sábado, 21 de dezembro de 2013

El movimiento de autogestión obrera en Argentina


Presentación del libro “El movimiento de autogestión obrera en Argentina” en la
Universidad Nacional de Río Cuarto (Córdoba)

"Es un libro interesado, no es objetivo, lo escribió un militante que toma
posición por el tema que investiga"


Julio Gambina y Mario Hernandez


Julio Gambina
Vengo a presentar el libro de Mario Hernandez a quien conozco por lo menos hace
dos años aunque físicamente lo he hecho recién hoy. Como es periodista siempre
hablamos por teléfono y hemos hecho innumerables entrevistas que luego desgraba,
edita y difunde por distintas redes de información con mucha llegada.
Mario también es Licenciado en Sociología y docente aunque yo me animaría a
decir que el libro lo escribió un militante. Es un libro interesado, no es
objetivo, aunque podría serlo porque describe una realidad, pero no lo es, no es
neutral, toma posición por el tema que investiga, que es el movimiento de
autogestión obrera en Argentina.
Trata de ponerle teoría y divulgación a un fenómeno que se desarrolló con mucho
peso e importancia en poco más de los últimos diez años en Argentina. Tiene que
ver con discutir el 2001 y qué queda. Es un texto que actualiza el debate de las
empresas recuperadas y de los emprendimientos de autogestión; digo esto porque
tiene textos actuales, del 2013. Es una reflexión actualizada del fenómeno. No
es ya un texto de la novedad de las empresas recuperadas como podría haberlo
sido en 2002/3/4 cuando era un tema que no solo interesaba en Argentina sino a
nivel mundial.
No es cierto que el fenómeno de las empresas recuperadas haya empezado en
Argentina. Existía antes, pero la virtud que tuvo la dinámica de resistencia
popular en nuestro país en aquellos años fue que puso en evidencia nuevamente el
fenómeno de la ocupación de empresas por parte de los trabajadores y la lectura
teórica que hay que hacer de ese fenómeno que en el libro está trabajada en
forma abundante y de distintas maneras.
La ocupación de empresas por sus trabajadores puso en evidencia que el
capitalista es innecesario.
No sólo se trata de la ocupación de empresas, de fábricas, sino que hay para
sacar lecturas teóricas de lo que eso representa.
Diría que teóricamente, desde el ángulo de la economía política, el principal
tema de la ocupación de empresas por sus trabajadores es poner en evidencia y
demostrar que el capitalista es innecesario para el desarrollo de la producción.

Es la primera cuestión. Es un tema que uno teóricamente lo trabaja en las clases
universitarias o lo discute en ámbitos de educación popular con organizaciones
sindicales y territoriales, pero que las empresas recuperadas lo pusieron en
evidencia con mucha facilidad. Uno puede ver el Hotel Bauen, que es una de las
empresas analizadas en el libro, que era un hotel emblemático, de alta
categoría, en el corazón céntrico de Buenos Aires y ahora está administrado por
sus trabajadores, funciona y además tiene una función social y popular muy
importante. Es un lugar donde ocurren acontecimientos de todo tipo: reuniones
sindicales, políticas, eventos culturales, lo que pone de manifiesto que
trabajadores que no sabían administrar un hotel de esa jerarquía, ahora lo
hacen.
Obviamente, el ejemplo es válido para pensar cualquiera de las otras empresas
que están analizadas en el libro, la Cerámica Zanón, por ejemplo, que en su
rubro es de las más importantes de América Latina. Ahí también es demostrativo
cómo se hace funcionar a la empresa, lo que genera en el debate de los propios
trabajadores, porque es un desafío más allá de los ingresos que perciban que
puedan gestionar una empresa. Eso supone una cantidad de cuestiones porque son
tareas que tienen que ser asumidas y aprendidas en la práctica de la
autogestión. Los trabajadores no están formados para gestionar la empresa y ese
es el primer desafío.
La primera respuesta que dan los trabajadores en las empresas ocupadas es tratar
de defender el patrimonio, no por amor al patrón, sino para defender la propia
fuente de trabajo. El trabajador es el que cuida la maquinaria, los medios de
producción, parece mentira porque no son propios sino del patrón pero, sin
embargo, se los cuida para que no se deterioren, para que no se afecte su fuente
de trabajo por la que percibe el salario. Por lo tanto, muchas de las
ocupaciones de empresas no fueron pensadas para generar una revolución
productiva o en la gestión.
