quinta-feira, 24 de novembro de 2022

Razones y pasos de una guerra sin fin (o de la guerra del fin)

 


 




        *POR ANDRÉS PIQUERAS , PROFESOR DE LA UNIVERSIDAD JAUME I*


          /*Analistas de todo el mundo coinciden que el panorama
          geopolítico esta viviendo cambios trascendentales. El
          siguiente es un trabajo de Andrés Piqueras , profesor de
          Sociología de la Universidad Jaume I , que explica algunos
          porqués de la crisis sistémica y del cambio de fase histórica
          que vivimos, La web del Observatorio Internacional de la
          crisis ofrece a nuestros lectores este acucioso trabajo del
          profesor Piqueras a largo de 4 entregas, según el siguiente
          índice */


          /*1ª entrega : Un capitalismo en la UCI / Acumulación bélica
          de capital*/


          /*2ª entrega : Algunos entresijos de la Guerra Total o Guerra
          sin fin /El asedio a Rusia dentro de la Guerra Total: ciertos
          pasos decisivos*/


          /*3ª entrega : Por qué estas batallas de la Guerra Total no
          son una lucha entre imperios/ El fin del orden mundial del
          siglo XX*/


          /*4ª entrega :El Gran Reinicio y las luchas de clase
          horizontales inter-capitalistas y entre élites*/


         


        *PRIMERA ENTREGA*


  *Un capitalismo en la UCI*

Las condiciones de degeneración del modo de producción capitalista se
agudizan. El menguante desarrollo de las fuerzas productivas va dando
paso a cada vez más fuerzas destructivas, con el consiguiente declive
del conjunto de la civilización a que dio paso.  Ello radica en toda una
cadena de razones, como la dilución del valor y mengua del plusvalor, la
galopante reversión del capital a su forma simple de dinero, un
endeudamiento público y privado insostenible, una economía
crecientemente ficticia, un acuciante estrés climático, el manifiesto
agotamiento de materiales y energía fósil, así como la imparable
expansión de un “valor negativo”: plagas, epidemias, deterioro de
recursos, saturación de sumideros, contaminación generalizada, pérdida
de fertilidad, salinización, estrés climático, desaparición de nitratos
y de fósforo, sobreexplotación, sobre-empobrecimiento y extenuación de
las poblaciones…).

Todo ello da como resultado lo que algunos autores han señalado como una
“tormenta perfecta”, pues la hipotética solución a uno de esos factores
significaría el agravamiento inmediato de otros. La destrucción social y
ambiental, el desmoronamiento de las sociedades, así nos lo
testimonia[i]
<https://andrespiqueras.com/2022/11/22/primera-entrega/#_edn1>.

La gran paradoja de un capitalismo extenuado es que es la exacerbación
financiera la que le está insuflando vida artificial mediante la
desmaterialización del dinero (que ha quedado desligado de cualquier
anclaje material, como el oro) y la ingente creación de /capital
ficticio/[ii]
<https://andrespiqueras.com/2022/11/22/primera-entrega/#_edn2>.
Desmaterialización que, en el colmo de la irrealidad, fue seguida del
/dinero mágico/ o inventado (que ha recibido el elegante nombre de
“flexibilización cuantitativa”, y que entraña la máxima expresión de la
desmaterialización del dinero, porque le desliga del valor producido)
por no menos de 20 billones de dólares entre los Bancos centrales de las
principales economías. Pues sólo convirtiendo el dinero en pura ficción,
sin ninguna vinculación con el capital productivo, puede seguir
aparentándose un satisfactorio funcionamiento económico de este Sistema.

La flexibilización cuantitativa (QE) y el ajuste cuantitativo (QT) han
permitido hasta muy recientemente la emisión de enormes cantidades de
dinero sin respaldo (a intereses nulos o incluso negativos) y sin
afectar a la inflación, en contra de lo estipulado en cualquier manual
de economía.

