segunda-feira, 26 de fevereiro de 2018

Estamos en plena transición hacia Un nuevo sistema monetario internacional


 Wim Dierckxsens y Walter Formento

Lo que sucedió cuando Janet Yellen dejó la Reserva Federal el 3 de febrero de
2018 fue que los compradores (grandes bancos globalistas y con ello
inversionistas institucionales como los Fondos de Pensiones, etc.) dejaron de
comprar en el mercado de valores. ¿Y qué sucede cuando se retiran casi todos los
compradores institucionales del mercado de valores? En tal caso la caída libre
no puede encontrar un fondo. Bueno es a partir del momento de la caída bursátil
que el gobierno federal interviene e ingresa su Equipo de Protección contra
Colapsos (Plunge Protection Team o PPT en inglés). Contrario a las expectativas
globalistas, ampliamente divulgadas por sus grandes medios, la bolsa se recuperó
en menos de una semana cuando la Fed (bajo su nuevo mando) inyectó 11 billones
de dólares de QE en el sistema bancario. Lo anterior revela claramente los
actores en guerra detrás de las mal llamadas ´fuerzas del mercado´. Es una
batalla entre globalistas y no globalistas en el seno del ´Estado Profundo´ de
EUA.
 Con Jerome Powell en la presidencia de la Reserve Federal podemos estar seguros
que lucharán por una economía sin recesión al menos en el primer año de su
mandato. Sin embargo, una vez que esté bien instalado en su cargo las
prioridades de la Fed cambiarán drásticamente y el enfoque de Powell estará
dirigido a equilibrar las balanzas financieras. No cabe duda que la Reserva
Federal bajo el mando de Powell buscará pronto introducir el ´FedCoin´ basado en
blockchain u otra cripto-moneda bajo control de la actual Reserva Federal.

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Estamos en plena transición hacia
 Un nuevo sistema monetario internacional
Wim Dierckxsens y Walter Formento
Introducción
 El imperio del dólar se está acabando. El dólar ha de dar un importante paso
hacia atrás. Ya a principios de los años setenta el dólar dejó de estar anclado
en el oro y con un acuerdo realizado por el ex secretario de Estado de EUA Henry
Kissinger y la Casa de los Saud nació el petrodólar. Pactaron que el dólar fuese
la única moneda utilizada en el comercio del petróleo, generando una necesidad
de cada país contar con (petro)dólares para poder comprar energía. La creación
de moneda nueva en los EUA es un trámite bastante oscuro donde una entidad
privada, el Banco de la Reserva Federal (FED), recibe una promesa de pago por
parte del Tesoro y el primero procede a crear esa cantidad solicitada en la
promesa de pago, por lo que la creación del dólar desarrolla deuda. Técnicamente
el petrodólar es una herramienta de extorsión para obligar a todos los países a
cambiar trabajo real por una moneda creada a pura deuda.
 Hoy existen cada vez más países que ven la hegemonía del dólar como un
obstáculo para su soberanía y su buen desenvolvimiento dentro de la economía
global. En el pasado reciente países relativamente pequeños como Irak y Libia
fueron invadidos al negociar el petróleo fuera del ámbito del dólar, y hoy
existe una real amenaza de una invasión sobre Venezuela al negociar su petróleo
fuera del ámbito del dólar. Es preciso saber que en esta misma coyuntura los
países BRICS con China a la cabeza, el eje con mayor crecimiento económico en
los años recientes, plantean lanzar el Petro-Yuan-Oro. Con este fuerte rival por
primera vez se podrá hablar con propiedad de un próximo desplazamiento del
dólar. El Petro-Yuan-Oro es un esquema de moneda mundial que no solo se respalda
en la materia prima más importante, el Petróleo, sino también anclado en el oro.
Su ventaja no solo radica en ser el esquema de economías más dinámicas, sino en
que además son grandes productores y compradores de oro y han conformado unas
gigantescas reservas para respaldar al Yuan en esta movida, que por sí sólo no
podría avanzar e imponerse.
 El 26 de marzo de 2018, después de haberlo pospuesto unas veces, China
finalmente tomó la decisión de lanzaren la Bolsa Internacional de Energía el
esquema de cambio petro-yuan-oro, hecho que cambiará el sistema monetario
internacional a fondo. Todos los exportadores de petróleo a China tendrán que
aceptar en primer lugar la moneda china, el Yuan respaldado en oro, a cambio de
petróleo. Como incentivo, los chinos ofrecen cambiar los Yuanes recibidos en
oro, contra entrega de petróleo. La Bolsa de Valores de Hong Kong emitirá
también contratos a futuro en yuanes en materia de petróleo que serán igualmente
convertibles en oro. Los exportadores de petróleo incluso podrán retirar dichos
certificados de oro fuera de China, es decir, el ´petro-yuan’ estará disponible
para pagarse hasta en los llamados “Bullion Banks”ii en Londres. La introducción
del petro-yuan podamos considerar la mayor provocación directa para el dólar,
hasta hoy la moneda dominante a nivel mundial en los contratos de petróleo.
