segunda-feira, 14 de agosto de 2023

El insoportable maniqueísmo de la izquierda «antiimperialista» ***

 




Por William I. Robinson


El socialista alemán August Bebel comentó una vez que el antisemitismo
es el “socialismo de los tontos” porque los antisemitas reconocen la
explotación capitalista solo si el explotador era judío, pero de lo
contrario haría la vista gorda ante la explotación que emana de otros
sectores.

Más de un siglo después, ese socialismo de tontos ha sido resucitado por
una autoproclamada izquierda “antiimperialista” que condena la
explotación y la represión capitalista en todo el mundo cuando las
perpetra por Estados Unidos y otras potencias occidentales o los
gobiernos que estas potencias apoyan, pero hace la vista gorda o incluso
defiende a los Estados represivos, autoritarios, y dictatoriales
simplemente porque estos Estados enfrentan la hostilidad de Washington.

Las políticas de la explotación capitalista y el control social en todo
el mundo están moldeadas fundamentalmente por la contradicción entre una
economía globalmente integrada al lado de un sistema de dominación
política basado en el Estado-nación. La globalización económica y la
integración transnacional de capitales brindan un impulso centrípeto al
capitalismo global, mientras que la fragmentación política brinda un
poderoso contra-impulso centrífugo que está resultando en una escalada
del conflicto geopolítico. El abismo se está ampliando rápidamente entre
la unidad económica del capital global y la competencia política entre
los grupos dominantes que deben buscar la legitimidad y evitar que el
orden social interno de sus respectivas naciones se rompa frente a la
creciente crisis del capitalismo global. Esta coyuntura global es el
telón de fondo del “socialismo de los tontos” contemporáneo.

Discutiré aquí los casos de China, Nicaragua, los BRICS, y la
multipolaridad ya que sacan a relucir la lógica enrevesada y la política
retrograda de esta izquierda “antiimperialista.”

*China y el Desarrollo Capitalista*

El capitalismo con peculiaridades chinas ha implicado el surgimiento de
poderosos capitalistas transnacionales chinos fusionados con una elite
del Partido-Estado dependiente de la reproducción del capital y de
estratos medios de alto consumo, alimentados por una devastadora ola de
acumulación
<https://www.amazon.com/Commune-Capitalism-Peasants-Collective-Farming/dp/1583676988/ref=sr_1_1?crid=AFAP0F7UAK3M&keywords=zhun+xu&qid=1685996786&s=books&sprefix=Zhun+Xu%2Cstripbooks%2C237&sr=1-1> primitiva en el campo y la explotación de cientos de miles de trabajadores chinos. Chino es ahora uno de los países más desiguales <https://www.pnas.org/doi/10.1073/pnas.1403158111> del mundo. Las huelgas y los sindicatos independientes no son legales en China. El Partido Comunista Chino hace tiempo que abandonó cualquier referencia a la lucha de clases o el poder de los trabajadores. A medida que las luchas laborales continúan aumentando en el país, también lo hace la represión estatal <https://www.amazon.com/Workers-Change-China-Responsiveness-Contentious/dp/1108831109/ref=sr_1_1?crid=3GL1CGWQ11FF8&keywords=elfstrom+workers+and+change+in+china&qid=1685997430&s=books&sprefix=elfstrom+workers+and+change+in+chin%2Cstripbooks%2C232&sr=1-1&ufe=app_do%3Aamzn1.fos.18ed3cb5-28d5-4975-8bc7-93deae8f9840> contra ellas.

Es cierto que el desarrollo capitalista ha sacado a millones de personas
de la pobreza extrema –al menos de acuerdo con las estrechas mediciones
de pobreza del Banco Mundial por debajo de $785 dólares en ingresos
anuales– y ha provocado una rápida industrialización, progreso
tecnológico e infraestructura avanzada. Es igual de cierto que los
países centrales de América del Norte y Europa Occidental experimentaron
estos logros durante sus periodos de rápido desarrollo capitalista desde
finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX. La izquierda nunca
vio este desarrollo capitalista en el Occidente como una victoria para
la clase trabajadora ni perdió de vista el vínculo entre este desarrollo
y la ley de la acumulación desigual y combinada en el sistema
capitalista mundial. China se está “poniendo al día”.

El modelo chino se basa en un complejo de empresas estatales y privadas
en las que el capital privado representa las tres quintas partes
<https://www.nytimes.com/2022/01/16/business/economy/china-economy.html>
de la producción y las cuatro quintas partes del empleo urbano. China no
ha seguido la ruta neoliberal hacia la integración capitalista
transnacional. El Estado juega un papel clave en el sistema financiero,
en la regulación del capital privado, en el gasto público, especialmente
en la infraestructura, y en la planificación. Este puede ser un modelo
distinto de desarrollo capitalista que la variante neoliberal
occidental, pero sigue obedeciendo las leyes de la acumulación de
capital. Tras la apertura al capitalismo global en la década de los
1980, China se convirtió en un mercado para las corporaciones
transnacionales y un sumidero de capital excedente acumulado capaz de
aprovechar una vasta oferta de mano de obra barata controlada por un
estado de vigilancia omnipresente y represivo. Pero al viraje del siglo
se estaban acumulando presiones para encontrar salidas en el extranjero
para el capital chino excedente acumulado durante años de desarrollo
capitalista intensivo.

Sostener este desarrollo pasó a depender ahora de la exportación de
capital al exterior. En las dos primeras décadas del siglo XXI, China
lideró al mundo en una oleada de inversión extranjera directa (IED)
hacia países del Sur y del Norte Global por igual, profundizando la
integración transnacional de capitales y acelerando la transformación
capitalista en los países en los que invierte. Entre 1991 y 2003, la
inversión extranjera directa de China se multiplicó por 10
<https://www.wri.org/insights/chinas-overseas-investments-explained-10-graphics> y luego se multiplicó por 13,7 entre 2004 y 2013, de 45 mil millones de dólares a 613 mil millones de dólares. Para 2015, China se había convertido en el tercer inversor extranjero más grande <https://www.bbvaresearch.com/wp-content/uploads/2015/06/15_17_Working-Paper_ODI.pdf> en el mundo. Se IED saliente comenzó a superar la IED entrante y el país se convirtió en acreedor neto. ¿Qué sucede cuando esta IED china en el exterior aterriza en el antiguo Tercer Mundo?

*Despojo y Extracción Se Convierten en “Cooperación Sur-Sur”*

Las comunidades indígenas del departamento de Apurímac, en el altiplano
de Perú, han librado luchas sangrientas
<https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/14747731.2023.2179813> en
los últimos años contra la mina de cobre a cielo abierto Las Bambas, de
propiedad y operación china, una de las más grandes del mundo, que han
dejado decenas de muertos y heridos. De hecho, el estado peruano vende
legalmente servicios policiales a las empresas mineras, lo que permite
que la MMG de China compre la fuerza física de la policía para avanzar
en la extracción de cobre por medios violentos. Si bien este espacio
extractivista chino-peruano y otros similares son promocionados por los
“antiimperialistas” como un modelo de cooperación Sur-Sur y
modernización post-occidental, los agudos observadores reconocerán de
inmediato la estructura clásica de extracción imperialista, mediante la
cual el capital transnacional desplaza comunidades y se apropia de
recursos bajo la protección política y militar de Estados locales
encargados de la represión violenta de la resistencia a la expulsión y
la explotación.

El patrón es el mismo en toda América Latina. Los bancos chinos han
otorgado más de $137 mil millones en préstamos para financiar proyectos
de infraestructura, energía y minería. Un informe de 2022
<http://chinaambienteyderechos.lat/wp-content/uploads/2022/03/Informe-reporte-medio-termino-1.pdf> de una coalición de grupos ambientalistas y de derechos humanos analizó 26 proyectos en Argentina, Brasil, Bolivia, México, Perú, y Venezuela. Encontró violaciones generalizadas de los derechos humanos, el desplazamiento de comunidades locales, devastación ambiental y conflictos violentos dondequiera que se realizaran inversiones chinas en minas y megaproyectos. Los defensores de las prácticas crediticias de China afirman que estos préstamos son diferentes de los que provienen de Occidente porque no imponen condiciones como lo hacen los prestamistas occidentales. Esto no es enteramente verdad <https://www.fdiintelligence.com/content/feature/chinas-growing-footprint-in-latin-america-82014>. Pero incluso si lo fuera, ¿qué diferencia hace eso para los trabajadores, campesinos y comunidades indígenas que resisten la explotación, la represión y la destrucción ambiental asociadas con el capital chino en colaboración con inversionistas transnacionales de otros lugares y Estados capitalistas locales?

El punto no es que el capital chino sea peor o mejor que el capital
originario de otros países. El capital es capital independiente de la
identidad nacional o étnica de sus portadores. Sin embargo, cuando un
Estado capitalista occidental y un Estado capitalista en el Sur Global
cooperan para imponer megaproyectos a las comunidades locales o para
facilitar el saqueo corporativo transnacional en la extracción o la
industria, esta cooperación es condenada (correctamente) como
explotación por parte del imperialismo y las clases dominantes locales.
Cuando dos Estados capitalistas del Sur Global cooperan para los mismos
megaproyectos y la explotación corporativa, esto se elogia como una
“cooperación Sur-Sur” progresista y antiimperialista y “que trae
desarrollo”.

Organizaciones como la Tricontinental, encabezada por Vijay Prashad,
elogian a borbotones
<https://www.blackagendareport.com/china-and-us-relations-latin-america>
este papel chino en el antiguo Tercer Mundo como “mutuamente
beneficioso”, “ayudando el desarrollo” y “ganador-ganador” para China y
los países en los que invierten sus corporaciones. ¿Realmente debemos
creer que los inversionistas chinos están expandiendo las zonas francas
industriales y reubicando la producción industrial intensiva en mano de
obra de China a zonas de salarios más bajos en Etiopia, Vietnam y otros
lugares, ¿no para obtener ganancias sino para “ayudar a estos países a
desarrollarse”? ¿No es ese el mismo discurso legitimador del Banco
Mundial? Repitiendo el discurso legitimador de la elite china
Partido-Estado, la Tricontinental también ha insistido
<https://thetricontinental.org/wp-content/uploads/2023/03/20230308_Eight-Contraditions_EN_Web.pdf> en que “el ascenso pacífico del socialismo con particularidades chinas” proporciona una alternativa al imperialismo occidental. Bueno, lo hace. Pero no una alternativa al despojo y la explotación capitalista. El desarrollo capitalista no es un proceso neutral frente a los antagonismos de clase. Es /por definición/ un proyecto de clase de la burguesía. El desarrollo capitalista, ya sea del Oeste o del Este, se trata de expandir las fronteras de la acumulación.

*El Mal Uso de la Soberanía y la Solidaridad*

La izquierda “antiimperialista” condena legítimamente la propaganda
occidental, pero parece incapaz de denunciar o incluso reconocer la
propaganda no occidental en todo el mundo, o peor aún, repite esa misma
propaganda como cámara de eco.

Nicaragua proporciona un caso de manual
<https://againstthecurrent.org/atc221/nicaragua-daniel-ortega-the-ghost-of-louis-bonaparte/>. El régimen de Ortega ha demostrado ser hábil en el uso de un lenguaje que suena radical y una retórica antiimperialista para tocar una cuerda reflexiva de apoyo de apoyo entre la izquierda internacional. Ortega volvió al poder en 2007 a través de un pacto con la tradicional oligarquía de derecha del país, los exmiembros de la contrarrevolución armada y la jerarquía conservadora de la Iglesia Católica y las sectas evangélicas. Prometiendo respeto absoluto por la propiedad privada y libertad irrestricta para el capital, procedió a cogobernar hasta 2018 con la clase capitalista, otorgando al capital transnacional 10 años de exenciones fiscales, desregulación, libertad irrestricta para repatriar ganancias y represión de los trabajadores en huelga. El 96 porciento de la propiedad del país sigue en manos del sector privado. La dictadura ha reprimido toda la disidencia y ha cerrado más de 3,500 organizaciones de la sociedad civil desde 2018, esto en un país de apenas seis millones de habitantes, porque considera que cualquier vida cívica fuera de la propia es una amenaza.