“Sólo era necesario que los Bancos Centrales manejaran las palancas de
política monetaria de los tipos de interés”, la QE  y el QT “de forma
adecuada para mantener la magia de los déficits interminables,
financiados a través de la impresión de dinero (avalada por la Teoría
Monetaria Moderna), que alimentaba el gasto” [Alastair Crooke, La
desesperación imperial: Insistir en la dominación mientras se irradia
debilidad | Diario Octubre (diario-octubre.com)
<https://diario-octubre.com/2022/10/21/la-desesperacion-imperial-insistir-en-la-dominacion-mientras-se-irradia-debilidad/>]

Pero ese misterio puede entenderse si tenemos en cuenta la parálisis
productiva y la creciente escasez de demanda solvente, por un lado, más
la inundación de mercancías baratas del Oriente Global y especialmente
de China, así como la afluencia de la también barata energía rusa para
el caso de Europa, o la del Golfo Arábigo para EE.UU. y el Occidente
Colectivo en general^[iii]
<https://andrespiqueras.com/2022/11/22/primera-entrega/#_edn3>. Sin
embargo, en estos momentos EE.UU. ha decidido cortar ambos suministros,
imponiendo aranceles a las exportaciones chinas y boicoteando la energía
rusa, con especial daño para Europa, como veremos en los apartados
siguientes, mientras que se complica también para sí mismo la baratura
de la energía petrolífera más superficial y fácil de obtener del
planeta, la de la península arábiga, en razón de la desconfianza que
inspiran los repetidos bloqueos y sanciones que administra por doquier y
de los intentos de imponer precios máximos a la principal fuente de
riqueza de los productores energéticos^[iv]
<https://andrespiqueras.com/2022/11/22/primera-entrega/#_edn4>.

Con todo ello ahora sí la inflación comienza a hincharse como un gran
monstruo, y las políticas de los centros de mando del capital priorizan
el ataque a ese ogro (que deshilacha las acreencias y pone en jaque a un
sistema cada vez más basado en deudas), a costa de la población
trabajadora, de los medianos y pequeños capitales y de la sociedad toda.
De hecho, el mortífero «juego global» al que está apostando la Reserva
Federal de EE.UU., y que es seguido por los Bancos Centrales del
Occidente Colectivo, es a subir las tasas de interés para, entre otras
razones, proteger el «privilegio del dólar» de poder intercambiar el
dinero que imprime de la nada por mano de obra, riqueza social, energía
y materias primas bien reales en todo el mundo (algo que también hacen
las otras monedas centrales pero sin la repercusión hegemónica que
mantiene el dólar y que las termina perjudicando frente a él), con un
ingente trasvase de riqueza de la población trabajadora hacia los
detentadores del capital.

En términos generales podemos decir que la clase capitalista
transnacional ha utilizado diversos mecanismos que se intensifican desde
2008 para intentar sostener el crecimiento, aun a costa a menudo de la
acumulación global. Entre los más destacados:

a. El pillaje y saqueo de las finanzas públicas: se da una transferencia
de riqueza sin precedentes del ámbito público a las arcas del capital
transnacional. Se socializan las pérdidas en un momento en que las
grandes empresas transnacionales registran niveles récord de ganancias.
Los Estados extraen también cada vez más excedente de las sociedades
para entregárselo a las finanzas globales, mientras se mercantiliza el
conjunto de actividades de la vida social y natural. Todo vinculado
también a una montaña de deuda que ya supera el 365% del PIB mundial.

b. La especulación financiera (ya en 2008 los mercados de derivados
alcanzaron un valor de 2.3 billones de dólares al día) y la masiva
emisión de dinero sin valor, primero a tasas de interés cero o incluso
negativas y después alzadas bruscamente en el camino de arruinar a buena
parte de los actores económicos (incluida la mayor parte de la
población) y quedarse aún más deprisa con sus activos, propiedades y
patrimonio.

c. Frente a la crisis de sobreacumulación[v]
<https://andrespiqueras.com/2022/11/22/primera-entrega/#_edn5>, la
economía de guerra se vuelve también eje central de crecimiento en la
economía global, lo que se conoce como /acumulación militarizada/ o
exacerbación bélica de la Desposesión, con la consiguiente reordenación
de todo el entramado sistémico del capitalismo, que da pie, entre otras
muchas consecuencias, a que vaya calando estructuralmente de nuevo una
cultura fascista.

Esto es lo que intento explicar a continuación.

