el deterioro económico, la hambruna y la revuelta de los
marineros de Kronstadt, V.I. Lenin organizó una retirada estratégica,
reintroduciendo el comercio de mercado con la Nueva Política Económica
(NEP). Además partir de 1920 el propio Lenin presentó un plan para la
electrificación de diez a quince años para toda Rusia. A partir de ese
plan se construyeron centrales eléctricas e infraestructuras
relacionadas en todas las principales regiones industriales. Esta
iniciativa resultó ser el mayor logro con respecto al desarrollo
económico a principios de la década de 1920. ^50
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en50>

La NEP era vista como un período de transición en el movimiento hacia el
socialismo, por eso Lenin la designó como “capitalismo de estado”. El
estado soviético retuvo el control de los altos mandos de la economía,
incluida la industria pesada, las finanzas y el comercio exterior. En la
concepción inicial de Lenin, la NEP era una alianza limitada con el gran
capital con el objetivo de transformar la producción de acuerdo con la
forma más desarrollada del capitalismo , pero bajo un control
socialista, en conjunto con una alianza con el campesinado.

En /Reconstruyendo a Lenin/ “ Tamas Krausz escribió que el naciente
estado soviético le “ dio un trato preferencial al gran capital y
orientó la propiedad estatal al mercado en lugar de mantener una
propiedad privada anárquica propio de una economía caótica de la pequeña
burguesía”. Lenin utilizó el concepto de capitalismo de Estado para
referirse no sólo al sector estatal en una economía mixta, sino también
a una determinada formación social en el movimiento hacia el socialismo,
esto constituyó la esencia de la NEP. ^51
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en51>

Durante la NEP se introdujo por primera vez en la economía un nivel de
planificación del desarrollo. El Consejo Supremo de la Economía Nacional
(NEP) se había establecido en los primeros días de la revolución.
Entonces, fue bajo la NEP que el Gosplan se transformó en la principal
comisión de planificación estatal.

El Gosplan desarrolló el primer sistema de balances para una economía
nacional, proporcionando cifras de control para guiar las decisiones de
inversión con directivas limitadas a unos pocos sectores estratégicos
que estaban bajo control estatal. Un método naciente de tablas de
entrada-salida se introdujo en 1923-1924, inspirado en /Tableau
économique/ de François Quesnay y los esquemas de reproducción de Marx
en /El capital/ . ^52
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en52>

Para 1925, la NEP había logrado restaurar la economía anterior a la
guerra y la producción industrial, fuera de la agricultura, comenzaba a
estabilizarse. Lenin había insinuado en 1922 que la NEP podría necesitar
permanecer durante unos veinticinco años con «un poco de pesimismo». ^53
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en53> Pero con
su muerte en 1924 y el éxito de la NEP en la restauración de la
economía, surgió un Gran Debate sobre la transformación y la
planificación socialistas.

La teoría marxista clásica consideraba que las revoluciones que debían
ocurrir primero en los países desarrollados de Europa Occidental. La
Revolución Rusa se imaginó originalmente como la chispa de una
revolución proletaria europea, que, sin embargo, nunca se
materializó. La Rusia zarista era un país subdesarrollado,
principalmente campesino, que vivía en un estado de aislamiento político
y económico y enfrentaba la amenaza continua de nuevas invasiones
imperiales.

Todos los principales participantes en el Gran Debate estuvieron de
acuerdo en la necesidad de avanzar hacia una economía planificada
socialista, pero surgieron desacuerdos sobre la naturaleza y el ritmo
del cambio, y el grado en que se debía expropiar las tierras
agrícolas. Algunos importantes bolcheviques, como Nikolai Bukharin,
abogaron por lo que entonces era la línea dominante, insistiendo en un
enfoque de crecimiento más lento y equilibrado basado en la continuación
de la NEP como un período de transición.

Por el contrario, aquellos como el economista EA Preobrazhensky,
identificado con la “oposición de izquierda”, favorecieron un cambio
mucho más rápido hacia una economía centralmente planificada y la
expropiación del campesinado a través de un proceso de acumulación
primitiva socialista. ^54
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en54> Las
principales figuras tanto de la /oposición de izquierda/, incluidos
Preobrazhensky y León Trotsky, y lo que Joseph Stalin caracterizó como
la /oposición de derecha/ , asociada con Bujarin (con quien Stalin se
había aliado durante el Gran Debate), fueron finalmente eliminados uno
tras otro, dejando al mando solo a Stalin. ^55
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en55>

Con el ascenso de Stalin al poder en 1928, se adoptó un curso de
industrialización rápida en línea con las propuestas presentadas
originalmente por la oposición de izquierda, a las que el propio Stalin
se había opuesto al principio. El objetivo se convirtió en construir el
“socialismo en un solo país” dada la posición aislada de la URSS. Esto,
sin embargo, tomó la forma de una brutal acumulación socialista
primitiva y una economía de mando burocrático, de arriba hacia abajo,
comenzando con el primer plan quinquenal en 1929. En 1925-26, bajo la
NEP, el sector estatal constituía el 46 por ciento de la economía; en
1932, había aumentado en un 91 por ciento, respecto del periodo anterior
. ^56 <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en56>

La tragedia de la planificación soviética radica en las terribles
circunstancias históricas en las que surgió, lo que llevó a lo que el
célebre historiador de la URSS, Moshe Lewin, denominó “la desaparición
de la planificación en el plan”. ^57
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en57> La
producción industrial en 1928-1929 bajo la NEP había crecido a una tasa
del 20 por ciento. Sin embargo, eso no se consideró suficiente.

Bujarin se pronunció en contra de los planes construidos por «locos» que
buscaban una tasa de crecimiento económico anual del doble de lo que
había logrado la NEP. El proceso de planificación fue así concebido
desde el principio sobre bases poco realistas. Surgió un sistema de
planificación central que tomó la forma específica de una /economía
dirigida./, con todas las directivas sobre la asignación de mano de obra
y recursos, insumos para la producción, objetivos específicos, etc.,
determinados burocráticamente desde arriba.

Esto se sumó la incorporación de técnicas científicas de gestión
tayloristas ( propias del capitalismo), eliminando la posibilidad de
formas de organización de abajo hacia arriba o de control obrero, como
fueron concebidos originalmente los soviets de trabajadores.

Las directivas establecidas en el primer plan quinquenal estaban más
allá de toda posibilidad de cumplimiento, con el resultado que el plan
fue efectivamente archivado casi desde el principio. El sistema de mando
que surgió fue administrado central y burocráticamente, mientras que la
planificación racional apenas funcionaba. Mientras tanto, el
“supertempo” de la industrialización significó la confiscación masiva de
la propiedad campesina y la colectivización forzosa, afectando a
millones. Como escribió Lewin, “la campaña anti-campesina de Stalin fue
un ataque contra las masas populares. Requirió coerción a una escala tan
grande que todo el estado hubo de ser transformado en una enorme máquina
opresiva”. En tales circunstancias, la dura regimentación de la
población era inevitable. ^58
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en58>

Sin embargo, con todas sus deficiencias y barbaridades, la economía
dirigida burocrática que surgió en la Unión Soviética tuvo un formidable
éxito produciendo un rápido desarrollo . Se pudo priorizar la inversión
en la industria pesada de una manera nunca antes vista. La tasa de
crecimiento anual promedio de la producción industrial para los años
1930-1940 fue oficialmente «16,5 por ciento», que, en palabras de Lewin,
fue «ciertamente una cifra impresionante (impresionante incluso si se
utilizan las evaluaciones de los economistas occidentales)». ^59
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en59> La Unión
Soviética saltó a la industrialización, expandiendo también el
transporte y la generación eléctrica, aunque con una agricultura
rezagada. Otras grandes mejoras se produjeron en la educación y la
urbanización. ^60
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en60>^Entre 1928
y 1941 se
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en61> construyeron unas ocho mil empresas modernas y masivas.61<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en61>

En 1928, la Unión Soviética era todavía un país subdesarrollado. Pero en
la Segunda Guerra Mundial ya se había convertido en una gran potencia
industrial. No hay duda del duro realismo de Stalin. En 1931 escribió: “
Estamos 50-100 años por detrás de los países avanzados. Tenemos que
atravesar esta distancia en diez años. O lo lograremos o seremos
aplastados”. ^62
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en62>

Sus cálculos eran correctos. Cuando en 1941 la /Wehrmacht alemana/
invadió Rusia exactamente diez años después, (con más de tres millones
de tropas del Eje organizadas en divisiones blindadas en un frente de
1.800 millas) las fuerzas invasoras se encontraron frente a una gran
potencia industrial y militar muy diferente a la Rusia en la Primera
Guerra Mundial.

Las fuerzas soviéticas llevaron a cabo una resistencia extraordinaria
que superó con creces todo lo que Adolf Hitler y sus asesores habían
concebido. La historia del mundo moderno empezó a girar en torno a este
acontecimiento, lo que conduciría a la derrota de la Alemania nazi. ^63
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en63>

Sin embargo, las debilidades de la economía soviética, con su producción
planificada y administrada centralmente, terminarían por acosar al
sistema después de la Segunda Guerra Mundial.

Aunque mantuvo tasas de crecimiento bastante impresionantes y, en la era
pos-estalinista (particularmente a principios del mandato de Leonid
Brezhnev, pudo producir tanto armas como mantequilla) en un contexto de
la Guerra Fría, se tuvo que enfrentar a una contraparte mucho más grande
y más agresiva en los Estados Unidos, las debilidades del sistema
soviético se hicieron cada vez más evidentes. ^64
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en64> La
economía planificada burocrática había llevado a una concentración de
poder y al surgimiento de una nueva clase dominante de jefes
burocráticos, o /nachal’niki/ , del cual surgió la /nomenklatura/ (una
estructura que ejercía control sobre los candidatos de alto nivel del
Partido), que pesaba sobre el sistema, impidiendo los cambios
necesarios. ^65
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en65>

A pesar de los primeros aciertos en el análisis de insumo-producto, la
economía dirigida soviética nunca integró los métodos de la cibernética
y las posibilidades de una planificación más óptima que surgieron con la
nueva revolución informática en las décadas posteriores a la Segunda
Guerra Mundial (a pesar que se hicieron algunos movimientos en esta
dirección). ^66
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en66> Un énfasis
excesivo en nuevos proyectos de inversión condujo a un descuido de la
inversión de reemplazo, con el resultado que la producción se llevó a
cabo con equipos obsoletos que dieron lugar a numerosos paros
laborales. ^6
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en67> La
proletarización del trabajo, unida al pleno empleo y otras garantías,
redujo las posibilidades de coerción económica en comparación con el
capitalismo, generando los problemas de incentivos materiales para los
trabajadores. ^68
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en68>

El sistema soviético de gestión de empresas, como reconoció agudamente
el Che Guevara, se basaba en un capitalismo premonopolista, no en el
capitalismo monopolista, y por lo tanto dependía de las transacciones
entre empresas. Esto significaba que las empresas dependían de los
precios externos, de tal manera que las relaciones de mercado terminaron
por socavar la planificación a nivel de empresa, una planificación
atrasada en comparación el “sistema de planificación” de las
corporaciones monopolísticas en Occidente estudiado por Galbraith.

