quinta-feira, 28 de dezembro de 2023

La propaganda imperialista y la ideología de la intelectualidad de la “izquierda” occidental

 






*/El destacado filósofo  *Gabriel Rockhill*
<https://monthlyreview.org/author/gabrielrockhill/> es entrevistado por
*Zhao Dingqi* <https://monthlyreview.org/author/zhaodingqi/> de la
Academia China de Ciencias Sociales*/*

*Zhao Dingqi* :  Está terminando un libro que habla acerca de la
denominada “Guerra Fría Cultural ¿Qué actividades llevó a cabo Estados
Unidos y la CIA en este tipo de conflicto tan diferente a los habituales?

*Gabriel Rockhill* : La CIA emprendió, junto con otras agencias
estatales y las fundaciones de importantes empresas capitalistas, una
guerra fría cultural multifacética destinada a contener (y en última
instancia hacer retroceder y destruir) el comunismo. Esta guerra de
propaganda fue de alcance internacional y tuvo muchos aspectos
diferentes, de los cuales mencionaré sólo algunos a continuación.

Sin embargo, es importante señalar que, a pesar de su amplio alcance y
de los amplios recursos que le dedica la CÍA, ha perdido muchas batallas
a lo largo de esta guerra. Para tomar solo un ejemplo reciente, que
demuestra cómo este conflicto continúa hoy, Raúl Antonio Capote reveló
en su libro de 2015 que trabajó para la CIA durante años en sus campañas
de desestabilización de Cuba dirigidas  específicamente a intelectuales,
escritores, artistas y estudiantes. Este profesor universitario cubano
al que la CÍA pensaba que estaba engañando promoviera en realidad el
estaba engañando a los engreídos espías estadounidenses:  trabajaba
encubierto para la inteligencia cubana. 1

Esta es sólo una señal entre muchas otras que la CIA, a pesar de sus
diversas victorias, sigue librando una guerra que le resulta difícil de
ganar, pues intenta imponer un orden mundial que es hostil para la
abrumadora mayoría de la población del planeta. .

Una de las piezas centrales de la guerra fría cultural fue el Congreso
por la Libertad Cultural (CCF), que en 1966 se reveló que era una
fachada de la CIA. 2 Hugh Wilford, que ha investigado ampliamente el
tema, describió al CCF como nada menos que uno de los mayores
patrocinadores del arte y la cultura en la historia del mundo. 3

Establecido en 1950, promovió en la escena internacional el trabajo de
académicos colaboracionistas como Raymond Aron y Hannah Arendt por
encima y en contra de sus rivales marxistas, incluidos personajes como
Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir.

El CCF tenía oficinas en treinta y cinco países, movilizó un ejército de
alrededor de 280 empleados, publicó o apoyó unas cincuenta revistas
prestigiosas y organizó numerosas exposiciones artísticas y culturales,
así como conciertos y festivales internacionales.

Durante su vida, también planificó o patrocinó unas 135 conferencias y
seminarios internacionales, trabajando con un mínimo de 38
instituciones, y publicó al menos 170 libros. Su servicio de prensa, el
Forum Service, difundió gratuitamente y en todo el mundo los informes de
intelectuales venales en doce idiomas, que llegaron a seiscientos
periódicos y cinco millones de lectores.

Esta vasta red global era lo que su director, Michael Josselson, llamó
–en una expresión que recuerda a la mafia– “nuestra gran familia”. Desde
su sede en París, el CCF tenía a su disposición una gran cantidad de
recursos destinados a amplificar la voz de los intelectuales, artistas y
escritores anticomunistas. Su presupuesto en 1966 fue de 2.070.500
dólares, lo que corresponde a 19,5 millones de dólares en 2023.

Sin embargo, la “gran familia” de Josselson era sólo una pequeña parte
de lo que Frank Wisner, de la CIA, llamó un “poderoso Wurlitzer”: la
máquina internacional de programación mediática y cultural controlada
por la Compañía.

Para citar sólo unos pocos ejemplos de este gigantesco marco de guerra
psicológica, Carl Bernstein reunió amplia evidencia para demostrar que
al menos cuatrocientos periodistas estadounidenses trabajaron
subrepticiamente para la CIA entre 1952 y 1977(4)

Después de estas revelaciones, el /New York Times/ emprendió una
investigación y concluyó que la CIA “abarca a más de ochocientas
organizaciones e individuos de noticias e información pública”. 5

Estas dos denuncias fueron publicadas en medios del  establishment por
periodistas que trabajaban en las mismas redes que estaban analizando,
por lo que estas estimaciones probablemente fueron bajas.

Arthur Hays Sulzberger, director del /New York Times/ de 1935 a 1961,
trabajó tan estrechamente con la Agencia que firmó un acuerdo de
confidencialidad ;el nivel más alto de colaboración.

La Columbia Broadcasting System (CBS) de William S. Paley fue sin duda
el mayor activo de la CIA en el campo de la radiodifusión audiovisual.
Trabajó tan íntimamente con la Compañía que instaló una línea telefónica
directa a la sede de la CIA que no pasaba por su operador central.

Por otra parte la compañía Time Inc. de Henry Luce fue un colaborador
tan poderoso en el ámbito comunicacional que puso a disposición de la
CÍA a revistas como /Life/ , /Fortune/ y /Sports Illustrated./ Luce
acordó contratar agentes de la CIA como periodistas, lo que se convirtió
en una tapadera muy común.

Como sabemos por Robert Gates, director de la CÍA en 1991, este tipo de
prácticas continuaron sin cesar después de las revelaciones mencionadas
anteriormente: “La PAO (Oficina de Asuntos Públicos de la CIA] ahora
tiene relaciones con periodistas de todos los principales servicios de
noticias, periódicos, semanarios de noticias y cadenas de televisión del
país… En muchos casos, hemos persuadido a los periodistas para que
pospongan, cambien, retengan o incluso descarten historias”. 6

La CIA también obtuvo el control del American Newspaper Guild, y se
convirtió en propietaria de servicios de prensa, revistas y periódicos
que utilizaba como tapadera para sus agentes. 7 Ha colocado agentes en
servicios de prensa, como LATIN, Reuters, Associated Press y United
Press International.

William Schaap, un experto en desinformación, testificó que la CIA
“poseía o controlaba unas 2.500 medios en todo el mundo. Además, tenia
en su nómina corresponsales, destacados periodistas e editores, en
prácticamente todas las medios importantes 8.

 “Teníamos al menos un periódico en cada capital extranjera en un
momento dado” al periodista John Crewdson una fuente de inteligencia .
Además, explicó que:“ en aquellos medios que no era  de propiedad ni
eran subsidiados por la Compañía, la agencia se infiltraba con agentes
pagados que podían publicar historias que fueran útiles para la CÍA”. 9

En la era digital, este proceso, por supuesto, ha continuado. Yasha
Levine, Alan MacLeod y otros académicos han detallado la amplia
participación de la “seguridad nacional” de Estados Unidos en el ámbito
de las grandes tecnologías y las redes sociales. Han demostrado, entre
otras cosas, que los principales operadores de inteligencia ocupan
puestos clave en Facebook, X (Twitter), TikTok, Reddit y Google. 10

La CIA también se ha infiltrado en la intelectualidad profesional.
Cuando el Comité Church publicó su informe sobre la comunidad de
inteligencia estadounidense (1975), la Agencia admitió que estaba en
contacto con “muchos miles” de académicos en “cientos” de instituciones
y que ninguna reforma le ha impedido continuar o expandir esta práctica
como lo confirma el Memorándum Gates de 1991. 11

Los Institutos Rusos de Harvard y Columbia, como el Instituto Hoover de
Stanford y el Centro de Estudios Internacionales del MIT, se
desarrollaron con el apoyo y la supervisión directos de la CIA. 12

Un miembro de la Nueva Escuela de Investigación Social publicó
recientemente una una serie de documentos que confirman que la CIA
participó en la Operación Paperclip, que trajo a unos 1.600 científicos,
ingenieros y técnicos nazis a los Estados Unidos. 13

Esta operación llamada MKULTRA era uno de los programas de la Agencia
que dedicaba entre otras actividades a realizar sádicos experimentos de
tortura y lavado de cerebro en sujetos a los que se le administraban
altas dosis de drogas psicoactivas y otras sustancias químicas en
combinación con electroshocks, hipnosis, privación sensorial, abuso
sexual y otras formas de tortura.

La CIA también ha estado profundamente involucrada en el mundo del arte.
Por ejemplo, promovió el arte estadounidense, en particular el
expresionismo abstracto en contra del realismo socialista. 14 Financió
exhibiciones de arte, representaciones musicales y teatrales
internacionales en un intento por difundir lo que se promociona como el
“arte libre “.

Por poner un solo ejemplo revelador, uno de los principales oficiales de
la CIA involucrados en la guerra fría cultural, Thomas W. Braden, fue
secretario ejecutivo del Museo de Arte Moderno (MoMA) antes de unirse a
la Agencia. Entre los presidentes del MoMA se encuentra Nelson
Rockefeller, quien se convirtió en el supercoordinador de operaciones
clandestinas de inteligencia y permitió que el Fondo Rockefeller fuera
utilizado como conducto para el dinero de la CIA.

Entre los directores del MoMA encontramos a René d’Harnoncourt, que
había trabajado para la agencia en América Latina.  John Whitney y
Julius Fleischmann formaban parte del consejo de administración del
MoMA. El primero había trabajado para la organización predecesora de la
CIA, la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS), y permitió que su
organización benéfica fuera utilizada como conducto para el dinero de la
CIA.

William S. Paley, presidente de la Fundación Farfield de la CIA fue
presidente de la CBS y una de las principales figuras de los programas
de guerra psicológica estadounidenses también formaba parte de la junta
directiva del MoMA.

Todo esto indica que las redes de la clase dominante capitalista trabaja
estrechamente con el Estado de seguridad nacional de Estados Unidos para
controlar estrictamente el aparato cultural.

Se han escrito muchos libros sobre la participación del Estado
estadounidense en la industria del entretenimiento. Matthew Alford y Tom
Secker han documentado que el Departamento de Defensa ha estado
involucrado en apoyar –con derechos de censura total y absoluta– un
mínimo de 814 películas, la CIA ha censurado un mínimo de 37 y el FBI el
resto.    

Respecto de los programas de televisión , algunos de los cuales han
durado mucho tiempo, el Departamento de Defensa suma 1.133, la CIA 22 y
el FBI 10.