Muchos progresistas pueden estar genuinamente confundidos debido al
merecido apoyo que la revolución Sandinista de 1979-1990 recabó en todo
el mundo y la historia de la despiadada intervención norteamericana
contra el país. Esa revolución murió en 1990 y lo que llegó al poder en
2007 bajo Ortega fue todo menos revolución. Sin embargo, la izquierda
“antiimperialista” ha optado por abrazar calurosamente la dictadura,
justificada por los supuestos intentos de Estados Unidos de
desestabilizar el régimen y en nombre de la “soberanía”. Pero la
evidencia no respalda la afirmación de estos detractores de que Estados
Unidos está impulsando un “cambio de régimen contrarrevolucionario”
contra Ortega, a pesar retórica de ruido de sables de Washington.

Nicaragua no enfrenta sanciones comerciales o de inversión. Estados
Unidos es el principal socio comercial del país (el comercio bilateral
<https://www.census.gov/foreign-trade/balance/c2190.html> superó los
$8,3 mil millones en 2022) y la inversión corporativa transnacional
continúa llegando, al igual que los préstamos multilaterales al Banco
Central. No hay intervención militar o paramilitar estadounidense. Sin
embargo, ninguno de estos hechos ha impedido que la organización
estadounidense Code Pink, entre otras, afirme que el de Ortega es un
“gobierno socialista” bajo la presión de “sanciones devastadoras” y que
enfrenta “violentos intentos de golpe de estado”.

Washington si emprende campañas de desestabilización en toda regla, no
contra Ortega, sino contra Irán, Venezuela y otros países. Tales
crímenes no tienen nada que ver que los intereses de las masas obreras y
populares en estos países y deben ser condenados por vehemencia por
cualquier izquierdista digno de ese nombre. Pero esto no absuelve a la
izquierda del compromiso con el internacionalismo y la solidaridad con
los imprimidos solo porque resistimos las pretensiones imperiales de
Estados Unidos en todo el mundo. La izquierda “antiimperialista”, sin
embargo, le dirá lo contrario. Preste atención a la advertencia de la
periodista Caitlin Johnstone
<https://caitlinjohnstone.com/2022/12/20/youre-not-actually-helping-when-you-support-protesters-in-empire-targeted-governments/>: si vives en un país occidental, “simplemente no es posible que prestes tu voz a la causa de los manifestantes en las naciones atacadas por el imperio sin facilitar las campañas de propaganda del imperio sobre esas protestas. O tienes una relación responsable con esta realizad o una irresponsable”. Es así de sencillo. ¡Proletarios de solo algunos países uníos!

Los “antiimperialistas” han vuelto a una concepción de soberanía, no del
pueblo o de las clases trabajadoras, sino de los gobiernos en los países
que defienden. Las luchas anticolonialistas y antiimperialistas del
siglo XX defendieron la soberanía nacional, no estatal, frente a la
injerencia de las potencias imperiales. Los Estados capitalistas usan
este reclamo de soberanía como un “derecho” para explotar y oprimir
dentro de las fronteras nacionales libres de injerencia externa.
Nosotros la izquierda no tenemos reparos en “violar la soberanía
nacional” para condenar los abusos de los derechos humanos por parte de
los regímenes pro-occidentales, y tampoco deberíamos tenerlos en defensa
de los derechos humanos en aquellos regímenes no favorecidos por Washington.

El internacionalismo proletario llama a las clases trabajadoras y
oprimidos de un país a extender la solidaridad no a los Estados sino a
las luchas de las clases trabajadoras y oprimidas de otros países. Los
Estados merecen el apoyo de la izquierda en la medida –y sólo en la
medida– que impulsan las luchas emancipatorias de las clases populares y
trabajadoras, que impulsen, o se vean obligados a impulsar, políticas
que favorezcan a estas clases. Los “antiimperialistas” confunden el
Estado con la nación, el país, y el pueblo, generalmente careciendo de
cualquier concepción teórica de estas categorías y avanzando en la
orientación policía populista sobre la de clase. Nosotros en la
izquierda, condenamos la invasión y ocupación estadounidense de Irak a
principios de este siglo. Lo hicimos no porque apoyáramos al régimen de
Saddam Hussein –solo un tonto podría haberlo hecho– sino porque nos
solidarizamos con el pueblo iraquí y porque todo el proyecto imperial
para el Medio Oriente equivalía a un ataque contra los pobres y los
oprimidos en todas partes.

*BRICS: Sustitución de la Contradicción Capital-Trabajo por una
Contradicción Norte-Sur*

Los “antiimperialistas” aplauden a los BRICS
<https://www.theguardian.com/commentisfree/2013/apr/02/brics-challenge-western-supremacy> como un desafío del Sur al capitalismo global, una opción progresista, incluso antiimperialista, para la humanidad. Solo pueden hacer tal afirmación reduciendo el capitalismo y el imperialismo a la supremacía occidental en el sistema internacional. En el apogeo del colonialismo y sus secuelas inmediatas, las clases dominantes locales eran, en el mejor de los casos, antiimperialistas, pero no anticapitalistas. Su nacionalismo borró las divisiones de clase al proclamar una identidad de intereses entre los ciudadanos de un país en particular.

Este nacionalismo tuvo un aspecto progresista y, a veces, en la medida
en que todos los miembros del país en cuestión estaban oprimidos por la
dominación colonial, los sistemas de castas que impuso y la supresión de
capital endógena. Los “antiimperialistas” de hoy se entusiasman por los
BRICS como un “proyecto del Tercer Mundo” revivido, en palabras de
Prashad, una nostalgia anticuada por ese momento anticolonial de
mediados del siglo XX que oscurece las contradicciones de clase internas
junto con la red de las relaciones de clase transnacionales en las que
están enredados. Dos referencias bastarán para ilustrar cuán
desconectado está ese pensamiento de la realidad del siglo XXI.

Hace varios años tue la oportunidad de dar una charla en Manila a un
grupo de activistas revolucionarios filipinos. Una mujer presente,
originaria de la India, se opuso a mi análisis del surgimiento de una
clase capitalista transnacional que incorporó contingentes del antiguo
Tercer Mundo. Me dijo que en la India “estamos luchando contra el
imperialismo y por la liberación nacional”. Le pregunté qué quería decir
con esto. Los capitalistas centrales estaban explotando a los
trabajadore indios y transfiriendo el excedente a los países
imperialistas siguiendo las líneas que analizó Lenin, respondió ella.

Fue pura coincidencia que en la misma semana de mi charla, el
conglomerado corporativo global con sede en la India, Tata Group, que
opera en más de 100 países en seis continentes, había adquirido una
serie de íconos corporativos de su antiguo amo colonial británico, entre
ellos, Land Rover, Jaguar, Tetley Tea, British Steel, y la cadena de
supermercados Tesco, lo que convirtió a Tata en el mayor empleador del
Reino Unido. Entonces, estos capitalistas con base en la India se habían
convertido en los mayores explotadores individuales de los trabajadores
británicos. ¡Según la propia lógica de esta mujer, el Reino Unido ahora
era víctima del imperialismo indio!

Poco después de su primera toma de posesión, en 2003, y luego nuevamente
en 2010 durante su segundo mandato presidencial, el presidente brasileño
Lula cargó un avión del gobierno con ejecutivos corporativos brasileños
y se dirigió a África. El séquito presidencial-corporativo presionó a
Mozambique y otros países africanos para que se abrieran a la inversión
en los abundantes recursos minerales del continente por parte de la
corporación minera transnacional con sede en Brasil, Vale, que también
opera en los seis continentes, bajo la retórica de la “solidaridad
Sur-Sur”. No está claro qué había de antiimperialista, y mucho menos
anticapitalista, en los safaris corporativos africanos de Lula y, por
extensión, en la agenda de “cooperación Sur-Sur” que personifica, o
porque la izquierda debería aplaudir la expansión del capital con sede
en Brasil en África, capital con sede en China en América Latina,
capital con sede en Rusia en Asia Central o capital con sede en India en
el Reino Unido.

Podemos apoyar las políticas (ligeramente) redistributivas a nivel
doméstico y la política exterior dinámica en el extranjero de gobiernos
como el de Lula. Todos los Estados capitalistas no son iguales y es muy
importante quién está en el gobierno. Pero un gobierno “progresista” no
es necesariamente socialista ni tampoco necesariamente antiimperialista.
Para los miopes, la expansión hacia el exterior del capital chino, indio
o brasileño es vista como una especie de liberación del imperialismo.
¿Qué se puede hacer con la extraña afirmación
<https://internationalmanifesto.org/wp-content/uploads/2021/08/through-pluripolarity-to-socialism-a-manifesto-final.pdf> del Geopolitical Economy Research Group (Grupo de Investigación de Economía Geopolítica) con sede en Canada y el International Manifesto Group (Grupo de Manifiesto Internacional) que patrocina, para quienes el compromiso ideológico triunfa sobre los hechos, de que los BRICS se encuentran “entre los éxitos más conocidos” en los esfuerzos por promover “desarrollo nacional e industrialización autónomos e igualitarios para romper las cadenas imperialistas”?

Si bien los BRICS no representan una alternativa al capitalismo global y
la dominación del capital transnacional, sí señala el cambio hacia un
sistema interestatal más multipolar y equilibrado dentro del orden
capitalista global. Pero tal sistema interestatal multipolar sigue parte
de un mundo capitalista global brutal y explotador en el que los
capitalistas y Estados BRICS están tan comprometidos con el control y la
explotación de las clases trabajadoras y populares globales como sus
contrapartes del Norte. A medida que aumenta la membresía de los BRICS,
los nuevos candidatos para unirse al bloque en 2023 incluyen Estados tan
magníficamente “autónomos e igualitarios” que luchan contra las “cadenas
imperialistas” como Arabia Saudita, Egipto, Baréin, Afganistán, Nigeria
y Kazajstán.

*Multipolaridad: El Nuevo Albatros*

La invasión rusa de Ucrania en 2022 y la respuesta política, militar y
económica radical de Occidente pueden señalar el golpe de gracias de un
orden interestatal decadente posterior a la Segunda Guerra Mundial. Un
capitalismo global cada vez más integrado es incompatible con un orden
político internacional y una arquitectura financiera controlados por
Estados Unidos y el Occidente, y con una economía global denominada
exclusivamente en dólares. Estamos al comienzo de una reconfiguración
radical de las alineaciones geopolíticas globales al ritmo de la
creciente turbulencia económica y el caos político. Sin embargo, la
crisis de hegemonía en el orden internacional tiene lugar dentro de esta
economía global única e integrada. El pluralismo capitalista global
emergente puede ofrecer un mayor margen de maniobra para las luchas
populares en todo el mundo, pero un mundo políticamente multipolar no
significa que los polos emergentes del capitalismo global sean menos
explotadores u opresores que los centros establecidos.

Por el contrario, el Occidente establecido y los centros emergentes en
este mundo policéntrico están convergiendo en turno a tropos de “Gran
Potencia” notablemente similares, especialmente el nacionalismo
jingoísta, a menudo étnica, y la nostalgia de una “civilización
gloriosa” mitificada que ahora debe recuperarse. Las narrativas
spenglerianas difieren de un país a otro según las historias y culturas
particulares, a saber:

En China el hipernacionalismo se combina con la obediencia confuciana a
la autoridad, la supremacía étnica Han y una nueva Gran Marcha para
recuperar el estatus de gran potencia. Para Putin son los días de gloria
de un imperio de la “Gran Rusia” anclado en Eurasia, políticamente
respaldado por un conservadurismo patriarcal extremo que Putin llama
<https://carnegieendowment.org/politika/88451> “valores espirituales y
morales tradicionales” que encarnan la “esencia espiritual de la nación
rusa sobre el Occidente decadente”. En EEUU, es la bravuconería
hiperimperial de una Pax Americana menguante, legitimada por la doctrina
de “excepcionalismo estadounidense” y la grandilocuencia de la
“democracia y la libertad”, en cuyo margen siempre ha estado la
supremacía blanca, ahora encarnada en un movimiento fascista en ascenso
como “teoría del reemplazo”. A estos podríamos agregar el panturquismo,
el nacionalismo hindú y otras ideologías cuasi fascistas en este mundo
policéntrico en ascenso. ¡Haz América Grande de Nuevo! ¡Haz China Grande
de Nuevo! ¡Haz Rusia Grande de Nuevo!

