terça-feira, 19 de novembro de 2019

La importancia y los detalles desconocidos del golpe de Estado en Bolivia





Por Wim Dierckxsens y Walter Formento,

El departamento de estado en la planificación del golpe

El analista internacional Alfredo J. Rahme, dio a conocer el texto del
sitio ´Behind Back Doors´ en el que se explicaron con varias semanas de
anticipación los detalles, con nombres y apellidos de los involubcrados,
de la planificación desde los Estados Unidos del golpe en Bolivia que
esta ya expuesto ante nuestros ojos.

El plan se desarrolló desde abril y julio de 2019, y tenía disposiciones
para la “creación” de la ruptura y la división del ejército boliviano y
la policía nacional, logrando que estas fuerzas estén en disposición
para rebelarse contra el gobierno del presidente Evo Morales.
Funcionarios del Departamento de Estado (a cargo de Mike Pompeo)
acreditados en el país, como Mariane Scott y Rolf A. Olson, se han
reunido con funcionarios diplomáticos de alto nivel de Brasil, Argentina
y Paraguay, a fin de organizar y planificar acciones de
desestabilización contra el gobierno boliviano que partan desde cada uno
de estos países.

Las evaluaciones y predicciones hechas por el Departamento de Estado de
EEUU, y otras agencias, sobre los resultados probables de las elecciones
presidenciales a realizarse el 20 de octubre de 2019, dan indicios
fuertes que el presidente Evo Morales ganaría las elecciones con
claridad y superaría el 10% de ventaja sobre el segundo.

En vista de este escenario, la Embajada de los Estados Unidos se preparó
para ir creando en secreto, las condiciones objetivas y subjetivas para
la proclamación e imposición de un fraude electoral “hecho” por ellos
pero adjudicado al Gobierno del presidente Evo Morales. Además, la
embajada de EEUU se centró también en el seguimiento orientado a los
detalles del Tribunal Supremo Electoral (TSE), buscando documentar
supuestas irregularidades de esta agencia del gobierno electoral, que
sirvan para poder instalar/imponer la denuncia del fraude.

Se decidió incluso adquirir «máquinas para el conteo rápido de votos»
para las elecciones presidenciales, en aras de poder manipular a la
opinión pública sobre los resultados electorales. Estas máquinas
tendrían un costo total de 300 mil dólares. La Embajada de los EEUU, y
la representación de la Unión Europea en el país, contribuirían a
financiar la compra de las maquinas, que proporcionarían a través de la
Fundación Jubileo y la Iglesia Evangélica. En esta etapa, la Unión
Juvenil Cruceñista desempeñaría un papel fundamental para imponer
acciones violentas, una vez que se publiquen los resultados electorales
finales, para lo cual han reclutado criminales.

Las elecciones y el golpe posterior

Bolivia ha sufrido un golpe de Estado de manual: El presidente del
Gobierno Evo Morales ha sido obligado a dejar el gobierno de Bolivia por
un acto de fuerza final del ejército, al desconocer éste la
institucionalidad vigente y manifestar que le quitaba el apoyo y ya no
obedecería las ordenes que daba su comandante en jefe democráticamente
elegido. Incluso planteando que: le “sugieren al Presidente renunciar”.

Por otro lado, además, buena parte de la Comunidad Internacional y sus
medios de comunicación trabajan afanosamente maquillando lo que es un
auténtico atentado al orden jurídico y a la justicia social. El pasado
20 de octubre, Evo Morales ganaba las elecciones en Bolivia. Obtenía la
mayoría en el Senado y el Congreso, y ya rozaba superar los 10 puntos de
ventaja que según la Constitución son necesarios para evitar una segunda
vuelta. Nadie duda que las ganó, la cuestión se circunscribía
exclusivamente a si efectivamente superaba los 10 puntos o no los alcanzaba.

