domingo, 2 de outubro de 2022

El euro sin la industria alemana

 
 




        *MICHAEL HUDSON, ECONOMISTA ESTADOUNIDENSE *


        */Después del sabotaje habrá que preguntarse ¿Qué pasará si se
        rompen los lazos comerciales y energéticos con Rusia? ¿Cómo
        cambiará la relación entre el dólar estadounidense y el euro? ¿
        Por qué no se discute abiertamente las consecuencias económicas
        para Alemania, Italia y otros países europeos?/*

La reacción al sabotaje de tres de los cuatro sistemas de oleoductos
Nord Stream se ha centrado en especulaciones sobre quién lo hizo y si la
OTAN hará un intento serio por descubrir a los responsables. Sin
embargo, en lugar de pánico, ha habido un gran suspiro de alivio,
incluso de calma en la diplomacia anglosajona.

La desactivación de los gasoductos acaba con la incertidumbre y las
preocupaciones de EEUU y la OTAN. Una incertidumbre que había crecido
considerablemente por las  manifestaciones que se produjeron en Alemania
 exigiendo el fin de las sanciones y la puesta en marcha del Nord Stream
2 para resolver la escasez de energía.  

Los alemanes empezaban a comprender lo que significaría el cierre de sus
empresas siderúrgicas, de fertilizantes, de vidrio y de papel higiénico.
Estas grandes compañías anunciaron que tendrían que debían cerrar por
completo (o cambiar sus operaciones a otros países) si Alemania no se
apartaba de las sanciones comerciales y monetarias contra Rusia.  

Al otro lado del Atlántico, la halcón del Departamento de Estado,
Victoria Nuland, ya había anunciado, a principios de Enero, cuál era la
opinión de Estados Unidos: «de una forma u otra, Nord Stream 2 *no*
funcionará «. Un mes más tarde en conferencia de prensa, junto al
canciller alemán, el presidente Biden respaldo directamente la amenaza:
“ No habrá un Nord Stream 2. Le pondremos fin. … Lo prometo, seremos
capaces de hacerlo”.

La mayoría de los observadores asumieron que estas declaraciones
reflejaban un hecho obvio: los políticos alemanes estaban completamente
en el bolsillo de EEUU y de la OTAN. Los líderes de Alemania habían
retenido las turbinas negándose a autorizar Nord Stream 2, y Canadá se
apoderó de las dínamos de Siemens necesarias para enviar gas a través de
Nord Stream 1. Esto medidas parecían resolver las cosas hasta que un
número creciente de ciudadanos,y los empresarios alemanes comenzaron a
calcular lo que significa bloquear el gas ruso para el tejido industrial
y, por lo tanto, para el empleo en casa.

Ante estas manifestaciones, la voluntad de Alemania de autoimponerse una
depresión económica empezó a vacilar. Si los políticos alemanes se
hubiesen decidido poner fin a las sanciones el frente de la guerra
contra Rusia habría saltado por los aires. Italia y Francia podrían
haber seguido su ejemplo. Esta perspectiva hizo urgente quitar el
mecanismo de las sanciones de las manos de los políticos europeos

A pesar de ser un acto de violencia, el sabotaje de los gasoductos ha
restablecido la calma en las relaciones entre Estados Unidos y sus
aliados europeos. No hay más incertidumbres. Europa ya *no *podrá
apartarse de la política estadounidense,  restaurando el comercio con Rusia.

La sola amenaza que Europa pusieran fin a las sanciones comerciales y
financieras contra Rusia se ha resuelto a favor de los Estados Unidos.
Ya no habrá gas barato para las industria europeas. La presión ha caído
en tres de las cuatro tuberías, y el agua salada las corroerá
haciéndolas inútiles .

* ¿Hacia dónde van el euro y el dólar a partir de aquí?*

Después del sabotaje habrá que preguntarse ¿Qué pasará si se rompen los
lazos comerciales y energéticos con Rusia? ¿Cómo cambiará la relación
entre el dólar estadounidense y el euro? ¿ Por qué no se discute
abiertamente las consecuencias económicas para Alemania, Italia y otros
países europeos?

