segunda-feira, 11 de setembro de 2023

Lo que todos los niños deberían saber sobre la teoría del valor de Marx

 




      Michael A. Lebowitz

La ley del valor funciona de forma misteriosa. Para algunos marxistas,
subyace a todo lo que necesitamos saber sobre el capitalismo (1). Pero,
al igual que Karl Marx afirmó que no era marxista, también podría haber
dicho: "esa no es mi ley del valor".

 

*Todo gira en torno a la asignación del trabajo*

 

/"Todo niño sabe que cualquier nación que dejara de trabajar, no durante
un año, sino digamos, sólo durante unas semanas, perecería. Y todo niño
sabe también que las cantidades de productos correspondientes a las
distintas cantidades de necesidades exigen cantidades diferentes y
cuantitativamente determinadas del trabajo agregado de la sociedad".
Karl Marx (2)/

Todo niño de la época de Marx podría haber oído hablar de Robinson
Crusoe. Ese niño podría haber oído que en su isla Robinson tenía que
trabajar si no quería perecer, que tenía "necesidades que satisfacer".
Para ello, Robinson tenía que "realizar trabajos útiles de diversa
índole": fabricaba medios de producción (herramientas), y cazaba y
pescaba para su consumo inmediato. Se trataba de funciones diversas,
pero todas eran "sólo diferentes modos de trabajo humano", su trabajo. A
partir de la experiencia, desarrolló la Regla de Robinson: "La propia
necesidad le obliga a dividir su tiempo con precisión entre sus
distintas funciones". Así, aprendió que la cantidad de tiempo dedicado a
cada actividad dependía de su dificultad, es decir, de cuánto trabajo
era necesario para lograr el efecto deseado. Dadas sus necesidades,
aprendió a distribuir su trabajo para sobrevivir (3).

Lo mismo que le ocurrió a Crusoe, le ocurre a la sociedad. Cada sociedad
debe asignar su trabajo agregado de tal manera que obtenga las
cantidades de productos correspondientes a las diferentes cantidades de
sus necesidades. Como comentó Marx: "En la medida en que la sociedad
quiere satisfacer sus necesidades, y hacer producir un artículo para
este fin, tiene que pagar por él... Los compra con una cierta cantidad
del tiempo de trabajo de que dispone"(4). Debe asignar cantidades
"diferentes y cuantitativamente determinadas" de trabajo a la producción
de bienes y servicios para el consumo directo (Departamento II) y una
cantidad igualmente determinada de trabajo para la producción y
reproducción de los medios de producción (Departamento I).

Para garantizar la reproducción de una sociedad determinada, debe haber
suficiente mano de obra disponible para la reproducción de los
productores -tanto directa como indirectamente (por ejemplo, en los
Departamentos II y I, respectivamente)- en función de su nivel de
necesidades existente y de la productividad de la mano de obra. Esto
incluye no sólo la mano de obra en los lugares de trabajo organizados,
que producen determinados productos materiales y servicios, sino también
la mano de obra necesaria asignada al hogar y a la comunidad y a los
lugares donde se mantienen la educación y la salud de los trabajadores.
Toda sociedad también debe asignar mano de obra a lo que podemos
denominar Departamento III, un sector que produce medios de regulación y
que puede contener instituciones como la policía, la autoridad legal, el
aparato ideológico y cultural, etcétera.

Además del trabajo necesario para mantener a los productores, en toda
sociedad de clases es necesaria una cantidad de trabajo de la sociedad
si se quiere reproducir a los que gobiernan. Así, el proceso de
reproducción requiere la asignación de trabajo no sólo a la producción
de artículos de consumo, medios de producción y los medios particulares
de regulación, sino, en última instancia, a la producción y reproducción
de las propias relaciones de producción.

 

*Reproducción de una sociedad socialista*

 

Consideremos una sociedad socialista: "una asociación de [individuos]
libres, que trabajan con los medios de producción que tienen en común y
emplean sus diversas formas de fuerza de trabajo con plena conciencia de
sí mismos como una única fuerza de trabajo social" (5). Una vez
identificadas las diferentes cantidades de necesidades que desea
satisfacer, esta sociedad de productores asociados asigna su trabajo
diferente y cuantitativamente determinado a través de un proceso
consciente de planificación. En este sentido, sigue la Regla de
Robinson: distribuye su trabajo agregado "de acuerdo con un plan social
definido [que] mantiene la proporción correcta entre las diferentes
funciones del trabajo y las diversas necesidades de las asociaciones" (6).

La premisa de este proceso de planificación es un conjunto particular de
relaciones en las que los productores asociados reconocen su
interdependencia y emprenden la actividad productiva sobre esta base.
"Se presupone una producción comunal, la comunalidad, como base de la
producción". La transparencia y la solidaridad entre los productores, en
resumen, subyacen a la "organización del trabajo" en la sociedad
socialista con el resultado de que la actividad productiva está
conscientemente "determinada por las necesidades comunales y los
propósitos comunales" (7). La reproducción de la sociedad aquí "se
convierte en producción de [productores] libremente asociados y se
encuentra bajo su control consciente y planificado" (8).

Para identificar sus necesidades y su capacidad para satisfacerlas, los
productores empiezan por las instituciones más cercanas a ellos: los
consejos comunales, que identifican los cambios en las necesidades
expresadas por los individuos y las comunidades, y los consejos de
trabajadores, donde los trabajadores exploran el potencial para
satisfacer las necesidades locales por sí mismos. Estas necesidades y
capacidades se transmiten a instancias más amplias y, finalmente, se
consolidan a nivel de la sociedad en su conjunto, donde deben tomarse
decisiones que afectan a toda la sociedad. Sobre la base de estas
decisiones (que son debatidas por los productores asociados en todos los
niveles de la sociedad), la sociedad socialista asigna directamente su
mano de obra en función de sus necesidades tanto de satisfacción
inmediata como futura.