Estados Unidos puede ser el mandamás y el criminal más peligroso entre
los cárteles de Estados criminales que compiten entre sí. Debemos
condenar a Washington por instigar una Nueva Guerra Fría y por empujar a
Rusia a través de una expansión agresiva de la OTAN para que invada
Ucrania. Sin embargo, la izquierda “antiimperialista” insiste en que hay
un solo enemigo, Estados Unidos y sus aliados. Este es un cuento
maniqueo del “Occidente y el resto”. Tal narrativa metafísica de /Star
Wars/ (Guerra de las Galaxias) sobre la lucha virtuosa contra el
singular Imperio del Mal termina legitimando la invasión rusa de
Ucrania. Y al igual que Star Wars, se vuelve difícil distinguir el
balbuceo fantástico de un mundo de fantasía del balbuceo de la izquierda
“antiimperialista”.

*William I. Robinson*. *Distinguido Profesor de Sociología. Universidad
de California en Santa Barbara*.

Publicado en inglés en /Los Angeles Review of Books/ (The Philosophical
Salon)

Em
REBELION
https://rebelion.org/el-insoportable-maniqueismo-de-la-izquierda-antiimperialista/
12/8/2023

quinta-feira, 10 de agosto de 2023

As raízes do anticolonialismo em Marx

 


POR Thierry Drapeau
[molongui_author_box]
Tradução
Gercyane Oliveira

Através de sua relação com o radical cartista e poeta trabalhista Ernest
Jones, Karl Marx percebeu a necessidade de se opor à escravidão e ao
colonialismo para acabar com o capitalismo.

Em seu filme /O Jovem Karl Marx/
<https://www.jacobinmag.com/2017/03/young-karl-marx-review-raoul-peck/>,
o diretor Raoul Peck apresenta uma cena em que um francês anônimo de
ascendência africana faz uma intervenção sincera durante um dos
discursos de Pierre-Joseph Proudhon ao ar livre em Paris.

Em contraste com a multidão de trabalhadores reunidos ao seu redor, o
cavalheiro negro, elegantemente vestido e de cartola, interrompe
brevemente o famoso orador para pedir que fale de liberdade não apenas
para os trabalhadores, cujos ofícios estavam cada vez mais ameaçados
pela indústria, mas também para a classe baixa de proletários — “os
navais, os mecânicos, os fundidores!”, exclama ele.

Marx e sua companheira de vida e co-pensadora, Jenny, estão sentados ao
lado do /citoyen de couleur/, ambos parecendo encantados com seu
comentário crítico ao pai do anarquismo francês.

A cena é memorável, com certeza, pois não é Marx, mas uma pessoa negra –
que estava ligada, talvez diretamente ou por ascendência, ao
colonialismo e à escravidão – que exorta Proudhon a ter uma concepção da
classe trabalhadora que inclua o proletariado da fábrica. A discussão na
cena nunca se volta explicitamente para a questão dos proletários
racializados e escravizados do mundo colonial.

Implicitamente, porém, ela o faz. Porque, por meio de seu personagem
negro, Peck nos lembra que Marx estava vivendo e pensando no coração de
um império colonial, com territórios estrangeiros ainda dominados pela
escravidão racial, e que esse contexto mais amplo moldou inexoravelmente
a composição da classe trabalhadora no núcleo metropolitano.

No entanto, tanto no filme quanto na história, o Marx parisiense ainda
não estava preocupado intelectual e politicamente com o colonialismo e a
escravidão. Portanto, Peck não faz com que seu Marx converse com o
interlocutor negro, com quem ele claramente compartilhava a mesma
perspectiva, mas com Proudhon, de quem ele era altamente crítico.

Esse ponto cego colonial que o diretor de cinema haitiano revela no
pensamento do jovem Marx não era apenas uma idiossincrasia pessoal. Ele
espelhava a política da classe trabalhadora que ele havia descoberto e
com a qual trocava ideias nos cafés, salões e banquetes da /Ville
Lumière/ entre 1843 e 1845.

Embora não fossem necessariamente pró-escravidão e em diferentes graus,
todos os socialistas franceses proeminentes, de Proudhon a Louis Blanc e
Pierre Leroux, apoiaram a causa colonial no início da década de 1840
como uma forma de resolver a chamada “questão social” no país e exportar
o socialismo para o exterior.

Portanto, reivindicar e lutar pela libertação dos oprimidos na Argélia
ou em Guadalupe não era uma preocupação urgente em sua política. E,
portanto, não se tornou uma preocupação urgente para o proletariado
“abstrato”, sobre cujos ombros Marx, em seus /Manuscritos de Paris/ e,
mais tarde, no /Manifesto Comunista/, decidiu transferir a tarefa
<https://www.jacobinmag.com/2016/03/working-class-capitalism-socialists-strike-power/>de derrubar o capitalismo.

As coisas começaram a mudar quando Marx se mudou para Londres. Sua
imersão em uma cultura diferente da classe trabalhadora e, em especial,
sua relação próxima com o poeta trabalhista Ernest Jones
<https://archiveshub.jisc.ac.uk/search/archives/0a953782-01d3-3155-9f0d-5c782ec2ca0f>, cartunista radical cartista, é fundamental para a ampliação de sua visão.


    Londres radical

A poeira das revoluções mal havia assentado na Europa continental quando
Marx desembarcou em Londres no final de agosto de 1849, depois de ser
expulso da França pelo novo governo conservador. Um ano antes, a ala
revolucionária do Cartismo
<https://www.jacobinmag.com/2016/02/chartism-feargus-oconnor-democracy-suffrage-thomas-paine/> – o primeiro movimento de massa da Inglaterra impulsionado pela classe trabalhadora – havia tentado oferecer às pessoas sua própria primavera.

No início de junho de 1848, Ernest Jones fez um discurso acalorado no
leste de Londres, declarando à multidão que o golpe pela liberdade
deveria ser dado primeiro na Irlanda, pedindo sua libertação do jugo
britânico. Ele foi imediatamente preso e condenado a dois anos de prisão
solitária. Logo foram feitos planos entre os radicais cartistas para
fomentar uma insurreição armada na capital, libertar Jones da custódia
da polícia, derrubar o governo e estabelecer uma república.

Entre os conspiradores estavam William Dowling e Thomas Fay, dois
irlandeses que lutavam pela liberdade, e o alfaiate cartista e
abolicionista negro William Cuffay, filho de um escravo das Índias
Ocidentais.

A conspiração, portanto, tinha uma profunda dimensão atlântica e, se
tivesse sido bem-sucedida, eles teriam revivido a longa tradição
insurrecional urbana do “proletariado heterogêneo” em toda a bacia
oceânica, como os historiadores Peter Linebaugh e Marcus Rediker
registraram em /The Many-Headed Hydra/.

A conspiração foi descoberta e preventivamente frustrada quando Marx
pisou nas docas do rio Tâmisa. Jones estava preso há quase um ano, e
Cuffey, Dowling, Fay e três outros conspiradores estavam a caminho da
prisão perpétua na Austrália. O cartismo foi seriamente enfraquecido,
mas sua tradição política radical continuou viva.

Liderado por George Julian Harney, editor de jornais, ex-marinheiro e
líder dos Fraternal Democrats, o movimento cartista estava a caminho de
um renascimento por meio de sua ala esquerda. Tirando lições da derrota
da revolução na Inglaterra, Harney estava reorganizando o Cartismo como
um movimento independente da classe trabalhadora em uma nova base
socialista – ” /o Charter e algo mais/“, como dizia o lema.

Marx, que havia rompido relações com os alemães da Liga Comunista,
sediada em Londres, foi atraído pelo republicanismo vermelho de Harney e
se juntou ao seu círculo com entusiasmo em 1850. Em novembro daquele
ano, o jornal de Harney, /The Red Republican/, publicou a primeira
tradução em inglês do /Manifesto Comunista
<https://jacobin.com.br/2021/02/manifesto-comunista/>/. Nesse meio
tempo, Jones havia sido libertado da prisão e retomou sua militância
cartista juntando-se aos “vermelhos” de Harney, onde fez amizade com Marx.


    Marx e Jones

Jones e Marx tinham 32 anos de idade em 1850 e ambos eram de origem
alemã. Nascido em uma família aristocrática britânica em Berlim e
educado lá até a idade adulta, Jones não só conseguia se comunicar
fluentemente na língua materna de Marx, como também compartilhava parte
de uma cultura comum com ele, o que ajudou a consolidar a amizade. Eles
logo se aproximaram por causa da política.

Marx ficou rapidamente impressionado com as habilidades de oratória de
Jones. Ele assistiu às palestras e discursos de Jones várias vezes entre
1850 e 1851, quando este último estava viajando pela Inglaterra para
mobilizar a base cartista. Jones, na visão de Marx, era então “o
representante mais talentoso, coerente e ativo do cartismo”, o que o
levou a assumir o papel de líder efetivo dentro do corpo cartista.

Quando Jones decidiu lançar seu próprio jornal semanal, Notes to the
People, em maio de 1851, Marx não hesitou em se oferecer como colaborador.

Marx estava ganhando sua principal renda como correspondente europeu do
New York Daily Tribune, mas contribuir com seu jornalismo para um órgão
de imprensa cartista era uma forma de entrar em contato direto com o
movimento operário britânico. Ele assinou dois artigos no Notes, ambos
sobre as revoluções de 1848 na França, e co-escreveu pelo menos seis
outros com Jones.

Além disso, como admitiu mais tarde a Engels, Marx foi responsável por
fornecer orientação e, supostamente, assistência direta na redação de
todos os artigos econômicos publicados no jornal semanal de Jones entre
1851 e 1852, o que representou mais de dois terços de todos os artigos
publicados nele.

Esse envolvimento fez com que Marx mergulhasse em um novo ambiente
intelectual, no qual foi exposto e, portanto, aprendeu com as ideias e
visões políticas do Cartismo, inclusive sobre o anti-imperialismo.


    O cartismo contra o império

Por meio de sua colaboração jornalística e parceria política com Jones,
e diferentemente de seus anos parisienses, Marx se vinculou a um
movimento de trabalhadores que tinha uma longa história de resistência
às conquistas coloniais, que remonta aos Diggers e Levellers do século
XVII e aos Jacobinos do século XVIII.

Na década de 1850, Jones era, sem dúvida, o mais consistente e ardente
defensor dessa tradição dentro do Cartismo. Seu anticolonialismo o levou
à prisão em 1848 e só se aprofundou depois que ele saiu.

Foi em sua cela que Jones começou a escrever os versos de /The New
World, A Democratic Poem/. O épico abriu a primeira edição do Notes to
the People e se tornou a obra mais famosa de Jones. Ele prevê a eclosão
de uma revolução mundial na Índia ocupada pelos britânicos, onde

    /Rola a torrente feroz dos direitos de um povo,/
    /E os soldados Sepoy, acordando, grupo por grupo,/
    /Finalmente se lembram de que têm uma pátria!/

A tempestade revolucionária decolonial se espalha ao lado da África e
vinga os abusos da escravidão em seu rastro, evocando os espíritos dos
revolucionários haitianos
<https://jacobinmag.com/2012/03/the-black-jacobin-2>.