Al mismo tiempo, la producción fabril se organizaba según el antiguo
modelo de Fordista, en que cada división o sindicato fabricaba todos los
componentes, a diferencia del sistema de producción capitalista
monopolista más desarrollado que tiene múltiples proveedores para evitar
los cuellos de botella. ^69
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en69> Lo que es
más importante, la economía dirigida soviética se basó desde el
principio en un desarrollo extensivo, en lugar de intensivo, a través de
la contratación de mano de obra y recursos, en oposición al desarrollo
de eficiencias dinámicas. ^70
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en70> En
consecuencia, una vez que la mano de obra y los recursos comenzaron a
ser escasos, en lugar de abundantes, la economía se estancó, creando una
escasez generalizada. ^71
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en71>

Aún así, incluso entonces la economía siguió creciendo, aunque más
lentamente y al mismo tiempo siguió brindando amplios servicios de
bienestar social, que eran envidiables para la mayor parte del mundo.
Esto aunque en esta etapa se carecían de consumo masivo y artículos de
lujo. ^72 <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en72>
Como consecuencia del caos de la Era de Gorbachov finalmente la
dirección fue tomada por el extremo superior de la jerarquía social
asociada con la/nomenklatura/ , sector que aspiraba al mismo estilo de
vida opulento que los escalones superiores de Occidente, lo que iba a
sellar el destino del sistema soviético. ^73
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en73>

Como explicaron Harry Magdoff y Fred Magdoff en Aproximación al
socialismo <https://doi.org/10.14452/MR-057-03-2005-07_2> : «las
deficiencias de la economía soviética, que se hicieron evidentes poco
después de la recuperación de la Segunda Guerra Mundial, no fueron el
resultado del fracaso de la planificación central, sino de la forma en
que se llevó a cabo la planificación.

La planificación central en tiempo de paz no necesita el control de las
autoridades centrales sobre cada detalle de la producción. El mando y la
ausencia de democracia no sólo*no* son ingredientes necesarios de la
planificación central, sino que son contraproducentes para una buena
planificación”. Irónicamente, fue el carácter de clase del sistema
soviético y la corrupción desenfrenada lo que llevó a su
desaparición. ^74
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en74>

El período de economía dirigida de China, después de la Revolución de
1949, fue mucho más corto y duró esencialmente de 1953 a 1978. Lanzó su
primer plan quinquenal basado en el modelo soviético en 1953, y su fase
de planificación duró hasta que se instituyó las “reformas de mercado”
un cuarto de siglo después. Durante su período de planificación central,
cuando también tuvo que lidiar con la amenaza de EEUU y, por lo tanto,
se vio obligada a desviar sus principales recursos para la defensa
nacional, la República Popular de China registró logros impresionantes,
estableciendo la base industrial y social para el desarrollo económico
aún más impresionante que seguiría con la apertura de la economía china
y su integración controlada con la economía mundial.

No hay duda de que el historial de la economía dirigida china en su
período de planificación inicial fue irregular. La planificación
central, tal como se instituyó en China, tenía las mismas debilidades
que tenía en la Unión Soviética, lo que generaba desequilibrios y el
mismo fenómeno de “la desaparición de la planificación en el plan”. Sin
embargo, los chinos lograron grandes logros. La agricultura se
estableció sobre una nueva base con colectivos y propiedad social. ^75
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en75>/  “/

En el prefacio de su libro «The Unknown Cultural Revolution» Harry
Magdoff escribió acerca de la visita a China en el verano de 1974, de
una delegación de agrónomos estadounidenses durante la Revolución
Cultural,. La delegación estaba compuesta por diez científicos que eran
“observadores experimentados con amplia experiencia en Asia”. Como dijo
el ganador del Premio Nobel Norman Borlaug: “Había que buscar mucho para
encontrar un campo mal cultivado. Todo era verde y agradable en todos
los lugares a los que viajamos. Sentí que el progreso había sido mucho
más notable de lo que esperaba”.

El jefe de la delegación, Sterling Wortman, vicepresidente de la
Fundación Rockefeller, describió la cosecha de arroz como “…realmente de
primera, había un campo tras otro tan bueno que parecia increible de
creer ”. También quedaron impresionados con el aumento de los niveles de
habilidad de los agricultores en las comunas. Wortman dijo: “Todos están
siendo educados al nivel de habilidades superiores. En la revista
/Ciencia/ el Dr. Sprague escribió : «gran parte del progreso en la
agricultura de China después de la Revolución Cultural fue posible
gracias a los avances durante ese período. Incluso el aumento en el uso
de fertilizantes que ocurrió a fines de la década de 1970 y principios
de la de 1980 fue posible gracias a las fábricas que se construyeron en
por China en  1973-1976.

El crecimiento del potencial industrial en China bajo Mao Zedong fue
“relativamente rápido” en comparación con casi todos los demás países en
desarrollo. ^77
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en77> La
alfabetización y la esperanza de vida promedio colocaron a China a la
par de los países de ingresos medios en términos de factores de
desarrollo humano a fines de la década de 1970. Esto a pesar que su
ingreso per cápita todavía era extremadamente bajo.

Según escribe Chris Bramall en su obra «/Elogio de la planificación
económica maoísta/, el “impacto neto de la planificación” fue un gran
aumento en “la tasa de progreso técnico. Y si uno cree que las
capacidades son el mejor indicador del desarrollo económico que la
opulencia, China, y especialmente la provincia de Sichuan, se habían
desarrollado muchísimo en el momento de la muerte de Mao. «Que el Banco
Mundial opte por poner más énfasis en la opulencia es una decisión
completamente normativa del capital”, agrega Bramall. ^78
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en78>

La China posterior a 1978 pasó rápidamente de una economía centralmente
planificada a un sistema de economía mixta que se asemejaba a la NEP de
Lenin. En términos marxistas, como explicó Samir Amin, China es un
“capitalismo de estado” bajo el liderazgo del Partido Comunista Chino
(aunque también se han utilizado los términos “socialismo de mercado” e
incluso “socialismo de estado”). ^79
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en79>  Este
modelo significó que hubo un giro brusco hacia el mercado, mientras que
el sector estatal siguió siendo enorme, dominando los altos mandos de la
economía y guiando todo el sistema. Con el llamado “socialismo con
características chinas” el PIB de China creció treinta veces entre 1978
y 2015, superando con creces todos los demás «milagros económicos»
históricos de industrialización. ^80
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en80>

La tierra, en particular en las zonas rurales, permaneció en su mayor
parte bajo propiedad estatal/colectiva. China, en la actualidad, tiene
unas 150.000 empresas estatales, de las cuales unas 50.000 son propiedad
del gobierno central y el resto de los gobiernos locales. Las empresas
estatales representan alrededor del 30 por ciento del PIB total
(alrededor del 40 por ciento del PIB no agrícola) y alrededor del 44 por
ciento de los activos nacionales. ^81
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en81>

Estas empresas están estrictamente controladas por el gobierno (los
directores generales de las empresas estatales son designados por el
Departamento de Organización Central del Partido). Están integrados con
el mercado, pero reciben apoyo y subsidios del estado y se espera que
cumplan con los objetivos más allá de la maximización de ganancias, al
mismo tiempo que proporcionan excedentes económicos al estado, que
ascienden al 30 por ciento de sus ganancias. Durante la pandemia de
COVID-19, el Partido otorgó un papel aún más importante a las empresas
estatales. ^82 <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en82>

China continúa introduciendo planes quinquenales en los que su control
sobre el sector estatal es su principal punto de influencia para guiar
toda la economía. ^83
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en83> En 2002,
había seis empresas estatales chinas en Global Fortune 500. Para 2012,
había aumentado a sesenta y cinco. El Partido Comunista Chino reconoce
explícitamente que el mercado es una fuerza sin corazón y sin cerebro, y
que exige que el estado desempeñe un papel directo en la dirección de la
economía. Esto ha tomado la forma de lo que se conoce como “regulación
estatal (también conocida como regulación planificada)” y el principio
de “coproducción” del estado y el mercado. ^84
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en84>

Como señala Yi Wen, economista y vicepresidente de la Junta de la
Reserva Federal de St. Louis, “China comprimió los aproximadamente 150 a
200 años de cambios económicos revolucionarios experimentados por
Inglaterra (1700–1900) ,Estados Unidos (1760–1920) y Japón (1850–1960)
en una sola generación”. ^85
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en85> Un aspecto
importante de la economía china, es que conserva un sector estatal
rector y, por lo tanto, tiene una capacidad para regular la economía. De
hecho, al planificar cambios en la asignación de mano de obra y
recursos, ha logrado una inmunidad mucho mayor que las reiteradas crisis
del sistema capitalista. (en China generalmente estas perturbaciones se
limitan a sectores locales de la producción). ^86
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en86>

Sin embargo, las contradicciones centrales del “socialismo con
características chinas” se encuentran en el nivel de desigualdad que
ahora casi ha alcanzado las proporciones estadounidenses, y en la
explotación de la mano de obra migrante de áreas rurales empleada en la
producción de exportación para multinacionales extranjeras. Estas
contradicciones se han convertido en la principal área de preocupación
del gobierno de Xi Jinping. ^87
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en87>

La desaparición de la Unión Soviética y la apertura de China a la
economía mundial fueron acogidas por Occidente —particularmente por los
economistas ortodoxos— como una prueba definitiva que la planificación
económica era impracticable y estaba condenada al fracaso desde el
principio. El socialismo se identificaba enteramente con la
planificación, la cual, se decía, conducía a un inevitable
fracaso. Implícita en esto estaba la “suposición que la práctica
soviética revelaría la naturaleza equivocada de una economía
centralmente planificada”. ^88
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en88>

Sin embargo, tal condena general de la planificación central en todas
sus formas y circunstancias, divorciada de un análisis concreto, no
tenía una base teórica real y la realidad la contradecía. Las propias
economías capitalistas habían recurrido con frecuencia a la
planificación central en tiempos de guerra.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos, por ejemplo,
instituyó un extenso sistema de planificación nacional, dirigido por la
War Production Board y otras agencias, que cambió los recursos y la
producción al tiempo que estableció racionamientos y controles de
precios. La producción de automóviles civiles, que constituye el sector
industrial central del país, se convirtió rápidamente en producción de
armamentos, tanques y aviones. Había una necesidad desesperada de
producir barcos de guerra y barcos mercantes. Se necesitaban artículos
militares no solo para los Estados Unidos sino también para sus
aliados.^89 <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en89>

La guerra exigió una expansión masiva y cambios importantes en la fuerza
laboral, ya que millones de hombres se incorporaron al servicio
militar. El empleo remunerado de las mujeres creció un 57 por ciento
durante la guerra; ya en 1943, las mujeres constituían el 65 por ciento
de la fuerza laboral en la industria aeronáutica. ^90
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en90> Todo esto
requerió una planificación central, incluidas las agencias de
planificación, las directivas del estado y los controles fiscales y
monetarios. Se impulsó la investigación gubernamental en ciencia y
tecnología, sobre todo con el Proyecto Manhattan.

