segunda-feira, 6 de outubro de 2014

Los compañeros de las fábricas recuperadas son un ejemplo a seguir para nosotros




Mario Hernández
Rebelión




Esto decía Laura Ruffolo, una de las trabajadoras de la cadena de hamburguesas
“Nac & Pop”, la empresa nacional y popular propiedad de Alex Gordon, que dejó a
sus trabajadores desocupados y con sueldos atrasados, por lo cual 3 de sus
locales han sido ocupados por sus trabajadores, a pesar de los intentos
policiales de desalojarlos y de las amenazas de Metrogas de retirarles los
medidores.
Son alrededor de 18 locales y unos 10 empleados por local. Serían 170
trabajadores/as en total, de los cuales 30 han tomado la decisión de ocupar 3.
Siguiendo el ejemplo de MadyGraf (ex Donnelley)
El martes pasado los trabajadores de Donnelley marcharon junto a organizaciones
sindicales y políticas al Juzgado Comercial 19. Consiguieron el pago de parte de
sus salarios, unos $ 4.000 por cada uno de sus 400 trabajadores, exigieron al
juez que les dé la locación de la Cooperativa MadyGraf y anunciaron que seguirán
movilizados por el pago total de los trabajos que vienen realizando.
Desde que la multinacional norteamericana cerró ilegalmente siguieron
produciendo bajo control obrero, pero no cobraron un peso porque los síndicos y
el juez retienen los cheques de los trabajos y no autorizan el cobro de más de $
5.000.000. Tampoco liberan los fondos millonarios de Donnelley que a la fecha
del pedido de quiebra tenía $ 22.000.000 en cuentas bancarias y U$S 300.000 en
el Banco Citi de EE. UU.
La Presidenta de la Nación denunció la quiebra como parte de la maniobra de los
fondos buitres contra nuestro país y el Ministerio de Trabajo de la provincia de
Buenos Aires dijo que iba a garantizar los puestos de trabajo, sin embargo, poco
se ha avanzado en una solución definitiva. La semana pasada, después de
movilizarse al Ministerio de Trabajo, lograron el compromiso que a partir del 14
de octubre les paguen el subsidio Repro, que en su momento otorgaron en tiempo
récord a la patronal de Donnelley.
Hernando Charles Mengeon, de la Comisión de Prensa y Difusión, señaló que:
“Mientras peleamos para poder cobrar nuestros trabajos, los trabajadores
planteamos que la salida de fondo para mantener los puestos de trabajo es la
expropiación sin pago de la fábrica y su estatización bajo gestión de los
trabajadores para ponerla al servicio de la comunidad, imprimiendo materiales
escolares accesibles a todos los sectores, especialmente a los más humildes, que
hoy no tienen acceso a la cultura, para que a ningún chico le falte un libro.”
La única lucha que se pierde, es la que se abandona
Luego de dos años de lucha y de cuatro desalojos, el pasado 1º de setiembre los
empleados del restaurante Alé Alé inauguraron un nuevo local en Cabrera 4270.
El 2 de diciembre del 2013 los trabajadores se encontraron frente al cuarto
intento de desalojo del local en el que funcionaba la empresa Alé Alé SRL, la
empleadora que abandonó el comercio y había comenzado un proceso de vaciamiento
en el 2012.
El presidente de la Cooperativa, Andrés Toledo expresó: “Alé Alé es un claro
ejemplo de que los trabajadores organizados podemos salir adelante y que sí se
puede”.
Zanón sigue resistiendo
Las obreras y obreros de Zanon se movilizaron este miércoles, para reclamar el
otorgamiento urgente de un crédito destinado a la renovación tecnológica de la
fábrica. Ocurre que la maquinaria es obsoleta y presenta enormes dificultades
para seguir produciendo.
Los trabajadores de Zanon, durante más de una década, se han montado en sus
hombros lo que la patronal vaciadora y el gobierno han rechazado hacer: mantener
abierta la fábrica y garantizar 400 puestos de trabajo.
Mientras el gobierno nacional y el MPN neuquino pretenden, con la nueva Ley de
Hidrocarburos, concederle a los monopolios petroleros exenciones impositivas y
facilidades para fugar capitales al exterior, las dilaciones para el
otorgamiento del crédito a la cooperativa llevan más de un año y medio.
Ni el boom de la especulación inmobiliaria, como consecuencia del efecto Vaca
Muerta, ha alentado al gobierno a dar un impulso a las fábricas recuperadas, muy
por el contrario son sometidas a un agudo ahogo financiero.
Esta situación condena a los trabajadores a recibir un salario por debajo del
que establece la paritaria de la rama, y a que se pongan en riesgo conquistas
como el aguinaldo o el propio pago de las contribuciones patronales.
Esto, mientras se pretende que los trabajadores carguen con el peso de pagar una
indemnización a la patronal vaciadora, según establece la ley de expropiación.
Es en este escenario que, el planteo de la estatización bajo control obrero de
todas las fábricas ceramistas de Neuquén, se ha puesto a la orden del día.
El Estado es el responsable de garantizar la renovación tecnológica, todas las
conquistas del convenio para los trabajadores y colocar a las fábricas
ceramistas como las proveedoras privilegiadas de la obra pública provincial.
La movilización de los ceramistas por el crédito y la renovación tecnológica, se
realizó cuando se cumplen 13 años de la ocupación y puesta en producción de
Zanon.
La gesta de los ceramistas ha quedado inscripta en la historia de la lucha de
los trabajadores y el pueblo neuquino. Ahora, una vez más, esta lucha reclama
ser rodeada de toda la solidaridad.
También resiste el Bauen
El miércoles 10 de setiembre vencía el plazo impuesto por el Juzgado Comercial
Nº 9 a cargo de la Jueza Dra. Paula Hualde para que los trabajadores de la
Cooperativa B.A.U.E.N desalojaran las instalaciones donde trabajan desde hace 11
años.
Frente a esta nueva orden de desalojo los trabajadores respondieron continuando
con sus actividades y desde la mañana contaron con el apoyo de organizaciones
sociales, diputados nacionales y legisladores porteños.
Federico Tonarelli, vicepresidente del hotel recuperado se mostró confiado en
lograr una “salida política” al conflicto legal que data desde 2007: “Creemos
que avanzará el proyecto de Ley de expropiación que se encuentra en el Congreso
de la Nación”.
La orden dictada por la Jueza pone en peligro el trabajo de más de 130 familias
que mantienen en funcionamiento el hotel en forma ininterrumpida desde el 2003.
El BAUEN fue construido entre 1977/8 con dinero público otorgado por la
dictadura cívico-militar a los empresarios que lo edificaron. Ese dinero nunca
fue devuelto al Estado y en 2001, los mismos empresarios que recibieron esos
fondos, provocaron el cierre del hotel. Se trata de la empresa Mercoteles S. A.
y que en la actualidad son los mismos que reclaman el desalojo.
El 3 y 4 de octubre estas experiencias autogestionadas se dieron cita en la
localidad de Pigüé en la provincia de Buenos Aires. Allí se realizó el Primer
Encuentro Regional Sudamericano. La sede del evento fue una fábrica que fue
recuperada y puesta en funcionamiento como cooperativa de trabajo por los
antiguos trabajadores de la empresa Gatic: la Cooperativa Textiles Pigüé.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una
licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras
fuentes.

In
http://rebelion.org/noticia.php?id=190461
6/10/2014

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