En la noche del 20 de octubre, el Tribunal de Electoral comenzó a cargar
los datos de las ciudades y localidades, en las que históricamente Evo
Morales ha obtenido resultados similares a los de la oposición, al
contrario que en la Bolivia rural, en la que Evo arrasa a la oposición.
Por este “manejo” del Tribunal Electoral en la apertura de urnas
seleccionadas y del conteo de votos, estos mostraban en las primeras
horas de la tarde el “escenario de paridad y lejano a los 10 puntos de
ventaja” que planificaron y, por tanto, creaban en la oposición la
“falsa ilusión”, que reforzaba su sueño, de imponer una segunda vuelta
electoral en la que podrían sumar candidaturas divididas y así
“derrotar” a Evo Morales.

La fantasía lejana de la segunda vuelta se transformó en euforia y esta
se propagó rápidamente por todos los medios de comunicación entre sus
seguidores creando una falsa-verdad (FakeNews). Mientras tanto, en la
residencia presidencial se extendía la sospecha que algo no andaba bien.
Además, Marcel Guzman de Rojas, el dueño de Neotec, la empresa encargada
de realizar la asistencia al Tribunal de Elecciones, era un seguidor
confeso de Carlos Mesa, el principal candidato opositor.

El sitio digital Primera Línea indica en su portada del 11 de noviembre
que un informe de inteligencia demostró que el sistema cibernético
electoral boliviano sufrió un ataque por parte de hackers de Estados
Unidos la noche del 20 de octubre, o sea, el día de las elecciones
generales en Bolivia.

La intromisión de hackers tenía como objetivo distorsionar los
resultados de las elecciones, validar un presunto fraude y con ello
causar confusión y caos en la población, factores que fueron inducidos
desde Estados Unidos con el fin de empañar, ensuciar y sembrar la
sospecha sobre la reelección de Evo Morales. Es más, las elecciones
fueron intervenidas cibernéticamente a solicitud de varios diputados
nacionales bolivianos que firmaron una carta dirigida al Departamento de
Estado, en complicidad con el candidato de Comunidad Ciudadana Carlos de
Mesa, para que “intervenga” en las elecciones, porque conocía de
antemano su inminente derrota en las urnas.

Llegado este momento no fue posible seguir con el conteo rápido y se
decide entonces pasar al conteo manual tradicional. Esta decisión hace
cambiar de sede la ´sospecha´, catapultándola a los búnkeres electorales
de la oposición. Entonces, en las calles empezaban a agolparse los
seguidores de la oposición anti-Evo y sus principales voceros comenzaron
a llamar al desconocimiento de los resultados, resultados “manipulados”
que para esas horas aún les garantizaban una segunda vuelta, en la que
tenían muchas oportunidades de obtener una victoria. Es en ese punto y
momento en el que entra en juego la Organización de Estados Americanos
(OEA) “lanzando el último fosforo”: “hubo fraude”, dice en la mañana del
10 de noviembre, a pesar de solo haber encontrado 78 errores entre su
muestreo de las 33.043 actas totales, es decir nada.

En resumidas cuentas, no encontraron evidencia de fraude en las
elecciones del 20 de octubre, pero los medios de comunicación repitieron
la acusación tantas veces que ya parecía «verdadera», en este mundo ya
inundado por la “pos-verdad”, donde a nadie ya le importa “la verdad”,
sino solo lo que la comunicación digital instala repitiéndolo hasta el
hartazgo como “la” verdad, que en realidad lo que se repite es solo su
interés, es decir “lo que mí me conviene”.

Las plataformas de comunicación digital, inteligencia artificial,
siembran la “sospecha” sobre todo el proceso electoral, la “certeza”
sobre quién no ha ganado y la rebelión “estalla”. La policía y las
fuerzas armadas se incorporan como cómplices pasivos y “dejan hacer” las
barbaridades ya programadas. En síntesis, una operación sicológica de
alta inteligencia militar, llamada “Primaveras Árabes” o “Tiananmen”.

En el contexto del acalorado momento político que el país atravesaba, ya
no había ninguna duda sobre un sabotaje al helicóptero que cayó el 4 de
noviembre con el presidente Morales a bordo. Es decir, que el primer
plan era matar al Presidente Evo Morales. En medio de las protestas que
denuncian fraude en las recientes elecciones nacionales que lo dieron
ganador, Evo Morales debe desplazarse en helicóptero para esquivar a los
manifestantes que exigen su renuncia.

