«La campaña mediática chilena financiada en parte por la CIA fue clave
para lograr el golpe militar»
Garcés, jurista y asesor personal de Salvador Allende durante su
presidencia, testigo directo de aquellos años y posterior abogado de
miles de víctimas de Pinochet, acaba de ser reconocido por la Cámara de
Diputados chilena “por su contribución a la justicia y su lucha contra
la impunidad”.
La mañana del 11 de septiembre de 1973 el jurista valenciano Joan
Garcés, asesor personal de Salvador Allende desde 1970, entró al Palacio
de la Moneda con el presidente chileno, ya con el golpe militar en
marcha. Durante las horas siguientes acompañó a Allende en la toma de
decisiones mientras tanques y aviones asediaban el palacio presidencial,
hasta que el propio presidente le ordenó que abandonara el edificio:
“Estoy vivo porque el propio presidente, a las 11.15 de la mañana, en
una pausa del asalto militar, me pide que salga. Yo naturalmente le digo
que no. Entonces la respuesta que me da, delante de otros asesores a los
que permite quedarse, es que alguien tiene que contarlo”, relata en
conversación con elDiario.es. Allende acompañó personalmente a Garcés a
la puerta principal del Palacio de la Moneda, que desemboca en la plaza
de la Constitución: “Y de ese modo salí por esa gran plaza, solo. Poco
después comenzó el bombardeo. Casi todos los otros asesores fueron
detenidos, torturados, asesinados y algunos siguen desaparecidos”.
Allende me ordenó salir del palacio presidencial en medio del golpe
militar diciéndome que alguien tenía que contarlo
Desde aquel momento el jurista y politólogo valenciano, autor de libros
como /Allende, la experiencia chilena/ (1976) o /Soberanos e
intervenidos/ (1996), ha dedicado una parte importante de su vida a
luchar contra la impunidad, esclarecer la verdad y defender como abogado
a miles de víctimas de la dictadura chilena. Fue impulsor desde España
del caso Pinochet, en el que representó a casi 4.000 víctimas en más de
3.000 casos de asesinatos, desapariciones forzadas y torturas, con el
que se logró la detención del dictador en Londres en 1998. Además en
2005 consiguió que el Riggs Bank de Washington indemnizara en más de
ocho millones de dólares a víctimas de Pinochet. Otro de sus logros ha
sido la sentencia reciente
<https://www.eldiario.es/economia/juez-ordena-chile-indemnizar-520-millones-euros-accionistas-espanoles-diario-confiscado-pinochet_1_8985532.html>que obliga a Chile a indemnizar económicamente a los propietarios del diario chileno /Clarín/ confiscado en 1973 por el golpe militar, un mandato que de momento no ha sido ejecutado.
Este pasado agosto la Cámara de Diputados de Chile aprobó una resolución
que reconoce a Garcés
<https://radio.uchile.cl/2023/08/08/camara-baja-aprueba-agradecer-y-reconocer-oficialmente-a-joan-garces/> “por su contribución a la justicia y la lucha contra la impunidad” y como “abogado histórico de los familiares de las víctimas de desaparición forzada, secuestro y tortura”. Su libro /Allende y la experiencia chilena/ ha servido de base para el guión de la serie /Los mil días de Allende/, que se estrena en estos días en Chile -y próximamente en España-, en la que uno de los personajes principales es un abogado basado en Garcés.
En 1970 Nixon ordenó un primer plan para intentar evitar que Allende
llegara a la presidencia
*¿Cómo fue aquella mañana del 11 de septiembre de 1973 en el Palacio de
la Moneda en pleno golpe militar? *
El día anterior yo estuve almorzando y cenando con el presidente, con el
ministro de Defensa y el ministro del Interior, también con el director
de la televisión pública para preparar el mensaje a la nación anunciando
las medidas económicas y la convocatoria de un referéndum para resolver
las diferencias que había.
El día 11 nos despertó pronto una llamada de Carabineros de Valparaíso,
diciendo que Valparaíso había sido tomada por la fuerza naval y que
Carabineros había detenido a unidades militares que se dirigían a
Santiago. Fuimos muy pronto al Palacio de la Moneda, entré con el
presidente. Con el asalto militar ya iniciado, a las 11:15 de la mañana,
Allende reúne a sus colaboradores y les dice que puede irse quien así lo
desee. Ningún civil se va. La guardia de carabineros y los decanos
militares sí se van.
Entonces Allende empuja a sus hijas a irse, salen por un lateral. Y a mí
me dice que tengo que irme también. Yo naturalmente digo que no, pero
insiste: ‘alguien tiene que contar lo que aquí ha pasado, y solo usted
puede hacerlo’. Y eso salvó mi vida.
*¿Cuál era la actitud de Allende en esas últimas horas?*
Él era consciente de los peligros. Por eso había aumentado en 4.000
carabineros la guarnición de Santiago. Lo que falla el 11 de septiembre
de 1973 es que por primera vez el comandante en jefe del Ejército
traiciona al presidente. Recuerdo que a Allende le ofrecieron un avión y
la respuesta que yo escuché fue: “Dígale al general que cumpla con su
deber de soldado y yo cumpliré con mi deber de presidente”.
Años después pudimos conocer la grabación de la conversación entre
Pinochet y el vicealmirante Carvajal, en la que este plantea que se
ofrezca a Allende un avión para sacarlo del país y Pinochet contesta
“pero el avión se cae, viejo, cuando vaya volando”, y se ríen. Allende
resistió esas cinco horas de combate con la infantería, la artillería y
aviones disparando contra el Palacio de La Moneda, con la flota de
Estados Unidos en la costa de Chile. Esa fue su última batalla política.
*En los siguientes años usted investigó la preparación del golpe,
entrevistó a Orlando Letelier, ministro de Defensa con Allende en el
momento del golpe, quien se exilió en Estados Unidos y allí fue asesinado.*
Esas declaraciones de Letelier
<https://www.elclarin.cl/2023/08/25/joan-garces-cnn-chile-no-ha-sido-autorizado-a-emitir-el-audio-de-orlando-letelier/>son valiosas. Allende contaba con el apoyo de muchos altos mandos militares. Había generales dispuestos a respetar la Constitución. Pero hay una traición de algunos militares.
Cincuenta años después del golpe, los documentos desclasificados
<https://nsarchive.gwu.edu/briefing-book/chile/2023-08-08/chiles-coup-50-kissinger-briefed-nixon-failed-1970-cia-plot-block> por Estados Unidos muestran que ya antes de que Allende asumiera como presidente había una orden del presidente estadounidense Nixon para impedir que Allende llegara a ocupar el cargo, a pesar de haber sido elegido. El jefe del Ejército chileno René Schneider fue secuestrado y asesinado dos semanas antes de que Allende tuviera que asumir. Estamos hablando de 1970.
La orden es clara y destinada a que se evite por todos los medios la
consolidación del Gobierno de Allende. Y de ese modo, con el respaldo de
Estados Unidos, se pudo desestabilizar económica y políticamente el país
-con la gran ayuda del diario el /Mercurio/– generando un clima de
psicosis que facilitó el golpe militar.
El presidente Salvador Allende con mineros en el Teniente, Chile
Fundación Salvador Allende
*El papel de algunos medios de comunicación fue clave*
Tres años después del inicio de aquella campaña mediática sistemática y
diaria financiada en parte por la CIA, se logró. A finales de agosto de
1973 esa presión mediática y conspirativa llevó a renunciar al jefe del
Ejército, el general Prats, quien, preguntado por Allende sobre un
posible sucesor, sugiere a Pinochet, porque confiaba en él.
EEUU sabía que Allende buscaba un acuerdo político, lo que contradice la
propaganda golpista
*Este mes de agosto se han desclasificado nuevos documentos
estadounidenses, pero quedan otros que aún no son públicos*
Los documentos desclasificados hasta ahora muestran que ya en 1970 Nixon
quería impedir la llegada de Allende a la presidencia. También hemos
podido conocer que la señal de inicio del golpe la da Estados Unidos. La
señal era la llegada de fuerza naval estadounidense a las costas de
Chile. Y así fue. Varios buques, uno con un modernísimo sistema de
telecomunicaciones y un submarino.
Cuando estuve trabajando en el /Institute for Policy Studies /de
Washington entre 1988 y 1990 un miembro de la /Comisión Church/ del
Senado estadounidense me dijo: “Hay documentos que nunca se publicarán
por su naturaleza”. Ya entonces me subrayó la presencia de la escuadra
estadounidense en las costas chilenas como indicación para el inicio del
golpe.
El 8 de septiembre de 1973 entró el cable -recientemente desclasificado-
<https://nsarchive.gwu.edu/document/30589-document-02>que indica que
Nixon sabía que iba a producirse un golpe en Chile y también conocía el
posicionamiento de Allende, sabía que el presidente chileno buscaba un
acuerdo político, lo que contradice la propaganda golpista -sobre todo
del diario /Mercurio/– que afirmaba que Allende preparaba un autogolpe.
El propio Nixon lo tenía sobre su mesa, sabía cuál era la situación real.
*Ese relato mediático prosiguió…*
La propaganda del /Mercurio/ llegó a decir tras el golpe que Allende
tenía preparado un plan para ir a comer con todos los generales, que él
saldría del almuerzo y que en ese momento todos serían ametrallados por
la escolta de Allende. Sus medios dieron publicidad a todos estos
montajes, hablaron de listas de cientos de personas a las que decían que
el Gobierno de Allende quería asesinar.
Fue lo que llamaron el plan Z, que produjo un efecto tremendo, miles de
personas fueron torturadas por los golpistas, cientos de ellas hasta la
muerte, convencidos los torturadores de la existencia de ese supuesto
plan. Esa fue la campaña que acompañó el derrocamiento.
En los muros de Santiago semanas antes del golpe se leían mensajes de
amenaza: “Yakarta se acerca”. El plan contra los partidarios del
presidente Sukarno en Indonesia desde 1965 fue adaptado al contexto de
Chile. También sirvió de modelo para los golpistas chilenos la forma en
que se derrocó en Brasil al Gobierno de Goulart en 1964. Y por supuesto
tuvieron presente la preparación del golpe en España en el 36. Recuerdo
que en Chile yo ponía la radio de la derecha a menudo y era
impresionante cómo hablaban de las semanas anteriores al 18 de julio del
36, cómo mencionaban las órdenes del general Mola en cuanto a que el
primer golpe debía ser brutal.
Las estructuras de poder en Chile creadas durante la dictadura están ahí
casi intactas
*Usted ha estudiado con detalle los métodos de represión tras el golpe*
Es interesante la secuencia de los hechos en Chile. Piden a Allende que
transfiera la legitimidad, él se niega porque es el presidente legítimo,
se produce el asalto, el combate, declaran el estado de sitio y al día
siguiente, cuando ya no hay resistencia, declaran el estado de guerra,
cuando ya no hay guerra. Y esto es muy importante porque en términos
militares significa que cualquier oficial o soldado que se salga de las
órdenes, recibirá muerte por fusilamiento. Es decir, todos sabían que si
daban un paso al frente, les mataban.
Uno de los testigos que tengo en el caso Pinochet cuenta que un mes y
medio después del golpe le encarcelaron y torturaron. Resulta que en una
revista de tropas, el entonces jefe del Ejército, el general Prats, le
había dado la mano. Hay oficiales que desaparecieron, que fueron
torturados y asesinados, entre ellos el padre de la expresidenta Bachelet.
*¿Cómo valora el proceso de investigación judicial contra Pinochet que
usted llevó a cabo? *
He representado a todas las víctimas personadas en España y a través de
los principios de jurisdicción universal en España y en otros países
como Reino Unido, Bélgica o Suiza se pudo resquebrajar el muro de la
impunidad que había en Chile. Y tras ello los tribunales chilenos
hicieron su trabajo. El caso Pinochet y sus consecuencias es invocado en
todo el mundo.
Su papel es claro. El libro /Un Ejército de todos/, publicado por el que
fuera comandante en jefe chileno entre 2018 y 2022, Ricardo Martínez, es
muy interesante, ha causado sensación. Porque por primera vez un alto
mando dice que el responsable de todos los crímenes es Pinochet. Nunca
antes un alto mando había dicho eso. El principio de verticalidad del
mando chileno en términos militares lo explica y es clave.