La estrategia de China será no atacar frontalmente al sistema del petro-dólar,
sino minarlo progresivamente para hacer que el yuan y otras monedas como el
Euro, el Yen, etc. lleguen a ser tan imprescindibles como el dólar, es decir,
construyendo el Mundo Multipolar de monedas. Hay acuerdos entre el Banco Central
de China (PBoC) y el Banco Central de la Unión Europea (BCE) para permitir
intercambios directos entre el yuan y el euro. Han firmado estos acuerdos para
hacer posible que, finalmente, ambas monedas se fortalezcan mutuamente de manera
autónoma y fomentando la interpenetración de los sistemas financieros de ambas
regiones. Lo anterior es clara señal que la Unión Europea mantiene la puerta
abierta para integrarse al Mundo Multipolar.
 No solamente hay una amenaza externa para el dólar, el mayor peligro, en
nuestra opinión, se encuentra al interior de los EUA. El capital financiero
globalista está haciendo todo lo posible para generar un colapso bursátil
atribuido a las ´fuerzas del mercado´, a como mal nos informan los grandes
medios, ya que dichas ´fuerzas del mercado´ conllevará a una gran crisis
económica-financiera no vista desde los años treinta del siglo pasado. Es la
crisis de la gran burbuja armada desde tiempos de Alan Greespan, crisis que se
intentaría atribuir por todos los medios a la “mala” administración y a la
“locura” (del gobierno) de Trump.
 El partido demócrata de EUA, representante político del establishment de poder
del capital financiero globalizado, encontraría ahí el momento oportuno para
pedir el ´impeachment´ del presidente Trump. Así el globalismo financiero no
solo podría sacar fuera de juego a Trump y a los diferentes funcionarios que
expresan el interés del continentalismo financiero norteamericano y de aquellos
capitales nacionales marginados por los globalistas, sino que retomaría el
control del gobierno en EUA, para imponer una moneda global a su disposición
desde el Banco de Basilea, el banco central de todos los bancos centrales del
mundo bajo pleno control del capital financiero globalizado y más en concreto
bajo hegemonía del imperio Rothschild.
La amenaza para el dólar desde el Mundo Multipolar
 Los BRICS, China y Rusia revelaron que van a usar entre si un nuevo esquema de
moneda: Petróleo/Yuan/Oro. Para hacer que el contrato en yuanes resulte más
atractivo, China tenía previsto hacer que el yuan sea totalmente convertible en
oro antes del fin de año de 2017, pero lo pospusieron para después del Año Nuevo
en China. El 26 de marzo de 2018 la Bolsa Internacional de Energía de Shanghái
finalmente lanza un contrato de petróleo a futuro denominado en yuanes chinos
(CNY), convertibles en oro. Este contrato permite pagar en oro o en yuanes
convertibles en oro, a las empresas petroleras extranjeras que venden petróleo a
China. Es una movida con importantes consecuencias geopolíticas y financieras.
La fijación de los precios del petróleo en yuanes –junto con el plan de la Bolsa
de Valores de Hong Kong para vender contratos de oro físico valorados en yuanes–
creará un sistema por medio del cual el país podrá eludir el sistema bancario
estadounidense y no solo el sistema Swift sino incluso todo el sistema de
Bretton Woods.
Cuando el Yuan en manos de los exportadores de petróleo se ofrezca a los
´Bullion Banks´ en Londres, dichos bancos sin lugar a dudas cambiarán los yuanes
primero en dólares. Como China es el principal poseedor de bonos del Tesoro de
EUA, el proveedor más seguro de estos dólares será el Banco de China, pues, al
vender los bonos del Tesoro de Estados Unidos China recibe a cambio dólares que
los utilizará para comprar sus propios yuanes respaldados en oro. Los ´Bullion
Banks´ ofrecerán a los exportadores de petróleo contratos a futuro en dólares
(oro en papel).
El retorno de bonos del Tesoro en dólares a EUA será cada vez más masivo
conforme se generalice la venta de petróleo a cambio de yuanes y el dólar
sufrirá una clara devaluación en términos del oro. Es decir, el precio de oro
físico se disparará en términos de dólares. En caso que no solo el petróleo y el
gas entren en esta nueva situación mundial, sino incluso las materias primas en
general, se puede esperar que China se deshaga de manera más acelerada de los
bonos del tesoro a cambio de dólares y vendiendo a su vez estos dólares por
yuanes, una situación que no esperamos a corto plazo ya que China sin duda
quiere mantener el oro suficiente para evitar lo que sucedió al dólar a
principios de los años setenta que tuvieron que abandonar el patrón oro.
El haber sido reconocido el Yuan como moneda internacional por el FMI en octubre
de 2016, el haber desarrollado todo un sistema de instituciones financieras en
la City de Londres que le permite plantear no solo al yuan como moneda, al
petróleo y al oro como respaldo sino usar al dólar como pieza en el camino para
viabilizar y echar a andar el mecanismo que le facilita además, utilizar sus
reservas de dólares en bonos del tesoro de EUA, por más de un billón de dólares,
para aceitar el mecanismo y para debilitar jugadas de la Fed contra el nuevo
esquema de moneda internacional.