    /Nas profundezas do sul em chamas, uma nuvem aparece,/
    /A ira latente de quatro mil anos,/
    /Qualquer que seja o nome dado pelo capricho da história,/
    /mouro, africano, etíope, negro, ainda significava escravo!/
    /E, terríveis aliados! para garantir sua vingança,/
    /Atrás deles se erguem Ogé e L’Ouverture./

Por fim, a revolução na África se espalha pela América Central e do Sul,
onde os insurgentes derrubam séculos de domínio imperial espanhol em
nome dos povos indígenas conquistados.

<https://autonomialiteraria.com.br/loja/jogos/polarizando-a-disputa-narrativa-na-politica-brasileira/>

    /Ria México! E bata palmas Peru!/
    /Velho Montezuma, quebre seu túmulo./
    /Acendam suas lâmpadas, pobres vestais do sol!/
    /Para que possam ver o trabalho de Pizarro superado!/

A experiência militante na Londres radical havia ensinado a Jones que a
batalha do Cartismo estava entrelaçada com o abolicionismo e o
anticolonialismo
<https://www.jacobinmag.com/2016/11/british-empire-kenya-oman-ireland-state-secrecy>, e que a classe trabalhadora era global <https://www.jacobinmag.com/2016/11/native-americans-marxism-colonialism-nodapl-archie-phinney-means-nez-perce> e multirracial. Mas a derrota esmagadora em 1848-49 e a apatia política que ela causou na Grã-Bretanha e em toda a Europa haviam reorganizado a ordem das lutas, pois ele agora acreditava que a ofensiva revolucionária global na reacionária década de 1850 não seria iniciada pelos trabalhadores da Europa, mas pelas massas oprimidas das colônias.

Marx nunca havia colaborado tão estreitamente com alguém que tivesse
opiniões tão anticolonialistas. Como colaborador e leitor do /Notes/,
ele não poderia deixar de ler o /New World/ de Jones nem sua coluna,
/Our Colonies/, que denunciava o imperialismo britânico
<https://www.jacobinmag.com/2018/01/winston-churchill-british-empire-colonialism> e tentava reunir os leitores da classe trabalhadora para apoiar os movimentos de resistência contra o domínio britânico no exterior.

Essa linha editorial foi levada para o /People’s Paper/, lançado por
Jones em maio de 1852, substituindo o /Notes/ e tornando-se o principal
órgão de imprensa do Cartismo. Marx continuou sua colaboração editorial
e jornalística no novo semanário, contribuindo com um total de 25
artigos, alguns deles reimpressos do /Tribune/.

A primeira edição do//jornal declarou sua perspectiva anticolonialista
com este apelo aos trabalhadores: “analisamos, e muito bem, os
interesses da democracia europeia; que seja nossa a análise de nossas
lutas coloniais.” A libertação do domínio britânico nas colônias, em
outras palavras, foi a alavanca para a libertação do proletariado no
núcleo capitalista.

Podemos apenas imaginar o que Marx teria pensado ou dito a Jones. Quatro
anos antes, no /Manifesto/, ele e Engels haviam considerado o
imperialismo ocidental como uma força progressiva e benéfica que atraía
as sociedades subdesenvolvidas para a civilização burguesa.

Agora ele estava colaborando com alguém que tinha a opinião oposta, uma
situação que o levou ao que sua formação hegeliana teria reconhecido
como uma posição de crítica imanente, ou seja, uma crítica que se
submete e se apropria das próprias premissas de um ponto de vista
concorrente para transcendê-lo dialeticamente.

Um primeiro sinal do efeito dialético do anticolonialismo de Jones no
pensamento de Marx é encontrado em seu artigo /The Chartists/, publicado
no /Tribune/ em 1852, no qual ele cita um dos discursos de Jones
denunciando os abusos e a repressão do governo britânico no Sri Lanka.
Um ano depois desse texto fundamental, a Índia entrou em seu radar
jornalístico, e ficou evidente que Marx estava se tornando parte da
comunidade intelectual cartista, na qual ele gravitava, e foi absorvido
por ela.


    A iniciativa anticolonial

Os debates que ocorreram no Parlamento sobre a renovação da carta da
Companhia das Índias Orientais de 1852 a 1853, que revelaram detalhes
sobre como a Índia era governada e administrada, levaram Jones e Marx a
mudar seu foco para a distante colônia oriental. E, assim como suas
políticas até aquele momento, seu jornalismo
<https://www.jacobinmag.com/2018/05/karl-marx-journalism-writings-newspaper> não pode ser desassociado.

Jones escreveu pela primeira vez uma série de artigos no /People’s
Paper/ que denunciava o domínio britânico na Índia como uma pilhagem
direta legalizada da população nativa. Nessa série, publicada em maio de
1853, Jones se refere à Índia como a “Irlanda do Oriente”, onde décadas
de “barbárie britânica”, como ele chama o domínio britânico, não
resultaram em progresso, mas em miséria terrível. Era típico da crítica
cartista ao império inverter o discurso orientalista predominante do
imperialismo e colocar não os colonizados, mas os governantes britânicos
no papel de bárbaros.

Mas Jones, como nenhum outro cartista e em sintonia com a perspectiva
desenvolvida em “/The New World/“, foi um passo além e defendeu a
independência da Índia, desejando que o exército de soldados nativos –
conhecidos como sipaios – se voltasse contra os governantes britânicos e
lançasse um movimento de libertação nacional. Em um artigo posterior,
Jones relacionou a exploração dos trabalhadores britânicos à opressão
colonial da população indiana, reiterando que uma Índia independente era
crucial para a luta de classes no país.

Marx estava convergindo para argumentos semelhantes. Mudando o tom geral
do /Manifesto/, seus artigos no /Tribune/ reconhecem que o imperialismo
britânico não trouxe progresso e civilização para a Índia, mas sim morte
e destruição. Ele também empregou a analogia da “Irlanda do Oriente”
para descrever a Índia, uma indicação de que Jones estava ligado à
evolução multilateral de seu pensamento.

Além disso, em seu famoso artigo de 8 de agosto de 1853, /The Future
Results of British Rule in India/, Marx condenou o domínio britânico na
Índia como um exemplo da “barbárie inerente à civilização burguesa”,
empregando termos condizentes com o discurso cartista do império.

No mesmo artigo, ele admitiu, por meio de uma nova retórica
anticolonialista, que a libertação da Índia poderia ocorrer tanto por
meio de um levante da classe trabalhadora na Inglaterra quanto por um
movimento auto-emancipatório liderado pelas próprias massas colonizadas.
Essa foi uma mudança importante no pensamento de Marx porque, pela
primeira vez, ele delineou um cenário que concedia aos povos coloniais a
iniciativa da mudança social revolucionária, uma posição que coincide
exatamente com a de Jones.

Em 1854, Marx apoiou a organização de base de Jones que levou à criação
de uma assembleia nacional de trabalhadores – o chamado Parlamento
Trabalhista – em Manchester. Em abril de 1856, ele participou de um
banquete realizado para comemorar o quarto aniversário do People’s
Paper, no qual fez o discurso de abertura.

Como disse a Engels, seu discurso tinha como objetivo consolidar sua
posição como membro e colaborador do movimento cartista. Com o mesmo
espírito militante, Marx saiu às ruas no final daquele ano e participou
de uma manifestação de apoio ao cartista John Frost, que havia voltado à
prisão.

Assim, quando uma revolta anticolonial estava prestes a eclodir na
Índia, o ativismo cartista continuou a ocupar um lugar significativo na
vida de Marx.


    O espectro indiano

Na primavera de 1857, começaram a chegar à Inglaterra notícias de um
motim no exército colonial da Índia, liderado por soldados sipaios
rebeldes. Imediatamente, Marx e Jones se interessaram pelo fato. O que
eles haviam conjecturado em teoria quatro anos antes estava agora se
apresentando como uma possibilidade concreta, que eles não hesitaram em
aceitar.

Enquanto a imprensa britânica produzia matérias que subestimaram e
ridicularizavam os insurgentes, Marx e Jones seguiram um curso de
reportagem diferente, mas que convergia. Desde o início, eles se
solidarizaram com o sofrimento da população indiana e denunciaram o
domínio britânico na colônia, ambos apontando para a inevitabilidade de
o motim se transformar em um movimento de libertação nacional mais amplo.

Eles também insistiram na autoatividade e na racionalidade política dos
indianos colonizados como o fator decisivo para moldar o curso dos
acontecimentos. E Marx, assim como Jones, via a insurreição como um novo
espectro que assombrava a Europa, onde poderia causar uma crise que
abriria uma oportunidade para uma nova ofensiva dos trabalhadores. “A
Índia é agora nosso melhor aliado”, escreveu Marx com entusiasmo a Engels.

Durante o verão e o outono de 1857, Jones abordou e escreveu sobre a
insurreição por meio dos argumentos cartistas do retributivismo, ou
seja, a ideia importada do messianismo religioso de que a história é
conduzida por um processo de justiça imanente pelo qual os erros
históricos são retificados por meio de retribuição.

Assim, em 4 de agosto de 1857, ele sustentou que “as iniquidades das
nações são sempre visitadas pela retribuição” e que a insurreição
indiana era um “exemplo marcante desse equilíbrio compensador na
história – essa agência retributiva”, que ele colocou ao lado dos
movimentos de libertação na Polônia, Hungria e Itália.

Uma semana depois, Marx escreveu /A Revolta Indiana/ para o /Tribune/,
no qual reconheceu que a insurreição indiana incorporava uma dinâmica
social dialética e transformadora comparável àquela pela qual a Europa
Ocidental havia passado — uma inversão completa de sua posição inicial
em relação ao oriente. Ele observou:

    Há algo na história humana como a retribuição; e é uma regra da
    retribuição histórica que seu instrumento seja forjado não pelo
    ofendido, mas pelo próprio ofensor. O primeiro golpe desferido
    contra o monarca francês partiu da nobreza, não dos camponeses. A
    revolta indiana não começa com os Ryots, torturados, desonrados e
    despidos pelos britânicos, mas com os Sepoys, vestidos, alimentados,
    acariciados, engordados e mimados por eles.

É impressionante como a fraseologia de Jones se insinua na prosa de Marx
aqui, sugerindo uma marca duradoura do Cartismo em seu pensamento à
medida que a insurreição indiana se desenrolava. A revolta anticolonial
no outro extremo do império britânico certamente levou Marx a rever sua
posição e a integrar o colonialismo em sua concepção materialista da
história.

Mas, parece que Marx se inspirou em Jones para dar esse passo adiante,
encontrando nos escritos de seu amigo de longa data argumentos que
ultrapassavam o antagonismo binário dos países capitalistas centrais,
burguesia em relação ao proletariado, para incluir um movimento
anticolonial em andamento que estava virando o domínio imperial de
cabeça para baixo.

Jones, a essa altura, começou a contemplar a possibilidade de formar uma
coalizão eleitoral com o campo burguês-radical para ganhar o direito de
voto para os trabalhadores. Marx certamente ficou desapontado com a
iniciativa, o que o levou a se separar, embora apenas temporariamente,
de Jones em 1858. Essa desilusão, no entanto, foi política e de forma
alguma prejudicou a estima de Marx por Jones, o escritor e crítico
social, como indica a homologia de seu jornalismo sobre a insurreição
indiana.

Em grande parte, os anos 1850 constituíram uma década Cartista para o
londrino Marx. Foi uma década em que ele aprendeu com sua parceria com
Jones e, de modo mais geral, com sua experiência no movimento cartista.

Ao sair dessa década, Marx pode ter se desencantado com a política de
Jones, mas foi transformado intelectualmente. E o mais importante é que,
graças a Jones, ele estava firmemente posicionado em um caminho
anticolonial que continuaria a moldar seu principal projeto político nos
anos seguintes.


      Sobre os autores


          Thierry Drapeau

é professor de Relações Industriais na Université du Québec en
Outaouais, no Canadá. Atualmente, ele está trabalhando em um livro sobre
a história atlântica do internacionalismo da classe trabalhadora.