Joan Garcés, en el medio, con el juez de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos, Raúl Zaffaroni, en un acto en Madrid en 2021. Óscar
Rodríguez
*Usted ha llevado también **el caso del diario chileno *
<https://www.eldiario.es/economia/juez-ordena-chile-indemnizar-520-millones-euros-accionistas-espanoles-diario-confiscado-pinochet_1_8985532.html>/*Clarín*/ <https://www.eldiario.es/economia/juez-ordena-chile-indemnizar-520-millones-euros-accionistas-espanoles-diario-confiscado-pinochet_1_8985532.html>*. En 2020 el tribunal de arbitraje del Banco Mundial -CIADI- falló de forma definitiva que Chile está obligado a indemnizar a los propietarios de dicho diario, confiscado en 1973 por los golpistas.*
Este caso forma parte de la campaña para desestabilizar mediáticamente,
para justificar la dictadura y después de 1990 para justificar la
impunidad. En 1973 el diario /Clarín/ tenía más patrimonio y lectores
que el diario /Mercurio/, era el más vendido. Este caso representa una
batalla para recuperar el diario y lo que significaría que hubiera una
plataforma mediática diferente, en un panorama mediático heredado de la
dictadura, con la singularidad de que quienes han financiado la
estrategia del /Mercurio/ fueron los sucesivos gobiernos chilenos.
El Estado de Chile ha sido condenado a indemnizar a los propietarios del
/Clarín/, en 2020 el tribunal reafirma esta obligación de indemnización
que tiene Chile. Como tal cosa juzgada, mientras que Chile no la ejecute
está pendiente. Y estamos pendientes.
*¿Cómo ve Chile actualmente? *
Con preocupación, porque las estructuras de poder creadas durante la
dictadura están ahí casi intactas. Al igual que en España, el cambio de
una dictadura a un sistema pluripartidista se produce con unas
estructuras de poder que en lo sustantivo no fueron modificadas durante
el cambio. En Chile Pinochet, antes de perder el referéndum, pasó a
retiro a todo el Tribunal Supremo y nombró a jóvenes, asegurándose un
tribunal conservador durante varios años más.
La concentración económica en unas pocas empresas y familias está
intacta y vemos que esa riqueza concentrada es incluso superior a la
década de los noventa. Mediáticamente al diario /Clarín /se le impide
volver a salir, en cambio diarios como el /Mercurio/ han recibido
soporte económico del Estado continuado durante años, ese es el contexto
mediático.
Fuente:
https://www.eldiario.es/internacional/joan-garces-campana-mediatica-chilena-financiada-parte-cia-clave-lograr-golpe-militar_128_10502089.html <https://www.eldiario.es/internacional/joan-garces-campana-mediatica-chilena-financiada-parte-cia-clave-lograr-golpe-militar_128_10502089.html>
Em
Rebelion
https://rebelion.org/la-campana-mediatica-chilena-financiada-en-parte-por-la-cia-fue-clave-para-lograr-el-golpe-militar/
11/9/2023
segunda-feira, 11 de setembro de 2023
Entrevista a Joan Garcés, jurista y asesor personal de Salvador Allende
Lo que todos los niños deberían saber sobre la teoría del valor de Marx
Michael A. Lebowitz
La ley del valor funciona de forma misteriosa. Para algunos marxistas,
subyace a todo lo que necesitamos saber sobre el capitalismo (1). Pero,
al igual que Karl Marx afirmó que no era marxista, también podría haber
dicho: "esa no es mi ley del valor".
*Todo gira en torno a la asignación del trabajo*
/"Todo niño sabe que cualquier nación que dejara de trabajar, no durante
un año, sino digamos, sólo durante unas semanas, perecería. Y todo niño
sabe también que las cantidades de productos correspondientes a las
distintas cantidades de necesidades exigen cantidades diferentes y
cuantitativamente determinadas del trabajo agregado de la sociedad".
Karl Marx (2)/
Todo niño de la época de Marx podría haber oído hablar de Robinson
Crusoe. Ese niño podría haber oído que en su isla Robinson tenía que
trabajar si no quería perecer, que tenía "necesidades que satisfacer".
Para ello, Robinson tenía que "realizar trabajos útiles de diversa
índole": fabricaba medios de producción (herramientas), y cazaba y
pescaba para su consumo inmediato. Se trataba de funciones diversas,
pero todas eran "sólo diferentes modos de trabajo humano", su trabajo. A
partir de la experiencia, desarrolló la Regla de Robinson: "La propia
necesidad le obliga a dividir su tiempo con precisión entre sus
distintas funciones". Así, aprendió que la cantidad de tiempo dedicado a
cada actividad dependía de su dificultad, es decir, de cuánto trabajo
era necesario para lograr el efecto deseado. Dadas sus necesidades,
aprendió a distribuir su trabajo para sobrevivir (3).
Lo mismo que le ocurrió a Crusoe, le ocurre a la sociedad. Cada sociedad
debe asignar su trabajo agregado de tal manera que obtenga las
cantidades de productos correspondientes a las diferentes cantidades de
sus necesidades. Como comentó Marx: "En la medida en que la sociedad
quiere satisfacer sus necesidades, y hacer producir un artículo para
este fin, tiene que pagar por él... Los compra con una cierta cantidad
del tiempo de trabajo de que dispone"(4). Debe asignar cantidades
"diferentes y cuantitativamente determinadas" de trabajo a la producción
de bienes y servicios para el consumo directo (Departamento II) y una
cantidad igualmente determinada de trabajo para la producción y
reproducción de los medios de producción (Departamento I).
Para garantizar la reproducción de una sociedad determinada, debe haber
suficiente mano de obra disponible para la reproducción de los
productores -tanto directa como indirectamente (por ejemplo, en los
Departamentos II y I, respectivamente)- en función de su nivel de
necesidades existente y de la productividad de la mano de obra. Esto
incluye no sólo la mano de obra en los lugares de trabajo organizados,
que producen determinados productos materiales y servicios, sino también
la mano de obra necesaria asignada al hogar y a la comunidad y a los
lugares donde se mantienen la educación y la salud de los trabajadores.
Toda sociedad también debe asignar mano de obra a lo que podemos
denominar Departamento III, un sector que produce medios de regulación y
que puede contener instituciones como la policía, la autoridad legal, el
aparato ideológico y cultural, etcétera.
Además del trabajo necesario para mantener a los productores, en toda
sociedad de clases es necesaria una cantidad de trabajo de la sociedad
si se quiere reproducir a los que gobiernan. Así, el proceso de
reproducción requiere la asignación de trabajo no sólo a la producción
de artículos de consumo, medios de producción y los medios particulares
de regulación, sino, en última instancia, a la producción y reproducción
de las propias relaciones de producción.
*Reproducción de una sociedad socialista*
Consideremos una sociedad socialista: "una asociación de [individuos]
libres, que trabajan con los medios de producción que tienen en común y
emplean sus diversas formas de fuerza de trabajo con plena conciencia de
sí mismos como una única fuerza de trabajo social" (5). Una vez
identificadas las diferentes cantidades de necesidades que desea
satisfacer, esta sociedad de productores asociados asigna su trabajo
diferente y cuantitativamente determinado a través de un proceso
consciente de planificación. En este sentido, sigue la Regla de
Robinson: distribuye su trabajo agregado "de acuerdo con un plan social
definido [que] mantiene la proporción correcta entre las diferentes
funciones del trabajo y las diversas necesidades de las asociaciones" (6).
La premisa de este proceso de planificación es un conjunto particular de
relaciones en las que los productores asociados reconocen su
interdependencia y emprenden la actividad productiva sobre esta base.
"Se presupone una producción comunal, la comunalidad, como base de la
producción". La transparencia y la solidaridad entre los productores, en
resumen, subyacen a la "organización del trabajo" en la sociedad
socialista con el resultado de que la actividad productiva está
conscientemente "determinada por las necesidades comunales y los
propósitos comunales" (7). La reproducción de la sociedad aquí "se
convierte en producción de [productores] libremente asociados y se
encuentra bajo su control consciente y planificado" (8).
Para identificar sus necesidades y su capacidad para satisfacerlas, los
productores empiezan por las instituciones más cercanas a ellos: los
consejos comunales, que identifican los cambios en las necesidades
expresadas por los individuos y las comunidades, y los consejos de
trabajadores, donde los trabajadores exploran el potencial para
satisfacer las necesidades locales por sí mismos. Estas necesidades y
capacidades se transmiten a instancias más amplias y, finalmente, se
consolidan a nivel de la sociedad en su conjunto, donde deben tomarse
decisiones que afectan a toda la sociedad. Sobre la base de estas
decisiones (que son debatidas por los productores asociados en todos los
niveles de la sociedad), la sociedad socialista asigna directamente su
mano de obra en función de sus necesidades tanto de satisfacción
inmediata como futura.
El motor de este proceso es "la propia necesidad de desarrollo del
trabajador", "el desarrollo absoluto de sus potencialidades creativas",
"el desarrollo integral del individuo", el desarrollo de lo que Marx
llamó seres humanos "ricos " (9). Este objetivo se entiende como
indivisible: no es coherente con disparidades significativas entre los
miembros de la sociedad. En palabras del /Manifiesto Comunista/, "el
libre desarrollo de cada uno es la condición para el libre desarrollo de
todos" (10). En consecuencia, dada la premisa de comunalidad y
solidaridad, esta sociedad socialista destina su trabajo a eliminar los
déficits heredados de formaciones sociales anteriores. La sociedad
socialista, en definitiva, "se basa en el desarrollo universal de los
individuos y en la subordinación de su productividad comunal y social
como riqueza social" (11).
La planificación consciente -una mano visible, una mano comunal- es la
condición para construir una sociedad socialista. Sin embargo, este
proceso hace algo más que producir el llamado plan correcto. También
produce y reproduce a los propios productores y las relaciones entre
ellos. Lo que Marx denominó "práctica revolucionaria" ("el cambio
simultáneo de las circunstancias y la actividad humana o autocambio") es
fundamental. Toda actividad humana produce dos productos: el cambio en
las circunstancias y el cambio en los propios actores. En el caso
concreto de las instituciones socialistas, el tiempo de trabajo
invertido en reuniones para desarrollar decisiones colectivas no sólo
produce soluciones que se basan en el conocimiento de todos los
afectados, sino que también es una inversión que desarrolla las
capacidades de todos los que toman esas decisiones. Fomenta la
solidaridad a escala local, nacional e internacional. Estas
instituciones y prácticas, en definitiva, son el núcleo de la regulación
de los propios productores (actividad del Departamento III). Son
esenciales para la reproducción de la sociedad socialista (12).
*Reproducción de una sociedad caracterizada por la producción de mercancías*
Pero, ¿qué ocurre con una sociedad que no se caracteriza por la
comunalidad, una sociedad marcada, en cambio, por actores separados y
autónomos? La premisa esencial de una sociedad de este tipo es la
separación de productores independientes (13). En lugar de una comunidad
de productores, existe un conjunto de propietarios autónomos que
dependen de la actividad productiva de otros propietarios para
satisfacer sus necesidades. Existe una "dependencia total de los
productores entre sí", pero la suya es una "conexión de personas
mutuamente indiferentes". En efecto, "su interconexión mutua aparece
aquí como algo ajeno a ellos, autónomo, como una cosa". Sin embargo, si
estos "individuos indiferentes entre sí" no comprenden su conexión,
¿cómo hace esta sociedad para asignar sus "cantidades diferentes y
cuantitativamente determinadas del trabajo agregado de la sociedad" para
satisfacer sus "cantidades diferentes de necesidades?" (14).
Obviamente, tal sociedad no utiliza la Regla de Robinson: no puede
asignar directamente su trabajo agregado de acuerdo con la distribución
de sus necesidades. "Sólo cuando la producción esté sujeta al control
genuino y previo de la sociedad", señaló Marx, "la sociedad establecerá
la conexión entre la cantidad de tiempo de trabajo social aplicado a la
producción de artículos particulares, y la escala de la necesidad social
a satisfacer por éstos" (15). Aunque la aplicación de la Regla de
Robinson no sea posible, su función permanece. Como comentó Marx, esas
relaciones simples y transparentes establecidas para Robinson Crusoe
"contienen todos los determinantes esenciales del valor" (16). En
particular, permanece la "necesidad de la distribución del trabajo
social en proporciones específicas".
La ley necesaria de la asignación proporcional del trabajo agregado,
insistió Marx, "no es abolida ciertamente por la forma específica de la
producción social." Sólo cambia la /forma/ de esa ley. Como Marx
escribió a Ludwig Kugelmann, "lo único que puede cambiar, bajo
condiciones históricamente diferentes, es la /forma/ en que esas leyes
se afirman." En la sociedad productora de mercancías, la forma que
adopta esta ley necesaria es la ley del valor. "La forma en que esta
distribución proporcional del trabajo se afirma en un estado de sociedad
en el que la interconexión del trabajo social se expresa como el
/intercambio privado/ de los productos individuales del trabajo, es
precisamente el /valor de cambio/ de estos productos" (17).