 El Yuan del BRICS multipolar esta ya conformado y respaldado por una canasta de
monedas más una nueva arquitectura financiera (con su Fondo de fomento y
desarrollo, su banco de financiamiento y su sistema de compensaciones
alternativo al SWIFT) donde solo resta que EUA y Japón se sumen. A todo esto se
suma también la nueva arquitectura productiva-comercial de la nueva ruta de la
seda (OBOR) y su iniciativa de inversiones por 500bn lanzada el 14 de mayo de
2017.
No solo China tiene proyectos grandes para dejar fuera al dólar en su quehacer
económico. El 20 de setiembre de 2017 el presidente ruso Vladimir Putin dio
instrucciones que a finales de ese año el dólar deje de ser la moneda de pago en
todos los puertos del país. El 14 de febrero de 2018 Arkady Dvorkovich, Primer
Ministro Suplente anunció que las instituciones financieras rusas están
preparadas para funcionar sin acceso a SWIFT (The Society for Worldwide
Interbank Financial Telecommunication) – la red global de pagos interbancarios
basada en dólares, un mecanismo por excelencia para bloquear pagos bancarios
afectando países o personas ´non gratas´. Esta decisión rusa se deriva de las
sanciones impuestas a la economía rusa que de esta forma procura evitar.
En la misma fecha de setiembre, no es por coincidencia que el presidente de
Venezuela, Nicolás Maduro, anunció que su país dejaría a un lado el dólar como
moneda de pago en la compra de petróleo, esto como contramedida ante las
sanciones impuestas por EUA a su país. La empresa venezolana de petróleo PDVSA
ya cotiza su precio y mantiene sus cuentas por el momento en euros, dejando de
lado al dólar. China ha favorecido a estos productores de petróleo, aceptando
que vendan su energía en yuanes, por fuera del esquema petróleo-dólar. Las
políticas de sanciones y boicot de EUA, no han logrado otra cosa en América
Latina que orientar y empujar a los países hacia la opción en el multipolarismo.
La administración Trump diseña la estrategia de una mayor militarización del
continente latinoamericano y encontrar en Venezuela el centro de gravedad de la
amenaza necesario de ser derribado, pues el país representa hoy el puente
geopolítico más directo para la inserción de América Latina en el bloque
emergente y multipolar que sustituirán el pétro-dólar por el petro-yuan-oro.
Gran parte de África se ha comprometido en la introducción del yuan como segunda
moneda de reserva y de referencia. Rusia ha disminuido las importaciones del
petróleo saudita al igual que EUA. Perder en esta coyuntura al cliente chino,
significaría para Arabia Saudita quedarse con un gigantesco excedente de
producción, lo que provocaría que los ingresos del país se desplomaran. No sería
extraño señalar, que estamos muy cerca de un escenario donde se acuerde un fondo
de inversiones chino-saudí y/o la adquisición por parte de China de una
participación en la empresa petrolera Saudi Aramco.
El dólar, en otras palabras, está en repliegue ante el claro avance del
“petro-yuan-oro”. En realidad, no se trata de una nueva petro-moneda, se trata
de otro esquema de moneda dominante mundial: el petro-gas-oro-monedaiv. Estos
hechos y su impacto componen el escenario del fin del dólar y su desplazamiento
ahora como moneda dominante de referencia internacional junto al conjunto de
instituciones asociadas a la vieja arquitectura del oro-dólar primero
(1944-1971) y el petro-dólar luego (1971-2017). Será asimismo un acto
fundacional del mundo multipolar del siglo XXI, la unidad de medida de la
magnitud de poder mundial del mismo modo en que ocurrió en los “acuerdos” de
Breton Woods donde EUA impuso el patrón o esquema de moneda mundial de cambio
dólar-oro, por lo que implica institucionalizar un esquema de moneda mundial de
cambio y reserva que reemplace al Dólar y a los poderes financieros que acumulan
valor/poder a partir del mismo.
El mundo que China desea inaugurar no es chino, sino multipolar. El sistema
monetario internacional estabilizado que los chinos plantean es un sistema
multi-monetario con la llegada del petro-yuan-oro, en el cual las diferentes
monedas estarían vinculadas al oro y no más al dólar.
La transición al mundo multipolar podrá subsanar temporalmente la crisis con un
keynesianismo de periferias o desarrollismo productivo a nivel mundial (La Ruta
de Seda ampliada en diferentes continentes). Es un proceso sostenido a puro
crédito, en cuyo proyecto participen eventualmente todos los grandes jugadores,
pero aún está por verse si las grandes obras de infraestructura a las que
apunten, constituirán un verdadero puente hacia otro ciclo de acumulación de
capital, o que más bien revela su carácter improductivo desde la óptica del
capital a nivel mundial, al no relanzar la tasa de ganancia por ningún medio en
ningún lugar. Nosotros creemos, como ya señalamos en el capítulo 6 de nuestro
libro anterior, que esto último es el escenario que se impone como el más
probable, razón por lo cual las inmensas deudas caerían en default (cesación de
pagos) y nos encontraremos no solo ante un cambio de paradigma sino ante la
transición a otra civilización.
