quinta-feira, 21 de maio de 2020
Pandemia, crisis y perspectiva socialista
*EN EL PRÓXIMO TIEMPO SE PRODUCIRÁ UNA AGUDIZACIÒN DE LAS
CONTRADICCIONES ENTRE LAS CLASES SOCIALES*
Debaten: /Massimo Modonesi , historiador y sociólogo italiano y/ /Pablo
Oprinari ,sociólogo editor de la revista mexicana “Ideas de Izquierda”/
*/¿Qué relación hay entre crisis económica y crisis sanitaria? ¿Desde
qué ángulo se puede entender las estrategias de las clases dominantes en
esta crisis?/*
*Massimo Modonesi: *La crisis sanitaria ha puesto en evidencia los
límites del capitalismo, ha desnudado el sistema. Pero como la crisis no
es una crisis típica del capitalismo los defensores del sistema tratan
de explicarla como si fuera solo una catástrofe ambiental.
Entonces es muy importante atar bien los cabos. Los socialistas y los
anticapitalistas, debemos poner de relieve no sólo que capitalismo no
está en condición de atender la crisis, sino que también el capitalismo
crea las condiciones para que se creen crisis de este tipo.
Nadie duda que como consecuencia de la pandemia habrá una crisis
económica. Sin embargo, los defensores del capital están construyendo el
mito que el sistema fue trastocado por un agente externo, su objetivo es
restablecer el orden perdido.
Esta es una primera cuestión. Hay que explicar cómo la crisis sanitaria
se produce por mecanismos que son propios de las sociedades
capitalistas. La causa directa obviamente es biológica, pero la
propagación es producto de la globalización, la destrucción del medio
ambiente y otra elementos propios de esta fase histórica
La segunda cuestión es que habrá una variedad de propuestas
conservadoras. Algunas pretenden un retorno al capitalismo como antes de
la pandemia, y otras quieren hacerle un lavado de cara al capitalismo.
Hasta la fecha, las medidas que se están tomando sólo pretenden resolver
la crisis dentro del marco del neoliberalismo. No creo que una mayor
intervención estatal per se modifique el patrón neoliberal de
producción. Me parece que es propio del neoliberalismo aplicar ciertas
medidas paliativas, recurrir a cierta intervención estatal para salvar
al sistema.
No se debe olvidar que el estado es un estado de clase y que en estos
casos interviene en favor del capital, aún cuando redistribuya en
momentos de desborde del sistema. Esto lo hace estimulando la oferta y
la demanda, sosteniendo a los productores capitalistas, evitando que las
contradicciones y los conflictos se conviertan en algo insostenible.
El retorno del estado no es de por sí un signo anti-neoliberal, aún
menos anticapitalista. El sistema cuidará que la intervención estatal no
se salga del patrón neoliberal.
*Pablo Oprinari : *Me parece que la propagación de estos nuevos virus
son también consecuencia de la expansión del agrobusiness y de la
ruptura de los equilibrios ecológicos, provocado por la voracidad del
capital.
El neoliberalismo no solo está destruyendo nuestra relación con la
naturaleza también ha destruido sistemáticamente los conquistas de los
trabajadores. Destruyó la salud pública provocando un colapso sanitario
en Nueva York, Roma, Madrid, México y en toda América Latina.
La crisis sanitaria ha puesto al descubierto una crisis económica
similar a la depresión de 1929. Las previsiones de la caída del PIB a
nivel mundial para este año andan por el 10 %
Ahora , la crisis económica lo que ha hecho es profundizar la tendencia
que se venía desarrollando desde 2008. La clase dominante no dió
solución a esa crisis, lo que hizo fue rescatar a la banca y favorecer a
los grandes accionistas. El sistema nunca logró recuperarse totalmente.
Desde entonces lo que se observa es una estancamiento que ahora
puede transformarse en una depresión.
Por otra parte, se están profundizando las rivalidades entre los países
capitalistas, la guerra encarnizada por el acceso a los insumos médicos
es sólo una muestra de estos conflictos. Y la disputa entre Estados
Unidos y China sobre el origen del COVID es parte de una lucha cada vez
más intensa por la hegemonía mundial .
Sin embargo, nuevamente los gobiernos, en casi todo el mundo, lo primero
que han hecho es rescatar a las grandes empresas. Todo esto da una señal
del mundo que viene. Seguramente veremos más guerras comerciales con una
regionalización de la producción y del intercambio. Estos fenómenos ya
se venían incubando, lo que a hecho la emergencia sanitaria es acelerar
los tiempos.
Desde una perspectiva socialista la clase dominante está aprovechando la
crisis para generar una nueva relación entre capital y trabajo, mucho
más desfavorable para la clase trabajadora. Sólo en este trimestre ha
aumentado en 195 millones el número de desempleados. Mientras tanto los
empresarios – en todas partes- impulsan la precarización del empleo y
las rebajas salariales. Su intención es imponer una contrarrevolución
laboral.
En Estados Unidos y en otros países capitalistas la rebaja salarial y la
precarización es presentada por los empresarios como un “esfuerzo para
combatir el desempleo”. De esta manera se cimentó la fortuna del dueño
de Amazon o de la familia Walton.
En muchos lugares las medidas que reducen los salarios temporalmente
(ERTES en España) está favoreciendo a la clase capitalista mientras
decenas de miles de trabajadores de la industria y del sector de los
servicios son obligados a trabajar sin mínimas condiciones de seguridad.
En casi toda el mundo la clase dominante exige reiniciar la producción –
en actividades no esenciales – a pesar que la pandemia no ha sido superada.
En este sentido el poder económico tratará de consensuar con los
gobiernos – muchas veces en la complicidad con las direcciones
sindicales – la imposición de peores condiciones para los trabajadores.
La clase capitalista necesita para salir de la crisis iniciar un ataque
en profundidad a las conquistas del trabajo asalariado.
*/¿Cuáles son las perspectivas de la lucha de clases en las nuevas
circunstancias?/*
*Massimo Modonesi : *Se producirá una agudización de las contradicciones
de clase en el periodo pospandemia . La clase dominante quiere
aprovechar la crisis y no pagar su costo. Esta es la típica conducta de
la racionalidad capitalista.
Ahora, parece que la extensión de esta crisis está trastocando los
equilibrios internos en el bloque de poder. Percibo que hay tensiones al
interior de las propias clases dominantes, sobre todo entre los sectores
ligados a lo público, al aparato estatal.
Cuando hablamos de luchas de clases, esta lucha también existe al
interior de los distintos sectores que componen el bloque social que
tiene el poder. Es muy probable que sus distintas estrategias se
enfrenten de alguna manera.
La crisis creará una oportunidad para aquellos políticos que son
partidarios de la intervención del estado y de suavizar los conflictos
sociales. Este sector impulsará soluciones paliativas, de carácter
asistencial y un retorno muy limitado de lo público.
Esta estrategia es lo que Gramsci llamó una “revolución pasiva”,
Posiblemente no alcance ni a eso, en el mejor de los casos serán
pequeñas o medianas transformaciones sin la participación de las clases
subalternas. No quieren una redistribución del poder, sino una gestión
desde arriba.
De tal manera que el símil con la crisis de 1929 puede calzar con una
gestión que modifique en algo patrón capitalista, aunque no estoy seguro
de esta sea esta la política que triunfe.
Una política reformista sólo tendrá viabilidad si hay un gran
movilización de los trabajadores. Cuantitativamente la presión va a ser
grande. Pero desde el punto de vista de la subjetividad política y del
programa me parece que no tenemos fuerza suficiente para introducir una
cuña e influenciar en el desenlace.
Es un hecho que con la crisis económica aumentará la conflictividad
desde abajo, en el primer momento, quizás se de forma espontánea. Pero
en medio de una crisis orgánica de la hegemonía burguesa debemos tratar
de llevar la lucha de clases hacia un terreno político-estratégico.
Hacia un proyecto que tenga una clara intencionalidad anticapitalista,
un proyecto socialista.
En la crisis de 1929 pre-existía una acumulación de fuerzas no sólo
cuantitativa. También había un cierto nivel político y una condensación
ideológica fuerte que permitió a los trabajadores incidir en los
acontecimientos.
Hoy la crisis puede desatar una gran conflictividad, pero estas luchas
pueden no producir efectos políticos duraderos. Para decirlo
“gramscianamente”, todavía no hay una guerra de posiciones que nos
permita tener una incidencia real.
Veremos qué lugar logra ocupar la izquierda anticapitalista. Hoy hay
sectores de la clase trabajadora que se encuentran confundidos con
determinadas propuestas progresistas. Los medios difunden la idea que
cierta dosis de intervención estatal en favor del capital nos sacará de
la crisis . De esta manera las revoluciones pasivas dificultan
objetivamente la acumulación de fuerzas.
*Pablo Oprinari : *Creo que efectivamente pueden abrirse brechas en el
bloque dominante. Esta crisis puede exacerbar los conflictos. Sin ir más
lejos, en México en las últimas semanas hubo entre el gobierno y la
patronal un pequeño enfrentamiento. El gobierno de López Obrador lanzó
medidas asistencialistas que fueron criticadas por sectores de la patronal.
Sin duda este es un elemento que hay que tener en cuenta desde el punto
de vista político. Desde nuestra perspectiva la política gubernamental y
la política de la patronal no resuelven la terrible situación en la cual
están millones de trabajadores. Ahora mismo en México se está
despidiendo a miles de trabajadores y las industrias no esenciales
siguen laborando sin respetar el confinamiento.
Me parece que ninguna de las distintas alternativas políticas de las
clases dominantes son una respuesta favorable a la situación que
atraviesan millones de trabajadores a nivel internacional.
Ya hay resistencias en el panorama mundial . Han empezado en sectores
esenciales como son los trabajadores de la salud, estos se están
manifestando no sólo en México y en Estados Unidos. Y no debemos olvidar
que los sanitarios cuentan con un gran prestigio social. Están en la
primera línea de lucha contra la pandemia en momentos en que la política
sanitaria de los países capitalistas ha sido desastrosa.
Por otra parte, los repartidores, los trabajadores precarizados, los de
supermercados, del transporte, de las industrias maquiladoras se están
organizando y han empezado a hacer huelgas parciales. Exigen cuestiones
tan elementales como equipos de protección y remuneraciones adecuadas.
También hay experiencias en sectores con mejores condiciones laborales;
en Italia hicieron una huelga el 25 de marzo; en Francia los empleados
de Airbus exigieron la reconversión de la industria; en Estados Unidos
han paralizado por momentos las plantas automotrices .
Pero, luchas no expresan una radicalización generalizada porque todavía
la cuarentena mantiene a gran parte de la clase trabajadora recluida .
Sin recientes rebeliones de masas en Chile y en Francia, pueden estar
anunciando una nueva oleada de lucha populares.
Los sectores que protagonizaron esas protestas son los mismos sectores
que han realizado grandes manifestaciones y huelgas en México, en la
región de Matamoros y en Ciudad Juárez .
En el desarrollo de los procesos revolucionarios siempre hay que
considerar lo que está pasando en el mundo, donde hay experiencias
previas, como se produce la polarización, que contradicciones hay en las
alturas. Necesitamos analizar la lógica de la situación actual y
estudiar las posibilidades que se desarrollen procesos de corte
revolucionario.
*/¿Cuál es el lugar del neoliberalismo en la actualidad y cuál es la
posibilidad de un desarrollo político que tenga una perspectiva
socialista?/*
*Massimo Modonesi:* Pareciera que hoy en día nadie se autocalifica de
neoliberal. Pero más allá de la denominación, en el futuro cercano habrá
tantos demonios sueltos que el conflicto estará plagado de
aprovechadores políticos y financieros
Es un momento de reacomodo de las relaciones de fuerza. En este sentido
creo que hay que tener cuidado, porque está actuando un autoritarismo de
derecha que intenta una reconducción hegemónica en clave represiva.
Habrá que ver cuál será la tendencia general de la política y que pasa
en cada país en particular.
No es evidente que el neoliberalismo haya entrado en una crisis terminal
. Será defendido a capa y espada con medidas compensatorias del estilo
socialdemócrata o con políticas de confrontación neofascistas .
