quarta-feira, 31 de março de 2021

Adiós a la «clase media»

 

    

GÖRAN THERBORN, PROFESOR SUECO DE SOCIOLOGÍA DE LA UNIVERSUDAD DE CAMBRIDGE

El aumento de la desigualdad desde 1980 fue impulsado desde arriba, en
parte por el 10% más rico de la sociedad, y en mayor medida por el 1%
más rico y por algunas fracciones todavía más pequeñas que acumulan una
riqueza de proporciones faraónicas. La pobreza no afectó en igual medida
al 90% restante, pero todos los sectores que lo componen fueron
abandonados a su suerte. Este proceso estuvo en el origen de una amarga
literatura académica y periodística típica del Norte global, que
contrasta fuertemente con los sueños de una «clase media en ascenso»
propagados por los bancos de desarrollo y por las consultoras.

Para fortalecer la determinación burguesa en un momento de crisis y baja
autoestima, el libro de Torben Iversen y David Soskice, Democracy and
Prosperity (2019), le rinde homenaje a las «democracias capitalistas
avanzadas» (aunque los autores muestran más deferencia hacia el
capitalismo que hacia la democracia, a la que acusan de la desigualdad).
«La esencia de la democracia», aseveran, es «el avance de los intereses
de la clase media».

Iversen y Soskice, ambos destacados economistas institucionales,
argumentan que la clase media está en línea con el capital a través de
dos mecanismos fundamentales. Uno es la «inclusión en el flujo de la
riqueza» que produce la acumulación de capital. El otro es el Estado de
bienestar: el sistema de impuestos y transferencias asegura que las
clases medias «participen» de la economía del conocimiento. Pero las
recientes investigaciones sobre desigualdad muestran que lo que se está
terminando es justamente esta «inclusión» y esta «participación».

Al comienzo, la distribución neoliberal efectivamente favoreció los
intereses de la clase media. La privatización de algunos servicios
públicos les valió algunas ganancias a ciertos segmentos afortunados de
la clase media. El financiamiento público de algunas instituciones de
educación privadas a través de un sistema de subvenciones, tal como se
hace hoy Suecia, le dio a los padres de clase media una buena
oportunidad para enviar a sus hijos a «buenas escuelas» con pocos niños
inmigrantes y de clase trabajadora. La privatización de la salud fue
menos popular y más propensa a escándalos públicos, pero todavía es
aceptada por muchos como la pareja natural de la austeridad y de la
escasez de las prestaciones públicas.

Por otro lado, la exclusión de la clase media de las viviendas urbanas
de primera clase se desarrolla a un ritmo acelerado mientras crecen las
brechas de ingresos y de riqueza. Mientras tanto, el ambientalismo
penetra cada vez más profundamente en la clase media educada, que
jerarquiza explícitamente la supervivencia del planeta y la
sustentabilidad ecológica por encima de los intereses del capital.

*Quedarse atrás*

A causa de la polarización de los ingresos, el tamaño total de la clase
de ingresos medios –es decir, aquellos cuyos ingresos representan entre
el 75 y el 200% de la media– se hundió en el área de la OCDE y la
posibilidad de pertenecer a ella se redujo notablemente. La movilidad
ascendente hacia la educación terciaria se estancó en 1975, mientras que
el riesgo de la movilidad descendente creció de manera considerable en
los años 2010, especialmente en el Reino Unido.

El COVID-19 prosiguió, y en algunos países incluso aceleró, la ruptura
entre las clases medias y las clases altas. En EE. UU., la riqueza de
los multimillonarios incrementó un 44% desde mediados de marzo de 2020
hasta fines de febrero de 2021, en un momento en el cual el 50% de las
personas con títulos universitarios o educación superior declaraban
enfrentar dificultades para costear sus gastos cotidianos. A fines de
julio de 2020, la riqueza de los multimillonarios británicos había
crecido un 35% más que durante el año anterior, mientras que uno de cada
cinco empleados de ingresos medios declaró que había disminuido su
capacidad de ahorro y la mitad declaró que esta no se había modificado.

*El fracaso de Biden*

Los niños de la clase media son dejados de lado por un sistema educativo
elitista que es cada vez más excluyente y que abarca desde los jardines
de infantes hasta las universidades más destacadas. Mientras tanto, los
padres de las clases altas hacen inversiones inigualables para preparar
a sus hijos para las mejores posiciones que ofrece el mercado laboral.

David Markovits, profesor de Derecho de la Universidad de Yale, calculó
que esta inversión en una formación de élite que supera el gasto
promedio en educación equivale a una herencia de 16.8 millones de
dólares. El resultado es que los «niños ricos ahora superan a los niños
de clase media en el SAT en una proporción que representa el doble de
aquella en la que los niños de clase media superan a los niños criados
en la pobreza».

El proyecto de Biden para fortalecer a la clase media bajo el gobierno
de Obama no logró garantizar la asistencia para el cuidado de los niños
ni el acceso a la universidad, y fracasó también en lo que respecta a la
cobertura de salud. El 1% más rico de Estados Unidos perdió contacto, no
solo con la clase media nacional, sino también con todas las clases
altas de Occidente, y se retiró para constituir una casta singular.

*Plustrabajo*

En toda el área de la OCDE, los niños que aspiran al ascenso social
enfrentan la reducción de las oportunidades de movilidad. Pero esto no
es todo. Se está debilitando el núcleo mismo del trabajo de la clase
media. El trabajo de la clase media siempre adoptó tres formas
principales: el trabajo por cuenta propia, el trabajo de oficina para
alguna autoridad delegada y las profesiones «liberales». En el largo
plazo, la pequeña burguesía autónoma, compuesta típicamente por
comerciantes y por una rama rural de productores agrícolas y ganaderos,
disminuyó en número e importancia.

Es cierto que, en el Reino Unido, a lo largo del último siglo, se
observó un incremento del número de trabajadores autónomos urbanos que
son dueños de sus propios negocios. Sin embargo, este incremento está
completamente determinado por los cuentapropistas, la mayoría de los
cuales están más cerca de los trabajadores precarizados que de la
pequeña burguesía histórica cuyos negocios se están reduciendo
drásticamente. La media de sus ingresos anuales en 2015-2016 fue de 21
000 libras esterlinas, es decir, un tercio del ingreso promedio de un
asalariado.

Antes de ser completamente expulsados, como sucedió con amplias franjas
de empleados bancarios y del correo, los empleados de oficina y los
gerentes de bajo nivel estarán cada vez más sometidos a lo que David
Boyle denomina acertadamente «taylorismo digital». Los empleos de
oficina de cuello blanco dejaron de ser trabajos seguros y formas
relativamente cómodas de escapar a la clase trabajadora y se
convirtieron en el principal objetivo de la automatización.

El tercer sector clásico de los empleos de clase media solía ser el de
las profesiones «liberales», es decir, trabajos a los que se accede
luego de una prolongada formación en las instituciones de educación
superior que permite hacerse de conocimientos inaccesibles a la
población en general. Incluyen profesiones antiguas como la docencia, la
medicina, el derecho, en muchos países las carreras de funcionario
público, y, a partir del S. XX, algunas «semiprofesiones» como la
enfermería y el trabajo social, para nombrar solo dos.

Durante mucho tiempo, estas profesiones eran respetadas y percibidas
como algo carente de interés para los negocios y para el capital. En la
tradición alemana del S. XIX y principios del S. XX, a estos sectores se
los llamaba Bildungsbürgertum (burguesía culta) y estaban más o menos
asociados a la Wirtschaftsbürgertum (burguesía económica). En oposición
al mundo de los negocios, cuyo fin es la ganancia, la sociología definía
a las profesiones como actividades orientadas al cultivo del
conocimiento y del servicio público.

*Las profesiones socavadas*

En este momento las profesiones de clase media están siendo atacadas
–con la excepción, en términos generales, de los abogados– y están en
proceso de ser destruidas. El ataque proviene de distintos ángulos, que
pueden resumirse como una invasión del «gerencialismo». Esto implica una
relativa devaluación del conocimiento de los especialistas al que, a su
vez, se le pierde el respeto. En la práctica, esto significa antes que
nada la subordinación de los profesionales docentes, investigadores,
médicos, enfermeras, ingenieros y otros, a los gerentes y
administradores de las escuelas, universidades, hospitales y empresas.

La práctica del conocimiento profesional está sometida al control,
evaluación y sanción de los gerentes, lo cual deriva de la desconfianza
institucionalizada de la autonomía y de la ética profesionales. La
práctica y la ética profesionales están sujetas a cálculos generales de
costo-beneficio, muchas veces inventados especialmente para estos cuasi
mercados internos, como, por ejemplo, las administraciones
universitarias que les cobran a los departamentos universitarios por el
uso de los locales universitarios. Estos inventos de costo-beneficio
también forman parte de un ataque antiprofesional especialmente intenso
que se realiza bajo el lema del mercado.

La imposición de una norma ideal de mercantilización –el opuesto
instrumental a la mentalidad profesional de valores intrínsecos, como el
conocimiento, la satisfacción de las necesidades y la imparcialidad de
la ley y de las normas– es promovida tanto por la privatización (de
escuelas, hospitales, cárceles, etc.) y por la así denominada «Nueva
Gestión Pública» de instituciones financiadas con impuestos. Se supone
que estas últimas deberían trabajar internamente como empresas en el
marco de un cuasi mercado, comprándose y vendiéndose servicios las unas
a las otras, mientras que externamente se les exige que contraten a
empresas privadas para brindar servicios públicos.

De esta manera, la educación, la atención sanitaria y los servicios
sociales se convirtieron en áreas rentables para la acumulación de
capital, lo cual atrajo en gran medida el interés de la «burguesía
económica» que demolió a la «burguesía cultural» en su propio terreno.

Las profesiones de clase media no deben ser idealizadas, dado que sus
rutinas repetitivas ciertamente pueden hacer que quienes las practican
se vuelvan cerrados, conservadores, autocomplacientes e ineficientes.
Pero este no es un rasgo inherente al profesionalismo y ser docente,
doctor o funcionario público fue alguna vez una fuente de orgullo y
seguridad para la clase media. Ese orgullo y esa seguridad están siendo
pisoteados y el látigo de los gerentes está prevaleciendo por sobre la
colegialidad. Muy pocos tienen éxito en su intento de escapar hacia la
clase media alta de los gerentes y los profesionales «estrella», pero
para el resto, el presente –y probablemente también el futuro– es la
inestabilidad y una trayectoria descendente.

*Una nueva política*

La dialéctica del capitalismo industrial, que Marx analizó y predijo con
una precisión impactante, dejó de operar en el Norte global y se topó
con obstáculos en el Sur. El capitalismo posindustrial dejó de producir
una clase obrera cada vez más grande y concentrada. Este proceso terminó
en el Norte durante el período 1965-1980, cuando el peso social de la
clase trabajadora alcanzó su punto más álgido. En el Sur global, la
manufactura se estancó en los años 1990 y el empleo industrial
–incluyendo la minería y la construcción– lo hizo aproximadamente en 2010.

Aun si los sectores de la clase trabajadora perdidos en manos de la
derecha pueden ser recuperados, el movimiento obrero es solo uno de los
componentes necesarios de una política igualitaria y no es más el único
agente suficiente ni su centro natural. Las propuestas políticas de
izquierda para la clase media son decisivas para cualquier política
igualitaria que pretenda ser exitosa.

Este es un tema muy delicado y difícil, porque estas políticas
igualitarias para la clase media no pueden abandonar a los más
vulnerables, ni a la mitad más pobre de la población frente a las
privatizaciones y el estancamiento de los ingresos, ni tampoco dejar de
lado los derechos de los empleados frente a los empleadores. Se trata de
hacer lo opuesto al blairismo y a cierta orientación de derecha para la
clase media que destruyó al Partido Socialista francés y al Partido
Socialdemócrata de Alemania, es decir, lo opuesto a darle la espalda al
pueblo y a salir de fiesta con el capital mientras se representa una
visión del mundo de clase media alta.

La tarea es convencer a la clase media –o a una parte considerable de
ella– de las ventajas que representan la igualdad y la solidaridad
humana por sobre los privilegios neofaraónicos y las recompensas de las
que gozan el capital y sus hijos. El punto de partida es que el
capitalismo financiero y posindustrial está abandonando y excluyendo a
la clase media mientras produce una sociedad que enfrenta al 1% contra
el 99%. Gobierne quien gobierne en estas pobres democracias, no será
seguramente el votante medio de las teorías económicas de la democracia.
«Se terminó el “medio pelo”» podría ser el epitafio neoliberal para la
clase media.

