sexta-feira, 3 de outubro de 2014

Autogestión Nac&Pop |


Lavaca

Dos locales de la popular cadena de comida rápida porteña fueron tomados
por sus trabajadoras y trabajadores en defensa de sus puestos de trabajo.
Sueldos atrasados, vaciamiento de locales y maltrato patronal fueron los
empujones que posibilitaron que hoy estén a punto de conformar cooperativas.

Cómo conspirar
Mostrador, sillas altas, y caricaturas de Soda Stereo, Indio Solari, Virus, La
Renga, Charly García, Diego Capusotto, el Che Guevara, Evita y Arturo Jauretche
custodian las palabras de Laura Rúfolo, 26 años, con un embarazo de 5 meses (va
a ser un varón) y una energía que contagia, que dice a lavaca: “Vamos a aprender
entre todos lo que es ganarse el plato de comida”. Comenzó a trabajar hace siete
meses en la cadena Nac&Pop, pero desde hace tres que no le pagan. “Cuando conté
y certifiqué que estaba embarazada fue justo cuando me dejaron de pagar”.
Laura cuenta que, entre diciembre y enero, cambió la razón social de la firma.
De Pop & Nac, dirigida por el empresario uruguayo Alex Gordon, y la cadena pasó
a manos de Samin S.A.
Jairo Rengifo Arana aclara que a él no lo echaron. Sí le debían tres meses,
aguinaldo, aportes patronales. Es peruano, tiene 24 años, y dice que la razón
por la que desde el lunes 22 de septiembre está las 24 horas en el local de
Congreso haciendo choripanes, hamburguesas, panchos, bondiolas, cobrando, dando
vuelto, sacando cuentas para pagar el gas, la luz, el alquiler, soportando
amenazas, – le dijeron que le iban a pegar un tiro-y durmiendo junto a otros 9
trabajadores y trabajadoras en el fondo del comercio, es una sola: “ no me
gustan las injusticias”.
Según afirma Jairo, la economía de los locales ondulaba, pero era una cuestión
que los ya les habían advertido: “En la entrevista laboral, te decían: ´Mirá,
tenemos atraso en los pagos, quizá te pagamos con un mes de atraso; el sueldo es
de 5 mil, pero puedes ganar un poco más, un poco menos. Mientras aprendas más
rápido, mejor´”, rememora.
Laura subraya que presentían que las cosas no venían bien. Los rumores
comenzaron a correr y organizaron una reunión para organizarse e intercambiar
información. Jairo sintetiza: “En la primera éramos 3, en la segunda éramos 2, a
la cuarta éramos 10, a la quinta éramos 1 de nuevo, hasta que llegamos acá,
estuvimos las personas correctas en el día correcto, fuimos, marchamos, nos
reunimos. Nos sacamos esa bronca. Era lo único que podíamos hacer. Solamente
queríamos salvar el lugar de trabajo. Después, tomamos la decisión”.
El desafío
En los días previos a la toma hicieron una movilización para escrachar a la
responsable de recursos humanos de la firma. Ahí se comenzó a gestar la toma.
“Necesitábamos ponernos a laburar, necesitábamos comer. Necesitábamos resolver
el tema de nuestra dignidad como empleado y como persona”, explica Laura. Dice
Jairo: “Es que era un desafío: sabíamos que íbamos a tener que dormir acá, dejar
algunas cosas. Yo en particular dejé la Universidad. Estudio para traductor de
idiomas en una sede de la UBA . Tuve que dejar porque justo tenía clases los
días en los que estábamos aguantando acá. Y si tenés cuatro faltas, te sacan del
curso”.
El lunes 22 de septiembre a las 7 de la mañana llegaron al local de Congreso,
ubicado en la estratégica zona de Avenida Rivadavia y Callao. Algunos no
trabajaban allí sino en otras sucursales, otros era parte del personal de
rotación que cubre francos y feriados. “Cuando llegamos les pedimos permiso a
los compañeros y les preguntamos si se querían quedar o no”, dice Laura, que
trabajaba en la sucursal de Palermo. Algunos optaron por irse a otros locales,
otros apoyan, pero no de forma abierta. Hoy son 10 personas las que están
autogestionando esa sucursal. . La sucursal de Pellegrini y Perón está en el
mismo estado de asamblea permanente.
Laura aclara: “Estamos recibiendo al que quiera venir con ansias de trabajar y
de luchar: es bienvenido. Y también estamos tratando de ayudar a otros
compañeros para que se vaya haciendo lo mismo en otras sucursales”. La razón :
no cobran sus sueldos desde hace meses y no tienen ninguna noticia sobre los
dueños de Nac&Pop.
Abandonados
Alfredo Lezana Santillán es de Santiago del Estero, tiene 24 años y es el marido
de Laura Rúfolo. Llegó a Buenos Aires hace seis años. Es maestro nacional de
danza folklórica y se conoció con su compañera en una clase. Durante un tiempo
