domingo, 29 de dezembro de 2019

Imperio y fundamentalismo en América Latina: En lo económico, político y religioso





*Wim Dierckxsens – Walter Formento*

*A modo de Introducción*

Este trabajo tiene su punto de partida cuando el Continentalismo
Financiero Norteamericano dio inicio a su ataque defensivo para
subordinar y coordinar a toda Sudamérica de México a Argentina y desde
Perú a Brasil, a lo largo y ancho de Sudamérica. Este ataque del
Continentalismo norteamericano se desarrolla a través de sucesivos
golpes de estado en distintos países nacionales y plurinacionales, donde
el de mayor trascendido es el golpe de estado sudamericano en Bolivia.
Que va acompañado también de intentos y procesos de golpe en México,
Chile, Brasil, Ecuador, Argentina, etc.

En Brasil estos ya venían sucediendo desde la destitución de Dilma
Rousseff y la prisión de Lula, ambos casos se han demostrado que fueron
por causas injustificadas, “diseñadas a medida” por un sistema judicial
corrompido y por un sistema electoral donde el “uso” de la inteligencia
artificial y del Big Data permitieren hechos golpistas de nuevo tipo, al
manipular tecnológicamente el proceso electoral hasta corromperlo.

El golpe de estado, usando cualquier tipo de medios e instrumentos, se
ha convertido para el continentalismo norteamericano  en el modo de
tratar de resolver su declive estratégico histórico demorando su
“caída”, si bien ya no puede parar el declive de sus capacidades
estratégicas como potencia internacional. Aunque aún mantiene uno de los
mayores arsenales nucleares militares, la capacidad y decisión de
“usarlo” se encuentra fracturada. Porque también se encuentran en ese
estado sus capacidades económico-estratégicas y técnico-militares,
divididas en distintos países la deslocalización de sus transnacionales
principalmente en el Asia-pacifico, y lo técnico-militar en diferentes
unidades-países de la OTAN, que solo se pueden implementar unificadas a
partir de una coordinación que ya no controla el continentalismo
norteamericano.

Esta situación de declive estratégico norteamericano, agudizado en su
momento de perestroika norteamericana 2019-2020[1] <#_ftn1>, es lo que
se manifiesta en la amplitud y agresividad de los golpes de estado en
Sudamérica que lleva adelante. Una potencia en situación de declive
estratégico siempre se manifiesta en su mayor agresividad en general y
particularmente desde lo técnico-militar, por su declive
económico-tecnológico. Se manifiesta militarizando la sociedad civil,
tal cual lo realizo más nítidamente Alemania, Japón, Italia entre
1910-1950. Incluso Estados Unidos desde 1933 en adelante.

El golpe sudamericano en Bolivia 2019[2] <#_ftn2>, muestra de manera
clara y contundente como el Continentalismo norteamericano instrumenta y
usa en el golpe de estado tanto lo militar como lo paramilitar, lo
policial como lo parapolicial, la Inteligencia Artificial, la guerra
sicología y la instrumentación de las nuevas religiones de diseño
específico para la confrontación y acción directa. Y lo usa para
fracturar sociedades civiles y promover enfrentamientos que implican y
legitiman el asesinato del adversario devenido en enemigo.

Religiones de uso específico que fanatizan para fracturar a la sociedad
civil y enfrentarlas entre sí. Religiones que tienen una raíz histórica
en el protestantismo como opción por el capitalismo, pero que desde
principios del siglo pasado de manera incipiente y a partir de 1969-70
con mucha fuerza toman un nuevo rumbo. Observamos primero con
Rockefeller como mentor y más específicamente hoy con la perestroika
norteamericana, con las nuevas líneas evangélicas pentecostales y neo
pentecostales que muestran un diseño artificial nuevo y que se
organización a partir de la opción por la “prosperidad” financiera, por
el negocio económico financiero de proveer la bendición y luego, es su
enemigo quien obstruye el proceso de prosperidad, llevando al fanatismo
de la fractura étnica, racial, etc.

En Bolivia, el golpe sudamericano del continentalismo norteamericano
mostrara toda su crudeza, toda su diversidad de instrumentos para frenar
su declive, en su batalla por destruir a los oponentes. Lo hará
principalmente en Bolivia por su rol geoestratégico para la región: por
sus minerales, su gas, por su complejo sojero, por su posición
geográfica y por ser el lugar de transito y asiento de la nueva ruta de
la seda sudamericana que va desde el Océano Atlántico en Santos en
Brasil, pasando por Paraguay, recorriendo Bolivia y saliendo al Océano
Pacifico por Perú.

Todos estos elementos son los que trabajaremos en este artículo teniendo
como eje central las funciones de estas nuevas religiones de diseño
específico en un mundo en crisis estructural y en un momento de ésta
donde se agudizan todas las confrontaciones y emergen las dimensiones de
la realidad en toda su expresión y crudeza.

*El imperio norteamericano y el evangelio de prosperidad *

En el periodo que va entre el final militar de la Segunda Guerra Mundial
1944 y cuando estalla la Guerra de Corea en 1950, el Continentalismo
Financiero Norteamericano reafirmó su poderío militar en el contexto de
la bipolaridad de la guerra fría y en lo económico acumuló más del 75
por ciento del oro monetario del mundo. El oro fue el respaldo para el
dólar como moneda internacional de reserva desde Bretton Woods en 1944
hasta principios de los años 70. Estados Unidos con superávit comercial
en ese periodo y con sus grandes reservas en oro, podía entonces comprar
y reconstruir las grandes industrias de la Europa y del Asia pacifico
derrotados y de la América Latina en su patio periférico.

Para ´anexar´ a América Latina, la política exterior de EEUU hacia el
continente entre 1950-1970, busca enfrentar la expansión del “comunismo”
y entre 1970-1990 desarrolló un frente para confrontar al  “marxismo”
para frenar la teología de liberación y los procesos revolucionarios en
el continente. Tras una “gira” que realiza en 1968 Nelson Rockefeller,
entonces vicepresidente de Richard Nixon, por América Latina un año
después se emite el ´Informe Rockefeller´.  En este la Comisión plantea
taxativamente que la Iglesia Católica no era “un aliado seguro para
Estados Unidos”[3] <#_ftn3>.

En 1912, el presidente Franklin Roosevelt ya lo había dicho así: “Creo
que será larga y difícil la absorción de estos países por EE.UU.,
mientras sean países católicos”. El informe Rockefeller afirma, que el
catolicismo con su teología de liberación era “un centro peligroso de
revolución potencial, como ya se dio diez años antes en Cuba”.

Aunque el proceso revolucionario cubano 1952-1961 fuera anterior, aunque
tenga más que ver con las fracturas en el establisment-de-poder-profundo
norteamericano (Deep State) desde 1950, que se manifestaran en la
presidencia de Kennedy (católico e industrialista) y en su asesinato en
el marco de esa fractura del estado profundo en su fase pos segunda
guerra mundial.  De todos modos, el informe sitúa a la Iglesia Católica
como la causa fundamental y obstáculo principal de no poder implementar
sus políticas de “control poblacional”[4] <#_ftn4> necesarias para
frenar el potencial revolucionario en el continente. Incluso llegó a
recomendaría a su gobierno reemplazar a los católicos latinoamericanos
por “otro tipo de cristianos”, promoviendo las llamadas “sectas” que
brotaban del árbol pentecostal estadounidense.

En este contexto surgen la “Iglesia Electrónica” y su ´mercado
religioso´ con los tele-evangelistas como Billy Graham, Oral Roberts,
Jerry Falwell y Jimmy Swaggart, evangelista éste de corta carrera
televisiva por filtrarse la información de ser habitué de prostíbulos, y
por el club 700 con su referente Pat Roberson, aquel que pedía en TV a
Dios un franco tirador para liquidar a Hugo Chávez Frías, y que tenía
como accionista mundial a las petroleras, y con nuevos movimientos que
trajeron sus medios de comunicación propios y siempre creciendo en base
al /evangelio de prosperidad/ llegando hasta la política, con diputados
venidos del Concilio Latinoamericano en Nueva York.

Este ´imperialismo religioso´ buscara conquistar espacio en América
Latina con un evangelio explícitamente político. Los tele-evangelistas
tienen una predicación fundamentalista, y cada tele-evangelista busca
construir infraestructuras fuertes en la tele-difusión para conquistar
el mayor espacio posible.

La capacidad de ir por los medios electrónicos masivos estaba
condicionada al poder económico. Entre ellos se destacaran hombres de
negocios como Robertson,  Falwell y Swaggart entre otros quienes
tuvieron una amplia cobertura en América latina. Crearon su propia
empresa, con una gran infraestructura que asegura su existencia a través
de la recolección de fondos, con la venta del espacio sagrado, para la
construcción de sus gigantescos centros televisivos. Muchas de estas
técnicas han sido adoptadas por tele-evangélicos latinoamericanos, así
como en diferentes programas radiales evangélicos más accesibles en las
zonas rurales.

En ese contexto, se desarrolló el “/evangelio/ /de prosperidad/”, que
polemizaba y antagonizaba con la teología de la liberación en un plano
práctico, sostenía que si Dios puede curar y sanar el alma, no hay razón
para pensar que no pueda otorgar prosperidad. Incluso llegara la nueva
expresión mediática de «pare de sufrir» como nueva ramificación
pentecostal, poniéndole precio al milagro. La bendición es completa y la
contraparte de ella era el pago por la mercancía recibida: el diezmo.

En América Latina la difusión y la propagación de la teología de
prosperidad creció de manera exponencial desde 1980, es decir a partir
de y en concordancia con el ascenso del neoliberalismo financiero
global. Este fenómeno religioso se traduce, desde el punto de vista
mediático y en ese tiempo, en el uso de la televisión por parte de
figuras muy carismáticas de algunos pastores, que lanzan un mensaje
simple y directo montado en torno a un espectáculo de música y de
testimonios, y a una lectura fundamentalista y pragmática de la Biblia.
Este «evangelio» es objeto de anuncio propagandístico a través de una
presencia masiva en los grandes medios de comunicación y con fuerte
incidencia en la vida política.

Si consideramos América Central, Guatemala y Costa Rica se han
convertido, en la opinión de Spadrado y Figueroa (2018) en los dos
bastiones principales de esta corriente religiosa. En Guatemala ha sido
determinante la presencia del líder carismático Carlos Enrique Luna
Arango, llamado «Cash Luna». Costa Rica en 1986 es la sede del canal
evangélico de televisión satelital que 8 años después tiene un alcance
continental en español vía satélite: Trinity Broadcasting Network con
sede en San Antonio Texas, que se llamara luego en Costa Rica TBN-Enlace.

En América del Sur la difusión más significativa se dio en Colombia,
Chile y Argentina, pero no cabe duda de que Brasil merece una
consideración especial, porque posee una dinámica propia y un movimiento
pentecostal autóctono como la «Iglesia Universal del Reino de Dios».
Este grupo, denominado también «Deja de sufrir», tiene ramificaciones en
toda América Latina. Basta analizar el anuncio de la «Iglesia Universal»
brasileña para encontrar en ella un fuerte mensaje de prosperidad y
bienestar ligado a la frecuentación personal de sus templos con el fin
de recibir múltiples beneficios.

*Globalismo y Continentalismo: “/doctrina de la guerra espiritual/”* *y
el “/Evangelio de Redistribución/”*

En los años noventa, a partir de la caída del Muro de Berlín y la
desintegración de la Unión Soviética, el capitalismo apunta a instaurar
un proyecto unipolar pero no sin antagonismo entre grandes capitales
financieros al interior de los Estados Unidos. En el territorio
económico ampliado del continentalismo norteamericano /(que implica el
Tratado  TLCAN/NAFTA en junio de 1990, que desde diciembre de 2019 se
redefine y denominara USMCA –//Acuerdo EE.UU.-México-Canadá//)/ hay una
fracción de capital financiero transnacional que brega por fortalecer a
los Estados Unidos, especialmente apuntando a “Otro Siglo Americano”
basado en dos pilares: el Dólar y el Pentágono. Con ello buscara tener
la garantía para su propia dominación y hegemonía.

Esta fracción financiera transnacional está expresada en parte
políticamente por el partido Republicano y dominado por capitales con
asiento en la esfera del complejo industrial-militar, el petróleo, la
industria farmacéutica entre otras, entrelazados en los directorios de
sus megabancos como JPMorgan-Chase, Bank of América, Goldman Sachs,
entre otros.