Respecto de la perspectiva socialista no soy optimista, pero sí creo que
hay una oportunidad importante . Dependerá de acumulación de fuerzas que
logremos. Pero la lucha se va a producir, será inevitable. La izquierda
socialista y anticapitalista – que todavía no se ha recuperado de su
derrota histórica- puede que recuperar el terreno perdido. La posición
que ocupe dependerá de su trabajo.
La perspectiva socialista será una tarea de reconstrucción lenta y
progresiva. Tendremos que salir al paso a las soluciones
socialdemócratas y al mismo tiempo deberemos participar activamente en
las luchas populares, sin sectarismos y sin concesiones .
Es una tarea complicadísima. Politizar la lucha de masas siempre es
complicado. En las grandes movilizaciones en Chile y en Francia, se
logró politizar el combate pero, en este último tiempo muchas luchas no
pasaron de ser luchas solo reivindicativas . Lo digo no por pesimismo
sino como un ejercicio de realismo. La tarea es difícil , pero hay que
emprenderla.
La oportunidad es crucial y estratégica. Hay que tomarla . La izquierda
socialista tiene una oportunidad para avanzar, este avance no será
rápido ni contundente. Todavía no me imagino una irrupción de masas que
nos lleve rápidamente a tomar posiciones radicales.
Habrá que ver cómo contribuir a esa radicalización sin esperar ser
hegemónico en el corto plazo. Estos procesos no son repentinos. En los
países donde ha habido revoluciones la acumulación de fuerzas fue larga.
Esa es la historia del movimiento obrero y socialista.
Hay que hacer cuentas con las dificultades que hemos vivido en los
últimos años y con el carácter reducido las corrientes revolucionarias
al interior de la izquierda. No quiero decir que hay que bajar los
brazos. Todo lo contrario hay que redoblar los esfuerzos.
*Pablo Oprinari :* Creo que el panorama para la clase trabajadora es muy
complejo porque se combina la crisis sanitaria y económica con un ataque
por parte de los capitalistas a las conquistas sociales. Esto hace muy
importante discutir cuáles son las tareas que tenemos por delante para
el desarrollo de una subjetividad revolucionaria en el seno del
movimiento obrero.
El carácter convulsivo del momento actual es lo que hace que muchos
intelectuales de la burguesía, alerten sobre posibles insurrecciones o
levantamientos . Evidentemente, desde el punto de vista del pensamiento
burgués el Estado debe fortalecer los mecanismos de control social para
contener los movimientos de masas . La represión puede ser una de las
tantas respuestas por parte de la burguesía.
Pero, la crisis del pensamiento neoliberal surge de su propia dinámica
económica . La intelectualidad del sistema al perder su visión
triunfalista y tiene ahora por delante ideólogos que sostienen
perspectivas reformistas. Estas posiciones políticas van desde los
neo-reformistas al estilo de Podemos (que hoy es parte del gobierno del
estado español) hasta los gobiernos como el gobierno de López Obrador en
México .
Las políticas reformista y de contención social de López Obrador tiene
un panorama complejo porque la crisis económica va a agotar los recursos
disponibles que tiene el Estado. Lo cual no quiere decir que no pueda
mantenerse . En México y en España trataran de seguir haciendo su
política pero ahora la situación económica pone límites a estos proyectos.
Ahora bien, es muy importante avanzar en la reflexión sobre las
perspectivas socialistas. Pero para el marxismo las crisis políticas no
se generan automáticamente, ni mucho menos revoluciones triunfantes.
Sin embargo la realidad actual está poniendo sobre la mesa la necesidad
de aplicar medidas radicales. Cuando los marxistas planteamos estas
medidas nos consideraron utopistas. Por ejemplo, en muchas países se
están prohibiendo los despidos . Ahora cuando una empresa cierra se
puede plantear sin grandes problemas que debe ser expropiada y puesta
bajo control de los trabajadores. Hoy este tipo de medidas no son una
consigna hueca, son una cuestión de vida o muerte para los trabajadores,
particularmente para los trabajadores del norte de México.
Otro ejemplo: la nacionalización de los sistemas de salud, debe
implicar también la expropiación de los hospitales y laboratorios
privados. Estas medidas deben ponerse en la agenda para evitar la
catástrofe humanitaria que está produciendo la pandemia.
La tarea que tenemos no es fácil. Por eso es importante la organización
política. La clase trabajadora deberá retomar el legado de Marx, Engels,
Lenin y de tantos revolucionarios del siglo XX. Necesitamos construir
una alternativa política para se enfrentar a los capitalistas y sus
partidos.
Para eso hace falta una estrategia y una conducción revolucionaria. Por
eso es importante tomar partido políticamente. En un contexto donde
millones de trabajadores y jóvenes están sufriendo la crisis en carne
propia, la gente puede sacar conclusiones muy avanzadas. En ese camino
la acción de los revolucionarios, el acercamiento, la fusión con la
gente y un programa que dé respuesta, puede permitir que se desarrollen
organizaciones revolucionarias superiores a las que hoy existen.
Se actualiza la necesidad y la vigencia de una perspectiva
anticapitalista, socialista y revolucionaria, lo que implica acabar con
este sistema de explotación y miseria. Es necesario luchar, construir y
conquistar gobiernos de los trabajadores y sus aliados. Se trata es de
reorganizar la sociedad sin explotadores y explotados.
Los trabajadores, los jóvenes, las mujeres, los intelectuales tenemos
que estar conscientes del momento que se viene. Es importante
organizarnos porque es la única forma de resolver de forma positiva la
disyuntiva que nos planteó, Rosa Luxemburgo : socialismo o barbarie.
In
OBSERVATORIO DE LA CRISIS
https://observatoriocrisis.com/2020/05/17/pandemia-crisis-y-perspectiva-socialista/
17/5/2020
segunda-feira, 18 de maio de 2020
As respostas pioneiras do país a crises de saúde passadas, incluindo AIDS e zika, ganharam elogios globais. Mas a resposta caótica do governo ao vírus prejudicou a capacidade de o país lidar.
Luis Nassif
Do The New York Times
<https://www.nytimes.com/2020/05/16/world/americas/virus-brazil-deaths.html>
Bancos lotados. Carros de metrô embalados. Ônibus cheios dos fervorosos
apoiadores do presidente Jair Bolsonaro, indo para comícios que pedem
aos brasileiros que deixem de lado as ordens de ficar em casa de
prefeitos e governadores e, em vez disso, sigam a diretiva do presidente
para voltar ao trabalho.
Cenas como essas são um reflexo da resposta contraditória e caótica do
Brasil à pandemia de coronavírus, que ficou evidente na sexta-feira
quando o ministro da Saúde renunciou – apenas algumas semanas depois que
seu antecessor foi demitido abruptamente após confrontos com Bolsonaro.
A confusão nacional ajudou a alimentar a propagação da doença e
contribuiu para tornar o Brasil um centro emergente da pandemia, com uma
taxa de mortalidade diária perdendo apenas para a dos Estados Unidos.
Especialistas em saúde pública dizem que a abordagem desordenada saturou
ainda mais as unidades de terapia intensiva e os necrotérios e
contribuiu para a morte de dezenas de profissionais médicos, à medida
que a maior economia da América Latina mergulha no que pode ser a
recessão mais acentuada da história.
A crise que o país enfrenta contrasta fortemente com o histórico
brasileiro de respostas inovadoras e ágeis aos desafios da assistência à
saúde que o tornaram um modelo no mundo em desenvolvimento nas décadas
passadas.
“O Brasil poderia ter sido uma das melhores respostas a essa pandemia”,
disse Marcia Castro <https://www.hsph.harvard.edu/marcia-castro/> ,
professora da Universidade de Harvard, brasileira e especializada em
saúde global. “Mas, no momento, tudo está completamente desorganizado e
ninguém está trabalhando em busca de soluções conjuntas. Isso tem um
custo, e o custo é a vida humana. ”
O Brasil teve meses para estudar os erros e sucessos dos primeiros
países atingidos pelo vírus. Seu robusto sistema de saúde pública
poderia ter sido implantado para realizar testes em massa e rastrear os
movimentos de pacientes recém-infectados.
Seu fracasso em agir de forma precoce e agressiva está em desacordo com
as abordagens engenhosas do país para crises médicas passadas, disseram
especialistas em saúde.
Após um aumento nas infecções por HIV nos anos 90, o Brasil ofereceu
tratamento gratuito e universal e levou a indústria farmacêutica a
custos <https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2094169/> mais
baixos. <https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2094169/>Ele
ameaçou ignorar patentes de um laboratório suíço
<https://www.nytimes.com/2001/08/23/business/brazil-will-defy-patent-on-aids-drug-made-by-roche.html>
para um fármaco para o VIH em 2001, e fê-lo
<https://www.ft.com/content/c7d3f1f4-fa78-11db-8bd0-000b5df10621> em
2007, a fabricação de sua própria versão genérica e reduzindo a
prevalência do HIV
Em 2013, o Brasil expandiu amplamente o acesso a cuidados de saúde
preventivos em áreas pobres, contratando milhares de médicos
estrangeiros, a maioria cubana. E para combater o surto de zika em 2014,
o Brasil criou mosquitos geneticamente modificados
<https://www.nytimes.com/2016/01/31/business/new-weapon-to-fight-zika-the-mosquito.html>
que ajudaram a diminuir a população de insetos, uma tática que será
implantada
<https://www.sciencetimes.com/articles/25601/20200506/genetically-engineered-male-mosquitos-released-florida-parts-country-curb-zika.htm>
em breve
<https://www.sciencetimes.com/articles/25601/20200506/genetically-engineered-male-mosquitos-released-florida-parts-country-curb-zika.htm>
na Flórida e no Texas.
O sucesso anterior do Brasil resultou do investimento em ciência e
empoderamento de cientistas, disse Tania Lago, professora de medicina da
Universidade Santa Casa de São Paulo, que trabalhou no ministério da
saúde nos anos 90.
“Agora houve uma ruptura no país com sua comunidade científica”, disse
ela. “O que me entristece é que somos e continuaremos a perder vidas que
poderiam ser salvas.”
Quando os países começaram a tomar medidas drásticas para conter a
propagação do vírus em fevereiro e março, Bolsonaro minimizou os riscos
e incentivou reuniões públicas. Agora, ele está pedindo aos brasileiros
que retornem ao trabalho, mesmo que o número de novos casos e mortes
esteja aumentando
<https://www.nytimes.com/interactive/2020/world/americas/brazil-coronavirus-cases.html>
.
Na semana passada, o presidente emitiu uma ordem executiva classificando
academias e salões de beleza como negócios essenciais que deveriam ser
reabertos.
“Saúde é vida”, disse ele. Como em algumas de suas outras decisões
relacionadas à pandemia, ela foi contra as medidas estaduais e locais e
pegou o ministro da saúde de surpresa
<https://politica.estadao.com.br/noticias/geral,saude-e-vida-diz-bolsonaro-para-justificar-academia-em-servicos-essenciais,70003299552?utm_source=webpush_notificacao&utm_medium=webpush_notificacao&utm_campaign=webpush_notificacao>
.
No sábado, o Brasil tinha 233.142 casos diagnosticados de coronavírus e
15.633 mortes. Mas o número real de mortes provavelmente será muito
maior, de acordo com os registros de mortes compilados pela Fiocruz, um
instituto governamental que estuda as tendências em saúde.
Entre 1º de janeiro e 9 de maio, dados oficiais do governo dizem que
10.627 pessoas morreram no Brasil de Covid-19, a doença causada pelo
coronavírus.
Durante esse período, outras 11.026 pessoas que não foram diagnosticadas
com o coronavírus morreram de infecções respiratórias agudas.
Esse número é vários milhares a mais do que o número médio de mortes por
doenças respiratórias nos últimos anos, disse Marcelo Gomes, pesquisador
da Fiocruz. Ele disse suspeitar que uma porcentagem significativa desses
pacientes morreu de infecções por coronavírus não diagnosticadas.
Leia também: "Nós cavamos o buraco onde nos encontramos agora", diz
virologista Átila Iamarino
<https://jornalggn.com.br/a-grande-crise/nos-cavamos-o-buraco-onde-nos-encontramos-agora-diz-virologista-atila-iamarino/>
Especialistas não esperam que a epidemia chegue ao pico no Brasil por
várias semanas. No início de maio, apresentava a maior taxa de contágio
de 54 países estudados pelo Imperial London College
<https://mrc-ide.github.io/covid19-short-term-forecasts/index.html> ,
que também descobriu que as medidas de contenção existentes no Brasil
não conseguiram colocar a transmissão
<https://www.imperial.ac.uk/news/197474/coronavirus-under-control-brazil-scientists-warn/>
em uma trajetória descendente.
