segunda-feira, 31 de outubro de 2016

La revolución rusa y nosotros




 Josep Fontana


Este texto es la conferencia traducida que Josep Fontana realizó en la
Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) el pasado 24 de octubre en el marco de
unas jornadas sobre la Revolución Rusa. Estas jornadas, en las que también han
impartido conferencias Antoni Domènech (que publicaremos en nuestra próxima
edición), José Luis Martín Ramos y Jordi Borja, han estado organizadas por la
Comissió del Centenari de la Revolució Russa y por el grupo de investigación
GREF-CEFID de la UAB. SP

Hacia 1890 los partidos socialistas europeos, agrupados en la Segunda
Internacional, habían abandonado la ilusión revolucionaria y defendían una vía
reformista que les tenía que llevar a integrarse en los parlamentos burgueses,
confiando en que un día podrían acceder al poder en través de las elecciones y
que desde allí procederían a transformar la sociedad. De esta manera los
partidos socialistas alemán, italiano, español, francés, que mantenía todavía el
nombre de sección francesa de la Internacional Obrera, o el laborismo británico
optaron por una política reformista, aunque conservaran la retórica
revolucionaria del marxismo para no desconcertar a sus seguidores obreros, que
debían seguir creyendo que sus partidos luchaban por una transformación total de
la sociedad.

La contradicción entre retórica y praxis estalló con motivo de la proximidad de
la Gran Guerra de 1914. En el congreso que la Internacional socialista celebró
en Basilea en noviembre de 1912 se proclamó que "era el deber de las clases
obreras y de sus representantes parlamentarios (...) realizar todos los
esfuerzos posibles para prevenir el inicio de la guerra" y que, si ésta
finalmente empezaba, debían intervenir para que terminara rápidamente y
"utilizar la crisis económica y política causada por la guerra para sublevar el
pueblo y acelerar la caída del gobierno de la clase capitalista ". El congreso
proclamaba, además, su satisfacción ante "la completa unanimidad de los partidos
socialistas y los sindicatos de todos los países en la guerra contra la guerra",
y llamaba  "a los trabajadores de todos los países a oponer el poder de la
solidaridad internacional del proletariado al imperialismo capitalista ".

Pero en la tarde del 4 de agosto de 1914 tanto los socialistas alemanes, que
habían organizado actos contra la guerra hasta unas semanas antes, como los
franceses aprobaron de manera entusiasta en sus respectivos parlamentos la
declaración de la guerra y votaron los créditos necesarios para iniciarla. El
Partido Socialdemócrata alemán, además, aceptó una política de tregua social que
comportaba los compromisos de no criticar al gobierno y de pedir a los obreros
que no hicieran huelgas mientras durase la guerra. En cuanto a los laboristas
británicos, no sólo aprobaron la guerra, sino que acabaron integrándose en un
gobierno de coalición.
En Rusia las cosas fueron de otra manera, ya que su partido socialdemócrata,
dividido en las dos ramas de mencheviques y bolcheviques, no solamente no tenía
representación en el parlamento, sino que era perseguido por la policía. A
comienzos de 1917 los bolcheviques tenían algunos de sus dirigentes desterrados
a Siberia, como Stalin y Kamenev, mientras otros vivían en el exilio, como
Lenin, que se había instalado en Suiza, en la ciudad de Zúrich, mientras Trotsky
se encontraba entonces en Nueva York.

Cuando en febrero de 1917 comenzó la revolución en Petrogrado, lo hizo sin la
presencia de los jefes de los partidos revolucionarios para dirigirla, en un
movimiento impulsado por un doble poder, el de los consejos o soviets de los
trabajadores y de los soldados por un lado , y el del Comité provisional del
parlamento por otro, que se pusieron de acuerdo para establecer un gobierno
provisional y para aplazar los cambios políticos hasta la celebración, en
noviembre siguiente, de una Asamblea constituyente elegida por sufragio
universal.

Cuando el 3 de marzo el gobierno provisional concedió una amnistía "para todos
los delitos políticos y religiosos, incluyendo actos terroristas, revueltas
militares o crímenes agrarios", Stalin y Kamenev volvieron de Siberia y se
encargaron de dirigir Pravda, el periódico de los bolcheviques, donde defendían
el programa de continuar la guerra y convocar una Asamblea constituyente, de
acuerdo con la mayoría de las fuerzas políticas rusas.

A principios de abril volvía de Suiza Vladimir Lenin, que había podido viajar
gracias a que el gobierno alemán, que quería ver Rusia fuera de la guerra, le
ayudó a ir en tren hasta la costa del Báltico, desde donde pasar en Suecia y en
Finlandia para llegar finalmente, en otro tren, en Petrogrado.

Para entender la acción de los alemanes hay que recordar que en estos primeros
meses de 1917 se produjo la crisis con Estados Unidos, que condujo a que estos
declararan la guerra a Alemania el 6 de abril. Fueron los alemanes los que le
propusieron el viaje, y Lenin presentó exigencias antes de aceptarlo, como que
los vagones que lo llevaran a través de Alemania con la treintena de exiliados
rusos que le acompañaban tuvieran la status de entidad extraterritorial. A
Trotsky, en cambio, los británicos lo detuvieron mientras volvía y no llegó a
Petrogrado hasta un mes más tarde.
En la recepción que los bolcheviques le organizaron el 3 de abril en la estación
de Finlandia, Lenin dijo, desde la plataforma del vagón: "El pueblo necesita
paz, el pueblo necesita pan, el pueblo necesita tierra. Y le dan guerra, hambre
en vez de pan, y dejan la tierra a los terratenientes. Debemos luchar por la
revolución social, luchar hasta el fin, hasta la victoria completa del
proletariado ". Al que añadió aún: "Esta guerra entre piratas imperialistas es
el comienzo de una guerra civil en toda Europa. Uno de estos días la totalidad
del capitalismo europeo se derrumbará. La revolución rusa que habéis iniciado ha
preparado el camino y ha comenzado una nueva época. ¡Viva la revolución
socialista mundial!"

Este discurso fue mal recibido por los bolcheviques presentes en la estación y
fue rechazado en las primeras votaciones de los órganos del partido. Se habían
acostumbrado a la idea de apoyar una revolución democrática burguesa como
primera etapa de un largo trayecto hacia el socialismo, a la manera que lo
planteaban los partidos socialdemócratas europeos, y querer ir a continuación
más allá les parecía una aventura condenada al fracaso.

Lo que planteaba Lenin no se reducía al lema de "paz, tierra y pan"; no era
solamente un programa para terminar la guerra de inmediato y a cualquier precio,
y para entregar la tierra a los campesinos. En la base de esta propuesta había
un planteamiento mucho más radical, que lo llevaba a sostener que, ante los
avances logrados desde febrero y de la existencia de los soviets como órganos de
ejercicio del poder, no tenía ningún sentido optar por una república
parlamentaria burguesa, sino que tenían que ir directamente a un sistema en el
que todo el poder estuviera en manos del soviets, que se encargarían de ir
aboliendo todos los mecanismos de poder del estado -la policía, el ejército, la
burocracia ...- iniciando así el camino hacia su desaparición, que iría seguida
de la desaparición paralela de la división social en clases.

Lenin reproducía la crítica de la vía parlamentaria que Marx había hecho en 1875
en la Crítica al programa de Gotha, un texto que los socialdemócratas alemanes
mantuvieron escondido durante muchos años, donde rechazaba la idea de avanzar
hacia el socialismo a través del "Estado libre" como una especie de etapa de
transición, y sostenía: "Entre la sociedad capitalista y la sociedad comunista
está el período de transformación revolucionaria de la primera en la segunda. A
este periodo le corresponde también un período político de transición en el que
el estado no puede ser otro que la dictadura revolucionaria del proletariado".

¿Cómo debía hacerse esta transición? Es difícil de definir porque ningún partido
socialista se había planteado seriamente qué hacer una vez llegados al poder,
porque la perspectiva de conseguirlo parecía lejana. El único modelo existente
era el de la Commune de París de 1871 y había durado demasiado poco como para
haber establecido unas reglas orientativas.

 Lo que proponía Lenin lo podemos saber a través de lo que decía en El estado y
la revolución, donde denunciaba las mentiras del régimen parlamentario burgués
donde todo (las reglas del sufragio, el control de la prensa, etc.) contribuía a
establecer "una democracia sólo para los ricos ", y preveía la extinción del
estado en dos fases. En la primera el estado burgués sería reemplazado por un
estado socialista basado en la dictadura del proletariado.

La segunda fase surgiría de la extinción gradual del estado, y conduciría a la
sociedad comunista. Durante esta transición los socialistas debían mantener el
control más riguroso posible sobre el trabajo y el consumo; un control que sólo
podía establecerse con la expropiación de los capitalistas, pero que no debía
conducir a la formación de un nuevo estado burocratizado, porque el objetivo
final era justamente ir hacia una sociedad en la que no habría "ni división de
clases, ni poder del estado".

No es cosa de explicar aquí la historia, bastante conocida, de cómo los
bolcheviques llegaron al poder y cómo empezaron a organizar una transición al
nuevo sistema.

Lo que me interesa recordar es que el 7 de enero de 1918 Lenin confiaba en que,
tras un período en el que habría que vencer la resistencia burguesa, el triunfo
de la revolución socialista sería cosa de meses.

A desengañarlo vino una llamada "guerra civil", en el que participaron, apoyando
a varios enemigos de la revolución, hasta trece países diferentes, y que tuvo
para el nuevo estado de los bolcheviques un coste de ocho millones de muertes ,
entre víctimas de los combates, del hambre y de las enfermedades, además de
conllevar la destrucción total de la economía. Una situación que obligaba a
aplazar indefinidamente la implantación de la nueva sociedad.
Es en este momento, superada la guerra civil, cuando esta historia da un giro.
Lloyd George, el jefe del gobierno británico, fue el primero en darse cuenta de
que la idea de conquistar la Rusia soviética para liquidar la revolución era
inútil, además de insuficiente. La lucha contra la revolución cambiaría entonces
de carácter, al pasar del escenario ruso a lograr un alcance mundial. Lo que se
necesitaba era combatir a escala universal la influencia que las ideas que
habían inspirado la revolución soviética ejercían sobre los diversos grupos y
movimientos que todo el mundo las tomaban como modelo en sus luchas.

El enemigo que se pasó entonces a combatir con el nombre de comunismo no era el
estado soviético, ni siquiera los partidos comunistas de la Tercera
Internacional, que hasta los años treinta no pasarían de ser pequeños grupos
sectarios de escasa influencia. El enemigo era inmenso, indefinido y universal,
nacido no de la observación de la realidad, sino de los miedos obsesivos de los
políticos que les hacían ver el comunismo detrás de cualquier huelga o de
cualquier protesta colectiva. Como, por ejemplo, de una huelga de los
descargadores de los puertos de la costa del Pacífico de los Estados Unidos que
movió a Los Angeles Times a asegurar que aquello era "una revuelta organizada
por los comunistas para derribar el gobierno" y a pedir, en consecuencia, la
intervención del ejército para liquidarla. Ejemplos como este se pueden
multiplicar en los más diversos momentos y en los más diversos escenarios.
Desde ese momento la lucha contra la revolución comunista se transformó en un
combate que nos afectaba y nos implicaba a todos. La segunda república española,
por ejemplo, que aparecía en 1931 en el escenario internacional cuando en la
mayor parte de Europa la inquietud social se iba resolviendo con dictaduras de
derecha, fue recibida con hostilidad por los gobiernos de las grandes potencias.
El embajador estadounidense en Madrid, por ejemplo, informaba al departamento de
Estado el 16 de abril de 1931, a los dos días de la proclamación de la
República, en los siguiente términos: "el pueblo español, con su mentalidad del
siglo XVII, cautivado por falsedades comunistoides, ve de repente una tierra
prometida que no existe. Cuando les llegue la desilusión, se tumbarán ciegamente
hacia lo que esté a su alcance, y si la débil contención de este gobierno deja
paso, la muy extendida influencia bolchevique puede capturarlos ".

 No importaba que los mensajes posteriores revelaran que el embajador ignoraba
incluso quienes eran los dirigentes republicanos. En una semejanza del gobierno
que enviaba a Washington estos mismos días dice, por ejemplo, de Azaña: "no
encuentro ninguna referencia de parte de la embajada. El agregado militar se
refiere a él como un asociado a Alejandro Lerroux. Aparentemente un "republicano
radical". Lo ignoraba todo de los republicanos, pero el de la "influencia
bolchevique" sí lo tenía claro.

De nuevo en 1936, al producirse el levantamiento militar en España, las
potencias europeas optaron por dejar indefensa la república española ante la
intervención de alemanes e italianos con hombres, armas y aviones, por temor a
un contagio comunista que en 1936 no existía en absoluto.
Mientras tanto el estado soviético, bajo la dirección de Stalin, vivía con el
miedo de ser agredido desde fuera y invertía en armas para su defensa unos
recursos que podían haber servido para mejorar los niveles de vida de sus
ciudadanos. Pero la peor de las consecuencias de este gran temor fue que
degenerara en un pánico obsesivo a las conspiraciones interiores que creían que
se estaban preparando para colaborar con algún ataque desde el exterior
destinado a acabar con el estado de la revolución. Un miedo que fue responsable
de las más de setecientas mil ejecuciones que se produjeron en la Unión
Soviética de 1936 a 1939. La orden 00447 de la NKVD, de 30 de julio de 1937,
"sobre la represión de antiguos kulaks, criminales y otros elementos
antisoviéticos" afectó sobre todo a ciudadanos ordinarios, campesinos y
trabajadores que no estaban implicados en ninguna conspiración, ni eran una
amenaza para el estado. Y aunque los sucesores de Stalin no volvieron nunca a
recurrir al terror en esta escala, conservaron siempre un miedo a la disidencia
que hizo muy difícil que toleraran la democracia interna.
Consiguieron así salvar el estado soviético, pero fue a costa de renunciar a
avanzar en la construcción de una sociedad socialista. El programa que había
nacido para eliminar la tiranía del estado terminó construyendo un estado
opresor.