El resultado no lo discute ningún economista sensato: se producirá un
colapso económico en Alemania y, en casi toda Europa. La próxima década
será un desastre. Puede haber recriminaciones por el precio pagado por
permitir que la OTAN dicte la diplomacia europea, pero no hay nada que
Europa pueda hacer al respecto. por el momento.

Las exportaciones industriales alemanas y la atracción de flujos de
inversión extranjera fueron los principales factores que sustentaron el
tipo de cambio del euro. Para Alemania, el gran atractivo de pasar del
marco alemán al euro era evitar que su superávit exportador hiciera
subir el tipo de cambio del marco alemán y en consecuencia sacara los
productos alemanes de los mercados mundiales.

La expansión de la eurozona – incluyendo a Grecia, Italia, Portugal,
España y otros países con déficit en la balanza de pagos – impidió que
el euro se disparara. En la práctica la eurozona protegía la
competitividad internacional de la industria alemana.

Después de su introducción a 1,12 dólares, el euro se hundió a 0,85
dólares en julio de 2001, pero se recuperó y, de hecho, subió a 1,58
dólares en abril de 2008. Desde entonces, ha ido descendiendo y, desde
febrero de este año, las sanciones han empujado al euro por debajo de la
paridad con el dólar, a $0.97 hace una semana.

El principal problema con un euro débil es el aumento de los precios del
gas y del petróleo y, también, de productos como el aluminio y los
fertilizantes que requieren grandes insumos de energía para su
producción. Y a medida que el tipo de cambio del euro cae frente al
dólar, el costo de mantener la deuda europea en dolares (condición
normal para las filiales de las multinacionales estadounidenses)
aumenta, reduciendo sus ganancias.

Este no es el tipo de depresión en la que los «estabilizadores
automáticos» pueden funcionar para restablecer el equilibrio
macroeconómico. La dependencia energética es estructural. Para empeorar
las cosas, las reglas económicas de la eurozona limitan sus déficits
presupuestarios a solo el 3% del PIB. Esto impide que sus gobiernos
nacionales apoyen sus economías mediante el gasto deficitario. Los
precios más altos de la energía y los alimentos, y el servicio de la
deuda en dólares, dejarán muchos menos ingresos para gastar en bienes y
servicios.

Como puntapié final, el analista internacional Pepe Escobar  nos
recuerda :“ Alemania está obligada por contrato a comprar al menos 40
mil millones de metros cúbicos de gas ruso al año hasta el 2030… Según
los contratos aunque a Berlín no le llegue gasolina, por ejemplo
producto de un sabotaje, igualmente debe pagar a Gazprom”. Se puede
esperar una larga batalla judicial antes de que el dinero cambie de
manos. Y la capacidad de pago final de Alemania se debilitará
constantemente.

A medio mundo le pareció muy raro que el mercado de valores de EEUU se
haya disparado el miércoles. Tal vez, el Equipo de Protección contra un
Colapso de Wall Street haya intervenido para tratar de asegurar al mundo
que todo estaba razonablemente bien. Pero, el mercado de valores cayó el
jueves y el viernes. La realidad no podía ignorarse más tiempo.

La competencia de la industria alemana con la de los Estados Unidos está
terminando. Ha perdido Alemania. Esto ayudará fuertemente a la balanza
comercial estadounidense. Pero en la cuenta de capital, la depreciación
del euro reducirá el valor de las inversiones de estadounidense en
Europa y el valor de sus beneficios se contraerán sí o sí. En otras
palabras, las ganancias globales reportadas por las multinacionales
estadounidenses caerán.

* El efecto de las sanciones estadounidenses y la Nueva Guerra Fría
fuera de Europa*

La capacidad de muchos países para pagar sus deudas internas y externas
ya estaba llegando al punto de ruptura antes que las sanciones contra
Rusia elevarán los precios mundiales de la energía y los alimentos.