*Acumulación bélica de capital*

EE.UU. como hegemón mundial ha venido encargándose desde el fin de la 2ª
Gran Guerra de crear o recrear, organizar y dirigir el conjunto de
instituciones mundiales necesarias para la gestión y regulación global
del Sistema Mundial capitalista. Esa formación social imperial, como
veladora última del funcionamiento del capitalismo global, ha asumido
también la función de establecer el entramado jurídico-institucional
valedor de su acumulación de capital a escala planetaria (ONU, FMI, BM,
OMC, cumbres o entidades de coordinación con el resto de las principales
potencias subordinadas, tribunales de arbitraje internacional, etc.). Su
ambicioso proyecto de construcción del capitalismo global a imagen
propia no hacía sino trasladar la jurisprudencia USA al resto del
planeta, y con ella después su conjunto de dispositivos y medidas
tendentes a garantizar la reproducción ampliada del capital a escala
propia pero también global. La/Cooperación/ y el /Desarrollo/ servirían,
en cuanto que paradigmas mundiales, como tejedores de un entramado
global de intervenciones e injerencias (por lo general forzadamente)
consentidas.

Esos dispositivos y medidas irían mayoritariamente destinados más tarde,
ante la creciente obstrucción de la acumulación capitalista, a la
procura de crecimiento por Desposesión, la cual pasaría a blindarse,
especialmente tras la caída de la URSS, mediante toda clase de Acuerdos
y Tratados de comercio e inversiones (llamados “libres”).                

“Tratados de Libre Comercio e Inversiones” (TLC) que se potenciarían
como una de las vías privilegiadas de “cosechar” dinero, y que han
venido creando una especie de “derecho internacional” informal que en
realidad está basado en las leyes y la jurisprudencia de EEUU (porque
ningún Tratado o Acuerdo con este país puede contradecir las leyes o el
Congreso de EEUU, ni EE.UU. acepta ninguna decisión de organismo
multinacional que le contravenga). Es decir, que todos los Tratados
firmados por este país institucionalizan de iure la aplicación
extraterritorial de las leyes de EEUU (al igual que ocurre con las
disposiciones internacionales y las “sanciones” contra países que decide
la potencia hegemónica). De hecho, los países signatarios de acuerdos de
liberalización comercial ceden su soberanía nacional y popular, y dejan
indefensas a sus sociedades frente al multiplicado poderío de
los /mercados reguladores/ (que no regulados). A este festín se sumarían
en una u otra medida el resto de potencias capitalistas.

En conjunto, y una vez eliminado el enemigo sistémico soviético, en los
años 90 del pasado siglo se terminaría de crear un entramado legal
supranacional que consagraba un creciente peso o dominio del capital
globalizado sobre las dinámicas de territorialidad política de los
Estados (exceptuando al propio hegemón, claro). De hecho, quedaría
abolido de facto el sistema internacional basado en el principio de
soberanía de los “Estados nacionales” heredado de Westfalia, que se
sacrificaba al objetivo de proteger todas las formas de acaparamiento y
propiedad del gran capital, especialmente las rentistas[vi]
<https://andrespiqueras.com/2022/11/22/primera-entrega/#_edn6>
(obviamente, cualquier atisbo de “soberanía popular” resultaba asimismo
desterrado). Muy especialmente, ese proceso se cebó con el Sur y el
Oriente Globales, desbaratando el impulso unitario y las posibilidades
de su erección en un sujeto colectivo internacional asociado a los
esfuerzos históricos de la Internacional Comunista, de la Conferencia de
Bandung y de la Tricontinental, entre otros.

Con ello se produjo el espejismo de la ahistoricidad del Sistema: el
capitalismo pasaba a contemplarse como imperecedero; de lo que se
trataría en adelante, en el mejor de los casos, era de regular en algo
su funcionamiento o de pasar lo más desapercibido posible bajo su manto.

Sin embargo, como sabemos, se trata en el fondo de un Sistema gangrenado
al que le falta con creciente angustia “la sangre” del valor-plusvalor.

Para ubicarnos estratégicamente en un mundo acelerado, con patente
inclinación hacia el caos, es preciso tener claro que estamos más allá
de un capitalismo estancado, pues es nítidamente degenerativo, en el
cual no se vislumbran sendas estables de incremento de la tasa media de
ganancia, de la productividad, de la formación de capital ni del empleo.
A ello se añade la particular decadencia de su potencia hegemónica,
directora del funcionamiento sistémico capitalista.