A pesar de todo, fuera de la Unión Soviética, en el resto el mundo, la ilusión
generada por el proyecto leninista siguió animando durante muchos años las
luchas del otro "comunismo", y obligó a los defensores del orden establecido a
buscar nuevas formas de combatirlo.

Terminada la segunda guerra mundial, la coalición que encabezaban y dirigían los
Estados Unidos organizó una lucha sistemática contra el comunismo, tal como
ellos la entendían, que abarcaba todo lo que pudiera representar un obstáculo al
pleno desarrollo de la "libre empresa" capitalista , preferiblemente
estadounidense.

La campaña tenía ahora una doble vertiente. Por un lado mantenía una ficción, la
de la guerra fría, que se presentaba como la defensa del "mundo libre",
integrado en buena medida por dictaduras, contra una agresión de la Unión
Soviética, que se presentaba como inevitable. Todo era mentira; lo era que los
soviéticos hubieran pensado en una guerra de conquista mundial, ya que desde
Lenin acá tenían muy claro que la revolución no se podía hacer más que desde el
interior de los mismos países. Como también era mentira que los estadounidenses
se prepararan para destruir la Unión Soviética preventivamente. Pero estas dos
mentiras convenían a los estadounidenses para mantener disciplinados sus
aliados, la primera, y atemorizados y ocupados los soviéticos en preparar su
defensa, la segunda.

"Lo peor que nos podría pasar en una guerra global, decía Eisenhower en privado,
sería ganarla. ¿Qué haríamos con Rusia si ganábamos?" Y Ronald Reagan se
sorprendió en 1983 cuando supo que los rusos temían realmente que los fueran a
atacar por sorpresa y escribió en su diario: "Les deberíamos decir que aquí no
hay nadie que tenga intención de hacerlo. ¿Qué demonios tienen que los demás
pudiéramos desear?". Se sorprendía que no hubieran descubierto el engaño, como
lo hicieron, demasiado tarde, en 1986, cuando Gorbachov decidió abandonar la
carrera de los armamentos porque, decía, "nadie nos atacará aunque nos
desarmemos completamente".

La finalidad real de la segunda vertiente de estos proyecto, que se presentaba
como una cruzada global contra el comunismo, era luchar contra la extensión de
las ideas que pudieran oponerse al desarrollo del capitalismo. El objetivo no
era defender la democracia, sino la libre empresa: Mossadeq no fue derribado en
Irán porque pusiera en peligro la democracia, sino porque convenía a las
compañías petroleras; Lumumba no fue asesinado para proteger la libertad de los
congoleños, sino la de las compañías que explotaban las minas de uranio de
Katanga, de donde había salido el mineral con el que se elaboró ​​la bomba de
Hiroshima.

Y cuando el combate no se hacía para defender unos intereses puntuales y
concretos, sino en términos generales para salvar la libertad de la empresa, los
resultados todavía podían ser más nefastos. Uno de los peores crímenes del siglo
fue el que llevó a matar tres millones doscientos mil campesinos vietnamitas
argumentando que se disponían a iniciar la conquista de Asia. No se fue a
Vietnam a defender la democracia, porque lo que había en Vietnam del sur era una
dictadura militar.

La mentira fundacional de aquella guerra la denunció crudamente John Laurence,
que fue corresponsal de la CBS en Vietnam entre 1965 y 1970, con estas palabras:
"Hemos estado matando gente durante cinco años sin otro resultado que favorecer
a un grupo de generales vietnamitas ladrones que se han hecho ricos con nuestro
dinero. Esto es lo que hemos hecho realmente. ¿La amenaza comunista? ¡Y una
puñeta! (...) Nos hemos metido tan a fondo que no podíamos salir, porque
parecería que habíamos perdido. Es una locura. No ganaremos, eso lo sabe todo el
mundo. Pero no lo admitiremos y volveremos a casa, seguiremos matando a la
gente, miles y miles de personas, incluyendo a los nuestros".

Por eso resultan tan reveladoras de la confusa naturaleza de la lucha
anticomunista las palabras que pronunció Obama recientemente, glorificando los
hombres que fueron a Vietnam, según él: "avanzando por junglas y arrozales,
entre el calor y las lluvias, luchando heroicamente para proteger los ideales
que reverenciamos como americanos". ¿Cuáles eran esos ideales?

No había tampoco ninguna conjura comunista en los países de América Central que
fueron devastados por las guerras sucias de la CIA. Lo reconoció el Senado de
los Estados Unidos en 1995 cuando denunció que los supuestos subversivos que
habían sido asesinados allí eran en realidad "organizadores sindicales,
activistas de los derechos humanos, periodistas, abogados y profesores, la
mayoría de los cuales estaban ligados a actividades que serían legales en
cualquier país democrático ". Una guerra sucia que continúa aún hoy, cuando en
Honduras las bandas organizadas por el gobierno y por las empresas
internacionales interesadas en la explotación de sus recursos naturales siguen
matando, con la tolerancia y protección de los Estados Unidos, dirigentes
campesinos que defienden la propiedad colectiva de las tierras y las aguas: como
Berta Cáceres, asesinada el 3 de marzo de este año, por instigación de la
empresa holandesa que patrocina el proyecto de Agua Zarca, o como José Ángel
Flores, presidente del Movimiento Unificado de Campesinos del Aguán, asesinado
el 18 de octubre de 2016.

El silencio ante la brutalidad de todas estas guerras lo denunció Harold Pinter
en el discurso de aceptación del Premio Nobel de Literatura, en 2005, cuando
sostenía que Estados Unidos, implicados en una campaña por el poder mundial,
habían conseguido enmascarar sus crímenes , presentándose como "una fuerza para
el bien mundial".
Mientras Estados Unidos defendían la libre empresa, y mientras los países del
"socialismo realmente existente" fracasaban en estos años de la posguerra en el
intento de construir una sociedad mejor, fue el otro "comunismo" en su conjunto,
en la difusa y vaga acepción que habían creado los miedos de sus enemigos, lo
que consiguió un triunfo a escala global del que nos hemos beneficiado todos.

Y es que el miedo que generaba este comunismo global, no por su fuerza militar,
sino por su capacidad de inspirar a todo el mundo las luchas contra los abusos
del capitalismo, combinada con la evidencia de que la represión no era
suficiente para detenerlo, forzaron a los gobiernos de occidente a poner en
marcha unos proyectos reformistas que prometían alcanzar los objetivos de mejora
social sin recurrir a la violencia revolucionaria. Es este miedo a la que
debemos las tres décadas felices de después de la segunda guerra mundial con el
desarrollo del estado del bienestar y con el logro de niveles de igualdad en el
reparto de los beneficios de la producción entre empresarios y trabajadores como
nunca se habían alcanzado antes.

El problema fue que cuando el "socialismo realmente existente" mostró sus
límites como proyecto revolucionario, a partir de 1968, cuando en París renunció
a implicarse en los combates en la calle, y cuando en Praga aplastó las
posibilidades de desarrollar un socialismo con rostro humano, los comunistas
perdieron esa gran fuerza que Karl Kraus valoraba por encima de todo cuando
decía "que Dios nos conserve para siempre el comunismo, porque esta chusma -la
de los capitalistas- no se vuelva aún más desvergonzada ( ...) y porque, al
menos, cuando se acuesten tengan pesadillas".

Desde mediados de los años setenta del siglo pasado esta chusma duerme tranquila
por las noches sin temer que sus privilegios estén amenazados por la revolución.
Y ha sido justamente eso lo que les ha animado a recuperar gradualmente, no sólo
las concesiones que habían hecho en los años de la guerra fría, sino incluso
buena parte de las que se habían ganado antes, en un siglo y medio de luchas
obreras. El resultado ha sido este mundo en que vivimos hoy, en que la
desigualdad crece de manera imparable, con el estancamiento económico como daño
colateral.
En estos momentos en que se aproxima el centenario de la revolución de 1917,
volveremos a oír repetidas las descalificaciones habituales sobre aquellos
hechos. Unas condenas que a algunos les parecen más necesarias que nunca en unos
momento en que, según un informe de 17 de octubre de 2016 de la Victims of
Communism Memorial Foundation no solo resulta que los jóvenes estadounidenses de
16 a 20 años, los "millennials", lo ignoran todo sobre aquella historia, sino
que, y esto es más alarmante, casi la mitad se declaran dispuestos a votar a un
socialista, y un 21 por ciento hasta a un comunista; la mitad piensan que "el
sistema económico les es contrario" y un 40 por ciento querrían un cambio total
que asegurara que los que ganan más pagaran de acuerdo con su riqueza. Todo lo
cual lleva a la fundación a reclamar desesperadamente a que se enseñe a los
jóvenes la siniestra historia "del sistema colectivista".

Yo pienso que nosotros necesitamos otro tipo de conmemoración, que nos permita,
por un lado, recuperar la historia de aquella gran esperanza frustrada en su
dimensión más global, que encierra también nuestras luchas sociales.

Pero que nos lleve a más, por otra parte, a reflexionar sobre algunas lecciones
que los hechos de 1917 pueden ofrecernos en relación con nuestros problemas del
presente. Porque resulta interesante comprobar que cuando un estudioso del
capitalismo global contemporáneo como William Robinson se refiere a la crisis
actual llega por su cuenta a unas conclusiones con las que habría estado de
acuerdo Lenin: que la reforma no es suficiente -que la vieja vía de la
socialdemocracia está agotada- y que uno de los obstáculos que hay que superar
es justamente el del poder de unos estados que están hoy al servicio exclusivo
de los intereses empresariales. Para acabar concluyendo que la sola alternativa
posible al capitalismo global de nuestro tiempo es un proyecto popular
transnacional, que va a ser el equivalente de la revolución socialista mundial
que invocaba Lenin en abril de 1917 cuando bajó del tren en la estación de
Finlandia.

Las fuerzas que deberían construir este proyecto popular serán seguramente muy
diferentes de los partidos tradicionales del pasado. Serán fuerzas como las que
hoy surgen de abajo, de las experiencias cotidianas de los hombres y las
mujeres. Del tipo de las que se están constituyendo a partir de las luchas de
los trabajadores de Sudáfrica o los indígenas de Perú contra las grandes
compañías mineras internacionales, de las de los zapatistas que reivindican una
rebeldía "desde abajo y a la izquierda" , de los guerrilleros kurdos de
Kurdistán sirio que quieren construir una democracia sin estado, los maestros
mexicanos que se manifiestan en defensa de la educación pública, los campesinos
de muchos países que no militan en partidos, sino en asociaciones locales como
el Movimiento Unificado de campesinos del Aguán, que presidía José Ángel Flores:
unas asociaciones que se integran en otros de nivel estatal, como el Consejo de
Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, que dirigía Berta Cáceres, que
a su vez lo hacen en una gran entidad transnacional como es Vía Campesina. Estas
fuerzas no representan todavía, ni solas ni todas sumadas, una amenaza para el
orden establecido, pero anuncian las posibilidades futuras de un gran despertar
colectivo.

El camino que tienen por delante, si quieren escapar de este futuro de
desigualdad y empobrecimiento que nos amenaza a todos, es bastante complicado.
El fracaso de la experiencia de 1917 muestra que las dificultades son muy
grandes; pero pienso que nos ha enseñado también que, a pesar de todo, había que
probarlo y que intentarlo de nuevo quizás valdrá la pena.
Traducción para Sin Permiso: Daniel Raventós

In
SINPERMISO
http://www.sinpermiso.info/textos/la-revolucion-rusa-y-nosotros
26/10/2016

sábado, 29 de outubro de 2016

Hacia un mundo multipolar en medio de amenazas de guerra


Wim Dierckxsens



Cuando el Reino Unido perdería los derechos de libre migración por la UE, en tal
caso se perderían unos 35 mil puestos de trabajo en el propio sistema financiero
y con el efecto multiplicador que tendría la cifra se duplicaría. El rescate de
Deutsche por Qatar y China bien podría costar el puesto al principal ejecutivo
del banco el británico por nacimiento John Cryan. Él insistió que el banco no
necesitaba buscar fondos frescos hecho que hubiese significado su colapso. En
medio de las actuales elecciones no podemos descartar la introducción de la ley
marcial en los propios EE.UU. Son diferentes los motivos para aplicar la ley
marcial. El 24 de octubre de 2016 el gobierno de Bruselas informó a la Comisión
Europea y al gobierno de Canadá que no podrá ratificar el tratado de libre
comercio entre la UE y el gobierno de Canadá (CETA). El tratado con Canadá
serviría como ensayo del polémico acuerdo con Estados Unidos (TTIP). Alemania,
Francia, Rusia y Ucrania trataron en Berlín de desbloquear los conflictos que
tienen lugar en Ucrania y Siria conflictos que impedían el desarrollo de Rusia y
China cerrándoles las “rutas de la seda” y permitir que la UE se integre al
proyecto. Con Gran Bretaña fuera de la Unión Europea, Francia y Alemania están
liderando la iniciativa de fortalecer la capacidad europea de dirigir sus
propias operaciones de seguridad, una amenaza para el lugar que actualmente la
OTAN.