Es un capital con mayor desarrollo en lo nacional y multinacional pero
no en lo global, esta carrera la perdió cuando en la etapa de su
proyección tri-continentalista (1960-1979) fue la fracción que no pudo
en 1973 dar el salto a la escala global, dejo de controlar el despliegue
en el Asia pacifico y particularmente quedo relegada en su desarrollo
del nuevo territorio de asiento en la china británica de Hong Kong,
Shanghái y Taiwán.

La proyección de poder de la gran banca multinacional es desde el país
central multinacional, proyectándose como unipolarismo-unilateral, y
delimita estados-continentes (EEUU/TLCAN; Alemania/Unión Europea y
Japón[5] <#_ftn5>/Asia pacifico). Es la continuidad de la Trilateral,
con tres áreas y tres monedas (Dólar, Marco y Yen) que tiene su periodo
de mayor poder hasta 1999.

Constituyendo la acumulación de riqueza una bendición divina y la
pobreza una sanción del pecado, los cristianos discípulos de Cristo,
tienen derecho a la riqueza y a los bienes de este mundo, incluso al
gran lujo. El consumo, es la manifestación concreta y garantía de la
bendición divina, permite medir la adecuación de la voluntad divina.
Siguiendo esta concepción, la pobreza y la exclusión no serían
consideradas como un problema social. En esta “/Teología de la
Redistribución/”, es al libre juego del mercado (neoliberalismo) al que
le toca distribuir a cada uno según sus capacidades y méritos, su justa
parte de riqueza. Y nadie, ni el Estado ni ningún movimiento social
pueden poner en tela de juicio esta distribución.

Si el pentecostalismo postulaba retirarse del mundo, lo que lo llevaba a
no interesarse por las realidades sociales exteriores, mostrándose
reticente en relación con el compromiso político. El
neo-pentecostalismo, en cambio, postula un proyecto unipolar y
unilateral, el de la fracción financiera continentalista en esta nueva
fase del capitalismo, en el que se enuncia claramente la necesidad de
/transformar el mundo/.

Es una Iglesia violenta contra las fuerzas enemigas al recurrir incluso
a una terminología militar, guerrerista incluso. Son también los tiempos
de la invasión por el continentalismo norteamericano de Afganistán, Irak
y Libia[6] <#_ftn6> que se inician a partir de septiembre de 2001. La
revelación profética en sí misma es un /“arma espiritual de destrucción
masiva”/ e ilustra la lógica de la conquista y la certeza de la victoria
que se encuentran en el dispositivo central de la empresa neopentecostal.

Aquí el dinero (el dólar) ocupa un espacio central y constituye el
instrumento privilegiado que muestra el avance o retroceso del dominio
del Diablo. Irak al proponerse dejar de cobrar el petróleo en dólares
para reemplazarlo por otra moneda (euro sobre todo), en una muestra de
reparación de soberanía propia, en cambio constituía una amenaza para el
dólar de EEUU[7] <#_ftn7> y, por ello, el país no solo fue demonizado
sino invadido (2003), robadas sus reservas en oro y destruido. Incluso
luego del ataque y destrucción a las Torres Gemelas en septiembre de
2001 por los supuestos “fanáticos árabes y Musulmanes”, Bush tuvo la
posibilidad de justificar y dar inicio a la guerra santa contra el mundo
árabe del petróleo.

Se demostró un tiempo después que los supuestos árabes eran socios de
Bush padre, hijo y del pentágono también. Incluso se demostró que la
caída de las torres financieras gemelas se debió a explosivos nucleares
poderosos ubicados en la base de los tres edificios destruidos en la
City Financiera Global de Nueva York[8] <#_ftn8>. Y la Guerra Santa de
Bush y el continentalismo no era contra el mundo musulmán terroristas,
sino contra el globalismo financiero de los Clinton-Obama y la OTAN con
sus fuerzas irregulares compuesta por fuerzas mercenarias de tipo y
procedencia pero bajo el mando globalista de la CIA-MI6.

Un tiempo más tarde, luego de crisis financiera de 2008, sucedió otro
tanto en 2012 en Siria, y en la actualidad Venezuela e Irán están siendo
demonizados por razones idénticas y asfixiadas económicamente para
causarle la muerte económica (excluyendo sus bancos del sistema SWIFT) y
condenando de paso a su pueblo mediante un genocidio lento. Rusia y
China se constituyen el gran Demonio a partir de 2014-16 al buscar una
moneda internacional alternativa al dólar. Como es un Demonio muy
difícil de aplastar, es ahí donde la Apocalipsis y el Armageddon /(el
lugar de la batalla final entre el bien y el mal)/ toman mayor vigencia,
como veremos más adelante. 

La otra fracción de capital financiero, que sí pudo dar el salto
cualitativo y se constituyó en el nuevo capital financiero globalizado,
en EEUU se encuentra  en su fase ascendente y cuenta con transnacionales
que han abandonado el país para instalarse en naciones más favorables
para sí en términos de costos de producción y mano de obra.
Transnacionales tales como Microsoft, Google, Apple, Facebook, Amazon,
entre muchas otras tienen asiento en Wall Street-Londres-Hong Kong y
proyectan instaurar y despliegan su plan con un poder global por encima
de las naciones desde la red de cities financieras multilaterales (HSBC-
Lloyd´s-ING/Bahring, Santander CH, Citigroup-Barclays, etc.).

Su proyecto es desarrollar un Estado-Global en la forma de red
financiera unipolar-multilateral con una red de bancos centrales desde
donde controlar a las naciones. Aunque ambas fracciones  de capital
financiero son modos de poder unipolar, la multinacional continentalista
unilateral se encuentra a partir de 2001-2008 claramente en su fase de
declinación pero con fuertes capacidades e intentos de ´Restauración´,
basado en que aún es dominante en el pentágono, en el complejo
financiero-industrial-militar y en el terreno de la guerra militar para
defender el dólar y su posición hegemónica del pasado, representada a
nivel político particularmente por el Tea Party en el partido
republicano Bush/Pence/Pompeo/Tillerson/Bolton.

Con la globalización avanzando se produjo en lo local una multiplicación
de las pequeñas iglesias pentecostales. La mayor parte de los
convertidos al pentecostalismo se terminan agrupando en pequeñas
iglesias autónomas en sus barrios, tras un paso por iglesias más grandes
o más institucionalizadas. Este proceso, además, se da sobre todo desde
el campo hacia la ciudad y desde la periferia (ciudades pequeñas) hacia
el centro (las metrópolis capitales). Las modalidades de organización y
de institucionalización de lo religioso neo-pentecostal se caracterizan
igualmente por la integración de las pequeñas iglesias en redes. Esas
redes son  esencialmente agrupaciones de Iglesias autónomas y de
ministerios individuales que se unen voluntariamente en una estructura
organizada. Estas instituciones son “trans-locales” y transnacionales,
lo que significa que sus miembros no se encuentran en espacios de
competencia interna; están articuladas por “relaciones” determinadas por
interdependencias, en otras palabras, se trata de estructuras creadas
por una nueva generación de líderes.

Con la multiplicación de las pequeñas iglesias en lo local se crea un
movimiento a nivel global. A semejanza del proceso de globalización
surge una nueva forma de pentecostalismo. Si el pentecostalismo
originario sostiene que lo divino está en el mundo, la idea de guerra
espiritual también incluye la presencia del mal y genera la “/doctrina
de la guerra espiritual/”. Esto da lugar a una concepción de la
experiencia religiosa y de la liturgia en la que la expulsión de
distintos demonios resulta central. Se presenta, por lo tanto, siendo
además un actor religioso y económico, un actor ideológico, lo cual lo
constituye de facto potencialmente en actor político.

Las Asambleas de Dios son un grupo de iglesias evangélicas
<https://es.wikipedia.org/wiki/Evangelicalismo> de diversos países,
agrupadas en concilios o convenciones nacionales que conforman la
organización pentecostal
<https://es.wikipedia.org/wiki/Pentecostalismo> Fraternidad Mundial de
las Asambleas de Dios. Las Asambleas de Dios conforman la organización
pentecostal más grande del mundo. Según datos suministrados por la
propia organización, en 2015 contaba con 68 millones de miembros,​
365 mil iglesias, más de 388 mil ministros​ y 2 500 institutos bíblicos​
en los que estudiaban 158 322 alumnos. Los mismos pertenecen a la
asociación nacional de iglesias evangélicas de sus respectivos países o
regiones y a la Fraternidad Mundial Pentecostal (/Pentecostal World
Fellowship en inglés/). Confrontan con el ecumenismo
<https://es.wikipedia.org/wiki/Ecumenismo> cristiano, el movimiento
mundial de unidad entre los cristianos,  afiliados al Consejo Mundial de
Iglesias <https://es.wikipedia.org/wiki/Consejo_Mundial_de_Iglesias>.

*Capitalismo de inteligencia artificial y neo-pentecostalismo de ´big data´*

La economía globalizada basada en el marketing y los medios de
comunicación están utilizando cada vez más el ‘Big Data’ para llevar a
cabo una guerra psicológica que conduce al control de conductas y la
manipulación de las mismas. Más recientemente, no solo se lo aplica en
el mercadeo sino también en la religión relacionada con la política
electoral como ha sido muy documentado para el caso en Brasil en octubre
de 2018 y de las elecciones en Bolivia en 2019. Donde hay innumerables
denuncias y evidencias de la manipulación de procesos electorales
realizada por Facebook y no solo en torno a las elecciones en EEUU. Con
el Big Data se logra también organizar la toma de decisiones en el acto
electoral con voto confesional hacia el candidato predeterminado,
demonizando de mil modos y formas a las opciones reales que cuestionan
el sistema neoliberal.

Los medios manejados por el capital financiero globalizado venden las
elecciones como un poder democrático que solo lo es en su apariencia. El
Big Data en el momento electoral opera habiendo construido una
subjetividad emotiva, pre política y pre-cognitiva en las masas, que
asocia a sensaciones y sueños que construyen un vínculo entre uno y los
otros enfatizando “/él es como yo soy”/. Instalando la sensación
emocional que se expresa como: él es de la misma religión que yo, sufre
por lo mismo que yo, se esfuerza por lo mismo que yo, tiene una hija lo
mismo que yo, le gusta el deporte lo mismo que yo, odia a los políticos
los mismos que yo, etc.

El mercado globalizado exige que la Iglesia estudie sistemáticamente las
necesidades del proceso de “/fabricación” del individuo compatible/ con
la fase del capitalismo globalizado. Aquellos que planifican la acción
de la Iglesia deben fundarse sobre esta información hasta con
inteligencia artificial para tener una idea precisa de cómo moldear a
los miembros y cómo mejor someterlos a las reglas de la economía
mundializada. Ahora bien, los valores promovidos y sacralizados vía lo
religioso son los valores dominantes del mundo unipolar financiero, que
atraviesa y contiene la confrontación al interior del unipolarismo
financiero entre continentalismo y globalismo.

Con la Inteligencia Artificial –IA- se desarrolla, gracias a los
algoritmos matemáticos, que las máquinas aprendan imitando el
aprendizaje humano. Esta manipulación de las conductas colectivas hace
que la democracia actual, en esencia, pueda ser profundamente
anti-democrática. Este capitalismo global tiende a que no haya “sujeto
real  de la política” sino solo una participación de individuos y
colectividades con subjetividades e identidades manipuladas y
“formateadas” para tal o cual ‘consumo’ electoral e incluso
religioso/político. La IA da forma a Dios incluso a través de los
avances de la Era Digital, de ahí la denominación de “Capitalismo de
Inteligencia Artificial”.

Incluso la incorporación de la inteligencia artificial, el Big Bata y
las plataformas de comunicación móvil por redes sociales (celulares) a
la órbita de la política y de los partidos políticos de masas transforma
el espacio de la política, incluso disputa cuál es el terreno de
política, quién y cómo se organiza la participación política. Con una
orientación que tiende a vaciar de participación y legitimidad social al
espacio de lo público del común de todo el pueblo, al espacio público de
la participación presencial y real de toda la nación y plurinacional.