In
OBSERVATORIO DE LA CRISIS
https://observatoriocrisis.com/2021/03/29/adios-a-la-clase-media/
29/3/2021

sexta-feira, 26 de março de 2021

Lula de Brasil en un desierto de espejos

 

 


Pepe Escobar

Siempre en los meandros de la justicia y sin atreverse a presentarse
como un líder revolucionario, Lula nunca debe ser subestimado.

------------------------------------------------------------------------

Una decisión sorprendente de la Corte Suprema que, sin ser definitiva,
restituye los derechos políticos de Lula, tuvo el efecto de una bomba
semiótica en Brasil y sumió a la nación en un /reality show/ que se
desarrolla en un desierto de espejos rotos.

*Al principio, parecía que tres variables claves permanecerían iguales :*

  * El ejército brasileño está dirigiendo el espectáculo, y eso no
    cambiará. Mantienen pleno poder de veto sobre la posibilidad de que
    Lula se presente a la presidencia por un tercer mandato en 2022, o
    que sea neutralizado una vez más, con cualquier maniobra legal que
    se considere necesaria, en el momento de su elección.
  * El presidente Bolsonaro, cuya popularidad ronda el 44%, ahora
    tendría rienda suelta para movilizar todas las corrientes de derecha
    contra Lula, con el pleno apoyo de la clase dominante brasileña.
  * El ministro de Economía, el pinochetista Paulo Guedes, seguiría
    teniendo carta blanca para destruir por completo el Estado, la
    industria y la sociedad brasileña en nombre del 0,001%.

Luego, 48 horas después, llegó la carga de Lula: un discurso y una
conferencia de prensa combinados de tres horas proustianas, comenzando
con una larga lista de reconocimientos en los que, significativamente,
los dos primeros nombres fueron el presidente argentino Alberto
Fernández y el Papa Francisco, lo que implica un futuro eje estratégico
Brasil-Argentina.

Durante esas tres horas, Lula llevó a cabo un magistral ataque
preventivo. Plenamente consciente de que aún no ha salido del
estancamiento legal, ni mucho menos, no podía proyectarse como un líder
revolucionario. En la compleja matriz brasileña, solo la evolución de
los movimientos sociales creará, en un futuro lejano, las condiciones
políticas para una posible revolución radical.

Hizo hincapié en el bienestar de la sociedad brasileña, el papel
necesario del Estado, como proveedor social y organizador del
desarrollo, y el imperativo de generar empleo y aumentar los ingresos de
la población.

«/Quiero que las Fuerzas Armadas garanticen la soberanía de la nación/»,
enfatizó. El mensaje político a los militares brasileños, que tienen
todas las cartas en la actual mascarada política, fue inequívoco.

En cuanto a la autonomía del Banco Central de Brasil, señaló que los
únicos que se benefician de ella son « el sistema financiero ». Y aclaró
que la principal circunstancia en la que « deberían tenerme miedo »
sería si se vendieran por nada sectores seleccionadas del Brasil
productivo, como el gigante energético nacional Petrobras. Por lo tanto,
tomó una posición firme contra la campaña de privatización neoliberal en
curso.

*Obama-Biden*

Aunque se sabía que Obama y Biden eran los supervisores (silenciosos)
del lento golpe judicial contra la presidenta Dilma Rousseff de 2013 a
2016, Lula no podía permitirse enfrentarse a Washington.

Absteniéndose de lanzar una bomba de racimo, no mencionó que el entonces
vicepresidente Biden pasó tres días en Brasil en mayo de 2013 y se
reunió con Dilma, discutiendo, entre otros temas clave, las fabulosas
reservas de petróleo del presal. Una semana después, en su primer acto
la revolución de color brasileña en curso salió a las calles.

Lula esquivó otra potencial bomba de racimo cuando dijo : «Tenía la
intención de construir una moneda fuerte con China y Rusia para no
depender del dólar estadounidense. Y Obama lo sabía».

Exacto : pero Lula podría haber señalado que esta fue posiblemente la
motivación fundamental detrás del golpe, y la destrucción de un Brasil
emergente, entonces la sexta economía más grande del mundo. Acumulando
un gran capital político en todo el Sur Global.

Lula está lejos de estar lo suficientemente seguro como para correr el
riesgo de acusar que toda la operación ideada por
Obama-Biden/FBI/Departamento de Justicia fue lo que creó las condiciones
para la investigación de */Lava Jato/* por crimen organizado, ahora
totalmente desenmascarada. El estado profundo estadounidense está
mirando. Mira todo. En tiempo real. Y no dejarán escapar a su neocolonia
tropical sin luchar.

Sin embargo, el espectáculo de Lula fue una invitación encantada e
hipnótica a decenas de millones de personas pegadas a sus teléfonos
inteligentes, una sociedad exhausta, consternada y exasperada por una
tragedia multifacética presidida por Bolsonaro.

De ahí el inevitable torbellino que sigue.

*¿Qué hay que hacer?*

Si se confirma como el último niño que regresa, Lula se enfrenta a una
tarea de Sísifo. La tasa de desempleo es del 21,6% a nivel nacional, más
del 30% en las regiones pobres del noreste.

Alcanza casi el 50% entre los jóvenes de 18 a 24 años. La asistencia de
emergencia del gobierno para la pandemia se fijó inicialmente en poco
más de 100 dólares, en medio de fuertes protestas de la oposición. Ahora
que se ha reducido a unos miserables 64 dólares, la oposición se aferra
a los 100 dólares que rechazó.

Para el 60% de la clase trabajadora brasileña, el salario mensual es más
bajo que el salario mínimo de 2018, valorado en ese momento en alrededor
de 300 dólares.

Contrariamente al incesante empobrecimiento, a una gran parte de los
industriales brasileños les gustaría que la orquesta neoliberal
incondicional de Guedes siguiera tocando sin obstáculos. Implica la
sobreexplotación en serie de la mano de obra y la venta indiscriminada
de activos estatales. Gran parte de los depósitos del presal, en
términos de reservas ya descubiertas, que ya no pertenecen a Brasil.

El ejército ha entregado de facto la economía del país a las finanzas
transnacionales. Brasil prácticamente depende de la agroindustria
mercenaria para pagar sus facturas. Tan pronto como China logre la
seguridad alimentaria, con Rusia como principal proveedor, este arreglo
desaparecerá y las reservas de divisas se reducirán.

Hablar de « desindustrialización » en Brasil – como hace la izquierda
liberal – no tiene sentido, porque los propios industriales rapaces
apoyan el neoliberalismo y el rentismo.

Agregue a esto un boom del narcotráfico, consecuencia directa del
colapso industrial del país, asociado a lo que se podría definir como
una progresiva evangelización de la vida social a la manera
estadounidense, expresando la anomia predominante, y tenemos el caso más
llamativo. del capitalismo del desastre que asola una importante
economía del sur en el siglo XXI.

¿Qué hacer entonces ?

*No hay evidencia concluyente*

Por supuesto, no hay evidencia concluyente. Pero todos los juegos de
sombras apuntan a un acuerdo. Los actores que parecen unirse a él, con
la excepción de los militares, son los mismos que intentaron destruir a
Lula : la llamada «juristocracia», los poderosos medios de comunicación,
y la diosa del mercado.

Después de todo, Bolsonaro, que es la encarnación de un proyecto militar
desplegado desde por lo menos 2014, no solo es malo para los negocios :
su inconsistencia psicótica es francamente peligrosa.

Por ejemplo, si Brasilia corta el acceso de Huawei a la 5G en Brasil,
tarde o temprano los mercenarios de la agroindustria se comerán su
propia soja, porque la represalia china será devastadora. China es el
mayor socio comercial de Brasil.

Los giros clave de la trama siguen sin respuesta. Por ejemplo, no está
claro si la decisión de la Corte Suprema, que puede ser revocada, se
tomó únicamente para proteger la investigación de Lava Jato, de hecho un
racket, y a su superestrella al estilo Elliott Ness, el juez provincial
Sergio Moro, hoy desacreditado.

O si se puede desencadenar una nueva /via crucis/ judicial para Lula si
así lo deciden sus manipuladores. Después de todo, la Corte Suprema es
un cartel. Prácticamente cada uno de los 11 jueces está comprometido en
un grado u otro.

La variable primordial es lo que realmente quieren los Señores
Imperiales. Nadie dentro del /Beltway/ tiene una respuesta concluyente.
El Pentágono quiere una neocolonia brasileña, con una mínima influencia
de Rusia y de China. Es decir, un BRICS fracturado. /Wall Street/ quiere
el máximo de saqueo. Tal como están las cosas, el Pentágono y /Wall
Street/ nunca han estado en mejor posición para lograrlo.

Obama-Biden 3.0 quieren una cierta continuidad : el sofisticado proyecto
estratégico de principios y de mediados de la década de 2010 para
destruir Brasil a través de una Guerra Híbrida se desarrolló bajo su
patrocinio. Pero ahora debe hacerse bajo una gestión «aceptable». Para
los líderes demócratas, Bolsonaro, en todos los niveles, está
irremediablemente vinculado a Trump.

Por lo tanto, es el acuerdo crucial a monitorear a largo plazo :
« Lula/Obama-Biden 3.0. »

Los iniciados de Brasilia, cercanos al ejército, sugieren que si el
consorcio /Deep State/Wall Street/ obtiene su nueva canasta de regalitos
– como China fuera de la 5G ; aumento de las ventas de armas ; la
privatización de Eletrobras : las nuevas políticas de precios de
Petrobras, etc – el ejército puede descartar a Lula de nuevo en
cualquier momento.

Siempre en modo de negociación, Lula había actuado incluso antes de la
decisión de la Corte Suprema. A finales de 2020, Kirill Dmitriev,
director del Fondo de Inversión para el Desarrollo de Rusia que financió
la vacuna Sputnik V, concertó una cita con Lula, tras identificar al ex
presidente como uno de los signatarios de una petición del premio Nobel
Muhammad Yunus pidiendo que las vacunas Covid-19 sean un bien común. La
reunión fue fuertemente alentada por el presidente ruso Vladimir Putin.

Finalmente, resultó en que decenas de millones de dosis de Sputnik V
estuvieran disponibles para un grupo de Estados del noreste de Brasil.
Lula jugó un papel clave en la negociación. El gobierno federal, que
primero cedió a la fuerte presión estadounidense para demonizar al
Sputnik V, luego se enfrentó a un desastre de vacunas, y se vio obligado
a subirse al tren e incluso ahora está tratando de atribuirse el mérito
de ello.

Tal como está, esta emocionante telenovela frenéticamente política puede
tener todas las características de un cruce de operaciones psicológicas
entre los MMA y WWE, con algunos buenos y con una gran cantidad de malos.

A la casa (militar) le gustaría dar la impresión de que controla todas
las apuestas. Pero Lula, como un practicante político consumado de
‘/flotar como una mariposa y picar como una abeja/’, nunca debe ser
subestimado.

Tan pronto como la domesticación del Covid-19 lo permita, en gran parte
gracias a la vacuna Sputnik V, la mejor apuesta de Lula será salir a la
carretera. anzar a las masas trabajadoras magulladas a las calles,
energizarlas, hablarles, escucharlas. Internacionalizar el drama
brasileño mientras trata de cerrar brecha entre Washington y los BRICS.

Y actuar como el verdadero líder del Sur Mundial que nunca ha dejado de ser.

*Traducción: Carlos Debiasi, para */*Correo de la Diaspora.*/

Fuente (de la traducción):
http://www.elcorreo.eu.org/Lula-de-Brasil-en-un-desierto-de-espejos?lang=fr
<http://www.elcorreo.eu.org/Lula-de-Brasil-en-un-desierto-de-espejos?lang=fr>

In
REBELION
https://rebelion.org/lula-de-brasil-en-un-desierto-de-espejos/
26/3/2021

quinta-feira, 25 de março de 2021

O derrube de Evo Morales e a primeira guerra do lítio

 
  O derrube de Evo Morales e a primeira guerra do lítio

Thierry Meyssan

O mundo estava habituado às guerras do petróleo desde o fim do século
XIX. Eis que agora começam as do lítio ; um mineral essencial aos
telefones portáteis, mas principalmente para as viaturas eléctricas.
Documentos do Foreign Office, obtidos por um historiador e um jornalista
britânicos, atestam que o Reino Unido organizou, com todos os detalhes,
o derrube do Presidente boliviano Evo Morales a fim de roubar as
reservas de lítio do país.