El excedente económico generado por la sociedad se redirigió masivamente
para facilitar la producción de guerra, mientras que la industria tuvo
que coordinarse para maximizar bienes militares específicos en el
momento y al ritmo adecuados. ^91
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en91> La
planificación central, como la definió Michał Kalecki, “abarcó el
volumen de producción, el fondo de salarios, los proyectos de inversión
más grandes, así como el control de los precios y la distribución de los
materiales básicos”. La planificación estadounidense en tiempos de
guerra se ajusta a esta definición, lo que demuestra que una economía
mixta no era incompatible con la planificación centralizada. ^92
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en92>

Sin planificación social y económica, los objetivos del socialismo
encaminados a la igualdad sustantiva y la sostenibilidad ecológica son
imposibles de alcanzar. La lógica y la experiencia histórica demuestran
que sin un sistema de planificación de algún tipo que opere en varios
niveles (desde el lugar de trabajo, la región hasta el nivel nacional)
no hay forma concebible de abordar de manera efectiva la emergencia
ecológica planetaria o garantizar el “buen vivir para todas las
personas /”/ . ^93
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en93> Esto
simplemente *no* se puede lograr en una sociedad de “¡acumula,
acumula!” ^94 <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en94>

La planificación, sin embargo, debe ser democrática para lograr
resultados socialmente óptimos señalan Fred y Harry Magdoff en
Aproximación al socialismo : “/confinar todos los aspectos de la
planificación a las autoridades centrales ocurre debido a la influencia
de intereses burocráticos . La planificación para la gente tiene que
involucrar a la gente. Los planes de regiones, ciudades y pueblos
necesitan la participación activa de las poblaciones locales, de los
trabajadores de las fábricas y de las tiendas . En todas partes se
requiere que funcionen los consejos comunitarios y de trabajadores. El
programa general, en la distribución de recursos- entre bienes de
consumo e inversión – exige la participación de la gente. Y para eso, la
gente debe tener información clara para contribuir colectivamente a las
decisiones básicas. ^95
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en95>/

Una economía planificada unificada y multifacética, que abarque
múltiples niveles implicaría una “democracia en todo el proceso”, y no
exige la eliminación de todos los mercados de consumo o de la libertad
de los trabajadores para trabajar donde les plazca ( una «mercado
laboral» en ese sentido). ^96
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en96>  Sin
embargo, requiere control sobre la inversión en bienes de capital y de
las finanzas y, por lo tanto, controles sociales que permitan la
movilización del excedente económico de manera que beneficien a la
población en su totalidad (incluidas las generaciones futuras),
asegurando condiciones igualitarias, las bases fundamentales del
desarrollo humano para todos los individuos y la protección del medio
ambiente natural.

En su ensayo «En defensa de la planificación socialista» de 1986, Ernest
Mandel argumentó que la principal ventaja de la planificación económica
es que las decisiones sobre la asignación de recursos y mano de obra se
corrigen mediante el método de prueba y error, en lugar de hacerlo
arbitrariamente a través de la fuerza mediadora del mercado (y su
«racionamiento por la /billetera/ » /)/ .

La planificación permite así que las decisiones se tomen directamente
sobre la base de lo que Marx llamó la “jerarquía de… necesidades”. Esto
no requiere que todas las decisiones sean tomadas por una burocracia
centralizada; pero es consistente con una democracia socializada basada
en la “ /institucionalización de/ la soberanía popular”, donde los
parámetros fundamentales de la producción serían establecidos por los
productores asociados en una sociedad organizada sobre el principio de
la cooperación. Tal sociedad “crecería /en civilización/ más que en mero
consumo”. ^97 <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en97>


    Estados Socialistas y Medio Ambiente

Existe una noción ampliamente difundida, que se aceptó casi
universalmente después de la desaparición de la Unión Soviética, que el
historial ambiental soviético era mucho peor que el de Occidente, y que
esto se podía atribuir al socialismo y a la planificación central. ^98
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en98>  Es cierto
que el historial ambiental de la URSS fue deplorable en muchos
aspectos. Solo hay que pensar en Chernóbil y el mar de Aral. En la era
de Stalin, muchos de los ecologistas soviéticos pioneros fueron
purgados, con importantes consecuencias para el desarrollo
soviético. Sin embargo, la visión dominante ha borrado intencionadamente
los éxitos ambientales soviéticos, manifestados en sus cinturones verdes
alrededor de sus ciudades, sus famosos /zapovedniki/ (reservas
ecológicas científicas), sus campañas masivas de
reforestación/forestación, su papel protagónico en la promoción de
acuerdos ambientales a nivel internacional y sus poderosas
organizaciones ambientalistas, que ejercieron presión sobre el
gobierno. La Sociedad de Toda Rusia para la Preservación de la
Naturaleza, dirigida en gran parte por científicos, tenía treinta y
siete millones de miembros en 1987, lo que la convertía en la
organización de defensa de la conservación más grande del mundo. ^99
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en99>

A medida que la Unión Soviética se industrializó y modernizó, mientras
enfrentaba la necesidad de altos niveles de gasto militar dada la
amenaza de la Guerra Fría, naturalmente convergió con los niveles
occidentales de destrucción ambiental. Al igual que Occidente,
respondió, aunque no sin contradicciones, a sus movimientos
ecologistas. La protección y conservación del medio ambiente se
incorporaron, aunque de manera inadecuada, en su sistema general de
planificación.

La Unión Soviética tenía un sistema muy extenso de leyes ambientales
que, sin embargo, no se aplicaban suficientemente. Fueron los
científicos soviéticos, seguidos pronto por los científicos
estadounidenses, quienes primero dieron la alarma sobre el calentamiento
global acelerado. ^100
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en100>  También
se realizaron importantes esfuerzos en el área de conservación de
suelos. ^101 <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en101>

En la década de 1980, el concepto de “civilización ecológica” surgió por
primera vez en la Unión Soviética y pronto lo adoptaría China, donde se
ha convertido en un aspecto central de la planificación general, como lo
reflejan su planes quinquenales. ^102
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en102> Los
principales economistas soviéticos, como PG Oldak, abogaron por una
transformación radical de la contabilidad del ingreso nacional soviético
para integrar medidas directas de destrucción ambiental. “’Más’”,
argumentó, “de ninguna manera es siempre ‘mejor’”. ^103
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en103>

El historial ambiental de la Unión Soviética con respecto a la
contaminación fue generalmente favorable en comparación con los Estados
Unidos, con poblaciones aproximadamente iguales. Las emisiones per
cápita de dióxido de azufre, óxido nitroso, partículas y dióxido de
carbono de la Unión Soviética estaban muy por debajo de las de los
Estados Unidos, mientras que sus emisiones de dióxido de carbono per
cápita en realidad disminuyeron en sus últimos años.

La huella ecológica per cápita en la Unión Soviética, fue mucho más baja
que la de los Estados Unidos, y la brecha aumentó en la década de 1980,
ya que la huella ecológica per cápita de los EEUU continuó creciendo
mientras que la de la URSS se estabilizó. Además, esto fue cierto a
pesar de que Estados Unidos pudo “descargar los daños ambientales en
muchos otros países.^104
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en104>

Aunque la planificación soviética y la de otras sociedades
posrevolucionarias habían estado dirigidas al crecimiento económico,
imitando hasta cierto punto al capitalismo, el impulso interno de
acumulación de capital basado en la clase no es una característica
estructural de una sociedad socialista con planificación. Por esta
razón, Paul M. Sweezy argumentó en 1989 que las economías planificadas
actualmente existentes ofrecían una única oportunidad para enfrentar la
crisis ambiental global. ^105
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en105>

Aunque Cuba, es un país pobre que ha enfrentado un interminable bloqueo
económico de los Estados Unidos, ha sido reconocida como la nación más
ecológica de la Tierra, según el Informe Planeta Vivo . Cuba demostrar
que un país puede tener una calificación alta en desarrollo humano y
tener una huella ecológica baja. Esto se debe a que sitúa el desarrollo
humano de la población en su conjunto, incluidas las condiciones
ambientales, al frente de su planificación. ^106
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en106>

Mientras tanto, la República Popular China ha dado grandes pasos en la
dirección de la “civilización ecológica”, a pesar del intento de elevar
el ingreso per cápita de su población por encima del nivel actual, que
actualmente es menos de una quinta parte del de los Estados Unidos, lo
que requiere altas tasas de crecimiento económico. ^107
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en107> Este
crecimiento ha ido acompañado de una dependencia, aunque ahora
disminuida, de las plantas a carbón como su principal fuente de
energía. Aún así, China ha avanzado en tecnologías sostenibles y hoy por
hoy es el líder mundial; en reducciones rápidas de la contaminación; y
en los niveles globales de reforestación/forestación. ^108
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en108>

En el clima ecológico actual, China y Cuba, junto con otras economías
mixtas, dirigidas por el estado y semi-planificadas, como Venezuela, con
su intento de construir un estado comunal, ofrecen esperanza de avances
ecológicos en la presente emergencia planetaria, una esperanza que falta
en el opulento mundo capitalista. ^109
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en109>


    Planificación del Desarrollo Humano Sostenible

Si nuestra civilización organizada quiere sobrevivir el decrecimiento
planificado (o desacumulación) y un cambio hacia un desarrollo humano
sostenible es ahora inevitable en los países más ricos, cuyas huellas
ecológicas per cápita no son sostenibles a nivel planetario.  La escala
y el ritmo de la necesaria transformación ecológico-energética, como
señalan todos los informes científicos sobre el cambio climático indican
que para evitar el desastre se debe implementar una transformación
revolucionaria de todo el sistema de producción y consumo bajo el
principio «Mejor más pequeño». ^110
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en110>  Por lo
tanto, los países capitalistas/imperialistas centrales, que constituyen
la fuente principal del problema, deben buscar un “camino hacia abajo”,
centrándose en el valor de uso en lugar del valor de cambio. ^111
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en111> Esto
requiere avanzar hacia niveles mucho más bajos de consumo de energía y
gravitar hacia proporciones per cápita globales iguales y, al mismo
tiempo, reducir a cero las emisiones de carbono.