La amenaza para el dólar dentro de los propios EUA
 No solamente hay una amenaza externa para el dólar, el mayor peligro se
encuentra al interior de los EUA. El plan de los globalistas se orienta a acabar
con el dólar como moneda internacional de referencia así como a todas las
monedas de menor referencia (el Yuan, el Yen, el Euro, la Libra Esterlina,
etc.). Este colapso limitaría fuertemente el peso del dólar en el mercado
internacional. El valor del ´nuevo dólar´ ya no sería controlado por la Reserva
Federal a su antojo y con casi seguridad tendría que ceder este rol al Fondo
Monetario Internacional (FMI). El ´nuevo dólar´ perdería mucho de su actual
poder adquisitivo, mediante procesos de devaluación e inflación. La pregunta que
nos hacíamos en enero de 2017 era si los globalistas lograrían el colapso
financiero en EUA con réplicas en el mundo entero, imputando la responsabilidad
de Trump y sus políticas, para lograr construir un nuevo mundo financiero a su
pleno beneficio.
Estaba claro que conforme la Fed aumentaba la tasa de interés subirá la cantidad
de dólares destinados al servicio de la deuda estadounidense, que ya en el
momento de asumir Trump al poder era de 14 billones de dólares. Los intereses
serían la partida del presupuesto del Gobierno Federal que más rápidamente
crecería con la triplicación de la tasa de interés desde que asumió Yanet Yellen
la presidencia de la Fed, llegando de 0,50% antes de la alza en diciembre de
2016 para llegar a 1.50% en diciembre de 2017. Fue el plan obvio que los
globalistas tenían en mente de debilitar a D.Trump y para que colapsara la
economía norteamericana. Un plan de fuertes incrementos en las tasas de interés
crearía todo el clima necesario para provocar un colapso bursátil y los halcones
harían lo imposible a través de las principales corporaciones-mediáticas bajo su
dominio de anunciarlo y responsabilizar a Trump y sus apoyos económicos y
políticos.
El 20 de setiembre de 2017 la Fed anunció, el comienzo del programa para vender
sus bonos del Tesoro “adquiridos” durante el período del 2008 al 2014. Lo
anunció para contrarrestar la esperada venta masiva de bonos del Tesoro por
China al introducir el petro-yuan-oro. Sin embargo, vale destacar que China
pospuso la fecha de su introducción hacia marzo de 2018. La Fed había proyectado
retirar la liquidez en dólares del sistema financiero que la venta de bonos por
China hubiese generado a partir de la introducción del petro-yuan-oro. De
haberse dado su introducción, para el último trimestre del 2017 la Fed
proyectaba que el volumen de las reducciones de dólares hubiese alcanzado 500
mil millones. El presidente de la Reserva federal de Nueva York había planteado
que la balanza negativa de la Fed se reduciría así en un monto de entre $1 a $2
billones de dólares entre 2017 y fines de 2020. En octubre de 2017, la Fed
supuestamente comenzó a recortar su programa de compra de bonos al reducir el
monto de sus bonos en vencimiento que, sin embargo, simplemente se convirtieron
en nuevas emisiones de bonos.
Al ser desplazado el dólar por el yuan a un segundo plano, provocará que la
demanda del dólar baje de manera considerable. Una retirada neta y acelerada de
dólares del mercado de dinero, entonces, es necesaria para evitar una fuerte
devaluación del dólar que de todas formas no se podrá evitar. Precisa entonces
que la Fed retire dólares del mercado de dinero a un determinado ritmo para
evitar una fuerte devaluación y si no lo hace podría sufrir las consecuencias de
una contracción fuerte de dinero y si esto pasase afectaría en primer lugar el
mercado bursátil. China, como principal poseedor de bonos del tesoro es el actor
económico capaz de determinar dicho ritmo y al gigante chino le interesa ir de
manera pausada para no devaluar en exceso el poder adquisitivo de la deuda a
cobrar a EUA. Con lo anterior queda claro también que Trump más que enfrentarse
a los chinos más le vale preocuparse por el juego de los globalistas. En la
práctica no tendrá de otra que quedar de hecho de buenos amigos con China aunque
a nivel de discurso sea lo contrario.
La combinación de la normalización de la hoja de balance de la FED, junto con
las alzas en las tasas de interés, significaría una política monetaria
restrictiva contraria a las políticas de expansión económica que Trump necesita
y propone. La política de las fuerzas globalistas es provocar la política de
contracción monetaria a fin de encaminar a una eventual caída de las bolsas de
valores que sin duda será atribuida por los grandes medios a la “inoperancia” de
Trump aunque este realmente no tiene mayor cosa que ver. Fue la preparación de
una batalla confrontal del neoliberalismo financiero globalizado con el
continentalismo financiero neoconservador y el nacionalismo industrialista
norteamericano. Si los globalistas quisieran causar un colapso financiero para
debilitar a D.Trump, lo tendrán que realizar a más tardar a principios de 2018,
cuando terminaba el periodo de Janet Yellen en la Fed.