Sin embargo, dado que la asignación del trabajo de la sociedad
incorporado en las mercancías está "mediada a través de la compra y
venta de los productos de las diferentes ramas de la industria" (en
lugar de a través de un "control genuino y previo" por parte de la
sociedad), el efecto inmediato del mercado es un "abigarrado patrón de
distribución de los productores y sus medios de producción" (18). Sin
embargo, este aparente caos pone en marcha un proceso por el que tenderá
a surgir la necesaria asignación del trabajo. En la simple producción de
mercancías, algunos productores recibirán ingresos muy por encima del
coste de producción; otros recibirán ingresos muy por debajo. Suponiendo
que sea posible, los productores cambiarán su actividad, es decir,
mostrarán una tendencia de entrada y salida. En consecuencia, tenderá a
surgir un equilibrio en el que ya no habrá motivos para que los
productores individuales de productos básicos se desplacen. A través de
tales movimientos, los diversos tipos de trabajo "se reducen
continuamente a las proporciones cuantitativas en las que la sociedad
los requiere".
En resumen, aunque "el juego del capricho y del azar" hace que la
asignación del trabajo no se corresponda inmediatamente con la
distribución de las necesidades expresada en la compra de mercancías,
"las diferentes esferas de la producción tienden constantemente al
equilibrio" (19). A través de la ley del valor, el trabajo se asigna en
las proporciones necesarias en la sociedad productora de mercancías. De
la misma manera que "la ley de la gravedad se impone por sí misma",
vemos que "en medio de las relaciones de intercambio accidentales y
siempre fluctuantes entre los productos, el tiempo de trabajo
socialmente necesario para producirlos se impone como una ley reguladora
de la naturaleza " (20). Hay una "tendencia constante por parte de las
diversas esferas de la producción hacia el equilibrio" precisamente
porque "la ley del valor de las mercancías determina en última instancia
cuánto de su tiempo de trabajo disponible puede gastar la sociedad en
cada tipo de mercancía" (21).
¿Puede alcanzarse /en la realidad/ ese equilibrio en el que el trabajo
se destina a satisfacer las necesidades de la sociedad? Si pensamos en
una sociedad caracterizada por la simple producción de mercancías, el
equilibrio se produce cuando todos los productores de mercancías reciben
el equivalente del trabajo contenido en sus mercancías. En realidad, sin
embargo, existen importantes barreras a la salida y a la entrada: las
habilidades y capacidades particulares que poseen los productores
individuales no se trasladarán fácilmente a la producción de mercancías
diferentes. De hecho, este proceso puede tardar una generación en
producirse, en cuyo caso los productores de algunas esferas parecerán
privilegiados durante largos periodos.
En el caso de la producción capitalista de mercancías -el tema de /El
Capital/- el capitalista individual "obedece a la ley inmanente, y por
tanto al imperativo moral del capital, de producir tanta plusvalía como
sea posible " (22). En consecuencia, hay una "distribución proporcional
continuamente cambiante del capital social total entre las diversas
esferas de producción... inmigración y emigración continuas de capitales
"(23). El equilibrio se produce aquí cuando todos los productores
obtienen una tasa de ganancia igual sobre su capital avanzado para
medios de producción y fuerza de trabajo. Esta tendencia "tiene el
efecto de distribuir la masa total del tiempo de trabajo social /entre
las diversas esferas de la producción/ de acuerdo con la necesidad
social" (24). Sin embargo, aquí también hay un obstáculo para la
realización del equilibrio: la existencia de capital fijo incrustado en
esferas particulares no permite una fácil salida y entrada.
Sin embargo, para Marx, la ley del valor (el proceso por el cual el
trabajo se asigna en las proporciones necesarias en el capitalismo)
funciona más suavemente a medida que se desarrolla el capitalismo. El
"libre movimiento del capital entre estas diversas esferas de producción
como tantos campos de inversión disponibles" tiene como condición el
desarrollo del sistema crediticio y bancario. Sólo como capital-dinero
el capital "posee realmente la forma en la que se distribuye como
elemento común entre estas diversas esferas, entre la clase capitalista,
con independencia de su aplicación particular, de acuerdo con los
requisitos de producción de cada esfera particular " (25). En su
forma-dinero, el capital se abstrae de los empleos particulares. Sólo en
el capital-dinero, en el mercado-dinero, desaparecen todas las
distinciones en cuanto a la calidad del capital: "Todas las formas
particulares del capital, derivadas de su inversión en esferas
particulares de la producción o de la circulación, quedan aquí borradas.
Existe aquí en la forma indiferenciada y autoidéntica del valor
independiente, del dinero " (26).
La igualación de las tasas de ganancia "presupone el desarrollo del
sistema crediticio, que concentra la masa inorgánica de capital social
disponible frente al capitalista individual" (27). Es decir, presupone
la dominación del capital financiero: los banqueros "se convierten en
los directores generales del capital monetario", que ahora aparece como
"una masa concentrada y organizada, puesta bajo el control de los
banqueros como representantes del capital social de una manera muy
diferente a la producción real" (28).
*La autocrítica de Marx*
No hay mejor manera de entender la teoría del valor de Marx que ver cómo
respondió a las críticas de /El Capital/. Con respecto a una crítica en
particular, Marx comentó a Kugelmann en julio de 1868 que la necesidad
de demostrar la ley del valor revela "una completa ignorancia tanto del
tema en discusión como del método de la ciencia". Todo niño, continuaba
aquí Marx, sabe que "las cantidades de productos correspondientes a las
diferentes cantidades de necesidades exigen cantidades diferentes y
cuantitativamente determinadas del trabajo agregado de la sociedad."
¿Cómo es posible que el crítico no vea que "¡Es EVIDENTE que esta
/necesidad/ de la /distribución/ del trabajo social en proporciones
específicas no es abolida por la /forma específica/ de la producción
social!?"(29). De manera similar, respondiendo a la objeción de Eugen
Dühring a su discusión sobre el valor, Marx escribió a Federico Engels
en enero de 1868 que "en realidad, ninguna forma de sociedad puede
impedir que el tiempo de trabajo a disposición de la sociedad regule la
producción de UNA MANERA U OTRA" (30). Ese era el punto: ¿en una
sociedad productora de mercancías, de qué /otra/ manera podría asignarse
el trabajo -excepto por el mercado?
Aunque Marx fue más claro en estas cartas sobre este punto que en /El
Capital/, allí fue transparente en su crítica de la economía política
clásica sobre el valor y el dinero. A diferencia de los economistas
vulgares, que no iban más allá de la superficie, los economistas
clásicos (lo cual les honra) habían intentado "captar la conexión
interna en contraste con la multiplicidad de formas externas". Los
economistas clásicos comenzaron explicando el valor relativo por la
cantidad de tiempo de trabajo, pero "nunca se plantearon la pregunta de
por qué este contenido ha asumido esa forma particular, es decir, por
qué el trabajo se expresa en valor, y por qué la medida del trabajo por
su duración se expresa en el valor del producto" (32). Su análisis, en
resumen, se quedó a medias.
Este enfoque clásico caracterizó el pensamiento temprano del propio
Marx. Es importante reconocer que la crítica de Marx era una
autocrítica, una crítica de puntos de vista que él mismo había aceptado
anteriormente. En 1847, Marx declaró que "la teoría de los valores de
[David] Ricardo es la interpretación científica de la vida económica
real" (33). En /Los principios de la economía política/, Ricardo había
argumentado que "el valor de una mercancía... depende de la cantidad
relativa de trabajo que es necesaria para su producción". Con esto, se
refería "no sólo al trabajo aplicado inmediatamente a las mercancías",
sino también al trabajo "otorgado a la ejecución, las herramientas y los
edificios con los que dicho trabajo es realizido". En consecuencia, los
valores relativos de las diferentes mercancías se determinaban por "la
cantidad total de trabajo necesario para fabricarlas y llevarlas al
mercado". Esta era "la regla que determina las cantidades respectivas de
mercancías que se darán a cambio unas de otras" (34).
Marx siguió a Ricardo en sus primeros trabajos. "Las fluctuaciones de la
oferta y la demanda", escribió Marx en /Trabajo asalariado y capital/,
"restablecen continuamente el precio de una mercancía al coste de
producción" (es decir, a su "precio natural"). Esta era la teoría del
valor de Ricardo: la "determinación del precio por el coste de
producción equivale a la determinación del precio por el tiempo de
trabajo necesario para la fabricación de una mercancía". Además, esta
regla se aplicaba también a la determinación de los salarios, que
estaban "/determinados por el coste de producción, por el tiempo de
trabajo necesario para producir esta mercancía-trabajo/" (35). El mismo
punto se planteó en el /Manifiesto Comunista/ de 1848: "El precio de una
mercancía, y por lo tanto también del trabajo, es igual a su coste de
producción" (36).
En la década de 1850, sin embargo, Marx comenzó a desarrollar una nueva
interpretación. En los cuadernos escritos en 1857-58, que constituyen
los /Grundrisse/, comenzó su crítica de la economía política clásica.
Marx concluyó los /Grundrisse/ anunciando que el punto de partida para
el análisis tenía que ser no el valor (como empezó Ricardo), sino la
mercancía, que "aparece como unidad de dos aspectos" -el valor de uso y
el valor de cambio (37). La mercancía y, en particular, su doble
aspecto, es el punto de partida de su crítica y cómo comienza tanto su
/Contribución a la crítica de la economía política/ (1859) como /El
Capital/ (38).
*Los mejores temas de /El Capital/*
La ley del valor como "ley reguladora de la naturaleza" no era uno de
los mejores aspectos de /El Capital/, ni uno de los "elementos
fundamentalmente nuevos del libro". Después de todo, si la ley del valor
es la tendencia de los precios de mercado a acercarse a un equilibrio de
la misma manera que "la ley de la gravedad se sostiene a sí misma",
entonces esta "ley reguladora de la naturaleza" ya estaba presente en
Ricardo.
Más bien, lo que Marx argumentó en /El Capital/ es que /la economía
política clásica no entendía el valor/. "En lo que se refiere al valor
en general, la economía política clásica, de hecho, en ninguna parte
distingue explícitamente y con una conciencia clara entre el trabajo tal
como aparece en el valor de un producto, y el mismo trabajo tal como
aparece en el valor de uso del producto" (39). Pero esa distinción,
declaró Marx a Engels en agosto de 1867, es "fundamental para toda
comprensión de los HECHOS"! Ese "/doble carácter del trabajo/", indicó,
es uno de los "mejores aspectos de mi libro" (y, de hecho, el mejor tema
del primer volumen de El Capital) (40).
Marx hizo el mismo comentario en la primera edición del primer volumen
de /El Capital/ sobre el doble carácter del trabajo en las mercancías:
"este aspecto, que soy el primero en haber desarrollado de manera
crítica, es el punto de partida del que depende la comprensión de la
economía política" (41). Escribiendo de nuevo a Engels en enero de 1868,
Marx describió su análisis del doble carácter del trabajo representado
en las mercancías como uno de los "tres elementos fundamentalmente
nuevos del libro". Todos los economistas anteriores, al no haber visto
esto, estaban "obligados a toparse con lo inexplicable en todas partes".
Este es, de hecho, todo el secreto de la concepción crítica" (42).
El secreto de la concepción crítica, el punto de partida para la
comprensión de la economía política, la base para toda comprensión de
los hechos, /-¿qué hizo tan importante la revelación del doble carácter
del trabajo en las mercancías?/ Muy sencillamente, es el reconocimiento
de que el trabajo real, específico, concreto, todas esas horas de
trabajo real que se han dedicado a producir una mercancía concreta, en
sí mismas /no tienen nada que ver con su valor/. No se pueden sumar las
horas de trabajo del carpintero al trabajo contenido en los medios de
producción consumidos y obtener el valor de la mercancía del carpintero.
Ese trabajo específico, más bien, ha ido a parar a la producción de una
cosa para su uso, también conocido como valor de uso. Además, no se
pueden explicar los valores relativos contando la cantidad de trabajo
específico que contienen los distintos valores de uso. Si no distingues
claramente entre los dos aspectos del trabajo en la mercancía, no has
entendido la crítica de Marx a la economía política clásica.
