terça-feira, 14 de outubro de 2014

“El papel de las mujeres ha sido fundamental a la hora de poner en pie, y mantener en funcionamiento, numerosos proyectos de solidaridad”


Entrevista a Antonio Cuesta Marín sobre “Solidaridad y autogestión en Grecia”
(II)
“El papel de las mujeres ha sido fundamental a la hora de poner en pie, y
mantener en funcionamiento, numerosos proyectos de solidaridad”


Salvador López Arnal
Rebelión




Entre muchas más cosas, Antonio Cuesta es periodista, corresponsal en Grecia de
la agencia Prensa Latina, colaborador del periódico Rebelion.org y coordinador
de la editorial Dyskolo (www.dyskolo.cc), un proyecto sin ánimo de lucro por la
cultura libre. Además de autor del libro "Solidaridad y autogestión en Grecia.
La hora de las alternativas" (1). La primera parte de la entrevista se encuentra
aquí.

***
Estamos en la segunda parte de tu libro. “Buscando alternativas” es el título
del apartado. ¿Cuándo una alternativa es realmente una alternativa?
En mi opinión un proyecto alternativo es aquel cuyos objetivos buscan superar el
actual modelo socioeconómico, planteándose modelos social, económica y
medioambientalmente más igualitarios, y su funcionamiento y organización son
acordes a esos fines.
¿Quiénes, qué sectores sociales están buscando esas alternativas?
Bueno, básicamente las personas de a pie. Creando estructuras y organizaciones
que son de nuevo cuño y para lo que solo han contado con el apoyo de sus
conciudadanos, y en algunos casos el tímido apoyo de los ayuntamientos.
Lógicamente, entre esta amplia base popular hay profesionales, técnicos,
intelectuales, académicos... que han aportado sus capacidades y participado de
igual a igual con el resto de los integrantes en cada proyecto.
Comienzas con una cita de Vassilis, un trabajador griego supongo de unos 30
años. “Somos parte de la solución a los problemas. No importa el problema social
o financiero si trabajamos juntos para mejorar nuestra conciencia y actuar en
consecuencia”. ¿No importa realmente? ¿No hay demasiada complejidad en los
asuntos político-económicos para que, aun trabajando juntos, consigamos
soluciones adecuadas?
Aunque parezca sorprendente, no. Hay mucha inteligencia colectiva puesta al
servicio de cada iniciativa de manera que, pese a la indudable complejidad de la
situación en Grecia, en líneas generales se han fortalecido y desarrollado por
encima de sus expectativas. Si miramos, por ejemplo, a las cooperativas de
carácter asambleario surgidas desde 2011 veremos que han tenido un enorme
crecimiento y no solo han conseguido mantenerse pese a la grave situación de
crisis, sino que en muchos casos han mejorado sus previsiones.
La segunda cita que añades: “La cooperación ha predominado en el curso de la
evolución porque sus ventajas son superiores a los costes que supone. Se ha
visto favorecida al proporcionar a los individuos una mejor adaptación a las
imposiciones del medio que las estrategias individuales”. ¿Esto no es biologismo
social? ¿Y si se probara o argumentara con fuerza que no es la cooperación sino
la despiadada lucha por la existencia lo que ha predominado en el curso de la
evolución? ¿Estarían entonces justificados el capitalismo y la competitividad
desalmada?
El intento de legitimar lo que llamas “la despiadada lucha por la existencia”
para justificar la imposición del libre mercado es uno de los argumentos más
manidos, y fraudulentos, por los ideólogos neoliberales. Como explico en la
tercera parte de mi libro, existen muchas evidencias que demuestran la falsedad
del mito capitalista que pretende hacer creer que en el pasado el espíritu
emprendedor del comerciante individual le condujo de los mercados locales al
incremento de la producción y la acumulación de capital -mediante la división
del trabajo-, y de ahí a dar el salto al intercambio con el exterior, lo que hoy
llamamos la economía globalizada. La realidad es bien distinta. Los mercados han