La /acumulación militarizada/ busca paliar ese estancamiento en EE.UU.
(y en una medida más cuestionable y en todo caso subordinada, en el
resto de los centros del Sistema Mundial u /Occidente Colectivo/) a
través de, entre otros mecanismos, la acentuación del expolio de
recursos del Sur y el Oriente Globales, la destrucción masiva de medios
de producción y de capital fijado al territorio (infraestructuras), así
como la exacerbación de la explotación de las poblaciones, la extracción
de un tributo económico a través de una deuda dolarizada (que se paga
imponiendo depresión y austeridad en cada país) y el reciclaje de
dólares del resto del planeta a través de mecanismos
bancario-financieros y monetarios posibles por la condición de moneda
internacional que ostenta el dólar y su dominio sobre el sistema
internacional de compensación de pagos (SWIFT). Tal proceso está
vinculado también al propio “reseteo” del capitalismo para desatar
formas despóticas de ingeniería social.

Contra esa degenerativa economía-mundo que construyó el /Occidente
Colectivo/, e intentando escapar de ella, ha ido perfilándose un mundo
emergente, que para algunos autores, siguiendo más o menos la
formulación teórica de Mészáros[vii]
<https://andrespiqueras.com/2022/11/22/primera-entrega/#_edn7>, podría
ser también una última salida del /capital/ a través de su
compenetración con el Estado (en forma de “capitalismo de Estado”
plenamente desarrollado, con una cada vez mayor centralización del
capital), la cual da como resultado hoy en China una economía
crecientemente planificada y unos recursos clave y servicios básicos
(entre los que se cuenta el dinero y el crédito) bajo control estatal y
en favor del conjunto de la población.

En tal camino, China se debate entre esa “última salida capitalista” y
el emprendimiento decidido de una transición socialista. Esta formación
socio-estatal traza la única contra-dinámica con posibilidades de
universalidad alter-sistémica en la recuperación de una territorialidad
político-estatal soberana frente al desenvolvimiento mundial del capital
degenerativo[viii]
<https://andrespiqueras.com/2022/11/22/primera-entrega/#_edn8>. Así,
China está intentando construir una forma de /internacionalización/ que
comienza a despegarse de la actual/globalización del capital/, por lo
que en vez de estar basada en el desenfreno financiero, la especulación,
la rapiña de recursos mundiales, la multiplicación de recortes sociales
y planes de ajuste, la corrupción como vía privilegiada de beneficios,
“paraísos fiscales” y capital ficticio, busca proporcionar un entramado
energético-productivo y comercial sustentado en diferentes polos de
autodesarrollo (lo cual no quiere decir que algunos de aquellos rasgos
no estén presentes también en su expansión económica, lo que pasa es que
no alcanzan ni de lejos el papel preponderante que tienen en el
capitalismo degenerativo actual).

Toda un área transcontinental integrada económicamente mediante la que
se ha designado como nueva “Ruta de la Seda”. En ella se intenta incluir
a la Unión Económica Euroasiática, con India y su zona de influencia,
pero también América del Sur, Sudáfrica y la Unión Africana. Una red con
moneda internacional centrada en el yuan, que pretende complementarse
con una canasta de monedas (de los llamados BRICS, que ven cómo poco a
poco pero sin parar se suman las solicitudes para ampliar su membrecía),
y que cuenta con un Banco de Infraestructura y Desarrollo, un Fondo de
Fomento, un sistema propio de compensación de intercambio, una Bolsa
Internacional de Energía, un plan de infraestructura y desarrollo que
enlaza continentes, además del RCEP o mayor tratado comercial de la
historia.

La /Ruta de la Seda/ o “Un Cinturón una Ruta” en la terminología china,
cubriría, de completarse, al 65% de la población mundial, mediante
conexiones con más de un centenar de países de los cinco continentes.
Involucraría un tercio del PIB global. Movilizaría una cuarta parte de
los bienes planetarios, suponiendo algo así como un tipo de “New Deal” a
escala global capaz de insuflar algo más de vida al capital productivo,
pero también de constituirse en una de las últimas posibilidades de
hacer una “reconversión suave” del capitalismo a otro modo de producción.

En todo ese proceso ha surgido una Rusia re-soberanizada, que está
poniendo su poderío diplomático-militar al servicio de tal proyecto, al
que parece comenzar a entender como su vía de futuro, con el fin de
crear una /Zona de Estabilidad/ fuera del caos del capital degenerativo
y de los coletazos destructivos de la territorialidad política imperial
estadounidense en decadencia. Hay que tener en cuenta que esa alianza
entra dentro de la estrategia de Moscú para adherir económicamente
Europa y Asia en el súper-continente que realmente es: /Eurasia/.
Proyecto que por fin le permite a Rusia desconectar de su larga historia
de intentos de insertarse de forma periférica en Europa, para pasar a
ser el fulcro euroasiático.