Más allá de estos casos cuantificables, está, por supuesto, la relación
cualitativa entre el Estado de seguridad nacional y el “entretenimiento”
. John Rizzo lo explicó en 2014: “La CIA ha tenido durante mucho tiempo
una relación especial con la industria del entretenimiento, dedicando
considerable atención a fomentar las relaciones con Hollywood, desde
ejecutivos de estudios, productores, directores hasta actores de
renombre”. 16

Habiendo servido como Consejero General Interino de la CIA durante los
primeros nueve años de la guerra contra el terrorismo, J. Rizzo estuvo
íntimamente involucrado en la supervisión de los programas globales de
entrega, tortura y asesinatos con drones, Rizzo trabajó para que la
industria cultural encubriera la carnicería imperial.

Estas actividades y muchas más revelan una de las principales
características del imperio estadounidense: es un verdadero imperio del
espectáculo. Uno de sus principales focos ha sido la guerra por el
corazón y las mentes de la gente. Con este fin, ha establecido una
infraestructura global para  dirigir una guerra psicológica internacional.

El control casi absoluto que ejerce sobre los principales medios de
comunicación ha sido claramente visible en la reciente campaña para
obtener apoyo para la guerra de poder de Estados Unidos contra Rusia en
Ucrania.

Lo mismo se aplica a su virulenta propaganda anti-China 24 horas al día,
7 días a la semana. Sin embargo, gracias al trabajo de tantos activistas
y al hecho que sus actuaciones van contra la realidad, el imperio del
espectáculo es incapaz de controlar completamente la narrativa. 17

*ZD* : Usted menciona en uno de sus artículos que los agentes de la CIA
estaban interesados en las teorías críticas francesas de Michel
Foucault, Jacques Lacan, Pierre Bourdieu y otros. ¿A qué se debe este
interés? ¿Cómo calificaría la teoría crítica francesa?

*GR* : Un frente importante en la guerra cultural contra el comunismo ha
sido la guerra intelectual, que es el tema de un libro que estoy
terminando actualmente para Monthly Review Press. La CIA ha desempeñado
un papel muy importante, pero también lo han hecho otras agencias
gubernamentales y los intelectuales de la clase dominante capitalista.
El objetivo general ha sido desacreditar el marxismo y socavar el apoyo
a las luchas antiimperialistas, así como al socialismo realmente existente.

Europa occidental ha sido un campo de batalla particularmente
importante. Estados Unidos había surgido de la Segunda Guerra Mundial
como la potencia imperial dominante. Para intentar ejercer la hegemonía
global, tenía la intención de sumar a las antiguas potencias
imperialistas de Europa occidental como socios menores (así como a Japón
en el Este).

Sin embargo, esto resultó ser particularmente difícil en países como
Francia e Italia, que tenían partidos comunistas sólidos. Por lo tanto,
el Estado de seguridad nacional de Estados Unidos lanzó un ataque
multifacético para infiltrarse en partidos políticos, sindicatos,
organizaciones de la sociedad civil y los principales medios de
información. 18

Incluso creó ejércitos secretos, integrados por fascistas, y planificó
golpes militares por si los comunistas alguna vez llegaban al poder a
través de las urnas (estos ejércitos se activaron después de 1968
cometiendo ataques terroristas contra la población civil que fueron
atribuidos a los comunistas). 19

En el frente más explícitamente intelectual, la elite del poder
estadounidense apoyó el establecimiento de nuevas instituciones
educativas y redes internacionales de producción de conocimiento que
eran decididamente anticomunistas con la esperanza de desacreditar al
marxismo. Promovió y dio visibilidad a intelectuales que eran
abiertamente hostiles al materialismo histórico y dialéctico, al mismo
tiempo que llevó a cabo una campaña de difamación contra figuras como
Sartre y Beauvoir. 20

Es dentro de este contexto que la teoría francesa debe entenderse, al
menos parcialmente, como un producto del imperialismo cultural
estadounidense. Los pensadores afiliados a esta etiqueta (Foucault,
Lacan, Gilles Deleuze, Jacques Derrida y muchos más) estaban asociados
de diversas maneras con el movimiento estructuralista, que se definió en
gran medida en oposición al filósofo más destacado de la generación
anterior: Sartre. 21

La orientación marxista Sartre, desde mediados de la década de 1940 y el
antihegelianismo y antimarxismo se convirtió en la orden del día.
Foucault, por poner sólo un ejemplo, calificó a Sartre como “el último
marxista” y afirmó que era un hombre del siglo XIX que estaba fuera de
los tiempos (antimarxistas), representados por Foucault y otros teóricos
de su época. 22

Si bien algunos de estos pensadores ganaron notoriedad en Francia, fue
su promoción en Estados Unidos lo que los catapultó al centro de
atención internacional y los convirtió en lectura obligada para la
intelectualidad global.

En un artículo reciente en /Monthly Review/ , detallé algunas de las
fuerzas políticas y económicas detrás del evento que se conoce  por
haber “inaugurado” la era de la teoría francesa: la conferencia de 1966
en la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, que reunió a muchos de
estos pensadores por primera vez. 23

La Fundación Ford, que había estado cofinanciando el “Congreso por la
libertad Cultural” en conjunto con la CIA, financió la conferencia por
una suma de 36.000 dólares (339.000 dólares hoy). /Se trata de una
cantidad de dinero verdaderamente extraordinaria para una conferencia
universitaria, sin mencionar el hecho de que Time/ y /Newsweek/
aseguraron la cobertura de prensa  , algo prácticamente inaudito los
entornos académicos. 24

Las fundaciones capitalistas, la CIA y otras agencias gubernamentales
estaban interesadas en promover trabajos que pudieran servir como
sustituto del marxismo. Como no podían simplemente destruir este último,
buscaron fomentar nuevas teorías que pudieran venderse como
vanguardistas y críticas (aunque desprovistas de cualquier sustancia
revolucionaria) para enterrar al marxismo como algo pasado de moda.

Como sabemos ahora por un trabajo de investigación de 1985 sobre el
tema, la Agencia estaba encantada con las contribuciones del
estructuralismo francés, así como de la Escuela de Annales y el grupo
conocido como los Nuevos Filósofos. Citan en particular al
estructuralismo de Foucault y Claude Lévi-Strauss, así como la
metodología de la Escuela de Annales.

La investigación llega a la siguiente conclusión: “creemos que la
demolición crítica de la influencia marxista en las ciencias sociales
probablemente perdure en el tiempo como resultado de la profunda
contribución a los eruditos modernos”. 25

En cuanto a mi propia evaluación de la teoría francesa, diría que es
importante reconocerla por lo que es: un producto (al menos en parte)
del imperialismo cultural estadounidense, que busca desplazar al
marxismo mediante una práctica teórica anticomunista de la ideología
burguesa.

Con eclecticismo cultural y una pirotecnia discursiva estos filósofos se
dispusieron a  crear revoluciones imaginadas que no cambian nada en la
realidad. La teoría francesa rehabilita y promueve el trabajo de
anticomunistas como Friedrich Nietzsche y Martin Heidegger, intentando
así discretamente redefinir el término /radical/ como /radicalmente
reaccionario/ .

Cuando los teóricos franceses abordan el marxismo, lo transforman en un
discurso, que puede (e incluso debe) mezclarse con discursos no
marxistas y antidialécticos como la genealogía nietzscheana, la
/destrucción/ heideggeriana, el psicoanálisis freudiano, etc.

Es por esta razón que muchos de estos pensadores hacen un reclamo de
propiedad sobre “su propio Marx”, lo que a veces produce la ilusión de
que son de alguna manera marxistas.

Sin embargo, su probada tendencia es extraer arbitrariamente de la obra
de Marx elementos muy específicos que suponen resuenan con su propia
marca filosófica. Este es el caso, por ejemplo, del fantasmal Marx
literario de Derrida, del Marx nómada desterritorializador de Deleuze,
del Marx antidialéctico de Jean-François Lyotard y otros ejemplos
similares.

El discurso de Marx funciona, para ellos, como material dentro del canon
burgués al que pueden recurrir eclécticamente para desarrollar su propia
marca y darle un aura de capacidad y radicalidad.

Walter Rodney resumió la verdadera naturaleza de esta práctica teórica
cuando explicó que “ el pensamiento burgués, por su naturaleza
caprichosa y por la forma en que estimula a los excéntricos, puede tomar
cualquier camino, porque, después de todo: ¡como no vas a ningún lado,
puedes elegir cualquier camino! 26

*ZD* : La Escuela de Frankfurt también tiene una amplia influencia en la
China contemporánea. ¿Cómo calificarías las teorías de la Escuela de
Frankfurt? ¿Qué tipo de conexión tiene con la CIA?

*GR* : El Instituto de Investigación Social, conocido coloquialmente
como la “Escuela de Frankfurt”, surgió originalmente como un centro de
investigación marxista en la Universidad de Frankfurt financiado por un
capitalista millonario. Cuando Max Horkheimer asumió la dirección del
Instituto en 1930, supervisó un decisivo giro  hacia preocupaciones
especulativas y culturales cada vez más alejadas del materialismo
histórico y la lucha de clases.

En este sentido, la Escuela de Frankfurt bajo Horkheimer jugó un papel
fundamental en el establecimiento de lo que se conoce como marxismo
occidental, y más específicamente marxismo cultural. Figuras como
Horkheimer y Theodor Adorno, no sólo rechazaron el socialismo realmente
existente, sino que lo identificaron directamente con el fascismo al
creer ciegamente – de manera muy similar a la teoría francesa – en la
categoría ideológica del totalitarismo. 27

Adoptando una versión altamente intelectualizada de lo que más tarde se
conocería como TINA (“No hay alternativa”), se centraron en el ámbito
del arte y la cultura burgueses como quizás el único sitio potencial de
salvación. Esto se debe a que pensadores como Adorno y Horkheimer, con
algunas excepciones, fueron en gran medida idealistas en su práctica
teórica: si el cambio social estaba excluido en el mundo práctico, la
liberación debía buscarse en el ámbito /geistig/ (es decir, intelectual
/y/ espiritual) de la novela, del pensamiento y de la cultura burguesa
innovadora.

Estos sumos sacerdotes del marxismo occidental no sólo abrazaron el
mantra ideológico capitalista que “el fascismo y el comunismo son lo
mismo”, sino que también respaldaron públicamente al imperialismo.