Todas las conclusiones que saca Mario Hernandez y yo comento, son reflexiones
teóricas sobre un acontecimiento no necesariamente pensado. Aunque hay algunos
lugares donde la militancia y el activo de la fábrica ocupan con la deliberada
intención de gestar un fenómeno alternativo, en la mayoría de los casos no es
así. Empieza como una respuesta defensiva de los trabajadores, pero a partir de
que ocupan la empresa tienen que empezar a desplegar todo el andamiaje de la
gestión y esa sí es una escuela de aprendizaje de autogestión obrera. Me parece
que esto está muy bien trabajado en el texto.
Recién les decía que se aborda de distintas maneras porque hay opinión propia
sobre las experiencias. Segundo, hay entrevistas a los protagonistas en
distintos momentos, incluso crónicas de experiencias, por ejemplo, el caso del
ex Supermercado Tigre en Rosario, donde se cuenta cómo se desarrolló el proceso.
Es muy interesante ver la historia porque cuando se habla de empresas
recuperadas a veces nos quedamos en el presente o en el momento inicial y en
verdad lo que interesa es ver qué pasó en el inicio, cuáles fueron los problemas
y desafíos que se presentaron, cómo se desplegó el proceso de aprendizaje para
gestionar una empresa, incluso para conseguir mercados y aunque esta palabra
suena fuerte no podemos olvidar que estamos en una economía mercantil,
capitalista y esas empresas tienen que comprar insumos, maquinaria, materias
primas, materiales o mantener su empresa de servicios, por ejemplo en el caso
del hotel, y después tienen que vender el servicio.
Yo recién decía que el Bauen estaba en plena actividad, pero los alojamientos
los cobra, puede haber precios diferenciales según sean las delegaciones,
alquila los salones, o sea, la cuestión mercantil subsiste. No son una
experiencia anticapitalista en sí misma porque actúan en el capitalismo,
comercian con su lógica, pero anticipan procesos de autogestión obrera que son
muy interesantes. Por eso digo que realmente el libro es una actualización muy
importante.
Además de sus opiniones y de las entrevistas, también hay artículos de gente que
ha trabajado estos temas, especialmente Eduardo Lucita de Economistas de
Izquierda (EDI), de quien se recoge una reflexión teórica. Con Eduardo
compartimos EDI y otros espacios y sé que no solo ha trabajado teóricamente el
tema sino que se ha vinculado. Su investigación es participativa, no porque
tenga incluida opiniones de los trabajadores, sino por haber protagonizado
muchos de estos emprendimientos. Ha estado muy cerca, especialmente de
Grissinopoli en Chacarita. Por lo tanto, esta combinación de opinión,
entrevistas y artículos hacen el libro de muy fácil lectura, se lee rápido,
fácil, pero tiene mucha teoría en su interior. Creo que este es otro tema a
destacar.
El fracaso del socialismo real deviene de la incapacidad de desarrollar una
gestión alternativa
Los prólogos son muy importantes por lo que representan, por las personalidades
que los escriben. Por un lado, James Petras, un norteamericano que sigue la
coyuntura latinoamericana muy de cerca. Hace poco lo escuchaba en un reportaje
radial y el periodista le preguntaba sorprendido cómo sabía tanto de Argentina.
Petras le contestó con una lógica impecable que no solo existía internet sino
que también tenía sus amigos en nuestro país que habitualmente le enviaban
información y lo entrevistaban. Es importante que un intelectual como James
Petras, periodista también, publicista, que lee la realidad argentina y
latinoamericana actualizadamente, tenga uno de los prólogos del texto.
El otro prólogo es de Vicente Zito Lema que le agrega poesía al texto. Ya no es
solo un prólogo. Así el libro tiene teoría sociológica, política, de economía
política, podríamos decir que transita la antropología social, los temas de la
autogestión obrera, un tema esencial, fundamental.
El fracaso del socialismo real deviene de su incapacidad para gestar una gestión
alternativa. El socialismo en Cuba hoy se discute y se define en la capacidad de
autogestionar un modelo socialista. Lo que está en discusión es si los
trabajadores pueden generalizar al conjunto de la sociedad la autogestión
obrera. También por eso el texto es muy importante.
