quarta-feira, 4 de março de 2020

Se alzaron contra el injusto despido de sus compañeras y tomaron control de una fábrica en Venezuela: ¿Quiénes son las 'Heroínas de Aragua'?




Jessica dos Santos

Decenas de mujeres emprendieron una batalla contra los abusos laborales
hasta conquistar la toma obrera de una empresa textil. Hoy producen y
abastecen de uniformes escolares a un importante programa estatal.
Se alzaron contra el injusto despido de sus compañeras y tomaron control
de una fábrica en Venezuela: ¿Quiénes son las 'Heroínas de Aragua'?

Fábrica de textiles Heroínas de AraguaCortesía Heroínas de Aragua

Hace 13 años, las trabajadoras de la antigua fábrica textil Gotcha,
ubicada en las afueras de Maracay, una de las principales ciudades
industriales de Venezuela, emprendieron *una batalla contra los abusos
laborales* que sufrían hasta conquistar la toma obrera de la empresa,
hoy rebautizada como 'Heroínas de Aragua'.

Según las trabajadoras, el propietario de la fábrica, Wilson Balaguera,
cambiaba el nombre legal de la empresa todos los años, una maniobra
jurídica que le permitía *evadir impuestos y evitar el pago de los
beneficios* que por ley le corresponden a las trabajadoras (utilidades,
vacaciones, bono de alimentación, fideicomiso y antigüedad).

Esta situación las impulsó a organizarse bajo la figura del sindicato.
Sin embargo, la respuesta de Balaguera fue contundente: despedir a
varias de las trabajadoras.

"El patrón se dio a la tarea de explotarnos por 18 años, y cada uno de
esos años tenía un nuevo registro de la empresa. El 18 de julio de 2005
legalizamos el sindicato porque ya no podíamos aguantar más, no nos
pagaba bono de alimentación, utilidades, nada", cuenta Patricia Vilmer,
una de las trabajadoras de Heroínas de Aragua, al recordar la primera
toma de la fábrica, que ejecutaron cuando los antiguos dueños dejaron en
la calle a 45 de sus compañeras, "con la justificación de que no había
trabajo, ni tela. Pero eso no era cierto".



La primera ocupación de la fábrica ocurrió el año 2006 y duró
aproximadamente cuatro meses. Tiempo después, se asesoraron legalmente y
reiniciaron sus actividades laborales para exigir el pago de salarios
caídos, demandar los beneficios retenidos y discutir una contratación
colectiva.


      Tiempo de definiciones

Yenny Cortez, vocera de las trabajadoras, recuerda lo duro que fueron
aquellos días. "No teníamos nada en las manos, ni recibo de pago, ni una
cuenta bancaria que dijera cual empresa nos depositaba, ¡éramos
fantasmas! Las trampas estaban tan bien elaboradas que en un registro
aparecía como presidente de la empresa el encargado de un almacén, todo
eso sin su consentimiento. *Llegamos a conseguir más de 20 registros*",
rememora.

Las negociaciones entre las partes avanzaron. Sin embargo, el patrón
incumplió con los acuerdos. De hecho, Balaguera planteó cerrar la
empresa para no honrar las deudas laborales. Ante esto, las mujeres
emprendieron una ocupación definitiva y la posterior puesta en marcha de
la producción.

"Se da otra toma en marzo de 2007. Esa vez despedimos al encargado, al
abogado, y *nos quedamos en la empresa*. Por esos días recibimos la
visita de los trabajadores de la fábrica de válvulas de los Teques,
INVEVAL, que ya estaba bajo control obrero, y empezó nuestra formación
ideológica", narra Cortez.

La trabajadora recuerda que durante esa visita les plantearon a ellas
que los medios de producción debían estar bajo el control de la clase
obrera. "No creas que eso fue un debate fácil,*eso fue una pelea dura*,
porque muchas de las costureras no estaban de acuerdo", relata.



No fue fácil. Hubo luchas con el patrón, con el abogado, con los
ministerios, y entre nosotras mismas. Muchas mujeres desistieron.

Desde 2005, el gobierno del fallecido expresidente Hugo Chávez empezó a
estatizar empresas de importancia estratégica, así
como fábricas improductivas (más allá de las nacionalizaciones en el
sector petrolero y las expropiaciones de latifundio, que
comenzaron antes), lo que les brindó la oportunidad a grupos de
trabajadores para expandir su participación en el sector productivo de
propiedad estatal y colectiva.


      Jugar al desgaste

Pero más allá de que las condiciones políticas estaban dadas, Cortez
confiesa que la lucha interna entre las trabajadoras fue incluso más
complicada que la batalla legal. "Fue muy difícil aceptar que una, dos o
tres de nosotras, costureras, sencillas, mujeres, amas de casa, de
repente llegaran a ser líderes. Las reacciones eran de rechazo, es
decir, viene alguien de afuera y nos dice cualquier cosa y lo aceptamos,
pero viene un compañero de trabajo y decimos '¿por qué le tengo
que hacer caso?' ¡Eso fue muy fuerte!".

En el trayecto, muchas trabajadoras desistieron antes las presiones o
incluso *prefirieron negociar con los abogados de la empresa*. Al final
del camino, de las más de cien trabajadoras, solo quedaron 30, quieres
resistieron porque, según relatan, creían que en algún momento se
iniciaría la expropiación de la fábrica por parte del Estado.

El esperado procedimiento ocurrió, pero 8 años después de esa primera
gesta. Solo entonces, la fábrica textil fue nacionalizada. "Apenas 30 de
nosotras alcanzamos a ver el decreto de utilidad pública y expropiación
publicado en gaceta oficial", dice Cortez.

      El aquí y el ahora

Hoy en día, Heroínas de Aragua está 100 % activa, aunque su permanencia
en el mercado ha sido dura. "La fábrica es pequeña. Mientras nosotras
compramos cuatro o cinco rollos de tela, los empresarios mas
grandes compran cuatro o cinco contenedores de tela. Hay que competir
con quienes sí tienen como producir en mayor cantidad".

Entretanto, la empresa hace parte del Frente Textil y participa en la
confección de uniformes escolares del CLAP (programa de Gobierno).
Aunque esto no les reporte grandes dividendos económicos, ellas están
conscientes de la importancia de su aporte: "Estamos contribuyendo a
abaratar costos a las amas de casa en la adquisición de los uniformes
escolares y aunque muchos no lo perciben, pues estamos dado un grano de
arena para*la planificación económica de nuestra comunidad*".


La única manera de sacar el país adelante es tener los medios de
producción en manos de los trabajadores. Todas las empresas funcionan
gracias a los trabajadores.

Después de muchos años de lucha, estas mujeres lamentan que en Venezuela
se haya satanizado al control obrero y recalcan que es por el trabajo de
ellos que se sostiene la cadena productiva. "Una trasnacional, por
inmensa que sea, funciona gracias a los trabajadores", recalca.

Esta venezolana cree que los trabajadores, y en especial las mujeres,
poseen la capacidad de generar, de manera eficaz, productos para el
mercado interno que permitan paliar los efectos de la crisis económica
que vive el país, especialmente tras las sanciones estadounidenses.
Entre victimizarse o ponerse al frente de la lucha, estas mujeres ya
decidieron.


In
RT
https://actualidad.rt.com/actualidad/343566-heroinas-aragua-historia-fabrica-textil
4/3/2020

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