No solamente esto debilita aún más la globalización neoliberal, sino que
fortalece las economías estatales implicadas, así como el proceso
multilateral y regional, lo que explica que la comunión de ambas
formaciones sociales (/Chinusia/)[ix]
<https://andrespiqueras.com/2022/11/22/primera-entrega/#_edn9> haya ido
creando semejante /Zona de Estabilidad/ y de previsibilidad en materia
de relaciones internacionales, de relaciones comerciales, económicas y
monetarias, fortaleciendo la opción de un sistema multipolar basado, hoy
por hoy, en el respeto y beneficio mutuo entre Estados. Ese proyecto en
curso contrasta vivamente con la imprevisibilidad y arbitrariedad de las
decisiones político-estratégicas estadounidenses y los terribles abusos
de su unipolaridad.

Tal proyecto no es sino parte de históricas luchas, de un proceso de
descolonización y soberanía de ya larga data, recuperando el espíritu de
la Conferencia de Bandung para “desengancharse” del Occidente Colectivo
o potencias centrales confeccionadoras del Sistema Mundial capitalista,
con sus imposiciones colonizadoras, su división internacional del
trabajo, su deterioro de las relaciones de intercambio, su succión del
trabajo y de los recursos ajenos. Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua,
Irán, Zimbabue, Corea, Rusia, China, Vietnam, son ejemplos de realidades
enormemente diferentes, mas con un denominador común: la persecución de
/soberanía/ frente al orden neocolonial occidental, frente a su
imperialismo inveterado.

Pero ante la mera posibilidad de un nuevo entramado mundial
productivo-energético, que paradójicamente, como se ha dicho, podría
prolongar la propia vida del capital, la territorialidad política del
hegemón en declive opone una tenaz resistencia.

*EE.UU. no va a dejarse relevar sin destruir. Sin guerra.*

Su peligrosidad es mayor si tenemos en cuenta que su zona de seguridad y
reserva energética está precisamente en Asia Occidental, el nudo
gordiano entre sus intereses y los del “cinturón” de conexión mundial
chino. En el conjunto de Asia (y en lo que desde los centros de poder de
Washington se diseñó como /Medio Oriente Ampliado/, desde el Magreb
hasta Paquistán, pasando por el Cuerno de África), la “geo-ecología” o
pugna por la energía, recursos, materias primas y “tierras raras” de
minerales estratégicos (fundamentalmente localizados en el corazón
asiático y especialmente en Siberia –y también en China-), se erige en
motivo primordial de la geo-estrategia global.

EE.UU. ha decido por tanto emprender una suerte de golpe de Estado
mundial contra el posible mundo pluriversal, multipolar. Y lo ha hecho
ya, antes de que tal posibilidad pueda terminar de consolidarse y antes
de que su propia decadencia le impida enfrentarla más adelante. Es una
jugada a todo o nada, en la que arrastra a sus subordinados europeos, a
todo el Occidente Colectivo, pero también en sus consecuencias al
conjunto de la humanidad, dado que Estados Unidos y su brazo armado
global, la OTAN, están metiendo al mundo entero en una /Guerra Total/,
definitiva, sin fin. Una guerra que como tal entraña un espectro
completo (que el término “híbrido” apenas alcanza a definir): es militar
(aunque no necesariamente convencional), paramilitar, terrorista (con
interposición de yihadistas, mercenarios, ejércitos privados y bandas
criminales de distinto pelaje), biológica y bacteriológica; es
económico-financiera y judicial, pero también mediática, cognitiva,
ideológica e incluso cibernética y librada igualmente en la estratosfera.

La desmenuzamos brevemente en la próxima entrega.

*Notas*

[i] <https://andrespiqueras.com/2022/11/22/primera-entrega/#_ednref1> No
puedo desarrollar aquí, ni es el lugar, estos puntos, por lo que tengo
que remitir para su desarrollo, así como en general para lo expresado en
estas entregas, a mis trabajos y conferencias al respecto, destacando
aquí dos de mis últimos textos: a) /La tragedia de nuestro tiempo. La
destrucción de la sociedad y la naturaleza por el capital. Análisis de
la fase actual del capitalismo. /Anthropos. Barcelona, 2017. b) /De la
decadencia de la política en el capitalismo terminal/. El Viejo Topo.
Barcelona, 2022.