Em
JACOBIN
https://jacobin.com.br/2023/08/as-raizes-do-anticolonialismo-em-marx/
9/8/2023


Hiperinflação, inadimplência e guerra

 




      Dmitry Orlov



Muitas pessoas parecem felizes em viver de acordo com a lógica rígida de
que, se algo ruim previsto para acontecer ainda não aconteceu, segue-se
automaticamente que os previsores estavam errados e que a coisa ruim
nunca acontecerá. É absolutamente inútil tentar explicar a elas que é
muito mais fácil prever com precisão QUE algo acontecerá do que prever
com precisão QUANDO isso acontecerá.

Parece haver uma predisposição genética que todos os humanos
compartilham para agrupar todos os desenvolvimentos indesejados e talvez
inevitáveis, mas ainda não incipientes, em uma única categoria de
“coisas com as quais não se preocupar ainda”. Esta é uma vasta categoria
que inclui o início da próxima era do gelo em qualquer milênio a partir
agora, o mundo ficando sem petróleo (o mundo não ficará – mas você pode
ficar) e, é claro, o castelo de cartas financeiro dos EUA fazendo aquilo
que todos os castelos de cartas fazem eventualmente, se você continuar
adicionando cartas a eles, exceto que (e é isso que torna os castelos de
cartas tão emocionantes) você nunca sabe qual carta será demais.

A perda da classificação de crédito AAA nos EUA fez com que algumas
pessoas acordassem momentaneamente com um ronco alto antes de se
recostar para dormir em sua poltrona. A notícia de que os pagamentos
anuais de juros sobre a dívida federal dos EUA estão prestes a
ultrapassar US$ 1 trilhão a caminho de devorar toda a parte
discricionária do orçamento federal fez com que algumas sobrancelhas
franzissem por um ou dois segundos antes de suavizar novamente com a
ajuda de um dos mantras de bem-estar, como “eles vão pensar em alguma
coisa!” ou “Eu teria sorte se fosse viver tanto tempo!” ou (este
pronunciado com um sorriso perverso) “Bem, comece outra guerra!”

De fato, as guerras foram extremamente úteis para os Estados Unidos mais
de uma vez. As Guerras Indígenas permitiram que os EUA limpassem
território para colonização, causando incidentalmente o maior genocídio
da História mundial, estimado em cerca de 100 milhões de almas. A Guerra
Mexicano-Americana, também conhecida como Intervención estadounidense en
México, permitiu que os EUA ganhassem o controle do Arizona, Novo México
e partes de Utah, Nevada e Colorado. A Guerra Civil (para a qual o fim
da escravidão era apenas a justificativa propagandística) afastou o
Império Britânico do Sul, permitindo que o Norte aumentasse a produção
industrial usando o algodão do sul. A Segunda Guerra Mundial deu aos EUA
a maior recompensa: a estratégia de apoiar tanto os fascistas quanto os
comunistas em sua luta uns contra os outros (com certeza, o apoio aos
comunistas só começou a chegar depois da Batalha de Stalingrado, na qual
ficou claro que os fascistas seriam derrotados) permitiu que os EUA
empurrassem a Grã-Bretanha para o lado e se tornassem a potência mundial
preeminente por quase meio século. O colapso inesperadamente útil da
URSS estendeu esse período por mais três décadas.

Mas, desde então, as colheitas ficaram cada vez mais escassas.
Certamente, as várias operações militares na ex-Iugoslávia, no
Afeganistão, Iraque, Líbia e Síria, na Somália e no Iêmen e em várias
outras regiões pobres e relativamente indefesas, foram uma benção para a
indústria de defesa dos EUA, mas nem um pouco útil na medida em que
ajuda o projeto geral de dar aos EUA um novo sopro de vida. A atual
guerra por procuração na ex-Ucrânia não está ajudando em nada: está
demonstrando, ao mesmo tempo, que os sistemas de armas dos Estados
Unidos são obsoletos, que têm medo de enfrentar a Rússia diretamente e
que estão muito desindustrializados para manterem-se acompanhando o
ritmo vertiginoso da produção de armas e munições da Rússia. O que é
ainda pior, agora estão sem dinheiro e se preparando para roubar Peter
para pagar Paul: gastar dinheiro já destinado à ajuda à Ucrânia para
armar Taiwan. Falando em Taiwan, falta uma eleição para o Guomindang (o
partido nacionalista que inicialmente se separou dos comunistas do
continente) ganhar o poder e optar por se unir ao continente. De
qualquer forma, toda a farsa dos EUA opondo-se à China são uvas verdes:
os EUA durariam no máximo alguns meses sem suprimentos e peças de
reposição chinesas.

Tudo isso torna improvável que os EUA mais uma vez tentem adiar seu
colapso econômico e dissolução política iniciando mais uma guerra de
improviso? Sim, de fato, acredito que significa exatamente isso. Mas é
muito mais provável que outro tipo de guerra desenvolva-se
espontaneamente: uma guerra entre vários grupos armados dentro dos
próprios Estados Unidos. O gatilho para isso provavelmente será
financeiro; como foi observado por alguns observadores astutos, nos EUA
tudo é uma piada, menos dinheiro. O dinheiro é o sine qua non, o faz ou
quebra, o recurso é o elemento fundamental dos Estados Unidos. Sua
marcha em direção à independência nacional começou com uma revolta
fiscal contra a coroa britânica conhecida como Boston Tea Party (embora,
como é comum na história dos Estados Unidos, a substância em questão não
fosse o chá, mas o ópio, e o partido não fosse um partido). Para os
americanos, o dólar americano é “o sal da terra. Mas se o sal perder o
sabor, como pode ser salgado novamente? Não serve mais para nada, exceto
para ser jogado fora e pisoteado”. (Mateus 5:13).

O que será “jogado fora e pisoteado”, neste caso particular, são os
Estados Unidos da América. Os estados individuais permanecerão como
pequenos remansos pobres, dominados por criminosos e inconsequentes.
Alguns deles podem eventualmente se reintegrar em novas linhas étnicas,
raciais e/ou religiosas, enquanto outros (Nevada, por exemplo) podem ser
completamente abandonados. As pessoas já estão se movendo e se
auto-segregando ao longo das linhas indicadas pelas divisões políticas:
os vermelhos estão se mudando para os estados vermelhos, os azuis para
os estados azuis. À medida que a lei e a ordem desaparecem (como já
aconteceu em Washington e na Casa Branca em particular, e quando o peixe
apodrece da cabeça), episódios de limpeza étnica, racial e religiosa
seguirão seu curso sem oposição. Dado que os EUA são muito ricos em
armas e munições, alguns desses episódios de auto-organização pós-União
provavelmente assumirão a forma de guerra e, dada a histórica propensão
americana ao genocídio, pelo menos alguns desses episódios provavelmente
se transformarão em massacre total.

O mesmo para a guerra. É um assunto muito deprimente e aqueles que ousam
pronunciar as palavras “Vamos começar outra guerra!” com um sorriso
perverso deveriam se espancar com muita força. É provável que tenham
muita guerra, quer queiram ou não, e não vão gostar.

Então, que tal hiperinflação e inadimplência? Embora algumas pessoas
pensem nesses dois fenômenos completamente separados e desconexos, eles
são apenas os dois lados da moeda do colapso financeiro, que está
chegando cada vez mais perto. A inadimplência acontece quando o governo
federal dos Estados Unidos deixa de cumprir suas obrigações financeiras.
Possui US$ 80 trilhões em obrigações não financiadas de longo prazo, 95%
das quais são impulsionadas por apenas dois programas do governo
federal: Medicare e Seguridade Social. Destes dois, o Medicare é um
pouco menor e não é indexado à inflação e, portanto, pode ser inflado,
deixando os aposentados doentes morrerem, simplesmente não votando para
aumentar os pagamentos do Medicare. Fazer isso é politicamente muito
mais possível em Washington do que votar para cortar a Seguridade Social.

Se Washington quiser continuar financiando seus gastos obrigatórios,
terá que continuar tomando empréstimos cada vez mais rápido, mas isso
aumenta a taxa de juros, que por sua vez aumenta os custos dos juros,
mas isso aumenta a taxa de empréstimo, resultando em um círculo vicioso.
Se não consegue tomar empréstimos rápido o suficiente, tem que imprimir
o dinheiro, aumentando a inflação, o que aumenta os gastos indexados à
inflação, aumentando todos os itens acima… Em algum momento, o termo
“inadimplência hiperinflacionária” começará a aparecer ao redor: é
quando você não consegue imprimir dinheiro rápido o suficiente para
fazer os pagamentos.

Aproximadamente metade das famílias americanas recebe parte de sua renda
do governo federal. Uma vez que a “inadimplência hiperinflacionária”
faça com que esses pagamentos parem, milhões de pessoas acharão
necessário se sustentar por outros meios, e a escolha óbvia é dividir a
propriedade, seja pública ou privada, em linhas mais equitativas, com
cada grupo tendo diferenças de opinião sobre o que são essas linhas.
Essas diferenças de opinião, por sua vez, provavelmente serão resolvidas
com o uso das sempre abundantes armas de fogo, dando-nos… a guerra.

E aí está: todos os três amarrados em um único pacote organizado.

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Fonte:
https://boosty.to/cluborlov/posts/461b5050-ccc4-4a96-ae5d-97fcc84ee8dd?share=post_link

Em
SAKERLATAN
https://sakerlatam.org/hiperinflacao-inadimplencia-e-guerra/
8/8/2023

segunda-feira, 7 de agosto de 2023

Por que o Ocidente reaprendeu a abraçar o fascismo?

 
 


    Matthew Ehret [*]

Durante a Guerra Fria e especialmente depois de 1991, poucos se
perguntaram: do sangue de quem surgiu tamanha abundância e “liberdade”?

No ocidente, muitos foram levados a acreditar que a ideologia do
nazifascismo era simplesmente tão má que nada disso poderia acontecer
novamente. O romance /It Can't Happen Here/
<https://resistir.info/livros/s_lewis_it_cant_happen_here.pdf>, de
Sinclair Lewis, 1935, tentou alertar os americanos de que o maior perigo
do fascismo ser bem sucedido não estava no seu retrato caricatural dos
media, mas sim na ilusão psicológica coletiva de que tal sistema nunca
poderia ver a luz do dia num país “amante da liberdade “como os Estados
Unidos.

Infelizmente, como temos visto em quase oito décadas desde a vitória dos
Aliados em 1945, o fascismo ressurgiu de facto numa expressão mais
virulenta do que qualquer um podia imaginar. [1] <#nt>

À medida que o sistema financeiro atual caminha para um colapso
inevitável, não totalmente diferente do rebentar das bolhas da economia
de casino em 1929
<https://matthewehret.substack.com/p/hyperinflation-fascism-and-war-how>, as forças geopolíticas estão mais uma vez em jogo e mais uma vez evocam a possibilidade muito real de uma nova guerra mundial.

Em vez de tentar evitar um confronto nuclear desastroso e honestamente
aceitar as vias diplomáticas oferecidas por estadistas russos e
chineses, só se ouve o ruído de espadas belicistas nos salões
autocongratulatórios de Davos e da NATO.

Em vez de se verem esforços para remediar o aniquilamento de formas
viáveis de energia, produção de alimentos e capacidade industrial,
necessárias para suportar a vida nas nações ocidentais, vê-se a
tendência oposta seguir em rigorosa sintonia. Em quase todas as nações
apanhadas na jaula da NATO, encontramos apenas líderes fantoches
desprovidos de qualquer substância e que parecem não estar dispostos a
inverter a crise de escassez que eles próprios causaram e que ameaça
destruir inúmeras vidas.

Alguns até parecem pensar que esta era de escassez é uma coisa boa. Os
unipolares e transumanistas [nt] <#asterisco>[2] que se arrastam pelos
corredores do poder continuam proclamando que a crise atual é, na
verdade, uma "oportunidade" disfarçada.

