quarta-feira, 27 de janeiro de 2021

Estudiantes griegos toman las calles para luchar contra la militarización de las universidades

 



Por Adam Vulpes
*Fuentes: *La izquierda diario

En una semana llena de acontecimientos que atentan especialmente contra
la juventud, el estudiantado salió a tomar las calles con movilizaciones
para reclamar contra reformas antidemocráticas y el avance del
militarismo conservador.

La situación en Grecia desde ya una década que viene complicada, esto no
es ninguna novedad. Sin embargo, la llegada de la pandemia ha empeorado
una realidad que ya era dura. El gobierno conservador de Nueva
Democracia liderado por Kyriakos Mitsotakis, prohibió protestas y
reuniones en las calles utilizando a la pandemia como excusa y
reprimiendo manifestaciones con feroz violencia. Mientras tanto, los
negocios abren sus instalaciones de par en par y la Iglesia Ortodoxa
desafía las leyes de cuarentena con total impunidad y sus sacerdotes
promueven teorías conspirativas antivacunas dentro de los centros
religiosos.

Con manifestaciones en Atenas, Salónica y Patras, esta semana miles
tomaron las calles con cantos antifascistas, anticapitalistas y un
enorme repudio al gobierno de Nueva Democracia. Como es habitual, la
Policía escaló la intensidad del conflicto con violencia innecesaria,
atacando con gases lacrimógenos y golpizas a jóvenes adultos que se
manifestaban de forma pacífica y marchando con tranquilidad.

Como parte de un panorama económico que hace ya una década parece
insalvable; con una deuda que se espera que sea superior al 200% del
PIB, la reducción de derechos laborales y la suspensión del pago de
horas extras, es la juventud la que ha sido particularmente
perjudicada: con una tasa de desempleo del 33% para todos los menores de
24 años (ELSTAT,/ Autoridad de Estadística Helena/), muchos aguardan un
futuro de hambre o exilio. Los problemas no terminan aquí para la
juventud, porque el Ministro de Defensa Nacional, Nikos
Panagiotopoulos, anunció que extenderá el servicio militar obligatorio
de nueve a doce meses; decisión que es tomada con la intención de tapar
los números de desocupación y buscar intimidar a su vecino, Turquía.
Pero el problema no termina aquí porque, ni bien comenzado el 2021, el
gobierno heleno comenzó a tratar la creación de unidades de policía
especiales para militarizar las universidades.

Esta es una medida particularmente controversial porque remonta al año
1973, cuando una gran movilización popular contra la junta militar que
presidía el país fue reprimida con violencia por las fuerzas de
seguridad, torturando, arrestando y causando una masacre que dejó 39
muertos y más de 1100 heridos. En aquel hecho que luego sería conocido
como “La revuelta del Politécnico de Atenas”, el Ejército Heleno llegó a
intentar romper la toma de la universidad atravesando sus puertas con un
tanque de guerra. Luego de este vergonzoso hecho y desde la caída de la
junta en 1974, es la ley la que le impide a las fuerzas de seguridad
ingresar a los campus universitarios. Ahora, en el 2021, el intento de
abolir esta ley y pisotear las conquistas populares ha causado un enorme
rechazo por parte del estudiantado.

Pero el problema de la entrada policial a las universidades no termina
aquí, porque como han señalado múltiples organizaciones antiterroristas
—que lejos están de apoyar causas de izquierda—, el mundo está siendo
víctima de una creciente infiltración de ultraderecha en las fuerzas de
seguridad; en Grecia, matones del partido neonazi “Amanecer Dorado”
forman parte de las filas de la Policía. Desafortunadamente, el país
heleno no está solo: Alemania lucha contra una escalada de mafias
ultranacionalistas en sus fuerzas de seguridad, Ucrania incorpora a
batallones neonazis a las formaciones de su Guardia Nacional y en
Estados Unidos pudimos ver a varios agentes abrirle las puertas a los
manifestantes derechistas pro-Trump que tomaron el Capitolio. Los
estudiantes saben que permitir a la policía en las aulas es también
permitir la entrada de violentos uniformados que ya han matado, violado
y torturado a miembros de minorías y disidentes políticos.

¿Cómo sentirse seguros en una casa de estudios cuando un nazi armado
vigila tus movimientos? Más aún, ¿cómo culpar al estudiantado griego de
romper su cuarentena y volver a tomar la calle? Los gobiernos
capitalistas son incapaces de aplicar sus reformas sin la complicidad de
sus fuerzas represivas. ¿Dónde está la libertad que profesan los
capitalistas cuando ellos les imponen a la población una vida de trabajo
precarizado e insalubre bajo la amenaza del hambre y la bota policial
apretándoles el cuello? Las contradicciones se hacen obvias cuando se
nota que los gobiernos que han luchado sistemáticamente contra el
inmigrante, las minorías y la clase trabajadora, hoy se encuentran
desnudos y cómplices de una infiltración fascista en las estructuras de
gobierno: a pesar de sus mentiras, el enemigo siempre estuvo adentro y
no afuera.

Esta no es solo una lucha universitaria, sino una lucha activa por el
futuro de una generación que se niega a ser un engranaje más en una
maquinaria y que busca ser dueña de su propio destino. Son los
estudiantes, y no las corruptas instituciones, los que saltan en defensa
de una causa tan noble como la democracia estudiantil. Y qué mejor que
un griego para luchar por estas causas: democracia en el gobierno,
democracia en las universidades, democracia en el trabajo, democracia en
las calles y solidaridad con los bravos estudiantes helenos, siempre.

Adam Vulpes <https://www.laizquierdadiario.es/Adam-Vulpes>. Estudiante
de Psicología

Fuente:
https://www.laizquierdadiario.es/Estudiantes-griegos-toman-las-calles-para-luchar-contra-la-militarizacion-de-las-universidades

In
REBELION
https://rebelion.org/estudiantes-griegos-toman-las-calles-para-luchar-contra-la-militarizacion-de-las-universidades/
27/1/2021

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