segunda-feira, 19 de agosto de 2024

La última “reserva” de Ucrania: una provocación nuclear

 ROTISLAV ISHCHENKO, ANALISTA MILITAR de RT 

Si Ucrania y los Estados Unidos deciden realizar una provocación nuclear, y la probabilidad está lejos de ser cero, entonces, lo que harían será una explosión nuclear contra su propio población poco poderosa…

Hace un año y medio, enumeré las principales probabilidades de grandes provocaciones organizadas por el régimen de Ucrania. Estas incluían:

1. Una invasión del territorio ruso, con un intento de lanzar el ejército a lo más profundo posible y provocar pánico en la población rusa.

2. Socavar el funcionamiento de las centrales hidroeléctricas del Dnieper.

3. Una provocación nuclear (la provocación química o bacteriológica también es posible, pero la provocación nuclear es más probable, lo explicaré por qué a continuación).

Kiev y la OTAN organizaron la invasión en la región de Kursk… Sin embargo, Ucrania llegó tarde para una operación a gran escala. Su objetivo era provocar tal impacto psicológico que el liderazgo militar a tuviera que retirar sus tropas del Donbass, y el liderazgo político tuviera que ceder para mantener la estabilidad política interna. Para lograrlo necesitaban reservas militares significativas. La APU (ejército ucraniano) las tuvo en 2023. Ahora mismo no tiene esas reservas.

Con el fin de montar las fuerzas que atacaron la región de Kursk, el comando de la APU seleccionó las unidades más entrenadas de tres brigadas de asalto mecanizadas y dos anfibias que sostenían el frente de Donetsk.

Es decir, Kiev no tenía un número suficiente de formaciones entrenadas y equipadas y no puede retirar por completo las brigadas involucradas en el frente de Donetsk. Por lo tanto, se vio obligado a seguir un camino conocido desde la Gran Guerra Patria: ensamblar un grupo de piezas separadas. En situaciones de crisis, es lo que hemos hecho nosotros y los alemanes, pero este hecho  demuestra una falta total de reservas.

Siempre es mejor entrar en la batalla con unidades completas (y no compuestas de diferentes elementos), ya que tienen mejor coordinación e interacción de combate. Los comandantes y el personal se conocen, han estado en batallas juntos más de una vez. Por lo tanto, son más efectivos.

Como resultado, Kiev no pudo montar un grupo lo suficientemente poderoso como para crear una grave crisis en la región de Kursk, mientras que sus reservas móviles, que se utilizaban para tapar agujeros dejaron descubierta la dirección de Pokrovsky, donde el avance de las Fuerzas Armadas Rusas se aceleró de inmediato.

Podemos decir que Kiev llegó aproximadamente un año tarde con esta provocación, y hoy en día, a pesar de todo el aullido de los alarmistas, su operación no representa un peligro real (incluso en términos de proporcionar un ataque psicológico).

El segundo tipo de provocación se llevó a cabo parcialmente durante la destrucción de la presa HPP de Kakhovskaya. Sin embargo, otras cuatro centrales hidroeléctricas del Dniéper siguen intactas. 

Lo lógico es esperar que podrían sufrir atentados cuando las Fuerzas Armadas Rusas comiencen a cruzar el río para tratar de dividir las fuerzas ucranianas que quedan en la orilla izquierda.

En esta etapa, un colapso de las hidroeléctricas del Dniéper cortaría los suministros y condenaría a la destrucción del grupo ucraniano de la orilla izquierda, que constituye la mayor parte de la APU. Por lo tanto, es muy dudoso que Kiev vuelva a recurrir a este tipo de provocación en un futuro próximo. A menos que las Fuerzas Armadas Rusas se retiren repentinamente en Zaporozhye y la APU luego pueda atacar la presa de la central hidroeléctrica de Zaporozhye (pero no toda las hidroeléctricas ).

Esto deja sola una posibilidad: la provocación nuclear. Es nuclear, no química o bacteriológica, porque el potencial de las provocaciones químicas de los Estados Unidos se desprestigió Siria porque fue evidentemente una acción de falsa bandera. Sus gritos de «atrocidades» contra la población civil ya no son creíbles. 

Si intentan usar armas químicas contra las Fuerzas Armadas de la Federación de Rusia, entonces el uso local no dará resultados, solo comprometerá a Ucrania y a sus patrocinadores. No se puede organizar un uso masivo a lo largo de toda la línea del frente. Su preparación sería demasiada complicada , pues las  armas químicas no se podrán ocultar durante su transporte.

En cuanto a la provocación bacteriológica, estas pueden salirse fácilmente de control y golpear a los provocadores.

Entonces, queda la provocación nuclear 

La inteligencia rusa ha declarado en repetidas ocasiones que es muy probable que Ucrania tenga una «bomba sucia». En principio, no es necesario ser una agencia de inteligencia para determinar que Ucrania – como cualquier estado que tenga plantas de energía nuclear – tiene todos los componentes necesarios para crear una «bomba sucia» y, si aún no la ha creado, puede hacerlo en cualquier momento.

Sin embargo solo dudo de una cosa: que Ucrania y sus jefes estadounidenses, si se deciden hacer una provocación nuclear, usen una «bomba sucia» para este propósito. 

La lógica es simple: un ataque con bomba sucia en territorio ruso infectará una pequeña área, que se podrá desactivar y limpiar con relativa rapidez. Al mismo tiempo, el mero hecho de utilizar materiales nucleares con fines militares causará una caída del apoyo a Ucrania por parte del público euro-americano, lo que complicaría el apoyo diplomático, financiero y militar por parte de los Estados Unidos y de la UE.