Segundo o Instituto de Métricas e Avaliação em Saúde da Universidade de
Washington, o vírus está a caminho de matar
<http://www.healthdata.org/brazil> mais de 88.000 pessoas no Brasil no
início de agosto.
O Conselho Federal de Enfermagem do Brasil disse que equipamentos de
proteção insuficientes e cargas de trabalho punitivas expuseram milhares
de profissionais médicos ao vírus, deixando os hospitais com falta de
pessoal.
“Como os salários são baixos, a maioria trabalha em dois lugares, cerca
de três”, disse Manoel Neri, presidente do conselho. “Este é um problema
de longa data no Brasil.”
O conselho disse que pelo menos 116 enfermeiros e técnicos médicos
morreram <http://observatoriodaenfermagem.cofen.gov.br/> de casos
confirmados ou suspeitos de coronavírus nas últimas semanas. Quase
15.000 desenvolveram sintomas, mas muitos foram incapazes de fazer o teste.
Jacqueline, uma enfermeira de 37 anos do Rio de Janeiro que contraiu o
vírus junto com o marido, também enfermeiro, disse que o medo é
generalizado entre seus colegas.
“Nos sentimos expostos”, disse Jacqueline, que pediu para ser
identificada pelo primeiro nome apenas porque teme represálias de seu
empregador. “Você olha em volta e as pessoas estão chorando porque têm
medo de levar o vírus para nossas famílias”.
A turbulência política que assolou o Ministério da Saúde nas últimas
semanas prejudicou ainda mais a capacidade do país de se preparar para a
pandemia.
O ministro da Saúde, Nelson Teich, renunciou na sexta-feira, a poucos
dias de completar um mês no cargo.
Bolsonaro demitiu seu antecessor, Luiz Henrique Mandetta, depois que os
dois se chocaram com o desdém do presidente por medidas de quarentena.
Em uma entrevista, Mandetta disse que a resposta “errática” do Brasil à
pandemia o deixou mal equipado para competir em uma disputa global por
ventiladores, testes e equipamentos de proteção para o pessoal médico.
“Nosso desafio é expandir a cobertura de saúde, competindo com o poder
de compra absurdo dos Estados Unidos e da Europa”, disse ele.
Leia também: Unicef diz que lockdown em áreas de pobreza pode matar
mais que coronavírus
<https://jornalggn.com.br/noticia/unicef-%e2%80%8b%e2%80%8bdiz-que-lockdown-em-areas-de-pobreza-pode-matar-mais-que-coronavirus/>
Flávio Dino, governador do Maranhão, disse que o governo federal tem
sido um obstáculo, pois as autoridades do estado compraram ventiladores
e instalaram hospitais de campanha. A capital do estado, São Luís, foi a
primeira no país a impor um bloqueio rigoroso neste mês, exigindo que
todos, exceto trabalhadores essenciais, fiquem em casa.
“No nível nacional, não havia um plano para se preparar para este mês
difícil de maio”, disse ele. Ele chamou a demissão de Mandetta como um
revés. “Você não muda a tripulação de um avião no meio do vôo.”
O empobrecido Estado do Amazonas, no norte, viu seus hospitais
sobrecarregados e seus cemitérios recorrendo a valas comuns para lidar
com o dilúvio de corpos.
Arthur Virgílio Neto, prefeito de Manaus, capital do estado, chorou
durante entrevistas na televisão ao pedir ajuda federal. Bolsonaro, com
seu desrespeito ao distanciamento social e outras medidas preventivas,
faz parte do problema, disse Virgílio.
“As pessoas nunca paravam de perambular pelas ruas; houve um flagrante
desrespeito aos nossos decretos ”, disse ele, culpando Bolsonaro. “Ele é
contra o distanciamento social, e isso explica parte da desobediência.”
Enfrentando críticas crescentes, o governo Bolsonaro, que não quis
comentar, lançou uma campanha na semana passada que destacou a
preocupação do presidente com a economia, que deve contrair pelo menos
5% este ano.
“Esses bloqueios não são o caminho – são o caminho para o fracasso”,
disse Bolsonaro na quinta-feira, dirigindo-se a apoiadores do lado de
fora do palácio presidencial. Ele acrescentou, depreciativamente: “Ele
se tornará um país de miséria, como um país da África
Subsaariana”.Castro, professora de Harvard, disse que a falha do governo
em montar uma resposta eficaz provavelmente levará a uma série de surtos
que causarão mais danos à economia a longo prazo.
“Como você pode promover o crescimento econômico se sua população está
doente?” ela disse. “Uma força de trabalho doente não pode funcionar.”
In
JORNAL GGN
https://jornalggn.com.br/a-grande-crise/ny-times-de-sucesso-total-o-brasil-tornou-se-o-maior-fracasso-da-saude-mundial/
18/5/2020
domingo, 17 de maio de 2020
Lenin 150: La centralidad de la hegemonía
Lars T. Lih
Lenin ha sido calificado de muchas maneras. Sus admiradores pueden describirlo
como el padre de la Unión Soviética, el fundador del movimiento comunista
internacional o un gran teórico marxista. Sus detractores pueden contradecir con
afirmaciones como un 'fanático sectario' y/o un ‘elitista muy cínico' y/o un
‘increíble demagogos', o quizás simplemente, el fundador de la Unión Soviética.
Pero trabajemos desde una nueva y original perspectiva: consideremos cómo el
propio Lenin definió constantemente su propia identidad política, y luego
intentemos situar esa identidad en un contexto histórico.
Durante la mayor parte de su carrera política, Lenin se identificó como el
dirigente de la "socialdemocracia revolucionaria" en Rusia. “Socialdemocracia
revolucionaria" fue el nombre que se le dio al ala izquierda de la
socialdemocracia internacional en la época de la Segunda Internacional en las
décadas anteriores a la Primera Guerra Mundial. En 1917-18, Lenin rechazó la
etiqueta de "socialdemócrata" a favor de la de "comunista", porque creía que la
bandera de la socialdemocracia había sido arrastrada por el barro por los
partidos de Europa occidental que habían apoyado el esfuerzo de guerra de sus
respectivos gobiernos. Sin embargo, este cambio de nombre no fue un rechazo,
sino una afirmación angustiada de su identidad política. En la mente de Lenin,
él había sido el que se había mantenido fiel a los principios de la
socialdemocracia revolucionaria de antes de la guerra, mientras que los líderes
de la mayoría de los otros partidos en la Segunda Internacional habían sido unos
renegados que habían traicionado la teoría marxista. En este sentido, sus
escritos durante la guerra insistieron agresivamente en su propia falta de
originalidad, alegando que su posición se basaba firmemente en el consenso
anterior a la guerra de la socialdemocracia revolucionaria.
Para comprender la identidad política de Lenin, no deberíamos apresurarnos y
centrarnos solo en aquello que era específicamente suyo. Deberíamos comenzar a
principios de la década de 1890, cuando el joven Vladimir Ulyanov configuraba su
identidad política, y mirar con sus ojos al movimiento socialista en Europa
occidental. Marx y Engels se diferenciaron de otras corrientes socialistas no
tanto por su concepción de la naturaleza de la sociedad socialista como por su
concepción de la vía al socialismo. Mientras que otros socialistas entendían el
socialismo como algo llevado a los trabajadores para aliviar su sufrimiento,
Marx y Engels lo vieron como algo creado por los trabajadores, actuando como una
clase. El núcleo del legado de Marx a la socialdemocracia revolucionaria es la
idea de la misión histórica mundial del proletariado de alcanzar el poder
estatal como clase y utilizar este poder para construir una sociedad socialista.
Una serie de implicaciones cruciales surgieron de esta visión. Primero, el
proletariado tenía que estar preparado para su misión histórica mediante la
comprensión de la naturaleza de su misión que, gracias a la organización, le
permitiría actuar como clase. Las formas prácticas y concretas utilizadas para
llevar a cabo esa comprensión y la organización del proletariado fueron
desarrolladas en el terreno por generaciones de activistas, particularmente en
Alemania. El resultado fue el “modelo SPD” inmensamente influyente: es decir, el
conjunto de técnicas empleadas por el Sozialdemokratische Partei Deutschlands.
La pieza central del “modelo SPD” fue una enorme prensa socialista, con cientos
de periódicos que fomentaron una identidad de clase específica de los
trabajadores. Otras herramientas del “modelo SPD” fueron la agitación directa,
manifestaciones, panfletos, campañas electorales, sindicatos afiliados a los
partidos, todo tipo de organizaciones culturales voluntarias, como las
sociedades corales, e incluso el uso generalizado de tabernas como sitios de
reunión. La lógica del “modelo SPD” puede resumirse como una campaña permanente
para inculcar el sentido de su misión en la vida cotidiana de los trabajadores.
Kautsky
El “modelo SPD” dependía de manera crucial en la existencia de alguna medida de
las libertades políticas en la sociedad en su conjunto, es decir, libertad de
prensa, de reunión, de organización y similares. Por lo tanto, otra implicación
fundamental de la misión histórica mundial del proletariado era que el
socialismo tenía un interés vital en las revoluciones 'democráticas'
anti-absolutistas, un compromiso que distinguía a los marxistas de la mayoría de
las otras corrientes socialistas del siglo XIX. Otra implicación se hizo más
evidente a medida que avanzó el siglo. En la década de 1840, cuando se escribió
el Manifiesto Comunista, a la burguesía se le dio el papel de dirigente de las
fuerzas anti-absolutistas, con el proletariado como socio menor. Pero la
burguesía se interesó cada vez menos en una reforma democrática profunda,
mientras que el proletariado superó su estado primitivo original y formó
partidos como el SPD. Como resultado, el proletariado tuvo una nueva misión
histórica, aunque subsidiaria: actuar como dirigente de la revolución
democrática, al frente del narod, das Volk, le peuple, es decir, las clases
"democráticas" subordinadas de la sociedad en su conjunto. A principios del
siglo XX, los socialdemócratas rusos le dieron a este papel de liderazgo el
nombre de hegemonía, pero la lógica básica era originaria y parte integrante de
la socialdemocracia revolucionaria.
El principal portavoz de la socialdemocracia revolucionaria fue Karl Kautsky, un
hecho que explica su extraordinaria importancia en la perspectiva y los escritos
de Lenin. Por supuesto, Lenin formó su propio juicio independiente sobre los
diversos temas que leyó en los escritos de Kautsky (Marx, el “modelo SPD”, el
colonialismo, y otros), pero casi siempre estuvo de acuerdo con la opinión de
Kautsky. Kautsky pudo expresar los principios esenciales de la socialdemocracia
revolucionaria en varias formulaciones contundentes. La idea de misión histórica
está implícita en su definición de la socialdemocracia como "la fusión del
socialismo y el movimiento obrero": es decir, el papel imprescindible de los
militantes obreros para convertir los ideales del socialismo en realidad. Lenin
le hizo un cumplido extravagante a Kautsky cuando comentó que la famosa fórmula
de Kautsky "reproducía las ideas fundamentales del Manifiesto Comunista".
Kautsky también insistió (en una formula inmediatamente adoptada por los
socialdemócratas rusos) en la importancia primordial de la libertad política:
“Estas libertades [de asociación, de reunión, de prensa] son la “luz y el aire”
del proletariado; quién las deja marchitar o las confisca, el que evita que el
proletariado luche por ganar estas libertades y extenderlas, esa persona es uno
de los peores enemigos del proletariado”.
Finalmente, la idea detrás de la hegemonía, el liderazgo proletario del pueblo
en general, también fue expuesta por Kautsky a principios de la década de 1890,
cuando afirmó que la socialdemocracia debe convertirse en "el representante no
solo de los trabajadores asalariados industriales, sino de todos los estratos
laboriosos y explotados, y por lo tanto, la gran mayoría de la población, lo que
comúnmente se conoce como Volk".
Todos estos principios tuvieron una inmensa relevancia para Rusia, como veremos.