El motor de este proceso es "la propia necesidad de desarrollo del
trabajador", "el desarrollo absoluto de sus potencialidades creativas",
"el desarrollo integral del individuo", el desarrollo de lo que Marx
llamó seres humanos "ricos " (9). Este objetivo se entiende como
indivisible: no es coherente con disparidades significativas entre los
miembros de la sociedad. En palabras del /Manifiesto Comunista/, "el
libre desarrollo de cada uno es la condición para el libre desarrollo de
todos" (10). En consecuencia, dada la premisa de comunalidad y
solidaridad, esta sociedad socialista destina su trabajo a eliminar los
déficits heredados de formaciones sociales anteriores. La sociedad
socialista, en definitiva, "se basa en el desarrollo universal de los
individuos y en la subordinación de su productividad comunal y social
como riqueza social" (11).

La planificación consciente -una mano visible, una mano comunal- es la
condición para construir una sociedad socialista. Sin embargo, este
proceso hace algo más que producir el llamado plan correcto. También
produce y reproduce a los propios productores y las relaciones entre
ellos. Lo que Marx denominó "práctica revolucionaria" ("el cambio
simultáneo de las circunstancias y la actividad humana o autocambio") es
fundamental. Toda actividad humana produce dos productos: el cambio en
las circunstancias y el cambio en los propios actores. En el caso
concreto de las instituciones socialistas, el tiempo de trabajo
invertido en reuniones para desarrollar decisiones colectivas no sólo
produce soluciones que se basan en el conocimiento de todos los
afectados, sino que también es una inversión que desarrolla las
capacidades de todos los que toman esas decisiones. Fomenta la
solidaridad a escala local, nacional e internacional. Estas
instituciones y prácticas, en definitiva, son el núcleo de la regulación
de los propios productores (actividad del Departamento III). Son
esenciales para la reproducción de la sociedad socialista (12).

 

*Reproducción de una sociedad caracterizada por la producción de mercancías*

 

Pero, ¿qué ocurre con una sociedad que no se caracteriza por la
comunalidad, una sociedad marcada, en cambio, por actores separados y
autónomos? La premisa esencial de una sociedad de este tipo es la
separación de productores independientes (13). En lugar de una comunidad
de productores, existe un conjunto de propietarios autónomos que
dependen de la actividad productiva de otros propietarios para
satisfacer sus necesidades. Existe una "dependencia total de los
productores entre sí", pero la suya es una "conexión de personas
mutuamente indiferentes". En efecto, "su interconexión mutua aparece
aquí como algo ajeno a ellos, autónomo, como una cosa". Sin embargo, si
estos "individuos indiferentes entre sí" no comprenden su conexión,
¿cómo hace esta sociedad para asignar sus "cantidades diferentes y
cuantitativamente determinadas del trabajo agregado de la sociedad" para
satisfacer sus "cantidades diferentes de necesidades?" (14).

Obviamente, tal sociedad no utiliza la Regla de Robinson: no puede
asignar directamente su trabajo agregado de acuerdo con la distribución
de sus necesidades. "Sólo cuando la producción esté sujeta al control
genuino y previo de la sociedad", señaló Marx, "la sociedad establecerá
la conexión entre la cantidad de tiempo de trabajo social aplicado a la
producción de artículos particulares, y la escala de la necesidad social
a satisfacer por éstos" (15). Aunque la aplicación de la Regla de
Robinson no sea posible, su función permanece. Como comentó Marx, esas
relaciones simples y transparentes establecidas para Robinson Crusoe
"contienen todos los determinantes esenciales del valor" (16). En
particular, permanece la "necesidad de la distribución del trabajo
social en proporciones específicas".

La ley necesaria de la asignación proporcional del trabajo agregado,
insistió Marx, "no es abolida ciertamente por la forma específica de la
producción social." Sólo cambia la /forma/ de esa ley. Como Marx
escribió a Ludwig Kugelmann, "lo único que puede cambiar, bajo
condiciones históricamente diferentes, es la /forma/ en que esas leyes
se afirman." En la sociedad productora de mercancías, la forma que
adopta esta ley necesaria es la ley del valor. "La forma en que esta
distribución proporcional del trabajo se afirma en un estado de sociedad
en el que la interconexión del trabajo social se expresa como el
/intercambio privado/ de los productos individuales del trabajo, es
precisamente el /valor de cambio/ de estos productos" (17).

Sin embargo, dado que la asignación del trabajo de la sociedad
incorporado en las mercancías está "mediada a través de la compra y
venta de los productos de las diferentes ramas de la industria" (en
lugar de a través de un "control genuino y previo" por parte de la
sociedad), el efecto inmediato del mercado es un "abigarrado patrón de
distribución de los productores y sus medios de producción" (18). Sin
embargo, este aparente caos pone en marcha un proceso por el que tenderá
a surgir la necesaria asignación del trabajo. En la simple producción de
mercancías, algunos productores recibirán ingresos muy por encima del
coste de producción; otros recibirán ingresos muy por debajo. Suponiendo
que sea posible, los productores cambiarán su actividad, es decir,
mostrarán una tendencia de entrada y salida. En consecuencia, tenderá a
surgir un equilibrio en el que ya no habrá motivos para que los
productores individuales de productos básicos se desplacen. A través de
tales movimientos, los diversos tipos de trabajo "se reducen
continuamente a las proporciones cuantitativas en las que la sociedad
los requiere".