*La teoría monetaria del trabajo de Marx*
"Tenemos que llevar a cabo una tarea", anunció Marx, "que ni siquiera ha
intentado nunca la economía burguesa" (43). Esa tarea era desarrollar su
teoría del dinero, en particular, revelar que el dinero es el
representante social del trabajo agregado en las mercancías. Para ello,
Marx demostró que: 1) el concepto de dinero está latente en el concepto
de mercancía y 2) que el dinero representa el trabajo abstracto en una
mercancía y que la manifestación de este último, su /única/
manifestación, es el precio de la mercancía.
Si sumar las horas de trabajo concreto para producir una mercancía no
revela su valor, ¿qué lo hace? Nada, si se trata de una sola mercancía.
"Podemos retorcer y girar una mercancía como queramos, pero sigue siendo
imposible comprenderla como algo que posee valor" (44). Sólo podemos
aproximarnos a la comprensión del valor de una mercancía considerándola
/en una relación/. La forma más simple (pero no desarrollada) de esta
relación es como valor de cambio: el valor de la mercancía A es igual a
x unidades de la mercancía B, donde B es un valor de uso. Siempre
conocimos A como un valor de uso, pero ahora conocemos el /valor/ de A a
partir de su equivalente en B. (Si lo invirtiéramos, diríamos que el
valor de B es igual a 1/x unidades de A, y aquí A es el equivalente). La
segunda mercancía, el equivalente, es un espejo del valor de la primera
mercancía. Es a través de esta relación social que podemos entender la
mercancía como algo que posee valor.
Una vez establecido que el valor de una mercancía se revela a través de
su equivalente, Marx procede lógicamente paso a paso a establecer la
existencia de una mercancía que sirve como equivalente para /todas/ las
mercancías, es decir, es la /forma general del valor/. De ahí a revelar
/la forma monetaria del valor/ hay un minipaso: el dinero como
equivalente universal, el dinero como representante del valor (45). En
resumen, una vez que empezamos a analizar una sociedad de intercambio de
mercancías, somos dirigidos al concepto de dinero. Esto es lo que Marx
identifica como su tarea: "Tenemos que mostrar el origen de esta forma
de dinero, tenemos que trazar el desarrollo de esta expresión de la
relación de valor de las mercancías desde el esbozo más simple, casi
imperceptible, hasta la deslumbrante forma de dinero. Una vez hecho
esto, el misterio del dinero desaparecerá inmediatamente" (46). Pero
esto era un libro cerrado para los economistas clásicos; "Ricardo",
comentó Marx años más tarde, "de hecho sólo se ocupó del trabajo /como
medida de la magnitud del valor/ y, por lo tanto, no encontró ninguna
conexión entre su teoría del valor y la esencia del dinero" (47).
Pero, ¿qué es el dinero? Para entender el dinero, tenemos que volver al
doble carácter del trabajo en las mercancías, ese punto del que depende
la comprensión de la economía política. Sabemos que el trabajo concreto
y específico produce valores de uso específicos. En la medida en que el
trabajo es concreto, no podemos comparar mercancías que contienen
diferentes calidades de trabajo. Pero podemos compararlas si nos
/abstraemos de sus especificidades/, es decir, si las consideramos como
si contuvieran trabajo en general, trabajo abstracto, "trabajo humano
igual, el gasto de idéntica fuerza de trabajo humano" (48). El trabajo
agregado de la sociedad es un compuesto de muchos "modos diferentes de
trabajo humano": La "forma completa o total de aparición del trabajo
humano está constituida por la totalidad de sus formas particulares de
aparición " (49). Esa "masa homogénea de fuerza de trabajo humano", ese
trabajo universal, uniforme, abstracto, social en general, "trabajo
humano puro y simple", entra en cada mercancía (50).
Pensemos en el trabajo agregado en las mercancías como el llamado
trabajo gelatinoso, como si estuviera formado por una serie de unidades
idénticas y homogéneas. Una cierta cantidad de este trabajo gelatinoso
entra en cada mercancía. El valor de una mercancía viene determinado por
la cantidad de este trabajo gelatinoso -la cantidad de trabajo
homogéneo, universal y abstracto, esa "sustancia social" común- que
contiene. Obviamente, no podemos sumar el trabajo gelatinoso
simplemente, como podríamos intentar con el trabajo concreto. Entonces,
¿cómo podemos ver el valor de una mercancía? /Ya hemos respondido a esta
pregunta/. El valor de una mercancía (es decir, el trabajo homogéneo,
general y abstracto de la mercancía) está representado por la cantidad
de dinero, que es su equivalente. En efecto, la /única/ forma en que
puede manifestarse el valor de las mercancías es la forma-dinero.
Toda sociedad obtiene las cantidades de productos correspondientes a las
distintas cantidades de sus necesidades dedicando a su producción una
parte del tiempo de trabajo disponible. Como se ha señalado
anteriormente, "en la medida en que la sociedad quiere satisfacer sus
necesidades, y hacer producir un artículo con este fin, tiene que pagar
por él... [y] los compra con una determinada cantidad del tiempo de
trabajo de que dispone" (51). ¿Cómo satisfacemos nuestras necesidades
dentro del capitalismo? Las compramos con el /representante/ del trabajo
social total en mercancías: el dinero.
*Ignorancia tanto del tema de discusión como del método científico*
Como escribe Michael Heinrich, "muchos marxistas tienen dificultades
para entender el análisis de Marx". Al igual que los economistas
burgueses, "intentan desarrollar una teoría del valor sin referencia al
dinero"(52). Sin embargo, es un poco difícil entender por qué, dadas las
críticas de Marx a la economía política clásica sobre este mismo punto.
Ricardo, comentaba Marx, no había entendido "ni siquiera planteado como
problema" la "conexión entre el valor, su medida inmanente -es decir, el
tiempo de trabajo- y la necesidad de una medida /externa/ de los valores
de las mercancías". Ricardo no examinó el trabajo abstracto, el trabajo
que "se manifiesta en los valores de cambio: la naturaleza de /este
trabajo/". Por lo tanto, no comprende la conexión de este trabajo con el
/dinero/ o que debe asumir la forma de /dinero/" (53).
Por eso Marx emprendió su tarea de "mostrar el origen de esta forma de
dinero" y resolver "el misterio del dinero", una tarea "jamás intentada
siquiera por la economía burguesa". Necesitamos comprender la naturaleza
del dinero, y cómo pasamos del valor directamente al dinero. Como
explicó en el capítulo 10 del tercer volumen de /El Capital/:
"al tratar del dinero suponíamos que las mercancías se venden a sus
valores; no había razón alguna para considerar precios que divergieran
de los valores, ya que nos ocupábamos simplemente de los cambios de
forma que experimentan las mercancías cuando se convierten en dinero y
luego vuelven a transformarse de dinero en mercancías. En el momento en
que una mercancía se vende de alguna manera y se compra una nueva
mercancía con los ingresos, tenemos ante nosotros la metamorfosis
completa, y es completamente irrelevante si el precio de la mercancía
está por encima o por debajo de su valor. El valor de la mercancía sigue
siendo importante como base, ya que cualquier comprensión racional del
dinero tiene que partir de este fundamento, y el precio, en su concepto
general, es simplemente el valor en forma de dinero" (54).
Para comprender por qué Marx consideraba esencial resolver el misterio
del dinero, ayuda entender su método de derivación dialéctica. Al igual
que G. W. F. Hegel, al examinar conceptos particulares, descubrió que
contenían un segundo término implícito en ellos; procedió entonces a
considerar la unidad de los dos conceptos, trascendiendo así la
unilateralidad de cada uno y avanzando hacia conceptos más ricos. De
este modo, Marx analizó la mercancía y descubrió que contenía latente en
su interior el concepto de dinero, la forma independiente del valor, y
que la mercancía se diferenciaba en mercancía y dinero. Además,
considerando esa relación de mercancía y dinero desde todos los ángulos,
Marx descubrió el concepto de capital (55).
El concepto de capital, en resumen, no cae del cielo. Está marcado por
las categorías precedentes. Puesto que el dinero es el representante del
trabajo abstracto, del trabajo agregado homogéneo de la sociedad, el
capital debe entenderse como una /acumulación/ de trabajo homogéneo y
abstracto. Al entender el dinero como latente en las mercancías,
rechazamos la imagen del dinero yuxtapuesto externamente a las
mercancías como en la economía política clásica y, por tanto,
reconocemos que el trabajo abstracto está siempre presente en el
concepto de capital.
Sin embargo, todas las acumulaciones de trabajo abstracto no son
capital. Para que correspondan al concepto de capital, deben estar
impulsadas por el ímpetu de crecer y deben tener valor autoexpansivo (es
decir, *M-C-M'*). ¿Cómo es posible, sin embargo, en el supuesto de
intercambio de equivalentes? ¿De dónde procede el valor adicional, la
plusvalía? Las dos preguntas expresan lo mismo: en un caso, en forma de
trabajo objetivado; en el otro, en forma de trabajo vivo, fluido (56).
La respuesta a ambas es que, con la disponibilidad de fuerza de trabajo
como mercancía, el capital puede ahora asegurarse trabajo adicional
(abstracto). Esto no se debe a alguna cualidad oculta de la fuerza de
trabajo, sino a que, al comprar fuerza de trabajo, el capital se
encuentra ahora en una relación de "supremacía y subordinación" con
respecto a los trabajadores, una relación que trae consigo la
/"compulsión a realizar trabajo excedente"/ (57). Esa compulsión,
inherente a las relaciones capitalistas de producción, es la fuente del
crecimiento del capital.
Consideremos la plusvalía absoluta centrándonos en el "trabajo vivo y
fluido". El valor de la fuerza de trabajo, o trabajo necesario, en un
momento dado representa la parte del trabajo social agregado que se
destina a los trabajadores. El resto del trabajo social es captado por
los capitalistas. Cuando el capital utiliza su poder para aumentar la
duración o la intensidad de la jornada laboral, el trabajo social total
aumenta; suponiendo que el trabajo necesario permanezca constante, el
capital es el único beneficiario. La relación entre el trabajo excedente
y el trabajo necesario -la tasa de explotación- aumenta.
Otra posibilidad es aumentar la productividad del trabajo. Para producir
la misma cantidad de valores de uso, se requiere menos trabajo total. En
consecuencia, el aumento de la productividad trae consigo la posibilidad
de reducir la jornada laboral (posibilidad que no se da en el
capitalismo). Si, por el contrario, el trabajo social agregado permanece
constante, ¿quién sería el beneficiario de ese aumento de la
productividad? Suponiendo que la clase obrera esté atomizada y el
capital sea capaz de dividir suficientemente a los trabajadores, el
capital obtiene plusvalía relativa porque el trabajo necesario
disminuye. Alternativamente, en la medida en que los trabajadores estén
suficientemente organizados como clase, se beneficiarán de los aumentos
de productividad con un aumento de los salarios reales al caer el valor
de las mercancías. En /El Capital/, esta segunda opción está
esencialmente excluida porque, siguiendo a los economistas clásicos,
Marx partía de la base de que la norma de necesidad viene dada y es fija
(58).
En resumen, tenemos que entender el dinero si queremos entender el
capital, y para ello tenemos que comprender el doble carácter del
trabajo que entra en una mercancía. Desgraciadamente, muchos marxistas
no captan la distinción "entre el trabajo tal como aparece en el valor
de un producto, y el mismo trabajo tal como aparece en el valor de uso
del producto" -la distinción que Marx consideraba "fundamental para
/toda/ comprensión de los HECHOS". Como resultado, ofrecen una "teoría
del valor sin referencia al dinero", lo que Heinrich llama "teorías
premonetarias del valor", que yo considero teorías premarxianas del
valor o teorías ricardianas del valor (59).
Los marxistas ricardianos no comprenden la lógica de Marx, o cómo Marx
pasa lógicamente de lo abstracto a lo concreto. El problema es
particularmente evidente cuando se trata del llamado problema de la
transformación. Lo que no entienden los que intentan calcular la
transformación de los valores en precios de producción es que, en lugar
de transformar los valores realmente existentes, los precios de
producción son simplemente un desarrollo /lógico/ más del valor (60). El
movimiento /real/ es de los precios de mercado a los precios de
equilibrio, es decir, los precios de producción. Como hemos visto, así
es como la ley del valor asigna el trabajo agregado en mercancías, de
forma similar a una ley de la gravedad. El fracaso de estos marxistas
para distinguir entre lo lógico y lo real demuestra su "completa
ignorancia tanto del tema en discusión como del método de la ciencia."
*Notas*
En las notas hemos mantenido las citas del artículo original de la
/Monthly Review/.
En el caso que exista traducción al español, a continuación damos los
datos de la misma. Salvo error u omisión, en caso que haya más de una
traducción hacemos referència a la última.