Un espacio que no niega los aportes que hace la Inteligencia Artificial
y su aprovechamiento para potenciar la inclusión, la llega masiva e
instantánea. Ahora cuando los instrumentos de la Inteligencia Artificial
se instalan como el centro que organiza lo político, imponiendo no solo
el instrumento que es y lo que aporta, sino también pretendiendo
instalarse como el terreno de la política, ese terreno que es
estructuralmente virtual, digital, no presencial. Pues en ese momento la
Inteligencia Artificial vacía a la Política de todo su esencia
constitutiva de lo público, presencial y comunitario.

Imponiendo lo privado, transnacional, financiero, unipolar como el
espacio dominante, que domina excluyendo y privando a lo público de su
esencia que es ser terreno y espacio de expresión directa y presencial
del todo, de los comunes, de lo comunitario en sus coincidencias y en
sus diferencias para que puedan ser resueltas y acordadas con
participación democrática, de todo el pueblo en comunidad.

Está claro que en tiempos de unipolarismo financiero transnacionales
globalizantes, el espacio político público de la polis para dirimir y
resolver sus diferencias con participación de mayorías choca con lo
esencialmente monárquico absoluto que habita en lo financiero unipolar.
Y por ello, tal vez el espacio deba ser reducido a un mínimo elitista,
mediante una ficción de la participación organizada por la Inteligencia
Artificial controlada por las transnacionales financieras y monitoreadas
por una religión de diseño específico para transitar el terreno virtual
y de la venta de una esperanza prefabricada de prosperidad material como
salvación no espiritual.

Cuando la política deviene religión, cada decisión política se convierte
en cuestión de vida o muerte, toda batalla política es una cruzada, una
guerra santa, una cuestión del bien y del mal. El discurso de los
evangelistas latinoamericanos participa plenamente de esta lógica. No se
trata de lo religioso que pasa a lo político, sino, afirman García y
Michel (2014), de lo político que, transitando por lo religioso y
captando en beneficio propio la mayor operacionalidad atribuida a
aquello que se refiere a la legitimidad última, se transforma en
religión para desplegarse como político y, pueden en todo momento caer
“en el imaginario del totalitarismo.

*Guerra de ´big data´, China y el Dragón del Apocalipsis*

A partir del año 2014 se manifiesta la alternativa universal (Global)
del BRICS-Multipolar con China como motor económico principal. Esta
Nueva Formación Social alrededor de la Nueva Ruta de Seda parece estar
desplazando a las grandes corporaciones tecnológicas del Occidente
Anglosajón en cada vez mayores áreas económico tecnológicas y, países y
regiones. Según recientes cifras del segundo trimestre de 2019, Samsung
de Corea del Sur y Huawei de China son número uno y dos en el mercado
mundial de teléfonos inteligentes (smartphones) y muestra que estas
empresas avanzan sin cesar en el mercado de Asia y Europa. Huawei no
solo sobrepasó a Apple, sino que la firma embarcó un 75% más de
teléfonos inteligentes que Apple. En otras palabras Huawei dejó atrás a
Apple. Esta tendencia del reemplazo de Apple por Huawei va a continuar
con la introducción de la tecnología de comunicación digital G5, o
Internet de las Cosas –Idt-.

Este hecho no solo ha preocupado a la administración Trump, sino que
constituye también un serio revés para el capital financiero globalista
en su batalla por tener bajo control el terreno de las tecnologías
estratégicas sobre Inteligencia Artificial, como ya hemos señalado en el
artículo de julio de 2019. La respuesta defensiva norteamericana fue
prohibir proveer a Huawei el uso de las tecnologías de Google.

En septiembre pasado Huawei lanzó su Mate 30, con aplicaciones
desarrolladas por él mismo, y cuyo software estaba integrado por hasta
45.000 programas disponibles en la Galería de Aplicaciones de la firma.
Que la compañía utiliza en la mayoría de sus dispositivos de sus
teléfonos inteligentes. Y en diciembre de 2019, Huawei anuncia el
lanzamiento de su innovadora y potente serie P40 con un diseño nunca
visto y ya sin servicios tecnológicos de Google, los nuevos equipos
continuarán utilizando Android como plataforma junto con la interfaz de
inicio del sistema operativo móvil EMUI, no con HarmonyOS. El nuevo
teléfono se comercializará a través de todos los canales de distribución
clásicos, operadores y revendedores incluidos.

Para ‎‎«/contener/» a China, se acordó en el 70 aniversario de la OTAN,
durante la cumbre en Londres en diciembre de 2019, la extensión de
la organización hacia el Pacífico. La novedad de esta cumbre de la OTAN,
afirma Meyssan (2019) es la posible apertura del “frente chino”, lo cual
‎supondría convertir a la alianza atlántica en un bloque militar
“atlántico-pacífico”.‎ Ya en octubre de 2011, la entonces secretaria
de Estado Hillary Clinton lanzaba en /Foreign Policy/  ‎su llamado a
«/volverse hacia Asia/» (/pivot to Asia/), según el cual Estados Unidos
tendría que ‎salir de Europa y del Medio Oriente ampliado para
desplegarse en el Extremo Oriente.

Para volverse hacia el Asia, el halcón y Secretario de Estado Mike
‎Pompeo, así como el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg,
viajaron discretamente a ‎Sydney, a principios de agosto, para “hablar”
con los dirigentes australianos, quienes parecen espantados ante la
perspectiva de aceptar el despliegue de ‎misiles nucleares en Australia.
También hubo contactos con la India y con Japón, pero resultaron mucho
menos exitosos. Lo anterior refleja el gran prestigio que ha ganado y el
impacto que tiene la Nueva Ruta de Seda sobre los demás países en la
región Asia-pacifico.

No es extraño que a partir de ello el neo-pentecostalismo ajuste su
lectura sobre el Apocalipsis y el Armagedón. Emilio Cuevas de
misterio.tv (2019) plantea que la batalla final habría comenzado a
librarse en la “mente de cada ser humano”, ambas facciones de poder usan
todas sus herramientas para su militancia. Por un lado, la Alianza
Anglosajona ha dominado la escena mundial durante cientos de años, no
obstante en los últimos tiempos China, según sus relatos, “bajo
influencia de los Dragones y Reptilianos (serpientes)”, junto con otras
fuerzas orientales, vienen emergiendo como potencias alternativas, que
pueden arrebatarle el poder de forma definitiva a las potencias
occidentales anglosajonas.

El Dragón del Apocalipsis que es el rey de los reptilianos y dueño de
China, ha movido muy bien sus piezas y hoy posee bajo su dominio a las
dos naciones más pobladas del mundo (China e India), que además ha
encontrado la manera de ser adorado en el mundo occidental usando la
inteligencia artificial como herramienta, es decir aplicando las armas
del enemigo en su contraataque que ahora será su arma secreta para ganar
la batalla final. El desenlace sorpresivo aquí es la expresión “para
ganar la batalla final”. Hasta las escrituras neo-pentecostales ya dudan
de cuál es el Imperio del Mal.

*La Perestroika en EEUU y una derrota para el fundamentalismo*

En el cuadro geopolítico de hoy, tenemos que las fuerzas del capital
financiero globalizado procuran imponer un Estado global con su propia
moneda global y concretamente su cripto-moneda (Libra). Este proyecto
que cuenta con una fuerza militar propia basada en la OTAN, implica el
desplazamiento del dólar y consecuentemente el fin del imperio
norteamericano. Para poder lograrlo definitivamente tendrían que poder
subordinar a China, Rusia e India a su esquema, hecho que no sería
posible hoy sin un conflicto militar. No solo los globalistas quieren
otro sistema monetario internacional, también lo quiere el
multipolarismo de China-Rusia-India-Sudáfrica-Sudamérica.

China y Rusia junto con otros países de la Nueva Ruta de la Seda,
apuestan por un nuevo sistema monetario internacional multipolar con
naciones soberanas, donde opere el dólar con soberanía en igualdad de
condiciones que el Yuan, es decir sin subordinación a la economía
globalizada y su sistema monetario manejado directamente por los grandes
consorcios y su criptomoneda. Por ello, los globalistas observan que
cuanto más tiempo Trump permanezca en la presidencia (2017-2021 o
2017-2025), más opciones tendrá la China multipolar, y el multipolarismo
BRICS, para avanzar con su proyecto pluriversal multipolar.

Con la administración Trump, se observa que su contradicción principal
es con las fuerzas globalistas y solo secundariamente con las fuerzas
conservadoras continentalistas que luchan por ‘Otro Siglo Americano’. El
proyecto de ‘Otro Siglo Americano’ ya no tiene /actor estratégico
ascendente/ que lo personifique y sostenga, los globalistas ya no
quieren sostener un sistema monetario internacional basado en el dólar,
tampoco lo necesitan sostener China, India y Rusia. Los tres junto con
los otros países de la Nueva Ruta de Seda, se están des-dolarizando y
paulatinamente optando por el Yuan-multipolar como moneda de
intercambio, cada vez más internacional.

La fracción conservadora de los Republicanos se aferra al dólar como
moneda internacional de cambio y de reserva, y para ello recurren a la
fuerza bruta militar y paramilitar, como observamos en sus acciones
públicas y encubiertas en toda Sudamérica particularmente. El uso de la
fuerza bruta solo es una opción viable en el muy corto plazo, ya que el
dólar no cuenta con el apoyo de las fuerzas globalistas ni con las de
China, Rusia e India que luchan por un mundo multipolar. Trump sí tiene
una guerra encarnizada con el Globalismo financiero que se proyecta
desde la City Financiera de Hong Kong, Nueva York y Londres. Es por
esto, queda claro, que a pesar de las apariencias de la guerra comercial
con China, el mejor socio de los Estados Unidos de Trump son la Rusia y
China multipolar, el proyecto de un mundo multipolar que sí podría
contener al proyecto norteamericano nacional despojado de toda capacidad
expansionista en el esquema multipolar pluriversal.

Trump tiene claro que la era del dólar está en los momentos previos
antes de pasar a ser historia. A Trump no le quedará otra que acercarse
y asociarse cada vez más con Rusia, China e India, para sobrevivir como
una nación que sea parte del mundo que ya viene emergiendo. No lo
manifiesta abiertamente, más bien las apariencias nos muestran que su
conflicto principal con China es por la guerra comercial con el
globalismo con base en Hong Kong. En realidad quiere que las empresas
transnacionales que deslocalizaron sus inversiones e instalaciones hacia
China (Hong Kong, Shanghái, etc.) en los últimos 30 años regresen a
Estados Unidos, en una clara muestra de su visión nacionalista
oligárquica local re-industrialista. Para lograrlo, Trump ha bajado los
impuestos a las empresas (transnacionales) radicadas en Estados Unidos.
Si bien ha ingresado mucha inversión extranjera directa a EEUU en los
últimos años, ha sido sobre todo el ‘capital golondrina’ que apuesta por
ganancias especulativas de corto plazo y que en cualquier momento,
cuando estalle la crisis, se dará a la fuga.

Los republicanos del Tea Party, como Tillerson, Pompeo y Bolton, optaron
por la fuerza bruta para luchar por “otro siglo americano” para el
continentalismo oligárquico financiero. Fueron impuestos por el Tea
Party pero no tuvieron el apoyo de Trump y los “suyos”. Actualmente los
halcones están asfixiando a grandes productores de petróleo como
Venezuela e Irán mediante el bloqueo de transferencias interbancarias
internacionales vía el sistema SWIFT y lo hacen para mantener la oferta
de petróleo por debajo de la demanda, a fin de mantener el precio
artificialmente alto y sostener así la demanda de petrodólares y, por
ende, el dólar como moneda internacional de cambio y de reserva. Fueron
también estos dos países los que más claramente se vieron empujados a
alinearse con Rusia y China a favor de la desdolarización en el pago del
petróleo y con ello están también más comprometidos con la iniciativa de
la Nueva Ruta de la Seda –NRS-.

Trump apuesta a otro período presidencial más y es probable que lo logre
2021-2025, ya sea porque el Impeachment –destitución- nunca pasará del
Congreso de mayoría demócrata al Senado con mayoría de Trump, o porque
el Senado haya votado en contra del Impeachment imponiendo su amplia
mayoría que ya manifestó estar en contra, aunque los globalistas en el
partido demócrata, con Pelosi al frente, han mostrado la decisión de
recurrir a cualquier maniobra para concretar el golpe de estado contra
Trump. Las encuestas muestran que los Demócratas han perdido apoyo con
su ´proceso de impeachment´, manipulado ante los ojos del público con
falsedades y mentiras.  De lograrse la derrota del proyecto de los
globalistas Clinton-Obama-Pelosi, esto podrá ayudar también, a parar
nuevamente a las fuerzas globalistas en su delirio oligárquico-belicista
y el mundo podría estar a salvo nuevamente de su Apocalipsis por una
conflagración mundial.