En resumen, aunque "el juego del capricho y del azar" hace que la
asignación del trabajo no se corresponda inmediatamente con la
distribución de las necesidades expresada en la compra de mercancías,
"las diferentes esferas de la producción tienden constantemente al
equilibrio" (19). A través de la ley del valor, el trabajo se asigna en
las proporciones necesarias en la sociedad productora de mercancías. De
la misma manera que "la ley de la gravedad se impone por sí misma",
vemos que "en medio de las relaciones de intercambio accidentales y
siempre fluctuantes entre los productos, el tiempo de trabajo
socialmente necesario para producirlos se impone como una ley reguladora
de la naturaleza " (20). Hay una "tendencia constante por parte de las
diversas esferas de la producción hacia el equilibrio" precisamente
porque "la ley del valor de las mercancías determina en última instancia
cuánto de su tiempo de trabajo disponible puede gastar la sociedad en
cada tipo de mercancía" (21).

¿Puede alcanzarse /en la realidad/ ese equilibrio en el que el trabajo
se destina a satisfacer las necesidades de la sociedad? Si pensamos en
una sociedad caracterizada por la simple producción de mercancías, el
equilibrio se produce cuando todos los productores de mercancías reciben
el equivalente del trabajo contenido en sus mercancías. En realidad, sin
embargo, existen importantes barreras a la salida y a la entrada: las
habilidades y capacidades particulares que poseen los productores
individuales no se trasladarán fácilmente a la producción de mercancías
diferentes. De hecho, este proceso puede tardar una generación en
producirse, en cuyo caso los productores de algunas esferas parecerán
privilegiados durante largos periodos.

En el caso de la producción capitalista de mercancías -el tema de /El
Capital/- el capitalista individual "obedece a la ley inmanente, y por
tanto al imperativo moral del capital, de producir tanta plusvalía como
sea posible " (22). En consecuencia, hay una "distribución proporcional
continuamente cambiante del capital social total entre las diversas
esferas de producción... inmigración y emigración continuas de capitales
"(23). El equilibrio se produce aquí cuando todos los productores
obtienen una tasa de ganancia igual sobre su capital avanzado para
medios de producción y fuerza de trabajo. Esta tendencia "tiene el
efecto de distribuir la masa total del tiempo de trabajo social /entre
las diversas esferas de la producción/ de acuerdo con la necesidad
social" (24). Sin embargo, aquí también hay un obstáculo para la
realización del equilibrio: la existencia de capital fijo incrustado en
esferas particulares no permite una fácil salida y entrada.

Sin embargo, para Marx, la ley del valor (el proceso por el cual el
trabajo se asigna en las proporciones necesarias en el capitalismo)
funciona más suavemente a medida que se desarrolla el capitalismo. El
"libre movimiento del capital entre estas diversas esferas de producción
como tantos campos de inversión disponibles" tiene como condición el
desarrollo del sistema crediticio y bancario. Sólo como capital-dinero
el capital "posee realmente la forma en la que se distribuye como
elemento común entre estas diversas esferas, entre la clase capitalista,
con independencia de su aplicación particular, de acuerdo con los
requisitos de producción de cada esfera particular " (25). En su
forma-dinero, el capital se abstrae de los empleos particulares. Sólo en
el capital-dinero, en el mercado-dinero, desaparecen todas las
distinciones en cuanto a la calidad del capital: "Todas las formas
particulares del capital, derivadas de su inversión en esferas
particulares de la producción o de la circulación, quedan aquí borradas.
Existe aquí en la forma indiferenciada y autoidéntica del valor
independiente, del dinero " (26).

La igualación de las tasas de ganancia "presupone el desarrollo del
sistema crediticio, que concentra la masa inorgánica de capital social
disponible frente al capitalista individual" (27). Es decir, presupone
la dominación del capital financiero: los banqueros "se convierten en
los directores generales del capital monetario", que ahora aparece como
"una masa concentrada y organizada, puesta bajo el control de los
banqueros como representantes del capital social de una manera muy
diferente a la producción real" (28).

 

*La autocrítica de Marx*

 

No hay mejor manera de entender la teoría del valor de Marx que ver cómo
respondió a las críticas de /El Capital/. Con respecto a una crítica en
particular, Marx comentó a Kugelmann en julio de 1868 que la necesidad
de demostrar la ley del valor revela "una completa ignorancia tanto del
tema en discusión como del método de la ciencia". Todo niño, continuaba
aquí Marx, sabe que "las cantidades de productos correspondientes a las
diferentes cantidades de necesidades exigen cantidades diferentes y
cuantitativamente determinadas del trabajo agregado de la sociedad."
¿Cómo es posible que el crítico no vea que "¡Es EVIDENTE que esta
/necesidad/ de la /distribución/ del trabajo social en proporciones
específicas no es abolida por la /forma específica/ de la producción
social!?"(29). De manera similar, respondiendo a la objeción de Eugen
Dühring a su discusión sobre el valor, Marx escribió a Federico Engels
en enero de 1868 que "en realidad, ninguna forma de sociedad puede
impedir que el tiempo de trabajo a disposición de la sociedad regule la
producción de UNA MANERA U OTRA" (30). Ese era el punto: ¿en una
sociedad productora de mercancías, de qué /otra/ manera podría asignarse
el trabajo -excepto por el mercado?

Aunque Marx fue más claro en estas cartas sobre este punto que en /El
Capital/, allí fue transparente en su crítica de la economía política
clásica sobre el valor y el dinero. A diferencia de los economistas
vulgares, que no iban más allá de la superficie, los economistas
clásicos (lo cual les honra) habían intentado "captar la conexión
interna en contraste con la multiplicidad de formas externas". Los
economistas clásicos comenzaron explicando el valor relativo por la
cantidad de tiempo de trabajo, pero "nunca se plantearon la pregunta de
por qué este contenido ha asumido esa forma particular, es decir, por
qué el trabajo se expresa en valor, y por qué la medida del trabajo por
su duración se expresa en el valor del producto" (32). Su análisis, en
resumen, se quedó a medias.