sido, tradicionalmente, lugares de encuentro del comercio a larga distancia,
funcionando en los márgenes de la sociedad y no en el interior de una economía
local con la que no guarda relación. Como recuerda la investigadora Claude
Mossé, todas las sociedades anteriores a la economía de mercado desarrollada en
Europa occidental, estuvieron organizadas bajo los principios de reciprocidad,
redistribución o de administración doméstica, o de una combinación de los tres
¿Por qué fue tan importante el alzamiento zapatista de 1994? ¿Qué han
conseguido? México, en su conjunto, sigue en las mismas manos.
Al margen de los resultados logrados por los zapatistas en México, lo cierto es
que en Grecia una parte muy importante del movimiento libertario y
antiautoritario extrajo valiosos conceptos que le sirvió para armarse
teóricamente y construir numerosas experiencias sociales y económicas,
alcanzando un nivel de funcionamiento muy notable.
Insisto en este punto. El movimiento zapatista, afirmas, había inspirado año
atrás a una importante corriente del pensamiento libertario griego. ¿Hay rasgos
libertarios en el movimiento zapatista? ¿No parece inconsistente que las
prácticas y reflexiones de un subcomandante y amigos puedan inspirar a un
movimiento libertario?
No, el pensamiento zapatista y el movimiento libertario en Grecia no son
incompatibles. Antes que nada el movimiento libertario es antiautoritario y
comparte la idea de que lo fundamental no es la toma del poder sino la de crear
estructuras horizontales, abiertas y participativas, que comiencen a cambiar la
realidad desde la base. Un movimiento sin líderes ni dirigentes que pretende que
todas las personas, en pie de igualdad, vean reflejadas y reconocidas sus
aspiraciones.
Durante años, afirmas, el sistema productivo del sector privado en Grecia se
sustentó en el trabajo autónomo y las pequeñas empresas principalmente. ¿Y qué
papel jugaron entonces las grandes empresas, las corporaciones multinacionales?
Pienso en Siemens por ejemplo.
Las empresas multinacionales solo juegan un papel de lobby, como elemento de
presión contra el gobierno para que acabe con todos los derechos laborales y
convierta a la clase trabajadora griega en la más inerme y barata de Europa. No
con el fin de facilitar la llegada de otras empresas extranjeras, sino
únicamente para aumentar los beneficios en tiempos de crisis y esclavizar a los
trabajadores al no tener otra forma de subsistencia. Para hacernos una idea, las
pequeñas empresas en Grecia constituyen el 99,6%, pero durante la crisis han
sido las más duramente castigadas. Se calcula que unas 200.000 han cerrado
dejando en la calle a cerca de la mitad de los desempleados que hoy engordan las
filas del paro. En contraposición, las grandes corporaciones aumentaron sus
beneficios en un 26% durante 2013 después de haberlo hecho en un 44,3% en 2012.
¿Cuándo irrumpe entonces el cooperativismo social en Grecia? ¿En qué sectores
principalmente? ¿Qué papel jugó aquí Sporos?
Tradicionalmente el cooperativismo en Grecia no ha desempeñado un papel
demasiado importante en la economía nacional. Y se encontraba prácticamente
circunscrito a las cooperativas agropecuarias en las que los pequeños
agricultores juntaban su producción para comercializarla conjuntamente. La
introducción del concepto de “economía social” en la legislación se dio a
finales de 2011, con la nueva ley sobre cooperativas. Y gracias a ella adoptaron
forma jurídica numerosas iniciativas de autoempleo, muchas de ellas procedentes
de Sporos, que buscaban un modelo en el que estuviera reconocida la opción de la
gestión colectiva y asamblearia por parte de todos los integrantes de la
cooperativa.
La mayoría de estos proyectos se sitúan en el sector servicios: cafés,
restaurantes, tiendas de comercio justo... pero también en otros sectores de la
economía.