Y para comprender completamente lo que los escritos de Kautsky significaron para
Lenin, necesitamos saber que Kautsky no solo enuncia principios generales, sino
que también desempeñó un papel directo en la elaboración de su aplicación en
Rusia. Su contribución fue particularmente importante en el caso de la hegemonía
y, como todas las facciones en Rusia entendieron, sus intervenciones
generalmente favorecieron a los bolcheviques. Todo esto explica la furia
titánica de Lenin cuando sintió que Kautsky había traicionado sus propios
principios después de 1914: Lenin comparó obsesivamente al “renegado Kautsky"
con "Kautsky cuando era marxista".
Volvamos ahora al joven revolucionario ruso que definió su identidad política a
principios de la década de 1890. Para 1894, Lenin había asimilado completamente
la lógica de vanguardia de la socialdemocracia revolucionaria y había esbozado
su aplicación a Rusia en particular. Su primer escrito político importante
termina con la siguiente oración cuidadosamente construida (énfasis de Lenin):
“Cuando los representantes avanzados de esta clase asimilan las ideas del
socialismo científico, la idea del papel histórico del trabajador ruso, cuando
estas ideas reciben una amplia difusión, cuando se crean organizaciones
duraderas entre los trabajadores que transforman la actual guerra económica sin
coordinación de los trabajadores en una lucha de clases intencional: entonces el
obrero ruso, situado a la cabeza de todos los elementos democráticos, derrocará
el absolutismo y guiará al proletariado ruso (al lado del proletariado de todos
los países) por el camino directo de la lucha política abierta hacia la victoria
de la revolución comunista”.
Todos los elementos constitutivos de la socialdemocracia revolucionaria se
expresan aquí claramente y se sitúan en un contexto específicamente ruso: el
papel asignado por la historia a los trabajadores rusos, la necesidad de
explicación y organización, el imperativo de derrocar al absolutismo y la
posición del proletariado a la cabeza de todos los elementos democráticos.
Sorprendentemente, Lenin vivió para ver todos estos elementos puestos en
práctica, pero no sin algunas decepciones amargas y ajustes importantes.
Primera década
Una simplificación útil divide la carrera política de Lenin en tres décadas,
cada una con su enfoque principal particular. El foco de la década 1894-1904 fue
la creación de un partido socialdemócrata implantado en toda Rusia. Algunos
observadores en ese momento (y aún hoy) pensaban que el marxismo, el análisis
del capitalismo y la visión del socialismo basado en la industria avanzada,
apenas eran aplicables a la Rusia zarista, con su economía atrasada y su
rudimentaria clase trabajadora. A lo sumo, al parecer, el marxismo prometía una
sociedad mejor en un futuro lejano. La lógica de la socialdemocracia
revolucionaria, sin embargo, otorgaba a los marxistas rusos un papel positivo y
estimulante que desempeñar incluso en la Rusia atrasada. Podían comenzar a
propagar sus ideas y organizar incluso a una clase obrera incipiente, y de hecho
tuvieron un éxito temprano y alentador en la dirección de huelgas. Los
socialdemócratas rusos también tenían un objetivo político inmediato: el
derrocamiento del absolutismo zarista y la conquista de las libertades
políticas. Incluso podían reclamar un papel central en la vida política rusa al
afirmar la hegemonía proletaria en la próxima revolución anti-zarista.
La socialdemocracia revolucionaria ofreció así una salida al callejón sin salida
de la tradición revolucionaria rusa en la década de 1880. Un observador
británico informado, escribiendo en 1905, describe la década de 1880 como la
recordaban los socialistas rusos:
“Llegamos así a principios de los años 80. Considerese la situación: el Partido
de la Voluntad del Pueblo [Narodnaya Volya] tirado en el suelo roto y exhausto,
la reacción desenfrenada, todo lo que había sido hace poco tiempo esperanza,
ahora desanimo y amargura. ¿A dónde acudiremos para luz y orientación? ¿Al
pueblo? Está mudo ¿A la clase obrera? No existe. ¿A las clases educadas? Todos
están hundidas en el pesimismo, conscientes de su debilidad. ¿Qué hacer? ¿Se ha
perdido toda esperanza? ¿No hay salvación para Rusia? En este momento de
oscuridad y desesperación, una voz nueva y extraña resuena en el espacio: una
voz llena de dureza y sarcasmo, pero vibrante de esperanza. Esa es la voz de la
socialdemocracia rusa”.
El desafío inmediato para aplicar la socialdemocracia revolucionaria a las
condiciones rusas fue la completa falta de libertad política. ¿Cómo podía
aplicarse el “modelo SPD" de una campaña permanente sin periódicos,
manifestaciones o campañas electorales legales, en resumen, sin un partido
socialdemócrata legal? La respuesta -como en Alemania, fue elaborada en el
terreno por una larga serie de activistas, pero después recibió una exposición
elocuente en ¿Qué hacer? de Lenin (1902) - fue crear un partido clandestino que
combinara, en la mayor medida posible, contactos estables con la base de masas
trabajadora con la protección contra el acoso y el arresto de la policía. El
resultado se puede llamar un partido clandestino (konspiratsiia), ya que la
palabra rusa konspiratsiia no significa 'conspiración' (y de hecho generalmente
se traduce más bien como 'clandestino'), sino el conjunto de reglas que le
permitieron al partido escapar del aislamiento auto-impuesto de una conspiración
genuina (zagovor en ruso). De hecho, konspiratsiia se puede definir como "el
bello arte de no ser arrestado".
El papel de los "revolucionarios profesionales" era hacer que este tipo de
partido clandestino fuera viable: Lenin popularizó este término, pero fue
adoptado por todo el movimiento socialista clandestino, porque defendía un
formato familiar y necesario. La idea extendida de que Lenin inventó un "nuevo
tipo de partido" que apuntaba a una casta conspiratoria de revolucionarios
profesionales, reclutados únicamente de la intelectualidad, no es verdad. De
hecho, el ideal del partido konspiratsiia y el papel del revolucionario
profesional eran necesidades funcionales de cualquier partido político
clandestino (y antes de 1905 todos los partidos rusos eran clandestinos) y, como
tales, fueron totalmente aceptados en todo el espectro socialista.
El partido konspiratsiia, por lo tanto, representaba el “modelo SPD” aplicado a
las condiciones muy poco propicias del absolutismo zarista. Debido a la
represión zarista, el partido konspiratsiia tuvo que ser un partido clandestino
ilegal. Pero, en la medida de lo posible, imitaría al modelo SPD alemán. Por
ejemplo, Lenin hizo de un periódico político, Iskra, la pieza central de su plan
para construir un partido ruso. Lejos de preocuparse por los trabajadores y sus
supuestas tendencias reformistas (el núcleo de la interpretación habitual de los
libros de texto sobre Lenin), todo su plan dependía de su certeza de que los
trabajadores responderían al mensaje socialdemócrata, incluso cuando el mensaje
se transmitía a través de un periódico clandestino difícil de obtener y de leer.
Y, de hecho, Iskra se convirtió en un periódico muy influyente.
El objetivo político a corto plazo de este partido era el derrocamiento
revolucionario del absolutismo para lograr las libertades políticas
imprescindibles para lo que Lenin llamó en 1894 la "lucha política abierta". Por
lo tanto, el programa político de Lenin se puede resumir de la siguiente manera:
construyamos un partido lo más parecido posible al SPD alemán en las condiciones
del Zarismo, para derrocarlo y construir un partido aún más parecido al SPD
alemán.
Segunda década
La segunda década de la carrera de Lenin (1904-14) se centró en la hegemonía: el
deber del proletariado socialista de proporcionar liderazgo político a los
campesinos en la próxima revolución democrática en Rusia. Por supuesto,
'hegemonía' tiene muchos otros significados hoy, la mayoría de ellos bastante
negativos, pero en el caso bolchevique, es realmente un sinónimo de liderazgo.
Según la táctica de la hegemonía, los campesinos aceptarían el liderazgo
proletario, porque eran lo suficientemente racionales como para ver cómo este
liderazgo los ayudaría a alcanzar sus propios objetivos.
La lógica detrás de la táctica de la hegemonía en Rusia fue la siguiente: el
liderazgo político nacional en la revolución solo puede ser proporcionado por
partidos con una base urbana. En la práctica, este papel de liderazgo recae en
el partido de la burguesía anti-zarista (los demócratas constitucionales o
kadetes) o en el partido del proletariado socialista (socialdemocracia). Si los
liberales asumen con éxito el papel de liderazgo, la revolución quedará muy por
debajo de lo que puede y debe lograr. Solo el liderazgo socialdemócrata puede
garantizar que la revolución se lleve "hasta el final" (do kontsa). La lógica
marxista más profunda de la táctica de la hegemonía era la afirmación de que el
proletariado socialista era el defensor más efectivo de los objetivos parciales,
como la revolución democrática, precisamente porque veía estos objetivos
parciales como medios para el objetivo final de una sociedad sin clases.
Una revolución democrática plena era posible porque existía una sólida
"comunidad de intereses" entre trabajadores y campesinos. Sin embargo, de la
misma manera, la necesidad del aliado campesino implicaba que una revolución
estrictamente socialista quedaba fuera de la agenda, a menos que una revolución
socialista internacional repartiera de nuevo las cartas. La revolución
socialista solo podía ser fruto de un partido proletario que impusiera sus
propios intereses de clase sin compromisos (la 'dictadura del proletariado').
Esta conclusión sobre el aliado campesino fue axiomática para todos los
socialdemócratas rusos (incluido Trotsky).
Para avanzar un poco: la táctica hegemónica del liderazgo proletario de clase
sobre los campesinos se convirtió en la base de la victoria bolchevique en 1917
y durante la guerra civil. El Ejército Rojo era la hegemonía en acción: un
ejército campesino, luchando para proteger la revolución que les dio tierras y
eliminó a la clase nobiliaria, pero que recibía órdenes de un partido socialista
obrero urbano. Y esto significa, para avanzar una década más, que la actitud de
Lenin hacia el campesinado era lo opuesto a la colectivización forzosa de Stalin
en los años 30. De hecho, durante la guerra civil, Lenin denunció en términos
coloridos cualquier esfuerzo de los bolcheviques locales de usar la fuerza como
una forma de lograr que los campesinos se uniesen a las granjas colectivas.
Tercera década
En su última década (1914-24), Lenin se centró en la revolución socialista tanto
en Europa occidental como en Rusia como una tarea práctica. Necesitamos proceder
con cuidado cuando rastreamos la evolución de las opiniones de Lenin sobre este
tema, aunque solo sea porque una serie de conceptos erróneos generalizados
(discutidos a continuación) obstaculizan una visión precisa. Podemos comenzar
con las llamadas Tesis de Octubre de Lenin: un breve documento semioficial del
partido titulado 'Varias tesis', publicado en octubre de 1915. Después de la
revolución de febrero, el propio Lenin respaldó sus tesis alegando que no tenían
que ser modificadas en nada para adaptarse a la nueva situación. En las Tesis de
Octubre, Lenin situó la próxima revolución rusa en el siguiente marco narrativo:
“La tarea que enfrenta el proletariado de Rusia es realizar la revolución
democrática burguesa para avivar la revolución socialista en Europa. Esta última
tarea [la revolución socialista] ahora está muy cerca de la primera [la
revolución democrática], sin embargo, sigue siendo una tarea especial e
imprescindible, ya que se trata de las diferentes clases que están colaborando
con el proletariado de Rusia. En la primera tarea, son los campesinos
pequeño-burgueses de Rusia quienes colaboran; en esta última, es el proletariado
de otros países”.
Los dos aliados de clase se corresponden con las dos tareas de la clase obrera
socialista rusa: los campesinos rusos como compañeros de lucha por la revolución
democrática y los trabajadores europeos como compañeros de lucha por la
revolución socialista.
Las Tesis de Octubre también afirmaron la continuidad con la táctica de
hegemonía que definió el bolchevismo antes de la guerra:
“Solo una dictadura revolucionaria democrática del proletariado y el campesinado
puede dar contenido social a la inminente revolución en Rusia ... La monarquía y
los terratenientes de mentalidad feudal no pueden ser derrocados a menos que el
proletariado sea apoyado por el campesinado”.
El lema de Lenin, "Dictadura revolucionaria democrática del proletariado y el
campesinado", resume la táctica de hegemonía: luchar por crear un vlast
obrero-campesino (poder popular) que llevará la revolución democrática "hasta el
final" sobre la base de los intereses compartidos de los trabajadores y los
campesinos rusos.