Al mismo tiempo, se debe permitir que los países más pobres – con
huellas ecológicas bajas – que se desarrollen en un proceso general que
incluye la /contracción/ de la producción de energía y de materiales
para los países ricos y la /convergencia/ del consumo per cápita en el
mundo como un todo. ^112
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en112> La
reducción de tamaño de las economías ricas requerirá un cambio masivo
hacia tecnologías sostenibles, incluidas la energía solar y eólica. Pero
ninguna tecnología existente por sí sola puede acercarse a resolver el
problema climático en la línea de tiempo requerida y sin abordar la
emergencia planetaria en su totalidad. Este programa ecológico requiere
terminar con la continua acumulación ilimitada y la mala distribución
inherente al capitalismo. ^113
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en113>

Lo que es objetivamente necesario en este punto de la historia humana
es, por lo tanto, una transformación revolucionaria en las relaciones
sociales que rigen la producción, el consumo y la distribución. Esto
significa un alejamiento dramático del sistema de capital monopolista,
explotación, expropiación, despilfarro con su impulso interminable hacia
la acumulación. ^114
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en114>

En su lugar, una humanidad revolucionaria, basada en la población
trabajadora —un proletariado ambiental emergente— necesitará exigir una
nueva formación social que satisfaga las necesidades básicas de toda la
población, las necesidades de la comunidad, incluidas las necesidades de
desarrollo de todos los individuos. ^115
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en115> Esto será
posible gracias a mejoras cualitativas en el trabajo, un énfasis en el
trabajo útil y el trabajo de cuidado, junto con el reparto de la
abundante riqueza social, que solo es producto del trabajo humano.

Una relación sostenible con la tierra es un requisito absoluto sin el
cual no puede haber futuro humano. Todo esto requiere ir en contra de la
lógica de acumulación capitalista en el presente. La planificación
económica deberá reorientarse, no para el crecimiento económico o la
guerra, sino para crear un nuevo conjunto de prioridades sociales
dirigidas al florecimiento humano y un metabolismo social sostenible con
la tierra.

En una “visión socialista de los Estados Unidos” Harry Magdoff escribió
(1995) que se requeriría reducciones en el uso de energía, producción de
automóviles civiles y subsidios gubernamentales a empresas
ambientalmente destructivas. Según Magdoff: “se necesitaría un estilo de
vida mucho más simple en los países ricos para preservar la tierra como
un lugar de existencia humana”.

Para lograrlo: “el crecimiento tendría que ser restringido o
controlado”. Sería esencial en un sistema que se centrase en las
necesidades básicas, como una vivienda adecuada y digna para todos. Los
gastos de guerra orientados al imperialismo tendrían que cesar y las
restricciones a la inmigración tendrían que eliminarse. Todo esto
requiere una planificación social y económica. Nada de esto podría
lograrse confiando en el sistema de precios de mercado, que
invariablemente promueve la desigualdad, la destrucción ambiental, la
guerra,^116
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en116> Como
escribió el sociólogo británico Anthony Giddens en /The Politics of
Climate Change/ , “la planificación de algún tipo es inevitable frente a
la actual crisis planetaria». ^117
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en117>

En los Estados Unidos y otros países ricos, ya existen los medios para
una transformación masiva y cualitativa de la sociedad en línea con las
prioridades sociales y las necesidades de la clase trabajadora oprimida,
mientras se aleja del imperialismo y la opresión global de “los
condenados de la tierra”. Esto se puede ver fácilmente al señalar el
presupuesto militar ahora de un billón de dólares, que podría
reutilizarse para llevar a cabo esos cambios en la infraestructura
energética necesaria para la supervivencia humana. Pero también se puede
ver en los crecientes niveles de expropiación de excedentes de los
productores directos. Un estudio de RAND Corporation estimó que se
expropiaron $47 billones (en dólares de 2018) del 90 por ciento inferior
de la población estadounidense entre 1980 y 2018. calculado en base a lo
que habrían recibido si el ingreso hubiera crecido equitativamente
dentro de la economía durante el período. Esto supera todo el valor
actual del stock de viviendas de EE. UU., que en enero de 2022 era de 43
billones de dólares.^118
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en118>

En la base de este enorme excedente social se encuentra el trabajo
social, que debe asignarse sobre una base económica y ecológica, y ya no
sobre la base de la acumulación privada. ^119
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en119> Incluso
el examen más superficial del desperdicio y la explotación más amplios
en el sistema plantea lo que Morris llamó el problema del «trabajo
útil /versus/ el trabajo inútil». ^120
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en120> El
superávit económico masivo que surge del trabajo social, medido no solo
por las ganancias, el interés y la renta, sino también por el
desperdicio, la mala distribución y la irracionalidad elemental del
sistema, ya es muchas veces lo que se necesita para llevar a cabo los
grandes cambios necesarios para crear una sociedad de desarrollo humano
sostenible. Es el propio capitalismo el que impone escasez y austeridad
a la población para obligar a los trabajadores a sacrificar aún más sus
vidas por un sistema explotador, que ahora amenaza con una crisis de
habitabilidad planetaria para toda la humanidad junto con otras
innumerables formas de vida.

La mayoría de las estrategias de decrecimiento, incluso las promulgadas
por los ecosocialistas, difieren de la ideología reinante y prefieren no
plantear el tema de la planificación, incluso frente a la emergencia
planetaria. De hecho, existe una tendencia a retractarse de medidas tan
obvias como la nacionalización de las empresas de energía y los recortes
obligatorios de emisiones para las corporaciones. En cambio, los
teóricos del decrecimiento generalmente proponen un menú de
“alternativas políticas”, como un Green New Deal al estilo keynesiano,
un ingreso básico universal, una reforma fiscal ecológica, una semana
laboral más corta, una mayor automatización, etc., ninguna de las cuales
entra en conflicto directo con el sistema, o se acerca a abordar la
enormidad del problema, en lo que se considera reformas no
reformistas. ^121
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en121>

Las propuestas para una reducción drástica del empleo, no solo de
jornadas laborales más cortas, respaldadas en muchos esquemas de
decrecimiento por un ingreso básico garantizado, buscan ajustar los
parámetros del capitalismo, en lugar de trascenderlos, en un enfoque que
generaría el tipo de condiciones distópicas descritas en la novela
Player Piano de Kurt /Vonnegut/ . ^122
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en122> Como
escribieron Leo Huberman y Sweezy cuando se planteó por primera vez la
noción de un ingreso básico garantizado en la década de 1960, “nuestra
conclusión solo puede ser que la idea de ingresos incondicionalmente
garantizados no es el gran principio revolucionario que los autores de
‘La triple revolución’ evidentemente creen que es. Si se aplicara bajo
nuestro sistema actual, sería, como la religión, un opio del pueblo
tendiente a fortalecer el statu quo. Y bajo un sistema socialista… sería
bastante innecesario y podría hacer más daño que bien”. ^123
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en123>

Algunos socialistas del no decrecimiento, enfrentados al cambio
climático, han sucumbido al fetichismo tecnológico, proponiendo
peligrosas medidas de geoingeniería que inevitablemente agravarían la
crisis ecológica planetaria en su conjunto. ^124
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en124> No hay
duda de que muchos en la izquierda ven la solución completa hoy en día
como un Green New Deal que ampliaría los empleos y la tecnología verdes,
lo que conduciría al crecimiento verde en un círculo aparentemente
virtuoso. Pero dado que esto generalmente se orienta a una economía de
crecimiento keynesiana y se defiende en esos términos, las suposiciones
detrás de esto son cuestionables. ^125
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en125> Una
propuesta más radical, más en línea con el decrecimiento, sería un New
Deal Verde Popular orientado hacia el socialismo y la planificación
ecológica democrática. ^126
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en126>

Bajo el capital monopolista de las finanzas de hoy, sectores enteros de
la profesión asistencial, la educación, las artes, etc., se ven
afectados por lo que se conoce como la “enfermedad del costo de Baumol”,
llamada así por William J. Baumol, quien introdujo la idea en su libro
de 1966, Performing Arts: The Economic /Dilemma/ . ^127
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en127> Esto se
aplica cuando los salarios aumentan y la productividad no. Así,
como /Forbes/ revista declara, sin asomo de ironía: “La producción de un
cuarteto [de cuerda] tocando Beethoven no ha aumentado desde el siglo
XIX”, aunque sí lo han hecho sus ingresos. La enfermedad de costos de
Baumol se considera aplicable principalmente a aquellas áreas de trabajo
donde las nociones de aumentos cuantitativos en la productividad
generalmente carecen de sentido. Sin embargo, ¿cómo se mide la
productividad de una enfermera que trata a los pacientes?

Ciertamente no por el número de pacientes por enfermera,
independientemente de la cantidad de atención que reciba cada uno y sus
resultados. El resultado de objetivos centrados en las ganancias en la
economía altamente financiarizada de hoy es la inversión insuficiente y
la institucionalización de salarios bajos precisamente en aquellos
sectores caracterizados como sujetos a la llamada enfermedad de costos
de Baumol, simplemente porque no conducen directamente a la acumulación
de capital.