*Enquanto vocês o observavam a fazer de palhaço, Boris Johnson tratava
de supervisionar o derrube do Presidente Morales na Bolívia, ocupar a
ilha de Socotorá ao largo do Iémene, e a organizar a vitória da Turquia
sobre a Arménia. Aliás, vocês nem sequer ouviram falar disto. *

Recordem o derrube do Presidente boliviano Evo Morales, nos fins de
2019. À época, a imprensa dominante clamava que ele havia transformado o
seu país numa ditadura e que acabava de ser expulso pelo seu povo. A
Organização dos Estados Americanos (OEA) publicava um relatório para
certificar que as eleições tinham sido truncadas e que se assistia ao
restabelecimento da democracia.

Entretanto o Presidente Morales, que temendo acabar como o Presidente
chileno Salvador Allende se refugiara no México, denunciava um Golpe de
Estado organizado para apanhar as reservas de lítio do país. Mas não
conseguindo identificar os mandantes, nada mais provocou do que
sarcasmos no Ocidente. Apenas nós revelamos que a operação havia sido
posta em prática por uma comunidade de católicos croatas ustashas
presente no país, em Santa Cruz, desde o fim da Segunda Guerra Mundial;
uma rede /stay-behind/ da OTAN [1 <#nb1>].

Um ano mais tarde, o partido do Presidente Morales ganhou com larga
maioria as novas eleições [2 <#nb2>]. Não houve contestação e este pode
triunfalmente regressar ao seu país [3 <#nb3>]. A sua pretensa ditadura
jamais tivera lugar, enquanto a de Jeanine Áñez acabava de ser derrubada
pelas urnas.

O historiador Mark Curtis e o jornalista Matt Kennard tiveram acesso a
documentos desclassificados do Foreign Office (Negócios Estrangeiros
britânico-ndT) que estudaram. Eles publicaram as conclusões no sítio
/Declassified UK/, sediado na África do Sul, após a sua censura militar
no Reino Unido [4 <#nb4>].

Mark Curtis mostrou ao longo de todo o seu trabalho que a política do
Reino Unido não havia sofrido qualquer mudança com a descolonização. Nós
já citáramos o seu trabalho numa dezena de artigos da Rede Voltaire.

Revelava-se que o derrube do Presidente Morales fora uma montagem do
Foreign Office e de elementos da CIA que escapavam ao controle da
Administração Trump. O seu objectivo era o de roubar o lítio existente
no país, cobiçado pelo Reino Unido no contexto da transição energética.

A Administração Obama havia já, em 2009, tentado um Golpe de Estado que
foi derrotado pelo Presidente Morales e que levara à expulsão de vários
diplomatas e funcionários dos EUA. Pelo contrário, aparentemente a
Administração Trump deixou o campo livre aos neoconservadores na América
latina, mas sistematicamente impediu-os de levar os seus planos à prática.

O lítio entra na composição das baterias. Encontra-se principalmente em
salmouras de desertos de sal em altitude, nas montanhas chilenas,
argentinas e sobretudo bolivianas («o triângulo do lítio»), até mesmo no
Tibete, são os «salares». Mas também sob a forma sólida em certos
minerais, extraídos de minas, nomeadamente australianas. Ele é
indispensável para a mudança de viaturas movidas a gasolina para
veículos elétricos. Tornou-se, portanto, uma questão mais importante que
o petróleo no contexto dos Acordos de Paris que são supostos combater o
aquecimento climático.

Em Fevereiro de 2019, o Presidente Evo Morales autorizara uma empresa
chinesa, TBEA Group, a explorar as principais reservas de lítio do seu
país. O Reino Unido concebeu, pois, um plano para o roubar.

Evo Morales, índio aimara, tornou-se Presidente da Bolívia em 2006. Ele
representava os produtores de coca; uma planta local indispensável à
vida a grande altitude, mas igualmente uma potente droga interdita no
mundo pelas ligas de virtude dos EUA. A sua eleição e a sua governança
marcaram o retorno dos índios ao Poder do qual haviam sido excluídos
desde a colonização espanhola.

- Já em 2017-18, o Reino Unido enviara peritos à empresa nacional
boliviana, Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), para avaliar as
condições de exploração do lítio boliviano.
- Em 2019-20, Londres subvencionou um estudo para «optimizar a
exploração e a produção do lítio boliviano utilizando a tecnologia
britânica».
- Em Abril de 2019, a embaixada do Reino Unido em Buenos Aires organizou
um seminário com representantes da Argentina, do Chile e da Bolívia,
funcionários de empresas mineiras e de governos, para lhes apresentar as
vantagens que teriam em usar a Bolsa de Metais de Londres. A
Administração Morales fez-se aí representar por um dos seus ministros.
- Imediatamente após o Golpe de Estado, o Banco Interamericano de
Desenvolvimento (BID) aprestou-se para financiar projectos britânicos.
- O Foreign Office havia contratado —muito antes do Golpe de Estado— uma
empresa de Oxford, a Satellite Applications Catapult, a fim de mapear as
reservas de lítio. Ela só foi paga pelo IADB após o derrube do
Presidente Morales.
- A Embaixada do Reino Unido em La Paz organizou, alguns meses mais
tarde, um seminário para 300 agentes da fileira com o apoio da sociedade
Watchman UK. Esta empresa é especializada no modo de associar as
populações a projectos que violam os seus interesses, a fim de evitar a
sua revolta.

Antes e depois do Golpe de Estado, a embaixada Britânica na Bolívia
negligenciou a capital La Paz para se interessar mais especificamente
pela região de Santa Cruz, aquela onde os Croatas ustashas haviam
legalmente tomado o Poder. Aí, ela multiplicou as iniciativas culturais
e comerciais.

Para neutralizar os bancos bolivianos, a embaixada britânica em La Paz
organizou, oito meses antes do Golpe de Estado, um seminário sobre
segurança informática. Os diplomatas apresentaram a empresa DarkTrace
(criada pelos Serviços Secretos do Interior britânicos), explicando que
apenas os estabelecimentos bancários que a contratassem, para garantir a
sua segurança, poderiam vir a trabalhar com a City.

Segundo Mark Curtis e Matthew Kennard, os Estados Unidos não
participaram, por si mesmos, no complô, mas alguns funcionários deixaram
a CIA para a preparar. Assim, a DarkTrace recrutou Marcus Fowler, um
especialista em ciberoperações da CIA, e especialmente Alan Wade, antigo
Chefe da Inteligência da Agência. A maior parte do pessoal da operação
era britânico, entre o qual os responsáveis da Watchman UK, Christopher
Goodwin-Hudson (antigo militar de carreira, depois Director de Segurança
da Goldman-Sachs) e Gabriel Carter (membro do muito privado Special
Forces Club de Knightsbridge, que se havia destacado no Afeganistão).

O historiador e o jornalista garantem igualmente que a embaixada
britânica forneceu à Organização dos Estados Americanos os dados que lhe
serviram para «provar» que o escrutínio havia sido truncado; relatório
que foi desmontado pelos pesquisadores do Massachusetts Institute of
Technology (MIT) [5 <#nb5>] antes de o ser pelos Bolivianos, eles
próprios, aquando das eleições seguintes.

A actualidade dá razão ao trabalho de Mark Curtis. Assim, em três anos,
desde o Golpe de Estado na Bolívia (2019), nós mostramos o papel de
Londres na guerra do Iémene (2020) [6 <#nb6>] e na do Alto Carabaque
(2020) [7 <#nb7>].

O Reino Unido leva a cabo guerras curtas e operações secretas, se
possível sem que os média (mídia-br) relevem a sua acção. Ele mesmo
controla a percepção que se tem da sua presença por meio de uma
infinidade de agências de notícias e de média (mídia-br) que subsidia em
segredo. Ele cria condições de vida impossíveis para aqueles a quem as
impõe. Utiliza-as para explorar o país em seu proveito. Além disso, pode
fazer durar esta situação o maior tempo possível tendo a certeza de que
as suas vítimas ainda irão a si apelar, única forma capaz de apaziguar o
conflito que ele próprio criou.

In
VOLTAIRE.NET
https://www.voltairenet.org/article212422.html
16/3/2021

terça-feira, 23 de março de 2021

Os 150 anos da Comuna de Paris: análise económica

 


*por Michael Roberts *

Decorreu agora o 150º aniversário do início da Comuna de Paris. A Comuna
(Conselho) foi formada como resultado do que deve ser considerado o
primeiro levantamento e revolução liderada pela classe trabalhadora na
história. Esta nova classe foi o produto da revolução industrial no modo
de produção capitalista, do qual Marx e Engels falaram pela primeira vez
com mais destaque no Manifesto do Partido Comunista publicado em Março
de 1848.

Antes da Comuna de Paris, as revoluções na Europa e na América do Norte
tinham como objectivo derrubar monarcas feudais e finalmente colocar a
classe capitalista no poder político. Enquanto o socialismo como ideia e
objectivo já começava a ganhar credibilidade entre a intelectualidade
radical, foram Marx e Engels os que primeiro identificaram a classe
trabalhadora como o agente de mudança revolucionária, ou seja, aqueles
que não possuíam meios de produção excepto a sua própria força de trabalho.

A Comuna de Paris verificou-se como resultado imediato da guerra
franco-prussiana. Essa guerra fora lançada por Luís Bonaparte, sobrinho
de Napoleão, que havia tomado o poder num golpe após a derrota da
revolução de 1848. Ele governou autocraticamente a França nas duas
décadas seguintes. Estas décadas foram de excepcional expansão económica
para o capitalismo na Europa e na América. As recessões económicas foram
poucas e distantes entre si (1859 e 1864) e relativamente moderadas. Na
verdade, a lucratividade atingiu níveis máximos na década de 1850 (alta
de 11%), mas retrocedeu em 4% na década de 1860.

Média decenal da taxa de retorno sobre o capital (%).
Fonte: T Piketty,
www.quandl.com/data/PIKETTY/TS6_2-Capital-labor-split-in-France-1820-2010 <https://www.quandl.com/data/PIKETTY/TS6_2-Capital-labor-split-in-France-1820-2010>


A França transformou-se de uma economia agrícola atrasada numa economia
industrial em crescimento rápido. Bonaparte lançou uma série de obras
públicas e projectos de infraestrutura destinados a modernizar cidades
francesas. Paris emergiu como um centro financeiro internacional em
meados do século XIX, logo após Londres. Tinha um banco nacional forte e
vários bancos privados agressivos que financiavam projectos por toda a
Europa e no Império Francês em expansão. O Banque de France
<https://en.wikipedia.org/wiki/Banque_de_France> , fundado em 1796,
emergiu como um poderoso banco central.

Sob Bonaparte, o governo francês coordenou várias instituições
financeiras para financiar grandes projectos, incluindo o Crédit
Mobilier <https://en.wikipedia.org/wiki/Cr%C3%A9dit_Mobilier> , que se
tornou uma agência de financiamento poderosa e dinâmica para grandes
projectos em França, inclusive uma linha transatlântica de navios a
vapor, iluminação a gás <https://en.wikipedia.org/wiki/Gas_lighting> das
vias públicas, um jornal e o sistema de metro de Paris. A França
aumentou suas linhas ferroviárias em oito vezes e duplicou a sua
produção de minério de ferro. A população cresceu 10% e muito mais nas
cidades, que agora se tornaram centros urbanos da nova classe
trabalhadora industrial. Em 1855 e novamente em 1867, foi encenada uma
exposição mundial em Paris a fim de rivalizar com a anterior Grande
Exposição Britânica de poder industrial em 1851. E Ferdinand de Lesseps
organizou a construção do Canal de Suez.

Mas a política de guerra de Bonaparte e o projecto de redesenhar Paris
usando o arquitecto Haussmann foram caros; a dívida nacional da França
aumentou consideravelmente. E a indústria francesa viu-se sob crescente
competição internacional (isto é, principalmente britânica). Entre 1848
e 1870, o défice do sector público triplicou. O que David Harvey chamou
de "keynesianismo primitivo"
<https://davidharvey.org/media/righttothecity.pdf> começou a perder
força. O governo recorreu à monetarização da dívida, ao estilo MMT, na
esperança de que isso continuasse a estimular o investimento e o
crescimento. Marx chamou a isto "o catolicismo" da base monetária
<https://www.marxists.org/archive/marx/works/1857/grundrisse/ch03.htm> ,
transformando o sistema bancário no "papado da produção" e abraçou o
aquilo que Marx chamou de "protestantismo da fé e do crédito".

Despesa e receita do Estado, 1848-1870.