Cuando esperaba la revolución rusa que se acercaba con confianza, Lenin defendía
que el proletariado y su partido podrían desempeñar un "papel de liderazgo" si
"la pequeña burguesía [es decir, los campesinos] giraba a la izquierda en el
momento decisivo" (como en realidad sucedió en 1917). A lo largo de sus escritos
en tiempos de guerra, Lenin también argumentó que su confianza sobre la
inminente revolución socialista en Europa occidental se basaba en el consenso
previo a la guerra de la socialdemocracia revolucionaria.
El ambiente durante la guerra agregó dos elementos relativamente nuevos al
pensamiento de Lenin. Podemos discutir esto convenientemente desde el punto de
vista de 1917, especialmente de El Estado y la Revolución. Los imperativos
económicos de la movilización en tiempos de guerra condujeron a una extensa
regulación estatal, que Lenin llamó "pasos hacia el socialismo", incluso cuando
fueron emprendidos por los gobiernos "burgueses". En El Estado y la Revolución,
afirmó su visión del destino final de estos pasos hacia el socialismo:
“La cuestión vital y candente de la política actual es la expropiación de los
capitalistas, la conversión de todos los ciudadanos en trabajadores y otros
empleados en un gran "sindicato", el estado en su conjunto, y la completa
subordinación de todo el trabajo de este sindicato a un estado genuinamente
democrático, el estado de los soviets de los diputados obreros y soldados”.
En su mensaje político día tras día a los trabajadores, soldados y campesinos
rusos en 1917, Lenin enfatizó que abogaba solo por esos pasos hacia el
socialismo, solo por aquellas políticas de regulación estatal, que generalmente
todos los partidos reconocieron que eran necesarias. Lenin argumentó que tales
"pasos" eran sencillos e incluso fáciles de poner en práctica. Además, podían
tener el apoyo mayoritario de la población rusa en su conjunto. Se equivocó
sobre la facilidad de implementar efectivamente tales medidas, por ejemplo, la
nacionalización de los bancos, pero tenía razón cuando afirmaba que existía un
consenso generalizado sobre la necesidad de una regulación estatal muy
ambiciosa.
Libertades políticas
El otro elemento nuevo, o mejor dicho, la ausencia conspicua de un elemento
familiar, es la desaparición de las libertades políticas como un objetivo
imperativo. El tema apenas surge en El Estado y la Revolución. Lenin elogió la
"democracia soviética" principalmente porque alentaba la participación masiva en
el trabajo del gobierno, ciertamente no porque extendiese las libertades
políticas. Lo que sí encontramos en estas páginas es una negación categórica de
cualquier valor de la democracia burguesa: "La libertad en la sociedad
capitalista siempre [énfasis agregado] sigue siendo la misma que en las antiguas
repúblicas griegas: libertad para los dueños de esclavos". ¿Por qué, entonces,
luchar para transformar el Zarismo en una democracia, o para ampliar la
democracia donde ya está establecida?
Junto con tales sentimientos hay un claro presagio de las políticas represivas
en la guerra civil rusa y posteriores. Cualquier intento de "la nobleza de
preservar sus hábitos capitalistas o de los trabajadores que hayan sido
completamente corrompidos por el capitalismo" para escapar del control social
irá acompañado de "un castigo rápido y severo, [porque] los trabajadores armados
son hombres prácticos y no intelectuales sentimentales, y no consentirán que
nadie juegue con ellos”.
Después de la Revolución de febrero de 1917, los bolcheviques defendieron la
consigna "¡Todo el poder para los soviets!" De manera crucial, el objetivo del
poder soviético no implicaba ninguna ruptura con el escenario descrito en las
Tesis de Octubre de 1915 sobre la revolución democrática en Rusia. En un
artículo revelador, 'Una pregunta básica', escrito a fines de abril de 1917,
Lenin defiende este punto con su forma enfática habitual:
“¿En manos de quién debería estar 'el vlast político', incluso desde el punto de
vista de un vulgar demócrata burgués? ... En manos de la mayoría de la
población. ¿Las "masas trabajadoras rusas" ... constituyen la mayoría de la
población en Rusia? Sin duda lo son, ¡la abrumadora mayoría! ¿Cómo entonces, sin
traicionar a la democracia, incluso a la democracia tal como la entiende un
Miliukov [líder del partido liberal Kadet], se puede estar en contra de la
"conquista del vlast político" por parte de las ‘masas trabajadoras rusas’?”
Por lo tanto, la situación posterior a febrero en Rusia no impidió de ninguna
manera a Lenin reafirmar la visión expuesta en las Tesis de Octubre de una
revolución 'democrática' (el vlast obrero-campesino) en Rusia que fuera la
chispa y finalmente se fusionase con una revolución socialista (solo proletaria)
europea. El nuevo tema de los pasos hacia el socialismo no cambió los contornos
básicos de la narrativa predictiva de Lenin, como se muestra en este pasaje de
'Una pregunta básica':
“Después de tales medidas, serán totalmente posibles nuevos pasos hacia el
socialismo en Rusia y, dada la ayuda a los trabajadores de aquí que vendrá de
los trabajadores más avanzados y experimentados de Europa occidental, ... la
transición genuina de Rusia al socialismo sería inevitable, y el éxito de tal
transición estaría asegurado”.
Por lo tanto, podemos resumir la perspectiva de Lenin y sus camaradas
bolcheviques de la siguiente manera: técnicamente hablando, la revolución de
1917 que creó un vlast (poder popular) obrero-campesino no es una "revolución
socialista", como los marxistas entienden el concepto. Pero este hecho es
irrelevante, porque los acontecimientos (revolución internacional en el
extranjero, pasos hacia el socialismo en casa) rápidamente pondrán a Rusia en el
camino de una revolución socialista en toda regla. Por lo tanto, no tenemos que
revisar nuestras concepciones anteriores sobre la naturaleza de la revolución
socialista.
Ya a fines de 1918, Lenin aún podía creer (como él dijo) que "las cosas han
salido tal como dijimos que harían". La revolución alemana de noviembre de 1918
fue vista como el prólogo de una revolución socialista en toda Europa. En Rusia,
Lenin pensó que era testigo del comienzo de una ola revolucionaria en las aldeas
a partir de los proletarios rurales, que impulsarían la Revolución Rusa más allá
de la etapa de la "alianza con todo el campesinado”, que era una de las
características definitorias de una revolución democrática. Y los pasos hacia el
socialismo, tal como se encarnaban en las políticas económicas del estado
soviético, aunque ciertamente no definitorias hasta la fecha, se habían empezado
a dar y sin duda irían más allá. Esta perspectiva encuentra expresión en La
revolución proletaria y el renegado Kautsky, escrito durante la convalecencia de
Lenin tras una herida de bala a fines de 1918.
En 1919, este escenario esperanzador tuvo que descartarse, al menos en el futuro
previsible, y se encontraron nuevas razones para justificar las credenciales
socialistas de la revolución bolchevique. Primero, un aliado, el proletariado
europeo, no logró llevar a cabo su propia revolución (aunque los bolcheviques
atribuyeron a este aliado la prevención de una intervención militar a gran
escala en Rusia). En segundo lugar, los bolcheviques se dieron cuenta de que no
podían contar con el apoyo efectivo de los proletarios rurales; de hecho, la
supervivencia del estado revolucionario dependía de consolidar la alianza con la
mayoría de los campesinos. Esta comprensión encontró expresión en la campaña de
1919 para consolidar su alianza con 'el campesinado medio', una categoría
discursiva hasta entonces poco utilizada. Esta importante campaña bolchevique ha
sido completamente olvidada por los historiadores y reemplazada por el mito de
una "guerra bolchevique contra el campesinado".
Finalmente, la lógica original detrás de los pasos hacia el socialismo había
sido socavada. En 1917, Lenin argumentó en efecto que los pasos hacia el
socialismo debían darse entonces, debido a la crisis económica. Pero, cada vez
más, los bolcheviques se pusieron a la defensiva y se vieron obligados a
argumentar que los pasos hacia el socialismo no se podían implementar, debido a
la crisis económica. A medida que los bolcheviques se esforzaban por superar una
serie interminable de crisis, se vieron obligados a un compromiso tras otro, y
eran muy conscientes de ello. Este proceso también ha sido oscurecido por un
mito de los historiadores: a saber, que durante el llamado "comunismo de
guerra", los bolcheviques se embriagaron de "euforia" ante la perspectiva de un
salto inmediato al socialismo pleno.
Por lo tanto, los bolcheviques se enfrentaron a un duro desafío en su
autodefinición ideológica como una revolución socialista de facto: o permanecer
fieles al axioma de la socialdemocracia revolucionaria anterior a la guerra y
abandonar su objetivo de una revolución socialista; o abandonar el axioma
declarando la compatibilidad de la revolución socialista con una alianza
obrero-campesina. Este segundo objetivo equivalía a retener la lógica de la
táctica de la hegemonía, el liderazgo proletario de los campesinos, pero
ignorando su limitación previa a la revolución democrática. Lenin eligió cada
vez más explícitamente este segundo curso y en sus artículos finales de 1923
estableció un escenario para liderar a los campesinos hasta el socialismo.
Rearme político
Una vez más, un mito histórico ha oscurecido un proceso crucial que podemos
llamar la narrativa de rearme, para usar un término de Lev Trotsky, uno de sus
creadores. Según esta narrativa, la perspectiva de los bolcheviques anterior a
1917 era completamente inadecuada para los desafíos de la situación posterior a
febrero, por lo que Lenin tuvo que "rearmar al partido". Lo hizo en sus tesis de
abril de 1917, que bautizó a la Revolución rusa en 1917 como "socialista",
proporcionando así la base lógica y política necesaria para la victoria de
Octubre. Entre una serie de otras inexactitudes, la narrativa de "rearme" niega
la continuidad con la perspectiva bolchevique anterior (el vínculo entre las
Tesis de Octubre de 1915 y abril de 1917, por así decirlo); afirma falsamente
que proclamar la naturaleza socialista de la revolución era un prerequisito
lógico y práctico para la victoria de Octubre (los propios escritos de Trotsky
de 1917 documentan ampliamente el hecho de que no se proclamó el carácter
socialista de la Revolución Rusa); pasa por alto el ajuste posterior a 1919 que
combinó la fidelidad continua a la hegemonía con una redefinición a
regañadientes de la "revolución socialista".
La evolución real de la visión de Lenin del camino hacia el socialismo se expone
con mucha más precisión en un artículo de 1925 de otro importante dirigente
bolchevique, Nikolai Bukharin. Bujarin sitúa la táctica de la hegemonía en el
centro de todo el enfoque de Lenin. Retrata a Lenin preguntándose
constantemente: ¿qué dice el campesino? Y
esto no es un accidente. Por el contrario, esto revela la gran claridad
revolucionaria que era típica del líder proletario [vozhd]. [Lenin insiste en
que los bolcheviques deben actuar] para que no sean separados de la base
campesina, de modo que puedan aplicar medidas graduales para arrastrar a los
muzhik detrás de la clase trabajadora.
Bujarin luego describe de manera útil los diversos avatares de la hegemonía en
las diferentes etapas de la revolución:
“Antes de la toma del poder, la clase obrera debe contar con el apoyo del
campesinado en la lucha contra los capitalistas y los terratenientes.
Después de la toma del poder, el proletariado debe asegurarse por sí mismo el
apoyo de una parte considerable del campesinado en la guerra civil, hasta el
momento en que la dictadura del proletariado se haya consolidado.
¿Y después de eso? ¿Podemos realmente limitarnos a considerar al campesinado
solo como carne de cañón en la lucha contra los capitalistas y los grandes
terratenientes? No ... Hay que comprender que el proletariado no tiene otra
opción. A medida que construye el socialismo, se ve obligado a arrastrar consigo
al campesinado. El proletariado debe aprender como hacerlo, ya que, a menos que
lo haga, no podrá mantener su dominación”.