¿Por qué crees que fue tan brutal la agresión neoliberal contra el pueblo
Grecia? ¿También ellos vivieron “muy por encima de sus posibilidades”?
Esa es una frase realmente deleznable, un insulto para los trabajadores que han
debido pagar muy caro un modelo que les obligó a endeudarse, aunque en el caso
griego fue el Estado el que con más alegría e irresponsabilidad aceptó el juego.
La agresión por parte de las instituciones financieras se debió en gran parte a
la facilidad con que sus gobernantes aceptaron préstamo tras préstamo, y al
hecho de que era el eslabón más débil de los países del sur, dentro de la
eurozona. Grecia apenas contaba con industria, el sector primario no cubría ni
de lejos la demanda interna del país y había un gran número de empresas públicas
que debían ser privatizadas. Se mirara por donde se mirara Grecia ofrecía muchos
atractivos para ser intervenida por los tiburones neoliberales.
¿Nos puedes dar algún ejemplo, para las personas que desconocemos lo sucedido,
de lo que fueron aquellos embates contra los servicios públicos y las conquistas
sociales y obreras en general?
Grecia contaba, entre otras cosas, con unos derechos laborales que garantizaban
conquistas muy valiosas para los trabajadores, una sanidad pública que con todas
sus imperfecciones no tenía rival en la medicina privada y unas coberturas
sociales dignas para los sectores más desfavorecidos. Todo eso ha sido demolido.
Hoy no existen convenios colectivos, los fondos de pensiones estatales están en
quiebra, el salario mínimo se encuentra por debajo del umbral de la pobreza,
esta afecta a una cuarta parte de la población y un porcentaje similar de
ciudadanos no tienen ningún tipo de cobertura sanitaria. Se podría profundizar
aún más en lo que han supuesto las políticas de austeridad impuestas por la
troika, con el beneplácito de los distintos gobiernos, pero creo que con lo
dicho podemos tener una imagen de la debacle.
¿Qué importancia tiene que Grecia, como tú comentas, haya “liberalizado” 285
profesiones, la mayoría de las exigidas en un memorando de un préstamo?
El eufemismo de la liberalización no es capaz de esconder los fines que se
persiguen. Estas 285 profesiones, de las 345 previstas y exigidas en el
memorando de préstamo, corresponden a profesiones "reguladas" que representan un
tercio del empleo privado. Es decir, que la legislación ofrecía garantías frente
al intrusismo y al dominio de grandes grupos empresariales. El objetivo de esta
“liberalización” no era buscar el beneficio para la ciudadanía, ni siquiera para
los consumidores, sino despojar a los trabajadores autónomos y a los
profesionales de las protecciones legales que impedían a las corporaciones
adueñarse, ya sin restricciones, de las materias primas, los recursos naturales,
la mano de obra y los mercados. Estamos hablando de cuestiones que afectan a
todos los órdenes de la vida social y económica, desde los taxistas a las
farmacias, pasando por los abogados, los productores agrícolas, la elaboración
de productos alimentarios de primera necesidad y un largo etcétera de
profesiones u oficios.
Citas a Michael Hudson: las finanzas se han convertido en la nueva forma de la
guerra. ¿Por qué? ¿No exageras un pelín?
No lo creo. Las instituciones financieras internacionales y los acreedores,
propietarios de la deuda griega, controlan en todo momento la política económica
de Grecia, imponiendo unas transformaciones salvajes contra la clase obrera y
los ciudadanos en general. Existen muchos indicadores que muestran de manera
directa el aumento de las muertes y el empeoramiento hasta límites inimaginables
del nivel de vida en Grecia. Estoy hablando del incremento exponencial de
suicidios, del aumento de la mortalidad infantil, de los miles de niños que no
pueden ser vacunados, con problemas de desnutrición, del abandono a su suerte de
personas sin recursos con enfermedades graves o incurables, de la desaparición