[ii] <https://andrespiqueras.com/2022/11/22/primera-entrega/#_ednref2>
El capital a interés deviene /ficticio/ cuando el derecho a la
remuneración o rendimiento del interés o deuda contraída viene
representado por un título comercializable, con posibilidad de ser
vendido a terceros (y esta es sólo una de las maneras de que el capital
se haga “ficticio”). Es decir, cuando comienza a comercializarse un
capital que es deuda y que en realidad no existe (esta es la base de su
/ficción/, que después las finanzas complejizarán sobremanera). Esa
venta y su posterior reventa, genera todo el ciclo de ficción del
capital a interés. Una deuda puede ser así revendida muchas veces. Con
ello se realiza en apariencia el máximo sueño (“ilusorio”) de la clase
capitalista: que el capital se auto-reproduzca más allá del trabajo
humano, más allá de la riqueza material y más allá de las bases
naturales-energéticas que posibilitan esta última.

[iii] <https://andrespiqueras.com/2022/11/22/primera-entrega/#_ednref3>
El Eje Anglosajón impuso y ha venido sosteniendo a las oligarquías
feudales del Golfo, donde la subida al poder y alianza político-militar
con la estirpe de los Saud en Arabia Saudita, a cambio de suministro
energético barato garantizado y apoyo al islamismo yihadista contra el
panarabismo nacionalista y marxista, ha sido una de las más destacadas.
La simbiosis con el engendro artificial de Qatar, “creado” por Gran
Bretaña, también está entre las que merecen ser resaltadas,
especialmente en estos momentos en los que el país arábigo lleva a cabo
un descomunal intento de lavado de imagen a través de una gran
transfusión de fondos al ya de por sí corrupto mundo del fútbol, y en
donde al menos 6.500 trabajadores han fallecido en la construcción de
las instalaciones propias del mundial futbolístico, según cifras
admitidas, tras trabajar en condiciones aberrantes, como lo hace la
mayor parte de la inmigración en los reinos medievales del Golfo.        

[iv] <https://andrespiqueras.com/2022/11/22/primera-entrega/#_ednref4>
Tener la moneda de reserva mundial le supone a EE.UU. un enorme
beneficio y es uno de los puntales de su hegemonía mundial, para lo que
precisa que “el mayor número posible de Estados esté en el «canal del
dólar» y comercie en dólares. Y que coloquen sus ahorros en bonos del
Tesoro estadounidense. La Reserva Federal está haciendo todo lo posible
para derrumbar la cuota de mercado del euro y así trasladar los euros y
eurodólares al sindicato del dólar. Estados Unidos amenazará a Arabia
Saudí, a los Estados del Golfo y a Turquía para evitar que salgan del
canal. Se trata de la «guerra» contra Rusia y China, que está sacando a
una gran parte del mundo del sindicato del dólar y llevándola a una
esfera no dolarizada. El incumplimiento de la pertenencia al sindicato
del dólar se responde con diversas herramientas, desde sanciones,
congelación de activos y aranceles, hasta el cambio de régimen”
[Alastair Crooke.
https://observatoriodetrabajadores.wordpress.com/2022/10/28/las-numerosas-guerras-entrelazadas-una-guia-aproximada-a-traves-de-la-niebla-alastair-crooke/ <https://observatoriodetrabajadores.wordpress.com/2022/10/28/las-numerosas-guerras-entrelazadas-una-guia-aproximada-a-traves-de-la-niebla-alastair-crooke/>]. A algo de ello atenderemos en el apartado 3 y también en el último.

[v] <https://andrespiqueras.com/2022/11/22/primera-entrega/#_ednref5>
Muy brevemente, la sobreacumulación deviene del aumento del peso
relativo del capital fijo (maquinaria) sobre el variable (seres humanos)
en la composición orgánica del capital. Además, al reducirse
relativamente la fuerza de trabajo en un determinado proceso productivo,
se reduce también la masa de valor representada por ella (que a la
postre se traduce en /plusvalor/, y que sólo se extrae de los seres
humanos), con lo que cada vez queda menos margen para que los aumentos
de la productividad repercutan en la elevación de la tasa de plusvalía,
y ésta en beneficio.