La lucha de los demócratas-globalistas por un nuevo impeachment,
iniciativa de destitución contra Trump, ha sido y es más bien reflejo de
su desesperación y por ello recurrirán a cualquier movida por mas
antidemocrática que sea, porque están en juego sus intereses
estratégicos. Intereses que además ya han sido derrotados nuevamente en
Gran Bretaña, y las fuerzas anti-globalistas europeas con Boris Johnson
a la cabeza avanzan en concretar definitivamente su Brexit a medida[9]
<#_ftn9>, como ya señalamos en el libro Crisis Mundial que incluye todo
un trabajo desde mayo 2016 a mayo de 2018.

El voto por el Brexit en Gran Bretaña en el referéndum de hace tres
años, ha sido una derrota para los globalistas (Labour Party) al igual
que la derrota de Hillary Clinton con el triunfo de Trump en las
elecciones en EEUU. Es hora que los Demócratas hagan una reflexión sobre
el mensaje que dieron los votantes en las elecciones en Gran Bretaña en
diciembre de 2019. Con Jeremyn Corbyn, el Partido Laborista Británico
sufrió su derrota más grande en 35 años.

Después de obstruir durante 3 años el BREXIT, las recientes elecciones
dieron un gran triunfo a Boris Johnson del Partido Conservador, que
plantea que su objetivo es el Brexit más duro, para luego negociar con
Trump el proyecto de “libre comercio” que le propuso en agosto de 2019.
Bien puede pasar que la insistencia de los demócratas globalistas en el
planteo de destitución institucional, Impeachment, desde antes que asuma
la presidencia pueda tener el efecto bumerán, ya que ahora bloquean el
paso de la cámara de representantes a la de senadores para que los
senadores no hagan caer de un solo soplido la maniobra urdida por Nancy
Pelosi, lo cual muestra la fragilidad en que se encuentran, y que luego
Trump avance, se consolide como candidato y que gane holgadamente.

Si los globalistas ganaran, eventualmente, las elecciones en 2020, lo
más probable que suceda sería una fractura del mundo en dos sistemas
monetarios internacionales en pugna y muy probablemente también la
fractura de EEUU en diferentes economías regionales-locales. Si Trump
logra ganar en las elecciones de 2020, y con ello un segundo período de
gobierno, ello le otorgaría una legitimidad y fuerza de magnitudes
importantes.

Luego, lo más probable sería que se dé también una pérdida de fuerzas
tanto para los globalistas en la reserva federal y en la city de nueva
york, así como también para el continentalismo republicano
norteamericano que perdería fuerza relativa. Con ello, Trump podría
avanzar y consolidar su posición en Estados Unidos y la posibilidad real
de la construcción (conjuntamente con China y Rusia en primer lugar) de
un mundo multipolar sin otro nuevo imperio, proyecto que sin lugar a
dudas ganaría terreno. Por otro lado, ambas alternativas tienen en común
una Perestroika para EEUU y por lo tanto también una derrota para el
(neo) pentecostalismo.

Aquí ganarían más bien las fuerzas en torno al papa Francisco que,
cuando se refiere al *fanatismo y fundamentalismo religioso, ha
propuesto enfrentarlo con la /solidaridad/**/ /*/de todos los
creyentes/*. *“El Señor desea que todos los seres humanos se reconozcan
hermanos y vivan como tales, formando la gran familia humana en la
armonía de la diversidad”. Fueron las palabras del Papa Francisco en la
Audiencia General en octubre de 2015 en la Plaza de San Pedro, dedicada
a los 50 años de la histórica Declaración /Nostra aetate, /el documento
del Concilio Vaticano II que supuso un antes y un después en la relación
con el resto de confesiones religiosas, sobre todo con el judaísmo. Se
trató, por tanto, de una Audiencia de diálogo interreligioso, un dialogo
de civilizaciones.

*El capitalismo en su declive: hacia una nueva subjetividad*

En el plano económico, el continentalismo norteamericano está siendo
desplazado concretamente ya de la dominación internacional tanto por
Globalismo unipolar desde la Red de Cities Financieras de Londres-Nueva
York-Hong Kong-Bombay como por los BRICS y la China multipolar desde
Pekín en particular. Incluso, es un dato, que ha perdido ya mucho
terreno en Sudamérica, pues, EEUU tiene cada vez menos para ofrecer a
Sudamérica, a América Latina y el Caribe ya que sus empresas
transnacionales de punta abandonaron el país hace más de 20 años
mayormente con rumbo a la China en la región Británica de Hong-Kong,
Shanghái, Taiwán. China, tanto la nacional multipolar como la global
unipolar-multilateral, muestra desde 2001-2010 que es la región más
dinámica en capacidad de radicar inversiones de amplio rango,
industrializar materias primas e incluso consumirlas con su gran
población, en síntesis es la que tiene más que ofrecer a toda
Sudamérica, desde México hasta Argentina.

En cambio, Estados Unidos muestra que solo puede ofrecerle la
agresividad militar, narco-paramilitar, policial y narco-parapolicial
obligado por su posición estratégica internacional en declive, y por
ello se ve impulsado a hacer uso de la fuerza bruta con el objetivo
interno de tratar de detener el desarrollo de su proceso de perestroika
/(perdida por desarticulación de sus capacidades de potencia mundial),
/manifiesta desde la fractura del estado profundo entre la crisis de
2001-2008 y consolidada con el triunfo de Trump en 2017, perestroika
norteamericana anunciada incluso por los datos concretos en la Reserva
Federal y Wall Street desde septiembre de 2019 que muestran un escenario
de estallido para 2020.

Para lograr frenar su perestroika, se aferra como último recurso a la
lucha por el control monopólico de los recursos naturales estratégicos
para el desarrollo del mundo Global/Pluriversal, que se encuentran en
Sudamérica. Por ello acelera el proceso de intervención golpista y
ocupación militar y/o paramilitar en el continente sudamericano. Además,
con las derrotas militares de la OTAN en Siria ante Rusia e Irán, el
continentalismo norteamericano y globalismo se han visto ambos obligados
a retroceder en la zona petrolera y gasífera del Medio Oriente con
centro en Arabia Saudita, Irán, Qatar, etc.

Incluso perdieron su oportunidad de quebrar el avance de la Nueva Ruta
de Seda multipolar, cuando en Alepo las fuerzas combinadas de la OTAN
fueron derrotadas. E incluso fue derrotada su estrategia de expandir las
operaciones militares-paramilitares en China, Rusia e India escalando a
niveles de guerra mundial. Por ello, la Batalla de Alepo lleva esta
calificación, porque forzó que el terreno de la Paz y la Política fuera
donde se dirimirán las diferencias y en el marco de la ONU.

No en el terreno de la guerra financiera ni en el
militar-paramilitar/mercenario. De ahí su obsesión y agresividad actual,
por estar obligado a replegarse y poner bajo su control absoluto las
principales zonas petroleras de América latina, desde México hasta
Venezuela; las principales zonas agroalimentarias desde Brasil, Bolivia,
Paraguay, Uruguay hasta Argentina; y las principales áreas mineras
estratégicas como Bolivia, Perú, Chile, Argentina y Ecuador. Lo cual
tampoco está logrando controlar con facilidad, porque en todos lados
emergen luchas y resistencias, apoyos internacionales, etc. A pesar de
que, observamos también, nuevas bases militares en todo el territorio
sudamericano/latinoamericano con excepción por ahora de México, Brasil,
Cuba, Bolivia, Uruguay y Argentina.

*NUEVAS BASES MILITARES DE EEUU EN AMÉRICA LATINA CERCO AL LITIO, AGUA Y
PETROLEO DE ARGENTINA*

Resultado de imagen para bases militares de estados unidos en america latina

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No es extraño entonces observar que en América del Sur el
pentecostalismo ha avanzado más en Brasil, Venezuela, Argentina y Perú.
En Bolivia, donde gobernó en los últimos 14 años Evo Morales con una
política  económica, al igual que en Venezuela, que no respondió (lo
suficiente) a los intereses anglosajones ni a los de la oligarquía
criolla local, era preciso dar un golpe oligárquico de estado para
recupera el control del gobierno. El ´proceso golpista´ en conexión con
las iglesias evangélicas basadas en EEUU, así como el papel de las redes
sociales multiplicando la presencia de las imágenes de ´La biblia de
vuelta al Palacio¨, que circularon durante el ´proceso golpista´ en
Bolivia, fueron potenciados y orientados  por robots y servidores de
alta tecnología artificial. Que tenían el mismo origen que los operados
y usados durante las elecciones brasileñas, hechos que revelan un golpe
predecible y con el uso de inteligencia artificial. 

‘El capitalismo de la Inteligencia Artificial’ ha penetrado muy
profundamente en la religión con fines políticos. El lugar más
interesante del mundo desde una perspectiva religiosa no es el Estado
Islámico o el Cinturón de la Biblia (el protestantismo evangélico en el
Sur de EEUU), sino el Silicon Valley. Allí es donde los gurúes de la
alta tecnología están elaborando para nosotros: /religiones para moldear
fieles acorde con la demanda de una u otra fracción del capital
financiero unipolar, pero cada vez más en función de los intereses
globalistas/. Anthony Levandowski es un ingeniero que trabajó para
Google y Uber, y fundó una iglesia. Concretamente, se proclamó ‘Decano’
del ‘Camino del Futuro’, una organización religiosa que, según sus
estatutos, se centrará en la creación, aceptación y adoración de una
Deidad basada en Inteligencia Artificial –IA, desarrollada mediante
hardware y software de computadora. Una IA se parece mucho no ya a Dios,
sino a la religión organizada. Estamos a un paso de la robotización de
la divulgación del evangelio ofertado.

Los gobiernos sudamericanos/latinoamericanos que buscan genuinamente la
inclusión social, el desarrollo industrial, etc., saben que con lo único
que cuentan es con la política y con los Pueblos participando
directamente. Entonces, al deslegitimar la política se deslegitima el
terreno, la herramienta, los instrumentos políticos sociales que tienen
los Pueblos y la Comunidad para dar la disputa contra las políticas de
gobiernos oligárquicos, por las reivindicaciones cotidianas y por la
transformación social. Por eso el globalismo y el fundamentalismo
evangélico de Inteligencia Artificial no sólo buscan la construcción de
ciudadanos apolíticos, sino de militantes evangélicos.

Los gobiernos populares comprometidos, en esta década que concluye,
deben saber y reconocer que el neoliberalismo globalista está en crisis.
 Su ascenso estratégico está frenado con la victoria electoral de Trump
en Estados Unidos y también en Gran Bretaña con la victoria de Boris
Johnson en la consolidación del Brexit. Con la salida del poder
británico termina la subordinación a Londres en el marco de la Unión
Europea. También se ha debilitado con la derrota del movimiento de
jóvenes en el Tiananmen Hongkonés de 2019, que no solo no ha podido
avanzar sino que aparece como paralizado por su falta de salidas
políticas mas allá del escenario de búsqueda de otra guionada masacre
escrita en y para que Hollywood la replique. Está debilitado, pero es un
actor estratégico en ascenso, aunque por ahora paralizado en su
capacidad de desplegar operaciones globales de golpes financieros,
tele-comunicacionales, militares, paramilitares y basados en estas
religiones de diseño y basadas en inteligencia artificial.

Por otra parte, es importante remarcar que el continentalismo
norteamericano financiero conservador esta en declive y en proceso de
perestroika-caída pero aún no ha sido desbaratado ni desarticulado en su
capacidad de hacer daño, haciendo uso de la fuerza técnico-militar y de
capacidades de legitimación cultural.

*A modo conclusión*

Están claras las nuevas realidades internacionales del poder en los
planos geoeconómicos y geofinancieros. Pero cuando abordamos las
cuestiones que hacen al lugar que ocupa el neo-pentecostalismo, como
parte de ese neo-evangelismo asociado, desde los planteos de David
Rockefeller a principios de la década de1970, a una década donde el
Tricontinentalismo financiero con iniciativa Norteamericana comienza a
confrontar a su interior con el globalismo.