Este enfoque clásico caracterizó el pensamiento temprano del propio
Marx. Es importante reconocer que la crítica de Marx era una
autocrítica, una crítica de puntos de vista que él mismo había aceptado
anteriormente. En 1847, Marx declaró que "la teoría de los valores de
[David] Ricardo es la interpretación científica de la vida económica
real" (33). En /Los principios de la economía política/, Ricardo había
argumentado que "el valor de una mercancía... depende de la cantidad
relativa de trabajo que es necesaria para su producción". Con esto, se
refería "no sólo al trabajo aplicado inmediatamente a las mercancías",
sino también al trabajo "otorgado a la ejecución, las herramientas y los
edificios con los que dicho trabajo es realizido". En consecuencia, los
valores relativos de las diferentes mercancías se determinaban por "la
cantidad total de trabajo necesario para fabricarlas y llevarlas al
mercado". Esta era "la regla que determina las cantidades respectivas de
mercancías que se darán a cambio unas de otras" (34).

Marx siguió a Ricardo en sus primeros trabajos. "Las fluctuaciones de la
oferta y la demanda", escribió Marx en /Trabajo asalariado y capital/,
"restablecen continuamente el precio de una mercancía al coste de
producción" (es decir, a su "precio natural"). Esta era la teoría del
valor de Ricardo: la "determinación del precio por el coste de
producción equivale a la determinación del precio por el tiempo de
trabajo necesario para la fabricación de una mercancía". Además, esta
regla se aplicaba también a la determinación de los salarios, que
estaban "/determinados por el coste de producción, por el tiempo de
trabajo necesario para producir esta mercancía-trabajo/" (35). El mismo
punto se planteó en el /Manifiesto Comunista/ de 1848: "El precio de una
mercancía, y por lo tanto también del trabajo, es igual a su coste de
producción" (36).

En la década de 1850, sin embargo, Marx comenzó a desarrollar una nueva
interpretación. En los cuadernos escritos en 1857-58, que constituyen
los /Grundrisse/, comenzó su crítica de la economía política clásica.
Marx concluyó los /Grundrisse/ anunciando que el punto de partida para
el análisis tenía que ser no el valor (como empezó Ricardo), sino la
mercancía, que "aparece como unidad de dos aspectos" -el valor de uso y
el valor de cambio (37). La mercancía y, en particular, su doble
aspecto, es el punto de partida de su crítica y cómo comienza tanto su
/Contribución a la crítica de la economía política/ (1859) como /El
Capital/ (38).

 

*Los mejores temas de /El Capital/*

 

La ley del valor como "ley reguladora de la naturaleza" no era uno de
los mejores aspectos de /El Capital/, ni uno de los "elementos
fundamentalmente nuevos del libro". Después de todo, si la ley del valor
es la tendencia de los precios de mercado a acercarse a un equilibrio de
la misma manera que "la ley de la gravedad se sostiene a sí misma",
entonces esta "ley reguladora de la naturaleza" ya estaba presente en
Ricardo.

Más bien, lo que Marx argumentó en /El Capital/ es que /la economía
política clásica no entendía el valor/. "En lo que se refiere al valor
en general, la economía política clásica, de hecho, en ninguna parte
distingue explícitamente y con una conciencia clara entre el trabajo tal
como aparece en el valor de un producto, y el mismo trabajo tal como
aparece en el valor de uso del producto" (39). Pero esa distinción,
declaró Marx a Engels en agosto de 1867, es "fundamental para toda
comprensión de los HECHOS"! Ese "/doble carácter del trabajo/", indicó,
es uno de los "mejores aspectos de mi libro" (y, de hecho, el mejor tema
del primer volumen de El Capital) (40).

Marx hizo el mismo comentario en la primera edición del primer volumen
de /El Capital/ sobre el doble carácter del trabajo en las mercancías:
"este aspecto, que soy el primero en haber desarrollado de manera
crítica, es el punto de partida del que depende la comprensión de la
economía política" (41). Escribiendo de nuevo a Engels en enero de 1868,
Marx describió su análisis del doble carácter del trabajo representado
en las mercancías como uno de los "tres elementos fundamentalmente
nuevos del libro". Todos los economistas anteriores, al no haber visto
esto, estaban "obligados a toparse con lo inexplicable en todas partes".
Este es, de hecho, todo el secreto de la concepción crítica" (42).

El secreto de la concepción crítica, el punto de partida para la
comprensión de la economía política, la base para toda comprensión de
los hechos, /-¿qué hizo tan importante la revelación del doble carácter
del trabajo en las mercancías?/ Muy sencillamente, es el reconocimiento
de que el trabajo real, específico, concreto, todas esas horas de
trabajo real que se han dedicado a producir una mercancía concreta, en
sí mismas /no tienen nada que ver con su valor/. No se pueden sumar las
horas de trabajo del carpintero al trabajo contenido en los medios de
producción consumidos y obtener el valor de la mercancía del carpintero.
Ese trabajo específico, más bien, ha ido a parar a la producción de una
cosa para su uso, también conocido como valor de uso. Además, no se
pueden explicar los valores relativos contando la cantidad de trabajo
específico que contienen los distintos valores de uso. Si no distingues
claramente entre los dos aspectos del trabajo en la mercancía, no has
entendido la crítica de Marx a la economía política clásica.