Quedas financeiras ocorriam à medida que o crescimento dos lucros
começava a cair. Na verdade, pode-se ter uma ideia dos problemas
crescentes para a expansão capitalista francesa com o movimento dos
preços das acções e dos retornos das mesmas. Houve uma queda dos lucros
na recessão de 1859 e em 1864 e 1868 antes da calamidade da guerra
franco-prussiana.

Mudanças no índice das acções e retornos totais.
Fonte: Um desafio para optimistas triunfantes?
Um índice de blue chips para a bolsa de valores de Paris, 1854-2007,
meus cálculos.

À medida que a taxa de lucro caiu durante a década de 1860, a partir de
níveis historicamente elevados, o crescimento anual dos lucros também
diminuiu, com quedas significativas em 1859 e 1864.

Mudanças anuais nos lucros, ganhos por acção, 1855-72 .

A desigualdade de riqueza e de rendimento disparou no momento em que a
classe trabalhadora se expandiu dramaticamente. As tensões sociais
começaram a intensificar-se. Pode-se dizer que foi uma situação
semelhante à de Maio de 1968, após duas décadas de boom económico sob o
governo da presidência gaullista – excepto que em 1870 interveio a
guerra e esta tornou-se o catalisador da ascensão da Comuna.

Pode-se argumentar que Bonaparte, em sua arrogância, precisava de uma
guerra para desviar a luta de classes em casa e precisava restaurar a
hegemonia económica da França na Europa continental. Bonaparte achava
que o exército francês era superior ao da Prússia de Bismarck. Mas ele
subestimou terrivelmente o poder económico e militar alemão liderado
pela Prússia. Os franceses foram rapidamente derrotados e humilhados.
Bonaparte foi capturado, abdicou e fugiu. O governo burguês republicano
tentou lutar, mas acabou negociando um terrível acordo de paz enquanto o
exército prussiano sitiava a população faminta em Paris. Foi então que a
Comuna de Paris – um conselho de delegados operários dos distritos –
surgiu para tomar o poder político em nome da população.

Este texto não pode cobrir todos os eventos e temas nos curtos 72 dias
que a classe trabalhadora de Paris governou por meio de suas próprias
estruturas democráticas, enquanto o governo burguês fugiu para Versalhes
e exortou os prussianos a esmagar a Comuna. A Comuna não sobreviveu por
muito tempo. Permaneceu amplamente isolada na França e acabou sendo
suprimida de forma sangrenta pelas forças do governo de Versalhes.

Os melhores relatos da Comuna de Paris são o do communard Lissagaray, a
História da Comuna de Paris
<https://www.marxists.org/history/france/archive/lissagaray/index.htm> ,
traduzido por Eleanor Marx e publicado em 1876 e, naturalmente, /A
Guerra Civil em França,/
<https://www.marxists.org/archive/marx/works/1871/civil-war-france/> o
próprio livro de Marx escrito logo depois de a Comuna ter sido esmagada.
E o marxista belga Eric Toussaint fez um excelente relato moderno das
maquinações económicas do Banque de France e da Comuna aqui
<http://www.cadtm.org/The-Paris-Commune-of-1871-banks-and-debt> .

Assim, neste breve texto, vou apenas apresentar algumas observações
sobre as políticas económicas da Comuna. O mais importante foi o
fracasso em assumir as alavancas financeiras do capital, em particular,
o Banque de France. Dez anos após o esmagamento da Comuna, Marx
argumentou que a Comuna poderia muito bem ter sobrevivido se o Banque de
France tivesse sido conquistado. "Além de ser simplesmente a insurreição
de uma cidade em circunstâncias excepcionais, a maioria da Comuna não
era de forma alguma socialista e não poderia ser. Com um pouco de bom
senso, porém, ela poderia ter obtido de Versalhes um compromisso
favorável a toda a massa do povo – o único objectivo alcançável na época".

.

Na verdade, o maior medo que o governo de Versalhes tinha em relação à
Comuna era a perda dos fundos do Banque. Lissagaray observa:   "Todas as
insurreições sérias começaram capturando a coragem do inimigo, a sua
caixa registadora. A Comuna foi a única que se recusou. Permaneceu em
êxtase diante do dinheiro da alta burguesia que tinha nas mãos".

E Engels na sua introdução à reedição em 1891 de A Guerra Civil em
França:   "muitas coisas [foram] ignoradas que, de acordo com nossa
concepção de hoje, a Comuna deveria ter feito. O mais difícil de
compreender é certamente o santo respeito com que se parava diante das
portas do Banque de France. Além disso, foi um grave erro político. O
Banco nas mãos da Comuna valia mais de dez mil reféns. Isso significaria
que toda a burguesia francesa pressionaria o governo de Versalhes a
fazer as pazes com a Comuna. "

Banque de France. Por que os líderes da Comuna não assumiram o controle
do Banco? Bem, a maioria dos delegados da Comuna não era socialista, mas
constituída por democratas republicanos. A ala socialista era uma
minoria. E dentro dessa minoria socialista, os marxistas eram uma
minoria ainda menor. A maioria dos socialistas era proudhoniana. Eles
viam o socialismo vindo do controle monetário, ou seja, através do uso
do crédito. O homem encarregado das finanças da Comuna, Charles Beslay,
amigo de Proudhon, tinha uma fé cega nos bancos e nas finanças em geral.
Ele era membro da Primeira Internacional desde 1866 e tinha uma grande
influência na Comuna. Beslay tinha um passado como capitalista, pois
fora dono de uma oficina que empregava 200 trabalhadores.

Charles Beslay. O vice-governador do banco, o monárquico De Ploeuc,
comentou: "O Sr. Beslay é um daqueles homens cuja imaginação é
desequilibrada e que se deleita com a utopia; ele sonha em conciliar
todos os antagonismos que existem na sociedade, os patrões e os
trabalhadores, os senhores e os servos". Beslay confirmou seu
proudhonismo em acção: "Um banco deve ser visto sob um duplo aspecto; se
ele se apresenta a nós sob seu lado material por seu dinheiro e suas
notas, ele também se impõe por um lado moral que é a confiança. Tire a
confiança e a nota é apenas um título /(assignat) / ". Beslay atacou os
marxistas:   "O sistema da Comuna e o meu se traduzem nesta palavra
sagrada: 'respeito pela propriedade, até sua transformação'. O sistema
do cidadão Lissagaray resulta nesta palavra repulsiva: expoliação".

Além disso, os mecanismos financeiros são demasiado complicados para
serem entendidos pelo cidadão comum, ou mesmo por políticos, e devem,
portanto, ser reservados a especialistas ou mesmo peritos. A atitude do
principal líder da Comuna, Rigault, era que "questões de negócios,
crédito, finanças, bancos […] precisavam da ajuda de homens especiais,
que só podiam ser encontrados em número muito pequeno na municipalidade.
[…] Além disso, as questões financeiras […] não são […] vistas como os
problemas essenciais do momento. No futuro imediato, tudo o que importa
é que o dinheiro entre". Em vez de demitir o assustado Rouland,
governador do banco, e assumir o controle dos enormes fundos ali
mantidos, Beslay permitiu que Rouland ficasse no cargo e apenas pediu
fundos suficientes para pagar aos Guardas Nacionais que defendiam Paris.
Rouland gentilmente permitiu que Beslay ingressasse no conselho do banco
como "delegado da Comuna", onde Beslay agiu para garantir sua
independência do controle e das demandas da Comuna.

Rouland, governador do Banque de France. Em vez de querer assumir o
controle, Beslay fez tudo para manter a integridade do Banque de France
e garantir sua independência. O resultado foi que durante os setenta e
dois dias da sua existência, a Comuna recebeu apenas 16,7 milhões de
francos para as suas necessidades: os 9,4 milhões de bens que a Comuna
já tinha por conta e 7,3 milhões emprestados pelo Banco. Ao mesmo tempo,
o Banque enviou ao governo de Versalhes 315 milhões de francos a partir
da sua rede de 74 agências!

O dinheiro conseguido pela Comuna foi geralmente bem utilizado. Cerca de
80% foram para a defesa de Paris, mas também houve distribuição de
rendimento às partes mais pobres da cidade. A Comuna introduziu um
sistema tributário progressivo, reduzindo o imposto municipal para os
mais pobres em 50% e introduzindo impostos mais altos sobre as empresas.
Os proprietários foram forçados a reembolsar os aluguéres dos últimos
nove meses e os futuros foram suspensos. Houve uma moratória para todas
as dívidas, que agora poderiam ser pagas em três anos sem juros.

Mas a falha na tomada do controle do Banco foi o calcanhar de Aquiles do
progresso da Comuna. E o conselho do Banco sabia disso. Temiam que
houvesse uma "ocupação do Banco por parte do Comité Central, que ali
poderia instalar um Governo de sua escolha, fazer com que as notas
fossem produzidas sem medida ou limite e, assim, ocasionar a ruína do
estabelecimento e do país". E outro membro do conselho industrial
afirmou que "o Conselho não pode […] permitir que o Banco a ser
saqueado. O mal seria irremediável e a destruição dos valores da
carteira e da guarda dos depósitos constituiria uma calamidade terrível,
porque é uma grande parte da fortuna pública".

Se o Banco tivesse sido tomado, Versalhes teria sido destituída de
fundos para derrotar a Comuna, uma vez que este detinha uma carteira com
montantes que chegavam a 899 milhões de francos, além de 120 milhões de
francos em títulos depositados como garantia de adiantamentos e 900
milhões de francos em títulos em depósito. Ao invés disso, Beslay seguiu
as instruções do governador do Banco e permitiu que o mesmo enviasse
dinheiro para Versalhes, enquanto o vice-governador dava a ordem de
remover todos os títulos para as caves e a seguir entaipar a escada de
acesso.

Dois anos após o esmagamento da Comuna, Beslay resumiu sua acção numa
carta ao diário de direita /Le Figaro, / publicada em 13 de Março de
1873:   "Fui para o Banco com a intenção de protegê-lo de qualquer
violência do partido extremado da Comuna e estou convencido de que
mantive o establishment no meu país, o qual era o nosso último recurso
financeiro". A Comuna acabou por ser esmagada em Maio de 1871, com cerca
de 20.000 comunards mortos, 38.000 presos e mais de 7.000 deportados.
Beslay foi libertado e mudou-se para a Suíça.

Cerca de 45 anos depois, após outra revolução desencadeada pela guerra e
uma derrota para a classe dominante, Lenine relembrou esta lição da
derrota da Comuna de Paris: "Os bancos, como sabemos, são centros da
vida económica moderna, os principais centros nervosos da todo o sistema
económico capitalista. Falar em "regular a vida económica" e ainda assim
fugir à questão da nacionalização dos bancos significa demonstrar a mais
profunda ignorância ou enganar "as pessoas comuns" com palavras
floreadas e promessas grandiloquentes com a intenção deliberada de não
cumprir tais promessas".

*O original encontra-se em
thenextrecession.wordpress.com/2021/03/18/paris-commune-150-the-economics/
<https://thenextrecession.wordpress.com/2021/03/18/paris-commune-150-the-economics/>
*
In
RESISTIR.INFO
https://www.resistir.info/crise/mroberts_18mar21.html
12/3/2021

sexta-feira, 19 de março de 2021

A Comuna de Paris: o assalto aos céus

 

// Manuel Augusto Araújo

A Comuna de Paris, sobre a qual passam 150 anos, é um dos mais
fulgurantes acontecimentos na história da emancipação humana. Todas as
gerações a devem conhecer e celebrar. Os seus curtos 72 dias - aos quais
a burguesia pôs fim com a mais sanguinária repressão - permitiram
vislumbrar um mundo inteiramente novo e as forças sociais que, mais
tarde ou mais cedo, o construirão definitivamente.

É estranho ou mesmo paradoxal que a canção emblemática da Comuna de
Paris (18 de Março a 28 Maio de 1871), a primeira revolução em que a
classe operária partiu «ao assalto dos céus por reconhecidamente ser a
única que era capaz de iniciativa social e política»1, seja uma
cançoneta de amor – escrita em 1866 por Jean-Baptist Clément (letra) e
Antoine Renard (música) – sem o ímpeto das outras que desde as primeiras
revoltas camponesas e operárias até aos dias de hoje cintilam no vasto
cancioneiro revolucionário que continua inacabado. No contexto histórico
daquela epopeia que explodiu os dias calendarizados num tempo sem tempo,
concentraram-se todas as imensas esperanças do proletariado, da classe
operária. Le Temps des Cerises ouve-se com a emoção de se saber que os
amanhãs são sempre possíveis, mesmo quando derrotados circunstancialmente.