Bujarin a continuación explícita que la fidelidad bolchevique a la hegemonía
requería una seria modificación de los axiomas anteriores de la socialdemocracia
revolucionaria. Representa ampulosamente a Lenin elevándose majestuosamente por
encima de "la visión habitual de la revolución socialista", sin dejar de
mencionar que el propio Lenin fue en su día un defensor feroz y tenaz de "la
visión habitual" y que su revisión posterior a 1919 se hizo a regañadientes por
la presión de las circunstancias. Sin embargo, Bujarin subraya bien los
problemas implícitos:
“¿Cuál es el punto de vista común, aprendido en los libros [knizhnyi] de la
revolución socialista? Podría formularse de esta manera: si el proletariado es
relativamente pequeño, si existe en un país con una abrumadora mayoría de
campesinos y, en consecuencia, con una economía basada en la propiedad privada a
pequeña escala [melkoe khoziaistvo], entonces este proletariado, si llega al
poder, no podrá hacer frente a la magnitud de las tareas, y este proletariado
perecerá inevitablemente, de una forma u otra. Este es el punto de vista que
emerge de la explicación habitual escolar, aprendida de los libros, de la
cuestión de la revolución socialista. Tenemos que decir que esta explicación
permanece, ¡ay! - en la mente de un círculo muy amplio de los miembros de
nuestro propio partido …
Lenin no vio al campesinado como un enemigo inevitable cuya intención es
aplastar todos nuestros cráneos, sino como un aliado potencial que a veces se
quejará y ocasionalmente dará a la clase trabajadora algunos disgustos, pero que
potencialmente debe ser atraído a la causa proletaria, para que sea una de las
fuerzas componentes en nuestra lucha por un régimen económico proletario”.
Otro componente central de la identidad de Lenin antes de la guerra como
socialdemócrata revolucionario era la lucha por conquistar las libertades
políticas en Rusia. En el poder, Lenin fundó un estado que eliminó toda libertad
política, es decir, cualquier actividad individual y grupal sin restricciones
dirigida a la participación independiente en la vida política. No solo llevó a
cabo (en palabras de El Estado y la Revolución) "la represión por la fuerza, es
decir, la exclusión de la democracia, de los explotadores y opresores del
pueblo", sino que en la práctica hizo lo mismo para todos los ciudadanos
soviéticos: trabajadores, campesinos, e intelectuales incluidos.
En una débil reivindicación de continuidad, se podría argumentar que Lenin
luchaba por las libertades políticas solo en el caso de la democracia burguesa,
en la que los trabajadores socialistas son una minoría marginada. Un vínculo más
relevante emerge cuando consideramos por qué Lenin había puesto tal empeño en la
lucha por las libertades políticas: quería poner en práctica el “modelo SPD” de
una campaña permanente para difundir el mensaje socialista. En el poder, los
bolcheviques se dieron cuenta de que podían orquestar campañas estatales aún más
efectivas si usaban su control sobre los recursos coercitivos para eliminar
cualquier competencia. El resultado, que podría llamarse “monopolio de campañas
estatales", fue una característica clave del socialismo soviético hasta el
final.
Mirando hacia atrás, vemos que los ajustes realizados por Lenin a partir de su
identidad política original como socialdemócrata revolucionario ayudaron a
preservar su fidelidad esencial e inquebrantable a la hegemonía, con palabras de
la cita anterior de 1894, la visión del "obrero ruso, situado al frente de todos
los elementos democráticos”. Un resumen apropiado de esta visión del camino
hacia el socialismo se encuentra en las palabras de su viuda, Nadezhda
Krupskaya, en el funeral de Lenin en 1924:
“Su labor [a principios de la década de 1890] entre los trabajadores de Piter
[San Petersburgo], las conversaciones con ellos, y la escucha atenta de sus
discursos, le hicieron comprender a Vladimir Ilich la gran idea de Marx: que la
clase obrera es el destacamento avanzado de todos los trabajadores y que todas
las masas trabajadoras, todos los oprimidos, la seguirán: esta es su fuerza y la
promesa de su victoria. Solo como vozhd [líder] de todos los trabajadores podrá
la clase obrera alcanzar la victoria…y este pensamiento, esta idea guió toda su
actividad posterior, en cada uno de sus pasos.”
Lars T. Lih
estudió filosofía y ciencias políticas en las universidades de Yale, Oxford y
Princeton. Fue profesor en la Universidad de Duke y el Wellesley College y
actualmente enseña en la universidad McGill de Montreal, Quebec. Una parte
importante de sus artículos pueden consultarse en los archivos de Sin Permiso.
Fuente:
https://weeklyworker.co.uk/worker/1298/the-centrality-of-hegemony/
Traducción:
G. Buster
In
SINPERMISO
https://www.sinpermiso.info/textos/lenin-150-la-centralidad-de-la-hegemonia
12/5/2020
Expondo os fatos: Quem está realizando experiências humanas e por quê?
Vladimir Odintsov
Há meses que países de todo o mundo combatem a pandemia do coronavírus, que
está a expor um número crescente de problemas nos seus sistemas e os
erros cometidos pelas actuais elites políticas que milhares de pessoas
no planeta já pagaram com as suas vidas. E as aflições causadas pela
pandemia do coronavírus só continuam a multiplicar-se.
Os Estados Unidos estão a cair na pobreza de proporções catastróficas
mesmo diante dos nossos olhos, juntamente com muitos outros países,
mesmo os Estados economicamente desenvolvidos e os países ricos da
Europa e de outras partes do mundo. A ameaça da fome está a tornar-se
mais real, e o coronavirus provou não só ser um dos desafios mais
difíceis que os EUA já enfrentaram, mas também para países como a
Grã-Bretanha e um número significativo de países da UE. Como resultado,
muitos países que simplesmente não têm força ou recursos suficientes
para combater a pandemia de hoje não tiveram outra escolha a não ser
procurar ajuda externa, embora os seus aliados tradicionais nem sempre
tenham sido rápidos a responder a estes pedidos de Ajuda.
Embora a luta contra a pandemia esteja longe de ter fim, continua a
levar muitas pessoas a refletir seriamente sobre a seguinte questão: por
que razão a pandemia foi capaz de infligir golpes tão pesados, e quem é
o responsável pelos erros de julgamento que se fazem sentir hoje?
A atual elite política dos EUA e da Grã-Bretanha começou a aumentar o
uso da mídia nacional sob seu controle e outras ferramentas de
propaganda, na tentativa de mudar a culpa por ter o maior número de
casos de infecção do mundo, o maior número de pessoas que já morreram
mortes relacionadas ao coronavírus e pelas causas não virais que levaram
ao colapso de seus sistemas nacionais de saúde, que vêm caindo aos
pedaços há anos. Eles imediatamente apontaram o dedo diretamente para a
China, que eles nomearam como seu principal culpado, embora ao contrário
dos EUA e a Grã-Bretanha, a China não só conseguiu lidar com a pandemia
na frente interna, como também ajudou muitos outros países nesta luta.
Infelizmente, para aqueles que produzem essa propaganda, suas desculpas
fracas não foram apoiadas por muitos especialistas, e nem mesmo por seus
funcionários de inteligência e segurança nacional, que dissiparam
oficialmente a teoria de que Washington e Londres se esforçaram para
promover o Covid-19 acidentalmente vazado de um laboratório chinês, e é
daí que surge a idéia de “culpa da China” e a necessidade de fazer
Pequim pagar bilhões de dólares em “compensação” por danos.
No entanto, as tentativas que os Estados Unidos e a Grã-Bretanha estão a
fazer para transferir a culpa para o exterior pelos danos causados pela
pandemia não puseram fim às críticas. Só provocaram uma maior crítica à
elite política destes países, e *a crença de que essas elites são as que
têm feito experiências indesejadas nas pessoas e nas suas vidas durante
dias a fio está a tornar-se mais popular à medida que o tempo passa*.
Muitos americanos estão convencidos de que a pandemia do coronavírus é
apenas um pretexto para trazer à força uma nova vacina que Bill Gates e
as empresas farmacêuticas associadas a ele estão desenvolvendo, a fim de
gerar mais alguns milhões de dólares a partir disso. Isso não foi
esquecido nos Estados Unidos que, durante uma Palestra do TED Bill Gates
feita a cinco anos atrás, ele já foi capaz de prever que haveria um novo
vírus, muito semelhante ao coronavírus, que poderia matar “mais de 10
milhões de pessoas.”
Em Nova York, em outubro de 2019, a universidade /Johns Hopkins Center/
para a Segurança da Saúde, em parceria com o Fórum Econômico Mundial e a
Fundação Bill & Melinda Gates sediou o cenário Evento 201, que simula um
grave pandemia global semelhante ao surto do coronavírus, e previu um
número de mortes de até 65 milhões de pessoas.
Vale a pena notar que um cenário semelhante ao cenário do Evento 201 de
uma possível epidemia de coronavírus foi previsto e publicado em 2013 na
Alemanha pelo Ministério Federal Alemão de cooperação e Desenvolvimento
Econômico. O jornal previu que uma doença viral poderia se espalhar da
Ásia para a Alemanha e, como resultado, a expectativa delineada era que
78 milhões de pessoas na Alemanha poderiam ser infectadas em três anos e
7,5 milhões delas poderiam morrer. De acordo com o cenário descrito na
altura, o setor da saúde ficaria sobrecarregado, haveria uma grave
escassez de camas hospitalares e uma elevada procura de pessoal,
equipamento médico e equipamento de proteção individual no setor da
saúde. O cenário pandêmico previa que os fornecimentos de alimentos não
estariam disponíveis em quantidades normais, que haveria falhas
relacionadas com a doença na agricultura e que as reservas seriam
encerradas devido à pandemia.
Por outras palavras, previram que tudo o que enfrentamos hoje aconteceria!
Isto leva-nos a uma pergunta óbvia: se a pandemia do coronavírus já
tinha sido prevista há vários anos, destacando problemas que já existiam
no sistema, então por que razão as pessoas no poder não tiveram isso em
conta e implementaram medidas preventivas oportunas? Quem decidiu que
não era necessário agir, mas realizar experiências humanas trágicas, e
porquê?
Outro tópico relacionado de discussão que não só está provocando um
clamor crescente nos Estados Unidos, mas também no exterior, é o
possível papel que Bill Gates tem desempenhado nos testes humanos e suas
consequências, incluindo o trabalho para desenvolver a futura vacina
coronavirus financiada pela Fundação Bill & Melinda Gates. Não só isso,
mas as pessoas não se esqueceram de uma história que foi publicada no
/The Guardian/ por volta em 2010, que contou a seus leitores sobre uma
reunião de que participaram as pessoas mais influentes na América
chamada pelo fundador da Microsoft, que teve lugar em Nova Iorque, cujos
convidados foram David Rockefeller, George Soros, Michael Bloomberg, Ted
Turner, Warren Buffett e, claro, Bill Gates. Eles apelidaram seu
encontro secreto de “Bom Clube”, e o principal problema que eles
discutiram nessa reunião foi a questão global da superpopulação. Um dos
participantes deste encontro foi o magnata da mídia e fundador da CNN
Ted Turner, que havia afirmado anteriormente que reduzir a população
mundial para entre 225~300 milhões seria “ideal” em uma entrevista que
ele deu em 1996. Em 2008, Turner suavizou sua posição, falando sobre a
necessidade de reduzir a população global para 2 bilhões, ou seja, para
70% do que era na época.
Em outra conferência do “Bom Clube” realizada atrás de portas fechadas
na Califórnia em 2010, Bill Gates leu um /TED talk/ intitulado
/“Innovating to Zero!”/ sobre a redução das emissões mundiais de CO₂,
onde ele falou da necessidade de reduzir a população, e uma das maneiras
que isso poderia ser feito seria através da criação de novas vacinas.
“Agora, nós colocamos um monte de dióxido de carbono todos os anos”,
disse ele. “É uma média de cerca de cinco toneladas para todos no
planeta.” E de alguma forma, temos de fazer mudanças que reduzam isso a
zero.” “Esta equação tem quatro fatores, um pouco de multiplicação [ … ]
e isso será baseado no número de pessoas.” “Primeiro, temos população. O
mundo de hoje tem 6,8 bilhões de pessoas. Isso vai para cerca de nove
bilhões. Agora, se fizermos um ótimo trabalho em novas vacinas, cuidados
de Saúde, Serviços de saúde reprodutiva, poderíamos baixar isso em,
talvez, 10 ou 15 por cento.”