Algunos creen cuando se trata de empresas recuperadas que se trata de estudiar
casos. Si vos lo mirás como un estudio micro estás estudiando un ejemplo, una
isla de socialismo y es un error. Las islas de socialismo no sirven, no estoy
hablando de Cuba que es una isla-continente que impacta en el mundo entero. Cuba
está aprendiendo mucho del ensayo de Venezuela o Ecuador y de las experiencias
de poder popular que se han desarrollado en nuestra América en los últimos
tiempos, entre ellas las empresas recuperadas que inspiraron el proceso de
expropiación de Sidor en Venezuela.
No es un tema menor, quiero decir esto porque incluso muchas veces hubo cierta
moda académica en la Universidad argentina después del 2001/2 de estudiar las
empresas recuperadas, pero era una moda que remitía a estudiar los casos
particulares, con efectos muy específicos de lo que ocurría en tal o cual lugar,
cómo era la participación, la gestión, pero no se hacían inferencias
teórico-políticas de un proyecto transformador.
Este libro está escrito con ese sentido. Como una propuesta que incide en la
constitución de sujeto, por eso las entrevistas son a los principales
protagonistas y no hay análisis exitistas. Son entrevistas donde se muestran los
problemas, los sueños, los desafíos y las expectativas. Incluso diría sueños
insuficientemente cumplidos porque la presión de las clases dominantes es muy
fuerte.
Si bien hay legislación presentada, convengamos que no es un tiempo legislativo
favorable para las empresas recuperadas, para el proceso de autogestión popular
y, por lo tanto, lo principal que hay que rescatar es este aporte que contribuye
a pensar el tema de la subjetividad y la construcción de sujetos y cuál es el
programa que debe levantar un proyecto emancipador en Argentina, América Latina
y el mundo, porque aquí se mete nada menos que con el tema de la propiedad de
los medios de producción.
Vuelvo a insistir, el elemento más importante es demostrar que los trabajadores
no necesitan de nadie más que de sí mismos para organizar la producción. En todo
caso el desafío, ya que estamos en una Universidad nacional, es pensar cuál es
su papel, ya que no forma profesionales para este tipo de emprendimientos
autogestionarios, sino al profesional clásico para la sociedad capitalista
tradicional que requiere abogados, contadores, ingenieros, incluso ciencias
sociales acordes a la demanda del capitalismo de época, politólogos para
encuestas, sociólogos para determinar la conducta de los consumidores o
administradores para gerenciar empresas, ni siquiera pequeñas, que son las
mayoritarias, sino grandes.
También creo que en un tercer plano, si el primero es el de la subjetividad y el
segundo el programa de la autogestión como un proceso integral, pone el tema
clave de la organización consciente para la emancipación.
A mí me da la impresión, y con esto termino, que es un texto integral que no
solo aborda algunos casos, es de fácil lectura pero con conceptos muy profundos,
que intenta una síntesis teórica de estas expresiones de gestión obrera en
Argentina, pero también da ejemplos de Italia y Grecia, es decir, está mostrando
el impacto que esto tiene en el mundo.
Yo conozco cómo ha impactado en países de América Latina por eso, aunque no
estén tratados en el libro, creo que es un texto que va más allá de un lector
argentino y puede constituirse en un texto clásico para ser visitado, leído y
estudiado por cualquier persona del mundo que quiera conocer la experiencia
argentina de la cual se puede hacer síntesis teórica para pensar cualquier
realidad de América Latina y el mundo.
Mario Hernandez
Muchas gracias, Julio. Muy contento de que hayas presentado el libro
aprovechando que hemos coincidido en estas Jornadas de Pensamiento Crítico. Voy
a agregar algunas cuestiones a lo que dijo Julio e incorporar algunos elementos
que no están en el libro pero tienen que ver con situaciones vividas después de
escribirlo.
En primer lugar, el libro es producto de 12 años de trabajo. Tuvo su primer
momento en Las empresas comunitarias del 2002, libro que compilamos con Enrique
Carpintero de la Editorial Topía, haciendo referencia a Bruckman, Zanón,
Grissinopoli, Río Turbio, que fue la primera empresa renacionalizada en 2001 y
hubo un debate muy importante entre los trabajadores. Allí se realizaron dos
Congresos de trabajadores del carbón y en el segundo, en el cual participé,
debatieron entre la postura del gobierno santacruceño presidido por Néstor
Kirchner que planteaba el desarrollo de la cuenca a partir del turismo y el
cultivo de ajo y los mineros que habían elaborado una propuesta conjuntamente
con la facultad de Ingeniería de la UBA para desarrollar combustible líquido a
partir del carbón. Como siempre recuerdo en mis programas de radio, Greenpace no
participó de esa asamblea, aunque años después ha hecho una campaña en defensa
del medio ambiente contra la decisión tomada por el gobierno provincial de hacer
una central termoeléctrica.