Horkheimer, por ejemplo, apoyó la guerra de Estados Unidos en Vietnam,
proclamando en mayo de 1967 que “En Estados Unidos, cuando es necesario
debe llevar a cabo una guerra… no tanto como una cuestión de defensa de
la patria, sino esencialmente como una cuestión de la defensa de los
derechos del hombre”. 28

Aunque Adorno a menudo prefirió una política de complicidad silenciosa a
declaraciones tan belicosas, se alineó con Horkheimer al apoyar la
invasión imperialista de Egipto en 1956 por parte de Israel, Gran
Bretaña y Francia, que buscaban derrocar a Gamal Abdel Nasser y
apoderarse del Canal de Suez. . 29 Adorno calificó a Nasser de “cacique
fascista… que conspira Moscu en compañía con “estados árabes ladrones”. 30

Los líderes de la Escuela de Frankfurt se beneficiaron del apoyo de la
clase capitalista estadounidense y del Estado de seguridad nacional.
Horkheimer participó en al menos una de las principales conferencias del
CCF y Adorno publicó artículos en revistas respaldadas por la CIA.

Adorno también mantuvo correspondencia y colaboró con la figura
principal del /Kulturkampf/ anticomunista alemán. Los testaferros de
Frankfurt también recibieron una importante financiación de la Fundación
Rockefeller y del gobierno de Estados Unidos (Rockefeller contribuyó con
103.695 dólares en 1950, el equivalente a 1,3 millones de dólares en 2023).

Al igual que los teóricos franceses, estaban haciendo el tipo de trabajo
intelectual que los líderes del imperio estadounidense querían apoyar y
que apoyaron.

También vale la pena señalar de paso que cinco de los ocho miembros del
círculo íntimo de Horkheimer en la Escuela de Frankfurt trabajaron como
analistas y propagandistas para el gobierno estadounidense y el Estado
de seguridad nacional. Herbert Marcuse, Franz Neumann y Otto Kirchheimer
trabajaron en la Oficina de Información de Guerra (OWI) antes de pasar a
la Rama de Investigación y Análisis de la OSS. *

Leo Löwenthal también trabajó para la OWI y Friedrich Pollock fue
contratado por la División Antimonopolio del Departamento de Justicia.
Se trataba de una situación bastante compleja debido al hecho que
ciertos sectores del Estado estadounidense estaban interesados en
alistar a analistas marxistas en la lucha contra el fascismo y el comunismo.

 Al mismo tiempo, algunos de ellos adoptaron posiciones políticas que
eran compatibles con los intereses imperiales estadounidenses. Por
tanto, este capítulo de la historia de la Escuela de Frankfurt merece un
análisis mucho más detenido. 31

Finalmente, la evolución de la Escuela de Frankfurt hacia su segunda
(Jürgen Habermas) y tercera generación (Axel Honneth, Nancy Fraser,
Seyla Benhabib, etc.) no alteró en lo más mínimo su orientación
anticomunista.

Por el contrario, Habermas afirmó explícitamente que el socialismo de
Estado estaba en bancarrota y abogó por crear espacio dentro del sistema
capitalista y sus instituciones supuestamente democráticas para un
“procedimiento de formación discursiva de la voluntad” inclusivo. 32

Los neohabermasianos de la tercera generación han continuado con esta
orientación. Honneth, como he argumentado en un artículo detallado que
también aborda a los otros pensadores en discusión, ha erigido la misma
ideología burguesa en el marco normativo de la teoría crítica. 33

Fraser se presenta como el más izquierdista de los teóricos críticos al
posicionarse como socialdemócrata. Sin embargo, a menudo se muestra
bastante vaga a la hora de aclarar lo que esto significa en términos
concretos, admitiendo abiertamente que le resulta “difícil definir un
programa positivo”. 34 Sin embargo, el programa negativo es claro:
“Sabemos que [el socialismo democrático] no significa nada parecido a la
economía autoritaria dirigida y el modelo de partido único del
comunismo”. 35

*ZD* : ¿Cómo entiende el papel y la función de las políticas de
identidad y el multiculturalismo, que actualmente prevalecen en la
izquierda occidental?

*GR* : La política de identidad, al igual que el multiculturalismo
asociado a ella, es una manifestación contemporánea del culturalismo y
el esencialismo que han caracterizado durante mucho tiempo a la
ideología burguesa. Este último busca naturalizar las relaciones
sociales y económicas que son consecuencia de la historia material del
capitalismo.

En lugar de reconocer, por ejemplo, que las formas de identidad racial,
nacional, étnica, de género, sexual y otras formas de identidad son
construcciones históricas que han variado a lo largo del tiempo y son el
resultado de fuerzas materiales específicas, éstas se naturalizan y se
tratan como una base incuestionable para las políticas electorales.

Tal esencialismo sirve para oscurecer las fuerzas materiales que operan
detrás de estas identidades, así como las luchas de clases que se han
librado en torno a ellas. Esto ha sido particularmente útil para la
clase dominante y sus dirigentes, que han reaccionado armado
ideológicamente ante las demandas de la descolonización y de las luchas
antirracistas y antipatriarcales.

¿Qué mejor manera de responder que con una política identitaria
esencialista que propone soluciones falsas a problemas muy reales porque
nunca aborda las bases materiales de la colonización, el racismo y la
opresión de género?

Las versiones autoproclamadas antiesencialistas de la política de
identidad en el trabajo de teóricos como Judith Butler no rompen
fundamentalmente con esta ideología. 36 Al pretender deconstruir algunas
de estas categorías revelándolas como construcciones discursivas de
grupos de individuos que pueden cuestionar, jugar y reinterpretar, los
teóricos que trabajan dentro de los parámetros idealistas de la
deconstrucción nunca proporcionan un análisis materialista y dialéctico
de la historia y de las relaciones sociales capitalistas que han
producido estas categorías en la lucha de clases colectiva.

Tampoco se involucran en la historia profunda de la lucha colectiva del
socialismo realmente existente para transformar estas relaciones. En
cambio, tienden a recurrir a la deconstrucción y a una versión
prácticamente deshistorizada de la genealogía foucaultiana para pensar
discursivamente sobre el género y las relaciones sexuales y, en el mejor
de los casos, se orientan hacia un pluralismo liberal en el que la lucha
de clases es reemplazada por la defensa de los grupos de interés.

Por el contrario, la tradición marxista –como ha demostrado Domenico
Losurdo en su obra magistral /La/ /lucha de clases–/ tiene una historia
profunda y rica en la comprensión de la lucha de clases en plural. Esto
significa que incluye batallas sobre la relación entre géneros,
naciones, razas y clases económicas (y, podríamos agregar, sexualidades).

Dado que estas categorías han adoptado formas jerárquicas muy
específicas bajo el capitalismo, los mejores elementos de la herencia
marxista han tratado de comprender su procedencia histórica y
transformarlas radicalmente. Esto se puede ver en la lucha de larga data
contra la esclavitud doméstica impuesta a las mujeres, así como en la
batalla para superar la subordinación imperialista de las naciones y sus
pueblos racializados.

Esta historia se ha desarrollado a trompicones, por supuesto, y aún
queda mucho trabajo por hacer, en parte porque ciertas corrientes del
marxismo –como la de la Segunda Internacional– han sido contaminadas por
elementos de la ideología burguesa.

Sin embargo, como han demostrado con notable erudición académicos como
Losurdo y otros, los comunistas han estado a la vanguardia de estas
luchas de clases para superar la dominación patriarcal, la subordinación
imperialista y el racismo yendo a las raíces mismas de estos problemas:
las relaciones sociales capitalistas.

La política de identidad, tal como se ha desarrollado en los principales
países imperialistas y particularmente en Estados Unidos, ha tratado de
enterrar esta historia para presentarse como una forma radicalmente
nueva de conciencia, como si los comunistas ni siquiera hubieran pensado
en la cuestión de la mujer o la cuestión nacional/racial.

Los teóricos de la política de identidad tienden así a afirmar con
arrogancia e ignorancia que son los primeros en abordar estas
cuestiones, superando así un determinismo económico imaginado por parte
de los llamados “marxistas reduccionistas”. 37

Además, en lugar de reconocer estas cuestiones como lugares de lucha de
clases, tienden a utilizar la política de identidad como cuña contra la
política de clases. Si hacen algún gesto hacia la integración de la
clase trabajadora en sus análisis, generalmente lo reducen a una
cuestión de identidad personal, más que a una relación estructural de
propiedad.

Por lo tanto, las soluciones que proponen tienden a ser epifenoménicas,
lo que significa que se centran en cuestiones de representación y
simbolismo, en lugar de, por ejemplo, superar las relaciones laborales
de esclavitud doméstica y superexplotación racializada a través de una
transformación socialista del orden socioeconómico.

Por lo tanto, son incapaces de conducir a un cambio significativo y
sostenible porque no van a la raíz del problema. Como ha argumentado
Adolph Reed Jr. con su característico ingenio mordaz, los identitarios
están perfectamente felices de mantener las relaciones de clase
existentes –incluidas las relaciones imperialistas entre naciones,
añadiría– con la condición de que exista la proporción necesaria de
representación de los grupos oprimidos dentro del sistema en la clase
dirigente y en el estrato directivo profesional.

Además de ayudar a desplazar la política y el análisis de clase dentro
de la izquierda occidental, la política de identidad ha hecho una
contribución importante a dividir a la propia izquierda en debates
aislados sobre cuestiones de identidad específicas.

En lugar de unidad de clase contra un enemigo común, divide (y
conquista) a los trabajadores y oprimidos al alentarlos a identificarse
ante todo como miembros específicos de géneros, sexualidades, razas,
naciones, etnias, grupos religiosos, etc.

En este sentido, la ideología de la política de identidad es en
realidad, en un nivel mucho más profundo, una política de clase. Es la
política de una burguesía encaminada a dividir a los  trabajadores y
oprimidos del mundo para gobernarlos más fácilmente.

No debería sorprender, entonces, que la política identitaria sea la
política de la clase gerencial profesional en el núcleo imperial. Domina
sus instituciones y medios de información, y es uno de los principales
mecanismos para el avance profesional dentro de lo que Reed llama
perspicazmente “la industria de la diversidad”.

Alienta a todos los involucrados a identificarse con su grupo específico
y promover sus propios intereses individuales. Además, debemos señalar
que el despertar también tiene el efecto de llevar a algunas personas a
los brazos de la derecha.

Si la cultura política dominante fomenta una mentalidad de clan
combinada con un individualismo competitivo, entonces no es sorprendente
que los hombres y personas blancos también – como respuesta parcial a su
percepción de privación de derechos por parte de la industria de la
diversidad – hayan impulsado sus agendas particulares como “víctimas”
del sistema.  

Las políticas identitarias carentes de un análisis de clase son, por
tanto, absolutamente susceptibles a permutaciones derechistas e incluso
fascistas.

Finalmente, sería negligente no mencionar que la política de identidad,
que tiene sus raíces ideológicas recientes en la Nueva Izquierda y el
socialchovinismo que VI Lenin había diagnosticado anteriormente en la
izquierda europea, es una de las principales herramientas ideológicas
del imperialismo.