de tratamientos públicos para drogodependientes o seropositivos, del aumento de
las enfermedades mentales como consecuencia de la crisis y el cierre de los
hospitales psiquiátricos... La lista es larga.
Apoyándote en el Movimiento de Mujeres contra la Deuda y la Austeridad, hablas
de que los efectos de las políticas neoliberales afectan especialmente a las
mujeres en todos los aspectos de sus vidas. ¿Por qué? ¿No les afecta cómo a los
hombres trabajadores más o menos?
El papel de las mujeres ha sido fundamental a la hora de poner en pie, y
mantener en funcionamiento, numerosos proyectos de solidaridad. Y ello debido a
que además de trabajadoras son las responsables, dentro del seno familiar, del
cuidado de los niños, los enfermos, los ancianos, los discapacitados e, incluso,
de los jóvenes desempleados que se encuentran en el hogar. La eliminación de los
servicios sociales ha incrementado esta carga, y las ha movido a organizarse
para tratar de dar respuestas colectivas a la práctica desaparición del llamado
estado del bienestar.
¿Qué destacarías como más esencial de las iniciativas políticas griegas que han
surgido tras la crisis-estafa?
Aun en una fase todavía incipiente, las iniciativas políticas cuentan a mi modo
de ver con una visión bastante amplia de los problemas a los que se enfrenta el
país y elaboran propuestas que tratan de superar el marco tradicional en el que
se han movido los partidos políticos, incluidos los de izquierda.
Citas también a Kazakis: “Otra Europa es de hecho factible. Una Europa cuyos
pueblos serán libres, soberanos y dueños de sus países, para decidir su presente
y su futuro.” ¿Tú también lo crees? ¿No estamos muy pero que muy lejos de todo
ello?
Bueno, ese es al menos un objetivo loable. Lo que desde luego no significa que
este cerca de lograrse, ni claro el modo en que se puede alcanzar. Sin embargo,
creo que la experiencia organizativa del movimiento social abre la esperanza
para que también en el campo de la política puedan surgir o desarrollarse
propuestas alternativas que superen el actual sistema de dominio capitalista.
Hablas con mucho respeto de KEERFA. ¿Qué movimiento, qué grupo es ese?
El Movimiento Contra el Racismo y la Amenaza Fascista (KEERFA) ha sido una de
las iniciativas políticas que más fulgurante ascenso ha experimentado. No solo
debido a la aparición en la escena política institucional del partido fascista
Amanecer Dorado, sino también motivado por las políticas racistas y xenófobas
del propio gobierno griego. Lo cierto es que en poco tiempo se ha puesto en
funcionamiento una organización con una estructura descentralizada y
tremendamente operativa, a partir de asambleas de barrio en las que participan
una heterogénea muestra de activistas de diferentes procedencias y vecinos, y
donde las agrupaciones de inmigrantes tienen un papel destacado. Sus
convocatorias son seguidas por miles de personas y sus denuncias públicas y
judiciales tienen un impacto innegable sobre el gobierno. Así sucedió tras el
asesinato del rapero y militante de izquierda Pavlos Fyssas en septiembre de
2013. La presión social fue tan intensa -y cabe atribuirla a las decenas de
movilizaciones convocadas por el KEERFA desde las primeras horas- que incluso
desde Europa se forzó al gobierno de Atenas para que pusiera fin a la impunidad
del partido fascista, de la que hacía gala hasta entonces. A día de hoy, el
KEERFA tiene una autoridad innegable entre la población
¿Qué es ese colectivo de Solidaridad para Todos?
Solidaridad para Todos es una coordinadora de grupos e iniciativas sociales, una
red de solidaridad a través de la que circulan la información y los recursos de
unas a otras, y sirve también para coordinar campañas que de manera autónoma
estos proyectos no podrían llevar a cabo. No es la única plataforma de este
tipo, pero es sin duda la más fuerte y aglutina a cerca de 150 grupos.
