domingo, 29 de julho de 2012

Cooperativas urbanas

    Domingo, Julio 29, 2012         
Miercoles, 25 July 2012 11:15
 Por Elsa Claro
LA HABANA - Equipos multidisciplinarios de todo el país de varios centros de
investigación, institutos y universidades, están trabajando en el diseño de lo
que de momento será un ensayo con 222 cooperativas urbanas y en un futuro, que
no debe andar lejos, será una fórmula que abarque diferentes formas de propiedad
y producción de bienes o servicios.
Dándole inicio en el último trimestre de ese año, emprenderán travesía los
primeros ensayos que, por ahora, parten de reconvertir empresas y centros de
servicios diversos hoy a cargo del estado en pequeñas y medianas empresas
regenteadas por sus actuales empleados u otros. Estos elegirán su junta de
dirección.
A través de modalidades flexibles y variadas, las bases iniciales de estos
negocios pueden ser lo mismo el arrendamiento de una instalación con sus medios
de trabajo incluidos, que el usufructo, sin desdeñar opciones conocidas o por
ver.
Con el local (que se mantiene como propiedad pública) se transfieren, serán
alquilados o en condición de préstamo, los medios técnicos o recursos materiales
requeridos para la actividad de que se trate. De tal suerte, el centro laboral
con esas características adquiere categoría de propiedad asociada y se piensa
que de momento, la distribución de las ganancias debe ser atendiendo al aporte
de cada cual. Es decir, según la cantidad y nivel del trabajo por separado.
Existen cooperativas en otros países que se mancomunan con el aporte físico de
unos en la tarea hecha o los valores obtenidos y  otros por medio de la compra
de acciones, –apuntaba el vicepresidente Mariano Murillo en el Parlamento, al
explicar que la variante cubana tendrá sus bases en lo que cada cual haga. Eso
será medido por los componentes del grupo, quienes tendrán independencia en la
toma de decisiones.
Puede suceder que algún miembro aporte ciertos bienes. En ese caso, y según el
consenso de los demás, cuando se repartan las ganancias, se le devolverá el
equivalente. Fuentes de Progreso Semanal refieren que ya se hicieron  algunos
experimentos en distintos sectores con magníficos resultados y en varias
provincias. A partir de los provechos y debilidades apreciados, se comienzan a
organizar las 222 ya referidas, pero se cree que pueden existir otras formas de
asociación, según las especificidades de la esfera a agrupar.
Las nuevas asociaciones tendrán personalidad jurídica y bases impositivas
diferentes a las de los cuentapropistas individuales. Se pretende que una vez
concluida la fase experimental de este programa, deba aprobarse una Ley general
de Cooperativas que contenga todo lo que por el momento no se puede prever por
completo e incluya el cooperativismo agropecuario dándole, posiblemente, la
homogeneidad que hoy no poseen las variantes en que se agrupan los campesinos.
Según se emprenda y amplíe este tipo de actividad, el estado quedará libre de
cargas superfluas para empeñarse en asuntos de mayor calado. La experiencia
tiende a dinamizar en cierta medida la economía, pues compromete a obrar mucho y
mejor, ya que de ello dependerán sus ingresos.
Los académicos que contribuyeron a crear las bases de lo que tiene visos de
adelantar pronto, aunque tenga los tropezones de quien no conoce el camino, le
otorgan mucha importancia al desempeño de las administraciones de municipio o
provincia en el devenir de las cooperativas, sobre todo para desentrañar muchas
prohibiciones que deben desaparecer en busca de dinamizar la economía.
La concordancia entre gobiernos locales y cooperativas u otras formas de
propiedad de las empresas no estatales, pueden satisfacer necesidades sociales
de los diferentes territorios si existen las adecuadas condiciones y capacidades
a esa escala y ambas partes trazan compromisos según el contexto de cada sitio.
Se supone que haya cooperativas de oficios y no se desdeña que lleguen las de
tipo técnico-profesional, asunto delicado que requerirá de estudio, pero que la
vida sugiere por el nivel de capacitación general existente y la necesidad de
aumentar las rentas personales.
¿Habrá  pequeñas empresas dedicadas al trasporte? Parece que sí. Ya hay núcleos
funcionando que quizás se generalicen. Los dueños de vehículos menores o
pesados, prefieren asociarse según otros patrones. Y puede que también se
organicen algunas que se hagan cargo de actividades comunales, sea la limpieza
de calles o el remozamiento de edificios.
En paralelo a esos proyectos, las empresas estatales no pierden su carácter ni
cometido, pero si tendrán otro sistema de relaciones entre ellas y los
organismos superiores. Según la concepción que comenzará a funcionar en enero
del 2013, las empresas contarán con autonomía para establecer sus planes,
determinar precios, según los costos de producción y los parámetros
internacionales. De igual modo podrán flexibilizar sus planes ante contingencias
naturales, por ejemplo.
En este momento se mide lo hecho a escala empresarial de forma muy ambigua pues
resulta difícil la exactitud a la hora de apreciar lo hecho por la intervención
de divisas extranjeras o nacionales sin la mejor diferenciación contable. Para
nivelar y darle realismo a la esfera,  en lo adelante las empresas trabajarán
solo con pesos cubanos. Quienes van a dirigir el grupo de empresas seleccionadas
para el experimento ya se capacitan en gerencia y temas afines. Obviamente este
y también el antes dicho, son asuntos con suficiente valor como para seguirles
la pista.
**************
In: Progreso-semanal.com
http://progreso-semanal.com/4/index.php?option=com_content&view=article&id=4908:cooperativas-urbanas&catid=4:en-cuba&Itemid=3
Cuba 25/7/2012

