quinta-feira, 24 de dezembro de 2015

Scenius: la cooperativa que pone las cuentas claras


Yisell Rodríguez Milán

En el barrio habanero de Miramar, Scenius tiene su sede. Se trata de un local
pequeño, diría que apretado, por donde 145 socios circulan regularmente para
ventilar asuntos de trabajo con la Junta Directiva de la primera cooperativa no
agropecuaria que ofrece en Cuba servicios económicos, contables, financieros, y
de asesoría en materia tributaria, y que recién cumple su primer año de
actividad.
Por las manos de sus miembros, todos profesionales, desde enero del 2015 ha
pasado la contabilidad de no pocas pequeñas y medianas empresas del sector
privado y de muchas entidades estatales.

“Hay una demanda tan alta de servicios vinculados al control económico que para
mí ni con 50 cooperativas como esta es posible cubrir siquiera La Habana”, dice
a OnCuba su presidente y fundador, el ingeniero Luis Alberto Dueñas Casal.

En un contexto económico nacional marcado por la “corrupción a pequeña escala
generalizada”, como la definiera el intelectual Ignacio Ramonet y sonados casos
de malversación económica, llegaron los hombres y mujeres de Scenius a ofrecer
sus servicios de control.

Estos profesionales diagnostican la calidad de los registros contables y
trabajan como tenedores de libros; intervienen desde lo contable en la
elaboración y ejecución de planes económicos, hacen presupuestos de inversión;
gestión de cobros y pagos; cuadran las cuentas y reconstruyen las diferencias
para detectar sus orígenes e incidencia en los saldos… todo eso y más, bajo el
siguiente slogan: “Todo campeón tiene un coach”.

¿Cuántos clientes han atendido este año y de qué sectores?

Eso es interesante. Pensamos que nuestros principales clientes serían del sector
no estatal de la economía y que nos dedicaríamos mayoritariamente a apoyar a
otras cooperativas no agropecuarias pero lo que inicialmente proyectamos se
extrapoló en alta medida al sector estatal con la solicitud de servicios de
contabilidad y conteo de activos fijos tangibles, que es entrar en un inventario
y depurar todo lo del almacén. Básicamente se trata de la teneduría de libros.

Eso implica la detección de irregularidades que pueden revelar casos de
corrupción. ¿Cómo proceden ante esas situaciones?

Nuestro servicio es la parte técnica, documental. La administración tiene que
tomar las decisiones y medidas necesarias a partir de la información que recibe
de nuestro trabajo. Todos los meses -esté todo bien, regular o mal- entregamos y
discutimos con nuestros clientes un informe técnico parcial o definitivo
relacionado con la ejecución de nuestros servicios. Lo que hacemos no es una
auditoría, pero obligatoriamente tenemos un criterio objetivo y soportado en el
propio desarrollo del servicio.

¿Cómo manejan el tema de la confianza en ustedes por parte de la dirección de
las empresas? Se están depositando las finanzas en manos de especialistas
externos y no es eso a lo que estamos acostumbrados. Podrían pensar que se
arriesga una información delicada…

Respecto al tema de la confidencialidad con nuestros clientes, Scenius ha
implementado en sus procedimientos de servicios, todo lo establecido en las
normas regulatorias cubanas respecto al manejo de información.

No obstante, en un criterio bien asumido por todos los socios, la confianza se
logra con los resultados. No hay nada mejor que arrancar y mantener una
reputación a partir de buenos resultados. En la concreta: nosotros les decimos
que les pregunten a otros clientes. Las referencias están ahí. Desde el punto de
vista empresarial La Habana es pequeñita así que, lógicamente, los funcionarios
que tienen la responsabilidad de decidir si nos contratan o no, averiguan
quiénes somos. Todo esto lleva ese proceso de verificación no solo a nivel de
las empresas sino de los organismos y esa es la mejor referencia.

Esto no lo inventamos nosotros, la subcontratación de servicios contables es una
práctica consolidada a nivel internacional, y sin irnos de Cuba: en la
actualidad hay consultoras muy profesionales en el sector estatal. Lo que pasa
es que estas al tener otras estrategias de servicios, muchas veces solo abarcan
el diagnóstico u otros servicios y no van al apoyo in situ o a la reconstrucción
de la contabilidad, al día a día, a la ejecución de la teneduría de libros.

Es revelador que la demanda principal provenga del sector empresarial estatal…

Eso refleja una necesidad latente. No hay quien haga un conteo de inventario a
conciencia, ajustado a la realidad, si no tiene un nivel de motivación y
compromiso con la actividad que realiza. Dicho sea de paso, es una práctica
aconsejable y generalizada en América Latina y otros países que la ejecución y
supervisión de esa actividad la realicen entidades externas que no estén
comprometidas con lo que está sucediendo dentro de las empresas. Sin llegar a
ser una auditoría, yo te digo que la diferencia en tus números está aquí.
Después que vengan las auditorias especiales a verificar esto.

Valoramos tanto el reconocimiento estatal que lo consideramos, junto a la
incorporación y motivación de los socios, nuestros dos principales resultados
del 2015. Más allá de la parte económica, con la cual todos estamos muy felices,
en nuestro país –y te lo digo bien a lo cubano– no se vende un pirulí si no
tienes el reconocimiento del Estado, mucho menos podrías meterte en la
contabilidad de las empresas si no certifica que lo estás haciendo bien.

¿Y qué potencialidades le ven al mercado cubano de cara a los inversionistas
extranjeros?