- Michael Einrich: /Crítica de la economía política. Una introducción a
El Capital de Marx/, Guillermo Escolar Editor, 2ª edición, 2018.
- Michael Einrich: /¿Cómo leer El Capital de Marx?. Indicaciones de
lectura i comentario del comienzo de El Capital/, Guillermo Escolar
Editor, 3ª edición, 2020, Madrid.
- Karl Marx: /Elementos fundamentales para la crítica de la economía
política. Grundrisse 1857-1858/, 3 volúmenes, Siglo Veintiuno Editores,
2013, Madrid.
- Karl Marx: /El Capital/, 3 volúmenes, Siglo Veintiuno Editores, 2021.
- Karl Marx: /Crítica al Programa de Gotha/, 1875, en
https://www.marxists.org/espanol/m-e/1870s/gotha/critica-al-programa-de-... <https://www.marxists.org/espanol/m-e/1870s/gotha/critica-al-programa-de-gotha.htm> (consultado el 7 de septiembre de 2023). También se pueden encontrar ediciones antiguas de segunda mano u otras en pdf.
- Karl Marx i Frederich Enfels: /El Manifiesto Comunista/, Planeta, 2019.
- Michael A. Lebowitz: /La alternativa socialista. El verdadero
desarrollo humano/ . Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2015.
- Karl Marx: /Teorías sobre la plusvalía/, 3 tomos, Fondo de Cultura
Económica, Buenos Aires, 1980.
- David Ricardo: /Principios de economia política y tributación/, Fondo
de Cultura Económica, 2020, 9ª reimpresión, México.
- Karl Marx: /Trabajo asalariado y capital/, 1849, en
https://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/49-trab2.htm
<https://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/49-trab2.htm> (consultado el
7 de septiembre de 2023). También se pueden encontrar ediciones antiguas
de segunda mano u otras en pdf.
- Karl Marx: /Notas marginales al Tratado de economía política de Adolph
Wagner/, Cuadernos de Pasado y Presente, 97, 1982, México. Se puede
encontrar en formato pdf en
https://proletarios.org/books/Marx-Notas_sobre_Wagner.pdf
<https://proletarios.org/books/Marx-Notas_sobre_Wagner.pdf>
- Michael A. Lebowitz: /Más allà de El Capital. La economia política de
la clase obrera en Marx/, Akal, 2005, Madrid.
(1) En su excelente introducción e interpretación de /El Capital/,
Michael Heinrich critica el marxismo tradicional y que intenta ser una
cosmovisión en /An Introduction to the Three Volumes of Karl Marx's
Capital/ (Nueva York: Monthly Review Press, 2012). Heinrich expone
además intensamente las primeras secciones del primer volumen de El
Capital en Michael Heinrich, /How to Read Marx's Capital/ (Nueva York:
Monthly Review Press, 2021).
(2) Karl Marx y Federico Engels, /Collected Works /(New York:
International Publishers, 1975), vol. 43, 68.
(3) Karl Marx, /Capital/, vol. 1 (Londres: Penguin, 1977), 169-70.
(4) Karl Marx, /Capital/, vol. 3 (Londres: Penguin, 1981), 288.
(5) Marx, /Capital/, vol. 1, 171.
(6) Marx, /Capital/, vol. 1, 172.
(7) Karl Marx, /Grundrisse/ (Londres: Penguin, 1973), 171-72.
(8) Marx, /Capital/, vol. 1, 173.
(9) Marx, /Capital/, vol. 1, 772; Marx, /Grundrisse/, 488, 541, 708;
Karl Marx, /Critique of the Gotha Programme/ en Marx y Engels, /Selected
Works/, vol. 2 (Moscow: Foreign Languages Press, 1962), 24.
(10) Marx y Engels, /Collected Works/, vol. 6, 506.
(11) Marx, /Grundrisse/, 158-59.
(12) Sobre esta visión de la sociedad socialista, véase Michael A.
Lebowitz, /The Socialist Alternative: Real Human Development/ (Nueva
York: Monthly Review Press, 2010) y Michael A. Lebowitz, /Between
Capitalism and Community/ (Nueva York: Monthly Review Press, 2020).
(13) La discusión sobre el productor de mercancías individual se aplica
también a los productores de mercancías colectivos o de grupo (como en
el caso de las cooperativas).
(14) Marx, /Grundrisse/, 156-58.
(15) Marx/, Capital/, vol. 3, 288-89.
(16) Marx, /Capital/, vol. 1, 170.
(17) Marx y Engels, /Collected Works/, vol. 43, 68.
(18) Marx, /Capital/, vol. 1, 476. Es importante tener en cuenta la
distinción entre el trabajo agregado en las mercancías y el trabajo
agregado en la sociedad en su conjunto.
(19) Marx, /Capital/, vol. 1, 476.
(20) Marx, /Capital/, vol. 1, 168.
(21) Marx, /Capital/, vol. 1, 476.
(22) Marx, /Capital/, vol. 1, 1051.
(23) Marx, /Capital/, vol. 3, 895.
(24) Karl Marx, /Theories of Surplus Value, Part II /(Moscow: Progress
Publishers, 1968), 209.
(25) Marx, /Capital/, vol. 3, 491.
(26) Marx, /Capital/, vol. 3, 490. Estamos describiendo aquí el llamado
capital gelatinoso.
(27) Marx, /Capital/, vol. 3, 298.
(28) Marx, /Capital/, vol. 3, 528, 491.
(29) Marx and Engels, /Collected Works/, vol. 43, 68.
(30) Marx and Engels, /Collected Works/, vol. 42, 515.
(31)Karl Marx, /Theories of Surplus Value, Part III /(Moscow: Progress
Publishers, 1971), 500.
(32) Marx, /Capital/, vol. 1, 173-74.
(33) Marx and Engels, /Collected Works/, vol. 6, 121, 123–24.
(34) David Ricardo, The Principles of Political Economy and Taxation
(Homewood: Richard D. Irwin, Inc., 1963), 5-6, 12-13, 42.
(35) Karl Marx, /Wage Labour and Capital /in Marx and Engels, /Collected
Works/, vol. 9, 208–9.
(36) Marx and Engels, /Collected Works/, vol. 6, 491. Aquí, Marx aceptó
la simetría de Ricardo en la producción de sombreros y hombres, y
continuó manteniendo esa posición en /El Capital/. Para una crítica,
véase Lebowitz, "The Burden of Classical Political Economy" en Lebowitz,
/Between Capitalism and Community/, capítulo 6.
(37) Marx, Grundrisse, 881.
(38) En el momento de escribir /El Capital/, sin embargo, Marx había
pasado a identificar esa doble naturaleza de la mercancía como valor de
uso y valor y explicó que el valor de cambio es simplemente la forma
necesaria que adopta el valor.
(39) Marx, /Capital/, vol. 1, 173n.
(40) Marx and Engels, /Collected Works/, vol. 42, 407.
(41) Albert Dragstedt, /Valor: Studies by Karl Marx/ (London: New Park
Publications, 1976), 11.
(42) Marx and Engels, /Collected Works/, vol. 42, 514.
(43) Marx, /Capital/, vol. 1, 139.
(44) Marx, /Capital/, vol. 1, 138.
(45) En la economía política clásica y en la época de Marx, el oro era
la mercancía-dinero; sin embargo, la teoría del dinero de Marx sólo
requiere la aceptación social como equivalente universal.
(46) Marx, /Capital/, vol. 1, 139.
(47) Karl Marx, “Marginal Notes on Adolph Wagner’s /Lehrbuch der
Politschen Oekonomie/” en Dragstedt, /Value/, 204.
(48) Marx, /Capital/, vol. 1, 129.
(49) Marx, /Capital/, vol. 1, 157.
(50) Marx, /Capital/, vol. 1, 129.
(51) Marx, /Capital/, vol. 1, 288.
(52) Heinrich, /An Introduction to the Three Volumes of Karl Marx’s
//Capital/, 57, 63-64.
(53) Marx, /Theories of Surplus Value, Part II/, 164, 202.
(54) Marx, /Capital/, vol. 3, 294-95.
(55) Véase la discusión sobre la derivación del capital en Michael A.
Lebowitz, /Beyond Capital: Marx's Political Economy of the Working Class
/(New York: Palgrave Macmillan, 2003), 55-60.
(56)"La tasa de plusvalía es, pues, una expresión exacta del grado de
explotación de la fuerza de trabajo por el capital, o del obrero por el
capitalista". Marx, /Capital/, vol. 1, 326.
(57) Marx, /Capital/, vol. 1, 1026-27.
(58) Véase Lebowitz, /Between Capitalism and Community/, chapter 7.
(59) Heinrich, /An Introduction to the Three Volumes of Karl Marx’s
//Capital/, 57, 63-64.
(60) Como indica Heinrich, la transformación de los valores "representa
un avance conceptual de la forma-determinación de la mercancía".
Heinrich, /An Introduction to the Three Volumes of Karl Marx’s /Capital,
148-49.
*El presente manuscrito fue enviado por primera vez a /Monthly Review/
en marzo de 2023. Fué publicado en el Volumen 75, número 4, septiembre
de 2023 de la /Monthly Review/*
Michael A. Lebowitz <https://sinpermiso.info/autores/michael-a-lebowitz>
fue profesor de Economía en la Universidad Simon Fraser de Vancouver
hasta su fallecimiento el 19 de abril de 2023. Para más información
sobre su vida y obra, véanse las “Notes from the Editors,” Monthly
Review, July–August 2023.
Fuente:
https://monthlyreview.org/2023/09/01/what-every-child-should-know-about-marxs-theory-of-value/
Temática:
Marxismo <https://sinpermiso.info/tematica/Marxismo>
Teoría económica
<https://sinpermiso.info/tematica/Teor%C3%ADa-econ%C3%B3mica>
Traducción:
Antoni Soy
Em
Sinpermiso
https://sinpermiso.info/textos/lo-que-todos-los-ninos-deberian-saber-sobre-la-teoria-del-valor-de-marx
7/9/2023
terça-feira, 5 de setembro de 2023
Que tal uma guerra mundial?
Dmitry Orlov [*]
Passaram mais de 18 meses desde o lançamento da Operação Militar
Especial (OME) da Rússia, que tem os seguintes objetivos declarados:
garantir a segurança da região de Donbass, desmilitarizar e desnazificar
a Ucrânia e assegurar perpetuamente o seu estatuto de neutralidade.
Desde essa altura, o Ocidente coletivo fez uma série de coisas para
ajudar a Rússia e para se prejudicar a si próprio. As sanções
anti-russas, por exemplo, conseguiram muitas coisas: expulsaram grande
parte da "quinta coluna" russa e fizeram com que grande parte dela
abandonasse o país; motivaram numerosas empresas ocidentais a deixarem
de fazer negócios na Rússia, vendendo as suas ações a empresas russas a
preços de saldo; a negação de acesso à rede bancária SWIFT e os ataques
especulativos à moeda russa isolaram-na financeiramente do Ocidente e
impediram a expatriação de lucros e várias formas de fuga de capitais,
derrubando a inflação na maioria dos sectores (os veículos de
passageiros são uma exceção); e as grandes perturbações que as sanções,
juntamente com a explosão do gasoduto Nord Stream por Biden, causaram
nos mercados mundiais de energia, fizeram aumentar as receitas de
exportação da Rússia a um nível bastante embaraçoso. Assim, a Rússia
está agora a crescer economicamente, tem muito dinheiro para investir em
infraestruturas como estradas e pontes (incluindo novas linhas
ferroviárias de alta velocidade), escolas, jardins de infância e
hospitais, etc, enquanto o Ocidente coletivo, em resultado dos seus
danos auto-infligidos, está a afundar-se cada vez mais na
recessão/depressão e, o que é pior, está a ser forçado a
desindustrializar-se devido aos custos muito mais elevados da energia.
Como último golpe de faca auto-infligido, a Europa (Espanha e Bélgica,
especificamente, mas através delas grande parte do resto) está a
importar enormes quantidades de gás natural liquefeito russo, que é
muito mais caro e, por conseguinte, muito mais rentável do que o gás
canalizado que substituiu.
Para o caso de não estar impressionado com o brilhantismo dos esforços
do Ocidente para isolar e enfraquecer economicamente a Rússia,
consideremos a parte militar do conflito. O plano inicial era que as
forças ucranianas expulsassem os russos dos seus territórios,
reafirmando o controlo sobre as regiões separatistas de Donetsk e
Lugansk e recapturando a Crimeia, que se tinha tornado uma região da
Rússia em 2014. Como recompensa pelo seu valor, a Ucrânia seria
autorizada a aderir à NATO e à UE e a viver infeliz para sempre – tal
como qualquer outra nação despovoada e empobrecida da UE, como a Roménia
ou a Bulgária (mas não era suposto dizer essa parte em voz alta).
