domingo, 19 de abril de 2015

Declaración Final del VI CONGRESO de la CLOC LVC





CLOC - Vía Campesina


17/04/2015

Opinión


Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos
iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay
gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que
llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman;
pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin
parpadear, y quien se acerca, se enciende.



Eduardo Galeano



En Argentina, tierra natal del Che Guevara, de Evita, Juana Zurduy, Mercedes
Sosa, a 200 años del Congreso de los Pueblos Libres convocado por el General
Artigas, que impulsó la primera Reforma Agraria de América Latina y a 10 años
del entierro del ALCA en Mar del Plata, hemos realizado el VI Congreso
Latinoamericano de Organizaciones del Campo.



Somos la CLOC-VC, expresión organizada de los campesinos y campesinas, pueblos
originarios, afro descendientes, asalariadas y asalariados del agro.



La CLOC, es el fuego, la luz y la acción de la Vía Campesina en Latinoamérica.
Surgimos del corazón mismo del proceso de los 500 años de Resistencia Indígena,
Campesina, Negra y Popular, que unió al movimiento campesino histórico y los
nuevos movimientos que surgían como respuesta a los procesos de desmantelamiento
impuestos por las políticas neoliberales.



Unimos fuerza, experiencia y lucha, y construimos propuestas organizativas y
programáticas de acuerdo a los nuevos momentos políticos, afirmando que la
cuestión agraria compete a toda la sociedad y como tal debemos abordarla dentro
de una estrategia de poder alternativo y popular.



Nuestro Congreso se ha desarrollado en un momento en que las contradicciones y
la lucha de clases se reflejan en una ofensiva del capital que promueve nuevas
guerras, opresión y conspiración contra los pueblos, cuya expresión máxima es el
ataque directo a Venezuela al declararlo un peligro para la seguridad de EEUU,
pero también en las diversas estrategias golpistas y desestabilizadoras,
instrumentadas por la alianza de los grandes grupos empresariales de la
comunicación y el capital financiero, buscando derrotar la soberanía de nuestros
pueblos e impedir la acción de los gobiernos progresistas en la región.



Reconociendo el avance de los procesos regionales y continentales de integración
como UNASUR, ALBA, MERCOSUR y CELAC, el VI Congreso saludó la contundente
solidaridad y unidad entre las organizaciones y países de América Latina y el
Caribe, que respaldaron la posición de Cuba y su denuncia sobre el bloqueo
norteamericano y las maniobras y campañas contra su pueblo; actitud que nos
alienta a continuar la construcción de la Patria Grande de Bolívar, San Martín,
Martí, Sandino y Chávez.



Rechazamos el patriarcado, el racismo, el sexismo y la homofobia. Luchamos por
sociedades democráticas y participativas, libres de explotación, discriminación,
opresión y exclusión de las mujeres y los jóvenes. Condenamos toda forma de
violencia doméstica, social, laboral e institucional hacia las mujeres.



Levantamos la bandera de nuestras compañeras: el feminismo campesino y popular
es parte de nuestro horizonte estratégico de transformación socialista.



El trabajo de fortalecimiento de nuestras organizaciones y especialmente de
nuestras bases seguirá estando en el centro de nuestras prioridades. Nos
comprometemos a fortalecer la participación e integración de la juventud en
todos los procesos organizativos.



Reafirmamos la Reforma Agraria Integral y Popular, la agricultura campesina e
indígena de base agroecológica como componentes imprescindibles de nuestro
camino hacia la Soberanía Alimentaria y el enfriamiento del planeta,
garantizando el acceso a la tierra y el agua a las mujeres, los jóvenes, los sin
tierra, y asegurando la recuperación de los territorios por parte de los pueblos
originarios y afro descendientes. También luchamos por el reconocimiento de la
función social de la tierra y el agua, y la prohibición de toda forma de
especulación y acaparamiento que las afecte.



Nos comprometemos a seguir defendiendo y manteniendo vivas nuestras semillas
campesinas e indígenas, para que en manos de las comunidades las recuperemos,
reproduzcamos y multipliquemos, desde nuestros sistemas campesinos. No
vacilaremos en la lucha contra cualquier forma de privatización y apropiación de
las semillas y toda forma de vida.



Debemos derrotar el modelo agrícola impuesto por las corporaciones del
agronegocio que apoyado por los capitales financieros internacionales y basado
en monocultivos transgénicos, uso masivo de agrotóxicos y expulsión de
campesinas y campesinos del campo, es el principal responsable de las crisis
alimentaria, climática, energética y de urbanización.



Llamamos a continuar luchando sin cansancio por un mundo libre de transgénicos y
agrotóxicos que contaminan, enferman y matan a nuestros pueblos y a la madre
tierra. Resistiremos junto a pueblos y comunidades el extractivismo, la
megaminería y todos los megaproyectos que amenazan nuestros territorios.



Celebramos el logro de la Vía Campesina al colocar la Carta de los derechos de
los campesinos y campesinas en la agenda del Consejo de los Derechos Humanos de
la ONU y demandamos que los gobiernos ratifiquen nuestras posiciones. Llamamos a
nuestras organizaciones a convertir la Carta en un instrumento de lucha de los
pueblos del campo y toda la sociedad.



El futuro se nos hace fértil cuando la tierna sonrisa de los cientos de niños,
desde el 1º Congresito, entregó su mensaje por la paz y el cuidado de nuestra
madre tierra.



El futuro son nuestros niños, el presente se ilumina con el vigor y la fuerza de
la juventud, y nuestras principales herramientas son la formación, la educación,
la comunicación y la movilización de masas, la unidad y las alianzas entre
campesinos y campesinas, pueblos originarios, afro descendientes, trabajadores y
trabajadoras del campo y la ciudad, estudiantes y sectores populares,
organizados en pos de conformar una fuerza capaz de hacer los cambios por los
que luchamos. Vivimos un momento histórico muy inédito y complejo, determinado
por una nueva correlación de fuerzas entre el capital, los gobiernos y las
fuerzas populares. El capital imperialista ahora está bajo el control financiero
y de las transnacionales, por lo que identificamos el SOCIALISMO, como el único
sistema capaz de alcanzar la soberanía de nuestras naciones, resaltando los
valores de la solidaridad, el internacionalismo y la cooperación entre nuestros
pueblos.



¡Contra el capitalismo y por la soberanía de nuestros pueblos, América unidad
sigue en lucha!


In
América Latina en Movimiento
http://www.alainet.org/es/articulo/169048
17/4/2015

Nenhum comentário:

Postar um comentário