*O Assalto aos Céus*

A historiografia contemporânea reaccionária procura fazer uma revisão de
todos os sucessos históricos das lutas operárias, das lutas de classes,
menorizando-os como singularidades de circunstâncias únicas,
contingentes, para que a sua coerência se dilua em micro
subjectividades, negando todas as evidências. A Comuna de Paris, a
Revolução de Outubro e muitos outros sucessos históricos, por cá e
noutra escala o fascismo-salazarista ou o 25 de Abril, são objecto de
branqueamento e limpeza que desvirtuam do que lhes é nuclear e
essencial. Deve-se estar atento à calhordice cínica desses académicos
alinhados na direita mais enquistada que, disfarçada de uma mais que
falsa seriedade científica, promove nos meios universitários, em
revistas com auras de seriedade, nos media corporativos, teorias falazes
com urdidoras embustices que fazem caminho sem olhar a meios para
atingirem os seus fins. A comemoração dos 150 anos da Comuna de Paris,
como seria de esperar, não escapa a essas gralhas reaccionárias. Há que
repor a verdade histórica. A importância que teve e tem na história de
todas as lutas pela libertação da exploração burguesa do trabalho humano.
A Comuna de Paris não aparece por geração espontânea. As suas raízes
históricas mais próximas encontram-se na Revolução Francesa, nos seus
episódios mais decisivos, como a Tomada das Tulherias, o fim da
monarquia, a Declaração dos Direitos do Homem e do Cidadão, o preâmbulo
da nova Constituição. É a herdeira política da ala mais radical dirigida
por Robespierre, que acaba guilhotinado pelos conjurados corruptos do
Thermidor, inspira-se na Conspiração para a Igualdade de Babeuf2. A
herdeira das revoluções europeias que incendiaram a Europa em 1848, no
que foi considerado a Primavera dos Povos, foi afogada num banho de
sangue de brutalidade inominável. É um marco na longa linha de lutas e
insurreições operárias e camponesas do séc. XIX, num mundo de mudanças
económicas e modernização capitalista. Será a última desse século, a
primeira a triunfar, mesmo que por um pequeno lapso de tempo, em que se
ergueram em simultâneo as bandeiras do patriotismo e do
internacionalismo. Um marco histórico para as revoluções que lhe
sucederam, nomeadamente a Revolução de Outubro.

Foi a primeira revolução socialista da história da humanidade, numa
Paris que vivia situação turbulenta depois de Napoleão III ter assinado
a rendição na guerra entre a França e a Prússia, num contexto de
agitação insurreccional generalizada. Os operários franceses, que viviam
sob duras condições de trabalho e não concordavam com a rendição da
França, mais revoltados ficaram quando o governo, para resolver os
custos da guerra, lançou novos impostos sobre os trabalhadores para
solucionar os problemas das dívidas contraídas.
A revolta estalou apoiada na Guarda Nacional, maioritariamente formada
por operários, a que se juntaram milícias populares de cidadãos e
soldados que se amotinaram. Um governo revolucionário foi organizado na
base de comités de bairro que elegeram um Comité Central, onde figuravam
representantes da Federação dos Bairros, blanquistas, proudhonistas,
membros da Associação Internacional dos Trabalhadores, fundada em 1864
por impulso de Karl Marx. Confluíram várias tendências políticas, dos
socialistas aos anarquistas, proletariado e pequena burguesia, artistas
e escritores. O vácuo político deixado pelo governo – o qual, impotente
para conter a revolta, tinha fugido para Versalhes – foi ocupado pelos
revolucionários.
A Comuna foi proclamada. O seu primeiro édito é esclarecedor: «abolição
do sistema de escravidão do salário de uma vez por todas». O sistema
eleitoral sofreu uma viragem integral. A democracia directa foi
instituída em todos os níveis da administração pública. A polícia foi
abolida e substituída pela Guarda Nacional. A educação foi secularizada.
A previdência social foi instituída. O poder da burguesia foi pela
primeira vez posto radicalmente em causa. O alarme na Europa alastrou
com violência.
O governo de Thiers, depois de humilhado pela Prússia, com a coroação do
imperador Guilherme II no palácio de Versalhes, negociou com o Império
Alemão a libertação dos soldados franceses, para recompor o exército e
atacar Paris. A desproporção de forças não podia ser maior. Cem mil
soldados a mando de Versalhes contra 18 mil milicianos da Comuna. A
cidade, apesar de heroicamente defendida, foi tomada de assalto. A
repressão que se seguiu foi de uma imensa brutalidade, como tem sido
sempre, ontem e hoje, contra quem ousa afrontar o instituído poder da
burguesia mesmo pelo uso do voto, como se assistiu no Chile ou quando,
na Indonésia, Suharto massacrou um milhão de militantes comunistas que
ameaçavam vencer as eleições.
Vinte mil communards foram imediatamente executados. 40 mil foram
presos, torturados e executados. Esses eram os considerados «contumazes»
pelos Conselhos de Guerra de Versalhes, que julgaram e condenaram 13 450
cidadãos. Contam-se nos autos 80 crianças, 1320 mulheres, 12 050 homens.
O número de mortos às mãos do governo de Thiers é calculado em 80 mil.
A Comuna de Paris acabou por ser uma causa desesperada. Uma causa
indispensável na luta de massas, pelo que se aprendeu para lutas
futuras. Como escreve Marx a Ludwig Kugelman3:
«a história mundial seria, aliás, muito fácil de fazer se a luta fosse
empreendida apenas sob a condição de probabilidades infalivelmente
favoráveis. Ela seria, por outro lado, de natureza muito mística se as
“casualidades” não desempenhassem nenhum papel. Estas casualidades
ocorrem elas próprias naturalmente no campo geral do desenvolvimento e
são de novo compensadas por outras casualidades. Mas a aceleração e o
retardamento estão muito dependentes de tais “casualidades”, entre as
quais figura também o “acaso” do carácter das pessoas que no início
estão à cabeça do movimento.
Desta vez, o “acaso” decisivamente desfavorável não deve de modo nenhum
procurar-se nas condições gerais da sociedade francesa mas na presença
dos prussianos em França e na sua posição mesmo às portas de Paris. Isto
sabiam-no os parisienses muito bem. Mas sabiam-no também os canalhas
burgueses de Versalhes. Precisamente por isso colocaram os parisienses
perante a alternativa de aceitarem a luta ou de caírem sem lutar. A
desmoralização da classe operária neste último caso teria sido uma
desgraça muito maior do que a morte de qualquer número de “chefes”. Com
a luta de Paris, a luta da classe operária com os capitalistas e o seu
Estado entrou numa nova fase. Corra a coisa como correr no imediato,
está ganho um novo ponto de partida de importância histórico-mundial.»

*Apontar para o Futuro*

Pela primeira vez na História da Humanidade, simples operários ousaram
tomar nas suas mãos os privilégios dos que se julgam seus «superiores
naturais». Ousaram formar, com os seus iguais, o seu próprio governo.
É admirável a actividade legislativa da Comuna. Em semanas introduziu
mais reformas que os governos nos dois séculos anteriores. Era o ímpeto
revolucionário de corte integral com o passado, o triunfo dos
sans-culottes sobre os jacobinos que os tinham traído na Revolução Francesa.
Os principais decretos da Comuna de Paris são referências que apontam
para o futuro. O trabalho nocturno foi abolido; oficinas que estavam
fechadas foram reabertas para que cooperativas fossem instaladas;
residências vazias foram desapropriadas e ocupadas; todos os descontos
em salário foram revogados; a jornada de trabalho foi reduzida,
propõe-se a jornada de oito horas; os sindicatos foram legalizados;
instituiu-se a igualdade entre os sexos; projectou-se a autogestão das
fábricas; o monopólio da lei pelos advogados, o juramento judicial e os
honorários foram anulados; testamentos, adopções e a contratação de
advogados tornaram-se gratuitos; o casamento foi simplificado, tornou-se
gracioso; a pena de morte foi eliminada; o cargo de juiz tornou-se
electivo; o Estado e a Igreja foram separados, a Igreja deixou de ser
subvencionada pelo Estado; os espólios sem herdeiros passaram a ser
propriedade do Estado; a educação tornou-se gratuita, laica e
obrigatória; escolas nocturnas foram criadas e todas as escolas passaram
a ser de frequência mista; a Bandeira Vermelha foi adoptada como símbolo
da Unidade Federal da Humanidade; instituiu-se um escritório central de
imprensa; o serviço militar obrigatório e o exército regular foram
banidos; todas as finanças foram reorganizadas, incluindo os correios, a
assistência pública e os telégrafos; traçou-se um plano para a rotação
de trabalhadores; organizou-se uma Escola Nacional de Serviço Público;
os artistas e os escritores passaram a autogestionar os teatros e
editoras; o salário dos professores foi duplicado; o internacionalismo
foi posto em prática, o facto de ser estrangeiro foi considerado
irrelevante. Os integrantes da Comuna incluíam revolucionários de
praticamente todos os países da Europa, em especial belgas, italianos,
polacos, húngaros, que defenderam mais patrioticamente a França que os
vendidos aos interesses privados na esteira do bispo Cauchon, que
entregou Joana D’Arc aos ingleses, ou dos que actualmente rastejam às
ordens do grande capital sem pátria.

*Uma lição de história*

A insurreição do 18 de Março de 1871 é singular, até contingente e
inesperada, mas tem consequências imediatas sobre o movimento operário e
revolucionário. As novas e inovadoras relações entre o Estado o Poder e
a propriedade privada, as estratégias revolucionárias incidindo nas
cooperativas, as relações entre o movimento operário e a questão
camponesa, o papel das mulheres, influenciaram textos maiores do
marxismo-leninismo como a Origem da Família, da Propriedade e Privada e
do Estado de Engels4, em 1884, obra fulcral para se compreender a origem
do patriarcado e da opressão das mulheres. Marx, com a grande clareza e
lucidez que o caracterizam, percebe melhor a importância da participação
das mulheres durante a Comuna e propõe a criação de secções femininas na
Internacional. Aprofunda os estudos sobre a urgência e necessidade de
alianças entre operários e camponeses, o que a Comuna no seu breve tempo
de existência não teve tempo de realizar. Nas várias reflexões sobre
esse acontecimento histórico, nas já referidas cartas a Ludwig Kugelmann
e ao dirigente socialista alemão Wilhelm Liebknetch, sublinha a
indecisão dos communards de marcharem imediatamente sobre Versalhes e os
seus escrúpulos em se apoderarem das reservas do Banco de França, que
poderiam ter dado outro curso à história da Comuna. Marx sabe bem que o
curso de uma revolução nunca é linear e que a realidade vivida está
sempre sujeita a avanços e recuos, a contratempos: «nas revoluções o
amanhã é sempre desconhecido»5.
A Comuna tem um papel de relevo na elaboração da teoria revolucionária
em Marx, Engels e Lenine. O ensaio de Marx, A Guerra Civil em França6,
tem a particularidade de, depois de ter feito vários avisos à classe
operária sobre os perigos de acções prematuras em 1870, evidenciar um
enorme entusiasmo com a Comuna sem deixar de criticar os seus erros, as
suas fragilidades. Ao analisar as debilidades políticas da direcção
communard não coloca em causa a Comuna. O seu objectivo é retirar lições
da derrota para robustecer a resistência, as futuras revoluções. Via
nessa experiência histórica um alcance imenso.
Em 1917, nas vésperas da Revolução de Outubro, Lenine escreve O Estado e
a Revolução7, ensaio central na sua vasta obra política. A Comuna de
Paris, os textos de Marx são o ponto de partida para as suas teses sobre
a natureza do Estado. A Comuna de Paris é:
«um passo em frente da revolução proletária universal, um passo real,
bem mais importante que centenas de programas e de raciocínios (…) na
mais democrática das repúblicas, a mais ampla democracia representativa,
nunca conseguirá eximir-se às consequências devastadoras que é a
separação entre representantes e representados. Separados desde logo
económica e socialmente, permite que os representantes manipulem os
representados de acordo com os seus próprios interesses (…) não basta
apoderar-se do Estado e fazê-lo funcionar para os seus próprios fins.
Exige-se a sua transformação impondo a democracia proletária (ditadura
do proletariado) contra a democracia formal burguesa (ditadura da
burguesia)»8.
Democracia burguesa que não hesita em recorrer à mais feroz repressão,
quando a sente necessária para a sua sobrevivência. Na realidade, ontem
como hoje, a liberdade não é igual entre todos. A liberdade nas
democracias burguesas é instrumental. Nada é mais desigual que a
igualdade formal entre desiguais. A liberdade de um trabalhador, por
razões sociais e económicas, nunca é igual à de um capitalista, o que
levou Orwell a considerar, mesmo quando se opõe ao totalitarismo, que
«para sermos corrompidos pelo totalitarismo não é necessário viver num
país totalitário».
Essa a grande lição da Comuna de Paris. Uma experiência revolucionária
ímpar na luta milenar das lutas do proletariado e dos povos oprimidos.
Uma chama de esperança revolucionária na longa história, feita de êxitos
e fracassos, da luta pela transformação do mundo e da vida, evidenciando
que o que foi possível um dia o será de novo, ainda que noutro contexto
sujeito às condições objectivas e subjectivas do momento e das
circunstâncias históricas em que eclodirá.