se ganaron la vida haciendo un duo: él tocaba la guitarra y ella vendía comida
en el tren San Martín, que une Retiro y Pilar. Entraron juntos a trabajar en
Nac&Pop. Hoy viven en Caseros, localidad de Tres de Febrero, municipio del oeste
del conurbano bonaerense. “Con mucha bronca vivimos todo lo que pasó, porque uno
se aguantó montones de cosas y de golpe no dan la cara, no responden ante nada,
desaparecen y no te dan respuesta. Nos abandonaron, prácticamente. Tampoco nos
cabe mucho estar acá las 24 horas, pelear por conseguir proveedores, que te
quieran cortar la luz, clausurar, pero tenemos que hacerlo porque hoy en día es
la fuente de trabajo que tenemos para subsistir, más allá de que ahora no
estemos ganando un peso porque arrancamos de cero. Con lo que ganamos por día
estamos comprando el pan, las gaseosas, los productos para cocinar. Hoy fuimos a
pagar el gas. Este local estaba vaciado, no había nada. Mal que mal, lo pusimos
a andar”.
Laura sostiene que ya no es un motivo económico lo que los impulsa a seguir. “Si
fuera eso, no podríamos estar armando todo lo que estamos armando. Cuando es
solamente la guita lo que se pretende, se busca otro laburo. Desde que estamos
acá no sacamos un peso. Por suerte comemos, la yerba y el azúcar lo compramos
entre todos. Todo se está colectivizando. Creo que eso es lo que pasó en este
local, y espero que pase en todos. Es una cuestión de dignidad. Hemos trabajado
días enteros, 16 horas todos los días, o sin franco, no me puedo ir agachando la
cabeza diciendo ‘Sí señor, gracias por haberme maltratado’”.
Laura apunta que hay personas que, a pesar de reconocer el maltrato que sufren,
lo toleran. Ella no puede. Dice que no le puede enseñar eso a su hijo.
Deudas, amigos y policías
El menú de Nac&Pop es verdaderamente nac & pop. Incluso los precios bajaron con
la autogestión del local. Desde el clásico choripán hasta el especial Choripunk
(viene con doble queso), pasando por los platos La Cumbiera, La Callejera y La
Cheta, hasta llegar a El Indio o un Luca (una genial bondiola con morrón y
muzzarella). El clásico es el lomito Coca Sarli.
Jairo cuenta que hace unas noches una 4×4 paró en la puerta del local. Un hombre
abrió la guantera, sacó algo (“no llegué a ver qué”, dice) y se lo guardó en el
cinturón, con el clásico gesto de alguien que se enfunda un arma. Según
interpreta, no pasó nada porque había muchas personas a esa hora de la madrugada
como parte de la guardia de la toma. Un detalle: no pueden cerrar el local
porque no tienen rejas, ya que fueron pensados para que estén abiertos las 24
horas. Laura señala que su compañero ya había sufrido una amenaza en ese local.
“A vos y a todos los giles que están rompiendo las pelotas les vamos a pegar un
tiro”, les dijeron.
Los trabajadores señalan que algunos de los locales quedaron en manos de
efectivos de la Policía Federal. Ornella Nociti, su abogada, lo confirma. Y
señala tres sucursales: Santa Fe y Humboldt; avenida Córdoba y Salguero;
Corrientes y Uriburu. La abogada también cuenta que se contactó con ella un
acreedor de la cadena, de nombre Miguel Sbaglia, y le contó que le habían
propuesta saldar la deuda entregándole sucursales. La persona que le ofreció
realizar este negocio fue el abogado de Gordon, Osvaldo Bernardi. “Es el
artífice del vaciamiento que está haciendo Gordon, y explota el local de
Montevideo y Corrientes”, denuncia la abogada. Nociti también representó a los
trabajadores de Alé Alé, otro restaurante recuperado, cuando tomaron el local.
Por su parte, Semin S.A, la sociedad que se hizo cargo de los locales a
principio de año, está a punto de quebrar.
En camino
El local de Congreso tiene algunas frases en las paredes que decoran junto a las
caricaturas. “No corras más. Tu tiempo es hoy”, dice una, citando al eterno Luis
Alberto Spinetta en “Muchacha ojos de papel”. Otra: “El mundo será de los
pueblos”. La autora: Evita. Las trabajadores y los trabajadores de Nac&Pop no
quieren quedarse atrás: su deseo es conformar una cooperativa. La toma empezó
hace poco, aún están brindando algunas batallas relativas al local, pero dicen
que dentro de poco comenzarán a tramitar la matrícula. “La autogestión es el
camino”, considera Laura. “Hay compañeros que se unen, no hay egos. Es todo
mucha voluntad y mucho amor”.
¿De dónde sacás fuerzas?
-Yo creo que de acá -dice, y se toca la panza-.

In
Lavaca
http://www.lavaca.org/notas/autogestion-nacpop/
28/9/2014

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