quarta-feira, 25 de julho de 2012

Las costas de Panamá están en venta

Cooperativa Audivisual presenta un adelanto de 'Costas'
Radar
Cooperativa Audivisual presenta un adelanto de 'Costas'
Viernes 20 de julio de 2012 - Las costas de Panamá están en venta. Desde hace
años la rapiña compite con las olas y expulsa a pescadores y moradores
tradicionales. Inversores turísticos, autoridades coludidas, una justicia
inoperante... todo se conjuga contra las gentes de lugares como Santa Clara, en
el Pacífico. El colectivo de la Cooperativa Audiovisual presenta ahora un
adelanto de su documental Costas, el relato del despojo.
Por Equipo Otramérica
Al frente de COSTAS está el cineasta del pueblo Guna Orwun Wagua, recordado por
su magnífico trabajo documental durante los pasados enfrentamientos entre
indígenas Ngäbe-Buglé y el Gobierno el pasado mes de febrero.
Wagua, en un trabajo colectivo con Joseom, Luis Peña e Isabela Gálvez, aborda en
Costas el drama del despojo de tierras a los que se ven sometidos moradores
tradicionales del Atlántico y del Pacífico de Panamá. Los casos más conocidos
con los del archipiélago de Bocas del Toro (Atlántico) o los de la costa
pacífica de Pixvae, San Carlos o Farallón.
COSTAS abrodará varios de estos casos y, de momento, muestra un adelanto en lo
que denomina un Dok-klip sobre uno de los casos en la playa de Santa Clara, en
el provincia de Antón.
El equipo que realiza COSTAS forma la Cooperativa Audiovisual que se hizo
pública con un primer trabajo de impacto en defensa de los pueblos Ngäbe y
Buglé.
Enlaces en este artículo
  COSTAS
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In: Otramerica
http://otramerica.com/radar/cooperativa-audivisual-presenta-un-adelanto-de-costas/2182
20/7/2012

terça-feira, 10 de julho de 2012

Cooperativas en Cuba podrían extenderse a transporte, gastronomía y servicios

Trabajadores
“La potenciación del cooperativismo como forma de gestión constituye una de las
vías del proceso de actualización del modelo económico en el país, y significa
una alternativa mundial al sistema neoliberal imperante”, expresó a Trabajadores
Claudio Alberto Rivera Rodríguez, presidente de la Sociedad de Cooperativismo de
Cuba.
El Doctor en Ciencias Económicas consideró muy acertada la decisión de incluir
en los Lineamientos aprobados en el VI Congreso del Partido la necesidad de
constituir cooperativas en otros sectores de la economía, más allá del sector
agropecuario; y aseguró que en los próximos años este tipo de propiedad tendrá
un importante rol.
Señaló que en el caso cubano se trata de empresas que se insertan en un modelo
de planificación socialista y contribuyen al desarrollo económico, productivo y
social de la localidad, la comunidad y la sociedad en su conjunto.
“En nuestra nación existe un modelo agropecuario que, más allá de los problemas
subjetivos y objetivos que presenta, nos ha dado buenos resultados. Junto con
las empresas estatales, motores fundamentales de nuestra economía, estas
entidades serán un elemento vigorizador.
“Queremos implementarlas en los servicios, la gastronomía, el transporte, y
otros rubros. El país está enfrascado en la creación del marco legal para
hacerlo, y las experiencias en el campo nos han servido de base para estar hoy
en mejores condiciones de ampliar la gestión”, subrayó.
Destacó que la capacitación es muy importante para llevar adelante esa
alternativa, y perfeccionar el sistema de relaciones de Estado- cooperativa.
Aseguró que existen acciones de superación económica a través de las escuelas de
la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños y otras instituciones, que
contribuyen a la preparación de los recursos humanos necesarios para enfrentar
esta nueva forma de propiedad.
“No basta con tener un proceso eficiente y eficaz, sino un Estado con voluntad
política como el nuestro, que cree condiciones de desarrollo. Es imprescindible
analizar y evaluar este modelo como alternativa ante la crisis global y los
esquemas neoliberales que se practican”, indicó el especialista.
Actualmente un grupo de expertos cubanos elabora una metodología aplicable a
cualquier tipo de unión, un manual de cooperativismo y un sistema de
contabilidad y las políticas tributarias, de precios y de seguridad social.
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In: Rebelión
http://rebelion.org/noticia.php?id=152829
Esp 10/7/2012