1.A Guerra Civil em França, Karl Marx, Edições Avante!, 1984.

2.Histoire De La Conspiration Pour L’Égalite (dite de Babeuf); de
Philippe Buonarroti, edição crítica estabelecida por Jean-Numa Ducange,
Alain Maillard, Stéphanie Roza, Jean-Marc Schiappa; La Ville Brule,
reimpressão (2014).

3.Carta de Karl Marx a Ludwig Kugelman, in Obras Escolhidas de
Marx/Engels, em três tomos, Edições Avante! 2008-2018.

4.A Origem da Família, da Propriedade Privada e do Estado, Friedrich
Engels; Edições Avante!, 1986.

5.Marx (1984).

6.Em 30 de Maio de 1871, apenas dois dias depois do fim da Semana
Sangrenta, Marx apresenta ao Conselho da Internacional, em Londres, o
texto The civil war in France, que foi rapidamente traduzido para alemão
e outras línguas.

7.O Estado e a Revolução, Lenine, Edições Avante!, reimpressão (2011).

8.Ditadura do Proletariado tem dado origem às mais diversas
interpretações centradas na etimologia da palavra ditadura, sobretudo
por parte dos militantes do chamado socialismo democrático, a forma mais
aberta e liberal da ditadura da burguesia, da concepção burguesa do
Mundo, que não suprime o processo de acumulação capitalista e cuja
hegemonia ideológica continuará a dominar as massas populares se a
concepção da consciência de classe proletária não se consubstanciar em
conteúdos precisos, sem degenerescências positivistas nem fatalismos
mecanicistas que assumem como absolutamente certo e pré-estabelecido o
devir histórico. O exemplo mais acabado de Ditadura da Burguesia é o dos
EUA, em que dois partidos se alternam continuando políticas que, no
essencial, são idênticas. A Ditadura do Proletariado, desde a sua
formulação por Lenine, tem sido motivo de amplo e fundo debate
ideológico entre os revolucionários, desde logo entre Lenine e Rosa
Luxemburgo, nas hipóteses da Ditadura do Proletariado ser de partido
único ou multipartidário. O que é central na tese de Lenine é a
hegemonia de uma classe e não qualquer outro conceito.

Fonte:
https://www.abrilabril.pt/cultura/comuna-de-paris-o-assalto-aos-ceus
<https://www.abrilabril.pt/cultura/comuna-de-paris-o-assalto-aos-ceus>

In
O DIARIO.INFO
https://www.odiario.info/a-comuna-de-paris-o-assalto/
18/3/2021


quarta-feira, 17 de março de 2021

Brevísima semblanza y homenaje a la Comuna de París: la evaluación de Marx y la democracia ecomunitarista

 


Por Sirio López Velasco


/En este artículo el autor reflexiona sobre la Comuna de París (1871) y
las lecciones que todavía nos puede ofrecer para construir una sociedad
ecomunitarista./

------------------------------------------------------------------------

En marzo de 2021 se conmemoran los 150 años del inicio de la Comuna de
París. Esa experiencia de poder popular en París duró sólo desde el 18
de marzo al 28 de mayo de 1871, pero hasta hoy es una referencia
obligada para todas las luchas que se proponen construir un nuevo orden
socioambiental sostenible, más allá del capitalismo.  

Marx (en “La Guerra civil en Francia”) dirá que la Comuna demostró que
no basta con que la clase obrera asuma el poder del Estado vigente para
ponerlo a su servicio (pues deberá destruirlo para crear otro, que luego
tendrá que extinguirse), y reconocerá todos los méritos revolucionarios
de las medidas adoptadas por la Comuna. Así, destaca: “La Comuna se
formó con los concejales elegidos por sufragio universal en los
distintos distritos de Paris. Eran responsables y sustituibles en
cualquier momento. La mayoría de ellos procedía evidentemente de los
obreros y de representantes de la clase obrera. La Comuna no debía ser
un cuerpo parlamentario sino un cuerpo ejecutivo y legislativo al mismo
tiempo. La policía, que hasta entonces había sido el instrumento del
gobierno estatal, fue despojada inmediatamente de sus peculiaridades
políticas y transformada en un instrumento de la Comuna responsable y
sustituible en cualquier momento. Lo mismo ocurrió con los funcionarios
de todas las ramas de la Administración. Desde los miembros de la Comuna
hacia abajo, el servicio público tenía que ser realizado por un salario
obrero. Desaparecieron los derechos adquiridos y los dineros de
representación de las altas dignidades del Estado a la vez que
desaparecieron ellas mismas. Los cargos públicos cesaron de ser
propiedad privada de los esbirros del gobierno central. En manos de la
Comuna se puso no sólo la administración municipal sino también toda la
iniciativa que hasta entonces había sido tomada por el Estado”.

La Comuna anula los alquileres no pagos entre octubre de 1870 y abril de
1871, suspende la venta de los objetos depositados en préstamo
pignoraticio (y autoriza la devolución gratuita de los de valor inferior
a 20 Francos), da tres años de mora para el pago de deudas pendientes,
paga una pensión a las viudas y huérfanos de guardias nacionales muertos
en combate (y crea orfelinatos) y también a los heridos, edita un
decreto de requisición de casas vacías para alojar a víctimas de los
bombardeos de los prusianos y versalleses,  instala ventas públicas de
alimentos con precios solidarios, distribuye comidas gratis y bonos de
pan; también readopta el calendario republicano y asume como símbolo la
bandera roja.  En el plano social y político destacan sus iniciativas
favorables a los trabajadores y a la democracia directa o participativa.
Así expropia sin indemnización las propiedades de Thiers, y con
indemnización los talleres abandonados por sus propietarios (huidos a
Versalles), para ponerlos a disposición de cooperativas obreras, al
tiempo en que los encargados serían elegidos por los trabajadores, la
jornada laboral sería reducida a 10 horas (pues era entonces de por lo
menos 12) y se establece un salario mínimo; los burós de empleo son
municipalizados, se prohíbe el trabajo nocturno en las panaderías, se
persigue el trabajo clandestino y se prohíben las multas con deducción
de salario tanto en el sector público como en el privado. La democracia
directa o por lo menos participativa es establecida en las empresas: un
consejo de dirección es elegido cada 15 días y un obrero es encargado de
transmitirle las reclamaciones. Y desde el 22 de marzo el llamado del
Comité Central de la Guardia Nacional enuncia que “los miembros de la
asamblea municipal, sin cesar controlados, vigilados, discutidos, son
revocables…y responsables” ante los ciudadanos y que su mandato es
imperativo. Se organiza un movimiento femenino-feminista que entre otras
cosas reclama igualdad de salarios entre hombres y mujeres (hoy todavía
por alcanzar en la mayor parte del Planeta); y la Comuna reconoce la
unión libre. La educación es laicizada y se abren dos escuelas
profesionales, una de muchachos y otra de mujeres; las directrices para
la enseñanza femenina quedaban a cargo de una comisión exclusivamente
femenina; se establece la igualdad salarial entre hombres y mujeres en
el personal de la educación, remunerado por el municipio; algunos
distritos decretan la educación laica y gratuita. La Comuna decide que
los funcionarios (incluyendo los de la Justicia y la enseñanza) serán
elegidos por sufragio universal, y tendrán un salario máximo anual
equivalente al de un obrero, prohibiéndose la acumulación de salarios.
También reconoce la libertad de prensa, que sirve para que en París los
periódicos reaccionarios lancen violentos ataques contra la Comuna, y
cuando son prohibidos, reaparecen rápidamente con otro nombre (mientras
que en Provincias los periódicos favorables a la Comuna eran
completamente prohibidos por el gobierno versallés). La Comuna también
decreta la gratuidad de los actos notariales (como el contrato de
casamiento) y prohíbe las prisiones sin mandato, al tiempo en que
instaura una fiscalización de las cárceles. Y proclama la separación de
la Iglesia en relación al Estado (y la supresión del financiamiento de
cultos y la nacionalización de las propiedades eclesiásticas y religiosas).

Y también acoge la Comuna en la ciudadanía a los extranjeros (superando
la exclusión a la que estaban condenados desde la democracia ateniense y
que aún no ha sido superada en la gran mayoría de los países) a partir
de considerar que “la bandera de la Comuna es la de la República
universal y que toda ciudad tiene el derecho de dar el título de
ciudadano a los extranjeros que la sirven”.  

Ahora bien, Marx dirá también que la Comuna tuvo omisiones y errores
capitales para la suerte revolucionaria, como lo fueron no haber atacado
Versalles y no haber expropiado el tesoro del Banco de Francia.  

Pero ya en 1875 Marx opinó también que la Asociación Internacional de
Trabajadores (que él contribuyó a crear en 1864) perdió vigencia tras la
Comuna de París de 1871; nótese que entonces ya se había inaugurado la
época de los Partidos Obreros laborando al interior de cada Estado
europeo (como ocurría, por ejemplo, en Alemania). De ahí que las ricas
observaciones de Marx acerca de la democracia obrera se dan en el marco
de su crítica al programa que el Partido Obrero alemán había formulado
en las bases resumidas en su Congreso realizado en la ciudad de Gotha. Y
eso a pesar de que en Francia, por ejemplo, la vieja SFIO (Sección
Francesa de la Internacional Obrera) sobrevivirá hasta 1905 cuando será
sustituida por el Partido Socialista (el que, a su vez, se verá dividido
en 1920 por la creación del Partido Comunista). Hay que recordar que
tras la muerte de Marx se crea en 1889, para conmemorar los 100 años de
la Revolución Francesa, la Segunda Internacional, cuyo perfil unionista
de los esfuerzos de los Partidos socialdemócratas de Europa naufragó
estrepitosamente al declararse la Primera Guerra Mundial en 1914, pues
la mayoría de sus afiliados se plegó al gobierno de su país en la guerra
inter-imperialista, abandonando el internacionalismo proletario
(mantenido  por honrosas excepciones, como la de Lenin,  que rompieron
con aquella Internacional).

Ahora, en su Crítica al programa de Gotha Marx postula que la democracia
socialista obrera debe ser caracterizada como la dictadura del
proletariado, una vez que el Estado es una máquina de dominación de una
clase sobre otras. Esa dictadura deberá apoyarse, según Marx, en la
puesta de los medios de producción bajo dirección obrera, como
patrimonio común (por lo que la democracia comienza en cada fábrica,
como lo quiso el ministro de Mitterrand expulsado de su cargo cuando
dijo que la ciudadanía debía transponer hacia adentro los portones de
las fábricas).  En el socialismo cada uno deberá recibir según su
trabajo (apuntando hacia la sociedad comunista en la que, en base a un
derecho desigual, cada uno contribuirá según su capacidad y recibirá
según su necesidad); y el trabajo, su duración y la participación
femenina e infantil deberán estar regulados (dando potestad a los
obreros para denunciar ante tribunales los abusos). Marx opina que en
esa nueva democracia la educación debe ser financiada y fiscalizada por
el poder público, pero se niega a que la Escuela esté en manos del
Estado (y, obviamente, tampoco en manos de Iglesias, pues Marx pregona
la liberación de “la conciencia de todo fantasma religioso”; Crítica al
programa de Gotha, p. 25); nótese que Marx no es favorable a la simple
prohibición del trabajo infantil pues considera que la búsqueda de la
superación de la división entre trabajo manual y trabajo intelectual,
con la consecuente expansión de un individuo multilateralmente
desarrollado, debe incluir la actividad productiva en el proceso de
educación de la juventud (ibid., p. 26); igualmente ve al trabajo
productivo como componente indispensable en la recuperación de los
presidiarios (ibid., p. 27).   