La estrategia de divide y vencerás se ha utilizado para dividir a países
específicos fomentando conflictos religiosos, étnicos, nacionales,
raciales o de género. 38 Las políticas identitarias también han servido
como justificación directa para la intervención e intromisión
imperialista, así como para campañas de desestabilización, si se trata
de las supuestas causas de la liberación de las mujeres en Afganistán,
el apoyo a raperos negros “discriminados” en Cuba, el respaldo a
candidatos indígenas supuestamente “ecosocialistas”  en América Latina.

La campaña para “proteger” a minorías étnicas en China u otras
operaciones de propaganda del imperio estadounidense en este campo de la
guerra cultural presenta a EEUU como un benévolo benefactor de
identidades oprimidas.

Entonces, podemos ver claramente la completa desconexión entre la
política puramente simbólica de la identidad y la realidad material de
las luchas de clases, en que la primera puede proporcionar –y de hecho
lo hace– una delgada cobertura al imperialismo. También a este nivel la
política de identidad es, en última instancia, una /política de clase/:
una política de la clase dominante imperialista.

*ZD* : Slavoj Žižek es un académico que ha tenido una amplia influencia
en los círculos académicos de izquierda actuales y, por supuesto, ha
provocado muchas controversias. ¿Por qué usted  lo ve como un “bufón de
la corte capitalista”? 39

*GR* : Žižek es un producto de la industria de la teoría imperial. Como
ha señalado Michael Parenti, la realidad es radical, lo que significa
que los trabajadores en el mundo capitalista se enfrentan a luchas
materiales muy reales por el empleo, la vivienda, la atención sanitaria,
la educación, un medio ambiente sostenible, etc.

Todo esto tiende a radicalizar a la gente, y muchos gravitan hacia el
marxismo porque en realidad explica el mundo en el que viven, las luchas
que enfrentan y propone soluciones claras y viables. Es por esta razón
que el aparato cultural capitalista tiene que lidiar con un interés muy
real en el marxismo por parte de las masas trabajadoras y oprimidas.

Una táctica que ha desarrollado, particularmente para el público joven y
los miembros del estrato de la clase gerencial profesional, es promover
una versión altamente mercantilizada del marxismo que pervierte su
sustancia fundamental.

De este modo intenta transformar el marxismo en una marca de moda que se
venda como cualquier otra mercancía, en lugar de un marco teórico y
práctico colectivo para la emancipación de una sociedad impulsada por
las mercancías.

Žižek es perfecto para este proyecto en muchos sentidos. Fue un
informante anticomunista de EEUU que creció en la República Federativa
Socialista de Yugoslavia. Regularmente afirma que su experiencia
subjetiva como intelectual pequeñoburgués que buscó desarrollar su
carrera en Occidente le otorga de alguna manera un derecho especial a
testificar sobre la verdadera naturaleza del socialismo.

Las anécdotas personales sobre su experiencia reemplazan así el análisis
objetivo. Como era de esperar, para un oportunista que buscaba riqueza y
gloria, Žižek sentía que su patria socialista era inferior a los países
capitalistas occidentales que le proporcionaron tal reconocimiento y que
es calificado como “uno de los principales pensadores globales” por la
revista /Foreign Policy/ (un brazo del Departamento de Estado de EE.UU.).

Žižek se jacta abiertamente del papel que desempeñó en el
desmantelamiento del socialismo en Yugoslavia. Fue el principal
columnista de una destacada publicación disidente, /Mladina/ , a la que
el Partido Comunista Yugoslavo acusó de estar respaldada por la CIA.
También cofundó el Partido Liberal Democrático y se postuló como su
candidato presidencial en la primera república separatista de Eslovenia,
prometiendo que “ayudaría a la descomposición del aparato ideológico
socialista”. 40

Aunque perdió por un estrecho margen, apoyó abiertamente al Estado
esloveno y a su partido gobernante después de la restauración del
capitalismo y, por tanto, durante todo el brutal proceso de terapia de
choque capitalista que condujo a una caída catastrófica del nivel de
vida de la mayoría de la población. (pero no para él).

El partido proprivatización que cofundó también estaba claramente
orientado hacia la integración en el campo imperialista, ya que era el
principal defensor de la adhesión a la Unión Europea y la OTAN.

Veo a este liberal de Europa del Este como el bufón de la corte del
capitalismo porque convierte el marxismo en un hazmerreír, y es
precisamente por eso que ha sido tan ampliamente promovido por las
fuerzas dominantes dentro de la sociedad capitalista.

Más que una ciencia colectiva de emancipación arraigada en luchas
materiales reales, el marxismo tal como él lo entiende Zizek, es, sobre
todo, un discurso provocador de artimañas intelectuales que se reduce a
la postura política pequeñoburguesa de un /enfant terrible/ oportunista .

Sus travesuras y su “cosplay” comunista deleitan a la burguesía y captan
la atención de los incultos. Tiene, como un bufón, el don de hacer
enfadar o hacer reír a la gente, lo que se traduce fácilmente en
los”like” de la era digital.

También es particularmente bueno pregonando los productos de Hollywood y
del aparato cultural burgués . Obviamente, el Gran Capital ama a este
embaucador, que se ha llenado los bolsillos en el proceso. Como
cualquier buen bufón, conoce los límites del decoro cortesano y, en
última instancia, los respeta denigrando el socialismo, promoviendo la
acomodación capitalista y, a menudo, incluso apoyando directamente al
imperialismo.

Si de hecho es el “intelectual más peligroso del mundo”, como a veces lo
describe la prensa burguesa, es porque pone en peligro el proyecto
marxista de luchar contra el imperialismo y construir un mundo socialista.

Confirmando la relación que construye el sistema entre elevación
objetiva y deriva subjetiva hacia la derecha, Žižek se ha vuelto cada
vez más reaccionario en su apoyo al imperialismo. Consideremos su juicio
perentorio sobre los esfuerzos actuales para desafiar el neocolonialismo
en África: “está claro que los levantamientos ‘anticoloniales’ en África
Central son incluso peores que el neocolonialismo francés”. 41

En otra intervención pública reciente, proporcionó una ilustración
notablemente clara del tipo de revolución que apoya. Al analizar las
revueltas del verano de 2023 en Francia tras el asesinato policial de
Nahel Merzouk, se basó en la idea marxista (como suele hacer) que los
levantamientos fracasarán si no hay una estrategia organizativa que
pueda llevarlos a la victoria.

Luego brindó un ejemplo de una revolución exitosa: “Las protestas y
levantamientos públicos pueden desempeñar un papel positivo si se
sustentan en una visión emancipadora, como el levantamiento de Maidan en
Ucrania en 2013-2014”. 42

Como ha sido ampliamente documentado, el levantamiento de Maidan fue un
golpe de estado fascista fomentado y apoyado por el Estado de seguridad
nacional de Estados Unidos. 43 Esto significa que considera un golpe
fascista respaldado por el imperialismo, al que Samir Amin se refirió
como un “golpe euro/nazi”, como un ejemplo “positivo” de una “visión
emancipadora” que condujo a una revolución exitosa. 44

Esta posición, así como su incondicional apoyo a la guerra por poderes
entre Estados Unidos y la OTAN en Ucrania, aclara lo que significa ser
el “intelectual más peligroso” del mundo: es un filofascista disfrazado
de comunista.

*ZD* : Occidente ha considerado durante mucho tiempo a Estados Unidos
como un modelo de democracia liberal. Pero, tu crees que Estados Unidos
nunca fue una democracia. 45 ¿Puedes explicar tu punto de vista?

*GR* : Objetivamente hablando, Estados Unidos nunca fue una democracia.
Fue fundada como una república y los llamados padres fundadores eran
abiertamente hostiles a la democracia.

Esto es obvio a partir de /The Federalist Papers/ , las notas tomadas en
la Convención Constitucional de 1787 en Filadelfia y los documentos
fundacionales de los Estados Unidos, así como la práctica material de
gobierno que se estableció originalmente en la colonia de colonos.

Como todo el mundo sabe, a la población indígena de los Estados Unidos,
a la que se hace referencia como los “indios salvajes despiadados” en la
Declaración de Independencia, no se le otorgó poder democrático en la
república recién creada, ni tampoco a los esclavos africanos ni a las
mujeres. 46

Lo mismo se aplicó a los trabajadores blancos promedio. Como han
documentado en detalle académicos como Terry Bouton: “la mayoría de los
hombres blancos comunes y corrientes… no creían que la Revolución
[estadounidense] terminara con gobiernos que hicieron de sus ideales e
intereses el objetivo principal. Por el contrario, estaban convencidos
de que la elite revolucionaria había rehecho el gobierno para su propio
beneficio y para socavar la independencia de la gente corriente”. 47

Después de todo, la Convención Constitucional no estableció elecciones
populares directas para el presidente, la Corte Suprema o los senadores.
La única excepción fue la Cámara de Representantes. Sin embargo, las
calificaciones las establecían las legislaturas estatales, que casi
siempre exigían la posesión de propiedades como base para el derecho al
voto.

No sorprende, entonces, que los críticos progresistas de la época
señalaran esto. Patrick Henry afirmó rotundamente: Estados Unidos no es
una democracia”. 48 George Mason describió la nueva constitución como
“el intento más atrevido de establecer una aristocracia despótica entre
hombres libres que el mundo haya presenciado jamás”. 49

Aunque el término /república/ se usaba ampliamente para describir a los
Estados Unidos en ese momento, esto comenzó a cambiar a fines de la
década de 1820, cuando Andrew Jackson, también conocido como “asesino de
indios” por sus políticas genocidas, dirigió una campaña presidencial
populista.

Se presentó como un demócrata que pondría fin al gobierno de los
patricios de Massachusetts y Virginia. A pesar que no se hicieron
cambios estructurales en el modo de gobierno, políticos como Jackson y
otros miembros de la élite comenzaron a utilizar el término /democracia/
para describir la república, insinuando el gobierno servía a los
intereses del pueblo. 50 Esta tradición, por supuesto, ha continuado: la
democracia es un eufemismo para referirse al gobierno oligárquico burgués.

Al mismo tiempo, ha habido dos siglos y medio de lucha de clases en
Estados Unidos, y las fuerzas democráticas a menudo han obtenido
concesiones muy significativas de la clase dominante.

El ámbito de las elecciones populares se ha ampliado para incluir a los
senadores y al presidente, aunque el colegio electoral aún no ha sido
abolido y los magistrados de la Corte Suprema todavía son nombrados de
por vida. La conquista se ha extendido a mujeres, afroamericanos y
nativos americanos.