La triangulación de fuerzas alrededor del dólar
Ni el capital financiero globalizado ni el capital financiero continentalista
como el de la Unión Europea, ni tampoco los capitales industriales nacionales
´soberanos´ pueden permitirse que se les escape el control sobre su moneda,
porque en su moneda está el instrumento por medio del cual se ejerce, delimita e
impone la soberanía sobre un territorio social que produce riqueza social.
Aunque, a la vez está muy claro que hay intereses no coincidentes y por ello
está en marcha una gran guerra de monedas. Mientras esté la administración
Trump, los globalistas se sienten amenazados de perder la guerra frente al
petro-yuan-oro.
Los continentalistas en EUA representados en buena medida por el partido
republicano al igual que la administración Trump procuran salvar hasta donde les
sea posible el dólar, que los globalistas más bien buscan sustituir por una
moneda fuera de todo alcance de gobiernos nacionales o continentales. Los BRICS
con China en la delantera quieren obtener un mayor espacio para el Yuan como
moneda de referencia internacional sin declarar una guerra directa al dólar. En
este sentido la sobrevivencia del dólar tiene más de temer de las fuerzas
globalistas que de los BRICS. Está claro en todo caso que el dólar no podrá
mantener su lugar privilegiado como única moneda internacional de referencia.
La guerra de monedas adquiere una nueva dimensión especial con la introducción
de las cripto-monedas en la geopolítica. Con la llegada de la cripto-monedas
como Bitcoin, el sistema monetario se ha ampliado de manera notoria. Las
cripto-monedas se sustentan en la tecnología blockchain, semejante a un gran
libro digital contable, público y distribuido, en el que queda registrada la
historia de todas las transacciones, y es difícilmente falsificable. Una
cripto-moneda funciona mientras otros la acepten. Bitcoin es una forma de dinero
fiduciario más, es decir, no tiene respaldo en la economía real. La fluctuación
de su precio de mercado depende de una oferta limitada ante una demanda
oscilante y con ello está sujeto también a fuertes movidas de especulación.
Toda forma de dinero es una construcción social y con ello también expresión de
valores e intereses económico-sociales y de poder. Lo que hace que las
cripto-monedas sean potencialmente tan diferentes como moneda es el hecho de que
están permitiendo que sus usuarios expresen su independencia del sistema
monetario actual dominado por el dólar, el sistema SWIFT, etc.. Lo anterior se
expresa hoy en día en América Latina con la introducción del Petro en Venezuela
luego de las sanciones económicas impuestas al país por haber negociado la venta
de petróleo fuera del ámbito del dólar. A raíz de ello Washington cerró las
posibilidades de crédito buscando la asfixia financiera. La compra de bonos por
China y la reestructuración de la deuda con Rusia fueron paliativos. Hay visos
de alivio con la introducción de la cripto-moneda el Petro frente a la soga que
Washington le colocó al cuello del país. Desde el 20 de febrero se vende el
Petro en Venezuela anclado en petróleo entre otros recursos naturales. Con una
emisión de cien millones de Petro y un valor actual del barril de sesenta
dólares, el gobierno espera obtener seis mil millones de dólares.
La cripto-moneda es una innovación que tiene el potencial de cambiar por
completo el sistema financiero global y con ello las relaciones de poder. Crear
e imponer una nueva construcción social, una nueva mediación en las relaciones
sociales de producción de poder, a partir de cripto-monedas que permiten
liberarse de los poderes económicos, políticos y sociales anteriores a este, no
podría desarrollarse sin una gran batalla con y entre los diferentes poderes
existentes, entre los que ascienden ganando posiciones de poder y los que
declinan cediendo posiciones de poder económico, político y estratégico.
Los globalistas hacen su entrada a las cripto-monedas al emitir contratos a
futuro de bitcoin a partir del 17 de diciembre de 2017 cuando el Chicago
Mercantile Exchange (CME), el mercado de contratos a futuro más grande del
mundo, ha puesto en marcha el comercio de futuros en bitcoins. Con ello se abrió
el camino para manipular los precios de las cripto-monedas. Las empresas
anotadas en Wall Street compran y venden en Chicago derivados en bitcoins y con
ello este ´activo digital´ hace su entrada en el gran mundo de las finanzas.
Bancos y comerciantes institucionales (como fondos de pensiones, entre otros)
pueden comprar y vender contratos a futuro en bitcoins, pero solo unos pocos
entre ellos podrán tener cripto-monedas en stock y comercializar con bitcoins
reales. Lo anterior, alude, se hace por motivos regulatorios, o dicho de otra
forma para mantener el poder sobre el mercado.