Entretanto, a perda maciça de prestígio sofrida pelo ditador russo Putin
minaria a sua autoridade, varrê-lo-ia do poder e permitiria ao
Departamento de Estado dos EUA e a várias ONGs ocidentais dividir a
Rússia em regiões de tamanho reduzido, cada uma delas ansiosa por vender
tudo o que tem às corporações transnacionais.
A fase I deste plano consistia numa blitzkrieg ucraniana lançada contra
Donetsk, que era adequadamente defendida pela sua força de defesa
voluntária, que incluía um certo número de voluntários russos do outro
lado da fronteira, mas que não estava equipada para lidar com tal
investida. As forças armadas ucranianas tinham passado vários anos a
armar-se e a treinar-se para este evento, que estava previsto para março
de 2022. Mas, apenas duas semanas antes da data de lançamento não tão
secreta, Putin lançou subitamente o SMO e todos os planos bem concebidos
foram por água abaixo.
Depois de uma visita relâmpago às regiões ucranianas, descobriu-se que
grande parte da população tinha sido condicionada, ao longo dos últimos
30 anos, a odiar a Rússia e tudo o que era russo (ao mesmo tempo que a
maioria deles era e falava russo). Isto tornava-os maus candidatos a uma
futura cidadania russa. Descobriu-se também que o governo ucraniano não
se estava a render voluntariamente. Assim, os russos tentaram evitar
mais derramamento de sangue e fazer a paz com o país. Negociaram um
projeto de acordo de paz, retirando voluntariamente as suas forças da
região de Kiev como sinal de boa fé. Em resposta, os ucranianos
recusaram-se a aceitar o acordo que os seus representantes tinham
negociado... e recomeçaram a combater. Os russos retiraram-se então para
trás de uma linha defensável e prepararam-se para travar uma guerra de
desgaste, que continua até aos dias de hoje.
Entretanto, todas as regiões anteriormente ucranianas – não só Donetsk e
Lugansk, mas também Zaporozhye e Kherson – mostraram-se bastante
ansiosas por se separarem da Ucrânia e voltarem a juntar-se à Rússia, da
qual faziam parte desde o início do seu povoamento e desenvolvimento.
Realizaram referendos para ratificar esta decisão, que foi depois
inscrita na Constituição russa, apesar de partes do que é agora
território russo soberano estarem temporariamente ocupadas por forças
ucranianas.
Durante o verão de 2023, assistimos a um fracasso espetacular e
fabulosamente dispendioso da "contra-rota" ucraniana – a sua tentativa
falhada de recapturar as suas regiões, até então totalmente alienadas,
que resultou em várias centenas de milhares de baixas do lado ucraniano,
uma grande quantidade de blindados e outros armamentos, tanto
remanescentes da era soviética como doados pelo Ocidente, explodidos e
zero território ganho.
Os ucranianos são agora obrigados a recrutar os doentes, os coxos e os
idosos, os cobardes e os loucos, uma vez que a maioria dos homens
capazes já fez o seu melhor para fugir do país. Os que conseguem
recrutar são mal treinados, mal equipados e não têm muita vontade de
combater. São enviados para a batalha depois de terem sido drogados com
metanfetaminas, tanto as fornecidas pelos americanos como as produzidas
localmente, mas muitos deles não estão demasiado desejosos de lutar e
fazem o que podem para se renderem.
Num período de dois meses, as forças ucranianas não conseguiram
conquistar qualquer território. De facto, não conseguiram avançar sequer
até à primeira das três linhas defensivas russas. Os russos, por outro
lado, recuperaram tranquilamente o controlo de parte do território que
tinham desocupado quando se reagruparam numa postura defensiva e
começaram a escavar há quase um ano. Se as coisas continuarem como
antes, os russos podem muito facilmente recapturar Slavyansk e
Kramatorsk, depois do que não há nada a não ser estepe aberta até ao rio
Dniepr, onde, durante o inverno, tudo o que é vivo brilha nos
infravermelhos como uma vela no escuro, tornando-o bastante fácil de
atingir.
E agora vem uma notícia verdadeiramente espantosa: algumas pessoas no
Ocidente, incluindo alguns americanos, estão a começar a suspeitar que
os ucranianos não vão prevalecer contra a Rússia! O quê?! Os ucranianos
não receberam montes de armas semi-obsoletas, algum treino relativamente
inútil e, no total, qualquer coisa como 150 mil milhões de dólares de
apoio? Porque é que isso não seria suficiente para derrubar "uma estação
de serviço mascarada de país" (John McCain) cuja "economia está em
frangalhos" (Barack Obama)? É claro que uma boa parte desse dinheiro foi
parar aos amplos cofres do sindicato do crime de Biden, engraxando todas
as palmas das mãos pelo caminho, e muitas dessas armas foram
transacionadas no mercado negro, de modo que os cartéis de droga
mexicanos têm agora capacidades antitanque e antiaérea (Obrigado Joe
Biden!). Mas aos ucranianos foi-lhes dito que atacassem, e eles
atacaram, vezes sem conta, e morreram em massa e... nada? Não é embaraçoso?
Perante esta perda maciça de prestígio, os europeus, que os americanos
arrastaram pelo caminho róseo até ao depósito de lenha, onde lhes
fizeram coisas muito pouco naturais, e que agora se mostram na sua
maioria confusos e a olhar para os seus pés, enquanto os próprios
americanos permanecem na sua maioria em completa negação, repetindo
incessantemente o mantra "Apoiaremos a Ucrânia enquanto for necessário".
Necessário para quê? A morte sem sentido de cada um dos ucranianos? Como
Mike Tyson disse uma vez: "Toda a gente tem um plano até levar um murro
na boca". Bem, toda a gente acabou de levar um murro na boca. O plano da
América para a Ucrânia fracassou a todos os níveis e os americanos estão
a levar um murro todos os dias em que este conflito armado continua. No
entanto, eles persistem... Deve haver uma razão médica... Alzheimer, talvez?
Há também outras vozes a proporem várias coisas, mas ainda não li nem
ouvi nenhuma que expressasse o que seria necessário para pôr fim ao
conflito. Ao invés disso, temos um bocado de cacofonia. Com um pouco de
esforço, podemos dividi-la em vários cenários. Não gosto de cenários; a
palavra cheira a guiões, dramas e outras obras de ficção e fantasia.
Numa peça de teatro, um ator pode morrer em palco, ressuscitar a tempo
de subir ao palco e voltar a fazê-lo na noite seguinte; na vida, só se
morre uma vez. A História não é uma peça de teatro – é o destino – e o
facto de não o conhecermos de antemão não muda nada. Olhar para o futuro
como um conjunto de "cenários" esconde o facto de estar para além do
nosso controlo. Ainda assim, para o bem da discussão, chamemos-lhes
cenários e examinemos cada um deles.
O divertido e simpático Tucker Carlson, antigo membro da Fox News e
agora um agente livre, opinou que estamos a caminhar rumo à Terceira
Guerra Mundial. Tucker é um jornalista; os jornalistas repetem o que
ouvem de não-jornalistas (é o seu trabalho); e foi isso que Tucker ouviu
recentemente de Viktor Orbán, o primeiro-ministro da Hungria, que
entrevistou. Por sua vez, Orbán falou da Terceira Guerra Mundial num
esforço para chamar a atenção de outros líderes ocidentais, com os quais
está a encontrar cada vez menos causas comuns.
A Ucrânia, como o próprio Tucker salientou, não é de interesse vital
para os EUA. Fazia parte de um plano brilhante para desmembrar, engolir
e devorar a Rússia, mas uma vez que esse plano está agora em frangalhos,
por que não o anular e voltar à prancheta de desenho? No entanto, Tucker
não é o único a falar da Terceira Guerra Mundial – há também o coronel
reformado Douglas Macgregor e vários outros que procuram a atenção do
público, por isso vamos marcar a Terceira Guerra Mundial como um dos
cenários.
O problema da Terceira Guerra Mundial é encontrar alguém que a queira
começar. A Rússia certamente não quer, e ninguém mais quer. Começar a
Terceira Guerra Mundial implica duas coisas: ter o controlo de armas
nucleares estratégicas e ser suicida. E acontece que estes são conjuntos
disjuntos: ninguém chega a controlar fisicamente arsenais nucleares sem
primeiro passar num exame psicológico rudimentar. A tendência suicida é
um fator de desqualificação.
Mas suponhamos que o velho Joe Biden, num acesso de raiva senil, decide
acabar com tudo e pede que o "futebol" nuclear seja trazido para o Salão
Oval, porque quer lançar um primeiro ataque nuclear antecipativo
/(preemptive)/ contra a Rússia, a China, a Coreia do Norte e quem mais
estiver na lista de alvos. O que ele provavelmente receberia em vez
disso seria uma enfermeira com uma pílula num copo de plástico e um copo
de água e, quando os recebesse, já se teria esquecido do que havia
pedido, tomaria a pílula e adormeceria.
Ou suponhamos que alguns neoconservadores desesperados conspirassem para
fazer explodir uma bomba nuclear tática algures na Ucrânia e tentassem
atribuir a culpa à Rússia, sendo a sua especialidade os ataques de falsa
bandeira. A Rússia investigaria, chegaria às suas próprias conclusões,
comunicá-las-ia a todo o mundo, menos ao Ocidente (que já não acredita
em nenhuma das mentiras que o Ocidente dissemina regularmente), e
estaria tudo resolvido, exceto um enorme desastre humanitário e político.
Ou suponhamos que esse mesmo grupo de neoconservadores conspirasse para
fazer explodir uma ogiva nuclear tática algures no interior da Rússia.
Nesse caso, a Rússia exigiria que os americanos trouxessem as suas
cabeças – se não! E como a Rússia tem agora as armas para destruir
economicamente os EUA usando armas convencionais a partir de uma
distância segura, enquanto os EUA não têm essa capacidade, os americanos
obedeceriam tranquilamente.
Em suma, é muito difícil fazer com que as pessoas se suicidem se, à
partida, não forem suicidas. Há um poderoso instinto em ação.
Em seguida, temos o venerável cientista político americano John
Mearsheimer e o seu plano da Coreia do Norte para a Ucrânia. Mearsheimer
propõe congelar perpetuamente o conflito ao longo da atual linha da
frente, como acontece entre as Coreias do Norte e do Sul. A parte russa
da antiga Ucrânia permaneceria russa e a parte ucraniana tornar-se-ia um
protetorado dos EUA, aderiria à NATO e acolheria bases militares
americanas – se continuarmos com a analogia coreana.
O plano é de certa forma admirável: acabaria com o derramamento de
sangue; daria aos russos o que Mearsheimer pensa que eles querem; e
agradaria infinitamente ao complexo militar-industrial-congressual dos
EUA, dando-lhe outro recreio permanente no estrangeiro onde desperdiçar
fundos públicos enquanto se faz de líder mundial. Acima de tudo,
permitiria aos americanos salvar a face: não conseguiram destruir a
Rússia, mas pelo menos teriam algumas bases militares mesmo ao lado
dela, onde poderiam esperar e fazer esquemas. A Ucrânia nunca se
tornaria um centro industrial de alta tecnologia como a Coreia do Sul; o
mais provável é que se tornasse como o Kosovo – um Estado mafioso étnico
sem lei com uma enorme base militar americana como peça central. Suponho
que até poderiam construir uma base naval em Odessa ou Nikolaev. Vamos
classificar o sonho de Mearsheimer como o segundo cenário.
O problema com este cenário é que não é isso que os russos querem.
Porquê aceitar um cessar-fogo quando se está prestes a ganhar? E porquê
aceitar uma presença militar dos EUA nas suas fronteiras se o seu
objetivo declarado é garantir que a Ucrânia é desmilitarizada,
desnazificada e neutralizada? O plano de Mearsheimer pode parecer bom em
teoria, mas os seus méritos práticos são nulos.
Finalmente, temos os /peaceniks:/ os candidatos presidenciais Donald J.