Es por eso que la Fuerza Aérea Bolivariana dispuso que su traslado por
vía aérea para su seguridad, decisión que por poco termine costándole la
vida. El helicóptero “habría” presentado una falla en el rotor de cola,
que es la pieza mecánica que le permite cambiar su dirección. Entre
tanto la FAB emitió, entonces no sin cinismo, un comunicado: “La Fuerza
Aérea Boliviana de acuerdo a las normas procederá a activar la Junta
Investigadora de Accidentes, mayores detalles referentes al hecho se los
dará de acuerdo a los avances de la investigación”.

Retomando, ante el seguro baño de sangre de un conflicto civil entre
seguidores de ambos bandos, Evo Morales primero trata de conducir los
hechos convocando a nuevas elecciones generales. La oposición golpista
las rechaza. No aceptaran unas elecciones con Morales de candidato,
porque se saben seguros perdedores y, por ello, “pre-fabricaron” este
escenario de duda-confusión-desestabilización. Los intereses financieros
transnacionales y locales golpistas, sabían de antemano que la solución
democrática nos les servía, porque que no tenían probabilidades de ganar
en el terreno democrático institucional, donde el pueblo plurinacional
boliviano se impone por mayoría y unidad.

A las puertas de un escenario planificado e impuesto de guerra civil,
Evo Morales toma la decisión más sabia y estratégica para preservar a su
comunidad organizada como pueblo, presenta la renuncia él y su
vice-presidente, para frenar la masacre entre bolivianos y así preservar
la organización, y por ello plantea su renuncia a la Presidencia pero
denunciando el Golpe de Estado. Sabiendo que mantiene la mayoría en el
poder legislativo. Lo cual obligara a las oligarquías golpistas a asumir
sin legitimidad formal institucional.

El Oriente de Bolivia: un país dentro de otro pais

El candidato opositor Carlos Mesa entre tanto desaparece de la escena
política, no por decisión propia, sino porque pasa a estar “copada” por
el protagonismo de la oligarquía “ultraderechista sojera” del oriente
boliviano (Santa Cruz de la Sierra) que toma las riendas del país. Sus
primeras decisiones, tras jurar ante la Biblia, son para establecer con
el Estado Profundo Republicano de Estados Unido y el comando sur, no la
“Paz Boliviana” sino, lo que describen en Santa Cruz de la Sierra, el
“COCAine-EVANGELIStan”.

Ejecutado operativamente a través de terroristas y movidas de bandera
falsa, teniendo como referencia el modelo ISIStan de medio oriente: el
cual fue, en un principio, resultante de un plan de articulación de
partes “separadas” por la fuerza del actual territorio de
Siria-Irak-Turquía, para conformar el califato del ISIS. Plan este que
fue diseñado y comandado por las “agencias” globalistas CIA-MI6-Mossad y
la OTAN como su brazo operativo. Este plan fue derrotado por la acción
conjunta y combinada de los gobiernos nacionales de
Siria-Turquía-Rusia-China más los aportes de las religiones de raíz
humanista en modo de Dialogo de Civilizaciones, bajo asedio del
unipolarismo financiero transnacional global.

Fue un golpe de estado que uso lo militar, paramilitar-mercenario,
policial-parapolicial, etc., en Bolivia para alcanzar sus objetivos,
respaldado por el poder financiero, comunicacional y con mercenarios del
terror a sueldo, soldados de la fortuna con discurso de “extrema
derecha”, con cuartel en la oriental patria-chica-narco-sojera-portuaria
de Santa Cruz de la Sierra, base de la oligarquía local
financiero-sojera-portuaria. El oriente boliviano es un país dentro de
otro país y un país hecho a sí mismo.

En un país con Estado debilitado o en reconstrucción, los Orientales
Cruceños se organizaron desde siempre a sí mismos y lo hicieron en
logias que aún hoy rigen la vida social de la élite cruceña. Los
Toborochi y Los Caballeros del Oriente son las más representativas de
estas agrupaciones socio-financieras racistas. Dos características unen
a esta región: son blancos de ascendencia étnica europea y están
asentados en la zona más rica en recursos naturales del país.