La élite financiera unipolar y global, y sus CEO´s en los directorios bancos
centrales y el Banco de los bancos centrales en Basilea (BIS), controlado por la
familia Rothschild, lanzaron en setiembre de 2017 el proyecto de imponer una
cripto-moneda global. El proyecto se denomina ‘Utility Settlement Coin’ (USC)
que fue impulsado por entidades financieras como Barclays, HSBC, BNY Mellon,
Santander, Credit Suisse, Deutsche Bank, entre otros. El objetivo del proyecto
es preparar el camino para que los bancos centrales tengan cripto-divisas en el
futuro, facilitando a las entidades mundiales realizar una amplia variedad de
transacciones entre sí mediante la utilización de activos garantizados en una
cadena de bloques. Con ello el capital financiero globalizado inaugura una fase
decisiva de la guerra de (las cripto)-monedas. Las cripto-monedas de los bancos
centrales se transformarían simplemente una extensión del sistema mundial actual
basado en la deuda, pero no más a partir del dólar.
Las cripto-monedas en manos de los bancos centrales se transformarían en tal
caso en una extensión del sistema mundial actual basado en la deuda, pero no más
a partir del dólar. El planteo de las fuerzas globalistas es que un país ya no
necesitaría estar preocupado por la deflación o caída de precios en tiempos de
recesión. Pues con una sola operación del banco central se podría inyectar mil
dólares en la ´billetera´ de cada persona e inmediatamente se daría un alza de
los precios. Una inflación acelerada causaría un colapso en la bolsa. Quién
maneja el poder sobre la cripto-moneda, se vuelve, en otras palabras un tema
netamente geopolítico al interior de EUA y entre las fuerzas globalistas y las
fuerzas multipolares bajo hegemonía de China y los BRICS.
 China comenzó la cruzada contra las cripto-divisas también en el mes de
setiembre de 2017. Beijín no estaba en contra del uso de las mismas pero el
Banco Central de China desea emitir su propia moneda digital de manera pública y
soberana. Se buscaba garantizar, además, un sistema seguro de registración y
transferencia contra la evasión tributaria y el lavado de dinero. Finalizando
2016, China ya realizó su primer ensayo, siendo ésta la primera cripto-moneda
respaldada por un Banco Central en todo el mundo. El carácter geopolítico del
dinero digital chino como medio de intercambio en la nueva Ruta de la Seda es
que reemplazaría al dólar pero más importante aún, cortaría a la vez el paso de
los globalistas para introducir su moneda global. En este aspecto los
globalistas estarían en confrontación con los intereses continentalistas
norteamericanos, con los intereses del gobierno de Trump así como con el
proyecto de China y los BRICS por un mundo y moneda multipolar. China no atacará
frontalmente al dólar a como lo podrían desear los globalistas y esto hace que
los verdaderos agresivos en la guerra de monedas serán los globalistas, aunque
los grandes medios lo presentaran de otra manera.
¿Cuándo estallará la madre de todas las burbujas en 2018?
El mecanismo para resolver los problemas económicos, creando billones de dinero
de la nada, pareciera desde la crisis financiera de 2008 una máquina de
movimiento perpetuo y sin límites a la cantidad de dinero nuevo que puede
crearse con un interés cercano a cero o incluso menos de cero en términos
reales, ya que hasta los pagos de intereses pueden financiarse con ese dinero
ficticio, emitido sin respaldo. Es más aún, la Reserva Federal (Fed) compró en
2017 incluso bonos del Tesoro y con los ingresos que ese “dinero de la nada”
genera devuelven dinero al Tesoro para volver a emitir más bonos, poniendo así
en marcha una máquina de creación de dinero en movimiento aparentemente
perpetuo. La política de crear Billones de la nada para comprar Billones en
activos, ha inflado una ´burbuja madre´ en todas las clases de activos
respaldadas o compradas por los bancos centrales y sus representantes.
Una pregunta que nos hacemos es ¿cuánto tiempo más puede continuar la valoración
fraudulenta de las acciones y otros activos en los mercados de valores en
general y de Wall Street en particular? ¿Podría explotar la ´madre´ de todas las
burbujas o más bien ya no habrá más crisis bursátiles? Era difícil creer que el
fraude de la expansión cuantitativa pudiera perpetrarse durante tanto tiempo.
Autores como Paul Craig Roberts y Dave Kranzler estiman que puede continuar
hasta que el dólar como moneda de reserva sea atacado.
Charles H. Smith y con él muchos predicadores del colapso a través de los
grandes medios anuncian que está por explotar la ´madre´ de todas las burbujas
financieras creadas y que es inevitable de posponerlo más. No tenemos dudas que
un eventual colapso financiero debía darse tarde o temprano pero el momento en
que se da no se puede atribuir a las ´llamadas fuerzas del mercado´, sino solo
se podrá atribuir a las élites en pugna. Para nosotros las élites financieras
unipolares globalistas desde que Janet Yellen dejó la FED están provocando dicho
colapso. Hicieron el trabajo preparativo alzando tasas de interés y provocando
una contracción monetaria justo antes de que asumiera el nuevo presidente de la
Reserva Federal de EUA cuando aún tuvieron pleno control sobre la FED, es decir
hasta el 3 de febrero de 2018.