Hacia un mundo multipolar en medio de amenazas de guerra
El Yuan chino frente al dólar, ¿hacia un gobierno global?
El 1 de octubre el Yuan chino ha sido incluido oficialmente en la canasta de los
Derechos Especiales de Giro (DEG´s) del Fondo Monetario Internacional (FMI). Al
mismo tiempo bonos denominados en Derechos Especiales de Giro (DEG´s) fueron
introducidos. Es un hecho que los bonos en dólares del Tesoro tienden a ser
vendidos en el exterior con cada vez mayor frecuencia. Las malas noticas vienen
de los mayores compradores de bonos del tesoro estadounidense: los bancos
centrales extranjeros. Los bancos centrales de China y Rusia, obviamente, pero
también los de Japón, Arabia Saudita y Europa, todos están vendiendo en masa, a
un ritmo histórico, los bonos del tesoro estadounidense que habían acumulado
pacientemente a lo largo del tiempo. El comercio internacional se realiza cada
vez menos exclusivamente en dólares y sobre todo en el mercado de energía fósil
(LEAP, Cuando las finanzas amenazan con abandonar Wall Street, 21 de octubre de
2016).
Lo anterior revela que los bancos centrales están preparando la introducción de
una moneda global. El Banco Mundial colocó bonos por un valor de tres mil
millones de dólares denominados en DEG´s que están basados en el Yuan. A partir
de ahora China tendrá bonos denominados en DEG´s. Con ello la balanza de poderes
cambiará en el mundo. La pregunta, sin embargo, es cuánto. Es posible que a
partir de lo anterior se anuncie la aparición de un gobierno global y al mismo
tiempo la muerte del imperio del dólar y la subordinación de EE.UU. a un
gobierno elitista de banqueros globales. De acuerdo con Dave Kranzler la
introducción de los Derechos Especiales de Giro no es otra cosa que un ´Caballo
de Troya´ para reemplazar el dólar o más específicamente una movida para
implementar un ´Economic Reset´ o un Nuevo Orden Mundial. Quien tendrá la batuta
en este nuevo gobierno está aún por verse y ni siquiera está claro si Occidente
y Oriente van juntos en este proyecto (Vea, Dave Kranzler The SDR: a Troyan
Horse for global elitists y; Mac Slavo, World Order shifts, Yuan-based SDR
launches, www.silverdoctors.com, 6 de octubre de 2016).
La élite financiera de banqueros y transnacionales globales buscan lograr la
subordinación de todos los países a un nuevo gobierno. Lograrlo requiere un
escenario caótico para conducir el colapso del actual sistema para imponer el
otro pero de tal manera que los responsables no se busquen entre los banqueros
globalistas de Wall Street y la City de Londres. Los verdaderos responsables de
este desorden lo buscan fuera al provocar que se descomponga la Unión Europea
antes de que caiga EE.UU. El colapso de la UE y el euro conllevarían al colapso
del dólar pero ante el público en general el responsable del caos económico
mundial por venir estaría en la UE. Desde la crisis financiera de 2008 ha habido
diferentes intentos fallidos de subordinar la Unión Europea a los intereses de
los globalistas.
Brexit ha sido uno de los últimos escenarios que no salió a favor de la City de
Londres. La fórmula más dura de Brexit para la City de Londres implicaría la
pérdida de 70 mil empleos, 50 mil millones de dólares en ingresos perdidos y más
de 10 mil millones de impuestos. Si Gran Bretaña quede fuera del mercado común
pero guardaría acceso al mismo y en los mismos términos de antes, en ese caso la
pérdida de empleos sería de unos 4 mil puestos de trabajo. Esta fórmula sería la
más más suave pero no muy probable. Cuando el Reino Unido perdería los derechos
de libre migración por la UE, en tal caso se perderían unos 35 mil puestos de
trabajo en el propio sistema financiero y con el efecto multiplicador que
tendría la cifra se duplicaría (Vea, Gavin Finch y Richard Partington, Global
Banks fight back on Brexit, warning $51 billion at stake, www.bloomberg.com 4 de
octubre de 2016).
¿Oriente al rescate de Deutsche Bank y al euro?
Hoy aparece el intento de quebrar a la Unión Europea cuando el Departamento de
Justicia de EE.UU. impone una multa de 14 mil millones de dólares al Deutsche
Bank por su corresponsabilidad a la crisis financiera de 2008 mediante la
re-venta de bonos hipotecarios incobrables.
 De no poder enfrentarlo Deutsche Bank colapsaría sin duda alguna. El banco
alemán no es demasiado grande para no poder caer ya que el gobierno de Alemania
no podrá, ni pretenderá salvar a la institución financiera. Si Alemania
rescataría a DB toda la disciplina financiera de la Unión Europea (UE) estaría
perdida al permitir ´bail outs´ dentro de la misma. La UE tendría que
implementar una combinación de ´bail ins´ y ´bail outs´ en todo el sistema
bancario europeo. El euro no aguantaría semejante proceso y la moneda colapsaría
consecuentemente. Los bancos financieros globalistas estarían logrando su
cometida y Merkel perdería su puesto de trabajo como canciller.
La suma impuesta por el Departamento de Justicia de EE.UU. pone al Deutsche Bank
en peligro directo de una bancarrota. Lograr negociar dicha suma podría ser una
salvación pero aun así la situación del banco es tan precaria que necesitaría
conseguir capital fresco. Con la política extorsionista del Departamento de
Justicia de EE.UU., las relaciones diplomáticas entre Alemania y EE.UU y la City
de Londres quedaron sobre una capa de hielo muy delgado. Lo anterior obliga a
Alemania volver la mirada hacia el Oriente. Después de haber tenido apoyo chino
para salvar al euro durante la crisis financiera del 2008 y luego que Alemania
se ha hecho socio del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura, el país
parece recibir una vez más apoyo del Este para salvar Deutsche de una bancarrota
segura.
Las acciones muy devaluadas de Deutsche Bank subieron el propio jueves 20 de
octubre hasta un 4% luego que un reporte de Manager Magazin informó que fondos
soberanos de Qatar y Abu Dabi, junto con inversiones chinas, estarían siendo
liberados para adquirir una participación de 25% en el banco. Los inversores
qataríes de todas formas ya controlaban alrededor del 10% de Deutsche Bank,
informó Managaer Magazin. Con el rescate bancario se salvaría la Unión Europea
una vez más del efecto domino que hubiese tenido la caída de Deutsche Bank.
(Vea, Inversores del Golfo Pérsico van por el 25% de Deutsche Bank,
www.eleconomista.com.mx, 20 de octubre de 2016 y; Ben Martin, Deutsche Bank
shares jump on talk of Middle Eastern and Chinese backing, www.telegraph.co.uk,
20 de octubre de 2016).
Estará claro que el apoyo chino al Deutsche daría mayor cobertura al gobierno
alemán para mirar hacia el Este. La única pregunta sería si un ´bail-out´ de
Deutsche Bank por China sería aceptable para el mundo financiero de Wall Street
y la City de Londres. Sus intereses eran que Deutsche Bank cayera primero antes
de caer los grandes bancos de Wall Street y la City de Londres. De ahí que no
fue el gobierno chino como tal quien ofrece cooperar con el rescate de Deutsche
Bank, sino lo hace un capital chino de carácter privado. El rescate de Deutsche
bien podría costar el puesto al principal ejecutivo del banco el británico por
nacimiento John Cryan. Él insistió que el banco no necesitaba buscar fondos
frescos hecho que hubiese significado su colapso (Vea John Mauldin, China might
be Deutsche Bank´s last hope, www.marketoracle.co.uk, 6 de octubre de 2016;
Oliver Garret, China may be the one to bail out Deutsche Bank,
www.bussinessinsider.com, 9 de octubre de 2016 y; Qatar rules out stake sale in
Deutsche Bank, www.omantribune.com, Doha, Frankfurt, 8 de octubre de 2016).
¿Qué después de las elecciones en EE.UU.; ¿Ley marcial a la vista?
En medio de las actuales elecciones no podemos descartar la introducción de la
ley marcial en los propios EE.UU. Son diferentes los motivos para aplicar la ley
marcial. Se podrá aplicarla por cada uno de los siguientes motivos por si solo o
por una combinación simultánea de algunos de ellos. El argumento ya muy
trabajado y aparentemente favorito es la acusación de un ataque cibernético ruso
a las elecciones estadounidenses. Otro motivo para aplicar la ley marcial es
cuando se declare un cierre de la banca (´Bank Holiday´) hecho que anunciaría el
colapso del sistema financiero. Un tercer argumento para justificar la
aplicación de la Ley Marcial es cuando el Centro de Control de Epidemias de
EE.UU. (CDC) prevé una enfermedad pandémica real o potencial. CDC tiene la
facultad bajo el pretexto epidémico de aplicar la ley marcial para controlar una
eventual rebelión en la población civil. La misma sería controlada restringiendo
el derecho de viajar, implementando un estado policiaco en las calles y los
lugares de trabajo para recluir grupos de disidentes y aquellos que constituyen
una amenaza potencial del orden bajo el pretexto de un necesario aislamiento
ante la epidemia potencial.
El cuarto argumento podrá darse cuando se prevé muy cerca una posible Tormenta
Solar. Barack Obama ya dio la orden ejecutiva de que el país comience a
prepararse para una posible catástrofe climática supuestamente provocada por el
sol pero eventualmente generado por un Pulso Electromagnético (Electromagnetic
Pulse o EMP) de manera encubierta por EE. UU. o atribuido a terceras naciones.
El quinto factor relacionado eventualmente con el anterior sería cuando EE.UU.
entre en guerra con Corea del Norte, Rusia, China o Irán (Vea, Tess Pennington,
The End State: 5 Triggering Events That Would Place the U.S. Under Martial Law,
www.silverdoctors.com, 24 de octubre de 2016.
¿La Unión Europea mirando más hacia el Este que hacia el Oeste?
El 24 de octubre de 2016 el gobierno de Bruselas informó a la Comisión Europea y
al gobierno de Canadá que no podrá ratificar el tratado de libre comercio entre
la UE y el gobierno de Canadá (CETA). Sin el apoyo de los Walones, Bélgica no
puede poner su firma al tratado. En los ojos de los socialistas Walones opinan
con justa razón que el tribunal de arbitraje daría demasiado poder a las
empresas transnacionales. El gobierno de Australia reaccionó inmediatamente que
se ven obligados a buscar una alternativa más modesta de libre comercio con la
Unión Europea para evitar la ratificación por los diferentes parlamentos. El
tratado con Canadá serviría como ensayo del polémico acuerdo con Estados Unidos
(TTIP). Lo anterior es un serio revés para los intereses del capital financiero
globalizado de Wall Street y la City de Londres en su afán de crear una
hegemonía occidental en un gobierno global mediante este tratado y el
Transpacífico. Con este resultado los ojos de la UE podrán virar una vez más
hacia el Este (http://www.volkskrant.nl/ 24 de octubre de 2016).
Desde el principio el TTIP prevé la inclusión de un Mecanismo para la Resolución
de Disputas entre Inversores Extranjeros o ISDS que permitirá a las
multinacionales demandar a un Estado soberano ante un Tribunal de Arbitraje
Internacional si considera que una nueva Ley perjudica sus intereses económicos
en el país en cuestión. Estos tribunales, que están al margen de la justicia
europea o internacional e integrados por abogados de firmas privadas, suelen
condenar a los países a pagar sumas desorbitadas por promulgar leyes, sanitarias
sociales o medioambientales que “perjudican” los “beneficios futuros” que las
empresas esperaban obtener. Sus sentencias son inapelables. Esto significa que
se pone un precio a la soberanía nacional, precio que hay que pagar a las
empresas multinacionales (Vea, David Hervás, Doble amenaza: El CETA y el TTIP,
http://www.attac.es 24 de setiembre de 2016).
Al viajar a Berlín, el 19 de octubre, el presidente ruso Vladimir Putin y su
ministro de Exteriores Serguei Lavrov tenían intenciones de convencer a Alemania
y Francia, fuera de la presencia de Estados Unidos, de vincular los temas de
Ucrania y Siria. Alemania, Francia, Rusia y Ucrania trataron en Berlín de
desbloquear los conflictos que tienen lugar en Ucrania y Siria. Sin embargo,
desde un punto de vista ruso, esos bloqueos sólo existen porque el objetivo de
Estados Unidos no es la defensa de la democracia que tanto proclama Washington
sino impedir el desarrollo de Rusia y China cerrándoles las “rutas de la seda”.
La disputa entre los Dos Grandes se origina fundamentalmente en el corte de las
dos rutas de la seda, primero en Siria y después en Ucrania. Al disponer de ya
evidente superioridad en materia de guerra convencional, Moscú hizo todo lo
posible por conectar el Medio Oriente con el este de Europa. Y lo logró
concediendo la prolongación de la tregua en Siria a cambio del cese del bloqueo
de la aplicación de los acuerdos de Minsk por parte de Ucrania. Este trato que
no deje de irritar a Washington, ya que afecte la unidad de la OTAN y se acerca
el fin de la supremacía estadounidense (Vea, Thierry Meyssan, En busca del chivo
expiatorio, Red Voltaire, 21 de octubre de 2016).
¿Un futuro incierto de la OTAN?
Con Gran Bretaña fuera de la Unión Europea, Francia y Alemania están liderando
la iniciativa de fortalecer la capacidad europea de dirigir sus propias
operaciones de seguridad. Hay planes concretos para una cooperación a nivel
europeo en el plano militar y en materia de defensa mutua lo que significaría
una amenaza para el lugar que actualmente la OTAN. Estos planes que podrían
recibir luz verde en diciembre implicaría la construcción de nuevas oficinas
militares que controlarían un ejército de la UE que comprendería los ejércitos
de los países de la UE. Gran Britania se opone a estos planes ya que teme la
marginación de la OTAN más aún cuando Trump fuese electo eventualmente como
presidente de EE.UU. La mirada de la UE hacia el Este y la consecuente
unificación de un proyecto euro-asiático se acercan a paso lento pero
aparentemente seguro. Lo anterior significaría el aislamiento paulatino pero
cada vez más seguro de EE.UU. (Vea, Alaster Jamieson, U.S.-Led NATO in Spotlight
as Europe pushes joint army defenses, http://www.nbcnews.com, 3 de octubre de
2016).
 