Nunca aceptaron ni aceptaran que un campesino indígena de pueblo
originario los gobierne, por más que su gobierno sea institucionalmente
legal. En este punto encontramos el hilo conductor operativo del
movimiento golpista, que lo une con otros dos sectores levantados hoy
contra Evo Morales: el sur de la Paz, blanco y económicamente poderoso y
la élite de las fuerzas armadas que, al contrario del resto de la fuerza
y tropa en Bolivia, no solo no es mayoritariamente indígena sino que, al
igual que la mayoría de las elites de las fuerzas armadas
latinoamericanas, es profundamente anti-popular.

Pero un dato debería tenerse muy presente, el elemento aglutinante que
hace de argamasa para la unidad es el
continentalismo-financiero-norteamericano-en-declive-de-su-poder-internacional,
que tiene la necesidad de controlar una Sudamérica clave para forzar una
negociación y ganar tiempo estratégico. La decisión de hacerlo,
apremiado por su acelerada pérdida de poder internacional frente a los
tres actores internacionales ascendentes (Globalistas, BRICS y el
Dialogo Interreligioso de Civilizaciones), habla de la agresividad que
nace de su caída inminente bajo de la forma de “perestroika
norteamericana” en contexto de una súper-burbuja financiera por explotar
y con la complicidad de estas oligarquías locales que fueron socias suya
en todo terreno y ocasión desde 1950.

Pero estas oligarquías locales que hoy hacen cada vez más negocios con
los oponentes estratégicos al poder-norteamericano-en-declive, necesitan
imperiosamente retomar el control del gobierno nacional para asegurarse
controlar la negociación institucional con los nuevos actores
internacionales en ascenso (China-Rusia-India), para poder asegurarse la
mayor apropiación de riquezas, y no perderla en impuestos y financiación
de “otros” proyectos para Bolivia que fortalezcan otros intereses. Que
amplié haciendo más heterogéneo entre que quienes se reparte la riqueza
social producida. Pero además, que ponga también en crisis quién tiene
el control de las fuerzas armadas, de seguridad y policiales y, con
ello, la capacidad para la desarticulación de toda organización popular
y la coordinación entre sí, para asegurarse que los objetivos no se van
a ir de sus manos.

Como podemos ver, no solo ocurrió un golpe continental
oligárquico-militar-y-paramilitar, sino que estuvo precedido por lo que
probablemente fue el inicio no oficial de una guerra civil de
baja-intensidad. Por la cual las fuerzas armadas rompieron con la cadena
de mando institucional-legal (considerando que todavía tenían tiempo
para exigir su renuncia en ese momento) con el fin de «confrontar a la
gente, al común» a pesar de negar previamente que tenían tal intención.

Los motivos de fondo del golpe de estado oligárquico financiero en Bolivia
Bolivia es el único país suramericano de clara mayoría indígena y era de
esperar que Evo Morales pudiera ganar nuevamente. Los números estaban a
su favor: no solo la intención de voto estaba a su favor lo cual se
manifestó en el conteo de los votos hasta la interrupción del proceso
por una operación de guerra electrónica, sino que en ambas cámaras del
poder legislativo tiene mayoría propia y estructuralmente la población
boliviana adhiere a su política de gobierno, porque consiguió reducir el
índice de pobreza en un 25% y la pobreza extrema en un 23%.

Mientras, la economía de Bolivia fue una de las que experimentó mayor
crecimiento en Sudamérica, rondando el 5%, los segmentos de la población
olvidados se vieron reconocidos viendo como el analfabetismo descendía
de tasas cercanas al 15% al actual 2,4%, algo que nunca ha interesado a
la derecha financiera golpista, pues una población formada e informada
es una sociedad que se plantea objetivos superiores de industrialización
sumando educación, ciencia y tecnología a la producción. Y, además,
consolida su capacidad de discernir y cuestionar, y no acata sin más.
Las poblaciones indígenas adquirieron mayor relevancia, con una de las
mayores revalorizaciones culturales jamás vistas en el continente.

La nacionalización de los hidrocarburos en 2006, realizada por Evo
Morales, fue un soplo de aire fresco para las políticas sociales en el
país, porque permitió impulsar la redistribución de la riqueza. Que
expuso profundamente las políticas excluyentes y empobrecedoras
neoliberales aplicadas por los gobiernos pro oligarquías financieras
locales (con monopolio de explotación de bienes primarios: soja,
minería, gas natural, petróleo, etc.) y continental norteamericana.

