sexta-feira, 17 de setembro de 2021

"Los brasileños tienen hambre por falta de ingresos, no de producción", dice João Pedro Stedile

 


    Para Stedile, los emprendedores contra Bolsonaro ya son mayoría,
    pero buscan una tercera vía para las elecciones de 2022

José Eduardo Bernardes

Traducción: Patricia Moura e Souza

Brasil de Fato | São Paulo (Brasil) |
15 de Setembro de 2021 às 15:27
Leia em português
<https://www.brasildefato.com.br/2021/08/30/brasileiros-passam-fome-porque-nao-tem-renda-nao-por-falta-de-producao-diz-stedile>

João Pedro Stedile es el invitado de esta edición de BDF Entrevista -
José Eduardo Bernardes

"El gobierno de Bolsonaro no es más que el espejo de la crisis, el
espejo de la burguesía", dice João Pedro Stedile, economista y activista
de la reforma agraria, en una crítica a las posiciones recientes de los
empresarios brasileños, que recién ahora están mostrando oposición al
presidente Jair Bolsonaro (sin partido), en medio de la crisis social y
económica más grave de Brasil.

El invitado de esta edición en *BDF Entrevista,* Stedile, uno de los
fundadores del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra
<https://mst.org.br/>, también habla sobre la precarización del trabajo
en Brasil, los intentos de golpe de Bolsonaro y cómo deberá conformarse
un nuevo gobierno del expresidente Lula, principal candidato en las
elecciones de 2022.

/Acompañe la entrevista:/

*Brasil de Fato: Brasil atraviesa una crisis sin precedentes, el hambre
ha vuelto a afectar a las familias, la economía no puede dar los pasos
adecuados y los riesgos de las reformas propuestas se han materializado.
¿Cuál es el estado real de nuestra democracia desde 2016? *

*João Pedro Stedile:* El país atraviesa un momento grave, porque es la
peor crisis de toda su historia, una crisis estructural de la forma en
que el capitalismo domina la sociedad y la economía, que aparece en la
producción, en la economía cada vez más concentrada. Antes de la crisis
teníamos 45 multimillonarios, hoy tenemos 65.

Tenemos una economía ultraconcentrada, con una contradicción
fundamental, dado que ya no produce los bienes que necesita la
población. Esta es la gran contradicción del capitalismo brasileño
dependiente, con consecuencias de una verdadera tragedia social, que es
la profundización de la desigualdad social. Es la herida más grande, la
marca de nuestra sociedad.

Brasil, junto con Sudáfrica, tiene la mayor desigualdad social, con una
crisis que arrojó a la pobreza a 67 millones de trabajadores, según
reveló la PNAD (Encuesta Nacional por Muestra de Hogares) del IBGE
(Instituto Brasileño de Geografía y Estadística). Hay 14 millones de
desempleados, seis millones que ya no buscan trabajo y 40 millones que
no tienen trabajo fijo, viven de trabajos ocasionales, del trabajo
precario y, por lo tanto, no tienen ingresos fijos, no tienen derechos,
están excluidos de la ciudadanía.

Lo importante es entender en este momento que la crisis en Brasil es
estructural, lo que significa que va más allá del período de esta
situación y de este gobierno. Significa que tenemos que pensar después
del "Fuera, Bolsonaro" en cambios estructurales para sacar al país de la
crisis y ponerlo en nuevos caminos que garanticen el bienestar de toda
la población.


Protesta "Fuera, Bolsonaro" demanda vacuna y trabajo / Paulo Pinto / AFP

*Una parte de estas personas desempleadas ya se encontraba en el mercado
informal, que ha crecido enormemente desde 2018. Y la pandemia alejó a
esta gente de la calle. ¿Cuál es el nivel de precariedad del trabajo en
Brasil? *

La precariedad del trabajo que revelan estos datos de la PNAD es solo
una fotografía de la crisis estructural. No es por la pandemia de
covid-19, ya veíamos estos signos desde 2014. Tampoco sirve de nada que
los economistas digan que esta es la tendencia del capitalismo moderno.
No es así, la sociedad brasileña en el próximo período tendrá que
realizar un importante programa de reindustrialización del país y
reorientar las inversiones productivas en la agricultura familiar para
producir alimentos. Necesitamos zapatos, ropa, casas, alimentos, y todo
esto debe producirse en la industria y la agricultura familiar.