Una realidad donde la puja era entre un mundo donde: las casas matrices
de país central continental seguían rigiendo y dando las coordenadas a
sus empresas filiales transnacionales o un mundo donde ya no habría
países centrales continentales, o Tricontinentales, como era la realidad
única para las corporaciones multinacionales norteamericanas. Este
consideramos sería el momento antecedente donde el Tricontinentalismo da
paso al globalismo, en el mismo tiempo histórico que la perestroika
soviética da cuenta de la caída del otro gran actor del bipolarismo
posterior a la segunda guerra mundial 1944-50.

Está claro que a partir de 1989-91, conteniendo a la perestroika
soviética y al consenso de Washington entre
globalistas-y-continentalistas, como primer momento de la disolución de
mundo del bipolarismo posterior a Bretton Woods, observamos primero la
ofensiva de la OTAN pasando por arriba a las naciones unidas –ONU- y
redefiniendo el control del oriente medio con la operación Tormenta del
Desierto (1990), y luego, la ofensiva para imponer la ocupación de toda
América, con la bandera de siempre: América para las multinacionales
norteamericanas, pero también el despliegue de la confrontación abierta
entre ambos unipolarismos financieros a partir de 1994, a partir del
Globalista Bill Clinton.

Esta confrontación se abre y despliega contundentemente con la
derogación de la ley Glass Steagall, ley que en la crisis de 1929
expreso los acuerdos y construcción del Pacto social –New Deal- entre el
gran capital industrial y los grandes sindicatos de trabajadores,
formalmente reconocidos, en Estados Unidos. Que rigió y estructuró el
llamado estado de bienestar durante 66 años, desde 1933 hasta 1994-1999.
No solo en Estados Unidos sino en todo el mundo occidental, el de los
países bajo la órbita del continentalismo norteamericano, el de las
multinacionales norteamericanas. Estas que, a partir de 1950, con el
Plan Marshall “reconstruyeron” Europa (Alemania, Francia, Italia) luego
de destruirla, eligiendo como punto de apoyo a Alemania occidental; pero
también son las que reconstruyeron el Asia pacifico a partir de Japón
como punto de apoyo, en un plan de lucha contra el Bloque Soviético.

Será recién en setiembre de 2001, con la llamada “Caída de la Torres
Gemelas de Nueva York”, de las tres torres del gran centro financiero
del Globalismo Financiero en Nueva York, con Bush hijo en el gobierno
2001-enero-2009 que el continentalismo financiero norteamericano
devolverá el golpe, que significo la caída de ley Glass Steagall en
1999. Y volverá a darle un segundo gran golpe, ahora financiero, cuando
en 2006-2007 sube las tasas de interés del 1% al 5%, con Henry Paulson
como secretario del tesoro de Estados Unidos, un alto cuadro gerencial
proveniente de la gran banca Goldman Sachs. Una suba de tasas que
impactara en la medula financiera de la gran banca global, con lo que
será llamado el estallido de la burbuja hipotecaria basura en septiembre
de 2008.

El estallido de esta burbuja golpeo directamente a la gran banca global
expresada en la caída del Lehman Brothers, el que arrastro directamente
a su abismo al City-Travellers Group, el gran supermercado financiero
global que expreso la iniciativa de derogación de la Glass Steagall en
1999. Este fue arrastrado por el estallido de la burbuja y el
Continentalismo financiero nunca le presto la menor ayuda, que sí hizo
con la mayoría de los otros bancos en crisis dentro de Estados Unidos.
Incluso en el desarrollo de la crisis facilito que JPMorgan, Morgan
Stanley y Goldman Sachs pudieran crecer absorbiendo otras instituciones
en caída libre.

De los golpes de estado por diferentes medios, el globalismo empezara a
recuperarse a partir de “imponerse” como gobierno en noviembre de 2008 y
asumir la presidencia en enero de 2019. Llamando por primera vez a la
reunión del G20, los 8 ex países centrales y los 12 países de economías
globales emergentes[10] <#_ftn10>. Asume la presidencia y lo hace
poniendo en marcha el sistema de emisión de dólares sin respaldo en la
economía real denominado EQ (Serie 1, 2, 3 y 4), desde febrero de 2009 a
noviembre de 2019, que aún hoy persiste.

En la crisis de 2008, estalla la burbuja financiera global, cuyo tamaño
se estimó que era de 3,7 veces superior a la economía real. Esta crisis
parte aguas, porque a partir de ella la crisis se extiende a la Unión
Europea primero y luego en 2013 se hace global. Y coincidentemente en
2010-2014 emergen las formaciones sociales emergentes: La de los BRICS:
China, Rusia, India, Sudáfrica y Brasil –BRICS- y la del Dialogo
Ecuménico e Interreligioso, el Dialogo de Civilizaciones.

A partir de 2009, la Economía real tiene sus motores principales en el
mundo de las formaciones sociales-económicas emergentes denominadas
BRICS, al que se suma también Alemania. A partir de 2009, el mundo
globalista y continentalista financiero unipolar anglo-americano es una
realidad donde la economía ficticia, especulativa, de casino, se ha
impuesto subordinando y cuasi-paralizando a la economía real y veremos
por qué.

La maximización de ganancias que se prolonga en el ámbito productivo
hasta que, por efecto del sucesivo desarrollo científico-técnico
incorporado a los medios materiales de producción, agota sus
posibilidades de mayores ganancias y deja prácticamente sin sentido la
racionalidad del sistema de explotación capitalista en la economía real.
De hecho, la rentabilidad del capital está muy por debajo de los niveles
de 1990. Por más dinero (sin respaldo) que emitan los bancos centrales,
ese dinero no se dirige a la economía real, debido a la expectativa
negativa de obtener bajas tasas de ganancia.

Ganancias más sustanciosas se ejecutan de hecho solo con base en el
capital ficticio (dinero emitido por los bancos centrales sin respaldo)
y cedidos en préstamo a las corporaciones, a tasas de interés cada vez
más bajas, para que se las apropien por medio de la recompra de sus
propias acciones, sin incorporar ´ni un solo dólar´ a inversiones reales
en la economía real.  Una vez que la política del banco central haya
logrado empujar las tasas de retorno a cero y por debajo de cero
incluso, la economía de mercado estará a punto de colapso. Las
inversiones de sustitución y expansión productiva ya no podrían tener
lugar. Penalizar el atesoramiento con tasas negativas de interés solo
consigue la des-acumulación de capital real, lo cual conlleva las
estructuras productivas deterioradas a que se desvaloricen a lo largo
del tiempo.

Al entrar en tasas negativas de interés, la política monetaria del banco
central de Estados Unidos muestra su impotencia para actuar. La política
monetaria de tipos de interés cero y hasta negativos, en otras palabras,
conduce y condena a la decadencia del mundo globalista y continentalista
financiero unipolar al mismo tiempo. La Perestroika Norteamericana está
en marcha y avanza. 

Tres hechos importantes: /El triunfo de/ /Trump/ por sobre los golpes de
estado en su contra, los impeachment o iniciativas destituyentes. El
/triunfo del Brexit/ con el proyecto Británico personificado por /Boris
Johnson/ y /Teresa May/; /La propuesta de área de libre comercio común/
entre Trump y Johnson en noviembre de 2019 es manifestación de ello.
Estos tres hechos son contundentes manifestaciones en contra del
globalismo pero también opuestos al continentalismo norteamericano.

En Sudamérica es importante recalcar que, contra la ofensiva golpista
del continentalismo norteamericano en Bolivia, México, Brasil,
Argentina, Colombia, Perú, Chile, etc., se manifiesta una capacidad de
respuesta desde los pueblos y naciones, que cuenta con el apoyo
implícito o explícito de los multipolarismos emergentes como así también
del globalismo.

Un golpismo que, además, de su rostro militar y paramilitar, policial y
parapolicial, también muestra su rostro religioso y para-religioso con
la nuevas religiones de diseño en laboratorio y apoyadas en las
plataformas financieras y de Inteligencia Artificial, desplegadas a
partir de su centro en el Silicón Valley California y atravesado por los
intereses militares del pentágono. Neo-religiones o religiosidades con
capacidades financieras en red y con desarrollo hacia lo político que
tienen por objetivo neutralizar, desplazar y reemplazar a la religión
católica, a la iglesia católica y a las teologías cristianas y populares
de la liberación, claramente enfrentadas al Dios Financiero del Dinero.

En este punto, es importante dar cuenta que la respuesta, desde el
dialogo de civilizaciones e interreligioso, al proceso de golpe de
estado sudamericano no solo en Bolivia, sino en todos los países, tuvo
un momento destacado en la convocatoria al denominado /Sínodo de la
Amazonia/. Una reunión que convoco a los referentes socioculturales
territoriales en toda su heterogeneidad social y diversidad cultural, a
un diálogo y reflexión para reforzar las cuestiones que hacen a la
organización y a la doctrina. Que trató, por lo tanto, temas que hacen a
lo espiritual estratégico, a lo político organizacional, a lo político
cultural y a lo económico, social y ecológico ambiental.

Este Dialogo de Civilizaciones, que las reconoce y convoca a
organizarse, movilizarse y movilizar a toda la heterogeneidad y
diversidad sudamericana para “desarticular” las capacidades de muerte
del golpismo financiero continentalista y de esas religiones de diseño,
esos evangelismos neo-pentecostales cuya profecía y opción es el dios
dinero. Y con el Dios dinero a los señores de la guerra paramilitar y
parapolicial con apoyo en el en las estructuras de Inteligencia Artificial.

La batalla cultural es central en un mundo en crisis estructural y en la
construcción de nuevas hegemonías alternativas. Pero también es
importante recordar que la hegemonía alternativa parte de poder plantear
una iniciativa económica real que incluya a las mayorías de las
fracciones y sectores socio-económicos a nivel nacional, a nivel
continental como lo fue con el plan Marshall en 1950, y a nivel
global/Pluriversal a partir de la Nueva Ruta de la Seda tal vez. Esta
última es la única opción por ahora que se plantea como opción real en
acto de despliegue y desarrollo.

A partir de esta iniciativa contrahegemonía o directamente nueva opción
hegemónica, asumen otro lugar todas las otras propuestas e iniciativas.
Propuestas que desde el globalismo financiero se estancan en la burbuja
financiera y en la necesidad militar de reducir población excedente,
observado desde su proyecto de poder. Con un planteo de despliegue de
tecnologías de la IA poderosas pero aplicadas a excluir a los pueblos
cerrando el espacio público de la participación política.

Cerrándolo desde la obturación de la subjetividad individual mediante la
fijación en el momento emotivo de desarrollo y madurez del individuo.
Con el objetivo de imponer, mediante la IA, el terreno Virtual, Digital
y no presencial para la política. Para poder así maniobrar con
subjetividades de individuos que estarán vetados de poder desarrollar
actividad común, colectiva, que pueda devenir en organización y
participación directa protagónica. Esa que permite construir síntesis
organizativa y liderazgos, esa que permite desplegar referencias y
potenciar el espíritu creativo humano que emerge de la interacción
directa con el otro y con la adrenalina de la lucha.