Por nuestra parte, inspirados en la democracia instaurada por la Comuna,
proponemos en perspectiva ecomunitarista que el nuevo orden democrático
poscapitalista debe, entre otras cosas: 1) estar basado en la democracia
directa (hoy facilitada por los recursos de internet), 2) superar la
división en Partidos, a partir de la participación protagónica del
conjunto de la ciudadanía, 3) las responsabilidades representativas que
sea imprescindible mantener deben ser rotativas y con un número de
mandatos consecutivos limitados a dos (para evitar la emergencia de una
/nomenklatura/ dominante) y revocables a cualquier momento por los
electores, 4) esa democracia debe tener carácter pluri e intercultural,
y a) debe hacer realidad el principio que reza “de cada uno según sus
capacidades y a cada uno según sus necesidades, manteniendo los
equilibrios ecológicos y la interculturalidad” mediante una economía
ecológica y sin patrones, con actividades rotativas y tiempo de
actividad productiva tendiente a cero (cuando todos trabajan, cada uno
trabaja menos, lo que se potencia con la tecnología ya disponible y la
que vendrá, para sustituir por máquinas el esfuerzo humano, dejando a
los humanos más tiempo libre para la cultura, los deportes
formativos-cooperativos y el ocio), b) pone en manos de las comunidades
los monopolios y oligopolios mediáticos actuales, para que la
comunicación comunitaria se vuelva libre y simétrica (donde no habrá una
casta de “formadores de opinión”, pues tod@s lo serán), c) se apoya en
una educación ambiental socialmente generalizada, que atraviesa todos
los espacios de la educación formal y no formal  (y que integra una
educación sexual promotora de una erótica liberadora que defiende el
libre y consensuado placer compartido que no dañe a la salud de l@s
amantes, y una educación física promotora del deporte formativo y
cooperativo), d) promueve una estética de la liberación (donde cada un@
será crador/a de arte y cultivad@ disfrutador/a de la misma, en todas
sus expresiones), y e) habrá de abarcar al Planeta entero en una
Organización de los Pueblos Unidos, en la que desaparecerá la asimetría
hoy reinante en la ONU entre países dominantes y países sometidos, y en
la que, mediante un permanente intercambio solidario en todos los
órdenes, se irán borrado las fronteras entre países.   

*Bibliografia mínima*

López Velasco, Sirio (2017). Contribuição à Teoria da Democracia: uma
perspectiva ecomunitarista, disponible gratuitamente en
https://www.editorafi.org/196sirio <https://www.editorafi.org/196sirio>

Marx, Karl (1871). La guerra civil en Francia, in C. Marx y F. Engels,
Obras Escogidas, vol. II, p. 214-256,  Ed. Progreso, Moscú  

. . .  (1875). Crítica al programa de Gotha, in C. Marx y F. Engels,
Obras Escogidas, vol. III, p. 9-27,  Ed. Progreso, Moscú .

In
REBELION
https://rebelion.org/brevisima-semblanza-y-homenaje-a-la-comuna-de-paris-la-evaluacion-de-marx-y-la-democracia-ecomunitarista/
17/3/2021

segunda-feira, 15 de março de 2021

EUA: A enfaixar o cadáver




    – Este salvamento da economia efectuado por Biden não alterará as
    iniquidades estruturais e nem a espiral da morte dos EUA

*por Chris Hedges [*]

Biden a ser conduzido à Casa Branca. As elites dominantes estabelecidas
sabem que há uma crise. Elas concordam, pelo menos temporariamente, em
nela lançar dinheiro através da lei dos US$1,9 milhão de milhões
/(trillion) / [NR] <#nr> conhecida como Plano Americano de Resgate
/(American Rescue Plan, ARP). /

Mas a ARP não alterará as iniquidades estruturais, seja pela elevação do
salário mínimo para US$15 por hora seja imposição de tributos e
regulamentações sobre corporações ou sobre a classe multimilionária que
viu a sua riqueza aumentar uns estarrecedores US$1,1 milhão de milhões
desde o começo da pandemia.

O sistema de saúde permanecerá privatizado, o que significa que as
corporações de seguros e farmacêuticas colherão um bónus inesperado de
dezenas de milhares de milhões de dólares com a ARP – e isto quando elas
já estão a ganhar lucros recorde. As guerras infindáveis no Médio
Oriente e o inchado orçamento militar que as financia permanecerão
sacrossantos. A Wall Street e os especuladores predatórios globais que
lucram com os níveis maciços de servidão da dívida impostos a uma classe
trabalhadora mal paga e saqueiam o Tesouro dos EUA no nosso capitalismo
de casino continuará a canalizar dinheiro para cima, para as mãos de uma
minúscula quadrilha oligárquica.

Não haverá reforma do financiamento de campanhas para acabar com o nosso
sistema de suborno legalizado. Os monopólios tecnológicos gigantes
permanecerão intactos. As empresas de combustíveis fósseis continuarão a
devastar o ecossistema. A polícia militarizada, a censura imposta pelas
plataformas dos media digitais, o vasto sistema prisional, as leis mais
duras e severas destinadas a conter tanto o terrorismo interno como a
dissidência e a vigilância governamental generalizada serão, como antes,
os instrumentos primários de controlo estatal.

Esta medida proporcionará, na melhor das hipóteses, um alívio momentâneo
da espiral da morte do país, enviando cheques únicos de US$1.400 a 280
milhões de americanos, prolongando o subsídio semanal de desemprego de
US$300 até ao final de Agosto e distribuindo US$3.600 através de um
crédito fiscal para crianças menores de 6 anos e US$3.000 por criança
com idades compreendidas entre os 6 e os 17 anos, a partir de 1 de Julho.

A maior parte deste dinheiro será instantaneamente devorado por
senhorios, prestamistas, cuidados médicos e companhias de cartão de
crédito. A medida, para seu crédito, salva cerca de um milhão de
trabalhadores sindicalizados prestes a perderem as suas pensões e
entrega 31,2 mil milhões de dólares em ajuda às comunidades nativas,
alguns dos mais pobres da nação.

Mas o que acontece à maioria dos americanos que recebem apoio
governamental apenas durante alguns meses? O que devem fazer quando os
cheques deixarem de chegar no final do ano? Irá o governo federal
orquestrar outro pacote de ajuda maciça? Duvido. Estaremos de volta ao
ponto de partida.

Ao recusar-se a tratar as causas profundas do apodrecimento da América,
ao não injectar vida de volta às instituições democráticas que outrora
deram voz ao cidadão (por muito limitada que fosse) e ao tornar possível
uma reforma gradual e fragmentada, por não abordar a grave desigualdade
económica e social e o transtorno que aflige pelo menos metade do país,
a anomia e a ruptura dos laços sociais que deram origem a um demagogo
como Donald Trump irá expandir-se. O império norte-americano não travará
a sua desintegração. As deformidades políticas irão metastasear-se.

Quando o próximo demagogo aparecer, e o Partido Republicano tiver
apostado o seu futuro em Trump ou num duplo /(doppelgänger) / que o
substitua, ele ou ela será provavelmente competente. O Partido
Republicano propôs em 43 estados 250 leis a fim de limitar o correio, a
votação presencial antecipada e, no dia das eleições, obrigar a
requisitos de identificação mais rigorosos, bem como a redução do
horário nos locais de votação e o número de locais de votação, privando
potencialmente de direitos
<https://www.washingtonpost.com/politics/interactive/2021/voting-restrictions-republicans-states/>
dezenas de milhões de eleitores. O partido não tem qualquer intenção de
jogar de acordo com as regras. Uma vez de volta ao poder, camuflado no
traje ideológico do fascismo cristão, o novo ou o antigo Trump abolirá o
pouco que resta de espaço democrático.

As elites estabelecidas pretendem que Trump foi uma anomalia
extravagante. Elas ingenuamente acreditam que podem fazer com que Trump
e os mais vociferantes dos que o apoiam desapareçam ao bani-los dos
media sociais. O /ancien régime, / asseveram eles, retornará com o
decoro da sua presidencial imperial, o respeito pelas normas
procedimentais, eleições elaboradamente coreografadas e fidelidade a
políticas neoliberais e imperiais.

*A era Trump em curso *

Mas o que as elites dominantes estabelecidas ainda não entenderam,
apesar da apertada vitória eleitoral de Joe Biden sobre Trump e da
tempestade da multidão enfurecida na capital em 6 de Janeiro é que a
credibilidade da velha ordem está morta. A era Trump, se não o próprio
Trump, é o futuro. As elites dominantes, encarnadas por Biden e pelo
Partido Democrata e a ala bem educada do Partido Republicano,
representada por Jeb Bush e Mitt Romney, está destinada ao caixote do
lixo da história.

As elites venderam colectivamente o público americano ao poder
corporativo. Fizeram-no mentindo ao público sobre as consequências do
Acordo de Comércio Livre Norte-Americano (NAFTA), acordos comerciais,
desmantelamento do estado previdência, revogação da [lei] Glass-Stegall,
imposição de medidas de austeridade, desregulamentação da Wall Street,
aprovação de leis draconianas para o crime, lançamento de guerras
intermináveis no Médio Oriente e salvamento /(bailing out) / dos grandes
bancos e firmas financeiras ao invés das vítimas das suas fraudes. Estas
mentiras foram muito, muito mais prejudiciais para o público do que
qualquer das mentiras contadas por Trump. Estas elites foram
descobertas. Elas são odiadas. Elas merecem ser odiadas.

A administração Biden – e Biden foi um dos principais arquitectos das
políticas que espoliaram a classe trabalhadora e fizeram guerra aos
pobres – não é mais do que um rápido desfecho do declínio e queda,
contra o qual se contrapõe a crescente influência económica e militar
global da China.

A perda de credibilidade tornou os media – os quais servem como
cortesãos para as elites – em grande medida impotentes para manipular as
percepções e a opinião pública. Como alternativa, os media dividiram o
público em demografias competidoras. As plataformas dos media visam uma
determinada demografia, alimentando as suas opiniões e inclinações,
enquanto demoniza estridentemente a demografia do outro lado da divisão
política. Isto tem-se revelado comercialmente bem sucedido. Mas também
dividiu o país em facções beligerantes irreconciliáveis que já não se
podem comunicar. A verdade e o facto verificável foram sacrificados.
Russiagate é tão absurdo quanto a crença de que as eleições
presidenciais foram roubadas a Trump. Escolha a sua fantasia.

*Transferência de influência política *

A perda de credibilidade entre as elites dominantes transferiu
influência política para aqueles que estão foram dos centros de poder
estabelecidos, tais como Alex Jones, celebridades e aqueles, tais como
Joe Rogan, Glenn Greenwald e Matt Taibbi que nunca foram cuidados pelos
conglomerados dos media.

O Partido Democrata, num esforço para reduzir a influência dos novos
centros de poder, aliou-se aos gigantes da indústria dos media sociais,
tais como Twitter, YouTube, Facebook, Patreon, Substack e Spotify para
restringir ou censurar os seus críticos. O objectivo é arrebanhar o
público de volta para organizações de notícias aliadas do Partido
Democrata, tais como /The New York Times, The Washington Post / e CNN.
Mas estes media, que ao serviço de anunciantes corporativos tornaram
invisíveis as vidas da classe trabalhadora e dos pobres, são tão
repudiados quanto as próprias elites dominantes.

A perda de credibilidade também deu lugar a novos grupos, muitas vezes
espontâneos, bem como uma periferia de lunáticos que abraçam teorias da
conspiração tais como QAnon. Contudo, nenhum destes grupos ou
indivíduos, sejam eles de esquerda ou de direita, tem a estrutura
organizacional, coerência e coesão ideológica dos movimentos radicais do
passado, incluindo o antigo Partido Comunista ou militantes de sindicatos.

*Ultraje emocional *

Eles traficam com o ultraje emocional, muitas vezes substituindo um
ultraje por um outro. Eles providenciam novas formas de identidade para
substituir as identidades perdidas por dezenas de milhões de americanos
que foram postos de lado. Esta energia podem ser aproveitada para causas
louváveis, como acabar com abusos policiais, mas muitas vezes também é
efémera. Há uma tendência para transformar o debate político em
protestos de descontentamento, na melhor das hipóteses, e mais
frequentemente em espectáculos televisivos.

Estas multidões que fazem manifestações relâmpago não representam
qualquer ameaça para as elites a menos que construam estruturas de
organização disciplinadas, o que leva anos, e articulem uma visão do que
pode vir a seguir. (É por isso que apoio a Extinction Rebellion
<https://en.wikipedia.org/wiki/Extinction_Rebellion> , a qual tem uma
grande rede de base, especialmente na Europa, leva a cabo eficazmente
actos prolongados de desobediência civil e tem um objectivo claramente
declarado de derrubar as elites governantes e de construir um novo
sistema governação através de comités populares e cooptações por sorteio
<https://www.xrebellion.ch/> /(sortition) / ).