quinta-feira, 5 de julho de 2012

Lo que nos hace humanos es la cooperación



 Michael Tomasello, especialista en psicología comparada entre humanos y simiosVictor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet
La semilla El departamento de psicología comparativa y del desarrollo del
instituto Max Planck, que dirige, investiga los procesos cognitivos que forman
parte del aprendizaje y la creación tanto en humanos como en chimpancés y
grandes simios. Tomasello era adolescente en los sesenta, así que creyó que era
posible convivir pacíficamente entre nosotros y con la naturaleza. No ocurrió
exactamente así, pero esa semilla se convirtió en una vida dedicada a la
investigación para llegar a afirmar que la cooperación es lo que nos hace
humanos, y que tal vez deberíamos volver a la prehistoria y comenzar de nuevo.
El ciclo de conferencias de la Asociación de Becarios de La Caixa lo invitó para
hablar de ello.Uno de nuestros trabajos más recientes fue con niños que
cooperaban o que no cooperaban.
¿Y?
Si no cooperaban, no compartían. Repartíamos caramelos de forma no equitativa, a
uno le tocaban tres y a otro uno. Resultó que los que habían trabajado juntos
los compartían y los que no habían trabajado juntos reaccionaban diciendo: "Así
es la suerte, yo tres y tú uno".
Trabajar juntos fomenta el compartir.
El mismo estudio realizado con chimpancés dio otro resultado: daba igual que
hubieran trabajado juntos, no compartían los caramelos. Cuando los simios
cooperan y están haciendo algo juntos, lo que buscan es si hay algo ahí para
ellos.
Hay mucho simio con corbata.
Una de las diferencias entre nosotros y los simios es el lenguaje. Pues bien, el
lenguaje ha evolucionado en contextos de colaboración en los que debemos
coordinarnos y ayudarnos los unos a los otros para poder establecer un objetivo
común.
Usted tiene una teoría al respecto.
Sí, que esos contextos de colaboración no sólo forman el núcleo de algunas de
nuestras actividades cognitivas más destacadas, como el lenguaje, sino también
de nuestras cualidades morales.
¿A qué se refiere?
La moralidad es una forma especial de cooperación que requiere ayudar a los
demás, compartir cosas de manera justa y seguir las normas que hayamos acordado.
Estos son algunos aspectos de la moralidad y todos derivan de la
interdependencia.
La vida en sí es el resultado de la cooperación entre bacterias.
Pero, en la evolución, la cooperación sólo se produce si no implica el
sacrificio del individuo: esa es la condición humana, la tensión entre perseguir
mis intereses y preocuparme de la sociedad.
Equilibrio, la palabra mágica.
Una de las cosas que hemos hallado en nuestros estudios con niños es que los más
pequeños, de dos años, empiezan a cooperar de manera indiscriminada; pero cuando
crecen empiezan a preocuparse de si alguien les está mintiendo o se está
aprovechando de ellos.
¿Nos estropeamos con la edad?
Esa sería la versión rousseauniana, que nacemos puros y que la sociedad nos
corrompe. Si me forzase, le diría que sí, pero la gran conclusión de todo ello
es que lo que hace que los humanos sean únicos en este mundo biológico deriva de
su manera de relacionarse, de la cooperación.
Entendido.
Si un niño creciera en una isla desierta lejos de todo contacto con los humanos,
de adulto tendría adaptaciones biológicas para la cooperación, la cultura y la
comunicación, pero no sería muy distinto de los simios.
Necesitamos tanto las adaptaciones biológicas como nacer en una sociedad.
Eso es. Nuestro cerebro es tres veces más grande que el de los simios, y la
mayor parte está dedicada a la interacción con los demás y no en ser
individualmente más inteligentes.
Pues no parece que se nos dé muy bien lo de cooperar.
En casi toda nuestra historia hemos vivido en grupos pequeños, de unas cien
personas, que cooperaban y no tenían propiedad privada, y no existían individuos
dominantes porque los rechazaban.
Una manera inteligente de vivir.
La caída del edén vino con la llegada de la agricultura, de las ciudades y de la
civilización. Había que proteger los excedentes y la propiedad, así nacieron
armas y guerras.
Y ahí estamos.
En el mundo moderno creemos que hemos superado la desconfianza al que no es de
nuestro grupo, pero es falso. Favorecemos a los que consideramos de nuestro
grupo, nos preocupa nuestra reputación dentro del grupo y eso hace que
respetemos las reglas. Forma parte de nuestra historia evolutiva.
Dentro del grupo vestimos igual, hablamos igual, comemos igual...
Sí, desde la prehistoria. Con la agricultura comienza la mezcla cultural,
religiosa y de costumbres que vemos hoy a gran escala en los países y que tantos
conflictos causa. La cuestión es si podremos trasladar nuestras habilidades de
pequeños grupos al gran grupo. Necesitamos estructuras institucionales que
animen a todos a cooperar.
Hay un movimiento social en busca de igualdad, justicia y respeto por la
naturaleza, ¿tiene algo que ver con la evolución?
Sí, es una reacción a las sociedades modernas estratificadas en las que un
pequeño grupo tiene el poder, y creo que esto forma parte de nuestra tendencia
natural que heredamos de los grupos prehistóricos.
¿Hay razón para el optimismo?
Sí. La raza humana es cooperativa (lo vemos en los niños y la prehistoria), le
preocupa el bienestar de los demás, pero nuestras sociedades han llegado a un
punto en el que esas tendencias naturales no tienen cabida más allá de la
familia. Si somos lo suficientemente inteligentes para potenciarlas...
Quiero ser prehistórica.
Elinor Ostrom, Nobel de Economía 2009, estudió el modo como las personas
consiguen alcanzar acuerdos de cooperación en casos de escasez de recursos y
demostró que se resuelven mejor sin acudir a la ley. Demostró que cuando la
moralidad es muy fuerte no se necesitan leyes.
*****
In: La Vanguardia.com
http://www.lavanguardia.com/lacontra/20120705/54321217732/la-contra-michael-tomasello.html
5/7/2012