Se trata de logros importantes que, por supuesto, deberían defenderse,
ampliarse y hacerse más sustanciales mediante reformas democráticas de
todo el proceso electoral y de las campañas electorales. Sin embargo,
por importantes que sean estos avances democráticos, no han alterado el
sistema general de dominio plutocrático.

En un estudio muy importante basado en un análisis estadístico
multivariable, Martin Gilens y Benjamin I. Page demostraron que “las
élites económicas y los grupos organizados que representan intereses
empresariales tienen una influencia sustancial en la política del
gobierno estadounidense, mientras que los ciudadanos promedio tienen
poca o ninguna influencia”. 51

Esta forma plutocrática de gobierno no sólo es operativa a nivel
nacional, por supuesto, sino también a nivel internacional. Estados
Unidos ha intentado imponer su forma antidemocrática de gobierno
empresarial siempre que ha podido. Entre el final de la Segunda Guerra
Mundial y 2014, según la investigación de William Blum, Washington
intentó derrocar a más de cincuenta gobiernos extranjeros, la mayoría de
los cuales habían sido elegidos democráticamente. 52 Estados Unidos es
un imperio plutocrático, no una democracia en ningún sentido sustantivo
del término.

Por supuesto, reconozco que expresiones como /democracia burguesa/ ,
/democracia formal/ y /democracia liberal/ se utilizan a menudo, por
diversas razones, para indexar esta forma de plutocracia. También es
cierto, y vale la pena enfatizarlo, que la existencia de ciertos
derechos democráticos formales bajo un gobierno plutocrático es una gran
victoria para los trabajadores, cuya importancia no debe minimizarse de
ningún modo.

Lo que necesitamos en última instancia es una evaluación dialéctica que
dé cuenta de la complejidad de los modos de gobierno, que incluyen en
Estados Unidos el control oligárquico del Estado e importantes derechos
conquistados mediante la lucha de clases.

*ZD* : ¿Cómo valora la “libertad de expresión” defendida por la
burguesía? ¿Existe realmente la “libertad de expresión” en el mundo
burgués de hoy?

*GR* : La ideología burguesa busca aislar la cuestión de la libertad de
expresión de la del poder y la propiedad, transformándola así en un
principio abstracto que gobierna las acciones de individuos aislados.
Este enfoque intenta excluir cualquier análisis materialista de los
medios de comunicación y la cuestión importantísima de quién los posee y
controla. Esta ideología desplaza así todo el campo de análisis de la
totalidad social a la relación abstracta entre principios teóricos y
actos aislados de discurso individual.

Una de las ventajas de este enfoque es que a alguien se le puede otorgar
el derecho abstracto a la libertad de expresión precisamente porque
carece del poder de ser escuchado. Ésta es la condición de la mayoría de
las personas que viven en el mundo capitalista. En principio, pueden
expresar sus opiniones individuales del modo que deseen. Sin embargo, en
realidad, estas opiniones resultarán irrelevantes si no corresponden a
los puntos de vista que los propietarios de los medios de comunicación
quisieran difundir.

Simplemente no se les dará una plataforma. Dado que la clase dominante
tiene un poder tan impresionante sobre los medios de comunicación ha
convencido a muchas personas que la censura no existe, estas opiniones
pueden incluso suprimirse abiertamente o prohibirse en la sombra sin que
el público se dé cuenta.

Si los puntos de vista fuera de la corriente principal capitalista
pueden ganar una amplia audiencia y comenzar a construir un poder real,
entonces sabremos lo que la clase propietaria y el Estado burgués son
capaces de hacer.

Tienen una larga historia de desechar todos y cada uno de los
llamamientos a la libertad de expresión en nombre de la destrucción de
sus enemigos de clase y de cualquier infraestructura que apoye la libre
circulación de sus ideas.

Podríamos citar como ejemplos las Leyes de Extranjería y Sedición, las
Redadas Palmer, la Ley Smith, la Ley McCarran, la era McCarthy o la
“nueva” Guerra Fría. Desde el comienzo de la operación militar especial
rusa en Ucrania, el mundo ha recibido una lección objetiva sobre el
control casi total que ejerce la burguesía sobre los medios de
comunicación dentro de Estados Unidos.

Además de la censura en YouTube y en las redes sociales, de /Russia
Today/ y /Sputnik/ , todos los principales medios de comunicación han
marchado al mismo ritmo con la propaganda anti-Rusia y anti-China, así
como con el apoyo incondicional al poder de Estados Unidos. (aunque más
recientemente algunos conservadores han llegado a ver esto como una
oportunidad para presentarse como pacifistas).

El derecho a la libertad de expresión defendido por la burguesía
equivale a la libertad de la clase dominante de poseer los medios de
comunicación para poder decidir libremente qué puntos de vista son
dignos de amplificación y difusión, y cuáles pueden ser marginados o
censurados en silencio.

*ZD* : Usted mencionó en uno de sus artículos que “los modos fascistas
de gobierno son una parte muy real y presente del llamado orden mundial
liberal”. 53 ¿ Por qué crees eso?

*GR* : En mi investigación para un libro, titulado provisionalmente
/Fascismo y la solución socialista/ , he estado desarrollando un marco
explicativo que pone en duda el paradigma dominante de un Estado, un
gobierno. Según la opinión generalizada, cada Estado (si no se encuentra
en una guerra civil abierta) sólo tiene un modo de gobierno en un
momento determinado. El problema de este modelo no dialéctico se puede
ver fácilmente en las llamadas democracias burguesas liberales de
Occidente, como Estados Unidos.

Como he documentado en un artículo sobre el tema, el gobierno de Estados
Unidos rehabilitó a decenas de miles de nazis y fascistas después de la
Segunda Guerra Mundial. 54 A muchos se les dio un paso seguro a los
Estados Unidos a través de operaciones como Paperclip y se los integró
en sus instituciones científicas, de inteligencia y militares (incluidas
la OTAN y la NASA).

Muchos otros fueron incorporados a ejércitos secretos en toda Europa,
así como a redes de inteligencia europeas e incluso al gobierno (como el
mariscal Badoglio en Italia). 55 Otros más fueron canalizados hacia
América Latina o a otras partes del mundo. En el caso de los fascistas
japoneses, la CIA los devolvió al poder. Se apoderaron del Partido
Liberal y lo convirtieron en un club de derecha para los antiguos
líderes del Japón imperial.

Esta red global de anticomunistas empoderados por el imperio
estadounidense ha participado en guerras sucias, golpes de estado,
desestabilización, sabotaje y campañas de terror. Si es cierto que el
fascismo fue derrotado en la Segunda Guerra Mundial, principalmente
gracias al sacrificio de unos veintisiete millones de soviéticos y
veinte millones de chinos, no es en absoluto cierto que haya sido
eliminado, incluso dentro de las llamadas democracias liberales.

Uno podría verse tentado a decir, como a veces afirman los expertos
liberales progresistas, que Estados Unidos despliega formas fascistas de
gobierno en el extranjero pero mantiene una democracia en el frente
interno. Sin embargo, eso no es exactamente cierto.

El análisis histórico-materialista, como he sostenido en algunos de mis
trabajos, siempre necesita tener en cuenta tres dimensiones
heurísticamente distintas: historia, geografía y estratificación social.

A este respecto, es importante examinar a toda la población, no
simplemente a aquellos que ocupan el mismo segmento de clase que los
expertos liberales. Consideremos, por ejemplo, la población indígena.
Sometidos a una política genocida de eliminación y luego secuestrados en
reservas controladas y supervisadas por el Estado estadounidense, muchos
–particularmente los más pobres– siguen siendo el blanco del terror
policial racista y luchan por derechos humanos y democráticos básicos. 56

Lo mismo se aplica a segmentos de la población afroamericana pobre y de
clase trabajadora, así como a los inmigrantes. Así es como debemos
entender la mordaz crítica de George Jackson que llamó a Estados Unidos
como “el Cuarto Reich”. 57

Ciertos sectores de la población, concretamente los pobres y la clase
trabajadora racializados que luchan por sobrevivir, a menudo están
gobernados principalmente a través de la represión estatal y
paraestatal, no a través de un sistema de representación y derechos
democráticos. ¿Por qué entonces asumiríamos que viven en una democracia?
Además, no olvidemos que los propios nazis vieron en Estados Unidos la
forma más avanzada del arte de gobernar un apartheid racial y la
utilizaron explícitamente como modelo. 58

El paradigma de múltiples modos de gobierno es dialéctico en la medida
en que presta atención a la dinámica de clases que opera dentro de la
sociedad capitalista y al hecho de que los diversos elementos de la
población no están gobernados de la misma manera.

Los miembros del estrato de la clase directiva profesional en Estados
Unidos, por ejemplo, disfrutan de ciertos derechos democráticos en el
sentido formal, y se puede apelar a ellos con éxito en diversas formas
de lucha de clases legal. Aquellos que están bajo la bota del
capitalismo como población superexplotada a menudo son gobernados de una
manera muy diferente, particularmente si comienzan a organizarse para
quitarse la bota del cuello, como fue el caso del Dragón (como se
conocía a Jackson).

Están sujetos al terror policial y a la violencia de los vigilantes, y
sus supuestos derechos a menudo se ven obstaculizados
indiscriminadamente, como los veintinueve panteras negras y los sesenta
y nueve activistas indios americanos asesinados por el FBI y la policía
entre 1968 y 1976 (según los cálculos de Ward Churchill).

Teóricos como Jackson, que pasó su vida adulta en prisión y luego fue
asesinado en circunstancias sospechosas, no han tenido problemas para
llamar fascismo al régimen estadounidense.Para comprender cómo funciona
realmente la gobernanza bajo el capitalismo, es importante adoptar un
enfoque dialéctico detallado que preste atención a sus diferentes modos.

La llamada democracia liberal funciona como el policía bueno del
capitalismo, prometiendo derechos y representación a los sujetos
obedientes. Se despliega en gran medida para gobernar a los estratos de
clase media y media alta, así como a quienes aspiran a ellos. El policía
malo del fascismo se desata contra los segmentos pobres, racializados y
descontentos de la población, tanto en el país como en el extranjero.

Obviamente es preferible ser gobernado por el policía bueno, y la
defensa y expansión de incluso formas limitadas de democracia son
objetivos tácticos dignos (particularmente si se comparan con el horror
de una toma fascista completa del aparato estatal).

Sin embargo, es estratégicamente importante reconocer que –al igual que
en el caso de un interrogatorio policial– el policía bueno y el policía
malo trabajan juntos para el mismo Estado y con un objetivo idéntico:
mantener, e incluso intensificar, las relaciones sociales capitalistas
utilizando la zanahoria de la democracia burguesa o el garrote del fascismo.