In
La Página de Wim Dierckxsens
http://mariwim.info/?p=57
Octubre 2016

sexta-feira, 28 de outubro de 2016

De novo a Belíndia



 Por Ricardo Antunes


O governo Michel Temer avança celeremente para o abismo social. Talvez tenha
ficado impactado, em sua recente viagem à Índia, ao constatar que aquele
espetacular país tem um bolsão monumental (dezenas, talvez centenas de milhões)
de excluídos do mercado de trabalho.

Lembro-me que em outubro de 2014, quando visitei a Índia para fazer conferência
em Nova Déli, o primeiro-ministro indiano, Narendra Modi, acabava de lançar um
“novo” slogan. Dizia que, assim como a China celebrizou-se pelo made in China, a
Índia deveria consagrar-se pelo make in Índia. No país das castas e classes,
riquezas e vilipêndios, a superexploração do trabalho poderia ser ainda mais
intensa que a chinesa.

Temer não pôde ver com os próprios olhos, poucas semanas antes de sua viagem, a
greve que foi considerada a maior do país, com mais de 180 milhões de
participantes.

No Brasil, o ministro do Trabalho, anteriormente, sugeriu que deveríamos
aumentar a jornada de trabalho para 12 horas diárias.

O desemprego, por aqui, não para de crescer -são quase 12 milhões de pessoas e
outras tantas entre o subemprego e o desalento.

O eixo central das ações de Temer nas relações de trabalho é implantar a
flexibilização completa dos direitos. O sentido essencial do PLC 30/2015 é
avançar na terceirização total, por meio da eliminação da disjuntiva entre
atividade-meio e atividade-fim. O governo age alegando que está, na verdade,
regulamentando o trabalho terceirizado.

Todos sabem o real significado desse ato -a deterioração ainda maior das
relações de trabalho, uma vez que os terceirizados receberão menos, trabalharão
mais e terão ainda maior subtração de direitos.

Enquanto isso, as empresas contratadas que fornecem os terceirizados poderão
continuar fugindo das penalidades por meio de burlas que frequentemente praticam
e pelas quais raramente são condenadas.

Vou dar um exemplo emblemático que parece excitar o empresariado, global e
tropical. Trata-se do “zero hour contract” (contrato de zero hora), modalidade
perversa de trabalho que viceja no Reino Unido e em outros cantos, onde os
contratos não têm determinação de horas.

Trabalhadores das mais diversas atividades ficam à disposição e, quando recebem
uma solicitação, ganham estritamente pelo que fizeram. Nada recebem pelo tempo
que ficam à espera da nova dádiva.

E os capitais informáticos, numa engenhosa forma de escravidão digital, cada vez
mais se utilizam dessa pragmática de flexibilização total.

Assim, de um lado deve existir a disponibilidade perpétua para o labor,
facilitada pela expansão do trabalho on-line. De outro, propaga-se a
precariedade total, que destrói ainda mais os direitos vigentes.

É por isso que, neste mundo do trabalho digital e flexível, o dicionário
empresarial não para de “inovar”. “Pejotização” em todas as profissões -médicos,
advogados, professores, bancários, eletricistas, cuidadoras. “Frila fixos”
espalhados nas Redações dos jornais, com “metas” impostas que geram assédios,
adoecimentos e depressões.

Isso sem falar nos pilotos da aviação global que já são contratados nos países
em que a legislação está em processo de desmonte.

E “trabalho voluntário” em ritmo compulsório na Olimpíada, que enriquece ainda
mais as corporações do entretenimento.

Em breve teremos um Brasil com riqueza exuberante no topo, parecido com a
Bélgica, e uma miserabilidade social que segue os padrões da Índia. Seremos
novamente a Belíndia.

Ricardo Antunes é professor titular de sociologia do trabalho na Unicamp.
Escreveu, entre outros, o livro “Os Sentidos do Trabalho” (ed. Boitempo)

In
CSP-CONLUTAS
http://cspconlutas.org.br/2016/10/de-novo-a-belindia-por-ricardo-antunes/
27/10/2016

quarta-feira, 26 de outubro de 2016

¿El fin del capitalismo se acerca?