Janet Yellen, pudo haber pronunciado discursos en 2017 sobre cómo la Fed
“normalizaría su balance general a partir de octubre de ese año pero a partir
del cambio de planes de China de posponer su introducción del petro-yuan-oro
hacia marzo de 2018, la anunciada contracción monetaria fue un proceso cosmético
comprando bonos viejos del Tesoro y volver a emitir bonos nuevos, hasta que hubo
una reducción sustancial la última semana antes de terminar su mandato el 3 de
febrero de 2018. Inmediatamente después del día que se instaló su sucesor,
Jerome Powell, los globalistas habían perdido el control (mayoría de votos)
sobre la Fed y hasta su presidencia.
Janet Yellen contaba aún con 4 de 7 votos en la Fed hasta el 3 de febrero de
2018. La Junta de gobernadores de la Reserva Federal consta de siete asientos.
Dos de ellos quedaron vacantes desde 2014, cuando Obama nombró dos gobernadores
nuevos que fueron rechazados en el Senado dominado por los republicanos. Trump
pudo nombrarlos. El período de la presidenta, Janet Yellen terminó el 3 de
febrero de 2018 y el Vicepresidente Stanley Fisher renunció antes que venciera
su período por motivos personales en octubre de 2017.
No fue ningún milagro entonces que en ese momento se dio el ataque con una caída
histórica en la Bolsa de Valores de Nueva York con un efecto negativo en los
mercados financieros del mundo entero. Fue a principios de febrero de 2018 que
la bolsa de valores mostró señales de un colapso financiero al caer el Dow Jones
de Nueva York un 10% en dos días. Las alarmas sonaban en Wall Street y los
grandes medios globalistas anunciaron una evidente crisis del tipo 2008 pero que
la burbuja actual sería varias veces más grande (hasta de 15 a 20 veces
afirmaban) que la de 2008 aludiendo que los jugadores unipolares financieros a
la defensiva del dólar serían hoy varias veces más frágiles que en 2008.
La pregunta para los globalistas fue si el recién instalado sucesor de Janet
Yellen estaría en condiciones de cambiar la política de un momento a otro.
 A partir del 4 febrero de 2018, según programado anteriormente por la Fed
previo a su ascenso, le tocaría a Jerome Powell retirar del balance de la FED
2.5 billones de dólares en bonos del Tesoro y 1.8 billones en bonos
hipotecarios, heredados en la crisis financiera de 2008. Esta contracción
cuantitativa tendría un efecto muy negativo en la bolsa de valores contraria a
una expansión cuantitativa, es decir, se apunta forzar la bolsa de valores a la
baja. Cuanto más fuerte resulte dicha contracción, más impactante también su
efecto negativo sobre la bolsa de valores. Esto hubiese significado el detonante
que haría estallar la ´madre de todas las burbujas´, anunciado en nuestro
artículo de octubre de 2017.
Yanet Yellen dejó el mando de la Reserva Federal a su sucesor nombrado por Trump
al final de la primera semana de febrero y justo antes tuvo lugar la primera
contracción cuantitativa para mejorar la balanza dela Fed. La semana anterior a
su renuncia la Fed había reducido su cuenta de QE (cuenta SOMA por sus siglas en
inglés) en 21 billones de dólares, es decir, la última jugada de Janet Yellen.
Retirar liquidez del sistema de dinero reduce el acceso al crédito fácil,
resultado que también se hubiese obtenido elevando las tasas de interés. Esta
reducción en el dinero creado de la nada, en la última semana antes de terminar
su mandato el 3 de febrero de 2018, fue la señal para los mercados (es decir
para las fuerzas globalistas) de iniciar la guerra. A principios de la semana
siguiente el índice industrial Dow Jones perdió ´por milagro´ el 10% en solo dos
días. Los grandes medios la anunciaban como la caída máxima en toda su historia,
que tiene 122 años. Mientras tanto, el colapso en el mercado bursátil
estadounidense provocó una reacción en cadena en los mercados mundiales. Las
bolsas de Asia y Europa también se encontraron en la zona roja.
Recordemos que la Fed de Janet Yellen desplegó una política que comenzó con
alzas en las tasas de interés, lo que encareció el precio del dinero a crédito,
es decir, el servicio a la deuda norteamericana. Fue una política que se
contraponía totalmente con los planes del gobierno de Trump. Aunque Powell
alguna vez tuvo ciertas reservas acerca de votar por la flexibilización
cuantitativa (QE) de la Fed, el mismo se manifestó desde su primer día ser
amigable con la creación de dinero de la nada (más QE en otras palabras).
Cualquier signo de un posible colapso bursátil provocado, demandaría para ser
neutralizado una inyección de más dinero sin respaldo en el mercado, como
efectivamente se observó en la segunda semana de febrero de 2018.