*ZD* : Mucha gente cree que la aparición del “fenómeno Trump” significa
que aumenta el peligro del fascismo. ¿Que piensas acerca de este punto
de vista? ¿Que opinas al hecho que los partidarios de Donald Trump
irrumpieron en el Capitolio?

*GR* : Trump ha envalentonado a las fuerzas fascistas y ha alentado sus
actividades. Es un supremacista blanco ultranacionalista y un
capitalista e imperialista rabioso. 59 El fenómeno Trump es, sin
embargo, un síntoma de una crisis mayor dentro del orden imperialista.
Debido al persistente desarrollo de un mundo multipolar, el ascenso de
China, los fracasos del neoliberalismo financiarizado y el poder
menguante de los principales estados imperialistas, el fascismo está
aumentando en todo el mundo capitalista.

En el contexto estadounidense, la campaña presidencial de Joe Biden para
las elecciones de 2020 se organizó en torno a la idea de que era capaz
de salvar al país del fascismo porque respetaría la transferencia
pacífica del poder y el Estado de derecho. Es ciertamente cierto que una
democracia burguesa es, con mucho, preferible a una dictadura fascista
abierta, y la lucha por la primera frente a la segunda es de suma
importancia.

Por corrupta, disfuncional y mendaz que tienda a ser la democracia
burguesa, permite a ciertos segmentos de la población un importante
margen de maniobra para organizarse, educarse políticamente y construir
poder. Sin embargo, es un grave error suponer que el Partido Demócrata
en Estados Unidos es un baluarte contra el fascismo.

Al asumir el cargo, Biden no tomó inmediatamente medidas para encarcelar
a Trump por conspiración sediciosa, y los fascistas generalmente han
sido tratados con guantes de seda (sorprendentemente muchas de las
sentencias han sido inusualmente ligeras).

Recién ahora, años después del evento (y en el período propagandístico
previo a las elecciones presidenciales de 2024), algunos de los
conspiradores enfrentan penas de prisión y Trump está siendo procesado.
Además, la administración de Biden no ha tomado medidas serias para
hacer retroceder el estado policial estadounidense, la violencia
policial racista y el sistema de encarcelamiento masivo (que él ayudó a
construir), ni ha tomado medidas para desmantelar las organizaciones y
milicias fascistas.

Aunque Joe Biden no ha apoyado abiertamente a los movimientos fascistas
locales como Trump, su equipo ha seguido la agenda imperialista
estadounidense y apoyado agresivamente el desarrollo del fascismo en
países como Ucrania. 60

En cuanto al asalto al Capitolio, este acontecimiento no fue simplemente
un levantamiento espontáneo contra la elección de Biden. Como he
documentado en un artículo detallado sobre el tema, fue respaldado por
un segmento de la clase dominante capitalista, y los niveles más altos
del gobierno permitieron que sucediera. 61

La heredera del supermercado Publix, Julie Jenkins Fancelli, aportó
alrededor de 300.000 dólares para la manifestación Stop the Steal. El
círculo familiar de Trump también participó directamente en la
financiación de la protesta, para la que recaudó millones de dólares:
“La operación política de Trump pagó más de 4,3 millones de dólares a
los organizadores”. 62

Entonces, lejos de ser una acción de la base social, se trataba de una
operación de césped artificial. Además, hay señales muy claras que el
alto mando de los servicios de inteligencia, el ejército y la policía
permitieron, como mínimo, el asalto al Capitolio.

Cualquiera que esté familiarizado con las draconianas medidas de
seguridad implementadas para las protestas progresistas en el Capitolio
se da cuenta inmediatamente y el hecho de que solo una quinta parte de
la policía del Capitolio estaba de servicio ese día y no estaba bien
equipada para la tan esperada protesta.

Sin embargo, ahora sabemos que el alto mando del Ejército fue
directamente responsable de retrasar el despliegue de la Guardia
Nacional, y los agentes del Departamento de Seguridad Nacional que
estaban cerca del Capitolio no fueron movilizados. Todo esto, y mucho
más, apunta a la complicidad de los más altos niveles del gobierno
estadounidense en el saqueo del Capitolio.

Para cualquiera que haya estudiado seriamente la extensa historia de las
operaciones psicológicas llevadas a cabo por el Estado de seguridad
nacional de Estados Unidos, hay elementos del 6 de enero que se
superponen con esta historia.

Para ser claros, esto no significa que fuera una conspiración en el
sentido estúpido que promocionan los medios burgueses, como que las
personas que asaltaron el Capitolio eran actores pagados. Estas
operaciones se llevan a cabo según la “necesidad de saber”, lo que
significa que sólo hay unas pocas personas que sean cómplices directos.

Debajo de ellos, hay muchos que actúan por su cuenta. Esto crea un alto
nivel de imprevisibilidad y, por lo tanto, fomenta la deseada apariencia
de acción espontánea desde abajo, que proporciona cobertura a quienes
toman las decisiones en la cima.

Es necesario saber mucho más sobre los operadores de élite involucrados
en financiar, fomentar y permitir el asalto al Capitolio. Hasta que haya
más información disponible, como probablemente sucederá con el tiempo,
al menos sabemos que ha sido un evento extremadamente útil para la
administración Biden.

Le permitió a Sleepy Joe llegar al poder con el sorprendente halo de
“salvador de nuestra democracia”, que ha proporcionado una cobertura
para sus movimientos hacia la derecha y la guerra.

Trump fue rehabilitado casi de inmediato, en lugar de encarcelarlo. Los
títeres mediáticos de su administración –personas como Tucker Carlson y
Alex Jones– ayudaron a construir una narrativa confusa, según la cual él
y sus seguidores fueron víctimas de una terrible conspiración
gubernamental.

Presentándose como un renegado amante de la libertad opuesto al Gran
Gobierno, se ha preparado para otra candidatura presidencial como un
supuesto outsider. No está claro hasta dónde llegarán los actuales
procesamientos en su contra, pero el momento es muy sospechoso, ya que
tres años después de los hechos, se están acelerando las querellas
contra Trump. Al final tendremos una carrera entre dos candidatos
imperialistas.

*ZD* : ¿Como debería la izquierda resistir la hegemonía ideológica de la
burguesía? ¿Qué tipo de teoría revolucionaria deberíamos construir?

*GR* : En el mundo capitalista, la hegemonía ideológica de la burguesía
se mantiene por el impresionante control que ejerce sobre el aparato
cultural, es decir, todo el sistema de producción, distribución y
consumo cultural.

«Cinco corporaciones gigantescas», escribe Alan MacLeod, «controlan más
del 90 por ciento de lo que Estados Unidos lee, ve o escucha». 63 Estas
megacorporaciones trabajan en estrecha colaboración con el gobierno de
Estados Unidos. Su objetivo fue claramente expresado por el director de
la CIA, William Casey, en 1981: «Sabremos que nuestro programa de
desinformación está completo cuando todo lo que el público
estadounidense cree sea falso». 64

Éstas son las condiciones objetivas de la lucha ideológica en un país
como Estados Unidos. Por lo tanto, es ingenuo pensar que simplemente
tenemos que desarrollar un análisis correcto y compartir nuestros puntos
de vista, convenciendo a la gente a través de una argumentación racional.

Para tener una tracción real, tenemos que trabajar colectivamente. En un
libro en el que estoy trabajando actualmente con Jennifer Ponce de León,
que examina la cultura como lugar de lucha de clases, hemos distinguido
heurísticamente entre tres tácticas diferentes. En primer lugar, la
táctica del caballo de Troya consiste en utilizar el aparato cultural
burgués contra sí mismo, aprovechando su extraordinaria infraestructura
para  difundir mensajes contrahegemónicos (Boots Riley es un gran
ejemplo de alguien que lo ha logrado con éxito).

Una segunda táctica es desarrollar un aparato alternativo para la
producción, circulación y recepción de ideas. Hay muchos esfuerzos
importantes en marcha en este frente, desde medios y publicaciones
alternativos hasta plataformas educativas, espacios culturales, redes de
activistas y centros comunitarios. Ponce de Léon y yo estamos
involucrados en el Taller de Teoría Crítica/Atelier de Théorie Critique,
que se dedica a este tipo de trabajo. 65

Finalmente, están los aparatos socialistas que se han desarrollado en
países que han apalancado el poder de la burguesía. Las noticias, la
información y la cultura que producen proporcionan una alternativa real
al aparato cultural capitalista. Por citar sólo dos ejemplos importantes
en el hemisferio occidental, Prensa Latina en Cuba y Telesur en
Venezuela están haciendo un trabajo importante.

En cuanto al tipo de teoría revolucionaria que necesitamos, no podría
estar más de acuerdo con Cheng Enfu. Ha argumentado de manera
convincente, siguiendo el trabajo de muchos otros, que el marxismo es
creativo y necesita adaptarse regularmente a situaciones cambiantes. 66

Lejos de ser una doctrina escrita en piedra, es lo que Losurdo ha
llamado un proceso de aprendizaje que cambia con los tiempos. En el
momento actual, hay mucho trabajo por hacer en este frente.

Para resaltar una de las cuestiones más apremiantes: necesitamos
desarrollar más una teoría revolucionaria capaz de comprender y detener
el fascismo, la guerra mundial y el colapso ecológico. 67 Dado que vivo
en el núcleo imperial, agregaré que también es esencial desarrollar la
teoría y la práctica revolucionarias en esta región específica, que
hasta ahora ha sido inmune a las tomas del poder estatal por parte de la
clase trabajadora.

En general, la teoría revolucionaria más importante es la que ayuda en
la complicada y difícil tarea de construir el socialismo. Ha habido
muchas sorpresas y se ha aprendido mucho desde 1917. La situación global
hoy es muy diferente de lo que era en el apogeo de la Tercera
Internacional o durante la llamada Guerra Fría.

Los países socialistas están trabajando junto con los países
capitalistas decididos al desarrollo nacional para construir nuevos
marcos internacionales que hagan frente al orden mundial imperial
(BRICS+, la Iniciativa de la Franja y la Ruta, la Organización de
Cooperación de Shanghai, la ASEAN, etc.).

Los recientes levantamientos en África occidental y central han
desafiado el régimen neocolonial de Francia en la región y el
imperialismo occidental.

Comprender y promover estas y otras luchas por la liberación
anticolonial y el mundo multipolar emergente es una tarea teórica y
práctica vital. Al mismo tiempo, es de suma importancia poder dilucidar
cómo la contestación al orden mundial imperialista y el desarrollo de la
multipolaridad pueden ser peldaños para la expansión del proyecto
socialista. Éste es uno de los problemas más apremiantes de nuestros días.