Víctor Díaz

Un tema estudiado y debatido durante más de un siglo y medio trata sobre el
momento en que el capitalismo expire dando paso a un nuevo sistema económico. De
hecho, desde que el capitalismo es reconocido conceptualmente como capitalismo
que nos vemos inmersos en este debate. Las ciencias sociales inicialmente se
vieron influenciadas por las ideologías modernas siendo el liberalismo la que
tomaría un papel preponderante en el campo de la praxis política mientras que en
el campo de las ideas el marxismo continuaría teniendo un papel vigente por lo
menos hasta el auge del comunismo durante las primeras décadas del siglo XX. Sin
embargo, una vez el proyecto marxista – leninista se vio truncado y comenzó a
mostrar los primeros síntomas de estancamiento el planteamiento desde la orilla
de la izquierda revolucionaria comenzaría a ceder ante la izquierda reformista
haciendo parecer que en realidad el capitalismo es el sistema más desarrollado
que el ser humano podría crear en su historia, y, por ende, la cúspide de todo
desarrollo humano sin nada que le suceda.
Sin embargo, tras cada crisis desatada dentro del sistema, la idea de que el
capitalismo tenía fecha de vencimiento volvía a posicionarse dentro del debate
central en el ámbito de las ciencias sociales.
Por supuesto este es un debate que será terminado solo en el plano de las ideas
ya que este tipo de debates los cierra el devenir de la historia. Nosotros, como
simples espectadores solo podemos crear diferentes hipótesis del futuro tomando
como base la historia de la humanidad y la dinámica misma del sistema
capitalista.
Para guiarnos es necesario comenzar con una pregunta; ¿es posible que el
capitalismo se sostenga en el futuro a mediano – largo plazo basado en su
comportamiento histórico y tomando de ejemplo la historia de los sistemas que
precedieron al capitalismo?
Para responder esta pregunta, siempre desde el plano de la hipótesis, debemos
primero que todo comprender la dinámica histórica de los diferentes sistemas
históricos que han sido construidos por la humanidad durante toda su historia
para así contrastar el comportamiento del capitalismo.
El ser humano, desde hace milenios se ha organizado en virtud de diferentes
sistemas sociales y económicos cuya matriz interna está en la estructura
económica, las relaciones sociales de producción. Las relaciones sociales de
producción son o bien relaciones de propiedad de personas con los medios de
producción o bien relaciones entre las mismas personas, en otras palabras, la
estructura económica no es más que la expresión de la organización social
establecida siempre por la fuerza entre los habitantes de una región y entre
estos y sus los medios de producción en un momento y lugar determinado.
Una importante precisión a realizar es que la tónica general de estas relaciones
es la lucha constante de clases como motor histórico. Es decir, la
contraposición de intereses de una clase cuantitativamente menor de habitantes
que tiene el poder de explotar a la otra clase social mayoritaria en número.
Esto es, como dije, en términos generales pues entre la clase explotadora y la
clase explotada siempre hay un número indefinido de clases sociales intermedias
que juegan un papel importante dentro de esa estructura económica.
Ejemplos de relaciones sociales de producción a través de la historia abundan,
pero podemos citar los ejemplos más habituales y conocidos:
  Esclavismo: Dentro de esta estructura la tónica general era la existencia de
  una clase minoritaria en número con poder de propiedad sobre los medios de
  producción, por una parte, y por otra tenía poder sobre la libertad de la
  clase esclava.
  Feudalismo: Los señores feudales dentro de esta estructura socioeconómica
  poseían poder sobre gran parte de los medios de producción, así como también
  sobre la fuerza de trabajo de los siervos, pero no de la totalidad. Así, el
  siervo en pleno feudalismo tenía un grado de libertad mayor que el esclavo,
  pero no era total y seguía viéndose sometido a una coacción para trabajar,
  además tenía propiedad sobre tierras a través de las cuales podía producir sus
  propios medios de subsistencia.
  Capitalismo: Nos encontramos ahora viendo la estructura económica actual, en
  esta la clase explotada, la proletaria, ha perdido el poder sobre los medios
  de producción que tenía su predecesora durante el feudalismo, pero ha logrado
  hacerse de una libertad mayor sobre su fuerza de trabajo. Es por esto que
  dentro del capitalismo el proletario no es obligado a trabajar, ya que tiene
  la libertad de decidir si trabaja o no so pena de caer en la inanición.
Esta estructura económica no es casual ni se da solo por el capricho de unos
pocos. Debajo de la estructura económica que ya hemos descrito de modo sucinto,
tenemos, la infraestructura, o para entendérnoslas fuerzas productivas. Estas
fuerzas representan el desarrollo tecnológico en un tiempo y lugar de la
humanidad. ¿De qué se componen las fuerzas productivas? De los medios de
producción y la fuerza de trabajo.
Ø Medios de producción: Por medios de producción se entienden todos los
instrumentos (además de materias primas) usados para producir en un momento y
lugar determinado.
Ø Fuerza de trabajo: Todas las facultades productivas de los agentes
productores, fortaleza, habilidades, conocimientos, habilidades, ETC.
La infraestructura económica, o fuerzas productivas, no son parte de relaciones
de producción, sino que la base de estas. En otras palabras, para que el
capitalismo haya podido consolidarse se requirió de un nivel de desarrollo de
fuerzas productivas determinado. Lo mismo para cualquier relación social de
producción.
Por ejemplo, es inconcebible creer que el esclavismo pudiera establecerse en un
contexto en el que aún no existiera un avance productivo tal, que pudiera
facilitar la acumulación de excedentes y tal situación solo devino con el avance
de la agricultura y el desarrollo de la metalurgia. Antes de la revolución del
neolítico era imposible ver la conformación de una organización social con tal
grado de complejidad.
Tenemos tanto la infraestructura como la estructura dentro de la organización
económica y social en un momento y lugar determinado. Solo nos queda referirnos
a la superestructura.
La superestructura es un conjunto de instituciones no económicas en las que
destaca el sistema legal y el Estado.
Según esta lógica el Estado no crea a la economía, sino que se crea en función a
las relaciones sociales económicas. Por esta razón tras cada implementación de
una nueva estructura económica la superestructura se vio modificada de modo
radical.
Veamos unos ejemplos básicos.
  Durante el esclavismo la superestructura establecida era la de un imperio
  mundo. Es decir, una gran constitución política centralizada en un solo polo
  administrativo. En este sentido lo que podemos identificar era que existía un
  campo de organización administrativo que se identificaba con un régimen
  económico determinado.
  Durante el feudalismo lo que existía eran minisistemas, nódulos políticos cuya
  vida era variable y cuya existencia era sumamente frágil. A diferencia del
  sistema anterior ya no existía un gran Estado omnipresente y omnipotente, sino
  que el Estado había sido reducido a la mínima expresión.
  Finalmente, que es donde nos encontramos, durante el capitalismo se establece
  una economía mundo, en otras palabras, un sistema donde diferentes Estados
  conviven dentro del mismo régimen económico. Aquí ya no tenemos un solo Estado
  hipertrofiado como durante el régimen esclavista ni tampoco tenemos Estados
  casi extintos, lo que presenciamos son Estados que conviven bajo reglas
  establecidas, todos compitiendo a nivel económico, pero sin buscar la
  centralización del sistema mismo (como sucedía con el esclavismo).
El capitalismo como régimen económico, y a diferencia de muchos otros sistemas,
tiene gran adaptabilidad a diferentes superestructuras. A través de la historia
ha demostrado poder convivir con monarquías absolutas, dictaduras, regímenes
totalitarios o democracias liberales. No obstante, puede convivir con esos
regímenes porque ninguno de ellos significa óbice a su movimiento central en la
búsqueda por la maximización de las ganancias, por esa razón el capitalismo no
podría existir bajo una construcción política democrática -real- o frente a un
único gobierno estilo imperio mundo.
Antes de avanzar a la teorización sobre el futuro del capitalismo, es importante
recalcar el último elemento común que ha trascendido las estructuras económicas
a través y a lo largo de la historia humana: el desarrollo de las fuerzas
productivas.
Básicamente con esto nos referimos al constante desarrollo de los medios de
producción y de la fuerza laboral, cada régimen económico, cada estructura
económica ha desarrollado su propia tecnología y su productividad con el fin de
poder intensificar sus ciclos de acumulación, crecimiento y las ganancias. El
problema es que en un momento determinado tal nivel de desarrollo tecnológico
sobrepasa la capacidad de la estructura económica para absorber dichos avances,
por lo que, eventualmente el sistema debe ser superado.
La tónica común tras cada crisis terminal de un régimen económico como lo fue el
esclavismo o el feudalismo fue la existencia de tecnología que era imposible de
aprovecharse en un 100% dentro de dicho régimen económico. Por ejemplo, el
esclavismo no admitía el uso de herramientas refinadas y muchos avances
tecnológicos existentes durante los siglos II y III tardaron varios siglos más
en ser usados porque dentro de una estructura esclavista no era posible. Así
también, con el feudalismo y en un marco económico atomizado entre diferentes
feudos o gremios no era posible expandir un gran mercado, por lo que con el
capitalismo se barre todo obstáculo permitiendo el desarrollo de las fuerzas
productivas y el aprovechamiento máximo de las ya existentes.
Pongamos lo anterior en perspectiva. En cada sistema económico existieron ciclos
inherentes a su desarrollo interno. Estos ciclos le daban al sistema un impulso
nuevo para expandirse tras un momento de recesión y estancamiento. No obstante,
tras cada ciclo las contradicciones internas de la estructura económica, aunque
imperceptible para el público general, se iban acentuando a un punto en que
estas se transformaban paulatinamente en asíntotas que en un punto cronológico
llevaba a la crisis final del sistema mismo.
Cojamos de ejemplo al esclavismo romano y al feudalismo europeo occidental;
  El sistema esclavista de Roma era sumamente precario en el sentido de que su
  economía se solventaba, ante todo, del crecimiento extensivo y no intensivo de
  los diferentes rubros económicos. Ya que la fuerza laboral era la mano de obra
  esclava, y esta debía de expandirse, el crecimiento demográfico no tenía un
  nivel adecuado para asegurar el crecimiento económico, esta es la razón detrás
  de las constantes expansiones territoriales romanas, una vez que tras el siglo
  I d.C se estabilizó el imperio, el flujo de mano de obra esclava se detuvo, lo
  que llevó a una paulatina y ascendente escasez de mano de obra que cada vez se
  hizo más costosa para la clase explotadora. El límite al crecimiento extensivo
  era la disponibilidad de mano de obra, al elevarse el costo de la misma, y al
  tener a una gran parte de la población libre (campesinos y artesanos) con un
  nivel elevado de productividad para la época, tras el siglo II y III la lucha
  comienza a darse por la apropiación del excedente desde estas clases sociales
  a través de los impuestos mismos hasta que el Estado romano colapsa y deriva
  en un contexto caótico del cual surgirán diferentes modos de organización.
  El sistema feudal por su parte, era capaz de desarrollar más las fuerzas
  productivas que el esclavista, pero a diferencia del sistema capitalista, se
  caracterizaba por su poco desarrollo tecnológico. La forma característica de
  expansión económica era mediante la roturación de la tierra, por lo que a
  partir del año 1000 y en virtud de una gran cantidad de tierras abandonadas,
  el régimen feudal aseguró un nivel de crecimiento óptimo. Este crecimiento
  alcanzó su tope hacia el siglo XIII por el uso de peores tierras y la
  proliferación de pequeñas tenencias de propiedad. Frente a esta situación se
  buscó incrementar la explotación a base de impuestos lo que derivó en
  diferentes acciones, entre ellas la guerra de cien años como expedición de la
  nobleza para menguar la pérdida de ingresos mediante la fiscalidad y el botín
  de guerra. La carga fiscal llevó a una reducción en el consumo, lo que redujo
  una reducción de la producción y de la liquidez. Todo trajo consigo una
  pérdida para los productores terratenientes y artesanos.
El sistema capitalista en cambio carece de los problemas que ya han sido
descritos pues en un marco dominado por las relaciones asalariadas de
producción, las innovaciones técnicas son posibles. De hecho, la gran ventaja
del sistema capitalista frente a sistemas anteriores (como el feudalismo y el
esclavismo) está en su fuerte capacidad de absorción de cualquier avance
tecnológico. Es por esto que el sistema instaurado es revolucionario per se.
En un sistema más complejo, los ciclos económicos también lo son lo que lleva a
que la grandeza del sistema sea también su defecto. Un sistema caracterizado por
su caótico crecimiento de auge y pauperización social. Un auge económico
paralelo a la polarización social de las clases que en él coexisten. Cada ciclo
económico ascendente lleva consigo incremento en la composición orgánica del
capital, que no es más que el incremento de la participación tecnológica en la
producción económica lo que en un determinado momento lleva a una caída en el
empleo absoluto y de la demanda, lo que a su vez genera una caída y la
consolidación de la fase B depresiva en la economía.
Para contrarrestar estos períodos, las clases explotadoras incrementan la tasa
de explotación ya sea mediante una devaluación directa de los salarios, o un
incremento de la productividad. En cualquier caso, tras cada ciclo depresivo, la
tasa de explotación se incrementa y la participación salarial dentro de la
producción total cae mediante los ajustes llevados a cabo por los capitalistas.
A nivel de sistema el ajuste se materializa mediante tres formas típicas dentro
de la historia del sistema: 1) rebajar los costes de producción, 2) incrementar
la demanda encontrando nuevos compradores, 3) monopolizar nuevos productos que
ofertar en el mercado.
Una reducción de los costes para los capitalistas significa reducir los salarios
o elevar el aporte tecnológico para elevar el nivel de productividad. Pero
elevar el aporte tecnológico en un contexto de recesión y caída de la demanda
puede ser contraproducente, por lo que la opción más aplicada es la reducción
del coste salarial mediante despidos y deflación. Sin embargo, la reducción de
los costes puede a su vez intensificar la caía de la demanda, por lo que para
evitar que este corolario sea tan intenso la solución se encuentra en la
reubicación de las matrices productivas en las zonas menos capitalizadas del
globo. Detrás de esta dinámica se encuentra el porqué del incremento constante
del espacio geográfico capitalista tras 5 siglos de existencia.
No obstante, conforme las clases capitalistas van reubicando sus respectivas
industrias, los costes asociados se van incrementando de modo general y sin casi
poder revertir dicha situación. Esta reubicación de las industrias ha provocado
que durante 5 siglos dentro del mundo el incremento absoluto de tres costos
diferentes que minan las ganancias de la clase capitalista.
  La reubicación de las industrias ha provocado que la población mundial
  paulatinamente pase a desruralizarse. Con ello, poco a poco, se incrementan
  las aspiraciones salariales y la lucha por una redistribución más equitativa
  de la plusvalía. Es decir, si bien es cierto que es benéfico para la clase
  capitalista instalarse en zonas vírgenes del globo, con el paso de 30 a 50
  años, esas poblaciones comienzan a proletarizarse y organizarse en sindicatos,
  partidos políticos o movimientos sociales que a la larga intensifican la lucha
  de clases que termina generando un mayor peso sobre las ganancias del
  capitalista.
  La proletarización de la clase trabajadora genera a su vez, a partir de las
  demandas sociales, un incremento de la proporción del Estado en la economía,
  lo que significa más impuestos y por ende una presión en contra de las
  ganancias de la clase capitalista.
  Por su parte la integración de nuevas zonas en la economía mundo, ha llevado
  al incremento de los costos por insumos. Ya sea por materias primas no
  renovables, la eliminación de residuos tóxicos o la infraestructura física
  para ejecutar la producción. Hasta el momento el capitalista ha buscado
  minimizar los costos del uso de materia prima no renovable mediante la
  ampliación y búsqueda de nuevos yacimientos. La eliminación de residuos
  tóxicos se hace externalizando costos colocando los residuos en zonas públicas
  son haberlos tratado. Y la infraestructura que, o bien cae en el bolsillo del
  Estado (es decir de los impuestos) o de los capitalistas (es decir de sus
  ganancias). Conforme se agotan las zonas nuevas para explotar o externalizar
  los costos, estos aumentan ya sea mediante los impuestos o mediante los gastos
  directos del capitalista.

Con el pasar de los siglos, estamos llegando a un punto en el que el sistema ha
capitalizado la mayor parte de las tierras y poblaciones, por lo que la
reducción de costos mediante la reubicación será cada vez más una salida menos
rentable. Así como para las de la zona centro norte europea es poco rentable
invertir en las costas del Mediterráneo, en unas décadas será poco rentable
invertir en la costa pacífica de Asia pues, el avance del siglo XXI llevará a
que las poblaciones rurales den paso a una clase proletaria urbana con poder de
negociación y más costosa para los capitalistas. En suma, los costos
capitalistas van en incremento constante.
¿Puede esta lógica revertirse? Desde luego, mediante el incremento de la
aplicación tecnológica la productividad puede incrementarse y la tasa de
explotación relativa puede elevarse consigo. Sin embargo, esta dinámica tiene a
su vez un límite y es que conforme se incrementa el aporte tecnológico se
incrementa a su vez la composición orgánica del capital, = C/V, donde C es el
capital constante, la tecnología y maquinaria usada, y V es el capital variable,
es decir invertido en los trabajadores.
Para ilustrar el ejemplo siguiente comenzaré indicando que el capital Constante
equivale 100, por su parte el capital variable también es de 100, la plusvalía
en tanto es de 100, y por ende la tasa de explotación es de 100%. A su vez la
composición orgánica del capital es del 100% y en tales condiciones la tasa de
ganancia es del 50%.
En este ejemplo el tiempo transcurrido desde el inicio al término es de un siglo
dividido en sus respectivas décadas.

Caso N° 1
      DécadaCOCTasa de PlusvalíaCapital ConstanteCapital VariablePlusvalía
      1100%100%100100100
      3121%110,5%121100110.5
      5146%123%146100123
      10236%168%236100168
Tasa de ganancia al finalizar el siglo: 50%
Caso N°2
      DécadaCOCTasa de PlusvalíaCapital ConstanteCapital VariablePlusvalía
      1100%100%100100100
      390%110,5%90100110.5
      580%123%80100123
      1070%168%70100168
Tasa de ganancia al finalizar el siglo: 99%

