sábado, 12 de dezembro de 2015

El viejo topo horada la piedra




Raúl Zibechi



Los estudiantes secundarios de Sao Paulo derrotaron al gobierno estatal
encabezado por el neoliberal Geraldo Alckmin, que debió retirar su plan de
reorganización del sistema educativo ante el masivo rechazo y la fuerte
movilización juvenil. En estos tiempos de avances de las derechas, el triunfo
estudiantil debería ser motivo de festejos porque alumbra el futuro que
deseamos, de resistencias capaces de desarticular los planes conservadores.

En septiembre el gobierno paulista anunció la reorganización de la enseñanza
pública con centros separados con base en tres ciclos, lo que llevaría a la
reagrupación de los estudiantes, el cierre de 93 centros y la transferencia de
311 mil alumnos. De inmediato profesores y alumnos coincidieron en que habría
superpoblación escolar y atribuían la medida a la intención de bajar los costos
del sistema educativo.

En octubre se realizaron manifestaciones de sindicatos de la educación y de
estudiantes, que impulsaron al ministerio a acelerar las reformas anunciando los
centros que serían cerrados. Todos están en la periferia, habitada por los
sectores populares, que ya sufren una educación de baja calidad.

El 9 de noviembre fue ocupada la primera escuela estatal, en Diadema, núcleo de
una región de larga tradición de lucha sindical en el ABC paulista. La ocupación
tuvo el apoyo de padres y profesores. Una semana después había ya 19 centros
ocupados, mientras la justicia denegó el pedido de desalojo por considerar que
los estudiantes no querían apropiarse de los centros sino abrir un debate. El
día 23 ya había más de 100 centros ocupados; las universidades y sindicatos
comenzaron a posicionarse en contra de la reorganización escolar. Los primeros
días de diciembre había 196 centros ocupados.

En cierto momento los estudiantes decidieron salir a las calles, cortar las
avenidas y difundir la protesta. Según las encuestas, 61 por ciento de los
paulistas rechazan la medida del gobierno y 55 por ciento apoyan a los
estudiantes, mientras la popularidad del gobernador cayó a sus niveles más bajos
de aprobación. El 4 de diciembre Alckmin decidió aplazar un año la
reorganización escolar.

Es interesante echar una mirada a lo que sucedía dentro de los centros ocupados.
Los estudiantes crearon comisiones de trabajo para sostener la ocupación:
comida, seguridad, prensa, información, limpieza, relaciones externas, entre las
más comunes. Además de las jornadas de trabajo realizan asambleas, convocan
debates con profesores, padres y colectivos solidarios sobre los más variados
temas. Editaron un manual ( Cómo ocupar un colegio), inspirado en las recientes
luchas de los estudiantes chilenos y argentinos.

Son miles de jóvenes desde los 14 y 15 años que están haciendo una experiencia
formidable, enfrentando el autoritarismo del gobierno
socialdemócrata-neoliberal, desafiando la represión policial y las
manipulaciones mediáticas. Una nueva generación de jóvenes militantes está
haciendo su experiencia. Un movimiento que nace, se masifica y triunfa en medio
de la mayor ofensiva de la derecha brasileña en muchos años, y que muestra que
hay energía social suficiente, por fuera de las instituciones, los partidos y
los sindicatos, para cambiar el estado de cosas en Brasil.


Las jornadas de junio de 2013 son el antecedente y referente inmediato del
actual movimiento. Junio fue un parteaguas. Desde aquel momento los movimientos
se reactivaron, nacieron nuevas organizaciones y colectivos de base en todos los
espacios de la sociedad, y la calle se convirtió en el nuevo escenario de
debates y protestas. Los militantes del Movimiento Pase Libre, ahora dividido,
siguen trabajando en las periferias, donde nacieron nuevos grupos contra el
aumento al transporte, contra la violencia del Estado, colectivos feministas y
culturales, que confluyen ahora contra la reorganización escolar.

Pero a diferencia de lo sucedido en junio de 2013, donde la pauta dominante
fueron grandes manifestaciones que insumían pocas horas de su tiempo a los
participantes, las ocupaciones exigen de los ocupantes que se asuman como
protagonistas políticos de los acontecimientos las 24 horas del día, según el
análisis del teatrero y militante Rafael Presto en Passapalavra
(http://goo.gl/HP3glz).

Por eso las ocupaciones son un proceso formativo intenso, una generación de
militantes formados en el calor de las luchas. Si a ello se suma que los centros
ocupados se convirtieron en espacios donde convergen diversas luchas,
movimientos sociales, artistas, educadores militantes, grupos territoriales y de
mujeres, podemos valorar la importancia de lo sucedido en noviembre.

A mi modo de ver, hay tres aspectos a destacar.

El primero es que la energía social y política del abajo ha sido capaz de vencer
a una derecha envalentonada, pero que debe retroceder ante la potencia de la
calle. Esto debería ser motivo de reflexión para quienes apostaron todo a las
instituciones y no pueden comprender que el eje de los cambios está en otro
lugar y con otros modos.

La segunda es que la energía emancipatoria siempre nace en los márgenes y entre
los jóvenes. Sin ese fuego juvenil, de clase y de género, no existen
posibilidades para encarar un proceso de cambios. La última ocasión en que
Brasil registró un potente proceso de los abajos fue en la década de 1970,
cuando la experiencia de millones de personas en las 80 mil comunidades
eclesiales de base (compromiso ético), los jóvenes obreros industriales y los
campesinos desplazados por la revolución verde, dieron vida a las grandes
organizaciones: la CUT, el MST y el PT.

Por último, como señala Presto, siempre llegan los que destacan las carencias
del movimiento. Les falta un proyecto político, dicen, cuando en realidad
quieren decir que falta una dirección que ponga orden, de la que desean formar
parte. Pero los jóvenes ya están organizados, ya son militantes, sólo que no
aspiran a formar parte de instituciones que rechazan porque las conocen de
cerca. La piedra se horada desde abajo.

In
LA JORNADA
http://www.jornada.unam.mx/2015/12/11/opinion/020a1pol
11/12/2015

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