El líder indígena de un gobierno nacional, popular y sud-americano que
ha sacado con éxito a las grandes mayorías sociales-populares de la
pobreza extrema, en una Bolivia que controla las mayores reservas de
litio del mundo (más del 60%, solo el salar de Uyumi concentra el 60%).
Litio que algún día podría reemplazar al petróleo como recurso
energético crucial, debido a su uso para alimentar baterías de teléfonos
inteligentes, computadoras portátiles, autos híbridos y eléctricos, que
tiene una historia extensa y bien documentada de ser objeto operaciones
golpistas para interrumpir su gobierno por parte de los EEUU.

De hecho, esta es la única razón económico-estratégica por la que el
unipolarismo norteamericano puede emprender su campaña interminable de
agendas de cambio de régimen en contra de gobiernos no subordinados, que
además apuntan claramente a una agenda internacional multipolar. Bolivia
y China sellaron un acuerdo para invertir unos 2.300 millones de dólares
en proyectos de explotación e industrialización de litio y otros
productos de dos salares del país sudamericano, profundizando una
alianza estratégica de alcances económicos y políticos.

Tras la firma del acuerdo entre la estatal Yacimientos de Litio
Bolivianos (YLB) y el consorcio de firmas chinas Xinjiang Tbea Group y
Boacheng, YLB y sus socios chinos explotarán los salares de Coipasa y
Pastos Grandes, donde en cuatro o cinco años estaría montada una cadena
de fábricas de sulfato de potasio, hidróxido y carbonato de litio, ácido
bórico, bromuro de sodio y litio metálico. Con EEUU la Bolivia de Evo
Morales no firmó ningún proyecto en este campo estratégico.

Otro socio destacado de Bolivia en el litio es Alemania, a través de la
empresa ACI Systems, que participa en una inversión de poco más de 1.300
millones de dólares en proyectos en el salar de Uyuni, el más grande del
país, que incluye la fabricación de baterías de ion-litio para la
industria automotriz germana. El acuerdo se firmó en diciembre de 2018.
Sin embargo Evo Morales decidió de cancelar el acuerdo con ACI Systems a
raíz de fuertes protestas de la población en Potosí. Menos de una semana
después se dio el golpe de Estado en Bolivia.

En síntesis, Evo Morales administraba proyectos opuestos a los intereses
norteamericanos, que beneficiaban a los intereses multipolares opuestos
a los norteamericanos, y por ello estos actores e intereses planificaron
e impusieron el golpe de estado. No es extraño en este contexto que dos
de los principales actores en la geopolítica mundial multipolar, Rusia y
China, sentaron posición de forma contundente posicionándose en contra
de la avanzada de ultraderecha que derrocó a Evo Morales.

Un Golpe de Estado contra Sudamérica en Bolivia

Asistimos en estas horas a presenciar el golpe continentalista
financiero-sojero contra Bolivia. Los intereses y fuerzas
continentalistas desde Washington han coordinado y planificado este
golpe de Estado que tiene objetivos que van más allá de Bolivia y el
derrocamiento de Evo Morales. Operación golpista aún en proceso, porque
aún no logro imponerse ni institucionalizarse. Por otro lado, las
oligarquías locales sojeras-gasíferas-mineras, y sus facciones asociadas
de fuerzas policiales, parapoliciales, militares y paramilitares
bolivianas y extranjeras, son la base de apoyo en el terreno de esta
oligarquía financiera continental norteamericana cuya referencia es el
estado profundo oligárquico en el Partido Republicano, auto-nombrados
como: Tea Party.

Esta Oligarquía Continentalista norteamericana en proceso de declive
estratégico desde 1994-2001, se encuentra ella misma en una situación de
pérdida de poder internacional. Que monopolizo en el área occidental del
Bipolarismo que se impuso desde el fin de la segunda guerra mundial
en1950. Esta situación de declive estratégico en lo económico y
cultural, lleva a que haga uso de la fracción del poder militar –en
sentido extenso- que aún controla en EEUU, para forzar de modo militar y
paramilitarmente, lo que no puede ganar en el terreno de la competencia
económica ni en el terreno de la democracia política.