¿Qué prácticas de desobediencia civil practicada te parecen más interesantes?
Sin duda la más conocida es “No pago”, que tuvo su réplica incluso en Barcelona.
Pero personalmente me admira la valentía de esos voluntarios y trabajadores de
la Empresa Pública de Energía (DEI) que, arriesgándose a penas de cárcel, se han
dedicado de forma clandestina a restablecer el suministro eléctrico en los
hogares en los que había sido cortada la luz por impago. Solo durante el pasado
año más de 350.000 propietarios o inquilinos se vieron en esa situación, y un
10% de ellos se reconectaron ilegalmente gracias a la ayuda de estos activistas
anónimos.
En toda esta situación, ¿cómo se han manifestado los intelectuales griegos?
Numerosos artistas e intelectuales se han manifestado abiertamente en contra de
las políticas de austeridad. Pero a la vez, muchos de ellos se han implicado de
manera anónima en el trabajo cotidiano de diferentes iniciativas de solidaridad.
Y eso es sin duda muy importante.
Un punto muy destacable en mi opinión, lo cuentas magníficamente al final del
capítulo, es la irrupción de movimientos ecologistas en una situación tan
difícil. ¿Nos das un ejemplo relevante?
Por su trayectoria y su dimensión citaría a los Comités de lucha contra la
minería en la región de Calcídica, en el norte del país. Su pelea no tiene que
ver con la crisis, aunque se ha endurecido con esta, pero su capacidad de
resistencia es ejemplar teniendo en cuenta que enfrente tienen a poderosas
compañías internacionales y al estado griego. Estos comités están constituidos
por los vecinos de los pueblos afectados, las organizaciones sociales y los
cargos electos de la región, y representan de forma asamblearia y democrática a
la mayoría de sus habitantes. La lucha contra la explotación minera,
fundamentalmente de oro, se desarrolla entre denuncias y vigorosas acciones de
protesta contra lo que sería un brutal desastre ecológico en un área de elevado
valor, el fin de la economía tradicional en las localidades y todo ello
salpicado de prácticas mafiosas y violentas por parte de las empresas
concesionarias, y de una corrupción desbocada entre los políticos responsables.
Su fuerza reside en una ejemplar unidad popular y en el importante apoyo que
reciben tanto a nivel nacional como internacional, con el respaldo de
intelectuales de primerísima fila como Noam Chomsky, Naomi Klein o David Harvey.
Citas a Rousseau en un paso de esta segunda parte: las leyes debe adecuarse para
lograr una igualdad tal que ningún ciudadano “sea lo suficientemente opulento
como para comprar a otro, ni ninguno tan pobre como para verse obligado a
venderse.” ¿Y esa aspiración se ha conseguido en algún país capitalista? ¿Las
leyes se ajustan en algún país a esa noble aspiración rousseauniana?
Como te decía anteriormente las aspiraciones loables no dejan de serlo porque
estén lejos de lograrse o porque no exista un ejemplo práctico en el que
fijarse. En todo caso parece claro que ese enunciado tan digno no puede darse en
un sistema como el capitalista, radicalmente opuesto a la igualdad y a la
redistribución de la riqueza, y solo puede lograrse en un modelo socialista en
el que prime el interés de las personas sobre el de las empresas. En ese sentido
creo que Latinoamérica puede servirnos de guía en esta larga noche neoliberal.
Pasamos a la tercera parte del libro, ¿te parece?
Sí, a la que he denominado de la teoría a la práctica.
Mejor título imposible.
Nota:
(1) Puedes descargar el libro desde aquí:

http://www.mrafundazioa.org/es/centro-de-documentacion/documentos/alternativas-y-autogestion-en-grecia
http://www.dyskolo.cc/cat007.html

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una
licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras
fuentes.

In

Rebelión
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=190736

13/10/2014

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