Miles. Para dondequiera que uno mir, ve posibilidades de inversión. Algunas muy
latentes, reconocidas, otras insospechadas. La cartera de oportunidades puede y
debe ampliarse. Lo vemos cuando intercambiamos con las empresas, pero muchas
están tan en el día a día que les cuesta un poco de trabajo ver sus
potencialidades. Y está también el sector no estatal, con el mismo tema de
posibilidades como el alojamiento y otros temas referidos a las producciones y
servicios que pudieran servir como complemento y encadenamiento de otras
actividades. Nosotros, modestamente, lo que hacemos es participar y sacar
cuentas.

¿Qué servicios podrían ustedes prestarles a potenciales clientes extranjeros?

Hoy tenemos autorizados los relacionados con la teneduría de libros y la
contabilidad. La Ley de Inversión Extranjera exige un estudio de factibilidad
con 22 tablas de asuntos puramente económicas. En una gran parte de la
preparación y desarrollo de esos estudios consideramos podríamos participar,
incluso de conjunto con otras entidades especializadas que hoy existen, pero se
necesita un reconocimiento de esas potencialidades por parte del Ministerio de
Comercio de Exterior (MINCEX) y otros organismos del Estado con la
responsabilidad de garantizar la calidad y objetividad de esos estudios. Esa es
la parte que ahora mismo estamos gestionando.

Pensando en este mercado, ¿ninguna empresa cubana les ha solicitado estudios de
factibilidad?

Sí, lo que pasa es que queremos tener más consolidada la cooperativa en el 2016.
Contamos con economistas y contadores que toda la vida han hecho estudios de
factibilidad económica y están dispuestos, pero nos preparamos para participar
incluso con consultoras jurídicas, para que cada cual haga su parte. Eso debe
estar bien conciliado, te repito, con el MINCEX y otros organismos.

Recuerdo una reunión de la Asamblea Nacional del Poder Popular donde se abordó
la escasez de estudios de factibilidad y cómo algunas empresas cubanas no saben
identificar sus potencialidades….

Todavía arrastramos las consecuencias de que todo se concibiera
centralizadamente, de que fuera el gobierno quien tuviera la responsabilidad del
desarrollo de las empresas. ¿Qué pasa ahora? Que el gobierno reestructura eso.
Vamos hacia un esquema que, salvo excepciones estratégicas y sociales, exige una
gestión enfocada al autofinanciamiento, y ahora hay una especie de vacío, de
compromiso o capacidad para que los empresarios se den cuenta de cómo buscar
posibilidades de autofinanciamiento en virtud de lo que tienen.

Te puedo poner un ejemplo. El Estado aprobó, en el Decreto ley 305, el
financiamiento para las cooperativas no agropecuarias, sobre todo en lo
relacionado con inversiones en la etapa de arranque y el capital de trabajo.
Indaga tú en el Banco Central de Cuba cuántas han optado por esos
financiamientos. Y ahí está ese crédito, disponible y con condiciones de
amortización y garantías excepcionales. Es una cosa increíble, pero como no
estamos acostumbrados a trabajar con créditos, con dinero en adelanto en pos de
avanzar y de invertir, pues la gente se queda en un nivel de gestión muy
pequeñito.

Entonces se ven las unidades de gastronomía que siguen vendiendo el pancito con
croqueta…, cuando tienen la posibilidad de dar un salto cualitativo que no
aprovechan. Hay quien sí lo ha solicitado y ahí tienes el Restaurante El Jardín
totalmente recuperado, gestionado ahora como cooperativa, al cual apoyamos en el
cálculo económico para la solicitud de un crédito que finalmente le fue
otorgado. En el caso del sector empresarial, muchos directivos no se sientan a
identificar y potenciar las posibilidades que tienen o a definir que
presupuestos necesitan.

En caso de que se aprobara una Ley de Cooperativas, ¿qué no debería faltar?

En mi criterio, la parte práctica de la función social que tienen las
cooperativas. Para cumplir su función social, las cooperativas deben ser en
primer lugar eficientes económicamente. El carácter de autofinanciamiento tiene
que ser responsabilidad de las cooperativas no agropecuarias, pero debe ir
aparejada de autoridad. El Estado debe tener capacidad de flexibilización para
asumir este reto y asumir el papel de estratega y regulador de los intereses
generales de la población, pero la práctica productiva y de servicios debe ser
responsabilidad de la cooperativa.

En todas partes del mundo está esa experiencia: usted va ante el notario,
certifica su voluntad de realizar una actividad determinada, va al Registro
Mercantil, se inscribe y lógicamente contrae obligaciones generales como las
tributarias, de comportamiento, de ética empresarial y otras establecidas que
son propiamente técnicas y controladas por entidades especializadas. Considero
que el Estado en este experimento seguirá revisando estas experiencias para
acercarlas a las especificaciones, exigencias y experiencias propias de nuestro
país.

Hay resoluciones específicas relacionadas con la flexibilidad del objeto social
y los alcances, pero más allá de una normativa esto va por un tema de
mentalidad. Los funcionarios cubanos y los participantes de la actividad
empresarial desde cualquier forma de gestión, deberemos seguir incorporando la
importancia del equilibrio entre autoridad y responsabilidad.

Habrá que cambiar unos cuantos mecanismos si, como indican los Lineamientos,
queremos acercarnos a las potenciales reales de Cuba. Todo lo que viene de
inversión extranjera es un reto y la idea es no quedarnos como empleados de
ningún país, sino negociar en igualdad de condiciones.

Fuente:
http://oncubamagazine.com/economia-negocios/scenius-la-cooperativa-que-pone-las-cuentas-claras/

In
REBELION
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=207140
24/12/2015

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