Teniendo en claro lo anterior, es muy importante tomar nota de estas
oligarquías locales, en el marco del esquema continentalista
norteamericano, por su capacidad económica y agresividad contra la vida
humana y de la naturaleza para defender su posición de privilegio. Esta
agresividad por la acumulación de dinero, por consolidar su posición
financiera y defender sus intereses frente a los pueblos, incluso hoy
aún más frente a las amenazas de la oligarquía global, y de otros
actores estratégicos como son las inversiones chinas, alemanas y rusas
en Sudamérica.

Una amenaza que apunta más a la oligarquía norteamericana que para las
oligarquías locales, pero dan muestras que aún siguen atadas a sus
viejos patrones y acuerdos. La amenaza que significan los primeros pasos
en la consolidación del gobierno de López Obrador, el triunfo electoral
de Alberto Fernández en Argentina y la libertad de Lula en el Brasil,
encendió las alarmas financieras, el miedo y el odio, lo cual movilizó y
aglutinó a estas oligarquías detrás de la estrategia golpista
norteamericana.

Tomar el control de Bolivia es clave por su posición de centro
geográfico en Sudamérica. Además Evo, había avanzado en la recuperación
de soberanía militar cuando cerró las bases militares y expulsó a los
Organismos-ONG´s paramilitares de Bolivia, ambos financiados y bajo
control dominante del continentalismo norteamericano con centro en
Washington.

Bolivia también es clave porque posee grandes reservas de gas natural
que es la energía barata y limpia que Argentina y Brasil necesitan para
hacer funcionar sus usinas generadoras de energía eléctrica, para los
secaderos de semillas, las empresas industriales, universidades,
escuelas y para la calefacción de las casas de familia, etc. El golpe
impacta en Argentina y Brasil y en los actores económicos estratégicos
que tienen sus inversiones realizadas: Shell, Chevron, China, Rusia,
locales, etc. Sin embargo más clave aún es el litio, un mineral clave
para el desarrollo de baterías y en todas las nuevas tecnologías de
comunicación, transporte y banca.

Por todo esto, el Continentalismo norteamericano-Washington en declive
estratégico, desde su perspectiva, no tuvo otra opción que usar todo su
poder, poner todo lo que tiene para volver a controlar Sudamérica.
Porque retomando el control de Sudamérica desde México (donde fue
responsable de la operación de falsa bandera con el asesinato de las
familias mormonas que ingresaban de Estados Unidos a México, para
justificar una intervención directa militar contra “los narcos”, que es
la bandera-falsa que legitimaria que México no controla el problema y
que Trump es incapaz de resolver ejecutivamente) hasta Brasil y
Argentina puede retomar el control directo sobre las reservas
estratégicas de petróleo y gas, además de hacerlo también con la
producción de agro-alimentos, subordinando la gran producción de soja y
carne porcina a su decisión. Porque al lograr el control de la Energía y
los agro-alimentos puede “jaquear” a China, Rusia, India, Alemania,
Francia y vale subrayarlo también a los globalistas de Nueva York,
Londres, y Hong Kong.

Los puede condicionar porque controlaría las principales reservas de
energía subordinando a México y Venezuela, las principales producciones
de soja y carne de cerdo al controlar desde Brasil y Argentina pasando
por Bolivia, Paraguay y Uruguay. Sin embargo, también porque controlaría
los pasos bioceánicos por Panamá y por el Sur el de Argentina-Chile (acá
aún necesitaría la caída de Piñera–Luksic) y los diferentes canales
secos de transporte por trenes bioceánicos.

Esto le daría al Continentalismo Norteamericano márgenes de fuerza para
negociar y ganar el tiempo que no tiene, pero corre el peligro de que su
fuerza basada en las oligarquías locales (sojera, gasífera, litio,
cobre, etc.) se des-conecten. Porque estas oligarquías locales quieren
dólares y, por ello, luego van o no a la guerra. Y el dólar tiene un
futuro muy incierto ante el avance de la desdolarización en el mundo y
sobre todo en Oriente. Las oligarquías locales de Sudamérica son
heterogéneas en su constitución e intereses y todas buscan maximizar sus
negocios y EEUU como su socio tiene cada vez menos que ofrecer.