Caso N°3
      DécadaCOCTasa de PlusvalíaCapital ConstanteCapital VariablePlusvalía
      1100%100%100100100
      3121%100%121110.5110.5
      5146%100%146123123
      10236%100%236168168
Tasa de ganancia al finalizar el siglo: 41.5%
En el primer caso tenemos que la composición orgánica del capital va
incrementándose paulatinamente a través del tiempo, lo que significa que el
capitalista conforme avanza el tiempo ha aumentado la cantidad de capital
constante (tecnología) dentro del proceso de acumulación capitalista. A su vez
la productividad también se ha incrementado de forma pareja y la tasa de
explotación lo ha hecho de igual forma, es por esto que la tasa de ganancia no
se ha visto reducida y ha mantenido su nivel. Estamos hablando de un ejemplo
hipotético en el que el crecimiento capitalista se da de modo ordenado,
planificado, y sin desajustes internos entre ramas económicas o entre niveles de
producción.
En el segundo caso tenemos un ejemplo en el que la composición orgánica del
capital se va reduciendo, probablemente por incentivos en la productividad del
sector 1 (productor de medios de producción) y por ende en una caída en la
composición orgánica del capital lo que a su vez implica un incremento constante
en la tasa de ganancia. En este caso lo que apreciamos es una economía en la que
los capitalistas, al igual como en el caso anterior, invierten en los sectores
económicos de manera ordenada para mantener un crecimiento constante y
ascendente de la economía.
Finalmente, en el tercer caso, tenemos una economía en la que existe un
incremento en la composición orgánica del capital, por una parte, un incremento
en la tasa de explotación por otra, pero donde la inversión se establece de un
modo más desordenado y caótico, por lo que en el largo plazo la tasa de ganancia
termina declinando paulatinamente. Este ejemplo es el que se acomoda más a la
realidad pues el crecimiento capitalista al estar motivado por la tasa de
ganancia la cual motiva, en su naturaleza, una lucha competitiva a partir de la
cual los capitalistas invierten sus esfuerzos por ganar terreno en el mercado.
En síntesis, en los dos primeros ejemplos hipotéticos tenemos casos en los que
el crecimiento es ordenado y sin inconsistencias propias a las que se dan dentro
del marco capitalista. El ejemplo número dos muestra un incremento de la
productividad en el sector 1 lo que ha llevado a una caída del valor y
participación dentro del ciclo de acumulación, sin embargo este ejemplo se
contradice de la realidad histórica dentro del capitalismo ya que, es dentro de
este sistema donde el ánimo por la competencia lleva a que el capitalista busque
ante todo invertir en el sector 1 para a su vez reducir los costos en el sector
dos y ganar terreno en el mercado, por lo que irremediablemente el
comportamiento es a la inversa, la composición orgánica del capital en el
mediano largo plazo tiende a incrementarse.
Es este ánimo por competir lo que lleva al capitalista a incentivar en la
producción tecnológica con fines productivos, y es por esto que tras 5 siglos la
producción capitalista se ha tecnologizado cada vez más, a diferencia de
sistemas anteriores que dependían del crecimiento extensivo, el crecimiento
capitalista depende en buena medida del incentivo intensivo. Es en este punto
donde no hay posibilidad para evitar que la composición orgánica del capital
crezca proporcional y relativamente en relación al total de la producción. Como
hemos visto en nuestro tercer ejemplo, un incremento progresivo del peso de la
mecanización del trabajo es parte inherente de la historia capitalista, las
labores que antes se realizaban en un 100% con la fuerza humana, hoy han
reducido su aporte del trabajo apostando una participación mayor desde la
mecanización. De hecho, en los países más desarrollados el aporte tecnológico a
la producción es mayor que en los países más atrasados y es por ello que el
margen de crecimiento es menor en promedio en los países de la OCDE que en los
países “en vías de desarrollo”.
Esta necesidad por ganar terreno en el mercado llevará, en un mediano – largo
plazo (50 a 150 años a futuro) a una mecanización absoluta de la producción
económica, y es que los capitalistas no pueden ir en contra de esta marea porque
eso significaría sofocar al sistema en el acto, autodevorarse. Frente a una
realidad mundial cada vez más mecanizada, se comenzarán a gestar las primeras
consecuencias particulares: i) una acusada caída de la tasa de ganancia; ii) una
cada vez mayor dificultad para realizar el valor por la caída de la tasa de
empleo.
En tal contexto estaríamos inmersos, como civilización, en el mismo punto
histórico que vivió el esclavismo entre el siglo III y IV, y el feudalismo entre
el siglo XIII y XIV. Por supuesto, como en aquel entonces, la salida de tal
crisis dependerá de las fuerzas sociales arrastradas por la lucha de clases,
teoricemos:
  Un primer futuro poscapitalista que puede crearse dentro de los próximos 150
  años es un mundo en el que la clase capitalista actúe no solo en contra de la
  clase explotada, sino que a su vez se auto mutile en luchas esquizofrénicas
  por ganar terreno en el mercado a punta ya no solo desde el mercado, sino que
  a través de empresas bélicas encarnizadas que llevarían a una serie de
  subsistemas poscapitalistas con variadas y diversas relaciones sociales de
  producción, donde la variedad podría ir desde lo más regresivo -feudos
  poscapitalistas con una clase trabajadora ligada a la servidumbre-, a ciertas
  zonas más progresivas -comunas con autogestión-, pero donde la falta de
  conexión haría imposible cualquier tipo de crecimiento económico
  interconectado basado en la acumulación incesante del capital.
  Un segundo futuro sería el que se daría en el caso de que la clase capitalista
  se organizara e impusiera frente al resto de las clases sociales,
  especialmente la explotada. En este aspecto y en virtud de que la producción
  altamente tecnologizada permitiría un estándar elevado de vida, la clase
  capitalista podría dejar de lado la explotación económica y cambiarla por la
  opresión, en virtud de la cual, crearían un gran Estado donde ellos y una
  parte pequeña de la población mundial se cobijaría en un mundo igualitario y
  avanzado, mientras que el restante porcentaje de la población (posiblemente
  entre el 80 y 90%) viviría marginado y desarmado, completamente excluido. Ya
  no habría explotación económica, solo exclusión en grandes zonas estilo
  ghettos donde la miseria proliferaría a niveles continentales.
  Y, por último, un tercer futuro posible es aquel en el que las clases
  explotadas logran la victoria y expropian la propiedad sobre los medios de
  producción. En este momento el alto nivel de producción y elevado excedente
  económico harían innecesaria la creación de valor de cambio como la
  explotación del hombre por el hombre y por tanto la motivación no sería la
  maximización de las ganancias, sino que el bienestar colectivo de la sociedad.
  Por lo mismo la propiedad sobre los medios de producción ya no debería quedar
  a cargo de solo una clase social minoritaria en número, sino que serviría para
  toda la humanidad. Es en este contexto donde podría gestionarse una verdadera
  democracia y, por ende, una real libertad e igualdad que dentro de un sistema
  capitalista no puede existir.
En conclusión, el sistema capitalista tiene límites claros que no puede superar,
como cualquier otro que haya existido. El incremento tecnológico y el desarrollo
de las fuerzas productivas a nivel global paulatinamente llevará a que las
relaciones sociales de producción entren en contradicción con las fuerzas
productivas. Estas contradicciones cada vez se hacen más intentas toda vez que
los beneficios globales han venido decayendo al menos desde hace unos 150 años,
de hecho, las tasas de beneficios globales son hoy menores a las que existían en
1950 y estas menores a las que existían en 1850 dentro de los Estados centrales
en el sistema capitalista. El final de este proceso determinará a su vez el
futuro de la humanidad; cualquier posibilidad de la supervivencia de la
humanidad debe basarse en el esfuerzo convergente de todos para preservar
nuestra existencia. Dependiendo del resultado, para el año 2150 se pueda
recordar al capitalismo como un sistema inferior que posibilitó la existencia de
un sistema superior donde se ha podido satisfacer a la humanidad con real
libertad e igualdad o bien se podría recordar al capitalismo como el sistema de
mayor desarrollo dentro de la historia de la humanidad para luego dar paso a un
constante declive social, económico, político, científico y moral en el que
estaremos destinados a perecer como civilización dentro de límites que ya no
podríamos cruzar. E incluso, para el año 3000 el recuerdo del pasado lejano que
llevó a la humanidad a una fase de desarrollo que le permitió saltar los límites
del planeta puede contrarrestarse con la de una humanidad reducida a una sombra
de lo que es hoy, igual a si nuestros antepasados jamás hubieran cruzado las
fronteras de África. La posibilidad del cambio dependerá únicamente de los
actores históricos del momento, actores que surgirán de todas las clases
sociales enfrentadas y encontradas, y dentro de esa posibilidad se encuentra la
esperanza de nuestra supervivencia.

Blog del autor: https://antumapu.wordpress.com/
In
REELION
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=217273
28/9/2016

terça-feira, 25 de outubro de 2016

EM DEFESA DOS NOSSOS DIREITOS E DE NOSSOS FILHOS: A LUTA É DO CONJUNTO DA CLASSE TRABALHADORA! NÃO A PEC 241, VIVA AS OCUPAÇÕES DAS ESCOLAS!


Intersindical











Ataques a direitos básicos, desvio de recursos de serviços fundamentais, mais
privatização, congelamento de salários e diminuição dos gastos com Saúde,
Educação, Previdência. É a máquina do Estado em pleno vapor para atender os
interesses do Capital.
Esse é o objetivo da Proposta de Emenda à Constituição (PEC) 241 enviada por
Temer ao Congresso, que quer impor o congelamento em até 20 anos dos gastos
públicos para o pagamento da dívida interna, dívida produzida pela farta ajuda
aos empresários.
Junto a PEC 241, está o Projeto de Lei 257 (originária do governo Dilma) que
trata da renegociação das dívidas dos estados e também tem por objetivo o
congelamento dos salários dos servidores, além de impor a ampliação da
privatização de empresas públicas. Ou seja, a proposta, continuada por Temer, é
avançar na cobrança da fatura de quem não a produziu: pois a dívida que hoje
consome mais da metade do Orçamento da União foi provocada pela farta ajuda ao
Capital nas saídas da crise de 2008. É uma dívida privada, assumida pelo Estado
que agora quer ampliar o sucateamento dos serviços públicos principalmente na
saúde, previdência e educação, para “dar segurança” ao Capital, que terá
novamente recursos públicos reservados para seus interesses privados.
O governo Temer/PMDB ao mesmo tempo em que aprovou a PEC 241 em primeira votação
na Câmara dos Deputados, manteve a farta “Bolsa Empresário”, ou seja, ao Capital
mais dinheiro público através dos empréstimos via BNDES e das desonerações da
folha de pagamento. São R$ 224 bilhões para o Capital, o que equivale à mais de
7 vezes o que será destinado ao Bolsa Família (29,7 bilhões), bem mais do que
será colocado para Saúde (94,9 bilhões), menos ainda o que irá para Educação
(33,7 bilhões). Ou seja, mantiveram a mesma política do governo do PT que tanto
criticaram à época do impeachment.
O governo quer transformar a educação pública em oficina que atenda os
interesses do Capital: junto ao projeto de congelamento dos gastos públicos, o
governo tenta na Educação transformar o Ensino Médio numa oficina que atenda aos
interesses exclusivos do Capital, através da Medida Provisória 746. A proposta
de mudança do conteúdo das disciplinas do Ensino Médio eliminando a
obrigatoriedade até o final do curso de disciplinas como história, geografia e
outras relacionadas às Ciências Humanas, tem por objetivo impor aos jovens como
única possibilidade de escolha de conhecimento àquilo que seja necessidade para
o Capital.
Junto a isso tentam recolocar a mordaça nos professores, tentando impor um
ensino neutro, no que denominam “escola sem partido”. Socializar o saber
acumulado é mais do que escrever na lousa a definição de conceitos, fórmulas e
equações. O saber é acúmulo histórico que não se faz acima ou alheio à forma que
a cada período a humanidade se organiza. A lei da mordaça acompanhada da reforma
do Ensino Médio tem como único objetivo educar para alienação necessária ao
Capital para aumentar sua produtividade: ou seja, querem mais e novos
trabalhadores que desconheçam sua história como classe e assim mais propensos a
submissão, controle e envolvimento nos locais de trabalho.
E contra mais esses ataques do governo novamente em várias regiões do país, os
estudantes têm conseguido enxergar que essas propostas significam a destruição
de direitos básicos e voltaram a ocupar as escolas, num movimento importante de
resistência.
O exemplo dado pelos estudantes que ocupam as escolas hoje é muito perigoso para
o Capital e seus governos: eles demonstram a importância da luta para defender
os direitos.

Rompendo as barreiras regionais, as ocupações estão chegando aos vários cantos
do país. Começando pelo Paraná, onde atualmente chegam a mais de 800 ocupações
nos Colégios Estaduais, passando por Minas Gerais, onde são mais de 15 escolas
ocupadas. As ocupações também chegaram no Rio Grande do Norte e em São Paulo, os
estudantes enfrentam a repressão da Polícia do governo Alckmin que tenta de
todas as formas evitar as ocupações massivas que ocorreram no ano passado. Nos
Institutos Federais de educação já passam de 80 campus e reitorias ocupados nos
estados de Alagoas, Bahia, Brasília, Santa Catarina, Ceará, Espirito Santo, Rio
Grande do Sul, Goiás, Maranhão, Mato Grosso, Minas Gerais, Pará, Paraíba,
Paraná, Pernambuco, Rio de Janeiro, Rio Grande do Norte, São Paulo. E já são
mais de 45 universidades estaduais e federais ocupadas contra a Medida
Provisória que desestrutura o ensino médio e também contra a PEC 241.
Para tentar barrar o avanço das ocupações, os governos atacam a luta legítima
dos estudantes
O governo, tanto dos estados como o federal, além de jogar todo seu aparato
policial pra cima de quem ousa se manifestar, também manipula as informações,
através dos meios de comunicação para tentar destruir o movimento.
Além disso, no estado do Paraná chegaram até a ameaçar com o adiamento da prova
do ENEM se as escolas não forem desocupadas até o dia 31 de outubro.
Ameaçam os alunos com o cancelamento do ENEM dizendo que a culpa é das
Ocupações, mas para garantir o segundo turno das eleições municipais que no
Paraná ocorrerão em Curitiba, Ponta Grossa e Maringá o processo eleitoral
acontecerá mesmo com as escolas ocupadas. Ou seja, juntam a repressão e a
chantagem para tentar conter a luta que se amplia.