 

*La teoría monetaria del trabajo de Marx*

 

"Tenemos que llevar a cabo una tarea", anunció Marx, "que ni siquiera ha
intentado nunca la economía burguesa" (43). Esa tarea era desarrollar su
teoría del dinero, en particular, revelar que el dinero es el
representante social del trabajo agregado en las mercancías. Para ello,
Marx demostró que: 1) el concepto de dinero está latente en el concepto
de mercancía y 2) que el dinero representa el trabajo abstracto en una
mercancía y que la manifestación de este último, su /única/
manifestación, es el precio de la mercancía.

Si sumar las horas de trabajo concreto para producir una mercancía no
revela su valor, ¿qué lo hace? Nada, si se trata de una sola mercancía.
"Podemos retorcer y girar una mercancía como queramos, pero sigue siendo
imposible comprenderla como algo que posee valor" (44). Sólo podemos
aproximarnos a la comprensión del valor de una mercancía considerándola
/en una relación/. La forma más simple (pero no desarrollada) de esta
relación es como valor de cambio: el valor de la mercancía A es igual a
x unidades de la mercancía B, donde B es un valor de uso. Siempre
conocimos A como un valor de uso, pero ahora conocemos el /valor/ de A a
partir de su equivalente en B. (Si lo invirtiéramos, diríamos que el
valor de B es igual a 1/x unidades de A, y aquí A es el equivalente). La
segunda mercancía, el equivalente, es un espejo del valor de la primera
mercancía. Es a través de esta relación social que podemos entender la
mercancía como algo que posee valor.

Una vez establecido que el valor de una mercancía se revela a través de
su equivalente, Marx procede lógicamente paso a paso a establecer la
existencia de una mercancía que sirve como equivalente para /todas/ las
mercancías, es decir, es la /forma general del valor/. De ahí a revelar
/la forma monetaria del valor/ hay un minipaso: el dinero como
equivalente universal, el dinero como representante del valor (45). En
resumen, una vez que empezamos a analizar una sociedad de intercambio de
mercancías, somos dirigidos al concepto de dinero. Esto es lo que Marx
identifica como su tarea: "Tenemos que mostrar el origen de esta forma
de dinero, tenemos que trazar el desarrollo de esta expresión de la
relación de valor de las mercancías desde el esbozo más simple, casi
imperceptible, hasta la deslumbrante forma de dinero. Una vez hecho
esto, el misterio del dinero desaparecerá inmediatamente" (46). Pero
esto era un libro cerrado para los economistas clásicos; "Ricardo",
comentó Marx años más tarde, "de hecho sólo se ocupó del trabajo /como
medida de la magnitud del valor/ y, por lo tanto, no encontró ninguna
conexión entre su teoría del valor y la esencia del dinero" (47).

Pero, ¿qué es el dinero? Para entender el dinero, tenemos que volver al
doble carácter del trabajo en las mercancías, ese punto del que depende
la comprensión de la economía política. Sabemos que el trabajo concreto
y específico produce valores de uso específicos. En la medida en que el
trabajo es concreto, no podemos comparar mercancías que contienen
diferentes calidades de trabajo. Pero podemos compararlas si nos
/abstraemos de sus especificidades/, es decir, si las consideramos como
si contuvieran trabajo en general, trabajo abstracto, "trabajo humano
igual, el gasto de idéntica fuerza de trabajo humano" (48). El trabajo
agregado de la sociedad es un compuesto de muchos "modos diferentes de
trabajo humano": La "forma completa o total de aparición del trabajo
humano está constituida por la totalidad de sus formas particulares de
aparición " (49). Esa "masa homogénea de fuerza de trabajo humano", ese
trabajo universal, uniforme, abstracto, social en general, "trabajo
humano puro y simple", entra en cada mercancía (50).

Pensemos en el trabajo agregado en las mercancías como el llamado
trabajo gelatinoso, como si estuviera formado por una serie de unidades
idénticas y homogéneas. Una cierta cantidad de este trabajo gelatinoso
entra en cada mercancía. El valor de una mercancía viene determinado por
la cantidad de este trabajo gelatinoso -la cantidad de trabajo
homogéneo, universal y abstracto, esa "sustancia social" común- que
contiene. Obviamente, no podemos sumar el trabajo gelatinoso
simplemente, como podríamos intentar con el trabajo concreto. Entonces,
¿cómo podemos ver el valor de una mercancía? /Ya hemos respondido a esta
pregunta/. El valor de una mercancía (es decir, el trabajo homogéneo,
general y abstracto de la mercancía) está representado por la cantidad
de dinero, que es su equivalente. En efecto, la /única/ forma en que
puede manifestarse el valor de las mercancías es la forma-dinero.

Toda sociedad obtiene las cantidades de productos correspondientes a las
distintas cantidades de sus necesidades dedicando a su producción una
parte del tiempo de trabajo disponible. Como se ha señalado
anteriormente, "en la medida en que la sociedad quiere satisfacer sus
necesidades, y hacer producir un artículo con este fin, tiene que pagar
por él... [y] los compra con una determinada cantidad del tiempo de
trabajo de que dispone" (51). ¿Cómo satisfacemos nuestras necesidades
dentro del capitalismo? Las compramos con el /representante/ del trabajo
social total en mercancías: el dinero.

 

*Ignorancia tanto del tema de discusión como del método científico*

 

Como escribe Michael Heinrich, "muchos marxistas tienen dificultades
para entender el análisis de Marx". Al igual que los economistas
burgueses, "intentan desarrollar una teoría del valor sin referencia al
dinero"(52). Sin embargo, es un poco difícil entender por qué, dadas las
críticas de Marx a la economía política clásica sobre este mismo punto.
Ricardo, comentaba Marx, no había entendido "ni siquiera planteado como
problema" la "conexión entre el valor, su medida inmanente -es decir, el
tiempo de trabajo- y la necesidad de una medida /externa/ de los valores
de las mercancías". Ricardo no examinó el trabajo abstracto, el trabajo
que "se manifiesta en los valores de cambio: la naturaleza de /este
trabajo/". Por lo tanto, no comprende la conexión de este trabajo con el
/dinero/ o que debe asumir la forma de /dinero/" (53).