Entonces, estos tiempos de precariedad, de retirada de derechos desde el
gobierno de [Michel] Temer hasta ahora son solo signos de esta codicia
de la burguesía brasileña que, ante la crisis, arrojó todo el peso sobre
la espalda de la clase obrera, a punto de, como mencionó Ud., llegar al
absurdo de ser un país continental, con tanto potencial para la
producción de alimentos, y tener alrededor de 20 millones de brasileños
que viven con hambre. No tienen hambre porque no hay producción, tienen
hambre porque no tienen ingresos, no tienen recursos para comprar
alimentos en el supermercado o en la feria.

Y, según los investigadores, tenemos otros 70 millones en lo que se
llama inseguridad alimentaria, que significa comer de la peor manera
posible, por debajo de lo necesario, o sin alimentos saludables y
nutritivos, que aseguren incluso la salud. Esta es la imagen de la crisis.

: Lea también: Brasil com fome: pandemia e desmonte do Estado agravam
drama dos trabalhadores
<https://www.brasildefato.com.br/2021/08/11/brasil-com-fome-pandemia-e-desmonte-do-estado-agravam-drama-dos-trabalhadores>

*El gobierno de Bolsonaro ahora cuenta con el apoyo de los partidos de
centro. De hecho, fue tomado por asalto por el oportunismo. Bolsonaro ya
no parece tener apoyo del mercado e incluso esta base social que lo
venía apoyando está cada vez más restringida a ese 20%. Aun así, ¿sigue
siendo difícil hablar de juicio político? *

Primero tenemos que entender la naturaleza del gobierno de Bolsonaro.
Nosotros, los movimientos populares del Frente Brasil Popular y del MST,
hemos dicho que Bolsonaro solo está ahí porque la burguesía brasileña lo
puso ahí.

Ahora, una gran parte de ellos lo lamenta y el mismo Bolsonaro, por ser
un espejo de la crisis, no tiene una fuerza social organizada propia, ni
sindicatos, ni universidades, ni intelectuales, porque no tiene un
proyecto de país, no tiene un proyecto de nación.

En el fondo, es una aberración dirigida por la familia que todos
conocemos, la práctica de "rachadinhas" (esquema de corrupción en que un
parlamentar se queda con una parte del sueldo de sus asesores), su vida
siempre fue enriquecer con recursos públicos.

*Pero, aun así, en la derrota de la propuesta del voto impreso, el
gobierno de Bolsonaro tuvo mayoría, a punto de aprobarla. ¿Eso entierra
las posibilidades de juicio político por ahora? *

El tema de "Fuera, Bolsonaro" y el juicio político es otra historia.
Para que hubiera la destitución del gobierno de Bolsonaro, con juicio
político o de otras formas, analizamos que dependería concretamente del
comportamiento de la burguesía o de la clase trabajadora.

La burguesía viene manifestándose a diario contra Bolsonaro, pero está
dividida sobre qué hacer.

Un sector de la burguesía, estúpido, en mi opinión, apuesta todas sus
fichas por el mantenimiento de Bolsonaro, por el acceso a los recursos
públicos y por esta estúpida política de privatizar las empresas
estatales. Según los analistas, debe haber alrededor del 20% de la
burguesía en esta corriente. Ahí tienes a Bradesco, Banco Pactual, BTG,
el sector de capital financiero más especulativo, el dueño de Havan y
otros.

Otro sector de la burguesía, que en mi opinión es mayoritario y difícil
de cuantificar, pero digamos que sean el 60%, ya no soporta a Bolsonaro.
Incluso son la mayoría del poder económico. Imagino que el presidente de
la FIESP no esté de acuerdo con Bolsonaro. La gente de Itaú no está de
acuerdo, María Luiza Trajano no está de acuerdo con Bolsonaro.