segunda-feira, 2 de julho de 2012

Por la autogestión y la desmercantilización


Carlos Taibo
Rebelión


Dentro del movimiento del 15 de mayo --y dentro de otras muchas iniciativas--
hay, si así se quiere, dos grandes posiciones. La primera entiende que el
cometido principal del movimiento estriba en elaborar propuestas que se espera
sean escuchadas, en un grado u otro, por nuestros gobernantes. La segunda, muy
diferente de la anterior, aspira, antes bien, a crear espacios de autonomía en
los cuales procedamos a aplicar reglas del juego diferentes de las que nos
impone el sistema que padecemos. Y a hacerlo, por añadidura, sin aguardar nada
de esos gobernantes que acabo de mencionar.
Mi impresión es que la segunda de las posiciones ha ido ganando terreno en el
15-M. No se olvide al respecto que el panorama general en lo que hace a
ganancias de la mano de la primera de las perspectivas enunciadas es
manifiestamente desalentador. Claro que no sólo se trata de eso: hora es ésta de
recordar que en una de sus matrices principales el movimiento del 15 de mayo
nació, un año atrás, al amparo de un propósito expreso de cuestionar un sistema
seudodemocrático en el que al cabo, y de siempre, son los grandes poderes
económicos los que dictan las reglas del juego. Sobre esa base estaba servida la
conclusión de que, aun siendo comprensibles las demandas de reforma de ese
sistema que formulaban muchos sectores del 15-M, la inercia del movimiento
conducía muy a menudo a lo que cabía entender que era una apuesta por la
construcción de un orden distinto y plenamente autónomo.
No está de más que proponga dos ejemplos que permiten perfilar el escenario de
la discusión. El primero remite a la muy extendida petición, que algunos
asimilan sin más con el 15-M como si una y otra realidad se solapasen, de
reforma de la ley electoral. Supongamos, que es mucho suponer, que los dos
grandes partidos aceptan la reforma en cuestión y que ésta tiene un perfil
saludable. ¿Qué cambios profundos cabe augurar que se derivarían de ello? La
posibilidad de que PP y PSOE perdiesen una parte, sin duda menor, de los escaños
de los que hoy disfrutan en el parlamento, ¿modificaría sustancialmente la
realidad que palpamos en estas horas? ¿No es lamentablemente ingenuo suponer que
una reforma de la ley electoral va a resolver alguno de nuestros problemas
principales?
El segundo ejemplo que me interesa rescatar es el de la propuesta de creación de
una banca pública. No se trata ahora de discutir el buen o mal sentido de tal
propuesta. Se trata de preguntarse, antes que nada, cuánto tiempo podemos
aguardar para que se perfile esa fórmula de banca. Lo diré con un punto de
ironía: ¿cuánto tiempo habrá de transcurrir para que Izquierda Unida cuente con
150 representantes en el Congreso de Diputados? ¿Podemos permitirnos esperar
hasta entonces o, como me temo, los deberes son mucho más acuciantes e
imperativos? Mal haríamos en olvidar que la gestación de una banca pública
reclama inexorablemente del concurso de partidos, parlamentos y leyes, o, lo que
es lo mismo, exige el beneplácito de fuerzas políticas y de grupos de presión