Los aumentos de precios provocados ​​por las sanciones se han visto
agravados por el aumento del tipo de cambio del dólar frente a casi
todas las monedas (irónicamente, excepto frente al rublo, cuya tasa se
ha disparado en lugar de colapsar). Los precios de las materias primas
internacionales todavía se cotizan principalmente en dólares, por lo que
la apreciación del dólar está elevando aún más los precios de
importación para la mayoría de los países.

El dólar en alza también eleva el costo en moneda local del servicio de
las deudas externas. Muchos países de Europa y del Sur Global ya han
llegado al límite de su capacidad para pagar sus deudas denominadas en
dólares y todavía están lidiando con el impacto de la pandemia de Covid.

Ahora que las sanciones de Estados Unidos y de la UE/OTAN han hecho
subir los precios mundiales del gas, del petróleo y de los cereales, y
que la apreciación del dólar ha elevado el costo del servicio de las
deudas, los países se encuentran en una disyuntiva feroz: importan la
energía y los alimentos que necesitan para vivir o pagar  su deuda
externa. Algo en este dilema tiene que ceder.

El martes 27 de septiembre, el secretario de Estado, Antony Blinken,
derramó lágrimas de cocodrilo y dijo que atacar los oleoductos rusos “no
beneficia a nadie”. Pero si ese fuera realmente el caso, nadie habría
atacado las tuberías. Lo que el Sr. Blinken realmente estaba diciendo
era otra cosa: «No hagas preguntas tontas «. Nadie cree que los
investigadores de la OTAN vayan a trabajar en serio y pongan en
evidencia a Estados Unidos.

Los estrategas de Washington tienen un plan sobre cómo proceder a partir
de aquí. Intentarán mantener una economía global neoliberal todo el
tiempo que puedan. Usarán la estratagema habitual para los países que no
pueden pagar sus deudas: el FMI les prestará el dinero, a cambio de la
privatización de todo lo que queda de dominio público, de otros activos
y de los recursos naturales. Ya hay ávidos inversores, entre los
estadounidenses y sus aliados, dispuestos a comprarlos a precio de subasta.

¿Funcionará? ¿O los países deudores se unirán y encontrarán formas de
restaurar el mundo sin las «condiciones» que pone Estados Unidos?

Que el sur del mundo implemente una alternativa al orden neoliberal es
la gran preocupación de los estrategas estadounidenses.  Sus mejores
pensadores saben que la crisis *no* se resuelve saboteando Nord Stream 1
y 2. La solución probablemente será, una vez más, la intervención
militar y nuevas revoluciones de color para recuperar el poder perdido
en el Sur Global y Eurasia

Sin embargo, el hecho que las sanciones antirrusas haya funcionado justo
lo contrario a lo que creía la administración Biden ofrece una
perspectiva para un nuevo orden económico. El desprecio que expresan los
diplomáticos estadounidenses hacia otros países que actúan en su propio
interés parte de una visión unilateral y presuntuosa: Washington cree
que no hay alternativa al dominio del dólar .

Por tanto, a menos que los países trabajen juntos para crear una
alternativa al FMI, al Banco Mundial, a la Corte Internacional, a la
Organización Mundial del Comercio (y a otras agencias de la ONU
controladas por los estadounidenses) la dominación financiera y militar
se seguirá desarrollando de acuerdo con las líneas que han planificado
los estrategas de Washington.

Entonces, ahora la gran pregunta es la siguiente: ¿serán los países
capaces de desarrollar un orden económico alternativo para protegerse de
un destino como el que ha impuesto Estados Unidos a Alemania y Europa?

Publicado en: Actualidad
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Em
OBSERVATORIO DE LA CRISIS
https://observatoriocrisis.com/2022/10/01/el-sabotaje-a-los-gasoductos-rusos-es-un-golpe-de-muerte-a-la-industria-alemana/
1/10/2022

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