Por otra parte usar una «bomba sucia» en territorio ucraniano para acusar a Rusia es absurdo. ¿Por qué un país con el primer arsenal nuclear del mundo usaría un arma que es incapaz de causar daños graves al enemigo? Además, es muy difícil obtener una imagen correcta para la televisión: la radiación es invisible y sus efectos no aparecen de inmediato.

Una provocación que podría utilizar a su propia población como víctimas…

Por lo tanto, creo que si Ucrania y los Estados Unidos deciden realizar una provocación nuclear, y la probabilidad está lejos de ser cero (hasta ahora han usado todo lo que han podido contra Rusia), entonces, lo que harían será una explosión nuclear contra su propio población (poco poderosa, de unos 10 kilotones), o varias más débiles(de una kilotón).

Esta opción la pueden utilizar ahora mismo. Para su implementación, los ucranianos y los estadounidenses tendrán que detonar una o dos cargas con una capacidad de 10 kilotones en una o en dos de sus grandes ciudades: Kiev, Odessa o Dnepropetrovsk. 

La capital, el principal centro industrial del país y el puerto marítimo más grande son objetivos lo suficientemente importantes como para acusar a Rusia de golpearlos y que está infamia suene convincente para una masa de europeos. El número de muertos y destrucción será suficiente para causar una impresión más que negativa de Rusia en el mundo.

No es difícil entregar artefactos explosivos de manera desapercibida. Los Estados Unidos tienen bases en Polonia y Rumanía, desde donde pueden importar lo que quieran. Sus armamentos se trasladan permanentemente a Ucrania y no son inspeccionados por nadie.

Incluso para aquellos que no crean en la participación de Rusia, en una provocación de este tipo, la provocación indicará que la línea de la guerra nuclear se podría cruzará en el siguiente acto. 

En consecuencia, la presión sobre el Kremlin para hacer la paz aumentará no solo de Occidente, sino también de los países neutrales y de algunos aliados. Y el propio liderazgo ruso tendría que tomar una decisión difícil: responder y, en caso afirmativo; ¿cómo?

Otra opción de Ucrania es una serie de explosiones más débiles. Las explosiones nucleares con una capacidad de 0,5-1 kilotón pueden destruir las presas y los puentes del Dniéper. Dado que la mayoría de los puentes a través del Río tienen una conexión con Kiev y Dnepropetrovsk, de 7 a 10 dispositivos deberían ser suficientes. 

El número de víctimas sería mínimo. Pero, de esta manera el cruce del Dniéper por parte de las Fuerzas Armadas Rusas se interrumpiría por un período indefinido, ya que el río se convertiría en un pantano radiactivo a lo largo de todo su curso.

Esta opción es la más probable para el alto mando ucraniano, en caso que las tropas rusas lleguen al río Dniéper, desde Kiev hasta Kherson. Claro, que al mismo tiempo, las autoridades de Kiev tendrían que abandonar una parte significativa del grupo existente en la orilla izquierda, lo que les servirá como «prueba» adicional que Rusia realizó el ataque. 

La magnitud del desastre ambiental será suficiente para impresionar a Europa. La señal que la línea de confrontación nuclear estaría casi cruzada.

El resultado deseado: un callejón sin salida posicional: la incapacidad de continuar las operaciones más allá del Dniéper en un futuro previsible, además de la preocupación de amigos y neutrales porque las cosas habrían ido demasiado lejos. 

Esto debería obligar a Rusia a aceptar los términos de la paz estadounidense, lo que implica la preservación de un régimen nazi proamericano en la orilla derecha del Río Dnieper.

No hay duda que el liderazgo ucraniano ha estado durante mucho tiempo listo para detonar una bomba nuclear en alguna de sus ciudades. Lo harían para mantener la ilusión de una victoria sobre Rusia. Han demostrado que están dispuestos a cualquier cosa, incluso destruir parte de Ucrania y como fatal consecuencia casi todo el mundo. 

¿Decidirán los estadounidenses respaldar una aventura así? Bajo Trump, es poco probable, sin embargo el peligro de caer en un apocalipsis nuclear es demasiado grande. Con Kamala Harris, la situación puede tornarse en grave, ella es amiga cercana de Hillary Clinton, la ex Secretaria de Estado que chantajeó a Rusia con una guerra nuclear en 2014.

Los meses más peligrosos son ahora. Ucrania puede colapsar antes de las elecciones de EE. UU., lo que a muchos en Washington le molesta de sobremanera. Formalmente, Biden es responsable de todo, pero nadie sabe realmente quién toma las decisiones en el gobierno estadounidense. 

Si se sabe que la lucha no es solo entre republicanos y demócratas, sino también entre grupos dentro del Partido Demócrata, cada uno de los cuales utiliza la debilidad del actual presidente para fortalecer sus posiciones internas. Al mismo tiempo, estos grupos no son nada de escrupulosos con sus «amigos» ucranianos. Si es rentable, entonces ¿por qué no volar algo en algún lugar lejano? Además, el responsable será Biden y/o alguien de su equipo.

Debemos, por supuesto, esperar que no se llegue a ese extremo, pero también debemos recordar que los Ucranianos y los Anglos ya han llevado a cabo todas las provocaciones posibles (excepto las nucleares). Simplemente no les quedan más acciones de “reserva”. Una provocación nuclear es la última opción. Nadie sabe si querrán organizarlo y si podrán hacerlo. Por si acaso, es mejor estar preparado.


OBSERVATORIO DE LA CRISIS

https://observatoriocrisis.com/2024/08/18/la-ultima-reserva-de-ucrania-una-provocacion-nuclear/

18/8/2024

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