Trump, Robert Kennedy Jr. e Vivek Ramaswami. Trump e Kennedy dizem que
querem uma relação pacífica e amigável com a Rússia, mas sabiamente
recusam-se a dizer como o vão conseguir. Trump disse que iria acabar
imediatamente com o conflito na Ucrânia mas, mais uma vez, não disse em
que termos. Ramaswami, por outro lado, disse algo sobre o assunto que
foi tão disparatado que alguns responsáveis russos muito sérios ainda se
riem disso: ele disse que permitiria que a Rússia mantivesse os seus
antigos territórios ucranianos (temporariamente) se, em troca, cessasse
a cooperação militar com a China!
Em primeiro lugar, para se estar em posição de permitir algo, também se
tem de estar em posição de negar esse algo. Definitivamente, não é esse
o caso aqui, pelo que o jovem e tolo Vivek está essencialmente a dizer
que permitiria que o sol brilhasse se isso fizesse com que a lua
orbitasse em torno de outro planeta. Ainda assim, a paz com a Rússia é
uma grande ideia e, por isso, vamos marcá-la como o terceiro cenário.
Mas isso é praticamente tudo o que podemos fazer, uma vez que, para além
da ideia tola de Vivek, só podemos adivinhar o que está a ser proposto,
mas o meu palpite é que continua a ser muito tolo. "Claro que passámos
quase uma década a armar, treinar e controlar um bando de nazis
assassinos que mataram e aterrorizaram o vosso povo, mas agora que
prevaleceram vamos deixar o passado para trás..." Que raio de disparate
é este? Trata-se de uma oferta velada de dinheiro de sangue? Em caso
afirmativo, quanto? Até os russos ouvirem um valor suficientemente
elevado (pagável em ouro, uma vez que já não gostam de dólares
americanos), não há muito a discutir.
*CENÁRIO OPERAÇÃO AFEGANISTÃO 2.0*
Quanto a mim, sou a favor de um quarto cenário, para o qual escolhi o
nome de código bastante transparente de "Operação Afeganistão 2.0". É um
cenário em que os americanos, basicamente, se baldam, fogem, penduram os
ucranianos a secar e dizem-lhes que o que resta do seu país,
irremediavelmente lixado, cabe aos russos e aos europeus resolver. Os
europeus começariam imediatamente a examinar visualmente os seus sapatos
enquanto conversam amigavelmente sobre o tempo, deixando apenas os russos.
Mas os Estados Unidos têm todos os motivos para reduzir as suas perdas
na Ucrânia. Os ucranianos – os que estão no poder – conseguiram
manipular os EUA para que lhes dessem uma quantidade ridícula de
dinheiro e armas, que usaram sobretudo para se enriquecerem enquanto
atiravam recrutas em bruto para as linhas defensivas russas, compravam
mansões na Suíça e em Miami, guardavam milhares de milhões em contas
offshore e por aí afora, porque tinham o material de Joe Biden e da sua
organização criminosa. Mas agora que as provas sobre a criminalidade de
Joe Biden já estão disponíveis e estão a ser gradualmente divulgadas ao
público, a sua capacidade de o chantagear desapareceu e é altura de os
cortar.
O meu plano é tão brilhante quanto simples: envolve não fazer exatamente
nada. Não há tropas para repatriar, não há 80 mil milhões de dólares de
equipamento militar para (não conseguir) transportar por via aérea de
volta para os EUA, nem sequer um grande grupo de serviçais afegãos, a
quem foi prometida a cidadania americana em troca dos seus serviços,
para abandonar vergonhosamente. É um plano perfeitamente exequível
porque exige que os funcionários americanos não façam absolutamente nada
– uma tarefa que tenho a certeza de que conseguem realizar. Está
perfeitamente de acordo com o meu princípio Zen favorito de Wúwèi (无为
/ 無爲) – ação através da inação.
Esta inação teria algumas consequências que podemos tentar mapear. Em
primeiro lugar, as forças armadas ucranianas desvanecer-se-iam, a
maioria dos soldados mudando simplesmente para um uniforme civil e indo
para casa, sem ninguém para os impedir. Em segundo lugar, a polícia
militar russa espalhar-se-ia pela paisagem ucraniana, reunindo os
criminosos de guerra ucranianos que têm processos penais pendentes na
Rússia, abrindo gradualmente caminho de leste para oeste. Talvez a
Rússia levantasse temporariamente a sua moratória sobre a pena de morte
por causa deles.
Depois, quando os nacionalistas/criminosos de guerra tiverem sido
suficientemente afastados para oeste, a Rússia organizaria referendos
nas várias regiões sobre a sua reintegração na Rússia. (A Ucrânia fez
parte da Rússia de 1654 a 1917, depois fez parte da URSS de 1922 até à
sua dissolução). A maioria dos ucranianos não é parva e, assim que a
propaganda se desvanecesse, votaria com as mãos e os pés para se juntar
à Rússia e colher todos os benefícios de uma cidadania russa. Suponho
que a Rússia também aceitaria a Transnístria (uma parte russa da
Moldávia) e a Gagaúzia [1] <#nt> (porque os gagauzes gostam dos russos e
não gostam muito de fazer parte da Moldávia).
Os vizinhos europeus da Rússia seriam então convidados a banquetear-se
com as restantes regiões mais ocidentais que nunca fizeram parte da
Rússia e que só aderiram à URSS após o fim da Segunda Guerra Mundial.
Imagino que teria de ser assinado um tratado – digamos, o Tratado de
Pinsk [2] <#nt>, numa conferência organizada pela Bielorrússia – que
dividiria equitativamente a parte mais ocidental da antiga Ucrânia entre
a Roménia, a Eslováquia, a Hungria e a Polónia.
Uma pequena parte permaneceria como um parque temático étnico para os
nacionalistas ucranianos que restassem, se ainda restasse algum,
completo com cabanas de lama caiadas de branco e com telhado de palha,
homens corpulentos de nariz vermelho, com a cabeça rapada exceto no
topete, mulheres espetacularmente gordas e voluptuosas com vestidos
floridos e porcos a chafurdar em poças de lama por todo o lado. Vendiam
toucinho de porco fumado e vodka de ameixa em bancas à beira da estrada,
cantavam canções melancólicas sobre um arbusto de arando e planeavam
secretamente torturar e matar toda a gente que não fosse como eles, mas
nunca estavam suficientemente sóbrios para fazer alguma coisa.
04/Setembro/2023
NT
[1] Gagáusia: parte da Moldávia cuja população é de origem turca.
[2] Pinsk: cidade, antes da Polónia, a sudoeste de Minsk, próxima
da fronteira com a Ucrânia. É um jogo de palavras pois Pinsk rima
Minsk, cidade onde foram assinados dois acordos que não foram
respeitados pela Ucrânia nem pelos seus garantes (a França e a
Alemanha).
[*] Escritor, russo.
A versão em inglês encontra-se em
boosty.to/cluborlov/posts/4e5b6af0-84be-46dd-b5fb-0bcd21df9ef1?from=email <https://boosty.to/cluborlov/posts/4e5b6af0-84be-46dd-b5fb-0bcd21df9ef1?from=email>.
Em
RESISTIR.INFO
https://www.resistir.info/russia/orlov_04set23.html
4/9/2023
segunda-feira, 4 de setembro de 2023
¿Por qué las cosas importan?
4 septiembre, 2023 by obsadmin
<https://observatoriocrisis.com/author/obsadmin/> Deja un comentario
<https://observatoriocrisis.com/2023/09/04/por-que-las-cosas-importan/#respond>
MICHAEL ROBERTS, ECONOMISTA BRITÁNICO
«A pesar de todo lo que nos dicen, vivimos en un mundo cada vez más
desmaterializado donde cada vez más valor reside en elementos
intangibles (aplicaciones, redes y servicios en línea), el mundo físico
sigue sustentando todo lo demás». Así comienza Ed Conway, editor de
economía de Sky TV, en su fascinante libro, _Material World._
<https://www.penguin.co.uk/books/446267/material-world-by-conway-ed/9780753559154>
<https://thenextrecession.files.wordpress.com/2023/09/mat-world.jpg>Su
tema subyacente es que “ cuando echas un vistazo a los balances de
nuestras economías, se advierte que, por ejemplo, cuatro de cada cinco
dólares generados en Estados Unidos se remontan al sector de servicios y
una fracción cada vez menor se atribuye a a la energía, la minería y la
manufactura”.
“ Casi todo, desde las redes sociales hasta el comercio minorista y los
servicios financieros, depende totalmente de la infraestructura física
que lo facilita y de la energía que lo impulsa. Pero, sin hormigón,
cobre y fibra óptica no habría centros de datos, ni electricidad, ni
internet. El mundo, me atrevo a decir, no se acabaría si Twitter o
Instagram dejaran de existir repentinamente; Sin embargo, si de repente
nos quedáramos sin acero o gas natural, la historia sería muy diferente”.
La división que hace Conway entre material e inmaterial no es correcta,
Como hemos demostrado G. Carchedi y yo en nuestro libro Capitalismo _del
siglo XXI,_
<https://www.plutobooks.com/9780745340883/capitalism-in-the-21st-century/> los productos del trabajo mental son tan materiales como las cosas que objetivamente están fuera de nuestra mente.
Las ideas pueden convertirse en uso material y mercantilizarse para
obtener capital. De hecho, como argumentó Marx, no se trata que estas
ideas materiales clave dejen de existir, sino que seguirán actuando
_porque si no se aplica ningún trabajo humano para usarlos, eso
significaría el fin del mundo._
<https://www.marxists.org/archive/marx/works/1868/letters/68_07_11-abs.htm>
Sin embargo, cuando uno lee el libro de Conway, recuerda que todo lo que
se dice acerca de los _«intangibles» son ahora la forma más importante
de inversión de los capitalistas_
<https://thenextrecession.wordpress.com/2019/01/08/assa-2019-part-2-the-radical-profitability-growth-and-crises/> y que podemos tener un _«capitalismo sin capital»_ <https://thenextrecession.wordpress.com/2017/12/10/capitalism-without-capital-or-capital-without-capitalism/> es una tontería o es una. realidad limitada al mundo financiarizado de Estados Unidos y otras economías del G7. La mayor parte de la economía mundial todavía se basa en la producción de cosas, «cosas» que pueden convertirse en mercancías a partir del trabajo de miles de millones.
“Es un lugar bastante encantador el mundo de ideas. En ese mundo etéreo
vendemos servicios, gestión y administración; creamos aplicaciones y
sitios web; transferimos dinero de una columna a otra; comerciamos
con consejos y utilizamos los móviles hasta para entrega de comida. Si
en el otro lado del planeta se están derribando montañas, esto no parece
especialmente relevante en el mundo etéreo de occidente”.
Y, sin embargo, Conway señala que en 2019, el mundo extrajo y explotó
más materiales de la superficie terrestre que la suma total de todo lo
que extrajimos desde los albores de la humanidad:
“En un solo año extrajimos más recursos que la humanidad en la gran
mayoría de su historia, desde los primeros días de la minería hasta la
revolución industrial, con guerras mundiales incluidas”.
Si bien el consumo de materiales está cayendo en naciones
postindustriales como Estados Unidos y el Reino Unido, en el otro lado
del mundo – en los países donde los estadounidenses y los británicos
importan la mayoría de sus productos – la elaboración material está
aumentando a un ritmo vertiginoso.
Y estos recursos no son sólo materiales energéticos. El petróleo y otros
combustibles fósiles sólo representan una fracción de la masa total de
recursos. Por cada tonelada de combustibles fósiles, el mundo extrae
seis toneladas de otros materiales, principalmente arena y piedra, pero
también metales, sales y productos químicos. Conway observa que «las
cosas importan» para el capital y los gobiernos que lo representan.
El mundo material, como lo llama Conway,está por detrás de la economía
global: “mezcla arena y piedras con cemento, añade un poco de agua y
tendrás hormigón, el material fundamental de las ciudades
modernas. Añádele grava y betún y tendrás asfalto, del que están hechas
la mayoría de las carreteras, es decir, aquellas que no están hechas de
hormigón. Sin silicio no podríamos fabricar los chips
de las computadoras que sustentan el mundo moderno. Derrita arena a una
temperatura suficientemente alta con los aditivos adecuados y
obtendrás vidrio. Resulta que el vidrio es uno de los grandes misterios
de la ciencia de los materiales; líquido o sólido tiene una estructura
atómica que aún no entendemos del todo. Y el vidrio que tienes en el
parabrisas es sólo el comienzo, ya que, tejido acompañado de resina, el
vidrio se convierte en fibra de vidrio: la sustancia con la que se
fabrican las palas de las turbinas eólicas. Refinado en alambres, se
convierte en la fibra óptica con la que se teje
Internet. Agreguémoslos litio a la mezcla y obtendrá un vidrio fuerte y
resistente; agréguele boro y obtendrá algo llamado vidrio borosilicato”.