[vi] <https://andrespiqueras.com/2022/11/22/primera-entrega/#_ednref6>
La propia Unión Europea se concibe como una vía para puentear los
parlamentos y las instituciones estatales, sustrayendo las decisiones e
intereses del Gran Capital a las luchas de clase a escala estatal que
forjaron las distintas expresiones nacionales de la correlación de
fuerzas entre el Capital y el Trabajo. Se trata de una construcción
supraestatal destinada a mantener relaciones de desequilibrio entre sus
partes, un sistema deficitario-superavitario diseñado para trasvasar
riqueza colectiva de unos Estados (la mayoría) a unos pocos (sobre todo
Alemania y su “hinterland” centroeuropeo), especialmente mediante el
mecanismo de la moneda única. Constituye el mayor ejemplo mundial de
institucionalización del neoliberalismo a escala de un continente
entero. Una institucionalidad concebida y conformada para ser
irreformable (pues requiere de unanimidades casi imposibles para que no
sea así). Si la “Europa socialdemócrata” fue la mayor manifestación del
reformismo capitalista cuando éste todavía impulsaba con vigor el
desarrollo de las fuerzas productivas, hoy la Unión Europea es el primer
experimento de ingeniería social a escala regional o supraestatal en
favor de la institucionalidad de las estructuras financieras de
dominación. Supone en sí un cuidadoso plan de desregulación social de
los mercados de trabajo (lo que significa la paulatina destrucción de
los derechos y conquistas laborales) y de las condiciones de ciudadanía.
Es, por supuesto, mucho más un “mercado” que una entidad social
aglutinadora de pueblos, como lo demuestra la falta de sentimiento
identitario colectivo, la carencia de sistemas públicos y servicios
propiamente “europeos”, y ni siquiera partidos ni instituciones de
soberanía popular dignos de tal nombre. Desafortunadamente, las
izquierdas integradas -integradas- en toda Europa no ponen en cuestión
esta estructura política del Gran Capital, mirando como mucho de mejorar
o paliar algunas de sus disposiciones más duras.

[vii] <https://andrespiqueras.com/2022/11/22/primera-entrega/#_ednref7>
Ver especialmente Mészáros, István. /Beyond Capital. //Toward a Theory
of Transition/. Monthly Review Press. New York, 2010.

[viii] <https://andrespiqueras.com/2022/11/22/primera-entrega/#_ednref8>
China es la única formación estatal que ha reunido las condiciones para
romper su periferización, precisamente por seguir un modelo propio de
desarrollo con características socialistas. “China, que había ocupado
durante siglos o milenios una posición destacada en el desarrollo de la
civilización humana, todavía en 1820 tenía un PIB que constituía el
32,4% del producto interior bruto mundial; en 1949, en el momento de su
fundación, la República popular china es el país más pobre, o uno de los
más pobres del mundo” (Losurdo, Domenico. /Stalin. Historia y crítica de
una leyenda negra/. El Viejo Topo. Barcelona, 2011, pg. 328). Entre esos
dos momentos históricos tenemos las guerras imperialistas contra China,
conocidas como “guerras del opio” (1839-1842 y 1856-1860, como
consecuencia de que China se negara a dejar circular “libremente” el
opio por su país, siendo esta una de las principales mercancías del
primer narco-imperio mundial: Inglaterra). En ellas todas las potencias
militares del momento sumaron parcialmente sus fuerzas para reducir al
milenario gigante asiático. Después, la revuelta de los Taiping
(1851-1864) contra el comercio del opio, se convierte en la guerra civil
más sangrienta de la historia mundial, con veinte a treinta millones de
muertos (Losurdo, Domenico. /Contrahistoria del liberalismo/. El Viejo
Topo. Barcelona, 2005). Las potencias “occidentales”, más la Rusia
zarista y Japón, se repartirían el control de un territorio indefenso y
maniatado. La gran hambruna de China del norte (1877-1878) mata a más de
9 millones de personas. Esas hambrunas, como las de India y tantos otros
países, fueron la consecuencia directa de la colonización europea,
especialmente la británica (aquí es imprescindible leer a Davis, Mike.
/Los holocaustos de la era victoriana tardía/. Universitat de València.
València, 2006).