*Bibliografía consultada *

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  * *La Crisis Mundial*. Trump, Brexit, Brics, Francisco, Dóla,
    Bitcoins, Yuan. Continentalismos, Globalismo y Pluriversalismo. Mayo
    de 2018.
  * *El Capital Frente a su Declive*. Fin de la Unipolaridad Global:
    ¿Transición al Postcapitalismo? Wim Dierckxsens y Andrés Piqueras
    (eds.), Walter Formento, Rémy Herrera y Paulo Nakatani. Observatorio
    Internacional de la Crisis. Julio de 2018.
  * *Prospectiva Geopolítica 2020*. Capitalismo unipolar o
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Spadrado Antonio y Figueroa Marcelo, /Teología de la prosperidad/,
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------------------------------------------------------------------------

[1] <#_ftnref1>
http://ciepe.com.ar/wp-content/uploads/2019/10/2019-10-15-Perestroika.-De-la-ca%C3%ADda-sovi%C3%A9tica-a-la-de-Washington-1989-2020.pdf
<http://ciepe.com.ar/wp-content/uploads/2019/10/2019-10-15-Perestroika.-De-la-ca%C3%ADda-sovi%C3%A9tica-a-la-de-Washington-1989-2020.pdf>


[2] <#_ftnref2>
http://ciepe.com.ar/wp-content/uploads/2019/11/2019-11-18-Golpe-de-Estado-en-Bolivia.pdf
<http://ciepe.com.ar/wp-content/uploads/2019/11/2019-11-18-Golpe-de-Estado-en-Bolivia.pdf>


[3] <#_ftnref3> Dicha Comisión, estuvo encabezada y presidida por John
D. Rockefeller III quien presentó así el informe final: “Tengo el honor
de transmitir para su consideración el Informe Final que contiene los
resultados y recomendaciones de la Comisión sobre el Crecimiento de la
Población y el Futuro de América, Sec.8, PL 91-213.”  “Después de dos
años de concentrado esfuerzo, hemos concluido que, a largo plazo, no se
obtendrán substanciales beneficios del continuo crecimiento de la
población de la Nación, por el contrario, la gradual estabilización de
nuestra población a través de métodos voluntarios, contribuiría
significativamente a la capacidad de la Nación de resolver sus
problemas”. John D. Rockefeller 3rd. March 27, 1972

Rockefeller vio en la Iglesia Católica el principal enemigo contra las
estrategias neocolonialistas. En el informe global 2000 se expone el
porqué de esta decisión: “El informe Rockefeller señalaba como causa
fundamental del peligro para la plena consecución de sus planes de
reducción forzada de la población a la Iglesia Católica “que educa a los
pueblos, les da cultura, les hace pensar y les anuncia la inalienable
dignidad de los hombres”. Sandalio, 2004, Julio 7. El Informe Global 2000.

[4] <#_ftnref4> Por Control Poblacional se entiende desde: el control de
la natalidad, de la vejez, de desocupados, etc. en las capas de
trabajadores, de los más pobres y los de menor educación formal

[5] <#_ftnref5> El impulso fundamental para el cual Japón logró este
llamado Milagro provino de la guerra de Corea, en la cual los Estados
Unidos apoyaban la industria pesada con misiles, y permitieron la
rehabilitación de las personas comprometidas con el antiguo régimen,
incluyendo procesados como criminales de guerra reintegrados a la vida
civil para ocupar cargos políticos o dirigir empresas. Se expulsó a los
comunistas de los cargos administrativos, en la industria y
enseñanza.[cita requerida]  En la década de 1960 Japón superaba a todas
las naciones de Europa Occidental en el producto nacional bruto, y
seguía a Estados Unidos como potencia industrial mundial.

La economía japonesa ocupó el primer puesto mundial por su tasa de
crecimiento en 1964. Alemania y Japón en los años sesenta tenían más del
60% de la población ubicada en edades comprendidas entre los 15 y 59
años. En esa época se produce el apogeo de los países industriales. En
Alemania y Japón la producción industrial global en los años 70’
superaba el 50%. Esta industria repercutió en todo el mundo y alcanzó
los mayores márgenes de crecimiento. Como los productos industriales
fueron los motores del intercambio internacional, ambos países ocuparon
una posición de potencia comercial de primer orden. La Exposición
Mundial de Osaka, que tuvo lugar en 1970, demostró que el país había
restablecido su posición en el comercio internacional: en 1971 Japón era
el tercer país exportador más importante del mundo, después de Estados
Unidos y de Alemania Occidental, y el quinto en importaciones.

[6] <#_ftnref6>  La guerra contra el terrorismo o guerra al terror es
una campaña de los Estados Unidos, apoyada por varios miembros de la
OTAN, con el fin declarado de acabar contraterrorismo internacional.
Esta ofensiva internacional fue lanzada por la Administración de Bush
tras los “ataques terroristas” del 11 de septiembre del 2001 en Nueva
York, realizados según Bush por Al Qaeda, convirtiéndose en parte
central de la política exterior e interna de esa administración en torno
a los países integrados en el llamado eje del mal.

[7] <#_ftnref7> El presidente iraquí (Sadam Husein) intentó convencer a
los miembros de la OPEP de vender el oro negro en euros para salirse del
petrodólar. Si esto hubiera sucedido, el dólar habría perdido entre un
20 y un 40% de su valor. Para Ron Paul, como para muchos especialistas,
«la arrogancia de Sadam Husein había sido considerada como un peligro
para el dólar en calidad de la reserva principal mundial». Por lo tanto,
esta fue una de las razones para la invasión de Irak. (…) El intento del
presidente de Libia, Muamar Gadafi, de promover una revolución del dinar
respaldado por oro en toda la Unión Africana le costó la vida. El plan
de Gadafi de dejar de vender el petróleo en dólares y empezar a usar el
dinar de oro habría devastado la economía estadounidense.
https://mundo.sputniknews.com/firmas/201709201072511465-venezuela-eeuu-moneda-dolar/
<https://mundo.sputniknews.com/firmas/201709201072511465-venezuela-eeuu-moneda-dolar/>


[8] <#_ftnref8> LA GRAN IMPOSTURA (ISBN 84-9734-058-2), libro escrito
por Thierry Meyssan, afirma que los atentados del 11 de septiembre de
2001 fueron un atentado de falsa bandera perpetrado por los Estados
Unidos y denuncia el fin de la democracia norteamericana, así como la
instauración de un régimen militar expansionista.

[9] <#_ftnref9> Brexit: el Parlamento británico aprueba el plan de Boris
Johnson para sacar a Reino Unido de la Unión Europea. BBC News Mundo, 20
diciembre 2019.
https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-50866900
<https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-50866900>

[10] <#_ftnref10> El G20 nació en 1999 como una respuesta a la crisis
financiera de fines de los años 90. Su primera reunión se realizó el 15
y 16 de diciembre de ese año en Berlín, Alemania. Su surgimiento estuvo
motivado por el reconocimiento de que los principales países emergentes
no estaban adecuadamente representados en los organismos financieros
internacionales.

El existente G8, el club de las economías más ricas del planeta fue
expandido para incluir a economías en rápido desarrollo como China,
Brasil o Arabia Saudita, pese a que desde entonces el G8 sacó a Rusia
del grupo y ahora es el G7.

En un inicio, al G20 acudían mayoritariamente ministros de finanzas y
gobernadores de bancos centrales.

Pero eso cambió a raíz de la grave crisis financiera de 2009. Tras el
colapso de los bancos, el crecimiento del desempleo y el estancamiento
de los salarios, la organización se convirtió en un consejo de
emergencia para presidentes y primeros ministros. Desde entonces,
siempre asisten a sus cumbres.
https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-48751686

In
OBSERVATORIO DE LA CRISIS
https://observatoriocrisis.com/2019/12/29/el-fundamentalismo/
29/12/2019

sexta-feira, 27 de dezembro de 2019

Poder Popular: algunas preguntas


 



Por Marcelo Colussi, filosofo argentino

Para la izquierda es una tarea impostergable, siempre omnipresente,
definitoria para su misma existencia, ver cómo lograr su objetivo: es
decir, terminar con el modo de producción capitalista y establecer el
socialismo. Esto inmediatamente abre una pregunta: ¿quién hace el paso
de una sociedad a otra: la izquierda o las grandes mayorías populares?
Lo que lleva a plantear quién es la izquierda. Así formulado, pareciera
que “la izquierda” es algo distinto a esas masas populares.

 En realidad: sí. Las izquierdas, en cualquiera de sus innúmeras formas,
se constituyen como un fermento (un elemento reflexivo, un grupo de
activistas/intelectuales/dirigentes/actores, una vanguardia) que
propicia el cambio, la transformación.

No importa la forma que adquiera (partido político dentro de la
institucionalidad capitalista, fuerza revolucionaria de acción
comunitaria o sindical, movimiento social-popular, grupo de acción
armada, propuesta intelectual-artística, combinaciones de algunas de
ellas, etc.), es realmente “de izquierda” si logra incidir en las masas
populares para propiciar la transformación. Si no, no pasa del
diletantismo (izquierda de cafetín, sin impacto real alguno en la sociedad).

De más está decir que esa transformación, siempre y necesariamente, se
da a través de un proceso revolucionario brusco, violento, no gradual,
que rompe con el sistema capitalista y toda su institucionalidad (el
Estado y todos los aparatos ideológicos concomitantes), estableciendo
algo nuevo.

No es posible que se dé un cambio hacia el socialismo dentro del marco y
la institucionalidad capitalista: los cambios obtenidos por vía
electoral son procesos de reforma, útiles en alguna medida para los
pueblos siempre excluidos, pero que no permiten transformaciones
sustanciales, estructurales. Es decir: no llegan a construir
alternativas socialistas. De ahí que las revoluciones son siempre actos
violentos, en cuanto desalojan a la anterior clase dominante creando
algo nuevo.

Decimos “violento” por cuanto quien detenta una posición de poder se
resiste al cambio por todas las formas posibles; y la violencia es una
de ellas (para eso están todos los órganos represivos armados del
sistema: policía, fuerzas armadas y diversos cuerpos de seguridad,
defensores en definitiva de la clase dominante, del orden establecido,
que es siempre el orden tomado por “normal”).

Pasar del capitalismo al socialismo es un proceso tremendamente
complejo; haber obtenido el poder político o, dicho de otro modo: haber
capturado el viejo Estado capitalista a través de una insurrección
popular desalojando a la clase burguesa (capitalistas en sentido amplio:
industriales, banqueros, terratenientes) es un primer paso,
imprescindible sin dudas, pero solo primer paso. Ahí arranca
efectivamente la construcción del socialismo.

Eso es una tarea ardua, sumamente difícil: se trata de edificar algo muy
novedoso para lo que no hay manual. Pero quedémonos en el primer paso:
cómo se llega a activar algo que logre desplazar a la clase capitalista
dominante. He ahí la primera tarea, titánica sin dudas.

Con varios siglos de acumulación, el poder que hoy detenta el sistema
capitalista global es inmenso, impresionante. Actualmente esa clase
dominante es un monumental entramado de capitales de carácter
planetario, que establecen el curso de acción de la mayor parte de la
humanidad, fijando las guerras y los destinos del mundo. Enfrentarse a
ese poder fenomenal no es fácil. Pero de eso se trata el socialismo: de
construir una alternativa más humana a lo que puede ofrecer el
capitalismo. Nadie dijo que fuera fácil derrotarlo: ahí está el desafío
abierto.

La pregunta siempre vigente para la izquierda, entonces, es ¿cómo vencer
a ese monstruo? El siglo XX arrojó varias experiencias: Rusia, China,
Cuba, Vietnam, Nicaragua, Corea del Norte. No es la intención del
presente texto hacer un balance de lo que allí se construyó posterior al
momento insurreccional, revolucionario. Lo que ahora nos interesa es ver
cómo se llegó a ese momento.

Quienes seguimos pensando en la revolución como un estallido de la clase
trabajadora (obreros, campesinos, trabajadores varios, población
precarizada) y no en un proceso gradual de cesión de beneficios que
haría la clase dominante (socialdemocracia romántica, en todo caso), la
cuestión sigue siendo cómo llegar a ese momento.

El trabajo organizativo popular, el trabajo político en cada frente
posible: sindicato, barrio, comunidad, lugar de trabajo, centro de
estudio, etc., haciendo conciencia y fomentando una ideología socialista
es el camino. Trabajo de hormiga, de convencimiento, de organización, en
competencia feroz con todos los medios ideológico-culturales de que
dispone el sistema.

Si se estudian críticamente las experiencias revolucionarias
mencionadas, se observarán diferencias en cada proceso (muy marcadas a
veces), pero siempre con elementos comunes: hay un clima político
prerrevolucionario que posibilita el estallido y hay una instancia
dirigente (llámese vanguardia o como se prefiera) que prende la mecha.
Esos dos elementos parecieran imprescindibles, y al mismo tiempo,
mutuamente dependientes: sin el uno no se da el otro. La articulación de
ambos permite la revolución. Después vendrá la edificación de lo nuevo.

¿Estamos cerca de una revolución socialista en algún punto del planeta
ahora? No pareciera. Las políticas neoliberales (capitalismo salvaje sin
anestesia) vigentes desde los 70 del siglo pasado contribuyeron a una
tremenda desmovilización del campo popular. La caída de la experiencia
soviética dejó sin propuesta a las izquierdas del mundo, que muy
lentamente después de la caída del Muro de Berlín fueron
reconstituyéndose. Y que, al día de hoy, no terminan de reconstituirse.

Para ser absolutamente francos y autocríticos: el ámbito de la izquierda
está bastante desconcertado en estos momentos. Si bien se sigue pensando
en el socialismo como punto de llegada, la experiencia del mundo de
estas últimas décadas plantea preguntas.