que apuestan con descaro, apoyados en las mayorías, por otros horizontes. Y ojo
que no cabe en modo alguno descartar que populares y socialistas acaben por
perfilar una banca pública con cometidos bien diferentes de los que, cargados de
respetables buenas intenciones, pretenden asignar a aquélla nuestros economistas
socialdemócratas de bandera.
Ante el panorama que acabo de mal retratar de la mano de los dos ejemplos
propuestos, ¿no es mucho más hacedero y realista el proyecto que nos invita a
construir desde abajo un mundo --unas relaciones económicas y sociales-- nuevo y
desmercantilizado? No estoy hablando, por lo demás, de un proyecto etéreo. Las
realidades correspondientes ya están ahí. Pienso en los grupos de consumo que
han proliferado en tantos lugares, en las perspectivas que surgen de las
cooperativas integrales, en las ecoaldeas e instancias similares, en los bancos
sociales que rehúyen el lucro y el beneficio o, por cerrar aquí una lista que
bien podría ser más larga, en el incipiente movimiento que plantea el horizonte
de la autogestión por los trabajadores en el caso de muchas empresas amenazadas
de cierre. En todas estas iniciativas lo que despunta es un esfuerzo encaminado
por igual a rechazar la delegación del poder en otros y a alentar la práctica de
la socialización sin jerarquías, las más de las veces sobre la base de
postulados antipatriarcales, antiproductivistas e internacionalistas. ¿No
empiezan a acumularse los argumentos para sostener que el viejo proyecto
libertario de la autogestión generalizada es, no sin paradoja, mucho más
realista que aquel otro que, al amparo de la vulgata socialdemócrata de siempre,
todo lo hace depender de partidos, leyes y parlamentos?
A menudo me encuentro a personas que, con argumentos respetables, subrayan que
las dos opciones a las que me refiero en este texto no son incompatibles. Lo
aceptaré de buen grado: no tengo por qué concluir, en particular, que quien
legítimamente pelea por reformar la ley electoral es hostil a la gestación de
espacios de autonomía no mercantilizados (y viceversa). Creo, sin embargo, que
lo suyo es subrayar que esas dos opciones no sólo remiten a objetivos y métodos
diferentes: se materializan también en proyectos organizativos distintos.
Mientras en el primer caso el movimiento en que se concretan no es sino un
instrumento al servicio de un proceso que debe discurrir fuera de él, en el
segundo --el de los espacios de autonomía-- ese movimiento se convierte, de la
mano de la asamblea, de la democracia directa y de la autogestión, en objeto con
vida propia que, cabal y autosuficiente, no precisa de representaciones
externas. De cara al futuro, y por su dimensión de demostración de que es
posible hacer las cosas de forma diferente, parece que esta última es una
apuesta más inteligente.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una
licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras
fuentes.
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In: Rebelión
http://rebelion.org/noticia.php?id=152344
España 2/7/2012