El siglo XX despierta con el “levantamiento de los bóxer” (1899-1901)
contra el control extranjero de la economía china. Su represión deja al
país sumido en la impotencia. A principios del siglo XX el Estado está
prácticamente destruido. Entre 1911 y 1928 se desarrollan 130 conflictos
entre unos 1.300 señores de la guerra; el bandidaje se extiende por todo
el país y la disolución de los vínculos sociales se hace galopante. Las
potencias tenían planeado repartirse el control del territorio en
pequeños y manejables pedazos. Al llegar el año 1949 probablemente sólo
Bangladesh era más pobre que China. Tras la revolución socialista, el
país es asediado y bloqueado: alimentos, medicamentos, recambios de la
maquinaria agrícola, etc., son impedidos. El Gran Salto adelante es un
intento desesperado y bastante catastrófico de afrontar el embargo;
embargo del que se jactarían miembros de la administración Kennedy, como
Walt Rostow, diciendo que había retrasado el desarrollo de China en
decenas de años.

Con la obligada apertura al capitalismo que tuvo que realizar en los
años 70, a China no le quedó más remedio que emplearse a fondo para
lograr salir de la destrucción económica que heredaba, en un proceso de
muy duras condiciones laborales y de deterioro ambiental. Sin embargo,
la singularidad de tener un Estado volcado en la soberanía nacional, en
el que el interés privado no logra ponerse por encima del colectivo,
conseguiría finalmente hacer remontar todos los indicadores económicos y
sociales de China, cuyo único parangón se encuentra en las proezas
realizadas por la Unión Soviética (y luego, en otra escala, por Cuba o
Vietnam).

Hoy, de la mano de una economía planificada, y a pesar de haberse visto
forzado a dar participación al capital extranjero, el Partido Comunista
ha logrado conservar el poder de decisión final en cada renglón de la
economía, con el objetivo de asegurar un mínimo de equilibrio social,
pilar fundamental de la revolución, para enfrentar el enorme desafío de
elevar los niveles de vida de más de 1.400 millones de personas. En la
actualidad ha logrado erradicar la pobreza extrema y ha sacado de la
pobreza en la última década a unos 800 millones de seres humanos (justo
cuando en el resto del mundo aquélla aumenta a pasos agigantados),
mientras que el nivel de vida del medio rural casi se ha duplicado en
los últimos diez años, proeza combinada con decididas políticas de
recuperación ambiental y de transición a energías limpias a medio plazo.
A contracorriente también de lo que sucede en casi todo el resto del
mundo, las condiciones salariales y laborales mejoran permanentemente
(los salarios reales, de hecho, se han disparado). Demás está decir que
estos procesos y políticas reflejan culturas, experiencias políticas y
maneras de ser y de organizarse muy antiguas, y a pesar de todas sus
deformaciones, problemas y peligros, China vuelve a ser (partiendo de la
caída a la nada) la principal potencia económica mundial en términos de
paridad de poder adquisitivo (sus importaciones energéticas, las mayores
del mundo, atestiguan también esa primacía). Sin embargo, lo que no ha
cambiado es que hoy EE.UU. siga con las mismas pretensiones de
empobrecer a China y hacerla la guerra económica, violando cualquier
principio elemental de eso que tanto predican como “libre mercado”
[Restricciones tecnológicas de EE.UU. contra China ¿A quién pueden
perjudicar más a largo plazo? – RT (actualidad-rt.com)
<https://actualidad-rt.com/actualidad/444158-restricciones-tecnologicas-eeuu-china-perjudica>]

[ix] <https://andrespiqueras.com/2022/11/22/primera-entrega/#_ednref9>
Esta alianza parece hoy a prueba de cualquier intento de
desestabilización occidental. En los 38 encuentros que han mantenido
Putin y Jinping, las declaraciones que han emitido no pueden ser más
significativas. Así, por ejemplo, una del líder chino: “China y Rusia
constituyen un pilar fiable para unir al mundo a la hora de superar la
crisis y defender la igualdad, haciendo realidad conjuntamente el
auténtico multilateralismo, con un espíritu democrático”. En su
encuentro del 7 de febrero de 2022, ambos mandatarios declararon que la
de Rusia y China es “una amistad sin límites ni áreas prohibidas de
cooperación”, y se reconocen como “grandes potencias para liderar un
mundo cambiante hacia una trayectoria de desarrollo estable y positivo”.

Publicado en: Sin categoría

Em
OBSERVATORIO DE LA CRISIS
https://observatoriocrisis.com/2022/11/24/__trashed-3/
24/11/2022

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