Gates não esconde seu interesse em vacinas, e é capaz de perseguir seus
objetivos, através da Organização Mundial de Saúde, que ele
continuamente financia, influenciando o trabalho da organização, seus
planos e prioridades. As grandes empresas farmacêuticas que o apoiam
estão preparadas para mobilizar grandes entregas de drogas e fizeram
isso em muitas ocasiões, mas as suas atividades têm sido muitas vezes
acompanhadas de escândalos. A vacinação em massa contra a poliomielite
na Índia tem sido associada à paralisia de milhares de crianças. A
vacinação contra a malária e a meningite administrada nos países
africanos também tem sido associada a paralisia, convulsões febris e
mortes de crianças. E um ensaio para as vacinas experimentais contra o
papilomavírus humano (HPV) espalhadas em províncias Índias remotas
resultou em efeitos secundários graves, incluindo doenças auto-imunes e
infertilidade em moças jovens. Médicos de diferentes países já sugeriram
que o que Gates está realmente tentando alcançar através de seus
programas de vacinação implementados através da OMS é enfraquecer os
cidadãos do Terceiro Mundo e torná-los mais suscetíveis à doença e morte
prematura. Ou talvez o seu objetivo é torná-los estéreis e inférteis. A
mídia tem relatado repetidamente que substâncias conhecidas por reduzir
a fertilidade feminina foram detectadas nestas vacinas quando foram
analisadas em laboratórios.
É por isso que as pessoas estão crescendo mais e mais cético em relação
às “vacinas de Bill Gates”, não só nos Estados Unidos, mas também em
muitos outros países, que são considerados experimentos em humanos,
juntamente com a ampla rede de /biolabs/ o Pentágono criou em vários
países diferentes.
Fonte: New Eastern Outlook
<https://journal-neo.org/2020/05/15/who-is-performing-human-experiments-and-why/>
In
DINÂMICA GLOBAL
https://dinamicaglobal.wordpress.com/2020/05/17/quem-esta-realizando-experiencias-humanas-e-por-que/
17/5/2020
sexta-feira, 15 de maio de 2020
Uma escalada militar, em meio à “crise pandêmica”
por José Luís Fiori
e William Nozaki
Esse movimento se tornou mais veloz depois que o governo de Donald Trump
passou a atacar e destruir suas antigas alianças, e todos os consensos
éticos, culturais e institucionais que ordenaram o mundo durante o
século XX.
Eu gostaria de enfatizar que qualquer ataque de um submarino americano
de mísseis balísticos, independentemente de suas características, será
percebido como um ataque com armas nucleares. E, de acordo com nossa
doutrina militar, uma ação desse tipo seria considerada motivo para uso
retaliatório de armas nucleares pela Rússia./
Quando a China identificou a existência da epidemia do coronavírus, em
dezembro de 2019, o mundo já estava sob pressão de duas grandes forças
ou tendências internacionais de longo prazo, e altamente corrosivas: a
da “saturação sistêmica”[3] <#_ftn3> e a da “fragmentação ética”[4]
<#_ftn4> em escala global. Desde seu nascimento na Europa, durante o
“longo século XVI” (1450-1650), o “sistema interestatal” expandiu-se de
forma contínua, e de maneira cada vez mais acelerada, até alcançar sua
plena globalização no final do século XX, em uma história que não foi
linear. Esta envolveu uma competição e uma belicosidade quase
permanentes entre seus Estados, que aumentaram seu poder, individual e
coletivamente, na forma de grandes “explosões expansivas”, como a que
estamos vivendo no início do século XXI. Essas “explosões expansivas”
começaram no século passado, com a plena incorporação de grandes
unidades territoriais, como foi o caso da Índia, e depois da China e da
Rússia, em um sistema composto por 60 Estados ao fim da Segunda Guerra,
e que hoje conta com cerca de 200 membros. No passado, quando ocorreram
explosões similares, provocadas pelo aumento da pressão competitiva,
elas foram acompanhadas, invariavelmente, de um aumento da desordem
interna do sistema, de um movimento expansivo deste para fora de suas
antigas fronteiras e, finalmente, de algum tipo de “guerra hegemônica”
que ajudou a refazer a ordem e a hierarquia do sistema, depois de sua
expansão dentro e fora da Europa. E tudo indica, neste início do século
XXI, que a própria tendência à “fragmentação ética” do sistema mundial –
em pleno curso – torne o atual processo de explosão e entropia o mais
amplo da História.
Esse movimento se tornou mais veloz depois que o governo de Donald Trump
passou a atacar e destruir suas antigas alianças, e todos os consensos
éticos, culturais e institucionais que ordenaram o mundo durante o
século XX. Ele abriu mão de uma liderança ética mundial que os Estados
Unidos conquistaram depois da Segunda Guerra, deixando o sistema mundial
sem um poder de arbitragem em última instância, o que deverá se
prolongar depois desta crise, desenhando um mundo sem nenhum tipo de
“/pax/” americana, chinesa, russa, ou mesmo europeia. Neste sentido, se
pode afirmar que existe uma alta probabilidade de que o mundo esteja
marchando na direção de uma “guerra hegemônica”, inevitável no longo
prazo, mesmo que não se possa dizer quando e onde ela ocorrerá.
Foi sobre esse “pano de fundo” que se instalou a pandemia do
coronavírus, junto com a “crise do petróleo”, provocando uma devastação
imediata na economia mundial, com consequências que devem se prolongar
pelos próximos anos. Hoje já existe total consenso sobre a gravidade
desta crise, e já é possível antecipar algumas de suas consequências
econômicas. No entanto, ainda não se tem dado a devida atenção a uma
série de outros acontecimentos na área militar, que têm se desenvolvido,
inclusive, como consequência provável da própria “crise bioeconômica”,
em particular nas três grandes potências capazes de alterar o rumo do
sistema mundial através de suas decisões de responsabilidade
exclusivamente nacional.
A China, onde a epidemia foi identificada, foi o primeiro país a
experimentar o seu impacto econômico, com a interrupção da produção,
aumento do desemprego e a ruptura de todos os seus circuitos e fluxos
econômicos da produção e do crédito. E foi também o primeiro país a
sofrer o impacto político e militar da epidemia, com o enfraquecimento
inicial do governo de Xi Jiping, que depois retoma as rédeas da situação
com o sucesso de sua política sanitária e começa imediatamente um
movimento de afirmação do poder militar chinês no Mar do Sul da China,
com o surgimento dentro da própria China de setores nacionalistas que
volta a propor a ocupação militar imediata de Taiwan. É sabido que a
China construiu, nos últimos anos uma frota significativa de navios de
guerra, submarinos, barcos anfíbios e hoje já dispõe da capacidade de
destruir, com mísseis DF-21, qualquer embarcação que navegue a menos de
1.500 km de suas costas, o que tornaria possível uma ofensiva imediata
sobre Taiwan, apesar de que ela tenha sido rejeitada pelo governo de Xi
Jiping..
No caso da Rússia, o impacto imediato da crise foi ainda mais violento
do que na China, devido à dependência fiscal russa do preço
internacional do petróleo. E tudo indica que a crise desencadeou ou
acelerou uma disputa interna de poder, dentro e fora do Kremlin,
envolvendo setores ultraliberais que ainda controlam o Banco Central e
as grandes empresas privadas, e setores nacionalistas e militaristas que
também estão defendendo uma espécie de “fuga para frente” militar, na
direção do Báltico, da Bielorússia e da própria Ucrânia. Ninguém mais
duvida que a Rússia já recuperou sua posição de liderança militar na
fronteira tecnológica do desenvolvimento de novas armas estratégicas,
com mísseis e armas submarinas hipersônicas que lhe dão uma capacidade
de resposta avassaladora, no caso em que se sinta ameaçada.
O mesmo vem acontecendo, de forma ainda mais extensa e visível, nos
Estados Unidos, neste momento em que se sentem atacados e fragilizados
pelo avanço gigantesco da epidemia e da crise econômica em seu
território, e por culpa – em grande medida – do próprio governo de
Donald Trump. Este desqualificou a ameaça epidêmica e agora terá que
enfrentar uma tentativa de reeleição presidencial que parecia
assegurada, mas que já não está mais tão fácil, em uma sociedade que
ficou ainda mais dividida e polarizada com o avanço da epidemia e da
crise econômica. É exatamente isso que parece explicar o grande
movimento de reafirmação do poder militar norte-americano em curso em
todo o mundo e de forma absolutamente explícita. Seja no Golfo Pérsico,
onde os Estados Unidos aumentaram recentemente seu poder de fogo, com um
sistema de drones mais modernos e letais (como é o caso do MQ-9 Reaper),
junto com um exército de 80 mil homens, agora distribuídos em torno do
Irã. E o mesmo está acontecendo na região do Oceano Glacial Ártico, no
Mar de Barents, onde a frota naval norte-americana ingressou nas últimas
semanas pela primeira vez desde 1980. No mesmo momento em que os EUA e a
OTAN realizavam exercícios militares no Mar Báltico, utilizando
bombardeiros B-1B supersônicos e com capacidade nuclear, junto com o
anúncio da instalação de um novo sistema de foguetes na Europa Central,
próximo da fronteira ocidental da Rússia. O mesmo vem se repetindo no
Mar do Japão, no Mar do Sul da China, e mais recentemente, no próprio
Caribe, com o deslocamento de navios de guerra, /destroyers/, submarinos
e aeronaves de vigilância, que se somaram à IV Frota, e a pressão
constante dos Estados Unidos contra o governo venezuelano de Nicolas Maduro.
Tudo isso poderia parecer uma mera “jactância” americana, feita com o
objetivo ostensivo de escapar de problemas internos através da
reafirmação da superioridade militar global inconteste dos Estados
Unidos. Sobretudo porque Estados Unidos, China e Rússia, em particular,
teriam grande dificuldade econômica de enfrentar uma guerra frontal
neste momento, e provavelmente ainda por alguns anos. Mas é exatamente
neste ponto que aconteceu, nas últimas semanas, uma mudança militar
capaz de alterar radicalmente todas as perspectivas e prognósticos futuros.
Foi exatamente aí que as coisas se complicaram, com o anúncio recente de
uma “mudança operacional” promovida simultaneamente pelas Forças Armadas
norte-americanas e russas. Em primeiro lugar, o governo dos EUA anunciou
que já haviam tornado operacional o uso de uma bomba nuclear de “baixa
intensidade”, com uma potência equivalente a um terço da bomba de
Hiroshima (5 kilotons). Além disso, a nova arma, W76-2, seria instalada
nos mísseis Trident utilizados pelos 14 submarinos USS Tennesse da frota
americana, e poderia ser utilizada pelas Forças Armadas norte-americanas
no caso de conflitos ou guerras “limitadas” ou “regionais”. Em seguida,
os EUA anunciaram um exercício militar com simulação de uma guerra
nuclear limitada contra a Rússia. E foi como resposta a esse anúncio, e
em particular a esse exercício militar americano, que a porta-voz do
Departamento de Assuntos Estrangeiros da Rússia, Maria Zakharova,
declarou que a Rússia responderia com um ataque nuclear maciço contra os
Estados Unidos caso algum submarino americano fizesse qualquer tipo de
lançamento de míssil, independentemente de este carregar ogivas atômicas
ou não. A partir desse momento, a prática do “/bullying/ militar” contra
países considerados adversários ou estratégicos, por parte dos Estados
Unidos, transformou-se num jogo extremamente perigoso.
Não é difícil de calcular as consequências dessa simples “mudança
operacional”, num mundo em plena transformação, provocada por sua
“saturação sistêmica” e “fragmentação ética”, sem contar com qualquer
tipo de instituição, autoridade ou poder capaz de arbitrar divergências,
e sem nenhum tipo de liderança com legitimidade universal. Num mundo
como este, esgotada a diplomacia, só restam as armas, e a partir de
agora qualquer falha involuntária ou erro de cálculo pode transformar um
conflito regional numa catástrofe de grandes proporções. Isto vale para
o Golfo Pérsico, bem como para o Mar do Sul da China, e também para o
Caribe, dada a disputa entre os Estados Unidos e a Venezuela, que
envolve ainda os interesses econômicos da China e a proteção militar da
Rússia.
Normalmente, seria muito pouco provável que os Estados Unidos aceitassem
ou iniciassem uma escalada atômica dentro do seu próprio “hemisfério
ocidental” e junto de suas fronteiras. De fato, é muito pouco provável,
mas não é impossível, porque uma vez anunciada a decisão de resposta
mútua com armas nucleares limitadas, entre EUA e Rússia, já não se pode
excluir a possibilidade, mesmo que remota, de um conflito atômico, ainda
que acidental, no Caribe e na Amazônia Sul-Americana.