La forma en que se llegó a las revoluciones socialistas y lo que se
edificó a partir de ellas abrió importantes cuestionamientos. Por
ejemplo, lo dicho por un connotado marxista como el colombiano Fernando
Dorado: “Impulsar que un grupo de personas (dirigentes de partidos
políticos o “movimientos”), a nombre de los oprimidos, se apoderen
mediante una insurrección, un golpe de Estado o por medio de las
elecciones del aparato del Estado existente (heredado), o de las
instituciones de gobierno (que son un “subsistema” del aparato estatal),
se ha comprobado con creces que no es la vía para acabar o destruir el
capitalismo, como lo demuestra la historia y las múltiples experiencias
del siglo XX y XXI.”

Por tanto, ¿qué proponer ahora, a la luz de la lectura crítica de las
pasadas experiencias revolucionarias, para pensar el socialismo con
criterios de realidad?

Estamos claros, como se decía, que el poder de respuesta (de bloqueo,
mejor expresado aún, de contención) del sistema global ante cualquier
avanzada anti-sistémica es fabuloso. El neoliberalismo en su conjunto,
además de un plan económico absolutamente exitoso (para los grandes
capitales, por supuesto, no para los pueblos, para la masa trabajadora),
es un muy acabado programa de contención de las luchas populares.

Las sangrientas dictaduras militares de todo el siglo XX, más esos
planes de ajuste estructural y la crisis de la izquierda (no tenemos
mucha claridad de cómo proceder, siendo absolutamente sinceros) hacen
que hoy se vea difícil un proceso revolucionario. ¿Hay condiciones en la
actualidad para la toma del Palacio de Invierno, como los bolcheviques
en la Rusia de 1917, o para que unos cuantos “barbudos” alzados en arma
bajen de la montaña para desalojar a un dictador, como en la Cuba de
1959 en algún lado? ¡En absoluto! ¿Dónde está sucediendo o puede suceder
algo así ahora?

Por eso despertó tantas esperanzas y simpatías un proceso como el
inaugurado por Hugo Chávez en Venezuela con su Revolución Bolivariana y
el socialismo del siglo XXI. Aunque se ve ahora que no había allí un
profundo proceso socialista de transformación radical (expropiaciones a
los propietarios de los grandes medios de producción, reforma agraria,
nacionalización de la banca), la falta de esperanzas de fines de siglo
quiso encontrar en esa dinámica política del país caribeño una
revolución con todas las de la ley.

Así como también la izquierda miró ilusionada todos los progresismos que
se daban en Latinoamérica a principios de este siglo, en buena medida
inspirados en lo que sucedía en Venezuela: Brasil, Argentina, Ecuador,
Bolivia. La experiencia mostró, una vez más, que esos procesos tienen un
techo bastante fácilmente alcanzable: no pueden pasar de determinados
reacomodos. Si intentan ir más allá, corren la misma suerte de siempre:
son decapitados sangrientamente (véase el caso de Evo Morales en
Bolivia, por ejemplo, o cómo terminaron Lula y Dilma Rousseff).

Como estamos bastante huérfanos de esperanzas -y de propuestas viables
concretas-, todo atisbo de contestación levanta expectativas. Así
comenzó a pasar ahora con esos movimientos espontáneos que recorren el
mundo, siempre con un signo de rechazo a las políticas de capitalismo
salvaje vigentes. Ahí están los casos de los chalecos amarillo en
Francia, o las reacciones populares en El Líbano, en Honduras o en
Haití, así como en Egipto o en Irak, en Ecuador y en Chile o en Haití o
en Colombia.

Todos estos alzamientos espontáneos son reacciones a un estado
calamitoso en que se encuentran los pueblos, hambreados, oprimidos,
faltos de proyecto, diezmados y reprimidos brutalmente cuando alzan la
voz. Pero sucede que algunos de estos levantamientos populares recientes
en estos últimos meses (procesos que nunca dejó de haberlos: el Mayo
Francés de 1968, el Caracazo en Venezuela en 1989, la reacción al
“corralito” en Argentina en 2001, la Primavera Árabe entre el 2010 y el
2013, hasta incluso el levantamiento popular en la industrial ciudad de
Detroit, en Estados Unidos, en 1967 reprimido con 43 muertos y 1,189
heridos) pudieron hacer pensar en la cercanía de un clima revolucionario
que tumbaba de una vez los planteos neoliberales, o incluso capitalistas.

Más aún: para mucha gente de izquierda algunos de esos procesos, en
particular los de Chile y Colombia con sus formaciones populares
asamblearias, pudieron ser interpretados en analogía al proceso
zapatista en Chiapas, México. Poder popular desde abajo, pudo
entendérselos. ¿Puentes hacia la revolución?

 Allí se dieron o están dando interesantes procesos de poder popular
autoconvocado, asambleas espontáneas, grupos de autogestión. ¿Estamos
allí ante un germen revolucionario que marca el camino hacia el socialismo?

¿Qué es exactamente el poder popular? Es el poder que emana del pueblo,
pero no esa delegación simbólica, aguada y desabrida, de la democracia
representativa, donde cada cierto período se cumple con el rito de
elegir a supuestos representantes de la voluntad popular. No, en
absoluto. Eso es parte del “circo” institucional capitalista, donde la
población no pasa de ser convidada de piedra y vilmente
engañada/manipulada, haciéndosele creer que decide algo.

El poder popular, por el contrario, es el ejercicio efectivo, a través
de la organización y la participación real, de la amplia mayoría de un
pueblo en la decisión de los asuntos básicos que le conciernen.

El poder popular es más, infinitamente más que la atención de los
problemas puntuales de una comunidad acotada, el alumbrado público o el
adoquinado de un barrio, la resolución de un problema específico del
transporte colectivo de un sector urbano, o la instalación del agua
potable o la edificación de una escuela en una comunidad rural.

El poder popular es la democracia real, directa, efectiva, participativa
del pueblo soberano, no sólo para atender problemas prácticos puntuales
sino para definir y controlar la implementación de políticas macro a
nivel nacional, e incluso internacional. Ejemplos de ello se registran
en todas estos primeros experimentos socialistas: los soviets de Rusia,
los Comités de Defensa de la Revolución en Cuba, los cabildos abiertos.

Las experiencias socialistas del siglo XX: Rusia, China, Cuba, Vietnam,
Nicaragua, Norcorea, quizá alguna otra del África o del mundo árabe
(excluimos de ellas los progresismos redistribucionistas que se dieron
en Latinoamérica a principios del siglo XXI, sin quitarles su valor,
pero sabiendo que no hubo allí proyecto socialista), todas ellas dieron
resultados positivos para sus poblaciones.

Hoy deben ser analizadas críticamente, porque por algo se encuentran en
crisis (China es una potencia, sin dudas, pero con un galimatías de
“socialismo de mercado”; Nicaragua es una opción impresentable, Rusia
volvió a ser capitalista desmembrándose las repúblicas de la Unión
Soviética, etc.) Lo primero a criticar allí es el papel jugado por el
Estado, nuevo Estado revolucionario supuestamente, y su burocratización.
¿Hasta dónde ese Estado heredado puede ser cambiado, o hasta dónde,
cómo, de qué manera, las experiencias autogestionarias son la semilla de
la nueva sociedad socialista? El debate en torno a ello es urgente e
imprescindible.

¿Constituyen efectivamente todos estos procesos autogestionarios que
ahora podemos ver, verdaderos embriones de revolución socialista, o más
específicamente: de socialismo? ¿Ese puede ser el paso superador del
capitalismo?

Podrían ponerse a ese nivel otros procesos similares, como las empresas
recuperadas hoy día y bajo control obrero, tal el caso de Argentina o de
Venezuela, o el movimiento Okupa que se da en diversos puntos del mundo,
cooperativas populares, las asambleas territoriales en Santiago de Chile
producto de las actuales movilizaciones, etc.

Seguramente estos mecanismos marcan rumbo. ¿Son los futuros nuevos
“soviets”? Es probable. Lo cierto es que todos estos embriones, estas
revueltas populares espontáneas que van surgiendo, todavía no colapsan
al sistema en su conjunto. Todo lo cual nos lleva a reconsiderar las
formas reales y posibles de terminar con el capitalismo hoy. Que es
difícil, está fuera de discusión.

La pregunta es, pese a esa dificultad, cómo hacerlo. ¿Se necesita o no
una vanguardia, alguien que conduzca y dé lineamiento a la lucha? ¿Cómo
apropiarse del viejo Estado capitalista y transformarlo? ¿Es eso
posible? ¿O debe dejarse todo en manos de las asambleas de base? El
cambio es difícil, arduo, complejísimo…, pero sigamos pensando y
apostando por lo que decían los murales del Mayo Francés: “Seamos
realistas: pidamos lo imposible”.

In
OBSERVATORIO DE LA CRISIS
https://observatoriocrisis.com/2019/12/19/poder-popular-algunas-preguntas/
19/12/2019

terça-feira, 24 de dezembro de 2019



    Democratas odeiam a Rússia, republicanos odeiam a China – a nova
    divisão na classe dominante da América.



 Caleb Maupin

 Desdeas eleições de 2016, o Partido Democrata convoca o presidente Trump por
seus supostos laços com o presidente russo Vladimir Putin. Mesmo depois
que a investigação de Trump por “conluio” foi concluída, novas
audiências sobre o trato de Trump com a Ucrânia foram transformadas em
um festival de propaganda anti-russa.

Enquanto isso, Trump está travando uma guerra comercial com a China. O
Conselho de Comércio da Casa Branca inclui Peter Navarro, um homem
econômico, cuja carreira inteira consistiu em culpar a China por todos
os problemas da América. Enquanto os republicanos adoram “lei e ordem”
em casa, eles parecem se alinhar atrás dos manifestantes de Hong Kong
sem questionar, enquanto atiram fogo às pessoas e atacam policiais.

Enquanto isso, Michael Bloomberg, o bilionário e ex-prefeito de Nova
York que anunciou recentemente uma candidatura presidencial como
democrata centrista, fala positivamente de Xi Jinping. Além disso,
apesar de não aparecer em suas políticas, Trump fez declarações
positivas sobre o presidente russo e expressou o desejo de melhorar as
relações EUA-Rússia.

Então, o que está acontecendo aqui? Na verdade, é muito fácil de
entender. Basta uma compreensão das economias russa e chinesa, o aparato
estatal dos EUA e os diferentes interesses entre os círculos do poder
americano.

*A Alternativa Eurásia – Dois Gigantes Econômicos, Mercados Diferentes*

No início do século XX, a Rússia e a China eram países profundamente
pobres. Suas economias eram em grande parte agrárias. As pessoas eram na
maioria analfabetas e morriam rotineiramente de fome. A Rússia e a China
eram mais ou menos dominadas pelas nações capitalistas ocidentais. Isso
mudou devido a uma coisa: socialismo.

Após a revolução de 1917, e mais especificamente após a implementação de
1928 do “Socialismo em um país” e dos planos econômicos de cinco anos, a
Rússia se tornou uma superpotência industrial. Em meados da década de
1930, a Rússia possuía enormes indústrias estatais, o país estava
eletrificado e o mundo estava maravilhado com o que estava sendo
realizado enquanto o Ocidente experimentava a “grande depressão”.

Nos anos 90, após a derrota da União Soviética, a Rússia sofreu uma
enorme catástrofe econômica. Desemprego em massa, dependência de drogas,
suicídio, tráfico de seres humanos, o que o economista norte-americano
Andre Gunder Frank chamou de “genocídio econômico”. As políticas de
livre mercado implementadas sob o conselho de Jeffrey Sachs levaram o
país a ser saqueado por figuras como Bill Browder, BP, Hermitage Capital
Management e British Petroleum.

No entanto, no início do século XXI, a Rússia se reestruturou com a
reorientação econômica de Putin. Como presidente, Putin pôs em prática
sua tese acadêmica e transformou a Gazprom e a Rosneft em gigantescas
empresas corporativas controladas pelo Estado. O resultado foi um
reinício econômico que elevou os salários, reduziu a pobreza e restaurou
a produção industrial para níveis anteriores a 1991.

A economia da Rússia agora está centrada no controle estatal de petróleo
e gás. A Rússia exporta grandes quantidades de energia e os recursos são
utilizados para manter a economia agitada.