*Mudando definições: Quando "suicídio" se torna "oportunidade"*

Seja Mark Carney defendendo esta crise civilizacional como uma
oportunidade maravilhosa
<https://www.worldfinance.com/special-reports/climate-change-from-crisis-to-opportunity> para tirar a humanidade de sua dependência de hidrocarbonetos combustíveis baratos e abraçar uma nova ordem de energia verde, ou Anthony Blinken celebrando a sabotagem do Nordstream como uma "tremenda oportunidade" <https://www.zerohedge.com/geopolitical/blinken-calls-sabotage-attacks-nord-stream-pipelines-tremendous-opportunity> para libertar a Europa do gás russo barato. O efeito é sempre o mesmo.

Todas essas elites parecem acreditar que o comportamento coletivo do
ocidente transatlântico pode finalmente ser transformado por esta
infeliz crise, para que aprendamos a viver com menos, a não possuir nada
sendo felizes, a comer insetos em vez de carne "suja" e a reduzir nosso
impacto no meio ambiente "tornando-nos verdes". O presidente francês,
Macron, expressou essa visão tecnocrática da maneira mais fria em
setembro, quando proclamou
<https://thenakedhedgie.com/2022/09/09/age-of-abundance-is-over-but-whered-the-abundance-go/> que "a era da abundância acabou".

No meio deste novo ethos surgindo sob o disfarce de um "Grande Reset",
viu-se o governo dos EUA alocar milhões de dólares de fundos públicos
para explorar técnicas para bloquear a luz solar que chega à Terra, a
fim de impedir o aquecimento global <https://archive.ph/HRXol>. Até
mesmo a molécula de dióxido de carbono, antes valorizada como alimento
para as plantas (junto com a luz solar, também demonizada), tornou-se o
inimigo número 1, destinado a ser banido
<https://canadianpatriot.org/2021/08/11/in-defense-of-co2-astro-climatology-climategate-and-common-sense-revisited/> do reino humano numa era pós-reset.

Este é o mesmo governo “amante da liberdade” que nos últimos anos
investiu milhões de milhões de dólares no resgate de bancos zumbis e
despejou armas de destruição em massa em nações outrora viáveis como
Iraque, Líbia, Síria, Iémen e Ucrânia, enquanto praticamente nada gastou
para reconstruir a infraestrutura vital e as indústrias de que
desesperadamente os cidadãos necessitam para sua sobrevivência básica.

Em países da NATO, as leis de eutanásia são alargadas muito para além
dos limites da razão para incluir doentes mentais e menores “maduros”
<https://www.theblaze.com/news/canada-s-already-liberal-euthanasia-laws-will-soon-expand-permitting-mature-children-under-18-mentally-ill-to-qualify> com menos de 18 anos, para obter uma pílula paga pelo contribuinte para cometer suicídio. As drogas que alteram a mente são apontadas por propagandistas como formas de libertação a serem descriminalizadas, enquanto os financeiros da City de Londres e da Wall Street que lavam os dinheiros destas drogas em contas offshore, ficam impunes <https://www.globalresearch.ca/wall-street-and-the-global-laundering-of-drug-money/5380153>.

Mesmo "revistas científicas" como a /Live Science/ publicam artigos de
propaganda
<https://www.livescience.com/12996-regional-nuclear-war-effects-global-cooling.html> que justificam a noção absurda de que uma "pequena guerra nuclear" poderia realmente beneficiar o meio ambiente ao reverter o aquecimento global que os modelos computacionais do IPCC nos dizem ter ocorrido, apesar de todas as evidências empíricas em contrário <https://canadianpatriot.org/2021/08/11/in-defense-of-co2-astro-climatology-climategate-and-common-sense-revisited/>.

Se todos os elementos descritos acima são sintomas, a */essência/*
particular da expressão moderna do fascismo tem sido difícil de
identificar por muitas razões. Talvez a mais importante dessas razões
resida no facto de que a mente de qualquer pessoa, demasiadamente bem
adaptada à nova modernidade, tornou-se inválida, pela propaganda
concebida nesse sentido. Parece duro, mas muitas vezes é assim.

*Educado para a estupidez*

Enquanto a educação foi baseada em incentivar os alunos a fazerem
descobertas e aprenderem a pensar por si mesmos, podiam tornar-se bons
trabalhadores e bons cidadãos. Os padrões educacionais de hoje
afundaram-se em profundidades de mediocridade que nossos avós não teriam
pensado ser possível.

Em vez de replicar as descobertas de ideias verdadeiras, os alunos das
instituições de ensino superior modernas, aprendem a memorizar as
fórmulas necessárias para passar nos exames sem entenderem como ou por
quê essas fórmulas são verdadeiras. Em todos os programas STEM
<https://fr.wikipedia.org/wiki/STEM_(disciplines)>, os alunos orientados
para a ciência, em vez de usarem seus próprios poderes de raciocínio,
aprendem a repetir crenças comummente sustentadas e promovidas pelo
consenso dos especialistas que controlam revistas e soberanamente
avaliam os textos submetidos.

O brilhante engenheiro agrónomo Allan Savory, que realizou milagres ao
transformar regiões desérticas da Terra por meio de práticas básicas do
entendimento integral dos fenómenos, descreveu a fraude da lavagem
cerebral moderna da revisão dos textos no seguinte pequeno vídeo:


*Qu’est-ce que la science? (em francês):* pic.twitter.com/cJwjDz2cI4
<https://www.resistir.info/crise/pic.twitter.com/cJwjDz2cI4>

Os estudantes de história aprendem modelos explicativos que enfatizam
leituras higienizadas de nosso passado, obscurecendo a realidade das
intenções (pseudónimo de conspirações) e os estudantes de ciências são
treinados para pensar em termos de "probabilidade estatística" em vez de
princípios de causalidade. A nossa crise é na realidade ainda mais profunda.

*O aspeto subjetivo do êxito do fascismo*

Embora seja confortável para alguns pensar que a causa de nossos
problemas está na corrupção e manipulação de uma elite conspirativa, a
verdade é muito mais subjetiva como Shakespeare observou em sua peça
/Júlio César./ Nesta peça, Cássio, adverte o seu co-conspirador Brutus
que "nosso destino... não está nas estrelas, mas em nós mesmos que somos
súbditos". Por outras palavras, são necessários dois para o tango.

Nesse sentido, uma das principais razões para o sucesso da ascensão do
fascismo após a Segunda Guerra Mundial tem pouco a ver com o planeamento
conspirativo das forças oligárquicas que se infiltraram nos nossos
governos desde a morte prematura de Franklin Roosevelt, mas muito mais
com a subtil corrupção do próprio povo, os cidadãos que constituem o
chamado "mundo livre".

Com poucas exceções, os cidadãos do ocidente “livre e democrático
baseado em regras" consideraram-se livres simplesmente por desfrutarem
um alto nível de conforto e abundância, enquanto a maior parte do mundo não.

Se a Segunda Guerra Mundial não tivesse sido inteiramente vencida pelos
“nossos bons rapazes”, como nos disseram, como seria possível a nossa
liberdade pessoal de consumir o que queremos, votar em quem queremos e
dizer o que queremos?

A libertação sexual e a liberdade de "fazer o que se quer" tornaram-se
as novas normas de liberdade e a ideia de que a liberdade depende de
princípios morais ou do peso da consciência tornou-se sinónimo de
"autoritarismo" e "sabedoria obsoleta de europeus falecidos".

A nova geração de /baby boomers,/ que aprendeu a "não confiar em ninguém
com mais de 30 anos", a "viver o momento" e a "deixar acontecer",
imbuiu-se de uma ética de pós-verdade relativamente estranha à
civilização ocidental. Se, para muitos dos que viveram aquela época, foi
uma inocente mudança de valores, para uma relação mais "emocional" com a
verdade, baseada na "empatia", no amor, não na guerra, com a adoção do
relativismo moral algo muito mais sombrio se insinuou.

À medida que a geração do /"flower power"/ que se ligou, se desligou e
se tornou a geração do "eu" do mundo corporativo dos anos 80, o mito da
derrota final do fascismo ficou ainda mais enraizado no “zeitgeist”
(espírito do tempo). Definições cada vez mais fluidas de verdade e valor
deslocaram-se para o relativismo, tais como instrumentos financeiros
especulativos e derivativos, com pouca relação com a realidade, sendo
vistos como formas legítimas de valor na nova sociedade orientada pelo
mercado. Culturalmente, as gerações mais jovens perderam o acesso a
modelos iliberais mais antigos que demonstravam verdade e dignidade,
levando a um deslizamento mais profundo em direção ao niilismo entre a
geração X, a geração Y e os do milénio.

Durante a Guerra Fria e especialmente após a desintegração da União
Soviética em 1991, poucas pessoas se perguntavam: em que se fundava essa
abundância e "liberdade"? Por que líderes nacionalistas na África,
América Latina ou mesmo no nosso próprio ocidente transatlântico
morreram horrivelmente ou sofreram golpes sob a cuidadosa coordenação e
financiamento de agências de serviços secretos ligadas aos governos da
Inglaterra e Estados Unidos?

Se nós, ocidentais, deixássemos de produzir os bens industriais que
necessitamos para nosso próprio consumo, quem preencheria o vazio? Onde
estariam as colónias de escravos que Hitler e seus apoiantes imaginaram
na nossa era moderna? É possível que a intenção por detrás do flagelo
global da guerra, do radicalismo e da fome que assola o Terceiro Mundo
desde 1945 tenha algo a ver com as forças que administram os sistemas
económicos aos quais os antigos povos coloniais têm sido levados a
adaptar-se de acordo com as mesmas potências coloniais que nos disseram
ter-lhes concedido a independência nos últimos 70 anos?

Reformulando o ponto essencial: a verdadeira razão pela qual o domínio
hediondo do fascismo está mais uma vez a ser sentido, tem muito a ver
com o facto de que muitos de nós desfrutamos dos frutos que ele trouxe
aos do "primeiro mundo" que beneficiaram da sua existência após a
Segunda Guerra Mundial e, portanto, simplesmente se recusam a vê-lo.

Podemos lamentar a incompetência criminosa e os programas maliciosos que
estão empurrando a nossa sociedade para uma nova era das trevas, mas
apenas quando percebermos que o povo deve ter os líderes políticos que
merece, é que podemos começar a curar as feridas que infligimos a nós
próprios ao longo de várias gerações.

Atualmente, as nações da Eurásia demonstraram não desejar apagar sua
história, sistemas de herança cultural antigos ou valores tradicionais
perante um Grande Reset. Eles não querem a guerra, prefeririam a
cooperação com ganhos mútuos /(win-win)/ com as nações ocidentais.

O conceito de "adaptação à escassez" foi rejeitado em favor da criação
de abundância através da adoção do progresso científico e tecnológico
nas nações da aliança multipolar e nenhum estadista na Rússia, China ou
Índia expressou a intenção de travar guerra ou sacrificar seu povo no
altar de Gaia. Com tantas nações representando tantos povos e culturas
diversas do mundo desejando rejeitar o fascismo (também na versão do
neofeudalismo transumano) no meio da nossa atual era de crise, por que
não devemos fazer tudo o que estiver ao nosso alcance para expiar os
pecados do ocidente, lutando para nos juntar a esse movimento antifascista?


        26/Outubro/2022


      NT
      [1] Recorde-se a reflexão de B. Brecht: “O fascismo não é o
      contrário da democracia burguesa é a sua evolução em tempos de crise".
      [2] Transumanismo, movimento intelectual que visa transformar a
      condição humana com o uso de tecnologias, alcançando as máximas
      potencialidades, basicamente através de meios cibernéticos para
      melhorar capacidades e experências genéticas.