Conway destaca sólo seis materiales clave que impulsan la economía
mundial en el siglo XXI: arena, sal, hierro, cobre, petróleo y
litio. Son los más utilizados y los más difíciles de sustituir. El
libro, Conway nos lleva en un viaje por la historia y la tecnología en
torno a estos recursos fundamentales .
Con la simple arena, fabricamos todo tipo de productos, con el
vidrio elaboramos hasta la fibra óptica: “es fácil convencernos que
hemos desmaterializado el mundo con la era de la información. Sin
embargo, nada de esto (videollamadas, búsquedas en Internet, correo
electrónico, servidores en la nube, streaming) sería posible sin algo
muy físico”.
Y de la arena surge el cemento: “actualmente hay más de 80 toneladas de
hormigón en este planeta por cada persona viva, unas 650 gigatoneladas
en total. Eso es más que el peso combinado de cada ser vivo del planeta:
cada vaca, cada árbol, cada ser humano, planta, animal, bacteria y
organismo unicelular. Luego está el silicio en la arena. Tiene
propiedades únicas que le permiten convertirse en vidrio; no sólo es lo
suficientemente fuerte como para sostener edificios en forma de
concreto; y es el material clave para los semiconductores”.
Este es uno de los factores de una de las contradicciones de la
producción de materias primas por parte del capital. La propiedad y el
control de arena, vidrio, cemento y silicio se concentran en unas pocas
empresas. Por ejemplo, TSMC, una empresa taiwanesa, fabrica los
procesadores ideados por Apple, Tesla, Nvidia o Qualcomm. Ahora son las
empresas más valiosas del mundo.
Solo hay un puñado de empresas capaces de fabricar chips de silicio
perfectas y sólo hay un sitio en el mundo capaz de fabricar arena de
cuarzo para los crisoles donde se cristalizan esas mini-
estructuras. Todo esto no sólo conduce a la concentración de la riqueza
en unas pocas manos sino también al conflicto político.
*Una cuestión de seguridad *
La Corporación estadounidense Spruce Pine tiene una posición hegemónica
en la producción de silicio para microchips: “ pero si sobrevolamos las
minas de Spruce Pine con un avión fumigador cargado con un polvo
especial, podríamos acabar con la producción mundial de semiconductores
y paneles solares en seis meses».
Y la producción de semiconductores está en el centro de _la guerra de
chips que se está gestando entre Estados Unidos y China,_
<https://thenextrecession.wordpress.com/2022/12/11/chips-the-new-arms-race/> es el principal esfuerzo del imperialismo estadounidense para estrangular la economía china.
Y luego está el calentamiento global, que Conway no duda en
recordarnos. “La maldición del hormigón es que es uno de los mayores
emisores de carbono del planeta. A pesar de toda la atención se presta a
otras fuentes de gases de efecto invernadero (como la aviación o la
deforestación) la producción de cemento genera más CO2 que esos dos
sectores combinados. La producción de cemento representa un asombroso
7-8 por ciento de todas las emisiones de carbono”.
Con la sal, Conway muestra que producimos sustancias químicas clave: la
utilizamos para producir soda cáustica que nos
permite fabricar papel, aluminio, y lo más importante el polo alcalino
sirve para fabricar jabón y detergentes. Sin sosa cáustica, no habría
papel, y sin cloruro de hidrógeno no existirían paneles solares ni chips
de silicio. Además está el cloro que purifica nuestra agua.
Pasamos al hierro y el acero, Conway nos recuerda que estos son los
metales definitivos que pueden fundirse y darles todo tipo de formas. Y
lo más esencial de todo, se pueden convertirse en herramientas. Ningún
otro metal es tan útil ni ofrece la misma combinación de resistencia,
durabilidad y disponibilidad.
Ahora, si vives en una economía desarrollada como Estados Unidos, Japón,
el Reino Unido o la mayor parte de Europa, tienes aproximadamente 15
toneladas de acero por persona en los automóviles, hogares, hospitales y
escuelas, en los clips de tu oficina y en los armamentos de tu nación.
De hecho, Conway señala que el acero es una buena medida para
explicar los niveles de vida y las diferencias tecnológicas entre las
naciones . En contraste con los niveles del mundo rico de 15 toneladas
por persona, la persona promedio en la China de hoy es de 7 toneladas de
acero.
“La persona promedio que vive en el África subsahariana tiene menos de
una tonelada de acero per cápita: “hablamos frecuentemente de brechas de
ingresos entre naciones, pero ¿qué pasa con la desigualdad en el
consumo de silicio, de fertilizantes, de cobre y la desigualdad en la
utilización del acero?”
Luego está el cobre. “Sin él, literalmente nos quedamos en la
oscuridad. Si el acero proporciona el esqueleto de nuestro mundo y el
hormigón su carne, entonces el cobre es el sistema nervioso de la
civilización, sin esos circuitos y cables, que nunca vemos, el mundo
no podría funcionar”. No podemos producir ni distribuir electricidad
sin cobre. Incluso los paneles solares contienen grandes cantidades de
cobre. En resumen, si tiene corriente eléctrica es gracias al cobre.
El cobre se extrae en algunos de los países más pobres del mundo y su
uso y producción están controlados por empresas con sede en los países
más ricos del mundo.
La cadena de valor agregado desde la minería del cobre hasta los
productos de consumo moderno está en manos de los mismos: “ los iPhones
de hoy son mucho más potentes que las computadoras de los sistemas del
Apolo que llevaron al hombre a la luna, o de las que se encuentran
en una computadora portátil. Si, el cobre sigue siendo fundamental”.
Conway señala dos cosas que la teoría del valor de Marx predijo: “
a medida que aumenta la cantidad de cosas que extraemos del suelo y las
convertimos en productos, la proporción de personas necesarias para que
esto suceda disminuye inexorablemente ”.
Por tanto, hay un aumento continuo en lo que Marx llamó la composición
orgánica del capital. Y el otro factor determinante es que la producción
capitalista no tiene en cuenta lo que los economistas
neoclasicos llaman _«externalidades»,_
<https://thenextrecession.wordpress.com/2020/01/27/the-value-in-gdp/> fenómeno también llamado en su jerga «daños colaterales” para medio ambiente y los humanos.
“No hay cuentas medioambientales ni análisis de flujo de materiales, que
cuenten el uso de estos recursos de la naturaleza. Incluso cuando las
Naciones Unidas hablan sobre cuánto está afectando a los humanos y al
planeta el cambio climático, una simple roca aparentemente estéril no
cuenta”.
De hecho, Conway analiza la contradicción entre la búsqueda de más
recursos materiales y su impacto en el medio ambiente. “Reducir nuestra
huella de carbono significará aumentar nuestra huella de consumo
debcobre. La buena noticia es que parte de eso puede provenir del
reciclaje. La mala noticia es que incluso si reciclamos prácticamente
todo lo que podamos de tuberías y cables viejos, todavía nos quedaríamos
desesperadamente escasos de lo que necesitamos”.
La misma cuestión se aplica a los combustibles fósiles. Conway señala
que justo antes que ocurriera la pandemia, poco más del 80 por ciento de
la energía primaria del mundo procedía de combustibles fósiles: carbón,
petróleo y gas.
“En el 2019 los combustibles para movilizarse solo proporcionaron el
1,5 por ciento de nuestra energía, esto significa que un kilogramo de
tomates de invernadero genera hasta 3 kilogramos de emisiones de
carbono. En otros términos en los últimos 13 años hemos producido más
plástico que toda la producción de las industrias de la petroquímica
desde que empezó a funcionar.
“ Salvo algunas caídas como con la pandemia de COVID-19 en 2020 y la
crisis del petróleo de principios de la década de 1970, la producción de
plástico ha tendido a seguir aumentando exponencialmente”.
Conway propone invertir en innovación tecnológica para superar esta
contradicción. Pero admite que “ no tiene sentido pretender que esto
será fácil o que se logrará sin algunos compromisos incómodos”. ¿O tal
vez debería considerar algo más dramático a través de un cambio
estructural en las relaciones sociales y la propiedad de los recursos
del mundo?
Por último, está el litio, la base material de la producción del
siglo XXI . El litio es esencial para el almacenamiento de baterías en
el transporte eléctrico y para una multitud de electrodomésticos
modernos que pueden funcionar sin electricidad.
Una vez más, el litio está en el centro de otra batalla por el poder
económico: “las reservas de este metal se concentran en un puñado de
naciones, por lo que mientras el resto del mundo entra en pánico por el
dominio de China en la cadena de suministros de baterías, muchos en
Beijing entran en pánico por la dependencia de China del resto del mundo
para sus materias primas.
Esto nos recuerda otro aspecto de la teoría del valor de Marx en
relación con las materias primas. Hay una tendencia a que el valor
incorporado en las mercancías caiga a medida que aumenta la
productividad del trabajo (es decir, disminuye el tiempo de trabajo
promedio necesario para producir las mercancías).
Conway se refiere a la ley de Wright: cada vez que la producción de un
artículo se duplica, su costo cae aproximadamente un 15 por
ciento. Y ley de Wright : “ha tenido un éxito inquietante a la hora de
explicar la caídas de los precios, desde los portacontenedores hasta los
plásticos especializados”.
Pero siempre existe el riesgo que los precios de las materias primas
aumenten de previo y perturben la rentabilidad del capital, lo que
provocará crisis de producción y afectará el nivel de vida de miles de
millones de personas. Marx vio esto como un factor decisivo en la
tendencia a la caída de la tasa de ganancia en la producción capitalista.
“Cuanto más se desarrolla la producción capitalista, con mayores medios
para un aumento repentino e interrumpido de la proporción de capital
constante, mayor es la sobreproducción relativa de capital fijo y más
frecuente la subproducción de factorias y materias primas, y mayor el
aumento de su precio y la reacción correspondiente” ( Marx El Capital
Vol. 3). La tasa de ganancia es, por lo tanto, inversamente proporcional
al valor de las materias primas.
_Como ha señalado José Tapia_
<https://www.ansp.org/~/media/Files/coas2/politics/Tapia_FromTheOilCrisisToTheGreatRecession%20-%20FiveCrisesOfTheWorldEconomy%202014.ashx?la=en> , las grandes transiciones tecnológicas en el uso de nuevos recursos materiales han acelerado históricamente la acumulación de capital y han frenado la caída de la tasa de ganancia. Pero, a la inversa, cualquier aumento en los precios de materias primas clave puede desencadenar a graves crisis, como vimos en la crisis del petróleo de los años setenta.
En nuestro libro, El capitalismo del siglo XXI,mostramos la alta
correlación inversa entre los precios de los combustibles fósiles y de
las materias primas en general y la tasa de ganancia. (pág. 17).
Como nos recuerda Conway, “si el suministro de estos materiales no logra
mantenerse incluso cuando nuestra demanda aumenta, ya sabes a dónde
conduce. En 2022, por primera vez en la historia, el precio de las
baterías de iones de litio ( precios que, gracias a la Ley de Wright,
han caído desde la década de 1990) dejó de caer y subió.
La explicación: las preocupaciones sobre el suministro de materias
primas, el litio, había hecho subir el precio del resto de los
ingredientes”. Ésta es una de las causas de base en el repunte
inflacionario desde el fin de la pandemia.
Conway finaliza su libro con la gran contradicción del siglo XXI : el
calentamiento global y el cambio climático. ¿Cómo puede el mundo llegar
al ‘cero neto’ cuando necesita tantos recursos de materias primas? Por
supuesto, Conway no añade que están controladas por unas pocas empresas
gigantes y que este es el principal obstáculo para alcanzar el cero neto.
En cambio, a Conway le preocupa que el cambio a la energía renovable
signifique aún más extracción de materiales básicos: “para reemplazar
una pequeña turbina de gas natural, que produce 100 megavatios de
electricidad, suficiente para alimentar hasta 100.000 hogares, con
energía eólica se necesitarían unas 20 enormes turbinas eólicas. Para
construir esas turbinas se necesitarán casi 30.000 toneladas de hierro y
casi 50.000 toneladas de hormigón, además de 900 toneladas de plástico y
fibra de vidrio y 540 toneladas de cobre (o tres veces más si se trata
de construir un parque eólico marino).
Una turbina de gas, por el contrario, necesita alrededor de 300
toneladas de hierro, 2.000 toneladas de hormigón y quizás un 50
toneladas de cobre para devanados y transformadores. En resumen
según sus cálculos, necesitaremos extraer más cobre en los próximos 22
años que en los últimos 5.000 años de historia de la humanidad”.
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4/9/2023