Sin embargo, este grupo, que es la mayoría, necesita resolver una
incógnita antes de intentar destituir a Bolsonaro, que es crear una
unidad sobre la fórmula de lo que se conoce como la tercera vía. Una vez
hecho esto, la tercera vía solo será viable si se destituye a Bolsonaro.

Hay una tercera corriente de la burguesía, en mi opinión, todavía
minoritaria, que se ha expresado junto a Delfim Neto, un intelectual
orgánico de la burguesía, un referente histórico de la burguesía. Ha
repetido: "Dejen de tonterías con [ese intento de] tercera vía, tenemos
que apoyar desde ya a Lula en la primera vuelta, porque Lula ganará las
elecciones".

Este sector de la burguesía tendería a posicionarse mejor en una alianza
con Lula, porque saben que, si Lula gana las elecciones, tendrá que
llevar a cabo un programa de reformas estructurales.

: Lea más: Pesquisa XP desta terça mostra Lula com 16 pontos à frente de
Bolsonaro se eleição fosse hoje
<https://www.brasildefato.com.br/2021/08/17/pesquisa-xp-desta-terca-mostra-lula-com-16-pontos-a-frente-de-bolsonaro-se-eleicao-fosse-hoje>

Con un acuerdo sobre la tercera vía, la burguesía puede accionar su
poder económico y mediático y sus influencias en el Congreso para
encontrar una salida legal para la destitución del gobierno. Otra
hipótesis es que, si no hay tiempo suficiente para un juicio político,
pueden encontrar alguna forma de criminalizar al presidente por lo que
está revelando la CPI (Comisión Parlamentar de Investigación) del Senado
y prohibir que vaya por la reelección.
Por parte de la clase trabajadora, debemos seguir con la consigna que
nos une, "Fuera, Bolsonaro". Sin embargo, la clase obrera es incapaz de
ejercer su fuerza política, que se revela en las marchas, en la lucha
concreta, ya sea con huelgas u ocupaciones. Debido al COVID, al
desempleo, al hambre, no ha participado activamente en las movilizaciones.

Pero nunca podemos ser pesimistas y nuestro trabajo como militantes,
como partícipes de movimientos populares y partidos de izquierda, es
siempre seguir con el propósito de hacer un trabajo de base, organizar
al pueblo y tratar de movilizarlo para la lucha.

*Hay un componente que ha ganado fuerza en los últimos días, que es el
tema del apoyo de la policía militar, de las milicias armadas, al
gobierno de Bolsonaro en las calles. ¿Es esto factible? ¿Es una
preocupación que deberíamos tener? *

Puede que haya provocaciones aquí y allí, pero no lo creo, y no debemos
caer en la paranoia de que habrá un intento de golpe de la Policía
Militar. Creo que la reunión de los veinticinco gobernadores fue muy
simbólica porque, al fin y al cabo, son ellos quienes dirigen a las
policías militares. Creo que la mayoría de la corporación es sensata,
son profesionales responsables, aunque aquí y allí practican el racismo,
la violencia en los barrios periféricos.

La mayor parte de la corporación son profesionales responsables, que
conocen sus responsabilidades constitucionales. Ni creo que haya apoyo
por parte de ellos, ni que haya intentos de golpe, así como he dicho
varias veces que no se puede meter a todos los militares en la misma bolsa.

Las contradicciones son evidentes, cada vez mayores, entre los militares
que estuvieron en Brasilia, que están mamando en las tetas del gobierno,
algunos generales con sueldos de R$ 100.000 (aproximadamente 20 mil
dólares). Brasil de Fato reveló en estas semanas que [Eduardo] Pazuello
gana R$ 57 mil por mes (cerca de 11 mil dólares) y fue a su oficina dos
veces en los últimos dos meses, es decir, un insulto para los trabajadores.

Ya otro tema son los militares que están en los cuarteles, que tienen
sus responsabilidades y han mostrado signos de descontento con los
rumbos del gobierno. Incluso porque el hecho de que Bolsonaro siga
publicitando que es capitán, a pesar de que fue expulsado del Ejército,
él sabe que todas las perversidades del actual gobierno están manchando
la imagen de los militares, y aquellos que tienen sentido común quieren
alejarse de este ventilador esparcidor de problemas.