As ocupações nas escolas, as paralisações dos metalúrgicos no dia 29 de
setembro, são passos importantes para avançarmos na construção da necessária
greve geral, pois é lutando que vamos barrar o ataque dos patrões e do governo
aos direitos que nós como classe trabalhadora garantimos na luta. Por aqueles
que lutaram para que hoje tivéssemos esses direitos, por nossa geração e por
nossos filhos é que precisamos fortalecer essa luta que é do conjunto da classe
trabalhadora.
In
INTERSINDICAL
http://www.intersindical.org.br/mobilizacao/noticias2/item/1280-em-defesa-dos-nossos-direitos-e-de-nossos-filhos-a-luta-e-do-conjunto-da-classe-trabalhadora-nao-a-pec-241-viva-as-ocupacoes-das-escolas
25/10/2016

segunda-feira, 24 de outubro de 2016

El neoliberalismo y la soledad humana: la disgregación de nuestras sociedades




 George Monbiot

Los cuerpos y mentes de millones de personas se están viendo afectados por
trastornos mentales epidémicos. Es hora de preguntarse adónde nos dirigimos y
por qué.
¿Qué mayor síntoma de fracaso puede dar un sistema que el hecho de provocar
psicopatías epidémicas? Aun así, la ansiedad, el estrés, la depresión, la
ansiedad social, los desórdenes alimenticios, la autoagresión y la soledad son
males que afligen a las sociedades en todo el mundo. Los últimos y alarmantes
datos publicados sobre la salud mental de niñas y niños británicos reflejan una
situación de crisis global.
Existen múltiples razones secundarias para este desgraciado fenómeno, pero me
parece que la causa subyacente es la misma en cualquier lugar: los seres
humanos, en tanto que mamíferos extraordinariamente sociales y cuyos cerebros
están programados para interactuar con los demás, están sufriendo un proceso de
disgregación. Los cambios económicos y tecnológicos son factores fundamentales
en esta cuestión, pero también lo es la ideología. A pesar de que nuestro
bienestar está inseparablemente vinculado a la vida de los demás, el mensaje que
se nos transmite es que la prosperidad se alcanza por medio de un individualismo
extremo, competitivo y ególatra.
En el Reino Unido, hombres que han pasado toda su vida entre cuatro paredes (la
escuela, la universidad, el bar o el parlamento) nos aleccionan para que uno
solucione sus problemas por sí mismo. El sistema educativo se hace más
brutalmente competitivo año tras año. La búsqueda de empleo es una batalla a
sangre en la que lucha una multitud de personas desesperadas por un número cada
vez menor de puestos de trabajo. Los nuevos carceleros de los pobres atribuyen
una culpa individual a las circunstancias económicas y los interminables
concursos televisivos alimentan unas esperanzas imposibles, mientras las
oportunidades reales se contraen.
El consumismo suple el vacío social pero, lejos de curar el trastorno que
provoca el aislamiento, intensifica la comparación social hasta el punto en que,
tras haber consumido todo lo posible, nos convertimos en nuestras propias
presas. Las redes sociales aproximan a las personas, al tiempo que pone
distancia entre ellas al permitirles cuantificar con exactitud su posición
social y comprobar que las otras personas tienen más amigos o seguidores.
Gracias a la brillante investigación de Rhiannon Lucy Cosslett, sabemos que las
jóvenes suelen modificar las fotos que comparten en internet para parecer más
esbeltas y delgadas. Algunos teléfonos lo hacen por sí solos gracias a los
ajustes de “belleza” que incorporan. Ahora es posible que uno mismo se convierta
en su propio ejemplo de delgadez a seguir (es decir, convertirse en su propio
thinspiration, o como se ha dado en llamar hoy en día a las imágenes de delgadez
que circulan por la red y cuya comparación con uno mismo sirve, a ciertas
personas, como factor de motivación para reducir su peso). Bienvenida a la
distopía post-hobbesiana: la guerra de todos contra sí mismos.
No es de extrañar, por lo tanto, teniendo en cuenta estos solitarios mundos
interiores en los que el retoque fotográfico ha sustituido al contacto físico,
que los trastornos psicológicos afecten de manera tan desmesurada a mujeres
jóvenes. Un estudio realizado recientemente en el Reino Unido muestra que una de
cada cuatro mujeres de entre 16 y 24 años se han autolesionado y que una de cada
ocho padecen ahora de un trastorno de estrés postraumático. La ansiedad, la
depresión, las fobias o el trastorno obsesivo-compulsivo afectan al 26 % de las
mujeres comprendidas en esa franja de edad. Sin duda, estos datos revelan una
situación crítica en materia de salud pública.
Si la ruptura del vínculo social no recibe una atención tan seria como una
rotura de cadera es porque la primera no es tan visible. Pero los expertos de la
neurociencia sí pueden percibirla. Un conjunto de fascinantes investigaciones
realizadas en el Reino Unido sugieren que las aflicciones físicas y sociales se
procesan a través de los mismos circuitos neuronales. Ello podría explicar por
qué, en diferentes idiomas, es difícil describir el impacto de la ruptura de un
vínculo social sin acudir a los términos empleados para explicar heridas o
dolores físicos. Tanto en los humanos como en otros mamíferos de conducta
gregaria, el contacto social reduce el dolor físico. Por eso abrazamos a
nuestros hijos cuando se hacen daño: el afecto es un potente analgésico. Los
opiáceos alivian tanto la agonía física como la angustia de la separación.
Quizás esto explique el vínculo que existe entre la adicción a las drogas y el
aislamiento social.
Una serie de experimentos, resumidos y publicados en la revista Physiology and
Behaviour (Fisiología y conducta), muestra que los mamíferos de comportamiento
social prefieren sufrir dolor físico y no sentirse aislados. Un grupo de monos
capuchinos que hayan ayunado en soledad durante 22 horas, se reunirán con sus
compañeros antes de acudir a la comida. Los niños que padecen abandono
emocional, según muestran algunos estudios, sufren peores consecuencias para su
salud mental que los niños que padecen tanto abandono emocional como maltrato
físico (ya que, por horrible que sea, la violencia implica atención y contacto).
La autolesión se ejerce a menudo como medida de alivio contra la angustia: otra
señal que indica que el dolor físico no es tan malo como el emocional. De este
modo, y tal como es bien sabido en las prisiones, uno de los métodos más
eficaces de tortura es el régimen de aislamiento.
No resulta difícil apreciar las razones evolutivas de las aflicciones sociales.
La supervivencia entre mamíferos se hace mucho más factible cuanto mayor sea el
vínculo con el resto del grupo. Son los animales solitarios y marginalizados los
que mayores posibilidades tienen de cazados por sus depredadores o de fallecer
de hambre. Del mismo modo que el dolor físico nos protege de dañarnos
físicamente, el dolor emocional nos protege del daño social. Nos impulsa a
reconectar, aunque a muchas les resulte casi imposible.
No sorprende que el aislamiento social esté tan estrechamente relacionado con la
depresión, el suicidio, la ansiedad, el insomnio, el miedo y la percepción de
amenaza. Es más sorprendente descubrir el número de enfermedades físicas que
causa o que exacerba. La demencia, la hipertensión, las enfermedades
cardiovasculares, los derrames cerebrales, los déficits inmunitarios o incluso
los accidentes son más comunes entre personas que sufren soledad crónica. La
soledad tiene un impacto sobre la salud comparable al consumo de 15 cigarrillos
diarios: incrementa el riesgo de muerte prematura en un 26 %. Esto se debe, en
parte, a que se incrementa la producción de la hormona del estrés, el cortisol,
que suprime el sistema inmunológico.
Estudios realizados sobre animales y humanos sugieren una posible razón para la
ansiedad alimenticia: el aislamiento reduce el control sobre los impulsos, lo
cual conduce a la obesidad. Dado que aquellos que están en el escalón
socioeconómico más bajo tiene más posibilidades de padecer soledad, ¿puede ser
esta una de las explicaciones para el vínculo evidente entre el nivel económico
bajo y la obesidad?
Es fácil comprobar que algo más importante que la mayoría de los temas que nos
preocupan no ha ido bien. ¿Por qué participamos en este delirio de destrucción
medioambiental y perturbaciones sociales, si lo único que produce es un dolor
insoportable? ¿Acaso esta pregunta no debería hacerles caer la cara de vergüenza
a nuestros líderes públicos?
Existen maravillosas organizaciones sin ánimo de lucro que hacen lo posible para
combatir esta plaga y con algunas de ellas colaboraré en mi proyecto Loneliness
(Soledad). Pero, por cada persona a las que ayudan, muchas otras pasan
abandonadas.
Este problema no requiere una respuesta política, sino algo mucho más grande:
una reevaluación de toda nuestra visión del mundo. De todas las fantasías del
ser humano, la idea de que puede vivir solo es la más absurda y quizás la más
peligrosa. O permanecemos juntos o nos hundiremos desunidos.

George Monbiot

es uno de los periodistas medioambientales británicos más consistentes,
rigurosos y respetados, autor de libros muy difundidos como The Age of Consent:
A Manifesto for a New World Order y Captive State: The Corporate Takeover of
Britain, así como de volúmenes de investigación y viajes como Poisoned Arrows,
Amazon Watershed y No Man's Land.
 
Fuente:
h
ttps://www.theguardian.com/commentisfree/2016/oct/12/neoliberalism-creating-loneliness-wrenching-society-apart?CMP=share_btn_wae

Traducción:
José Manuel Sío Docampo  
In
SINPERMISO
http://www.sinpermiso.info/textos/el-neoliberalismo-y-la-soledad-humana-la-disgregacion-de-nuestras-sociedades
21/10/2016

sábado, 22 de outubro de 2016

Beatriz Cerqueira: A PEC 241 é a mãe de todas as medidas nefastas do governo Temer; o maior ataque aos direitos dos trabalhadores