Por eso Marx emprendió su tarea de "mostrar el origen de esta forma de
dinero" y resolver "el misterio del dinero", una tarea "jamás intentada
siquiera por la economía burguesa". Necesitamos comprender la naturaleza
del dinero, y cómo pasamos del valor directamente al dinero. Como
explicó en el capítulo 10 del tercer volumen de /El Capital/:

"al tratar del dinero suponíamos que las mercancías se venden a sus
valores; no había razón alguna para considerar precios que divergieran
de los valores, ya que nos ocupábamos simplemente de los cambios de
forma que experimentan las mercancías cuando se convierten en dinero y
luego vuelven a transformarse de dinero en mercancías. En el momento en
que una mercancía se vende de alguna manera y se compra una nueva
mercancía con los ingresos, tenemos ante nosotros la metamorfosis
completa, y es completamente irrelevante si el precio de la mercancía
está por encima o por debajo de su valor. El valor de la mercancía sigue
siendo importante como base, ya que cualquier comprensión racional del
dinero tiene que partir de este fundamento, y el precio, en su concepto
general, es simplemente el valor en forma de dinero" (54).

Para comprender por qué Marx consideraba esencial resolver el misterio
del dinero, ayuda entender su método de derivación dialéctica. Al igual
que G. W. F. Hegel, al examinar conceptos particulares, descubrió que
contenían un segundo término implícito en ellos; procedió entonces a
considerar la unidad de los dos conceptos, trascendiendo así la
unilateralidad de cada uno y avanzando hacia conceptos más ricos. De
este modo, Marx analizó la mercancía y descubrió que contenía latente en
su interior el concepto de dinero, la forma independiente del valor, y
que la mercancía se diferenciaba en mercancía y dinero. Además,
considerando esa relación de mercancía y dinero desde todos los ángulos,
Marx descubrió el concepto de capital (55).

El concepto de capital, en resumen, no cae del cielo. Está marcado por
las categorías precedentes. Puesto que el dinero es el representante del
trabajo abstracto, del trabajo agregado homogéneo de la sociedad, el
capital debe entenderse como una /acumulación/ de trabajo homogéneo y
abstracto. Al entender el dinero como latente en las mercancías,
rechazamos la imagen del dinero yuxtapuesto externamente a las
mercancías como en la economía política clásica y, por tanto,
reconocemos que el trabajo abstracto está siempre presente en el
concepto de capital.

Sin embargo, todas las acumulaciones de trabajo abstracto no son
capital. Para que correspondan al concepto de capital, deben estar
impulsadas por el ímpetu de crecer y deben tener valor autoexpansivo (es
decir, *M-C-M'*). ¿Cómo es posible, sin embargo, en el supuesto de
intercambio de equivalentes? ¿De dónde procede el valor adicional, la
plusvalía? Las dos preguntas expresan lo mismo: en un caso, en forma de
trabajo objetivado; en el otro, en forma de trabajo vivo, fluido (56).

La respuesta a ambas es que, con la disponibilidad de fuerza de trabajo
como mercancía, el capital puede ahora asegurarse trabajo adicional
(abstracto). Esto no se debe a alguna cualidad oculta de la fuerza de
trabajo, sino a que, al comprar fuerza de trabajo, el capital se
encuentra ahora en una relación de "supremacía y subordinación" con
respecto a los trabajadores, una relación que trae consigo la
/"compulsión a realizar trabajo excedente"/ (57). Esa compulsión,
inherente a las relaciones capitalistas de producción, es la fuente del
crecimiento del capital.

Consideremos la plusvalía absoluta centrándonos en el "trabajo vivo y
fluido". El valor de la fuerza de trabajo, o trabajo necesario, en un
momento dado representa la parte del trabajo social agregado que se
destina a los trabajadores. El resto del trabajo social es captado por
los capitalistas. Cuando el capital utiliza su poder para aumentar la
duración o la intensidad de la jornada laboral, el trabajo social total
aumenta; suponiendo que el trabajo necesario permanezca constante, el
capital es el único beneficiario. La relación entre el trabajo excedente
y el trabajo necesario -la tasa de explotación- aumenta.

Otra posibilidad es aumentar la productividad del trabajo. Para producir
la misma cantidad de valores de uso, se requiere menos trabajo total. En
consecuencia, el aumento de la productividad trae consigo la posibilidad
de reducir la jornada laboral (posibilidad que no se da en el
capitalismo). Si, por el contrario, el trabajo social agregado permanece
constante, ¿quién sería el beneficiario de ese aumento de la
productividad? Suponiendo que la clase obrera esté atomizada y el
capital sea capaz de dividir suficientemente a los trabajadores, el
capital obtiene plusvalía relativa porque el trabajo necesario
disminuye. Alternativamente, en la medida en que los trabajadores estén
suficientemente organizados como clase, se beneficiarán de los aumentos
de productividad con un aumento de los salarios reales al caer el valor
de las mercancías. En /El Capital/, esta segunda opción está
esencialmente excluida porque, siguiendo a los economistas clásicos,
Marx partía de la base de que la norma de necesidad viene dada y es fija
(58).

En resumen, tenemos que entender el dinero si queremos entender el
capital, y para ello tenemos que comprender el doble carácter del
trabajo que entra en una mercancía. Desgraciadamente, muchos marxistas
no captan la distinción "entre el trabajo tal como aparece en el valor
de un producto, y el mismo trabajo tal como aparece en el valor de uso
del producto" -la distinción que Marx consideraba "fundamental para
/toda/ comprensión de los HECHOS". Como resultado, ofrecen una "teoría
del valor sin referencia al dinero", lo que Heinrich llama "teorías
premonetarias del valor", que yo considero teorías premarxianas del
valor o teorías ricardianas del valor (59).

