terça-feira, 21 de agosto de 2012

La economía según Sánchez Gordillo


21-08-2012
Marinaleda a salvo de la crisis
La economía según Sánchez Gordillo
Luis Giménez San Miguel
Público
Marinaleda, gobernada por el Colectivo Unidad de los Trabajadores- Bloque
Andaluz de Izquierdas desde 1979, ha apostado por un modelo económico
alternativo que le ha permitido capear el temporal de la crisis.
Juan Manuel Sánchez Gordillo, quien ha acaparado las portadas de los últimos
días tras haber liderado una "expropiación forzosa" de alimentos en varios
supermercados junto a sus compañeros del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT)
para entregárselos a los más necesitados, es sin duda un dirigente singular
dentro de la clase política española. Heterodoxo entre los heterodoxos, sus
últimas acciones han recibido críticas incluso desde sus propias filas en
Izquierda Unida, donde su organización, el Colectivo Unidad de los Trabajadores-
Bloque Andaluz de Izquierdas, está integrado desde 1986.
Junto a su eterno compañero de lucha jornalera, Diego Cañamero, Sánchez Gordillo
ha sido un histórico dirigente del Sindicato de Obreros del Campo (SOC), columna
vertebral del actual SAT. Además, desde 1979 es alcalde de Marinaleda, una
pequeña localidad sevillana donde durante los últimos 40 años la izquierda ha
tenido una hegemonía absoluta. El apoyo y compromiso de los vecinos del pueblo
ha permitido poner en marcha un verdadero experimento político y económico, una
suerte de isla socialista en mitad del campo andaluz.
Enemiga eterna de los terratenientes y la derecha, la Marinaleda roja ha
caminado por la historia de España desde la Transición, pasando por la entrada
en Europa y el fin del referente del comunismo con la caída de la Unión
Soviética, hasta el siglo XXI. Finalmente, llegó la crisis económica y esta
población andaluza ha tenido la oportunidad de probar si su particular utopía en
25 kilómetros cuadrados es realmente una alternativa frente a los mercados. Su
tasa de paro actual es del 0%.
Trabajo
Una buena parte de los habitantes están empleados en la Cooperativa Humar -
Marinaleda S.C.A, creada por los propios jornaleros tras años de lucha. Durante
mucho, los campesinos estuvieron ocupando las tierras de Humoso, donde hoy está
la cooperativa, y cada vez que lo hacían eran desalojados por la Guardia Civil.
Finalmente, en 1992 consiguieron su objetivo: "la tierra para el que la trabaja"
y la finca pasó a su propiedad. En su web aclaran que su "objetivo no es el
beneficio privado, sino la creación de empleo mediante la venta de productos
hortícolas saludables y de calidad".
En sus campos se producen habas, alcachofas, pimientos del piquillo, pimientos
morrones y aceite de oliva virgen extra, controlados por los mismos trabajadores
en todas las fases de producción. Las tierras, situadas en la Vega del Genil,
son propiedad de "toda la comunidad" y además cuentan con una fábrica de
conservas, una almazara, invernaderos, instalaciones de ganadería y una tienda.
El salario de todos los trabajadores, sin importar cuál sea su puesto, es de 47
euros por jornada, seis días por semana, a razón de 1.128 euros al mes por 35
horas semanales.
En las temporadas altas, en la cooperativa llegan a trabajar alrededor de 400
personas y como mínimo hay unas cien. Pero cada puesto de trabajo no es
propiedad de un vecino en concreto, sino que se van rotando para que todos
puedan cobrar algo, siguiendo la máxima de "trabajar menos para trabajar todos".
Además, también hay gente que trabaja en pequeñas parcelas de su propiedad. El
resto de la economía la ocupan sectores básicos del medio rural, como tiendas,
servicios básicos y deportes. Prácticamente todos en el pueblo cobran lo mismo
que un jornalero, alrededor de 1.200 euros al mes.
En una entrevista concedida a Público el mes pasado, el propio Gordillo
explicaba cómo está afectando la crisis a Marinaleda. "Se nota un poco en los
precios de los productos agrícolas y en la financiación. Tenemos problemas de
liquidez pero estamos vendiendo bien los productos". De esta forma, "en términos
generales, en la agricultura y en la alimentación se ha notado menos en la
crisis. Lo que ocurre es que la gente que se había ido del campo para trabajar
en la construcción está volviendo en demanda del empleo. Así que no sólo hay que
mantener el empleo que existe sino que hay que incrementarlo. La agricultura
ecológica da más empleo que la tradicional, eso es cierto. Claro que para
salvarla de la situación de la crisis y del encarecimiento de los productos
agrarios, estamos intentado un comercio horizontal, con un diálogo de
cooperativa a cooperativa y estableciendo relaciones con otros países donde haya