Por el contrario, en una sociedad ecosocialista, donde la acumulación de
capital no es el objetivo principal, a menudo serían aquellas áreas
intensivas en mano de obra en las profesiones del cuidado, la educación,
las artes y las relaciones orgánicas con la tierra las que se
considerarían más importantes y se incorporarían a la planificación
social. ^128
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en128> En una
economía orientada a la sustentabilidad, la mano de obra en sí podría
ser sustituida por energía de combustibles fósiles, como en la pequeña
agricultura orgánica y sustentable, que es más eficiente en términos
ecológicos. ^129
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en129>

Escribiendo en /The Political Economy of Growth/ en 1957, Baran
argumentó que el /excedente económico planificado/ podría reducirse
intencionalmente en la planificación socialista, en comparación con lo
que entonces era posible, para garantizar la «conservación de los
recursos humanos y naturales». Aquí el énfasis no estaría simplemente en
el crecimiento económico, sino en satisfacer las necesidades sociales,
incluida la disminución de los costos ambientales; por ejemplo,
eligiendo cortar la “minería de carbón”. ^130
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en130> Todo esto
significó, en efecto, priorizar el desarrollo humano sostenible sobre
formas destructivas de crecimiento económico. Hoy la eliminación de los
combustibles fósiles, aunque signifique una reducción del excedente
económico generado por la sociedad, se ha convertido en una necesidad
absoluta para el mundo en general, que se enfrenta a lo que Noam Chomsky
ha llamado “el fin de la humanidad organizada”. ^131
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en131> En
palabras de Engels y Marx, es necesario liberar la “válvula de seguridad
atascada” de la locomotora capitalista “que corre hacia la ruina”. La
elección es entre /socialismo o exterminismo/ , “ruina o
revolución”. ^132
<https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en132>