Los marxistas ricardianos no comprenden la lógica de Marx, o cómo Marx
pasa lógicamente de lo abstracto a lo concreto. El problema es
particularmente evidente cuando se trata del llamado problema de la
transformación. Lo que no entienden los que intentan calcular la
transformación de los valores en precios de producción es que, en lugar
de transformar los valores realmente existentes, los precios de
producción son simplemente un desarrollo /lógico/ más del valor (60). El
movimiento /real/ es de los precios de mercado a los precios de
equilibrio, es decir, los precios de producción. Como hemos visto, así
es como la ley del valor asigna el trabajo agregado en mercancías, de
forma similar a una ley de la gravedad. El fracaso de estos marxistas
para distinguir entre lo lógico y lo real demuestra su "completa
ignorancia tanto del tema en discusión como del método de la ciencia."

 

*Notas*

 

En las notas hemos mantenido las citas del artículo original de la
/Monthly Review/.

En el caso que exista traducción al español, a continuación damos los
datos de la misma. Salvo error u omisión, en caso que haya más de una
traducción hacemos referència a la última.

 

- Michael Einrich: /Crítica de la economía política. Una introducción a
El Capital de Marx/, Guillermo Escolar Editor, 2ª edición, 2018.

- Michael Einrich: /¿Cómo leer El Capital de Marx?. Indicaciones de
lectura i comentario del comienzo de El Capital/, Guillermo Escolar
Editor, 3ª edición, 2020, Madrid.

- Karl Marx: /Elementos fundamentales para la crítica de la economía
política. Grundrisse 1857-1858/, 3 volúmenes, Siglo Veintiuno Editores,
2013, Madrid.

- Karl Marx: /El Capital/, 3 volúmenes, Siglo Veintiuno Editores, 2021.

- Karl Marx: /Crítica al Programa de Gotha/, 1875, en
https://www.marxists.org/espanol/m-e/1870s/gotha/critica-al-programa-de-... <https://www.marxists.org/espanol/m-e/1870s/gotha/critica-al-programa-de-gotha.htm> (consultado el 7 de septiembre de 2023). También se pueden encontrar ediciones antiguas de segunda mano u otras en pdf.

- Karl Marx i Frederich Enfels: /El Manifiesto Comunista/, Planeta, 2019.

- Michael  A. Lebowitz: /La alternativa socialista. El verdadero
desarrollo humano/ . Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2015.

- Karl Marx: /Teorías sobre la plusvalía/, 3 tomos, Fondo de Cultura
Económica, Buenos Aires, 1980.

- David Ricardo: /Principios de economia política y tributación/, Fondo
de Cultura Económica, 2020, 9ª reimpresión, México.

- Karl Marx: /Trabajo asalariado y capital/, 1849, en
https://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/49-trab2.htm
<https://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/49-trab2.htm> (consultado el
7 de septiembre de 2023). También se pueden encontrar ediciones antiguas
de segunda mano u otras en pdf.

- Karl Marx: /Notas marginales al Tratado de economía política de Adolph
Wagner/, Cuadernos de Pasado y Presente, 97, 1982, México. Se puede
encontrar en formato pdf en
https://proletarios.org/books/Marx-Notas_sobre_Wagner.pdf
<https://proletarios.org/books/Marx-Notas_sobre_Wagner.pdf>

- Michael A. Lebowitz: /Más allà de El Capital. La economia política de
la clase obrera en Marx/, Akal, 2005, Madrid.

 

(1) En su excelente introducción e interpretación de /El Capital/,
Michael Heinrich critica el marxismo tradicional y que intenta ser una
cosmovisión en /An Introduction to the Three Volumes of Karl Marx's
Capital/ (Nueva York: Monthly Review Press, 2012). Heinrich expone
además intensamente las primeras secciones del primer volumen de El
Capital en Michael Heinrich, /How to Read Marx's Capital/ (Nueva York:
Monthly Review Press, 2021).

(2) Karl Marx y Federico Engels, /Collected Works /(New York:
International Publishers, 1975), vol. 43, 68.

(3) Karl Marx, /Capital/, vol. 1 (Londres: Penguin, 1977), 169-70.

(4) Karl Marx, /Capital/, vol. 3 (Londres: Penguin, 1981), 288.

(5) Marx, /Capital/, vol. 1, 171.

(6) Marx, /Capital/, vol. 1, 172.

(7) Karl Marx, /Grundrisse/ (Londres: Penguin, 1973), 171-72.

(8) Marx, /Capital/, vol. 1, 173.

(9) Marx, /Capital/, vol. 1, 772; Marx, /Grundrisse/, 488, 541, 708;
Karl Marx, /Critique of the Gotha Programme/ en Marx y Engels, /Selected
Works/, vol. 2 (Moscow: Foreign Languages Press, 1962), 24.

(10) Marx y Engels, /Collected Works/, vol. 6, 506.

(11) Marx, /Grundrisse/, 158-59.

(12) Sobre esta visión de la sociedad socialista, véase Michael A.
Lebowitz, /The Socialist Alternative: Real Human Development/ (Nueva
York: Monthly Review Press, 2010) y Michael A. Lebowitz, /Between
Capitalism and Community/ (Nueva York: Monthly Review Press, 2020).

(13) La discusión sobre el productor de mercancías individual se aplica
también a los productores de mercancías colectivos o de grupo (como en
el caso de las cooperativas).

(14) Marx, /Grundrisse/, 156-58.

(15) Marx/, Capital/, vol. 3, 288-89.