por Conceição Lemes

Pergunte às pessoas com quem você convive no trabalho, escola, casa, o que elas
sabem da Proposta de Emenda Constitucional 241, a PEC 241, também chamada de PEC
do Arrocho, da Morte, Fim do Mundo, do Juízo Final, da Maldade.
Em seguida, pergunte se acham que vai interferir na vida delas. 
Quase certamente haverá quem se sinta tranquilo, achando que a medida não tem
nada a ver com o seu mundinho, com base em uma destas quatro ideias que circulam
nas redes sociais sobre a PEC 241 e seus desdobramentos:
– É problema de funcionário público.
– É problema de serviço público.
– Aquilo que conquistou, ninguém mexe, é direito garantido.
– Não será atingido pela terceirização, pois trabalha em serviço público.
Só que se engana quem pensa assim.
“A PEC 241 não é um problema do servidor público nem do serviço público. A PEC
241 é um problema do Brasil”, alerta Beatriz Cerqueira. “Significa a mudança do
estado brasileiro como nós o conhecemos hoje.”
“A PEC 241 é mãe de todas as medidas do governo golpista”, acusa. “É a mais
nefasta. Se aprovada, abrirá caminho para outros ataques aos direitos dos
trabalhadores.” 
“A PEC 241 significa a privatização do orçamento público”, denuncia.
Ela mesma troca em miúdos: Aquele dinheiro que deveria ir para saúde pública,
saneamento básico, asfalto da rua da casa do cidadão, escola, livro didático do
filho do trabalhador, merenda escolar, irá para as mãos dos empresários da
Educação, da Saúde, do sistema financeiro.
Beatriz Cerqueira é coordenadora geral do Sindicato Único dos Trabalhadores em
Educação de Minas Gerais (Sind-UTE/MG) e presidenta da CUT-MG. Segue a íntegra
da entrevista exclusiva que ela concedeu a esta repórter. Começamos pelo golpe.
Viomundo – Você convive o tempo inteiro com professores, lideranças sindicais e
movimentos sociais.  Afora desses grupos, as pessoas estão conscientes de que
houve um golpe de Estado no Brasil?
Beatriz Cerqueira – Acho que ainda não. A primeira questão de quem dá um golpe é
disputar a narrativa de que não é golpe. Fizeram isso no Brasil em 1964.
Chamaram de “Revolução”. Em 2016, de impeachment.
Por isso, a primeira coisa que temos de fazer é tentar esclarecer que o tipo de
golpe que se deu no Brasil em 2016 aconteceu em vários lugares da América
Latina. Desde a década de 1980, foram pelo menos 13 tentativas contra
presidentes.
Viomundo – As pessoas acham o quê?
Beatriz Cerqueira – Como há um processo de criminalização de toda a pauta da
esquerda, e o Legislativo, o Judiciário e os meios de comunicação são
protagonistas do golpe, há uma confusão.  As pessoas ainda não conseguem
compreender.  Acham que esse processo é uma briga de partidos e muito
relacionado à corrupção.
Viomundo – Elas têm consciência de que os direitos delas serão afetados?
Beatriz Cerqueira – Esta é a grande questão.  Fazer com que as pessoas entendam
que o alvo do golpe são elas.
Na minha avaliação, o objetivo do golpe não é o PT, não é o ex-presidente Lula,
não foi a presidenta Dilma. Eles são osbstáculos que precisam ser removidos,
destruídos da forma mais vil que a direita conseguir fazer, para alcançar seus
objetivos.
O objetivo do golpe é atingir a classe trabalhadora e  retirar dela os direitos
que conquistou. A direita quer fazer alterações na estrutura do Estado
brasileiro, que jamais conseguiria  pelas urnas ou  se tivéssemos poderes
fortes, autônomos, que zelassem pela Constituição e pelo Estado Democrático de
Direito.
Então, tudo o que a direita achar necessário para atingir os seus objetivos, ela
vai tentar. 
Viomundo –  Há setores do movimento social, do movimento sindical, que acham que
o objetivo de tudo é inviabilizar uma candidatura de esquerda em 2018.
Beatriz Cerqueira – Eu não acho que é simples assim. Para o pessoal que deu o
golpe, se for necessário, 2018 nem vai existir. Nós estamos diante de uma
ruptura democrática. Não existem mais regras estabelecidas. Há certa dificuldade
de se compreender isso, complicando  muitas vezes o nosso diálogo com a
sociedade.
Viomundo – O que fazer para haver compreensão mais rápida do que está em jogo?
Beatriz Cerqueira – Como você bem sabe, atualmente há forte negação da política,
que tem sido bastante trabalhada pelos meios de comunicação e pelos golpistas.
Os elevados números de votos nulos e de abstenções  no País no primeiro turno
das eleições de 2016 são em parte produto dessa campanha em prol da negação da
política. Mas esses números revelam também desgaste do sistema político com o
qual a população não se identifica mais.
Nessa situação, mais do que nunca, as nossas conversas com a sociedade precisam 
ser muito diretas, objetivas. 
Por exemplo, mostrar à sociedade que, além de rasgar a Constituição, via PEC
241, aqueles que deram o golpe querem rasgar a CLT, via reforma trabalhista.
Viomundo –O que significa a PEC 241?
Beatriz Cerqueira – A PEC 241 é mãe de todas as medidas do governo golpista. É a
mais nefasta. Se aprovada, abrirá caminho para outros ataques aos direitos dos
trabalhadores.  A PEC 241 significa a privatização do orçamento público.
Viomundo – Trocando em miúdos. 
Beatriz Cerqueira — Aquele dinheiro que deveria ir para saúde pública,
saneamento básico, asfalto da rua da casa do cidadão, escola, livro didático que
o filho do trabalhador utiliza, merenda escolar,  irá para as mãos dos
empresários da Educação, da Saúde, do sistema financeiro…
Afinal, a PEC 241 vai empurrar todos os serviços públicos, inclusive Saúde e
Educação, para a privatização.
Nós temos um sistema financeiro que está ávido para fomentar a previdência
privada complementar. Isso significará a privatização da previdência e uma
população cada vez mais desassistida!
Os rentistas  já controlavam parte imensa do orçamento, através do pagamento dos
juros e da dívida pública. Não ficaram satisfeitos. Querem mais.
E o governo golpista e seus aliados vão satisfazê-los.  Vão entregar nas mãos
dos empresários  aquela parte do orçamento público destinado às políticas
sociais do Estado.
Viomundo – Muitas pessoas acham que a PEC 241 é um problema do servidor público
e do serviço público.
Beatriz Cerqueira – É um erro de leitura. A PEC 241 não é um problema do
servidor público nem do serviço público. A PEC 241 é um problema do Brasil.
Significa a mudança do estado brasileiro como nós o conhecemos hoje.
Se a PEC 241 for aprovada, não tem investimentos em indústria, não tem setor
automobilístico, não tem desoneração fiscal, não tem incentivo fiscal, não tem
renovação de frota,  não tem investimento para que os setores hoje paralisados,
como indústria e construção civil, voltem a crescer.
Viomundo – E a Educação?
Beatriz Cerqueira — Não haverá construção de novas escolas, não haverá reforma
das já existentes. Escola sem quadra de esporte continuará sem. Merenda,
transporte escolar e livro didático, que achávamos já ser um patamar de
conquista, desaparecerão.
Será cortando programas e direitos  que eles vão tirar o dinheiro, já que
restringirão por 20 anos o investimento em todas as áreas do Estado.
Viomundo – Seria voltar à era Fernando Henrique Cardoso?
Beatriz Cerqueira – Não. Significa voltar ao período préCLT [Consolidação das
Leis do Trabalho], que foi promulgada em 1943. Esse é o patamar que estão
querendo impor pra gente.
Por isso, insisto. A PEC 241 é a mais nefasta das medidas propostas pelo governo
Temer. Representa o maior ataque à população brasileira. Fatalmente dela, se
aprovada, decorrerá uma reforma da previdência. 
Viomundo – Por quê?
Beatriz Cerqueira – Se a PEC 241 estabelece que não se investirá em nada por 20
anos, as pessoas não poderão se aposentar.
Por isso, eles vão aumentar o tempo de contribuição dos trabalhadores. Por isso,
vão aumentar  a idade para o trabalhador ter direito à aposentadoria. Por isso,
vão atacar as aposentadorias dos trabalhadores rurais, das mulheres e do
magistério.
Viomundo – E o que os trabalhadores já conquistaram?
Beatriz Cerqueira – As pessoas acham que aquilo que já conquistaram ninguém
mexerá. Essa é outra falsa ideia. Para ter o congelamento dos gastos por 20
anos, será preciso retirar os direitos adquiridos.
Em entrevista, o ministro da Justiça já disse: no Brasil não tem direito
adquirido. O seu direito adquirido que não couber no estado brasileiro, você não
o terá. 
Na prática, a reforma da previdência já começou. Ela está sendo pouco debatida,
porque está sendo feita de forma pulverizada.
Viomundo – Como assim?
Beatriz Cerqueira — O governo já está revendo as aposentadorias por invalidez,
as licenças de saúde, o benefício de prestação continuada.  
Veja bem. Considerando que a PEC 241 congelará tudo por 20 anos, o desemprego
não vai diminuir.  O governo não apresentou nenhuma agenda de retomada  do
crescimento econômico nem de proteção do emprego. O que apresentou foi diminuir
seu papel na sociedade. Com menos emprego, menos consumo, o que será feito para
que os que lucram continuem lucrando?
A resposta é óbvia. Baixar o patamar de direitos ou extinguir muitos dos
direitos.
Esta é a espinha dorsal da “reforma” trabalhista do governo Temer.
Por isso, o governo Temer quer aprovar o negociado sobre o legislado. É para
sequer garantir a você, trabalhador, trabalhadora, o direito ao décimo terceiro
salário, remuneração da hora extra, férias, adicional de insalubridade, por
exemplo.
Com a aprovação do negociado sobre o legislado, nem o salário mínimo estará
garantido, se o patrão decidir que é preciso “flexibilizar” o mais elementar dos
direitos.
Viomundo – “Flexibilizar” é um jeito meigo de dizer: “trabalhador, o seu patrão
está cortando os seus direitos”?
Beatriz Cerqueira – Isso mesmo.
Viomundo –Aí, se insere também a terceirização?
Beatriz Cerqueira – Exatamente. No serviço público, a terceirização entrará de
forma avassaladora. Primeiro, porque custa menos. Segundo, porque a
terceirização é uma importante fonte de caixa 2. Portanto, estará na pauta de
votação do congresso a terceirização sem limites, incluindo o serviço público.
Sei que tem gente que acha que não será atingido pela terceirização do governo
golpista. Outro engano!
Eles tentarão terceirizar até professor.  Em vez de fazer concurso, política de
carreira, o governo contratará uma cooperativa, que vai organizar o trabalho da
forma que achar melhor. Ou fazer Parceria Público Privada.
Portanto, atenção, trabalhador, trabalhadora, que está lendo esta entrevista.  A
reforma trabalhista  do governo golpista será alicerçada em dois patamares:
 negociado sobre o legislado e a terceirização sem limites.
Viomundo – Significa rasgar a CLT?
Beatriz Cerqueira – Isso mesmo. Na verdade, a elite brasileira nunca aceitou o
patamar mínimo de direitos que foi conquistado pelo trabalhador lá na década de
1940, com Getúlio Vargas.
E, agora, essa mesma elite viu a oportunidade de fazer uma revisão não só da
Constituição de 1988, como da própria CLT.
Viomundo – Como acordar as pessoas para a destruição de direitos trabalhistas
que o governo Temer vai tentar passar no Congresso?
Beatriz Cerqueira – Este é o outro x da questão. Vou começar pelo campo
sindical, que é onde eu atuo.  A gente precisa intensificar o chamamento das
categorias. O chamamento precisa ganhar corpo maior.
É muito importante também que a gente alie a luta corporativa, local, de
reivindicações, com a luta geral, política.
Se não fizermos isso as pessoas não compreenderão que o que estão enfrentando na
sua vida e no seu trabalho tem a ver com uma coisa muito maior do que a sua
pauta de reivindicações. 
Viomundo – Explique melhor. 
Beatriz Cerqueira — Na última década , exatamente por essa separação  entre a
luta geral,  e a luta local, corporativa, os sindicatos começaram a ser cada vez
mais demandados por resultados, cobrados.
Em consequência, entramos num período sindicalismo de resultados.  Foi um
período importante. É fundamental a conquista concreta na vida das pessoas. Só
que para enfrentar o que vem por aí, precisamos ir além dos resultados, que não
teremos mais.  É fundamental um sindicalismo de resistências.
Viomundo – Concretamente o que fazer?
Beatriz Cerqueira – Eu diria que a primeira coisa é chamar sempre os
trabalhadores para o sindicato,  atos, audiências públicas. É preciso chamar
uma, duas, três, dez vezes, não importa. Chamar sempre.
A segunda coisa é entender que, se cada um ficar sozinho, nós vamos ser
derrotados.
No caso do golpe em curso no Brasil, a ideia não é só nos derrotar. É nos
destruir. É nos aniquilar da forma que puderem.
Nessa medida, as frentes populares que têm se constituído no Brasil são espaços
importantes de luta.
Você precisa fazer alianças, precisa conversar além do seu mundo sindical, além
da sua categoria profissional. Quem ficar sozinho será derrotado na sua pauta
econômica, na sua pauta corporativa.
E a primeira pessoa que o trabalhador vai culpar é o sindicato exatamente devido
a esse perfil de isolamento, de só pensar a luta local.
A terceira questão é fazer a disputa na sociedade.
É muito bom conversar com aqueles que têm leitura da realidade semelhante à
nossa. Mas a gente precisa criar estratégias permanentes de dialogar com a
sociedade.
Aqui em Minas Gerais nós vamos muito à Assembleia Legislativa, sem a pretensão
de achar que convenceremos o deputado a ou b, que já tem uma posição de acordo
com a sua origem.
Mas, a partir da Assembleia Legislativa e dos espaços que a gente constrói, como
audiências públicas, atos, nós conseguimos chegar a mais pessoas e fazer a
disputa da opinião pública. Ainda não é suficiente, mas estamos fazendo alguma
coisa. 
A quarta medida é não sair das ruas. Se a gente sai, corre o risco de encolher e
ficar sozinho. O encolhimento por si só nos leva a ficar sozinhos.
É um processo que a minha geração não viveu, mas que a geração que viveu 1964
sabe bem como é. Imagino que a geração que viveu 1964 deva estar muito
estarrecida de estar vivendo mais um golpe durante a sua vida.
Viomundo – E a militância?
Beatriz Cerqueira – Esta é outra questão  que a gente precisa estar mais atento.
É preciso cuidar da militância, cuidar das pessoas que estão fazendo essa luta
cotidiana. Não podemos deixar que o sentimento do fracasso –“de que a gente não
deu conta de impedir o golpe”– se apodere da militância.
As pessoas precisam ter clareza que esse processo está sendo construído há muito
tempo, por forças muito poderosas não só nacionais, mas internacionais também.
As pessoas precisam ter clareza também de que será uma luta de longo prazo. Essa
luta não vai se resolver até o Natal. Nem irá até 2018. Vai ser uma longa luta.
O que está acontecendo no país agora terá repercussão estrutural para as
próximas décadas. Com as consequências daquilo que passar no Congresso e daquilo
que a gente conseguir impedir que avance lá.
Viomundo – E as demandas que já estão no Congresso?
Beatriz Cerqueira – É preciso questionar mais intensamente os parlamentares.
Deputados e senadores sem base têm medo do povo. Não é à toa que fogem de
espaços públicos, não vão a debates.
Em Minas, nós temos três senadores da República que não conversam com a
sociedade, só conversam com os seus amigos nos espaços privados. E como eles têm
uma mídia amiga, fica tudo bem.
Então, nós temos que intensificar os nossos questionamentos ao Congresso
Nacional.  Muito do que está sendo feito pode ser barrado, pode não ser votado.
 Temos que pressionar.
Viomundo — Os trabalhadores terão de reaprender a frequentar os sindicatos, a
reivindicar os seus direitos?
Beatriz Cerqueira — Infelizmente, a conquista dos direitos que tivemos na última
década não foi acompanhada da politização necessária. Vejo muitas pessoas
achando que o fato de o seu salário comprar mais coisas é fruto do esforço
pessoal e da bênção de Deus. A mesma coisa vale para quem teve acesso a
universidade ou a algum programa social. 
É claro que Deus abençoa os justos. Mas o fato de o seu salário comprar mais
coisas é fruto de política econômica. Garantia de direitos é resultado de uma
política de inclusão!
Muitos de nós, da esquerda, acabamos também não valorizando o sindicato como
espaço de luta.
Eu vejo muitas vezes um empenho em algumas mídias de se valorizar o espontâneo, 
aquele grupo que se organizou e não valorizar quando é uma organização sindical
que está fazendo a luta, que tem cara, tem bandeira.
Considero isso um equívoco. Todos são importantes neste processo de
enfrentamentos. Não podemos fortalecer o discurso de que “ninguém me representa.
Logo eu me represento, eu cuido de mim”.
O sindicato é um instrumento muito importante.
O fato é que nenhum de nós se preparou para um golpe de estado.
Nós acreditamos muito na democracia representativa sem compreender que o
capitalismo já estava insatisfeito com ela. 
Para o capitalismo, a democracia vale enquanto atende aos interesses do capital.
Quando não atende mais, ela pode ser descartada. É o que está acontecendo no
Brasil em 2016.
Viomundo – E a entrega do pré-sal se insere nisso?
Beatriz Cerqueira -- Quem controlar recursos naturais terá hegemonia mundial no
capitalismo do próximo período.
Só que no Brasil deputados federais entreguistas rasgaram de forma vergonhosa
uma história de construção de soberania através dos recursos do petróleo. 
O mundo tem se espantado mais com a capacidade da falta de um projeto nacional
da direita brasileira do que nós mesmos.
A direita brasileira não tem projeto de sociedade. Nem mesmo um projeto
conservador.  O projeto da direita brasileira é estar a serviço do capital
 internacional.Isso é vergonhoso e custará muito caro às próximas gerações.
In
VIOMUNDO
http://www.viomundo.com.br/denuncias/beatriz-cerqueira-a-pec-241-e-a-mae-de-todas-as-medidas-nefastas-do-governo-temer-representa-o-maior-ataque-aos-direitos-dos-trabalhadores.html
21/10/2016