A simples existência dessa possibilidade obriga a uma mudança radical da
sociedade brasileira com relação a suas próprias Forças Armadas, que não
têm representação, nem o direito de impor aos brasileiros a vassalagem
militar com relação aos Estados Unidos, pois isso pode induzir o Brasil
e os brasileiros a cometer um crime abominável contra seu próprio povo,
contra seus irmãos latino-americanos, e contra toda a humanidade.
Maio de 2020
[1] <#_ftnref1> Professor titular do Programa de Pós-graduação em
Economia Política Internacional (IE/UFRJ), e do Programa de
Pós-Graduação em Bioética e Ética Aplicada (PPGBIOS/UFRJ), Coordenador
do GP do CNPQ, “Poder Global e Geopolítica do Capitalismo”, e do
Laboratório de “Ética e Poder Global”, do NUBEIA/ UFRJ; pesquisador do
Instituto de Estudos Estratégicos do Petróleo, Gás e Biocombustíveis
(INEEP).
[2] <#_ftnref2> Professor da Fundação Escola de Sociologia e Política de
São Paulo (FESPSP) e diretor técnico do Instituto de Estudos
Estratégicos do Petróleo, Gás e Biocombustíveis (INEEP).
[3] <#_ftnref3> J.L.Fiori. /O Poder Global e a Nova Geopolítica das
Nações/. São Paulo: Boitempo, 2007, p. 40.
[4] <#_ftnref4> J.L.Fiori. “Ética cultural e guerra infinita” in /Sobre
a Guerra/. Petrópolis: Vozes, 2018, p. 398.
In
GGN
https://jornalggn.com.br/artigos/uma-escalada-militar-em-meio-a-crise-pandemica-por-jose-luis-fiori-e-william-nozaki/
15/5/2020
quarta-feira, 13 de maio de 2020
O que é 'capital fictício'?
*por Marx Memorial Library *
O "ouro das fadas" nas fábulas infantis é dinheiro mágico – uma fortuna
que logo se desfaz e se revela como folhas, poeira ou lixo inútil. Mais
coloquialmente, é a riqueza precária ou ilusória que pode desvanecer-se
tão rapidamente quanto é adquirida. Esse foi certamente o caso de alguns
especuladores na sequência da crise bancária global de 2007-2008.
As vítimas reais, é claro, foram famílias comuns da classe trabalhadora
que em consequência perderam suas poupanças, suas casas, seus empregos
e, por vezes, suas vidas.
A crise não foi algum tipo de aberração. Marx destacou que, embora as
crises sejam inerentes ao capitalismo, as que envolvem o que ele chamou
de "capital fictício", um subconjunto do capital financeiro, eram centrais.
Para a maioria das pessoas capital financeiro significa dinheiro, ou
melhor, dinheiro no banco para além do que é necessário à sobrevivência
e que potencialmente possa ser investido para ganhar mais dinheiro. A
maioria das pessoas não tem muito dele e aquele que têm não lhes rende
muitos juros.
Mas algumas pessoas têm aos montes, corporações e bancos têm ainda mais.
Por vezes eles investem em capital "produtivo": matérias-primas,
energia, materiais e serviços e, acima de tudo, maquinaria (os "meios de
produção") e na força de trabalho dos trabalhadores que empregam.
Marx chamou a isto de "capital real" ao lado de "capital monetário" – os
fundos reais utilizados. Isto permite-lhes produzirem uma mercadoria
cuja venda realiza um lucro – mais capital financeiro – o qual pode ou
não ser reinvestido.
O "Capital fictício" é diferente. O capitalismo depende do crédito e da
dívida. Sempre dependeu. Se você contrair um empréstimo – comprar alguma
coisa com o seu cartão de crédito por exemplo (dois séculos atrás
poderia ter sido um empréstimo de um agiota para comprar sementes ou
ferramentas), tem de trabalhar para reembolsá-lo – com juros. O dono de
uma fábrica que contrai um empréstimo para expandir está a "apostar" o
seu reembolso com a exploração de futuros empregados.
O que há de novo hoje é o domínio global da financiarização – e o facto
de que uma proporção crescente do capital financeiro é, para usar o
termo de Marx, "fictícia".
Hoje, o "capital fictício" é independente da produção real de
mercadorias (bens ou serviços). No fundo, ele consiste essencialmente de
"pretensões" /("claims") / financeiras sobre bens e serviços que ainda
não foram produzidos (e que poderão nunca virem a ser produzidos), a
promessa de ganhos futuros com base na mais-valia criada por
trabalhadores que ainda não foram empregados.
Inclui acções, quotas e outros valores mobiliários, os quais, disse
Marx, são "meramente um título de propriedade de uma porção
correspondente da mais-valia a ser realizada por ela" – conferindo
essencialmente ao seu possuidor uma participação em lucros futuros, uma
fatia do valor apropriado do trabalho daqueles que o produziram.
O capital fictício de hoje envolve a invenção de produtos financeiros
"em papel" (na verdade electrónicos) cada vez mais complexos, tais como
derivativos, activos titularizados e hipotecas em moeda estrangeira,
tudo inimaginável na época de Marx e cada vez mais distanciado da
produção de mercadorias físicas.
A tecnologia financeira ou "fintech" – o reforço automatizado dos
serviços financeiros – é um dos principais focos de inovação e de
investimento global, particularmente na Grã-Bretanha pós-Brexit, onde o
investimento especulativo dobrou no ano passado para cerca de £37,5 mil
milhões.
Hás exemplos que vão desde plataformas de /crowdfunding/
<https://pt.wikipedia.org/wiki/Financiamento_coletivo> (empresas como
Kickstarter e GoFundMe), passando por aplicativos inteligentes de
investimento e negociação de acções, até novas blockchain e criptomoedas.
Marx não apenas cunhou o termo "capital fictício" como dedicou bastante
esforço a analisá-lo. Um capítulo intitulado /Crédito, capital fictício
e crise / no volume III de /O capital / demonstra como o capitalismo se
torna cada vez mais dependente do crédito e da dívida como
elementos-chave do capital fictício.
Hoje, crédito e dívida – desde o saldo do seu cartão de crédito até à
dívida nacional – são fundamentais para o capitalismo. Ao nível
individual, agências de cobrança perseguem os devedores por conta de um
credor.
Mas o próprio crédito é uma mercadoria: ele é comprado e vendido. E se
bastantes pessoas incumprirem, há um problema.
A par da dívida e muitas vezes intimamente ligada a ela, particularmente
desde o colapso de 2008, uma componente cada vez mais importante do
capital fictício é o "capital morto", tipificado por propriedades vazias
e pelo "banco" de terras para desenvolvimento, com valor de uso não
realizado, não produzindo renda mas a valorizar-se em termos de valor de
troca – e produzindo um "lucro" nocional para seus proprietários – a
cada dia que passa.
O lucro está ali, certo, mas o capital físico real e sua capacidade de
produzir produtos úteis não mudou absolutamente nada.
A parte "fictícia" do capital fictício geralmente só se torna visível
publicamente num momento de crise, mais particularmente durante o
colapso de uma companhia ou de um banco, quando o capital social ou o
"dinheiro" depositado (pelo qual o investidor tem um recibo) se torna
sem valor.
Naquilo em que a crise actual difere das anteriores é no papel do Estado
a intervir para salvar o sistema económico. Sem isto, o consenso – tanto
da direita quanto da esquerda – era que teria entrado em colapso na sua
totalidade. E, naturalmente, a "prosperidade" que [a intervenção]
retornou é restrita a um número relativamente pequeno de indivíduos.
A intervenção do Estado para salvar a economia não é nada de novo.
Engels ressalta (em nota de rodapé do volume III de O Capital) que o
Banco da Inglaterra era capaz de "emitir qualquer quantidade de notas
bancárias, independentemente da reserva de ouro em seu poder; portanto,
de criar uma quantidade arbitrária de capital fictício em papel-moeda e
de usá-lo para o objectivo de fazer empréstimos a bancos, corretores de
câmbio e, por meio deles, ao comércio".
A partir da década de 1930, o "padrão ouro" foi abandonado (inicialmente
nos EUA a fim de acabar com a Grande Depressão) para ser substituído por
"moeda fiduciária" /("fiat money") / – moeda emitida por governos mas
não vinculado a qualquer activo específico, cujo "valor" é
essencialmente uma questão de fé e que pode ser usada para comprar
alguma coisa.
"As reservas fraccionais da banca" – a prática normal pela qual as
reservas mantidas por um banco são apenas uma fracção de seus passivos
para com os depositantes (o que permite que a oferta de moeda cresça
para além da base monetária criada pelo banco central) significa que o
estado tem de actuar como prestamista de último instância para esses
bancos comerciais.
Em consequência, na crise de 2007-8 o Banco da Inglaterra criou moeda
nova, electronicamente, a partir do nada, um processo chamado
"facilidade quantitativa" /("quantitative easing", QE). /
Parte dela – cerca de 45 mil milhões de libras – foi usada para
"comprar" acções do RBS [Royal Bank of Scotland], agora avaliadas em
menos da metade do que o contribuinte pagou por elas. E quantias muito
mais altas foram supostamente "injectadas" na economia – não através do
investimento directo na produção, transportes, educação ou serviços de
saúde, mas sim na recompra de títulos dos bancos comerciais, que então
ficavam livres para usar o dinheiro como quisessem.
A QE continua a crescer – de £200 mil milhões em 2009 para cerca de £435
mil milhões em 2018. Os valores foram ainda maiores no ano passado, a
fim de combater os efeitos do Brexit – cerca de um quarto do PIB da
Grã-Bretanha.
E após a pandemia do Covid-19 eles provavelmente crescerão ainda mais,
pois a moeda, injectado supostamente para apoiar a produção, o emprego e
os serviços essenciais, acaba por escorar um sistema financeiro
fracassado, grande parte do qual em paraísos fiscais além-mar.
O "capital fictício" escora o sistema capitalista à custa de cortes
cruéis em serviços de educação, saúde e bem-estar, níveis crescentes de
dívida pessoal e institucional (incluindo governos nacional e locais),
exploração acrescida para os trabalhadores e desigualdade crescente. O
fardo, como sempre, recai sobre as pessoas comuns.
11/Maio/2020
*Respostas anteriores (este é o número 63) podem ser encontradas em
https://tinyurl.com/FullMarx <https://tinyurl.com/FullMarx> .
O próximo curso on-line da Biblioteca Memorial Marx e da Escola dos
Trabalhadores, Sindicatos, Classe e Poder começa na segunda-feira 18 de
Maio. Pormenores em https://tinyurl.com/MMLOnlineLearning
<https://tinyurl.com/MMLOnlineLearning> .
Ver também:
# Capital fictício <http://resistir.info/crise/capital_ficticio2.html> ,
L. N. Krasavina
# Reflexões sobre a crise
<https://www.resistir.info/crise/remy_nov12_p.html> , Remy Herrera
# Alucinações circulatórias da moeda e do capital fechando o ciclo
<https://www.resistir.info/financas/alucinacoes_18ago19.html> , José
Martins
# Criptomoedas: do fetichismo do ouro ao hayekgold
<https://www.resistir.info/financas/criptomoedas_vf.html> , Paulo
Nakatani e Gustavo Moura de Cavalcanti Mello
# Não, o coronavirus não é o responsável pela queda das cotações bolsistas
<https://www.resistir.info/financas/coronavirus_04mar20.html> , Eric
Toussaint
# Roubo ou exploração?
<https://www.resistir.info/crise/roberts_13set19.html> , Michael Roberts
# O capital fictício, como a finança se apropria do nosso futuro
<https://www.resistir.info/v_carvalho/capital_ficticio_11mar15.html> ,
Daniel Vaz de Carvalho
# Crise: algumas perguntas e respostas
<https://www.resistir.info/jf/crise_faq.html> , Jorge Figueiredo
# **La crisis global y el capital ficticio
<http://resistir.info/livros/crisis_global_y_capital_ficticio.pdf> ,
Consuelo Silva Flores e Claudio Lara Cortés
O original encontra-se em
morningstaronline.co.uk/article/f/what-is-fictitious-capital
<https://morningstaronline.co.uk/article/f/what-is-fictitious-capital> *
In
RESISTIR.INFO
https://www.resistir.info/crise/capital_ficticio3.html
13/5/2020
Assinar:
Postagens (Atom)