    [*] Jornalista, conferencista e fundador da /Canadian Patriot Review./


    O original encontra-se em
    strategic-culture.org/news/2022/10/26/why-did-the-west-learn-to-embrace-fascism-again/ <https://strategic-culture.org/news/2022/10/26/why-did-the-west-learn-to-embrace-fascism-again/>

Em
RESISTIR.INFO
https://www.resistir.info/crise/ehret_fascismo.html#asterisco
26/10/2022



terça-feira, 1 de agosto de 2023

A Guerra na Ucrânia — “A cronologia [mais recente] da Ucrânia conta a história”

 


// Joe Lauria


«Esta cronologia mostra claramente a intenção agressiva do Ocidente em
relação à Rússia e como a tragédia poderia ter sido evitada se a NATO
não tivesse permitido a adesão da Ucrânia; se os acordos de Minsk
tivessem sido implementados; e se os EUA e a NATO tivessem negociado um
novo acordo de segurança na Europa, tendo em conta as preocupações de
segurança da Rússia.»

Sem contexto histórico, enterrado pelos media corporativos, é impossível
compreender a Ucrânia. Os historiadores contarão a história. Mas o
establishment ataca os jornalistas, como os do CN, que tentam contá-la
agora.

A forma de impedir a compreensão da guerra na Ucrânia é suprimir a sua
história.

Uma versão em caricatura diz que o conflito começou em Fevereiro de
2022, quando Vladimir Putin acordou uma manhã e decidiu invadir a Ucrânia.

De acordo com esta versão, não houve outra causa para além da agressão
russa não provocada contra um país inocente.

Utilize este pequeno guia histórico para partilhar com as pessoas que
ainda folheiam as páginas humorísticas para tentar perceber o que se
está a passar na Ucrânia.

O relato da corrente dominante é como abrir um romance a meio do livro
para ler um capítulo ao acaso, como se fosse o início da história.

Daqui a trinta anos, os historiadores escreverão sobre o contexto da
guerra na Ucrânia: o golpe de Estado, o ataque ao Donbass, a expansão da
NATO, a rejeição das propostas de tratados russos – sem serem chamados
de fantoches de Putin. Será da mesma forma que os historiadores escrevem
sobre o Tratado de Versalhes como causa do nazismo e da Segunda Guerra
Mundial, mas não são apelidados de simpatizantes do nazismo.

Fornecer contexto é tabu enquanto a guerra continua na Ucrânia, como
teria sido durante a Segunda Guerra Mundial. Os jornalistas têm de
seguir o programa de propaganda de guerra enquanto a guerra continua.
Muito depois da guerra, os historiadores são livres de analisar os factos.

Os jornalistas não têm claramente a mesmo grau de liberdade dos
historiadores.

Pelos nossos esforços para fornecer contexto em tempo real na Ucrânia,
que pode encontrar encapsulado abaixo, tivemos a PropOrNot, PayPal e
NewsGuard a tentarem impedir-nos. E Hamilton 68 colocou o editor do CN
no seu “painel” de desinformação. O Consortium News não se tem deixado
intimidar, graças ao generoso apoio dos seus leitores.

*Cronologia da Ucrânia*

Segunda Guerra Mundial – Os fascistas nacionais ucranianos, liderados
por Stepan Bandera, inicialmente aliados dos nazis alemães, massacram
mais de cem mil judeus e polacos.

1950 a 1990 – A CIA trouxe fascistas ucranianos para os EUA e trabalhou
com eles para minar a União Soviética na Ucrânia, dirigindo operações de
sabotagem e propaganda. O líder fascista ucraniano Mykola Lebed foi
levado para Nova Iorque, onde trabalhou com a CIA pelo menos durante a
década de 1960 e continuou a ser útil à CIA até 1991, ano da
independência da Ucrânia. As provas constam de umrelatório do governo
dos Estados Unidos
<https://www.archives.gov/files/iwg/reports/hitlers-shadow.pdf>que
começa na página 82. A Ucrânia tem sido, portanto, uma plataforma de
ação para os EUA enfraquecerem e ameaçarem Moscovo durante quase 80 anos.

Novembro de 1990 – Um ano após a queda do Muro de Berlim, a Carta de
Paris para uma Nova Europa (também conhecida como Carta de Paris) é
adoptada pelos EUA, Europa e União Soviética. A carta baseia-se nos
Acordos de Helsínquia <https://en.wikipedia.org/wiki/Helsinki_Accords> e
é actualizada na Carta para a Segurança Europeia de 199
<https://en.wikipedia.org/wiki/Charter_for_European_Security>9. Estes
documentos constituem a base da Organização para a Segurança e a
Cooperação na Europa
<https://en.wikipedia.org/wiki/Organization_for_Security_and_Co-operation_in_Europe>. A Carta da OSCE afirma que nenhum país ou bloco pode preservar a sua própria segurança à custa de outro país.

25 de Dezembro de 1991 – A União Soviética entra em colapso. Durante a
década seguinte, Wall Street e Washington entram em cena para esvaziar o
país de propriedades anteriormente pertencentes ao Estado, enriquecer,
ajudar a criar oligarcas e empobrecer os povos russo, ucraniano e outros
povos da antiga União Soviética.

Anos 90 – Os EUA não cumprem a promessa feita ao último líder soviético
Gorbachev de não expandir a NATO para a Europa Oriental em troca de uma
Alemanha unificada. George Kennan, o principal perito do governo dos EUA
sobre a URSS, opõe-se à expansão. O senador Joe Biden, que apoia o
alargamento da NATO, prevê uma reação hostil da Rússia.

1997 – Zbigniew Brzezinski, antigo conselheiro de segurança nacional dos
EUA, no seu livro de 1997, The Grand Chessboard: American Primacy and
Its Geostrategic Imperatives, escreve:
“A Ucrânia, um novo e importante espaço no tabuleiro de xadrez
euro-asiático, é um pivot geopolítico porque a sua própria existência
como país independente ajuda a transformar a Rússia. Sem a Ucrânia, a
Rússia deixa de ser um império eurasiático. Sem a Ucrânia, a Rússia pode
ainda aspirar a um estatuto imperial, mas tornar-se-ia um Estado
imperial predominantemente asiático”.
Véspera de Ano Novo de 1999 – Após oito anos de domínio dos EUA e de
Wall Street, Vladimir Putin torna-se presidente da Rússia. Bill Clinton
rejeita-o em 2000 quando ele pede para aderir à NATO.
Putin começa a fechar a porta aos intrusos ocidentais, restaurando a
soberania russa, acabando por irritar Washington e Wall Street. Este
processo não se verifica na Ucrânia, que continua sujeita à exploração
ocidental e ao empobrecimento do povo ucraniano.

10 de Fevereiro de 2007 – Putin profere o seu discurso na Conferência de
Segurança de Munique, no qual condena o unilateralismo agressivo dos
EUA, incluindo a invasão ilegal do Iraque em 2003 e a expansão da NATO
para leste.
Disse ele: “Temos o direito de perguntar: contra quem se destina esta
expansão [da NATO]? E o que aconteceu às garantias que os nossos
parceiros ocidentais deram após a dissolução do Pacto de Varsóvia? Onde
estão essas declarações hoje? Ninguém se lembra delas”.

2004-2005 – Revolução Laranja. Os resultados eleitorais são anulados,
dando a presidência a Viktor Yuschenko, alinhado com os EUA, em
detrimento de Viktor Yanukovich. Yuschenko faz do líder fascista Bandera
um “herói da Ucrânia”.

3 de abril de 2008 – Numa conferência da NATO em Bucareste,
umadeclaração
<https://www.nato.int/cps/en/natolive/official_texts_8443.htm> da
cimeira “saúda as aspirações euro-atlânticas da Ucrânia e da Geórgia de
adesão à NATO. Acordámos hoje que estes países se tornarão membros da
NATO”. A Rússia opõe-se a esta decisão. William Burns, então embaixador
dos EUA na Rússia e atualmente diretor da CIA, avisa num telegrama para
Washington, revelado pelo WikiLeaks, que, “O Ministro dos Negócios
Estrangeiros Lavrov e outros altos funcionários reiteraram a sua forte
oposição, sublinhando que a Rússia encararia uma maior expansão para
Leste como uma potencial ameaça militar. O alargamento da NATO, em
particular à Ucrânia, continua a ser uma questão “emocional e
nevrálgica” para a Rússia, mas as considerações de política estratégica
também estão subjacentes à forte oposição à adesão da Ucrânia e da
Geórgia à NATO. Na Ucrânia, estas incluem o receio de que a questão
possa dividir o país em dois, conduzindo à violência ou mesmo, segundo
alguns, à guerra civil, o que obrigaria a Rússia a decidir se deveria
intervir. … Lavrov sublinhou que a Rússia tinha de encarar a expansão
contínua da NATO para leste, em particular para a Ucrânia e a Geórgia,
como uma potencial ameaça militar.”

Quatro meses depois, eclode uma crise na Geórgia que conduz a uma breve
guerra com a Rússia, que a União Europeia atribui
<https://www.reuters.com/article/us-georgia-russia-report-idUSTRE58T4MO20090930>a provocações da Geórgia.

Novembro de 2009 – A Rússia procura um novo acordo de segurança na
Europa. Moscovo divulga um projeto de proposta para uma nova arquitetura
de segurança europeia que, segundo o Kremlin, deverá substituir
instituições obsoletas como a NATO e a Organização para a Segurança e a
Cooperação na Europa (OSCE).

Otexto <http://en.kremlin.ru/events/president/news/6152>, publicado no
sítio Web do Kremlin em 29 de Novembro, surge mais de um ano depois de o
Presidente Dmitry Medvedev ter levantado formalmente a questão pela
primeira vez. Em Junho de 2008, em Berlim, Medvedev afirmou que o novo
pacto era necessário para atualizar finalmente os acordos da era da
Guerra Fria.

“Estou convencido de que os problemas da Europa não serão resolvidos até
que a sua unidade seja estabelecida, uma totalidade orgânica de todas as
suas partes integrantes, incluindo a Rússia”, disse Medvedev.

2010 – Viktor Yanukovich é eleito presidente da Ucrânia numa eleição
livre e justa, segundo a OSCE.

2013 – Yanukovich opta por um pacote económico da Rússia em vez de um
acordo de associação com a UE. Isto ameaça os exploradores ocidentais na
Ucrânia e os líderes políticos e oligarcas compradores ucranianos.
Fevereiro de 2014 – Yanukovich é derrubado num violento golpe apoiado
pelos EUA (pressagiado pela interceção de Nuland-Pyatt), com grupos
fascistas ucranianos, como o Sector de Direita, a desempenharem um papel
de liderança. Os fascistas ucranianos desfilam pelas cidades em cortejos
iluminados por tochas com retratos de Bandera.

16 de Março de 2014 – Rejeitando o golpe de Estado e a instalação
inconstitucional de um governo anti-russo em Kiev, a população da
Crimeia vota com 97% dos votos a favor da adesão à Rússia, num referendo
com 89% de participação. A organização militar privada Wagner é criada
para apoiar a Crimeia. Praticamente nenhum tiro foi disparado e ninguém
foi morto naquilo que os media ocidentais erradamente retratam como uma
“invasão russa da Crimeia”.

2 de Maio de 2014 – Dezenas de manifestantes de etnia russa são
queimados vivos num edifício em Odessa por bandidos neonazis. Cinco dias
depois, Luhansk e Donetsk declaram a independência e votam a favor da
saída da Ucrânia.

12 de Abril de 2014 – O governo golpista de Kiev lança uma guerra contra
os separatistas anti-golpe e pró-democracia em Donbass. O Batalhão Azov,
abertamente neonazi, desempenha um papel fundamental na luta por Kiev.
As forças da Wagner chegam para apoiar as milícias do Donbass. Os EUA
voltam a exagerar esta situação, considerando-a uma “invasão” russa da
Ucrânia. “Não se pode, no século XXI, comportar-se à maneira do século
XIX, invadindo outro país com um pretexto completamente forjado”, diz
<https://www.politico.com/blogs/politico-now/2014/03/kerry-russia-behaving-like-its-the-19th-century-184280> o Secretário de Estado dos EUA, John Kerry, que votou como senador a favor da invasão do Iraque em 2003, com um pretexto completamente forjado.