    Notas

 1. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en1backlink> Herman E. Daly, Más allá del crecimiento (Boston: Beacon Press, 1996), 2.
 2. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en2backlink> En términos marxistas, el decrecimiento representa un cambio de la reproducción ampliada en términos de rendimiento material a la reproducción simple. Véase Paul M. Sweezy, The Theory of Capitalist Development <https://monthlyreview.org/product/theory_of_capitalist_development/> (Nueva York: Monthly Review Press, 1970), 75–95. El teórico preeminente de una economía de estado estacionario (dirigida a la reproducción simple en el contexto de una economía mundial) es el difunto Herman E. Daly en obras como Beyond Growth y Steady-State Economics.. Daly fue un agudo crítico de la economía capitalista existente y con frecuencia hizo uso de Marx en su análisis. Sin embargo, su enfoque de la economía del estado estacionario se inspiró originalmente en la concepción de John Stuart Mill del «estado estacionario» y, como Mill, buscó, en palabras de Marx, «reconciliar los irreconciliables» del capital y el trabajo, viendo una economía sin crecimiento como compatible con el capitalismo o al menos con un sistema de mercado, e implementada por políticas gubernamentales, licencias y topes. El irrealismo de esto fue reconocido en parte por Daly, quien abordó la implementación de una economía sin crecimiento como una cuestión de fe, finalizando su gran obra Más allá del crecimiento con Dios y una “economía centrada en la creación”. Sin embargo, su análisis fue en el fondo profundamente crítico e incluso radical. Ver Herman E. Daly, Más allá del crecimiento(Boston: Beacon Press, 1996), 216–24; Herman E. Daly, Economía del estado estacionario (Washington, DC: Island Press, 1991); Herman E. Daly y John B. Cobb Jr., Por el bien común (Boston: Beacon Press, 1989). Para una crítica de los intentos de reconciliar una economía sin crecimiento con el capitalismo, véase John Bellamy Foster, Capitalism in the Anthropocene <https://monthlyreview.org/product/capitalism-in-the-anthropocene/> (Nueva York: Monthly Review Press, 2022), 363–72.
 3. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en3backlink> Herman E. Daly, “Economics in a Full World”, Scientific American (septiembre de 2005): 100–7.
 4. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en4backlink> Howard T. Odum y Elisabeth C. Odum, A Prosperous Way Down (Boulder, Colorado: University Press of Colorado, 2001).
 5. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en5backlink> Jason Hickel, Menos es más (Londres: Windmill, 2020), 30.
 6. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en6backlink> Para críticas ecológicas de la contabilidad del ingreso nacional, véase Daly y Cobb, For the Common Good , 64–84, 401–55; John Bellamy Foster y Brett Clark, El robo de la naturaleza <https://monthlyreview.org/product/the-robbery-of-nature/>(Nueva York: Monthly Review Press, 2020), 260–61; Marilyn Waring, Counting for Nothing(Toronto: University of Toronto Press, 1999).
 7. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en7backlink> Para una discusión sobre el desperdicio en el capitalismo, véase Victor Wallis, Red-Green Revolution: The Politics and Technology of Ecosocialism (Toronto: Political Animal Press, 2022), 24–30.
 8. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en8backlink> Karl Marx y Frederick Engels, Collected Works (Nueva York: International Publishers, 1975), vol. 37, 732–33.
 9. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en9backlink> Waring, Contando para nada , 153–81.
10. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en10backlink> Johan Rockström et al., “Un espacio operativo seguro para la humanidad”, Nature 461, no. 24 (2009): 472–75; Will Steffen et al., «Límites planetarios», Science 347, no. 6223 (2015): 736–46; Sadrine Dixson-Declève et al., Earth for All (Gabriella, BC: New Society Publishers, 2022): 13–19.
11. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en11backlink> Carles Soriano, “ Anthropocene, Capitalocene, and Other ‘-Cenes’ <https://doi.org/10.14452/MR-074-06-2022-10_1> ”, Monthly Review 74, núm. 6 (noviembre de 2022): 1.
12. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en12backlink> Panel Intergubernamental de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, Sexto Informe de Evaluación, Grupo de Trabajo I: The Physical Science Basis <https://www.ipcc.ch/report/ar6/wg1/> (2021), 14, ipcc.ch <https://www.ipcc.ch/report/ar6/wg1/> ; Andrea Januta, “Explicador: Los cinco futuros decodificados del Informe sobre el clima de la ONU”, Reuters, 9 de agosto de 2021; Agencia Internacional de Energía, “ Net Zero by 2050 Scenario (MZE) <https://www.iea.org/reports/global-energy-and-climate-model/net-zero-emissions-by-2050-scenario-nze> ”, Modelo global de energía y clima, octubre de 2022, www.iea.org.
13. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en13backlink> Kevin Anderson, «La naturaleza conservadora del IPCC enmascara la verdadera escala de acción necesaria para evitar el cambio climático catastrófico», The Conversation, 24 de marzo de 2023; véase también David Spratt, “ Faster, Higher, Hotter: What We Learned About the Climate System in 2022 <https://www.resilience.org/stories/2023-02-27/faster-higher-hotter-what-we-learned-about-the-climate-system-in-2022-part-1/> ”, parte 1, Resilience.org, 20 de febrero de 2023.
14. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en14backlink> “ Temperaturas globales establecidas para alcanzar nuevos récords en los próximos cinco años <https://public.wmo.int/en/media/press-release/global-temperatures-set-reach-new-records-next-five-years> ”, Organización Meteorológica Mundial, 17 de mayo de 2023.
15. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en15backlink>Informe de consenso científico filtrado sobre mitigación <https://f3b9m7v4.rocketcdn.me/wp-content/uploads/2021/08/summary_draft1.pdf> , AR6, parte 3, sección B4.3; “ Notas de los editores <https://doi.org/10.14452/MR-074-02-2022-06_0> ”, Monthly Review 74, no. 2 (junio de 2022). Sobre las soluciones de bajo consumo energético para el cambio climático, véase Joel Milward Hopkins, Julia K. Steinberger, Narasimha D. Rao y Yannick Oswald, “ Providing Decent Living with Minimal Energy: A Global Scenario <https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0959378020307512> ,” Global Environmental Change 65 (noviembre de 2020); Jason Hickel et al., «Necesidad urgente de escenarios de mitigación climática posteriores al crecimiento», Nature Energy 6 (2021): 766–68.
16. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en16backlink> Anderson, “La naturaleza conservadora del IPCC”; Hickel, Menos es más , 126–64.
17. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en17backlink> John Kenneth Galbraith, Economics and the Public Purpose (Nueva York: New American Library, 1973), 77–204; Paul M. Sweezy, “Reformismo utópico”, Monthly Review 25, no. 6 (noviembre de 1973): 1–11.
18. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en18backlink> Jacques Sapir, «¿Es la planificación económica nuestro futuro?», Estudios sobre el desarrollo económico ruso 33, no. 6 (2022): 583–97.
19. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en19backlink> Karl Marx, El capital , vol. 1 (Londres: Penguin, 1976), 99; Frederick Engels, The Housing Question (Moscú: Progress Publishers, 1975), 97.
20. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en20backlink> Karl Marx y Frederick Engels, El Manifiesto Comunista <https://monthlyreview.org/product/communist_manifesto/> (Nueva York: Monthly Review Press, 1964), 40, 74.
21. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en21backlink> Karl Marx, Grundrisse (Londres: Penguin, 1973), 173; Michael A. Lebowitz, El imperativo socialista (Nueva York: Monthly Review Press, 2015), 70–71.
22. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en22backlink> Karl Marx y Frederick Engels, Correspondencia seleccionada (Moscú: Progress Publishers, 1975), 186–87; Marx y Engels, Obras completas , vol. 3 (Londres: Penguin, 1981), 375–76, 418–43.
23. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en23backlink> Marx, El capital , vol. 1, 172–73.
24. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en24backlink> Karl Marx y Frederick Engels, Escritos sobre la Comuna de París , ed. Hal Draper (Nueva York: Monthly Review Press, 1971), 77.
25. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en25backlink> Karl Marx, El capital , vol. 3, 959. La mayoría de los enfoques ecosocialistas actuales del decrecimiento se basan en gran medida en las nociones de Marx sobre el metabolismo social y la ruptura metabólica. Véase Mattias Schmelzer, Andrea Vetter y Aaron Vansintjan, The Future Is Degrowth (Londres: Verso, 2022), 84–86, 122–23, 237–44.
26. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en26backlink> Marx y Engels, Correspondencia seleccionada , 190 (Marx a Engels, 25 de marzo de 1868); John Bellamy Foster, “ El capitalismo y la acumulación de catástrofes <https://doi.org/10.14452/MR-063-07-2011-11_1> ”, Monthly Review 63, no. 7 (diciembre de 2011): 3–5.
27. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en27backlink> Marx y Engels, Obras completas , vol. 25, 281–82; Engels, La cuestión de la vivienda , 92.
28. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en28backlink> Marx y Engels, Obras completas , vol. 25, 279, 282–83.
29. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en29backlink> Marx y Engels, Obras completas , vol. 25, 219, 282.
30. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en30backlink> Marx y Engels, Obras completas , vol. 25, 294–95.
31. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en31backlink> Marx y Engels, Obras completas , vol. 25, 277–82; Jasper Bernes, “The Belly of the Revolution”, en Materialism and the Critique of Energy , eds. Brent Ryan Bellamy y Jeff Diamanti (Chicago: MCM´ Publishing, 2018), 340–42.
32. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en32backlink> Marx y Engels, Obras completas , vol. 25, 463–64.
33. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en33backlink> Marx y Engels, Obras completas , vol. 25, 460–63.
34. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en34backlink> William R. Catton, Overshoot (Urbana: University of Illinois Press, 1982).
35. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en35backlink> Marx y Engels, Obras completas , vol. 25, 269–70; Walt Rostow, The World Economy(Austin: University of Texas Press, 1978), 47–48, 659–62.
36. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en36backlink> Michał Kalecki abogó por “una síntesis de planificación central y control obrero”. Michał Kalecki, Selected Essays on Economic Planning (Cambridge: Cambridge University Press, 1986), 31. Marta Harnecker destacó el sistema de planificación participativa desarrollado en el estado de Kerala en India como un modelo viable. Marta Harnecker, A World to Build <https://monthlyreview.org/product/a_world_to_build/> (Nueva York: Monthly Review Press, 2015), 153–57. También proporcionó una guía para la implementación de la planificación participativa en Marta Harnecker y José Bartolemé, Planificación desde abajo: una propuesta de planificación participativa descentralizada <https://monthlyreview.org/product/planning-from-below/> (Nueva York: Monthly Review Press, 2019). Para un trabajo marxista crítico sobre el papel de los productores directos en el “socialismo real”, ver Michael A. Lebowitz,Las contradicciones del “socialismo real” <https://monthlyreview.org/product/contradictions_of_real_socialism/> (Nueva York: Monthly Review Press, 2012).
37. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en37backlink> Marx y Engels, Obras completas , vol. 24, 519; Karl Marx, Sobre la Primera Internacional(Nueva York: McGraw Hill, 1973), 11; Marx, Grundrisse , 159, 171–72; Paul Burkett, “ La visión de Marx sobre el desarrollo humano sostenible <https://doi.org/10.14452/MR-057-05-2005-09_4> ”, Monthly Review 57, no. 5 (octubre de 2005), 43; Ernest Mandel, “In Defense of Socialist Planning”, New Left Review 159 (septiembre-octubre de 1986): 7.
38. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en38backlink> Marx, El capital , vol. 1, 448–49; Lebowitz, Contradictions of “Real Socialism ”, 21. El concepto de “reproducción metabólica social” fue desarrollado por István Mészáros basándose en el uso que hizo Marx del concepto de metabolismo social en los Grundrisse . Véase István Mészáros, Beyond Capital <https://monthlyreview.org/product/beyond_capital/> (Nueva York: Monthly Review Press, 1995), 39–71.
39. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en39backlink> Karl Marx, Teorías de la plusvalía , vol. 3 (Moscú: Progress Publishers, 1971), 309–10; John Bellamy Foster y Paul Burkett, Marx and the Earth (Chicago: Haymarket, 2016), 149. La palabra griega δίναμις, tal como la usa Aristóteles, se refiere al “poder” como una fuente de cambio en otra cosa, por lo tanto, un poder causal. William Charlton, “Aristotelian Powers”, Phronesis 32, no. 3 (1987): 277–89.
40. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en40backlink> Marx y Engels, Manifiesto Comunista , 2.
41. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en41backlink> Marx y Engels, Obras completas , vol. 25, 460–61; Jean-Paul Sartre, Crítica de la razón dialéctica , vol. 1 (Londres: Verso, 2004), 164. Marx y Engels utilizaron la noción de “exterminio” en el sentido decimonónico de muerte y remoción en el contexto de la ruina ecológica de Irlanda en el siglo XIX bajo el colonialismo británico. Véase Foster y Clark, El robo de la naturaleza , 64–77. Sobre la dialéctica de explotación, expropiación y agotamiento en Marx y Sartre, ver Alberto Toscano, “Antiphysics/Antipraxis: Universal Exhaustion and the Tragedy of Materiality,” en Materialism and the Critique of Energy, eds . Bellamy y Diamanti, 480–92; Michael A. Lebowitz,Entre el capitalismo y la comunidad <https://monthlyreview.org/product/between_capitalism_and_community/> (Nueva York: Monthly Review Press, 2020), 176–77.
42. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en42backlink> Marx y Engels, Obras completas , vol. 25, 460–61; Jean-Paul Sartre, Crítica de la razón dialéctica , vol. 1, 164–66. El mismo Engels describió vívidamente cómo la deforestación en Rusia “destruyó las reservas de agua del subsuelo”, de modo que “el agua de lluvia y nieve fluyó rápidamente a lo largo de los arroyos y ríos sin ser absorbida, produciendo graves inundaciones”, mientras que “en verano los ríos se volvieron poco profundos y el suelo se secó. En muchas de las zonas más fértiles de Rusia, se dice que el nivel del agua del subsuelo ha bajado un metro, por lo que las raíces de los cultivos de maíz ya no pueden alcanzarlo y se marchitan. De modo que no solo los seres humanos están arruinados, sino que en muchas áreas también lo está la tierra misma durante al menos una generación”. Marx y Engels, Obras Completas, vol. 27, 387. Tales observaciones ecológicas impactarían a los pensadores socialistas posteriores. Lenin señaló específicamente estos pasajes de Engels sobre la deforestación y el empobrecimiento del suelo en Rusia. VI Lenin, Obras completas , vol. 39 (Moscú: Progress Publishers, impresión de 1974), 501.
43. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en43backlink> John Bellamy Foster, El retorno de la naturaleza <https://monthlyreview.org/product/the-return-of-nature/> (Nueva York: Monthly Review Press, 2020), 137–38.
44. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en44backlink> Burkett, “La visión de Marx sobre el desarrollo humano sostenible”, págs. 34–62; Kohei Saito, Marxismo en el Antropoceno (Cambridge: Cambridge University Press, 2022), 232–42.
45. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en45backlink> Paul A. Baran, The Longer View <https://monthlyreview.org/product/longer_view/> (Nueva York: Monthly Review Press, 1969), 151.
46. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en46backlink> Andrew Zimbalist y Howard J. Sherman, Comparación de sistemas económicos (Orlando: Academic Press Inc., 1984), 130.
47. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en47backlink> Alec Nove, An Economic History of the USSR (Londres: Penguin, 1969), 101.
48. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en48backlink> Nove, Una historia económica de la URSS , 74, 80; Zimbalist y Sherman, Comparación de sistemas económicos , 132.
49. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en49backlink> Zimbalist y Sherman, Comparación de sistemas económicos , 130.
50. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en50backlink> Tadeusz Kowalik, “Planificación central”, en Problemas de la economía planificada , eds. John Eatwell, Murray Milgate y Peter Newman (Londres: Macmillan, 1990), 43.
51. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en51backlink> Tamás Krausz, Reconstructing Lenin <https://monthlyreview.org/product/reconstructing_lenin/> (Nueva York: Monthly Review Press, 2015), 335–38; Moshe Lewin, La última lucha de Lenin (Londres: Pluto, 1975), 26–28, 115–16; Nove, Una Historia Económica de la URSS , 52, 58; Alfred Rosmer, Moscú bajo Lenin (Nueva York: Monthly Review Press, 1972), 131–33.
52. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en52backlink> Nove, Una historia económica de la URSS , 100–1, 134; Fyodor I. Kushirsky, Planificación económica soviética, 1965–1980 (Boulder: Westview, 1982), 6–8; Zimbalist y Sherman, Comparación de sistemas económicos , 147.
53. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en53backlink> Nove, Una historia económica de la URSS , 120; VI Lenin, Obras completas , vol. 32 (Moscú: Progress Publishers, 1973), 429–30.
54. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en54backlink> Nikolai Bukharin, The Politics and Economics of the Transition Period (Londres: Routledge, 1979), 108–13; EA Preobrazhensky, La crisis de la industrialización soviética (White Plains, Nueva York: ME Sharpe, 1979), 63; Harry Magdoff y Paul M. Sweezy, “ La perestroika y el futuro del socialismo: segunda parte <https://doi.org/10.14452/MR-041-11-1990-04_1> ”, Monthly Review 41, no. 11 (abril de 1990): 2; Nicholas Spulber, Estrategia soviética para el crecimiento económico (Bloomington: Indiana University Press, 1964), 102–3.
55. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en55backlink> Nove, Una historia económica de la URSS , 124–28, 132, 147; Spulber, Estrategia soviética para el crecimiento económico , 66–68, 72.
56. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en56backlink> Nove, Una historia económica de la URSS , 137; Harry Braverman, Labor and Monopoly Capital <https://monthlyreview.org/product/labor_and_monopoly_capital/> (Nueva York: Monthly Review Press, 1998), 8–12; Gregory Grossman, “Command Economy”, en Problemas de la economía planificada , eds. Eatwell, Milgate y Newman, 58–62.
57. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en57backlink> Moshe Lewin, Rusia/URSS/Rusia (Nueva York: New Press, 1995), 95–114. Véase también Alec Nove, The Economics of Feasible Socialism (Londres: George Allen and Unwin, 1983), 79–81; Michael Ellman, “Planificación socialista”, en Problemas de la economía planificada , eds. Eatwell, Milgate y Newman, 14.
58. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en58backlink> Lewin, Rusia/URSS/Rusia , 112, 95–108; Magdoff y Sweezy, “Perestroika and the Future of Socialism—Part Two”, pág. 2; Spulber, Estrategia soviética para el crecimiento económico , 126.
59. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en59backlink> Lewin, Rusia/URSS/Rusia , 108–9.
60. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en60backlink> Ernest Mandel, Teoría económica marxista , vol. 2 (Nueva York: Monthly Review Press, 1968), 557–59.
61. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en61backlink> Lewin, Russia/URSS/Russia , 114. Para obtener una lista de las principales características estructurales de la economía planificada soviética, consulte Paul Cockshott, How the World Works <https://monthlyreview.org/product/how-the-world-works/> (Nueva York: Monthly Review Press, 2019), 209–10.
62. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en62backlink> Stalin citado en Baran, The Longer View , 179.
63. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en63backlink> “ Invasión de la Unión Soviética, junio de 1941 <https://encyclopedia.ushmm.org/content/en/article/invasion-of-the-soviet-union-june-1941> ”, Enciclopedia del Holocausto , Museo Conmemorativo del Holocausto de los Estados Unidos, ushmm.org <https://encyclopedia.ushmm.org/content/en/article/invasion-of-the-soviet-union-june-1941> .
64. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en64backlink> David Kotz, “ La dirección de la reforma económica soviética <https://doi.org/10.14452/MR-044-04-1992-08_2> ”, Monthly Review 44, no. 4 (septiembre de 1992): 15.
65. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en65backlink> Lewin, Rusia/URSS/Rusia , 142, ix; Moshe Lewin, “La sociedad y el Estado estalinista en el período de los planes quinquenales”, Social History 1, no. 2 (mayo de 1976): 172–73; Paul M. Sweezy, Sociedad posrevolucionaria (Nueva York: Monthly Review Press, 1980), 144–45; Harry Magdoff y Fred Magdoff, “ Aproximación al socialismo <https://doi.org/10.14452/MR-057-03-2005-07_2> ”, Monthly Review 57, no. 3 (julio-agosto de 2005): 40–41.
66. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en66backlink> Elena Veduta, “ Algunas lecciones sobre planificación de la primera economía socialista del mundo <https://doi.org/10.14452/MR-074-05-2022-09_3> ”, Monthly Review 74, no. 5 (octubre de 2022): 23–36; Lebowitz, Contradicciones del “socialismo real”,115–20. La noción promovida por la escuela de economía “austriaca”, incluidas figuras como Ludwig von Mises, Friedrich Hayek y Lionel Robbins, de que la planificación central era imposible porque requeriría resolver simultáneamente millones de ecuaciones, fue errónea desde el principio, como lo demostró adecuadamente Oskar Lange. Hoy en día, la mayor parte de los bienes no se producen sobre la base de las señales del mercado, sino que son el producto de la planificación corporativa interna dentro de la empresa. No obstante, la informatización de las entradas y salidas en el sistema de planificación habría ayudado en gran medida a la eficiencia general. Oskar Lange y Fred M. Taylor, Sobre la teoría económica del socialismo (Nueva York: McGraw-Hill, 1938), 57–98; Ernest Mandel, “En defensa de la planificación socialista”, New Left ReviewI/159 (septiembre-octubre de 1986), 11; P. Cockshott, A. Cottrell y J. Dapprich, Planificación económica en una era de crisis climática (Londres: Cockshott, Cottree y Dapprich, 2022).
67. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en67backlink> Magdoff y Sweezy, “Perestroika y el futuro del socialismo: segunda parte”, pág. 6; Magdoff y Magdoff, “Aproximación al socialismo”, pág. 44.
68. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en68backlink> Sweezy, Sociedad posrevolucionaria , 140–41.
69. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en69backlink> Helen Yaffe, Che Guevara: The Economics of Revolution (Nueva York: Palgrave Macmillan, 2009), 38–39; Michael Löwy, El marxismo del Che Guevara (Nueva York: Rowman and Littlefield, 1973), 440–41, 7–51. Sobre las empresas soviéticas, véase Spulber, Soviet Strategy for Economic Growth , 119–29; Magdoff y Magdoff, “Aproximación al socialismo”, pág. 44; Galbraith, Economía y el propósito público , 108–17.
70. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en70backlink> Zimbalist y Sherman, Comparación de sistemas económicos , 24–25.
71. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en71backlink> Magdoff y Sweezy, “Perestroika and the Future of Socialism—Part Two,” 3–7; János Kornai, El sistema socialista (Princeton: Princeton University Press, 1992).
72. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en72backlink> Para una comparación de las tasas de crecimiento de EE. UU. y la Unión Soviética, consulte David M. Kotz con Fred Weir, Russia’s Path from Gorbachev to Putin (Londres: Routledge, 2007), 35–36.
73. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en73backlink> Stephen F. Cohen, Destinos soviéticos y alternativas perdidas (Nueva York: Columbia University Press, 2011), 136–40; Stanislav Menshikov, “ El capitalismo ruso hoy <https://doi.org/10.14452/MR-051-03-1999-07_6> ”, Monthly Review 51, no. 3 (julio-agosto de 1999): 81–99; Kotz, El camino de Rusia desde Gorbachov hasta Putin , 105–25; Gordon M. Hahn, La revolución rusa desde arriba, 1985–2000 (New Brunswick, New Jersey: Transaction Publishers, 2002).
74. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en74backlink> Magdoff y Magdoff, “Aproximación al socialismo”, pág. 49.
75. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en75backlink> Sobre la reforma agraria de China, véase William Hinton, Through a Glass Darkly <https://monthlyreview.org/product/through_a_glass_darkly/> (Nueva York: Monthly Review Press, 2006), 37–84.
76. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en76backlink> Fred Magdoff, “Prefacio”, en Dongping Han, The Unknown Cultural Revolution: Life and Change in a Chinese Village <https://monthlyreview.org/product/unknown_cultural_revolution/> (Nueva York: Monthly Review Press, 2008), x.
77. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en77backlink> Rostow, Economía mundial , 522, 536.
78. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en78backlink> Chris Bramall, Elogio de la planificación económica maoísta: niveles de vida y desarrollo económico en Sichuan desde 1931 (Oxford: Oxford University Press, 1993), 335–36.
79. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en79backlink> Samir Amin, “ China 2013 <https://doi.org/10.14452/MR-064-10-2013-03_3> ”, Monthly Review 64, no. 10 (marzo de 2013): 20.
80. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en80backlink> Yi Wen, “The Making of an Economic Superpower: Unlocking China’s Secret of Rapid Industrialization”, Junta de la Reserva Federal de St. Louis, Economic Research, Working Paper Series (agosto de 2015), 2; John Ross, China’s Great Road (Glasgow: Praxis, 2021), 13, 178.
81. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en81backlink> Lowell Dittmer, “Transformación de la economía política china en la nueva era”, en Economía política de China en la época de Xi Jinping , ed. Lowell Dittmer (Singapur: World Scientific Publishing, 2021), 8; Gang Chen, “Consolidación del control leninista de las empresas estatales: el capitalismo estatal 2.0 de China”, en La economía política de China en la época de Xi Jinping , ed. Dittmer, 44.
82. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en82backlink> Chen, “Consolidación del control leninista de las empresas estatales”, 59.
83. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en83backlink> Chen, “Consolidación del control leninista de las empresas estatales”, 45–49, 59; Tian Hongzhi y Li Hui, “¿Cómo promueve el plan quinquenal el desarrollo económico de China?”, Días económicos de Hradec (2021), diglib.uhk.cz.
84. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en84backlink> Cheng Enfu, Dialéctica económica de China (Nueva York: International Publishers, 2021), 48–49, 66–67, 143, 295–310.
85. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en85backlink> Wen, “La creación de una superpotencia económica”, pág. 9.
86. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en86backlink> La aparente capacidad de China para evitar grandes cambios en el ciclo económico no significa que la sociedad esté libre de crisis en un sentido transformador más amplio. Véase Wen Tiejun, Diez crisis: la economía política del desarrollo de China (1949–2020) (Nueva York: Palgrave Macmillan, 2021); John Ross, “ Por qué la economía socialista de China es más eficiente que el capitalismo <https://mronline.org/2023/06/06/why-chinas-socialist-economy-is-more-efficient-than-capitalism/> ”, MR Online, 6 de junio de 2023.
87. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en87backlink> “ Riqueza y desigualdad en EE. UU. y China <https://china.usc.edu/wealth-inequality-us-and-china/> ”, Instituto EE. UU.-China de la Universidad del Sur de California, 19 de noviembre de 2020, china.usc.edu; Cheng Enfu, Dialéctica económica de China , 287–93; Marc Blecker, “La economía política de la reforma de la clase obrera”, en La economía política de China en la época de Xi Jinping , ed. Dittmer, 87–105; John Bellamy Foster y Robert W. McChesney, The Endless Crisis <https://monthlyreview.org/product/endless_crisis/> (Nueva York: Monthly Review Press, 2012), 155–83.
88. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en88backlink> Magdoff y Sweezy, “Perestroika y el futuro del socialismo: segunda parte”, pág. 1; Mandel, “En defensa de la planificación socialista”, 9.
89. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en89backlink> Consulte el artículo de Martin Hart-Landsberg sobre “Planificación de una economía democrática y ecológicamente sostenible” en este número. Sobre la planificación británica en tiempos de guerra, véase Cockshott, Cottrell y Dapprich, Economic Planning in an Age of Climate Crisis , 63–75.
90. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en90backlink> “ Rosie the Riveter: More than a Poster Girl <https://goordnance.army.mil/history/rosie.html> ”, Cuerpo de Artillería del Ejército de EE. UU., goordnance.army.mil; “ Rosie the Riveter <https://www.history.com/topics/world-war-ii/rosie-the-riveter> ”, History.com, 27 de marzo de 2023.
91. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en91backlink> Magdoff y Magdoff, “Aproximación al socialismo”, 53–54.
92. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en92backlink> Kalecki, Ensayos seleccionados sobre planificación económica , 27.
93. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en93backlink> Fred Magdoff y Chris Williams, Creando una sociedad ecológica <https://monthlyreview.org/product/creating_an_ecological_society/> (Nueva York: Monthly Review Press, 2017), 290.
94. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en94backlink> Marx, El capital , vol. 1, 742.
95. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en95backlink> Magdoff y Magdoff, “Aproximación al socialismo”, 54–55.
96. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en96backlink> Lange, “Sobre la teoría económica del socialismo”, 72–73. El término “democracia popular de todo el proceso” es intrínseco a las concepciones chinas contemporáneas de cómo la democracia podría hacerse más significativa. A pesar de las limitaciones sobre cómo se ha aplicado esto en la propia China, el concepto es de vital importancia en el desarrollo de la democracia socialista. Xi Jinping, La Gobernanza de China , vol. 4 (Beijing: Foreign Languages ​​Press, 2022), 299–301.
97. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en97backlink> Mandel, “En defensa de la planificación socialista”, 6–8, 13–17, 22, 25; Karl Marx, Textos sobre el método (Oxford: Basil Blackwell, 1975), 195; Gregory Grossman, “Material Balances”, en Problemas de la economía planificada , eds. Eatwell, Milgate y Newman, 178.
98. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en98backlink> Un trabajo clave en el ataque ideológico al registro ambiental soviético fue Murray Feshbach y Arthur Friendly Jr., Ecocide in the USSR (Nueva York: Basic Books, 1992). La técnica utilizada fue para jugar con la destrucción ecológica soviética, ignorando el hecho de que existían muchas de las mismas condiciones ecocidas y, a menudo, a mayor escala en términos per cápita e impacto global en Occidente.
99. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en99backlink> Salvatore Engel-Di Mauro, Socialist States and the Environment (Londres: Pluto, 2021), 115; Foster, Capitalismo en el Antropoceno , 328.
100. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en100backlink> Foster, Capitalismo en el Antropoceno , 316–37.
101. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en101backlink> Engel-Di Mauro, Estados socialistas y medio ambiente , 120–24, 139.
102. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en102backlink> John Bellamy Foster, “ Civilización ecológica, revolución ecológica <https://doi.org/10.14452/MR-074-05-2022-09_1> ”, Monthly Review 74, no. 5 (octubre de 2022): 1–11.
103. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en103backlink> G. Oldak, «Utilización equilibrada de recursos naturales y crecimiento económico», Problems in Economics 28, no. 3 (1985): 3; PG Oldak, “The Environment and Social Production”, Pyotr Kapitsa et al., Society and the Environment: A Soviet View (Moscú: Progress Publishers, 1977), 56–68; PG Oldak y DR Darbanov, “Un programa bioeconómico”, Estudios soviéticos en filosofía 13, no. 2–3 (1974): 68–73.
104. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en104backlink> Engel Di-Mauro, Estados socialistas y medio ambiente , 129–31, 141–42.
105. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en105backlink> Paul M. Sweezy, “ Socialismo y ecología <https://doi.org/10.14452/MR-041-04-1989-08_1> ”, Monthly Review 41, no. 4 (septiembre de 1989): 1–8.
106. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en106backlink> Engel Di-Mauro, Estados socialistas y medio ambiente , 170–94; “Mientras arde el mundo, Cuba número 1 en desarrollo sostenible: WWF”, Telesur, 27 de octubre de 2016; Matt Trinder, “Se descubrió que Cuba es el país más sostenible del mundo”, Green Left, 10 de enero de 2020; Mauricio Betancourt, “El efecto de la agroecología cubana en la mitigación de la grieta metabólica: un enfoque cuantitativo de la producción de alimentos en América Latina”, Cambio ambiental global 63 (2020): 1–10; Rebecca Clausen, Brett Clark y Stefano B. Longo, “Fisuras metabólicas y restauración: crisis agrícolas y el potencial del enfoque socialista y orgánico de Cuba para la producción de alimentos”, Revisión mundial de economía política 6, no . 1 (2015): 4–32.
107. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en107backlink> “Comparando Estados Unidos y China por economía”, Statistics Times, 15 de mayo de 2021, statisticstimes.com.
108. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en108backlink> Foster, “Civilización Ecológica, Revolución Ecológica”; Barbara Finamore, ¿China salvará el planeta? (Cambridge: Polity Press, 2018); 156–58.
109. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en109backlink> Ana Felicien, Christina M. Schiavoni y Liccia Romero, “ La política de la alimentación en Venezuela <https://doi.org/10.14452/MR-070-02-2018-06_1> ”, Monthly Review 70, no. 2 (junio de 2018): 1–19; Owen Schalk, “ La ley de semillas de Venezuela debería ser un modelo global <https://canadiandimension.com/articles/view/venezuelas-seed-law-should-be-a-global-model> ”, Canadian Dimension , 16 de enero de 2023. Sobre Venezuela y el decrecimiento, véase Chris Gilbert, “’ Donde está el peligro… ‘: La alternativa comunal en Venezuela”, en este número. Ver también John Bellamy Foster, “ Chávez y el Estado Comunal <https://doi.org/10.14452/MR-066-11-2015-04_1> ”, Monthly Review 66, no. 11 (abril de 2015): 1–17.
110. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en110backlink> Uno de los últimos artículos de Lenin fue “Mejor menos, pero mejor”. Baran luego escribió un ensayo titulado «Mejor más pequeño pero mejor». Ambos tenían que ver con retiros políticos estratégicos. Pero ambos también reflejaron una forma de pensar que reconocía que los cambios cualitativos suelen ser más importantes que los cambios cuantitativos para lograr un progreso significativo. Véase VI Lenin, “Better Fewer But Better”, en Lewin, Lenin’s Last Struggle , 156–76; Baran, La visión más amplia , 203–9.
111. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en111backlink> Odum y Odum, Un próspero camino hacia abajo , 139.
112. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en112backlink> Erald Kolasi, “ El estado ecológico <https://doi.org/10.14452/MR-072-09-2021-02_2> ”, Monthly Review 72, no. 9 (febrero de 2021): 23—36; Tom Athanasiou y Paul Baer, ​​Dead Heat: Global Justice and Global Warming (Nueva York: Seven Stories, 2002).
113. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en113backlink> El informe de consenso de los científicos original filtrado sobre mitigación, antes de que los gobiernos lo censuraran antes de su publicación, indicaba que la ampliación de la captura y secuestro de carbono (CCS), la bioenergía con captura y secuestro de carbono (BECCS) y las tecnologías nucleares eran todas poco prácticas e incapaces de desempeñar otra cosa que un papel menor en la mitigación del cambio climático. Consulte el Informe de consenso científico filtrado sobre mitigación, AR6, parte 3, B4.3. Véase también Mathilde Fajardy, Alexandre Köberle, Niall MacDowell y Andrea Fantuzzi, “BECCS Deployment: A Reality Check”, Grantham Institute, Imperial College London, Documento informativo n. 28, 19 de enero de 2019; Julian Allwood, “ La tecnología no resolverá el problema del cambio climático <https://www.ft.com/content/207a8762-e00c-4926-addd-38a487a0995f> ”, Financial Times , 16 de noviembre de 2021.
114. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en114backlink> Sobre el desperdicio ecológico y económico del capital monopolista, véase Foster, Capitalism in the Anthropocene , 373–89.
115. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en115backlink> Sobre el proletariado medioambiental, véase Foster, Capitalism in the Anthropocene , 483–92.
116. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en116backlink> Harry Magdoff, “ Una nota sobre el socialismo de mercado <https://doi.org/10.14452/MR-047-01-1995-05_2> ”, Monthly Review 47, no. 1 (mayo de 1995): 12–18.
117. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en117backlink> Anthony Giddens, La política del cambio climático (Cambridge: Polity Press, 2011), 95; Andreas Malm, Fossil Capital (Londres: Verso, 2016), 382; Sobre las diversas formas de combinar plan y mercado, véase Alec Nove, “Planned Economy”, en Problems of the Planned Economy , eds. Eatwell, Milgate y Newman, 195–97.
118. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en118backlink> Fred Magdoff y John Foster, “ Grand Theft Capital <https://doi.org/10.14452/MR-075-01-2023-05_1> ”, Monthly Review 75, no. 1 (mayo de 2023): 19–20; Carter C. Price y Kathryn A. Edwards, “ Trends in Income from 1975 to 2018 <https://www.rand.org/pubs/working_papers/WRA516-1.html> ”, documento de trabajo de RAND Corporation WR-A156-1, Santa Mónica, 2020, 12 (fig. 2), 40; “El mercado inmobiliario de EE. UU. ha duplicado su valor desde la Gran Recesión, ganando 6,9 billones en 2021”, Cision PR Newswire, 27 de enero de 2002.
119. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en119backlink> Sobre el cálculo del excedente económico, véase Michael Dawson y John Bellamy Foster, “The Tendency of the Surplus to Rise, 1963–1988,” en The Economic Surplus in Advanced Economies (Brookfield, Vermont: Edward Elgar, 1992): 42–70.
120. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en120backlink> William Morris, Signs of Change (Londres: Longmans, Green, and Co., 1896), 141–73; Foster, El retorno de la naturaleza , 103–5
121. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en121backlink> Schmelzer, Vetter y Vansintjan, El futuro es el decrecimiento , 240.
122. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en122backlink> Kurt Vonnegut Jr., Player Piano (Nueva York: Dell, 1974).
123. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en123backlink> Leo Huberman y Paul M. Sweezy, “ La triple revolución <https://doi.org/10.14452/MR-016-07-1964-11_1> ”, Monthly Review 16, no. 7 (noviembre de 1964): 422; Robert W. McChesney y John Nichols, People Get Ready (Nueva York: Nation Books, 2016), 80–81; Giorgos Kallis, “ The Degrowth Alternative <https://greattransition.org/images/Kallis-Degrowth-Alternative.pdf> ”, Great Transition Initiative, febrero de 2015, org <https://greattransition.org/images/Kallis-Degrowth-Alternative.pdf> .
124. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en124backlink> Ver la crítica ofrecida en Foster y Clark, The Robbery of Nature , 269–87.
125. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en125backlink> Véase, por ejemplo, Noam Chomsky y Robert Pollin, Climate Crisis and the Global Green New Deal (Londres: Verso, 2020). Pollin, cuyos puntos de vista difieren un poco de los de Chomsky a este respecto, es un fuerte oponente de las alternativas de decrecimiento, e insiste en que el desacoplamiento absoluto en la escala requerida se puede lograr a un costo mínimo sin que el crecimiento económico se contraiga a través de un marco de “política industrial” con impuestos verdes, financiamiento estatal e incentivos de mercado.
126. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en126backlink> Max Ajl, A People’s Green New Deal (Londres: Plutón, 2021).
127. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en127backlink> William J. Baumol y William G. Bowen, Artes escénicas: un dilema económico (Cambridge, Massachusetts: MIT Press, 1968).
128. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en128backlink> Varun Ganapathi, «Comprender la enfermedad de costos de Baumol y sus impactos en la atención médica», Forbes , 8 de abril de 2022; Aaron Benanav, Automation and the Future of Work (Londres: Verso, 2020), 57–60.
129. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en129backlink> Magdoff y Williams, Creando una Sociedad Ecológica , 251–57; Herman Daly, “Postscript”, en Economía, ecología, ética: ensayos hacia una economía de estado estacionario , ed. Herman E. Daly (San Francisco: WH Freeman, 1980), 366.
130. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en130backlink> Paul A. Baran, La economía política del crecimiento <https://monthlyreview.org/product/political_economy_of_growth/> (Nueva York: Monthly Review Press, 1957), 42.
131. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en131backlink> Noam Chomsky, “ El fin de la humanidad organizada <https://www.youtube.com/watch?v=F0LwhVGZKac> ”, Daño climático, video de YouTube, 19:24, 12 de abril de 2023.
132. ↩
    <https://monthlyreview.org/2023/07/01/planned-degrowth/#en132backlink> Marx y Engels, Obras completas , vol. 25, 145–46, 153, 270; Marx y Engels, El Manifiesto Comunista , 2; Karl Marx y Frederick Engels, Ireland and the Irish Question (Moscú: Progress Publishers, 1971), 142. Véase también Walter Benjamin, Selected Writings , vol. 4 (Cambridge, Massachusetts: Harvard University Press, 2003), 402; Michael Löwy, Fire Alarm (Londres: Verso, 2016), 66–67; John Bellamy Foster, “ Dialéctica de la naturaleza de Engels en el Antropoceno <https://doi.org/10.14452/MR-072-06-2020-10_1> ”, Monthly Review 72, no. 6 (noviembre de 2020): 1–3.

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OBSERVATORIO DE LA CRISIS
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27/7/2023