Notas

 1. ↩ Véase Raúl Antonio Capote, /Enemigo/ (Madrid: Ediciones Akal, 2015).
 2. ↩ La información contenida en este párrafo y en los siguientes se ha
    recopilado de múltiples fuentes, incluidas investigaciones de
    archivos, numerosas solicitudes de la Ley de Libertad de Información
    y trabajos como Philip Agee y Louis Wolf, eds., /Dirty Work: The CIA
    in Western Europe/ , 1.ª ed. . (Dorset: Dorset Press, 1978);
    Frédéric Charpier, /La CIA en France: 60 ans d’ingérence dans les
    affaires françaises/ (París: Editions du Seuil, 2008); Ray S. Cline,
    /Secretos, espías y eruditos/ (Washington, DC: Acrópolis, 1976);
    Peter Coleman, /La conspiración liberal: el congreso por la libertad
    cultural y la lucha por la mente de la Europa de posguerra/ (Nueva
    York: The Free Press, 1989); Allan Francovich, /Sobre negocios de
    empresa/ (documental), 1980; Pierre Grémion, /Intelligence de
    l’anticommunisme: Le Congrès pour la liberté de la culture à Paris,
    1950-1975/ (París: Librairie Arthème Fayard, 1995); Victor Marchetti
    y John D. Marks, /La CIA y el culto a la inteligencia/ (Nueva York:
    Dell Publishing Co., 1974); Frances Stonor Saunders, /La Guerra Fría
    Cultural/ (Nueva York: The New Press, 2000); Giles Scott-Smith, /La
    política de la cultura apolítica: el Congreso por la libertad
    cultural, la CIA y la hegemonía estadounidense de posguerra/ (Nueva
    York: Routledge, 2002); John Stockwell, /La guardia pretoriana: el
    papel de Estados Unidos en el nuevo orden mundial/ (Boston: South
    End Press, 1991); Hugh Wilford, /The Mighty Wurlitzer: Cómo la CIA
    jugó contra Estados Unidos/ (Cambridge, Massachusetts: Harvard
    University Press, 2008).
 3. ↩ Véase Wilford, /El poderoso Wurlitzer/ .
 4. ↩ Véase Carl Bernstein, “ The CIA and the Media
    <https://www.carlbernstein.com/the-cia-and-the-media-rolling-stone-10-20-1977> ”, /Rolling Stone/ , 20 de octubre de 1977.
 5. ↩ John M. Crewdson, “Red mundial de propaganda construida por la
    CIA”, /New York Times/ , 26 de diciembre de 1977.
 6. ↩ Grupo de Trabajo sobre una mayor apertura de la CIA, memorando
    para el Director de Inteligencia Central, /Informe del Grupo de
    Trabajo sobre una mayor apertura de la CIA/
    <https://www.cia.gov/readingroom/docs/DOC_0005524009.pdf> , 20 de
    diciembre de 1991, cia.gov.
 7. ↩ Véase Crewdson, “Red Mundial de Propaganda”.
 8. ↩ Citado en William F. Pepper, /The Plot to Kill King/ (Nueva York:
    Skyhorse, 2018), 186.
 9. ↩ Crewdson, «Red mundial de propaganda».
10. ↩ Véase Yasha Levine, /Surveillance Valley/ (Nueva York:
    PublicAffairs, 2018) y los artículos de Alan Macleod en /MintPress
    News/ : “Motor de búsqueda de seguridad nacional: las filas de
    Google están llenas de agentes de la CIA”, 25 de julio de 2022;
    “Conozca a los ex agentes de la CIA que deciden la política de
    contenido de Facebook”, 12 de julio de 2022; “La Oficina Federal de
    Tweets: Twitter está contratando una cantidad alarmante de agentes
    del FBI”, 21 de junio de 2022; “El oleoducto de la OTAN a TikTok:
    ¿Por qué TikTok emplea tantos agentes de seguridad nacional?”, 29 de
    abril de 2022.
11. ↩ El Informe del Comité Church fue estrictamente controlado y
    supervisado por la propia CIA, por lo que es muy probable que las
    cifras fueran y sean mucho más altas.
12. ↩ Véase Noam Chomsky et al., /The Cold War and the University/
    (Nueva York: The New Press, 1997); Sigmund Diamond, /Campus
    comprometido: la colaboración de las universidades con la comunidad
    de inteligencia, 1945-1955/ (Oxford: Oxford University Press, 1992);
    Walter Rodney, /La revolución rusa: una visión desde el Tercer
    Mundo/ , ed. Robin DG Kelley y Jesse Benjamin (Londres: Verso,
    2018); Christopher Simpson, /Ciencia de la coerción: investigación
    en comunicación y guerra psicológica, 1945-1960/ (Oxford: Oxford
    University Press, 1996).
13. ↩ Véase The New School Archives, registros de John R. Everett
    (NS-01-01-02), Serie 3. Archivos temáticos, 1918–1979, volumen:
    1945–1979, Agencia Central de Inteligencia (CIA), 1977–1978, ayudas
    para encontrar
    .archives.newschool.edu/repositories/3/archival_objects/34220. Una
    gran colección de documentos que detallan algunos de los detalles
    está disponible en Black Vault MKULTRA Collection
    <http://www.theblackvault.com/documentarchive/cia-mkultra-collection> , theblackvault.com.
14. ↩ Véase Gabriel Rockhill, /Historia radical y política del arte/
    (Nueva York: Columbia University Press, 2014).
15. ↩ Véase Matthew Alford y Tom Secker, /National Security Cinema: The
    Shocking New Evidence of Government Control in Hollywood/
    (CreateSpace Independent Publishing Platform, 2017).
16. ↩ Citado en Alford y Secker, /National Security Cinema/ , 49.
17. ↩ Véase, por ejemplo, Michel Collon y Test Media International,
    /Ucrania: La Guerre des images/ (Bruselas: Investig’Action, 2023).
18. ↩ Véase Wilford, /El poderoso Wurlitzer/ ; Agee y Wolf, /Trabajo
    sucio/ ; Charpier, /La CIA en Francia/ .
19. ↩ Véase Daniele Ganser, /NATO’s Secret Armies/ (Nueva York:
    Routledge, 2004) y Allan Francovich, /Gladio/ (documental), British
    Broadcasting Corporation, 1992.
20. ↩ Véase Saunders, /The Cultural Cold War/ y Hans-Rüdiger Minow,
    /Quand la CIA infiltrait la culture/ (documental), ARTE, 2006.
21. ↩ El término /postestructuralismo/ es en muchos sentidos una
    invención anglófona ya que, en el contexto francés (al menos
    originalmente) se consideraba que los llamados postestructuralistas
    continuaban e intensificaban (aunque de maneras ligeramente
    diferentes) el proyecto estructuralista.
22. ↩ Michel Foucault, /Dits et écrits 1954–1988/ , vol. 1 (París:
    Éditions Gallimard, 1994), 542. Para más información sobre Foucault,
    véase Gabriel Rockhill, “ Foucault: The Faux Radical
    <https://thephilosophicalsalon.com/foucault-the-faux-radical> ”,
    /Los Angeles Review of Books/ , 12 de octubre de 2020,
    thephilosophicalsalon.com.
23. ↩ Véase Gabriel Rockhill, “ El mito del pensamiento de 1968 y la
    intelectualidad francesa
    <https://doi.org/10.14452/MR-075-02-2023-06_2> ”, /Monthly Review/
    75, no. 2 (junio de 2023): 19–49.
24. ↩ Véase mi prólogo a Aymeric Monville, /Neocapitalismo según Michel
    Clouscard/ (Madison: Iskra Books, 2023).
25. ↩ Dirección de Inteligencia, /Francia: Defección de los
    intelectuales izquierdistas/
    <https://www.cia.gov/readingroom/document/cia-rdp86s00588r000300380001-5> , Agencia Central de Inteligencia, 1 de diciembre de 1985, 6, cia.gov.
26. ↩ Walter Rodney, /Marxismo decolonial: ensayos de la revolución
    panafricana/ (Londres: Verso, 2022), 46.
27. ↩ Gran parte de la evidencia de mis comentarios se puede encontrar
    en los siguientes artículos: Gabriel Rockhill, “ The CIA and the
    Frankfurt School’s Anti-Communism
    <https://thephilosophicalsalon.com/the-cia-the-frankfurt-schools-anti-communism> ”, /Los Angeles Review of Books/ , 27 de junio de 2022, thephilosophicalsalon.com, y Gabriel Rockhill, “Teoría crítica y revolucionaria: para la reinvención de la crítica en la era del realineamiento ideológico”, en /Dominación y emancipación: rehaciendo la crítica/ , ed. Daniel Benson (Lanham: Rowman and Littlefield Publishers, 2021), 117–61.
28. ↩ Citado en Wolfgang Kraushaar, ed., /Frankfurter Schule und
    Studentenbewegung: Von der Flaschenpost zum Molotowcocktail
    1946–1995/ , vol. 1, /Chronik/ (Hamburgo: Rogner and Bernhard GmbH
    and Co. Verlags KG, 1998), 252–53.
29. ↩ Sobre la Guerra de Suez, véase Richard Becker, /Palestina, Israel
    y el Imperio estadounidense/ (San Francisco: PSL Publications,
    2009), 71–78.
30. ↩ Citado en Stuart Jeffries, /Grand Hotel Abyss: The Lives of the
    Frankfurt School/ (Londres: Verso, 2016), 297. Las declaraciones de
    Adorno y Horkheimer sobre Nasser son de la misma familia que la
    propaganda producida por los medios de comunicación y las agencias
    de inteligencia occidentales. Como han argumentado convincentemente
    Paul Lashmar y James Oliver, el Departamento de Investigación de la
    Información (una oficina secreta de propaganda anticomunista
    estrechamente vinculada al MI6 y la CIA) presionó a la BBC y a sus
    otros medios de comunicación para que presentaran a Nasser como “un
    incauto soviético”, que era “el favorecía una línea de propaganda
    polivalente para los líderes anticoloniales” (Paul Lashmar y James
    Oliver, /Britain’s Secret Propaganda War: 1948–1977/ [Phoenix Mill,
    Reino Unido: Sutton Publishing Limited, 1998], 64).
31. ↩ Véase Franz Neumann et al., /Informes secretos sobre la Alemania
    nazi: la contribución de la Escuela de Frankfurt al esfuerzo de
    guerra/ , ed. Raffaele Laudani, trad. Jason Francis McGimsey
    (Princeton: Princeton University Press, 2013); Barry M. Katz,
    /Inteligencia extranjera: investigación y análisis en la Oficina de
    Servicios Estratégicos, 1942-1945/ (Cambridge, Massachusetts:
    Harvard University Press, 1989); Tim B. Müller, /Krieger und
    Gelehrte: Herbert Marcuse und die Denksysteme im Kalten Krieg/
    (Hamburgo: Hamburger Edition, 2010).
32. ↩ Jürgen Habermas, /El nuevo conservadurismo: la crítica cultural y
    el debate de los historiadores/ , ed. y trad. Shierry Weber
    Nicholsen (Cambridge, Massachusetts: MIT Press, 1990), 69.
33. ↩ Véase Rockhill, “Teoría crítica y revolucionaria”.
34. ↩ Nancy Fraser, “La crisis de atención del capitalismo”, /Dissent/
    63, no. 4 (otoño de 2016): 35.
35. ↩ Fraser, “La crisis de atención del capitalismo”, 35.
36. ↩ Véase Tita Barahona, “ Judith Butler, la pope del ‘feminismo’
    postmoderno, y su apoyo al capitalismo yanqui
    <https://canarias-semanal.org/art/29396/judith-butler-la-pope-del-feminismo-postmoderno-y-su-apoyo-al-capitalismo-yanqui> ”, /Canarias-semanal/ , 7 de abril de 2022, canarias-semanal.org, y Ben Norton, “ Postmodern Philosopher Judith Butler repetidamente Donado a ‘Top Cop’ Kamala Harris <https://bennorton.com/judith-butler-kamala-harris-donations/> ”, 18 de diciembre de 2019, bennorton.com.
37. ↩ Véanse, por ejemplo, mis críticas a Cinzia Arruzza, Tithi
    Bhattacharya y Nancy Fraser en Rockhill, “Critical and Revolutionary
    Theory”.
38. ↩ Stephen Gowans ofrece muchos ejemplos excelentes de esto en su
    libro /La larga guerra de Washington contra Siria/ (Montreal: Baraka
    Books, 2017).
39. ↩ Gabriel Rockhill, “ El bufón de la corte del capitalismo: Slavoj
    Žižek
    <https://www.counterpunch.org/2023/01/02/capitalisms-court-jester-slavoj-zizek> ”, /CounterPunch/ , 2 de enero de 2023.
40. ↩ Vea el debate electoral televisado de 1990 archivado en YouTube: “
    Slavoj Žižek—Debate electoral de 1990 en Eslovenia
    <https://www.youtube.com/watch?v=942h8enHCZs> ”, vídeo de YouTube,
    9:40, publicado el 18 de mayo de 2021, youtube.com/watch?v=942h8enHCZs.
41. ↩ Slavoj Žižek, “ Por qué Occidente seguirá perdiendo en África: el
    neocolonialismo está dando a luz a un autoritarismo miserable
    <https://www.newstatesman.com/ideas/2023/09/west-losing-africa-neocolonialism-authoritarianism> ”, /New Statesman/ , 4 de septiembre de 2023.
42. ↩ Slavoj Žižek, “ La izquierda debe abrazar la ley y el orden
    <https://www.newstatesman.com/world/europe/2023/07/age-of-anarchy-slavoj-zizek> ”, /New Statesman/ , 4 de julio de 2023.
43. ↩ Véase, por ejemplo, Collon, /Ucrania: La Guerre des images/ y Pepe
    Escobar, “ Why the CIA Attempted a ‘Maidan Uprising’ in Brazil
    <https://new.thecradle.co/articles/why-the-cia-attempted-a-maidan-uprising-in-brazil> ”, /The Cradle/ , 10 de enero de 2023, new.thecradle.co.
44. ↩ Amin escribió: “La tríada organizó en Kiev lo que debería llamarse
    un ‘golpe euro-nazi’. La retórica de los medios de comunicación
    occidentales, que afirman que las políticas de la Tríada apuntan a
    promover la democracia, es /simplemente una mentira/ ” (Samir Amin,
    “ Contemporary Imperialism
    <https://doi.org/10.14452/MR-067-03-2015-07_2> ”, /Monthly Review/
    67, no. 3 [julio-agosto de 2015]: 23–36 ).
45. ↩ Véase Gabriel Rockhill, “ Estados Unidos no es una democracia,
    nunca lo fue
    <https://www.counterpunch.org/2017/12/13/the-u-s-is-not-a-democracy-it-never-was> ”, /CounterPunch/ , 13 de diciembre de 2017.
46. ↩ John Grafton, ed., /La Declaración de Independencia y otros
    grandes documentos de la historia estadounidense 1775–1865/
    (Mineola, Nueva York: Dover, 2000), 8. Véase también Roxanne
    Dunbar-Ortiz, /An Indigenous Peoples’ History of the United States./
    (Boston: Beacon Press, 2015) y David Michael Smith, /Endless
    Holocausts/ <https://monthlyreview.org/product/endless-holocausts/>
    (Nueva York: Monthly Review Press, 2023).
47. ↩ Terry Bouton, /Domar la democracia: “El pueblo”, los fundadores y
    el final turbulento de la revolución estadounidense/ (Oxford: Oxford
    University Press, 2007), 4.
48. ↩ Ralph Louis Ketcham, ed., /The Anti-Federalist Papers and the
    Constitutional Convention Debates/ (Nueva York: Signet, 2003), 199.
49. ↩ Herbert J. Storing, ed., /The Complete Anti-Federalist/ , vol. 2
    (Chicago: University of Chicago Press, 2008), 13.
50. ↩ Aunque tengo algunos problemas con el marco general, proporciono
    gran parte de la evidencia empírica de mis afirmaciones en el tercer
    capítulo de este libro: Gabriel Rockhill, /Contre-histoire du temps
    présent: Interrogations intempestives sur la mondialisation, la
    technologie, la démocratie./ (París: CNRS Éditions, 2017). También
    está disponible en inglés: /Counter-History of the Present: Untimely
    Interrogations into Globalization, Technology, Democracy/ (Durham:
    Duke University Press, 2017).
51. ↩ Martin Gilens y Benjamin I. Page, “Prueba de teorías de la
    política estadounidense: élites, grupos de interés y ciudadanos
    promedio”, /Perspectivas sobre la política/ 12, no. 3 (septiembre de
    2014): 564.
52. ↩ Véase William Blum, /Killing Hope: US Military and CIA
    Interventions Since World War II/ (Londres: Zed Books, 2014), así
    como su “ Overthrowing Other People’s Governments: The Master List
    <https://williamblum.org/essays/read/overthrowing-other-peoples-governments-the-master-list> ” en williamblum.org.
53. ↩ Gabriel Rockhill, “ Liberalismo y fascismo: el policía bueno y el
    policía malo del capitalismo
    <http://www.blackagendareport.com/liberalism-fascism-good-cop-bad-cop-capitalism> ”, /Black Agenda Report/ , 21 de octubre de 2020, blackagendareport.com.
54. ↩ Gabriel Rockhill, “ Estados Unidos no derrotó al fascismo en la
    Segunda Guerra Mundial, lo internacionalizó discretamente
    <https://www.counterpunch.org/2020/10/16/the-u-s-did-not-defeat-fascism-in-wwii-it-discretely-internationalized-it> ”, /CounterPunch/ , 16 de octubre de 2020.
55. ↩ “Al mariscal Badoglio, ex colaborador de Benito Mussolini,
    responsable de terribles crímenes de guerra en Etiopía, se le
    permitió convertirse en el primer jefe de gobierno de la Italia
    posfascista. En la parte liberada de Italia, el nuevo sistema se
    parecía sospechosamente al antiguo y, por lo tanto, muchos lo
    descartaron como /fascismo senza Mussolini/ , o ‘fascismo sin
    Mussolini’” (Jacques R. Pauwels, /The Myth of the Good War/
    [Toronto: Lorimer, 2015], 119).
56. ↩ Véase Dunbar-Ortiz, /An Indigenous Peoples’ History of the United
    States/ y Smith, /Endless Holocausts/ .
57. ↩ George L. Jackson, /Sangre en mis ojos/ (Baltimore: Black Classic
    Press, 1990), 9.
58. ↩ Véase, por ejemplo, James Q. Whitman, /Hitler’s American Model/
    (Princeton: Princeton University Press, 2018).
59. ↩ Véase John Bellamy Foster, /Trump en la Casa Blanca: tragedia y
    farsa/ <https://monthlyreview.org/product/trump_in_the_white_house/>
    (Nueva York: Monthly Review Press, 2017).
60. ↩ Véase Gabriel Rockhill, “Nazis in Ukraine: Seeing Through the Fog
    of the Information War”, /Liberation News/ , 31 de marzo de 2022,
    liberationnews.org.
61. ↩ Véase Gabriel Rockhill, “ Lecciones del 6 de enero: un trabajo
    interno
    <https://www.counterpunch.org/2022/02/18/lessons-from-january-6th-an-inside-job> ”, /CounterPunch/ , 18 de febrero de 2022.
62. ↩ Anna Massoglia, “Continúan surgiendo detalles del dinero detrás de
    las protestas del 6 de enero”, OpenSecrets News, 25 de octubre de
    2021, opensecrets.org.
63. ↩ Alan MacLeod, ed., /Propaganda en la era de la información:
    todavía fabricando consentimiento/ (Nueva York: Routledge, 2019).
64. ↩ En cuanto a su origen, consulte esta discusión sobre esta
    afirmación tan citada: Tony Brasunas, “ Is the CIA Trying to Deceive
    All Americans?
    <http://tonybrasunas.com/did-cia-director-william-casey/>”, 9 de
    febrero de 2023, tonybrasunas.com.
65. ↩ Ver criticytheoryworkshop.com.
66. ↩ Véase Cheng Enfu, /La dialéctica económica de China/ (Nueva York:
    International Publishers, 2021).
67. ↩ Uno de los marxistas más importantes de Estados Unidos, John
    Bellamy Foster, ha estado realizando un trabajo extremadamente
    importante en estos tres frentes.

**Gabriel Rockhill* es director ejecutivo del Critical Theory
Workshop/Atelier de Théorie Critique y profesor de filosofía en la
Universidad de Villanova en Pensilvania. Actualmente está terminando su
quinto libro de un solo autor, /The Intellectual World War: Marxism
versus the Imperial Theory Industry/ (Monthly Review Press, de próxima
aparición). *Zhao Dingqi* es investigador asistente en el Instituto de
Marxismo de la Academia China de Ciencias Sociales y editor de /Estudios
del Socialismo Mundial/ .

Esta entrevista se publicó originalmente en chino en el undécimo volumen
de /Estudios del Socialismo Mundial/ en 2023. Ha sido ligeramente
editada para /MR/ .

Em
OBSERVATORIO DE LA CRISIS
https://observatoriocrisis.com/2023/12/28/la-propaganda-imperialista-y-la-ideologia-de-la-intelectualidad-de-la-izquierda-occidental/
28/12/2023

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