5 de Setembro de 2014 – O primeiro acordo de Minsk é assinado em Minsk,
na Bielorrússia, pela Rússia, Ucrânia, OSCE e os líderes das repúblicas
separatistas do Donbass, com a mediação da Alemanha e da França num
formato chamado de Normandia. O acordo não consegue resolver o conflito.

12 de Fevereiro de 2015 – Minsk II é assinado na Bielorrússia, pondo fim
aos combates e concedendo autonomia às repúblicas que continuam a fazer
parte da Ucrânia. O acordo foi aprovado
<https://press.un.org/en/2015/sc11785.doc.htm> por unanimidade pelo
Conselho de Segurança da ONU em 15 de Fevereiro. Em Dezembro de 2022, a
antiga chanceler alemã Angela Merkel admite que o Ocidente nunca teve
intenção de pressionar a implementação de Minsk e que o utilizou
essencialmente como um estratagema para dar tempo à NATO para armar e
treinar as forças armadas ucranianas.

2016 – O embuste conhecido como Russiagate apodera-se do Partido
Democrata e dos meios de comunicação social seus aliados nos Estados
Unidos, onde se alega falsamente que a Rússia interferiu nas eleições
presidenciais norte-americanas de 2016 para eleger Donald Trump. O falso
escândalo serve para demonizar ainda mais a Rússia nos EUA e aumentar as
tensões entre as potências com armas nucleares, condicionando o público
para a guerra contra a Rússia.

12 de Maio de 2016 – Os EUA activam
<https://www.bbc.co.uk/news/world-europe-36272686>o sistema de mísseis
na Roménia, enfurecendo a Rússia. Os EUA afirmam que se trata de um
sistema puramente defensivo, mas Moscovo diz que o sistema também pode
ser utilizado ofensivamente e que reduziria o tempo de um ataque à
capital russa para 10 a 12 minutos.

6 de Junho de 2016 – Simbolicamente, no aniversário da invasão da
Normandia, a NATO lança exercícios agressivos contra a Rússia. Inicia
jogos de guerra com 31.000 soldados perto das fronteiras da Rússia, o
maior exercício na Europa de Leste desde o fim da Guerra Fria. Pela
primeira vez em 75 anos, as tropas alemãs refazem os passos da invasão
nazi da União Soviética através da Polónia.

O ministro alemão dos Negócios Estrangeiros, Frank Walter-Steinmeier,
contesta. “O que não devemos fazer agora é inflamar ainda mais a
situação através de lutas de sabres e de belicismo”, afirma Steinmeier
ao jornal Bild am Sontag. “Quem acredita que um desfile simbólico de
tanques na fronteira oriental da aliança trará segurança está enganado”.

Em vez disso, Steinmeier apela ao diálogo com Moscovo. “É aconselhável
não criar pretextos para renovar um velho confronto”, diz, acrescentando
que seria “fatal procurar apenas soluções militares e uma política de
dissuasão”.

Dezembro de 2021 – A Rússia apresenta aos Estados Unidos e à NATO
projectos de propostas de tratados que propõem uma nova arquitetura de
segurança na Europa, reavivando a tentativa russa falhada de o fazer em
2009. Os tratados propõem a remoção do sistema de mísseis romeno e a
retirada do destacamento de tropas da NATO da Europa Oriental. A Rússia
diz que haverá uma resposta “técnico-militar” se não houver negociações
sérias sobre os tratados. Os Estados Unidos e a NATO rejeitam-nos de
imediato.

Fevereiro de 2022 – A Rússia inicia a sua intervenção militar em
Donbass, na guerra civil ucraniana ainda em curso, depois de ter
reconhecido a independência de Luhansk e Donetsk.

Antes da intervenção, os mapas da OSCE mostram um aumento significativo
dos bombardeamentos da Ucrânia contra as repúblicas separatistas, onde
mais de 10 000 pessoas foram mortas desde 2014.

Março-Abril de 2022 – A Rússia e a Ucrânia chegam a acordo sobre um
acordo-quadro que poria fim à guerra, incluindo o compromisso da Ucrânia
de não aderir à NATO. Os EUA e o Reino Unido opõem-se. O
primeiro-ministro Boris Johnsondesloca-se a Kiev
<https://responsiblestatecraft.org/2022/09/02/diplomacy-watch-why-did-the-west-stop-a-peace-deal-in-ukraine/#:~:text=The%20decision%20to%20scuttle%20the,for%20the%20war%20to%20end.>para dizer ao presidente ucraniano Volodymyr Zelensky quepare de negociar com a Rússia <https://news.antiwar.com/2023/02/05/former-israeli-pm-bennett-says-us-blocked-his-attempts-at-a-russia-ukraine-peace-deal/>. A guerra continua e a Rússia apodera-se de grande parte do Donbass.

26 de Março de 2022 – Bidenadmite
<https://consortiumnews.com/2022/03/27/can-russia-escape-the-us-trap/>,
num discurso em Varsóvia, que os EUA estão a tentar, através da sua
guerra por procuração contra a Rússia, derrubar o governo de Putin.

Setembro de 2022 – As repúblicas do Donbass votam a favor da adesão à
Federação Russa, bem como duas outras regiões: Kherson e Zaporizhzhia.

Maio de 2023 – A Ucrânia inicia uma contraofensiva para tentar recuperar
o território controlado pela Rússia. Como se viu em documentos
divulgados no início do ano, os serviços secretos dos EUA concluem que a
ofensiva falhará antes de começar.

Junho de 2023 – Uma rebelião de 36 horas do grupo Wagner fracassa,
quando o seu líder Yevegny Prigoshzin aceita um acordo para se exilar na
Bielorrússia. O exército privado de Wagner, que era financiado e armado
pelo Ministério da Defesa russo, é absorvido pelo exército russo.

Esta cronologia mostra claramente a intenção agressiva do Ocidente em
relação à Rússia e como a tragédia poderia ter sido evitada se a NATO
não tivesse permitido a adesão da Ucrânia; se os acordos de Minsk
tivessem sido implementados; e se os EUA e a NATO tivessem negociado um
novo acordo de segurança na Europa, tendo em conta as preocupações de
segurança da Rússia.

___________
/O autor: Joe Lauria é editor chefe do Consortium News e antigo
correspondente da ONU para o Wall Street Journal, o Boston Globe e
numerosos outros jornais, incluindo The Montreal Gazette e The Star of
Johannesburg. Foi repórter de investigação do Sunday Times de Londres,
repórter financeiro da Bloomberg News e começou o seu trabalho
profissional como freelancer de 19 anos para o New York Times./

//

/Fonte:
https://aviagemdosargonautas.net/2023/07/09/a-guerra-na-ucrania-a-cronologia-mais-recente-da-ucrania-conta-a-historia-por-joe-lauria//

Em
O DIARIO.INFO
https://www.odiario.info/a-guerra-na-ucrania-a-cronologia/
1/8/2023

domingo, 30 de julho de 2023

PT — Entrevista de Saker Italia a Larry Romanoff: “PROPAGANDA, MEDIA E CONSPIRAÇÃO EM ACÇÃO”

 



*_“PROPAGANDA, MEDIA E CONSPIRAÇÃO EM ACÇÃO”
<https://t.me/sakeritalianotizie>_*

*Entrevista a Larry Romanoff*

*ENTREVISTA em PDF
<https://www.bluemoonofshanghai.com/wp-content/uploads/2023/07/PT-SAKER-ITALIA-ENTREVISTA-LARRY-ROMANOFF.pdf>*

*Realizada por Elvia Politi para Saker Italy <https://sakeritalia.it/>*

*CHINESE <https://www.bluemoonofshanghai.com/politics/12287/>    ENGLISH
<https://www.bluemoonofshanghai.com/politics/en-saker-italia-interviews-larry-romanoff-propaganda-media-and-conspiracy-in-action/>    ITALIAN <https://%20https/www.bluemoonofshanghai.com/politics/12261/>    POLSKI <https://www.bluemoonofshanghai.com/politics/polski-wywiad-saker-italia-z-larrym-romanoffem-propaganda-media-i-konspiracja-w-dzialaniu/>    PORTUGUESE <https://www.bluemoonofshanghai.com/politics/12377/>    ROMANIAN <https://www.bluemoonofshanghai.com/politics/ro-interviu-saker-italia-cu-larry-romanoff-propaganda-media-si-conspiratie-in-actiune/>*

/Apresentamos a entrevista que tivemos a honra de fazer com um dos
maiores especialistas mundiais em “propaganda”. Larry Romanoff
debruça-se há anos sobre o tema da manipulação e da gestão de consensos
como instrumento dos governos (e daqueles que manobram esses governos)
em relação à opinião pública. Ou seja, em relação a cada um de nós.
Através da sua análise lúcida e da simples evidência dos “factos”, não
só revela alguns dos casos mais recentes como nos ensina a reconhecer as
campanhas de propaganda. E como combatê-las./

/Na entrevista:/

/– O que é a propaganda e qual o seu objectivo/

/– O caso Covid e as duas guerras mundiais/

/– Realidade e ficção, a teoria da conspiração/

/– A evolução da propaganda, como e onde se aplica actualmente/

/– A propaganda geopolítica/

/– Evitar a lavagem ao cérebro/

*LARRY ROMANOFF (L.R.)* — Uma definição simples de propaganda é que a
mesma, é a divulgação de informação destinada a manipular a opinião
pública afim de aceitar um determinado ponto de vista ou incentivar uma
determinada causa política. De um modo geral, é um método de controlo da
população pelos que detêm o poder político ou financeiro. A propaganda
está quase sempre associada a informações de natureza tendenciosa ou
enganosa, consistindo numa mistura de factos, meias-verdades e mentiras.
A propaganda não é apenas manipulação psicológica, é igualmente,
manipulação “psiquiátrica” destinada a afectar as emoções das pessoas e,
através delas, a controlar o seu pensamento e comportamento. Emprega a
teoria comportamental extraída principalmente dos ensinamentos de
Sigmund Freud e, na sua pior forma, é sempre insidiosamente
manipuladora, utilizando os medos ou os anseios mais profundos das
pessoas a fim de criar a aceitação de um determinado ponto de vista, de
se tornarem emocionalmente carregadas em relação a esse conceito e de
conduzirem a acções de algum tipo.

*Elvia Politi (E.P.) — Um tema muito oportuno e urgente, a propaganda é
um fenómeno que todos compreendem mas que é difícil de codificar. Larry,
pode explicar-nos o que é a propaganda e qual é o seu objectivo?*

A propaganda tem sido fundamentalmente utilizada com o objectivo de
inflamar o público de uma nação a fim de apoiar uma guerra e de conceber
e promover mudanças sociais.

A propaganda evita os factos, dado que é concebida para criar respostas
emocionais em apoio a um determinado objectivo e, assim, desencoraja
activamente o exame racional do processo. A propaganda lida com
insinuações. Em quase todas as campanhas de propaganda, se os factos – o
verdadeiro conteúdo nelas incluído – fosse declarado abertamente, seriam
rejeitados de imediato e sujeitos apenas ao ridículo.

Um aspecto importante da propaganda é a influência emocional persistente
que exerce sobre nós. Visto que este processo psicológico adulterado
afecta os nossos medos e anseios mais profundos, ficamos
surpreendentemente relutantes em abandoná-lo depois de ele se ter
instalado. Quando adoptamos os argumentos contidos numa campanha de
propaganda, resistimos fortemente a qualquer pressão para alterar a
nossa posição. O processo psicológico é tão poderoso que, mesmo quando
nos são apresentadas provas irrefutáveis do contrário, continuamos a
duvidar, a hesitar e a supor que pode haver outra explicação.
Recusamo-nos, simplesmente, a aceitar que acreditámos em mentiras.

Em
SAKER LATINOAMERICA
https://sakerlatam.org/pt-entrevista-de-saker-italia-a-larry-romanoff-propaganda-media-e-conspiracao-em-accao/
30/7/2023