Lo que sucedió es que apenas Janet Yellen dejó la Reserva Federal los
compradores (grandes bancos globalistas y con ello inversionistas
institucionales como los Fondos de Pensiones, etc.) dejaron de comprar en el
mercado de valores. ¿Y qué sucede cuando se retiran casi todos los compradores
institucionales del mercado de valores? En tal caso la caída libre no puede
encontrar un fondo. Bueno es a partir del momento de la caída bursátil que el
gobierno federal interviene e ingresa su Equipo de Protección contra Colapsos
(Plunge Protection Team o PPT en inglés). Contrario a las expectativas
globalistas, ampliamente divulgadas por sus grandes medios, la bolsa se recuperó
en menos de una semana cuando la Fed (bajo su nuevo mando) inyectó 11 billones
de dólares de QE en el sistema bancario. Lo anterior revela claramente los
actores en guerra detrás de las mal llamadas ´fuerzas del mercado´. Es una
batalla entre globalistas y no globalistas en el seno del ´Estado Profundo´ de
EUA.
El PPT fue creado en respuesta a la crisis bursátil en 1987 para manipular los
mercados cuando estos no se comportan a cómo debería ser en los ojos del
gobierno federal. PPT es un comprador con acceso ilimitado a nuevos fondos y un
comprador despreocupado por el afán de lucro. El PPT es el apodo otorgado al
Grupo de Trabajo sobre Mercados Financieros por el Washington Post en 1997. El
equipo está compuesto por el Secretario del Tesoro, el Presidente de la Junta de
Gobernadores de la Reserva Federal, el Presidente de la SEC y el Presidente de
la Comisión de comercio de futuros de productos básicos y en este momento bajo
control del gobierno de Trump.
Ya habíamos anunciado en enero de 2017 que al menos durante el primer año de su
mandato, Powell retrasaría la por Janet Yellen anunciada reducción de los libros
de la Fed (la contracción cuantitativa). En cambio, un nuevo flujo de dinero sin
respaldo (la expansión cuantitativa) repuntaría los mercados de acciones y bonos
cada vez que las cosas se ponen difíciles. Powell inyectó una cantidad de once
mil millones de dólares de la Reserva Federal para ingresar al mercado que
pueden ser apalancados 10 veces por los bancos (al tener que mantener el 10% en
la banca como reservas). Este dinero se infiltra en la economía y sobre todo en
la compra de acciones, frenando la caída de la bolsa de valores.
A mediados de febrero de 2018 ya ha quedado claro que Jerome Powell como nuevo
mando de la Reserva Federal seguirá la política monetaria que consiste en
mantener las tasas de interés relativamente bajas para poder aplicar, de ser
necesario, una política de expansión monetaria para apoyar la estrategia del
gobierno de Trump de reactivar la economía y reequilibrar la balanza de pagos a
través de una política de dólar débil que promueva las exportaciones y reduciría
las importaciones, o sea, bajando el déficit comercial. El mayor control de la
Casa Blanca no permite imaginar otro escenario. El dólar necesita debilitarse a
un nivel que atraiga compradores nuevamente a Estados Unidos y lo lograra si
puede hacer que dejen de ser grandes compradores en China y Japón.
Ahora los grandes medios anuncian que no hay como que no explote la ´madre de
todas las burbujas´. Existe el escenario difícil pero no imposible que no haya
colapso del dólar, sino una evolución controlada y gradual a la baja,
particularmente en relación con el euro, el yen y seguramente el yuan. La
devaluación del dólar significaría un proceso inflacionario en EUA, pero a la
vez una devaluación de la deuda y con ello una rebaja en el servicio a la misma.
Los apoyos de la China Multipolar de ir despacio con la introducción del
petro-yuan-oro podrán neutralizar la jugada globalista de hacer estallar la
madre de todas las burbujas y con ello la caída de Trump y con ello quedaría
claro que los globalistas son el enemigo principal del dólar.
Con Jerome Powell en la presidencia de la Reserve Federal podemos estar seguros
que lucharán por una economía sin recesión al menos en el primer año de su
mandato. Sin embargo, una vez que esté bien instalado en su cargo las
prioridades de la Fed cambiarán drásticamente y el enfoque de Powell estará
dirigido a equilibrar las balanzas financieras. No cabe duda que la Reserva
Federal bajo el mando de Powell buscará pronto introducir el ´FedCoin´ basado en
blockchain u otra cripto-moneda bajo control de la actual Reserva Federal.
 A partir de ese momento estaremos viendo que los globalistas, representados por
el partido Demócrata en EUA, van por la ‘opción nuclear’, demandando una
expansión monetaria (QE), es decir, crear dinero de la nada por la Fed para
inyectarlo directamente en ´Main Street´ a través del Fedcoin, en beneficio de
la población en general. Con la introducción de dinero nuevo “creado de la nada”
en la economía real, aumentaría rápidamente la demanda de productos de consumo y
servicios sin generar una correspondiente oferta nueva de productos y servicios.
Se crearán así las condiciones para un rápido proceso inflacionario y con ello
un aumento en las tasas de interés. De esta forma se provocaría la crisis
bursátil. En otras palabras, esta ´guerra interna´ en EUA no ha terminado y por
lo pronto es de mayor riesgo para el mundo que el avance del Yuan chino.

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Febrero 2018

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