experiencias de este tipo".
Vivienda
Frente al ‘boom inmobiliario' y la especulación que se apoderó del ladrillo
español durante las últimas décadas, Marinaleda decidió tirar precisamente por
la dirección contraria. Allí es posible tener una casa en buenas condiciones, de
90 metros cuadrados y con terraza, por 15 euros al mes. La única condición es
que, siguiendo la filosofía asamblearia y horizontal por la que guía todas sus
actividades, cada persona debe ayudar a la construcción de su vivienda. Con un
suelo que ha conseguido alternando compra y expropiación, el Ayuntamiento ofrece
un terreno y proporciona los materiales necesarios para la construcción de la
vivienda, que realizan los propios inquilinos o bien éstos pagan a alguien que
les reemplace. De esta forma, paga a albañiles profesionales para que asesoren a
los vecinos y lleven a cabo las labores más complicadas. Además, como medida
para fomentar la colaboración, los futuros vecinos no saben cuál de las
viviendas que se edifican va a ser la suya en el futuro.
"Cuando trabajas construyendo la casa te pagan 800 euros al mes y la mitad del
sueldo se reserva para ir pagando la casa", relata Juan José Sancho, un vecino
de Marinaleda que, pese a sus 21 años, forma parte del ‘grupo de acción' del
Ayuntamiento que se encarga, a través de la asamblea, de gestionar los asuntos
públicos de la localidad. Según él, "esta medida se ha tomado para que no se
pueda especular con la vivienda".
Educación
Donde antes una gran parte de los jornaleros apenas sabían escribir, hoy hay una
guardería, una escuela y un instituto que tiene hasta cuarto de la ESO. Tanto la
guardería como el colegio cuentan con un servicio de comedor que cuesta sólo 15
euros al mes. Sin embargo, según relata Sancho, "la tasa de fracaso escolar es
un poco alta, porque la gente ve que tiene casa y trabajo asegurados y muchos no
ven la necesidad de esforzarse en los estudios. Es uno de los puntos que tenemos
que mejorar".
El compromiso y la conciencia política entre los habitantes de Marinaleda es
superior a la cualquier otro pueblo de la zona, y "es algo que también está muy
presente entre los jóvenes", según Sancho. "Aquí todos los jóvenes tienen ideas
políticas. Sin embargo, nuestro compromiso queda muy lejos que el que tuvieron
nuestros padres en su época, que lo dieron todo por tener esto". A día de hoy
"tenemos todas las necesidades cubiertas y la gente se acomoda un poco".
Participación política
Los pilares fundamentales sobre los que se sustenta el modelo económico de
Marinaleda son la igualdad y la participación del pueblo. Y estos principios se
expanden a todos los ámbitos de la vida, también la política. Allí no existe la
Policía y las decisiones políticas se toman en una asamblea en la que todos los
vecinos están llamados a participar.
Por otra parte, "está el ‘grupo de acción', que trata los temas urgentes más del
día adía. No es un grupo de elegidos, son las personas que quieren unirse
voluntariamente para repartirse tareas que son necesarias hacer por el pueblo",
explica Sancho. "Es un espacio muy heterogéneo, en el que estoy desde yo, que
tengo 21 años, hasta el Sánchez Gordillo. Somos más o menos el mismo número de
hombres y mujeres". Sin embargo, una cosa tienen en común todos los que
participan en él. Todos pertenecen "al movimiento" y, en su sitio como
Marinaleda, "el partido (IU), el sindicato (SAT) y el Ayuntamiento son parte de
un mismo todo. La asamblea decide y el partido y el sindicato hacen suya esa
decisión y la aplican en el Ayuntamiento".
En cuanto a los impuestos, "son muy bajos, los más bajos de toda la comarca",
según Sancho. Los presupuestos se eligen en plenos públicos y la gente en
asamblea va aprobando cada partida que se realiza. Luego, se va haciendo barrio
por barrio, pues cada uno cuenta con su propia asamblea de vecinos, y es ésta la
que se decide en qué se invierte cada euro proveniente de la partido que ha
destinado el ayuntamiento.
Medio ambiente
Siguiendo la doctrina de la coordinadora internacional Vía Campesina, en la cual
está integrada el SAT, allí se trabaja la tierra "respetando el medio ambiente,
practicando una agricultura 100% ecológica", como anuncia la cooperativa en su
web.
"En la cooperativa siempre se ha tratado de fomentar la agricultura manual, para
crear más puestos de trabajo y ser más respetuosos con el ecosistema", explica
Sancho. Además, relata, "se han eliminado los vertederos y todos los
desperdicios se llevan a plantas de reciclaje". El Ayuntamiento pretende ahora
instalar su propio Punto Verde en el pueblo.
In:
http://www.publico.es/espana/440867/la-economia-segun-sanchez-gordillo

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