A revolução da China em 1949 também resultou na construção de indústrias
estatais. Com planos econômicos de cinco anos, Mao Zedong levou a China
a construir suas primeiras siderúrgicas, novas usinas de energia e
industrialização básica. A divisão sino-soviética de 1961 foi um revés
significativo e, após mais de uma década de tentativa de construir uma
versão ultra-igualitária e “pura” do socialismo com a Revolução
Cultural, a China começou a reorientar-se para o “socialismo com
características chinesas” e um grande setor de mercado.

Como a Rússia, a China tem uma economia centrada em enormes mega
corporações controladas pelo estado. No entanto, ao contrário da Rússia,
estas não são empresas exportadoras de energia, mas fabricantes. Nenhum
fabricante de telecomunicações do mundo é maior do que as tecnologias da
Huawei. A indústria siderúrgica controlada pelo Estado chinês produz
mais de 50% do aço na terra. A China lidera o mundo na produção de
carros elétricos, telefones inteligentes e computadores.

No início do século XX, a Rússia e a China eram mercados cativos,
dependentes dos países ocidentais e dominados pelos monopólios
corporativos de Wall Street e Londres. Hoje, Rússia e China são
concorrentes dos capitalistas ocidentais. Em todo o mundo, à medida que
a União Econômica da Eurásia e o Banco Asiático de Infraestrutura de
Investimentos se expandem, muitos países em desenvolvimento optam por
assinar com a Rússia e a China. Rússia e China estão cortando a
hegemonia econômica das corporações ocidentais. Esta é a base da
hostilidade contra eles, tanto de democratas quanto republicanos.

*Democratas – /Big Oil/ & Agências de Inteligência*

A dinastia petrolífera de Rockefeller era conhecida como republicana
durante o início da Guerra Fria, mas a extrema direita do Partido
Republicano sempre os detinha com suspeita. Foi a Família Rockefeller,
proprietária da Exxon-Mobile, a encarnação moderna do óleo padrão de
John D. Rockfeller, que criou a revolução sexual. Os Rockefellers
financiaram a pesquisa sexual de Alfred Kinsey, argumentando que a
homossexualidade e a promiscuidade eram mais prevalentes e normais, e
instando ao levantamento das restrições tradicionais ao comportamento.
Antes disso, a família Rockefeller havia bancado a criação de Margaret
Sanger da “Liga de Controle de natalidade”, hoje conhecida como /Planned
Parenthood/.

A família Rockefeller tem sido obcecada por libertarianismo sexual. Sua
posição no Partido Republicano era baseada em um caso de amor com livre
mercado e hostilidade aos sindicatos. No entanto, à medida que o Partido
Democrata avançava na direção do mercado livre no final dos anos 80, com
o Conselho de Liderança Democrática de Bill Clinton, o Rockefeller achou
cada vez mais o maior partido mais antigo dos EUA menos odioso.

Durante os anos de Obama, as quatro grandes super grandes empresas,
/Exxon-Mobile/, BP, /Shell/ e Chevron, alinharam-se claramente atrás de
Obama, enquanto seu principal oponente, as corporações fracassadas,
alinharam-se atrás dos republicanos. Os “/Fracking Cowboys/” e os /Koch
Brothers/ continuam a investir seu dinheiro em causas republicanas como
PragerU, Turning Points EUA etc. etc. Enquanto isso, o Rockefeller ligou
fundações e instituições como a Fundação Ford, o Conselho de Relações
Exteriores, o /Open Society Institute/, tendem a divulgar uma mensagem
socialmente liberal crítica a Trump.

Essa divisão com o petróleo grande (as 4 super maiores) atrás dos
democratas e o pouco petróleo (/frackers/ e perfuradores) atrás dos
republicanos, alinha-se muito bem nos últimos anos. No entanto, também
aponta facções dentro do aparato estatal dos EUA.

Não apenas os /think-tanks/ e instituições ligados ao Rockefeller
transmitem uma mensagem liberal, como também estão fortemente envolvidos
nos esforços secretos das agências de inteligência dos EUA. Os esforços
de George Soros para derrubar os governos socialistas, o Fundo Nacional
para a Democracia, a /USAID/ e o aparato de poder brando através do qual
o governo dos EUA impõe influências e desestabilizam países
anti-imperialistas, têm dinheiro do grande petróleo por toda parte.

O Partido Democrata, tal como existe em 2019, como o partido da
libertação sexual, regulamentos ambientais para restringir as atividades
dos /frackers/ e manter o monopólio do petróleo, é uma expressão muito
grande do petróleo. O grande petróleo vê a Rússia, um grande exportador
de petróleo e gás, como concorrente. Eles pretendem empurrar a Rússia
para fora do mercado, juntamente com os caubóis fracassados, a fim de
manter o “domínio da energia” para os quatro grandes supermaior.

O Partido Democrata também é o partido das agências de inteligência,
criando ONGs, promovendo a desestabilização em nome de “direitos
humanos” e esperando “vencer sem guerra”. As agências de inteligência há
muito tempo adotam uma estratégia de utilizar forças substitutas e
evitar cheio de invasões e bombardeios, a fim de preservar a imagem dos
Estados Unidos.

O Partido Democrata parece preferir manter uma aliança secreta dos EUA
com a Irmandade Muçulmana, e a /Al-Jazeera/, a voz da monarquia do
Catar, parece levar uma mensagem partidária pró-democrática. A
Presidência de Obama, na qual um homem afro-americano com um nome
muçulmano “redefiniu” as relações com o Oriente Médio, e desempenhou o
papel de “bom policial” tentando curar a discórdia dos anos Bush,
encaixou-se completamente no manual da CIA. As agências da Intel são a
favor de um cara legal, racialmente inclusivo, apologético e amigável
para a política externa dos EUA.

*Republicanos – Fabricantes e o complexo industrial militar*

A abordagem do Pentágono em relação à política externa é exatamente o
oposto das agências de inteligência. Os empreiteiros do Pentágono
empurram a “paz pela força”. Seu pão é amanteigado com grandes bombas e
mísseis de cruzeiro, enormes orçamentos de pesquisa para desenvolver
novos sistemas de armas e, principalmente, com a venda de equipamentos
militares para países alinhados pelos EUA.

Isso, é claro, leva a uma aliança entre os fabricantes americanos e
militares dos EUA. O termo “complexo industrial militar” ficou famoso
pelo presidente dos EUA, Dwight D. Eisenhower. Nos dois anos pós-Guerra
Mundial, parecia que os EUA estavam adotando as teorias econômicas não
apenas de John Maynard Keynes, mas também do economista nazista Hjalamar
Schatch. Enormes quantias de gastos militares estimulam a economia dos
EUA e mantêm os dólares fluindo para Wall Street à medida que o público
americano fica mais pobre.

Um dos principais fundadores do ativismo do Partido Republicano nos
Estados Unidos é Bernie Marcus. Marcus é o proprietário da Home Depot,
uma rede de lojas de ferragens americana que substituiu as pequenas
empresas locais nos Estados Unidos. Entre nas prateleiras dos grandes
galpões de ferramentas de Bernie Marcus e é difícil encontrar um único
produto que não seja fabricado por um contratado do Pentágono como a
Caterpillar ou a General Electric. A Fundação DeVos, outro fundador das
vozes vinculadas ao Partido Republicano, pertence à família da
secretária de Educação dos EUA Betsy DeVos, que está fortemente ligada a
contratados militares. Seu irmão não é outro senão Erik Prince, o
fundador da Blackwater (Academi).

Os fabricantes americanos estão intimamente ligados ao complexo
industrial militar e ao partido republicano, e seu foco não está nos
mercados de energia. O fato de a China operar como um enorme centro de
produção em expansão controlado pelo estado a torna a principal ameaça
aos fabricantes americanos. O complexo industrial militar também vê
muito dinheiro a ser ganho com a venda de armas em toda a Ásia em um
“acúmulo” contra a China.

No mundo da tecnologia, muitos ficaram surpresos ao ver que Tim Cook,
CEO da Apple, provocou uma amizade improvável com Donald Trump. O
Facebook, o Twitter e outras empresas de tecnologia parecem muito hostis
aos republicanos, e a Apple parece se apresentar como uma corporação
liberal. Então, o que provocou essa nova amizade?

A resposta é simples. Trump está travando uma guerra total contra o
principal concorrente da Apple, a Huawei.

Enquanto Trump trabalha para esmagar as tecnologias da Huawei, a Apple
está se beneficiando. Google, Twitter e Facebook veem a China com um
vasto mercado inexplorado. Eles buscam melhorar as relações EUA-China,
na esperança de que o bilhão de pessoas que vivem na China possa entrar
na Internet e começar a gerar receita para os gigantes da tecnologia. A
Apple, por outro lado, vê a China como uma rival no mercado, fabricando
telefones de maior qualidade e ameaçando seu monopólio.

*Imperialismo Globalista vs. a Alternativa Eurasiana*

Enquanto os republicanos enfatizam a oposição à China e os democratas
enfatizam a oposição à Rússia, ambos os partidos se opõem aos dois
países e ecoam a mesma oposição à multipolaridade. A economia dos EUA
funciona como parte de uma ordem econômica descrita no livro de Lenin
“Imperialismo: o estágio mais alto do capitalismo”.

É uma ordem econômica na qual os principais bancos e monopólios dos
países ocidentais colhem “super lucros” ao “super explorarem” o resto do
mundo. Os países são mantidos pobres, para que essas grandes empresas
multinacionais possam permanecer ricas. O mundo é dividido por
diferentes corporações em “esferas de influência” e mercados cativos. Os
países pobres são impedidos de desenvolver sua própria manufatura,
produção de energia e economias independentes. Os países empobrecidos
permanecem como “estados clientes” comprando dos países ocidentais e
fazendo negócios a partir de um local de fraqueza e dependência.

Rússia e China saíram dessa prisão econômica. Ao assumir o controle de
suas indústrias e recursos naturais e utilizar o governo para planejar a
produção, eles foram capazes de experimentar um crescimento econômico
sem precedentes e o alívio da pobreza. Um milagre econômico está
acontecendo atualmente no subcontinente da Eurásia. Lugares como Ásia
Central, Extremo Oriente, Tibete e Xinjiang estão sendo iluminados com
eletricidade. Moradias modernas, empregos na indústria, ferrovias e
outras modernizações estão sendo levadas a milhões de pessoas.

A relação econômica que a Rússia e a China têm com países em
desenvolvimento em lugares como a África e a América do Sul é bem
diferente das relações dos países ocidentais. A “cooperação ganha-ganha”
parece definir as atividades do One Belt, do One Road iniciado na China
e da União Econômica da Eurásia liderada pela Rússia. A Rússia e a China
se tornam mais ricas ao mesmo tempo em que os países com os quais
negociam se tornam mais ricos.

Em vez de reduzir os países a mercados cativos fracos, a Rússia e a
China constroem infraestrutura para estimular as economias domésticas.
*A Bolívia, ao fazer negócios com a Rússia e a China, teve a maior taxa
de crescimento do PIB de qualquer país da América do Sul em 2018.
Enquanto Honduras e Guatemala fracassam quando os Estados clientes dos
EUA, a Nicarágua socialista, negociando com a Rússia e a China, teve
enormes conquistas em redução da pobreza e construção da economia
doméstica.*

A Rússia e a China são uma ameaça para todo o sistema do capitalismo
ocidental. Eles desacreditam a mitologia de economistas ocidentais, como
Milton Friedman e Alan Greenspan, provando que as economias planejadas
pelo Estado e baseadas no crescimento são preferíveis à “ganância é boa”
ao livre comércio “/laissez-faire/“.

Apesar de democratas e republicanos terem um objetivo diferente no curto
prazo, no longo prazo, eles se opõem à Rússia e à China, assim como a
qualquer outro país que se atreve a desafiar os monopolistas de /Wall
Street/ e Londres.

Traduzido para publicação em dinamicaglobal.wordpress.com
<https://dinamicaglobal.wordpress.com/>

Fonte: New Eastern Outlook
<https://journal-neo.org/2019/12/09/democrats-hate-russia-republicans-hate-china-the-new-divide-in-americas-ruling-class/>

In
DINÂMICA GLOBAL
https://dinamicaglobal.wordpress.com/2019/12/24/democratas-odeiam-a-russia-republicanos-odeiam-a-china-a-nova-divisao-na-classe-dominante-da-america/
24/12/2019