terça-feira, 22 de outubro de 2013

Argentina: La Corte Suprema falló en contra de la fábrica recuperada


LA RETAGUARDIA

A través de una acordada, el máximo tribunal de justicia consideró
inconstitucional las acciones llevadas adelante por los trabajadores, que habían
presentado su último recurso de apelación. La solución queda ahora en manos de
la Legislatura porteña que debe aprobar una nueva ley de expropiación.
Dialogamos con Eduardo Murúa sobre los alcances de esta decisión.

“La verdad que no entendemos el fallo de la Corte. Quiere incidir sobre las
decisiones políticas de los legisladores de la Ciudad”, afirmó Eduardo Murúa,
trabajador y referente de IMPA, en diálogo con Sueños Posibles. Sin embargo,
Murúa aclaró que el fallo de la Corte no les provoca un “daño enorme”: “el
recurso en queja no suspendía los plazos de lo que el juez (Hugo Vitale) había
dictado respecto a la inconstitucionalidad, así que pensamos que el magistrado
debe tener también en su cabeza el tema de qué hacer con este caso. Así como
nosotros estamos haciendo las gestiones necesarias para sacar una nueva ley para
conformar una comisión, para que vaya a resolver el tema en el juzgado si es
necesario, así como poner en estado de alerta a todos nuestros compañeros y
organizaciones por si las moscas”, aclaró.

Al ser consultado sobre la posibilidad concreta de un desalojo de IMPA, Murúa
señaló: “el juez podría haber concretado esta medida sin necesidad del respaldo
de la Corte; desde que en agosto de 2009 la Cámara falla a favor de la
inconstitucionalidad pasaron cuatro años y no lo hizo, así que no veo por qué se
debería apurar ahora, más cuando los trabajadores le estamos demostrando algunas
cosas. En aquel momento, el juez decía que IMPA no iba a funcionar, entonces si
después de cuatro años IMPA sí funciona, tiene buenos salarios, generó la
Universidad de los trabajadores, el bachiller, el centro de salud, ya se le
cayeron cualquier tipo de argumentos de que nosotros no queríamos laburar, que
éramos ocupantes, violentos; todos los argumentos por la declaración de
inconstitucionalidad se le cayeron. Hoy hay una nueva realidad que debería ver.
Yo pienso que no podría hacer semejante cosa (en referencia al desalojo), lo que
imagino es que evitará en el peor de los casos una sentencia que le obligue al
gobierno de la Ciudad devolver el bien, pero que también es un tema de
discusión, porque está la ley, y la ciudad nos tendría que pedir el lugar que
nos había cedido, y en el medio ya se está discutiendo una nueva ley de
expropiación definitiva; entonces me parece que si hay un poquito de voluntad
política, que no tuvo el juez la vez pasada, podría esperar el tiempo suficiente
para que resolvamos el problema entre todos, la ciudad expropiando, los
trabajadores de IMPA, más la cultura, la educación y todo lo que hacemos
funcionando. Y cuando el juez tenga el dinero de la expropiación de la Ciudad
podrá arreglar con todos los acreedores. Si el magistrado hubiera hecho lo que
nosotros le pedimos en 2009, hoy los acreedores seguramente ya podrían estar
pensando en cobrar algo, porque la Ciudad tendría que haber hecho el proceso
expropiatorio y no lo hizo por este tema de la inconstitucionalidad”.

El reciente fallo de la Corte cuenta con cinco firmas, sólo faltan las de
Eugenio Zaffaroni y Juan Carlos Maqueda. En palabras de Murúa los argumentos de
la acordada del máximo tribunal son muy flojos: “dice que no se respetó el
artículo 7 de la acordada de 2005, que puede ser una formalidad, que puede ser
cualquier cosa, ni siquiera se meten con la discusión. Lo mismo con (la
procuradora general de la Nación) Alejandra Gils Carbó, ella lo plantea por otro
artículo, pero tampoco se metió a fondo en el tema, directamente hizo la plancha
y tiró el tema para adelante. Es una lástima porque sería una oportunidad
interesante de discutir quién debería legislar, quién debería meterse en el
problema de empleo en nuestro país. Más cuando algunos dicen que hoy estamos
bien, y hoy se siguen perdiendo puestos de trabajo, van a ser años difíciles los
que vienen y hubiera sido interesante que por lo menos la Corte habilitara a la
clase política a generar políticas de empleo”.

Según Murúa, IMPA es para algunos sectores una palabra maldita, seguramente por
ser la madre de las experiencias de recuperación de fábricas y empresas por
parte de los trabajadores. El referente de la metalúrgica cree que este puede
ser el motivo por el cual otras experiencias posteriores ya han conseguido la
expropiación, mientras que IMPA permanece en una eterna lista de espera:
“siempre digo que ningún juez se hubiera atrevido a declarar inconstitucional a
otras fábricas. Nosotros tuvimos enfrentamientos, somos rebeldes en algún
sentido, no bajamos ninguna bandera, criticamos a todas las políticas de entrega
de todos los gobiernos hasta este momento, criticamos el modelo extractivo que
tiene nuestro país; sí defendemos algunas cuestiones pero no nos callamos.
Entonces esto tiene un costo, y será ese el costo que tengamos que pagar”,
reflexionó Murúa en diálogo con Sueños Posibles, el programa de Alfredo Grande,
quien fue uno de los impulsores de la Universidad de los Trabajadores que
funciona dentro de la fábrica recuperada.

Lo concreto es que hoy IMPA, a pesar del nuevo revés judicial, atraviesa un
excelente momento: “hoy estamos muy bien, superando en casi dos veces el salario
de cualquier metalúrgica, trabajando bien, tratando de automatizar algo para
seguir siendo productivos, porque sabemos que tenemos que mejorar nuestras
máquinas. Estamos invirtiendo en nuestras maquinarias para mejorar todavía más
la producción. La verdad que estamos bien en lo productivo, en lo comercial,
creemos que tenemos sostenimiento por mucho tiempo, hicimos un trabajo enorme en
el estudio de lo que teníamos qué hacer, qué era lo más rentable y creo que
estamos en condiciones de decir que tenemos años de por lo menos estar
trabajando, haciendo lo que mejor sabemos y ganando un salario que acompaña
nuestras necesidades. Si estamos bien además servimos de ejemplo para que otros
trabajadores tomen también sus fábricas. Y lástima que si bien hicimos bien los
deberes para adentro, todavía nuestro movimiento no hizo bien los deberes para
afuera, de unidad y fuerza, para conquistar algunas cosas que los gobiernos no
han dado que es esto que pedimos a gritos, no por nosotros que ya tenemos
nuestra fábrica sino por los compañeros que están quedando desempleados,
nosotros sabemos lo que es un trabajador desocupado”, aseveró Eduardo Murúa.

En IMPA, ubicada en Querandíes 4290 de la Ciudad de Buenos Aires, funciona
además de la fábrica metalúrgica y la Universidad de los Trabajadores, un
bachiller, Radio Semilla y el grupo DTL (integrantes de la Red Nacional de
Medios Alternativos), el canal de televisión comunitaria Barricada TV, el Teatro
Nora Cortiñas, entre muchos otros espacios.

In
http://www.argenpress.info/2013/10/argentina-la-corte-suprema-fallo-en.html
21/10/2013

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