Hoy Washington, la oligarquía continental norteamericana, por la fuerza
trata de ser garante-Leviatán de que van a poder enriquecerse las
oligarquías locales que lo sigan. Pero Washington es una oligarquía en
declive, que pierde poder porque en su capacidad
económica-tecnológica-científica ya quedo debilitada y por ello
retrasada. Esto sucedió entre 1970-2008 cuando las principales
transnacionales norteamericanas se fueron de EEUU, se deslocalizaron al
Asia ya desde hace más de 30 años y la producción mundial ya no tiene
centro en EEUU sino en Asia, y desde allí se exporta al mundo.

Washington sí puede hacer un acto de fuerza, golpes de estado por medios
militares, paramilitares, policiales y parapoliciales; pero ya no puede
imponer por mucho tiempo su dominación. Porque no puede poner fuerza,
diversidad y continuidad a su dominación, sumándole desarrollo
económico, político, cultural y estratégico a nadie.

Esto sí puede hacerlo el Globalismo financiero desde los gobiernos
financieros de las cities financieras en los Bancos Centrales en el Asia
pacifico con centro en Hong Kong y Shanghái, más la red global de cities
financieras como Nueva York, Londres, Bombay, Tokio, Seul, San Pablo,
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, etc. Y también puede hacerlo el
multipolarismo estatal-industrial nacional-en-lo-pluriversal desde los
gobiernos políticos elegidos democráticamente de China, India, Rusia,
Sudáfrica y la Unión Africana, y Brasil-México-Argentina Unasur/Celac.

El continentalismo norteamericano sí puede imponer actos y movidas de
fuerza (Militar/Paramilitar-Policial/Parapolicial) pero ya no tiene el
poder económico-científico-tecnológico, ni el poder estratégico para
poder imponerse legítimamente desde lo económico, político y cultural.

Washington no puede ya irradiar o exportar democracia, ideales, bienes,
tecnologías, ciencia, cultura y paz. Hoy solo puede exportar golpes,
muerte, miedo, guerra, peligro, desocupación, drogas, incluso dentro de
EEUU. Su declive ya es claro cuando su caída y descomposición es
cuestión de tiempo y no mucho tiempo, proceso que llamamos perestroika
norteamericana que ya comenzó.

Bibliografía consultada

Alfredo Jalife Rahme, Revelan plan de Estados Unidos para el golpe en
Bolivia: nombres y apellidos, rol de la Embajada y países vecinos,
www.contrainfo.com 13 de noviembre de 2019

Caitlin Johnstone, MSM Adamantly Avoids The Word Coup In Bolivia
Reporting, Zero Hedge, 11 de noviembre de 2019.

GOLPE EN BOLIVIA, China y Rusia salieron a repudiar el golpe de Estado
en Bolivia, www.eldestapeweb.com 11 de noviembre de 2019

Bolivia y China se asocian en proyecto de litio que profundiza alianza
estratégica, Sputniknews, 6 de febrero de 2019
Marco Teruggi, US backed coup Deposes Evo Morales in Bolivia, Global
Research, 11 de noviembre de 2019

David Bollero, Golpe de Estado de manual en Bolivia,
https://blogs.publico.es/, 12 de noviembre de 2019

Sergio Pascual, Bolivia, chispa y gasolina para un Golpe de Estado,
www.blogs.publico.es, 12 de noviembre de 2019

Denuncian que Estados Unidos hackeó Sistema Electoral de Bolivia,
http://www.radioreloj.cu/es/ 11 de noviembre de 2019

Andrew Korybko, El golpe militar contra Morales no pondrá fin a la
guerra híbrida en Bolivia, Global Research, 11 de noviembre de 2019

Eoin Higgins, Bolivian Coup Comes Less Than A Week After Morales Stopped
Multinational Firm’s Lithium Deal, www.silverdoctors.com, 14 de
noviembre de 2019

In
OBSERVATORIO DE LA CRISIS

https://observatoriocrisis.com/2019/11/19/la-importancia-y-los-detalles-desconocidos-del-golpe-de-estado-en-bolivia/
19/11/2019

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