Esta anti-política amorfa e emotiva é um terreno fértil para demagogos,
que não têm consistência política mas que se dedicam exclusivamente ao
estado de espírito /(zeitgeist) / do momento. Muitos dos que apoiam os
demagogos sabem, a algum nível, que eles são vigaristas e mentirosos.
Mas os demagogos são reverenciados porque, como todos os líderes de
culto, desprezam as convenções, são ultrajantes e grosseiros, afirmam
omnipotência e desprezam o decoro tradicional. Demagogos são armas
contra elites bem sucedidas falidas que despojaram o público de
oportunidades e identidades, extinguindo esperanças para o futuro. Uma
população encurralada tem pouco mais do que ódio e a catarse emocional
exprime o que ela traz consigo.

O motor da nossa distopia emergente é a desigualdade de rendimento, a
qual está em crescimento. Este diploma legal nada faz para tratar este
cancro. Os 50 por cento das famílias em 2019 representavam apenas 1 por
cento do total da riqueza nacional. Os 10 por cento do topo
representavam 76 por cento. E isto foi antes de a pandemia acelerar a
disparidade de rendimento.

Mais de 18 milhões de americanos dependem de subsídios de desemprego, à
medida que as empresas se contraem e encerram. Quase 81 milhões de
americanos lutam para atender às despesas familiares básicas, 22 milhões
não têm alimentos suficientes e 11 milhões dizem que não podem fazer o
próximo pagamento da sua casa.

Só reformas estruturais profundas acompanhadas de legislação do tipo New
Deal nos podem salvar, mas tais mudanças são um anátema para o estado
corporativo e para a administração Biden. A história tem demonstrado
amplamente o que acontece quando disparidades de rendimentos desta
magnitude afligem um país. Não seremos excepção. Na ausência de uma
esquerda forte, os Estados Unidos, em desespero, abraçarão o
autoritarismo, se não o proto-fascismo. Este será, receio, o legado real
de Biden e do Partido Democrata.

12/Março/2021
[NR] A quantia mencionada é cerca de 7,5 vezes maior que o PIB português.

*[*] Vencedor o Prémio Pulitzer de jornalismo. Durante 15 anos foi
correspondente estrangeiro do /New York Times, / tendo trabalhado no
Médio Oriente e nos Balcãs. Anteriormente foi correspondente estrangeiro
para /The Dallas Morning News, The Christian Science Monitor / e NPR.

In
RESISTIR.INFO
https://www.resistir.info/eua/chris_hedges_12mar21.html#asterisco
14/3/2021

sábado, 13 de março de 2021

Sociedade precisa exigir uma CPI da Lava Jato

 
In
BRASIL 247
https://www.brasil247.com/blog/sociedade-precisa-exigir-uma-cpi-da-lava-jato
12/3/2021
  
O ex-ministro Roberto Amaral convoca a sociedade a exigir uma CPI da
Lava Jato e pondera: "estamos ainda no início do desvendamento do maior
escândalo judicial moderno."

*Roberto Amaral*
Cientista político e ex-ministro da Ciência e Tecnologia entre 2003 e 2004

O ministro Edson Fachin descobriu, finalmente, o que todo o mundo
jurídico já sabia e a defesa de Lula reclamava desde 2016: o ex-juiz
Sergio Moro não tinha competência para julgar o ex-presidente.

Comemoro as consequências de sua decisão, não só porque restitui a
liberdade do ex-presidente, mas por representar, dependendo de seus
desdobramentos, um ganho da sociedade na paciente expectativa de um
estado de direito democrático.

Mas não redime o judiciário de seu papel como gendarme da sociedade de
classes. Nem muito menos redime Fachin de seu papel conivente com os
crimes de Curitiba. Se sua decisão livrara o ex-presidente das
condenações infundadas, trazia em seu bojo, talvez até como objetivo
político principal (ou ponto de “compromisso”?), eximir o ex-juiz Moro
da apuração de suas fraudes.

Fachin, guarda pretoriano da Lava-jato, cuidou, no mesmo ato em que
livrava Lula das condenações, de declarar prejudicados, e assim não
susceptíveis de apreciação, os pedidos da defesa que discutiam o cerne
da questão, isto é, a parcialidade do juiz-policial-promotor.

Tanto era esta a obstinação do ministro, proteger o aliado, que, na
última terça-feira, na abertura da sessão da segunda turma do STF,
tentou impedir o julgamento do habeas corpus interposto pelos advogados
de Lula, visando à declaração da suspeição do ex-juiz.

A trampa, porém, esvaziou-se com a decisão da turma de retomá-lo. Mas o
julgamento – que espera pela palavra do STF desde 2018! – foi adiado,
pelo pedido de vistas do ministro recém nomeado pelo capitão.

O pedido de vistas, mais que recurso processual, é expediente político
usado à larga pelos ministros. Não se sabe quando a questão voltará à
baila, muito menos cabe especular sobre a decisão final, mas uma coisa
está garantida, e já começou a ocorrer, com os votos dos ministros
Gilmar Mendes e Ricardo Lewandowski: a anatomia da Lava Jato e a
desmontagem moral e profissional do ex-juiz de piso, que passará à
história como responsável por um dos momentos mais ignominiosos da
magistratura brasileira.

Em seu longo e caudaloso voto, dominado pela citação de fatos
incontroversos, o ministro Gilmar Mendes – aquele que, com uma canetada
em cima da divulgação ilegal (pelo ex-juiz) de conversa ilegalmente
grampeada entre o ex-presidente e a presidente Dilma Rousseff, impediu a
posse de Lula na Chefia da Casa Civil, abrindo as comportas para a
engenharia do golpe em andamento – declarou que o julgamento de Lula
configurava o mais grave erro judiciário nosso conhecido.

Engano: não houve erro, senão absoluta má-fé. O juiz e seus associados
sabiam – e as transcrições de diálogos trazidos à luz pelo Intercept
comprovam – que cometiam uma sequência de crimes com o deliberado
objetivo de liquidar com Lula e, no embalo, com a esquerda brasileira,
mandando às favas a Constituição e o processo democrático. Sua
parcialidade, seu partidarismo, seu comprometimento com o processo
eleitoral eram por demais evidentes para não serem vistos e conhecidos.
Criminosos que se julgavam acima de qualquer suspeita, o ex-juiz e os
procuradores (ainda intocados) jamais se preocuparam em esconder seus
métodos, ou ocultar infrações.

O ministro Gilmar Mendes, oferecendo o lombo ao cajado do Jornal
Nacional, denunciou, na trama da Lava Jato, o papel espúrio da imprensa,
que precisa ser esmiuçado, e exposto à execração, especialmente no que
diz respeito àqueles veículos cuja exploração deriva de concessão do
poder público, a cujos interesses deveriam estar submetidos nos termos
ditados pela Constituição.

A imprensa – refiro-me aos grandes meios – deve ao país, para que volte
a merecer um mínimo de respeito, o seu mea culpa e o pedido de
desculpas, dever, porém, que, neste caso, não se restringe aos
empresários donos das empresas, pois alcança profissionais – editores,
articulistas e repórteres– movidos pelos mais variados estímulos,
inclusive o primarismo político e a indigência moral, mas principalmente
por arraigado profissionalismo golpista. Muita coisa está por ser
revelada e espero que, pelo bem da democracia, tenhamos forças para
exigir que as apurações não fiquem nas aparências. Há uma questão de
valor no seio de tudo isso.

Mas o ministro esqueceu-se de mencionar o papel central desempenhado,
nesse conúbio antirrepublicano, pelo Judiciário, a começar pelo próprio
STF, ora omisso e conivente com as falcatruas do ex-juiz e seus
comparsas, ora julgando contra a evidência da lei, mas sempre contra a
defesa de Lula, ora postergando o julgamento de habeas corpus e mandados
de segurança impetrados pelo ex-presidente. Seus advogados batem às
portas da Justiça, caminhando das instâncias de piso até o STF desde
2016. Isso não é irrelevante. O arrazoado de Fachin, desta semana, está
nas iniciais da defesa do presidente! Por que só agora o ministro dele
tomou pé? Lula já padeceu a cadeia, teve seus direitos políticos
suspensos, foi impedido de disputar eleições quando despontava como
favorito nas pesquisas de intenção de votos, o capitão foi eleito e está
destruindo o país. Esperava a justiça por tanta miséria — como os
ataques à democracia e a renuncia à soberana nacional — para finalmente
dar-se ao trabalho de olhar para o direito dos que lhe batiam às portas
apelando pela liberdade?

O pedido de habeas corpus, que discute a escandalosa parcialidade do
ex-juiz, cujo julgamento foi retomado na última terça-feira para ser
adiado em seguida, /sine die/, está no STF desde 2018! Nesse meio tempo
Lula curtiu quase dois anos de cadeia, teve seus bens bloqueados, sua
família incomodada, foi humilhado e agredido pela imprensa, sem direito
de defesa, e, suprema vilania, foi impedido de ir ao velório de seu
irmão e de um neto. O julgamento desse HC – que, se justo, anularia as
condenações que lhe pesavam – foi suspenso há dois anos por um pedido de
vistas do ministro Gilmar Mendes. A infame sentença cerceadora da
liberdade de Lula foi lavrada pelo ex-juiz, mas foi o STF quem a
convalidou, ao evitar seu julgamento, por corporativismo tacanho,
covardia ou concupiscência.

É evidente que há o que comemorar. Há questões concretas, como a
liberdade de Lula e a restauração de seus direitos políticos, o que
altera a cena política brasileira sugerindo o fim da pasmaceira. Há a
esperança e o desejo de que os dois movimentos do STF, que para o bem do
direito deve concluir com a decretação da parcialidade do ex-juiz,
estejam a assinalar que finalmente furaram o teto do poder judiciário e
um arquiteto subversivo lá instalou uma telha de vidro, pela qual, com o
sol do planalto, pode perpassar uma réstia de luz; que outro subversivo
abra uma janela, por menor que seja, para que por ela entre a voz do
povo, esse eterno excedente na história de nosso país. Não custa sonhar
com um poder judiciário menos conservador, menos reacionário.

A reforma do judiciário – que depende de uma alteração radical na
correlação de forças de hoje – é, para a democracia, a mais importante
de quantas possamos enumerar. Está à frente mesmo da reforma política e
da reforma agrária, que nada operarão enquanto dependermos de um
judiciário composto por representantes dos interesses privados, do
latifúndio, do dito “mercado” e do sistema financeiro
nacional-internacional especulativo. Procuradores daquela minoria mínima
do 1% de ricaços brancos que nos governam desde sempre.

Somando o que precisa ser somado, estamos ainda no início do
desvendamento do maior escândalo judicial moderno. Ensejar a punção do
tumor é o que resulta da decisão do ministro Fachin e da retomada do
julgamento da suspeição do ex-juiz, que estimulam essa discussão, até
aqui restrita a poucos segmentos da sociedade brasileira. Não podemos
pensar que tudo está bem porque Lula está livre e, legalmente, com os
dados de hoje, pode até ser candidato ao que desejar em 2020. É muito,
nas circunstâncias, mas está longe de consolar os que ainda aspiram por
uma república democrática.

A restauração da ordem republicana, que se assenta no crédito que os
cidadãos emprestam às suas instituições, exige a apuração dos crimes da
Lava Jato, não só seus notórios crimes contra a constituição e a ordem
jurídica como as condenações sem fundamento, mas seus crimes de
lesa-pátria, a destruição da engenharia brasileira, suas ligações com os
sistemas de segurança de outras nações, o vazamento de dados
privilegiados para instituições estrangeiras, e enfim, a tentativa já
conhecida de um grupo de procuradores assenhorear-se de parte das multas
cobradas à Petrobras, que lhe seria transferida pelo credor
norte-americano. É muito escândalo contribuindo para o justo descrédito
do povo em face das instituições.

A sociedade deve se abalar visando a exigir a instauração de uma
Comissão Parlamentar de Inquérito para apurar os crimes da Lava Jato e a
ineficiência de um poder judiciário paquidérmico que foge de seu dever
de julgar – e quando julga o faz pelo viés politico, comprometendo o
sistema democrático — que se omite na defesa dos que precisa amparar e
não se cansa de legislar em causa própria, constituindo-se em uma
verdadeira casta, uma “elite” por força da origem de classe,
desinteressada do povo e dos destinos do país.