(16) Marx, /Capital/, vol. 1, 170.

(17) Marx y Engels, /Collected Works/, vol. 43, 68.

(18) Marx, /Capital/, vol. 1, 476. Es importante tener en cuenta la
distinción entre el trabajo agregado en las mercancías y el trabajo
agregado en la sociedad en su conjunto.

(19) Marx, /Capital/, vol. 1, 476.

(20) Marx, /Capital/, vol. 1, 168.

(21) Marx, /Capital/, vol. 1, 476.

(22) Marx, /Capital/, vol. 1, 1051.

(23) Marx, /Capital/, vol. 3, 895.

(24) Karl Marx, /Theories of Surplus Value, Part II /(Moscow: Progress
Publishers, 1968), 209.

(25) Marx, /Capital/, vol. 3, 491.

(26) Marx, /Capital/, vol. 3, 490. Estamos describiendo aquí el llamado
capital gelatinoso.

(27) Marx, /Capital/, vol. 3, 298.

(28) Marx, /Capital/, vol. 3, 528, 491.

(29) Marx and Engels, /Collected Works/, vol. 43, 68.

(30) Marx and Engels, /Collected Works/, vol. 42, 515.

(31)Karl Marx, /Theories of Surplus Value, Part III /(Moscow: Progress
Publishers, 1971), 500.

(32) Marx, /Capital/, vol. 1, 173-74.

(33) Marx and Engels, /Collected Works/, vol. 6, 121, 123–24.

(34) David Ricardo, The Principles of Political Economy and Taxation
(Homewood: Richard D. Irwin, Inc., 1963), 5-6, 12-13, 42.

(35) Karl Marx, /Wage Labour and Capital /in Marx and Engels, /Collected
Works/, vol. 9, 208–9.

(36) Marx and Engels, /Collected Works/, vol. 6, 491. Aquí, Marx aceptó
la simetría de Ricardo en la producción de sombreros y hombres, y
continuó manteniendo esa posición en /El Capital/. Para una crítica,
véase Lebowitz, "The Burden of Classical Political Economy" en Lebowitz,
/Between Capitalism and Community/, capítulo 6.

(37) Marx, Grundrisse, 881.

(38) En el momento de escribir /El Capital/, sin embargo, Marx había
pasado a identificar esa doble naturaleza de la mercancía como valor de
uso y valor y explicó que el valor de cambio es simplemente la forma
necesaria que adopta el valor.

(39) Marx, /Capital/, vol. 1, 173n.

(40) Marx and Engels, /Collected Works/, vol. 42, 407.

(41) Albert Dragstedt, /Valor: Studies by Karl Marx/ (London: New Park
Publications, 1976), 11.

(42) Marx and Engels, /Collected Works/, vol. 42, 514.

(43) Marx, /Capital/, vol. 1, 139.

(44) Marx, /Capital/, vol. 1, 138.

(45) En la economía política clásica y en la época de Marx, el oro era
la mercancía-dinero; sin embargo, la teoría del dinero de Marx sólo
requiere la aceptación social como equivalente universal.

(46) Marx, /Capital/, vol. 1, 139.

(47) Karl Marx, “Marginal Notes on Adolph Wagner’s /Lehrbuch der
Politschen Oekonomie/” en Dragstedt, /Value/, 204.

(48) Marx, /Capital/, vol. 1, 129.

(49) Marx, /Capital/, vol. 1, 157.

(50) Marx, /Capital/, vol. 1, 129.

(51) Marx, /Capital/, vol. 1, 288.

(52) Heinrich, /An Introduction to the Three Volumes of Karl Marx’s
//Capital/, 57, 63-64.

(53) Marx, /Theories of Surplus Value, Part II/, 164, 202.

(54) Marx, /Capital/, vol. 3, 294-95.

(55) Véase la discusión sobre la derivación del capital en Michael A.
Lebowitz, /Beyond Capital: Marx's Political Economy of the Working Class
/(New York: Palgrave Macmillan, 2003), 55-60.

(56)"La tasa de plusvalía es, pues, una expresión exacta del grado de
explotación de la fuerza de trabajo por el capital, o del obrero por el
capitalista". Marx, /Capital/, vol. 1, 326.

(57) Marx, /Capital/, vol. 1, 1026-27.

(58) Véase Lebowitz, /Between Capitalism and Community/, chapter 7.

(59) Heinrich, /An Introduction to the Three Volumes of Karl Marx’s
//Capital/, 57, 63-64.

(60) Como indica Heinrich, la transformación de los valores "representa
un avance conceptual de la forma-determinación de la mercancía".
Heinrich, /An Introduction to the Three Volumes of Karl Marx’s /Capital,
148-49.

 

*El presente manuscrito fue enviado por primera vez a /Monthly Review/
en marzo de 2023. Fué publicado en el Volumen 75, número 4, septiembre
de 2023 de la /Monthly Review/*

 

Michael A. Lebowitz <https://sinpermiso.info/autores/michael-a-lebowitz>
fue profesor de Economía en la Universidad Simon Fraser de Vancouver
hasta su fallecimiento el 19 de abril de 2023. Para más información
sobre su vida y obra, véanse las “Notes from the Editors,” Monthly
Review, July–August 2023.
Fuente:
https://monthlyreview.org/2023/09/01/what-every-child-should-know-about-marxs-theory-of-value/
Temática:
Marxismo <https://sinpermiso.info/tematica/Marxismo>
Teoría económica
<https://sinpermiso.info/tematica/Teor%C3%ADa-econ%C3%B3mica>
Traducción:
Antoni Soy

Em
Sinpermiso
https://sinpermiso.info/textos/lo-que-todos-los-ninos-deberian-saber-sobre-la-teoria-del-valor-de-marx
7/9/2023

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