Parte de la burgusía ya no soporta a Bolsonaro  / Evaristo Sa / AFP

*Usted mencionó el tema de la soberanía nacional e imagino que los
militares también deben preocuparse por el tema ambiental. Recientemente
vimos un estudio de Mapbiomas que menciona una pérdida de 15% del agua
en el país. ¿Es posible revertir estos abusos ambientales?*

Esto se explica por la verdadera codicia con la que los capitalistas
avanzaron sobre la Amazonia, sobre las tierras públicas, sobre los
minerales, las tierras indígenas y las tierras quilombolas (comunidades
que descienden de grupos políticamente organizados de africanos y
afrodescendientes que escapaban de la esclavitud). Y eso explica esta
furia incontrolable por la liberación total de agrotóxicos. El
agrotóxico aplicado por la agroindustria mata la biodiversidad y, por lo
tanto, también desequilibra el medio ambiente y afecta el clima en todo
Brasil.

: Lee: Pesquisa revela: 20% do território brasileiro pegou fogo ao menos
uma vez entre 1985 e 2020
<https://www.brasildefato.com.br/2021/08/16/pesquisa-revela-20-do-territorio-brasileiro-pegou-fogo-ao-menos-uma-vez-entre-1985-e-2020>

Estas agresiones contra el medio ambiente provocan contradicciones para
los propios capitalistas, porque este modelo agresivo de agroindustria,
de agrotóxicos que matan la biodiversidad y alteran el clima, terminan
afectando a otros sectores de la agroindustria.

La última cosecha de naranjas en São Paulo, el principal productor
mundial de jugo de naranja, cayó un 40%, y ¿por qué? Porque las lluvias,
que solían venir del Amazonas y del Pantanal, no vinieron, por los
incendios.

La sequía en la región Sureste también afectó el sector de la caña de
azúcar, la ganadería, en fin, otros sectores de la agroindustria
comienzan a darse cuenta de que este modelo predatorio de agroindustria,
con uso intensivo de agrotóxicos, es insostenible.

*Para terminar nuestra conversación, existe la posibilidad de que el
expresidente Lula llegue, como mínimo, a una segunda vuelta. Hay
encuestas que señalan una victoria en primera ronda. ¿Es posible
analizar la composición de cómo podría ser este gobierno de Lula, en
esta correlación de fuerzas? *

Un gobierno progresista, popular, no solo es posible sino necesario. Sin
embargo, para viabilizar un gobierno de Lula tenemos varios aspectos:
uno son las alianzas partidarias, que tienen su propia metodología, ya
que los partidos no necesariamente representan las fuerzas de la
sociedad organizada, ya sea en la burguesía, la clase media o la clase
trabajadora.

Creo que lo fundamental para viabilizar una candidatura de Lula no son
los partidos, ni qué figuras lo apoyarán. Por supuesto, cuantos más
partidos y más figuras públicas lo apoyen, mejor. Pero creo que
nosotros, como movimiento popular y como militantes, deberíamos
preocuparnos, después del "Fuera, Bolsonaro", que es la tarea número
cero, de aprovechar el 2022 para realizar una gran campaña nacional en
que movilice a la población, que movilice a la clase trabajadora para
discutir un nuevo proyecto de país.

Es imposible encauzar a Brasil sin controlar el capital financiero, que
es quien se lleva toda la riqueza. No es posible encauzar a Brasil sin
controlar a las empresas transnacionales. No es posible encauzar a
Brasil sin tener un impuesto sobre las grandes fortunas.

Y estas reformas estructurales no dependerán de la buena voluntad de
Lula, ni de las alianzas partidarias; dependerán de la capacidad del
pueblo de entender su necesidad de luchar por ellas.  

Edición: Arturo Hartmann e Anelize Moreira


In
BRASIL DE FATO
https://www.brasildefato.com.br/2021/09/15/los-brasilenos-tienen-hambre-por-falta-de-ingresos-no-de-produccion-dice-joao-pedro-stedile
15/9/2021

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