sexta-feira, 16 de agosto de 2013

La escuela-comunidad de Warisata


Raúl Zibechi


La Jornada
10-08-2013


En el altiplano boliviano, cerca de un importante centro aymara, en la pequeña
ciudad de Achacachi, con los picos nevados de la cordillera Real a su espalda y
la inmensidad del lago Titicaca al frente, se alza el edificio de lo que fue la
primera experiencia de educación comunitaria. Warisata desafía el viento helado
como la escuela-comunidad desafió la servidumbre impuesta al indio por los
hacendados y el Estado colonial travestido en república.
La fundación de la escuela de Warisata fue parte de la lucha por la recuperación
de tierras de las comunidades de la región. Después de 1899, cuando fue
derrotado el ejército indio del mallku Pablo Zárate Willka por las clases
dominantes, se comenzaron a crear escuelas indigenales (dirigidas por
autoridades indias), para continuar resistiendo la expansión del latifundio.
Muchos de los que se atrevieron a fundar escuelas fueron torturados y
encarcelados. Los hacendados eran, como en las novelas de Manuel Scorza (
Garabombo el invisible, entre otras) los principales enemigos de la educación
india.
Avelino Siñani, aymara del altiplano y fundador de Warista, enseñó
clandestinamente en su comunidad hasta que lo descubrieron; tuvo que alejarse y
fundó varias escuelas en otras comunidades pero finalmente fue apresado y
torturado. En 1917 el maestro Elizardo Pérez, cofundador de la escuela, fue
nombrado inspector de educación primaria para el departamento de La Paz y en una
de sus giras conoció a Siñani. En 1931 buscaba crear una escuela en la cual el
indio educara al indio; vuelve a encontrarse con Siñani y juntos emprenden la
tarea de crear una escuela-comunidad.
En agosto de ese año los comuneros de Warisata crean el Parlamento Amauta como
supremo órgano de decisión de la escuela. La primera decisión es abolir la
servidumbre y el trabajo gratuito que los indios prestaban al subprefecto, al
corregidor y al cura. La escuela se apodera de tierras usurpadas por los
terratenientes y a su vez los comuneros ceden parcelas para el campo de cultivo
de la escuela.
En un libro posterior (Warista. La escuela-ayllu), Elizardo Pérez destaca los
principios que guiaron la creación y el funcionamiento de la escuela. Todo lo
comunal se concentraba en la escuela y ella reproducía la comunidad, en tanto el
Parlamento Amauta abarcaba todos los aspectos de la escuela, desde la pedagogía
o la forma de enseñar, hasta los contenidos y todo lo relacionado con su
funcionamiento.
La escuela era un gran cuadrado de dos pisos con aulas y salones para que
durmieran los internos, y tenía 10 hectáreas para la producción. La escuela no
sólo producía conocimiento sino los bienes materiales necesarios para
reproducirse, escribió Elizardo. El modo de conocer partía de la praxis
comunitaria: Conocer y no copiar, transformar y no consolidar, recrear y no
estatizar, según la hermosa descripción de la historiadora Karen Claure. Los
alumnos no sólo sembraban y cultivaban, también fabricaban los colchones y las
armazones de sus camas, participaban en las cosechas junto a sus familias y los
fines de semana lavaban juntos la ropa en el arroyo.
Una parte de la enseñanza se realizaba al aire libre: el manejo del telar, la
elaboración de tejas para mejorar los techos de las viviendas de los comuneros,
las caminatas hacia el pie de la cordillera. Todos estábamos aprendiendo en la
cruda escuela del trabajo, desde legislar hasta cocinar estuco y cal, describe
Elizardo en su libro. Alumnos, campesinos y profesores almuerzan juntos en el
patio de la escuela. Las fotos de la época enseñan a los alumnos en ronda,
cuaderno en mano, al aire libre junto a los profesores. Por momentos no se sabe
si trabajan, estudian o juegan.
Para comercializar el excedente de producción de la escuela, el Parlamento
Amauta decidió crear un mercado semanal libre, sin intermediarios. Elizardo
explica: La comunidad encontró así una vía más para reproducirse, porque pasó a
controlar el comercio de sus productos. La escuela era una extensión de la
comunidad, que era la que tenía el control y a quien servía la experiencia
educativa. Las comunidades construyen el edificio, mantienen a los docentes y
deciden qué y cómo se enseña. La escuela redunda en el fortalecimiento de las
estructuras comuneras y en la expansión de sus lógicas.
El jilakata Cipriano Tiñini (autoridad comunal) expresó el sentir de los
comuneros: Para nosotros se habrá acabado esta maldición de no ver nada sin ser
ciegos; de no oír nada sin ser sordos; no poder hablar sin ser mudos. Por eso
hemos levantado esta gran escuela. ¡Mírenla ustedes! Es nuestra hija y ha de ser
nuestra madre.
Como sabían que sólo en lucha contra los terratenientes y el Estado puede
sobrevivir la escuela-comunidad, deciden expandir la lógica y la experiencia de
Warisata hacia otras comunidades. Contribuyeron a crear 15 núcleos escolares en
todas las regiones de Bolivia. En 1940 el poder feudal de los hacendados se
apodera de la educación comunal y de la escuela-comunidad, sus directores son
destituidos y el edificio saqueado. Sin embargo, la semilla germina en la
revolución de 1952 que descabalga a la oligarquía del poder estatal. La escuela
de Warisata fue el antecedente de la reforma agraria de 1953.
Hace unos años conocí Warisata de la mano de unos jóvenes de Achacachi que
relataron no sólo la historia de la escuela sino el levantamiento de 2003, la
primera guerra del gas, el asalto a las dependencias estatales, incluyendo la
cárcel local, y la creación del cuartel de Qalachaka en las afueras de la
ciudad. Estaban editando un periódico artesanal que distribuían entre jóvenes.
En cierto momento fueron ellos los que preguntaron. Querían saber del zapatismo,
mirando fijo a los ojos al interlocutor.
Ahora que vamos a participar en una escuelita, sin maestros y sin aulas, donde
seremos alumnos dedicados a aprender escuchando, me pareció oportuno hurgar en
la memoria: es la comunidad la que enseña, es el sujeto colectivo el que
enseña-luchando.
Fuente:
http://www.jornada.unam.mx/2013/08/09/index.php?section=opinion&article=018a1pol

In
Rebelion
http://rebelion.org/noticia.php?id=172386
10/08/2013

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