Recuerdo lo que sostenía el representante de los trabajadores, Raúl Wanzo,
interviniendo en el debate sobre control obrero versus cooperativa que se
desarrollaba por aquellos años en las empresas recuperadas, argumentando que la
mina de Río Turbio no podía funcionar sin el apoyo del Estado.
También incorporábamos el caso de la Unión de Trabajadores Desocupados (UTD) de
Gral. Mosconi (Salta), tema sobre el que acabo de exponer en las Jornadas. Se
trata de un movimiento de trabajadores desocupados liderado por ex trabajadores
de YPF, que a diferencia de las demandas de los movimientos de desocupados de la
época, tenía un sesgo productivista, con una oficina técnica donde habían
desarrollado más de 300 proyectos productivos.
Estuve en Mosconi hace dos meses en la primera presentación que hice del libro y
“Hippie” Fernández me mostró en qué etapa estaban del cumplimiento del Plan de
Desarrollo Estratégico a 40 años para la zona que no lo tenemos para nuestro
país. Un mapa desplegable donde van marcando el cumplimiento de las distintas
etapas. Reitero, Argentina no cuenta con un plan así.
Esas experiencias fueron recogidas en 2002 y este libro viene a hacer una
especie de cierre, retoma algunos de los casos como Zanón y Brukman, actualiza
el de la UTD ya que muchos de los esos proyectos del 2002 los han concretado,
por ejemplo, La Universidad en Gral. Vespucio, a 4 km. de Mosconi, donde vivían
los directivos de YPF. Allí han hecho una Universidad Popular con carreras
vinculadas a la producción de la zona, por ejemplo, a la de porotos que los hay
de 10 tipos diferentes y se exportan.
Julio tiene razón. Yo cursaba en Sociales en 2001 y me negué a participar de
cátedras que me invitaron a ser parte de la moda de las empresas recuperadas y
los movimientos de trabajadores desocupados, que eran un negocio vinculado a
proyectos de investigación y nuevas cátedras. Algunos de sus titulares y
docentes han hecho carrera académica a partir de estas experiencias, pero si le
preguntan a algún trabajador quiénes son no los conocen. Se han dedicado a
escribir papers enviando a los alumnos a recabar información pero nunca han
hecho una devolución, salvo excepciones como es el caso de Andrés Ruggeri de
FFyLL. No se han comprometido. Tampoco veo sus firmas apoyando a IMPA que se
encuentra en una situación muy delicada y están impulsando una Ley de
expropiación en la Legislatura de la CABA.
También quiero agregar a lo que aportó Julio sobre el fracaso del socialismo
real y al tema de la autogestión obrera en esos países.
En Cuba nunca se aplicó la autogestión obrera
Estuve en julio en Joao Pessoa, Brasil, en un Encuentro de fábricas recuperadas.
La actividad se cerró con la participación de un sociólogo cubano que forma
parte de un equipo de seguimiento de las reformas económicas aplicadas
actualmente en Cuba. Se me ocurrió hacerle una pregunta con mucho cuidado porque
muchas veces ciertas preguntas incomodan. Me pasó en 1994 visitando Cuba. Le
pregunté si él consideraba que en Cuba se aplicaba o se había aplicado la
autogestión obrera en el sentido planteado por Marx que la liberación de los
trabajadores será obra de ellos mismos. Había 300 personas y se hizo un silencio
que hacía audible el vuelo de una mosca pero, para mi sorpresa, el compañero
cubano me contestó que nunca en Cuba se aplicó la autogestión obrera, que era
una deuda de la revolución, que existían mecanismos de participación de los
trabajadores pero no en un sentido autogestivo. Ernesto González, de la Gráfica
Chilavert de Pompeya me dijo: Esto lo llevo en mis oídos como Perón porque no
creo que lo vuelva a escuchar en mi vida.
Esto lo cuento para abonar el planteo de Julio. Al terminar la charla el
compañero cubano se acercó y me pidió el libro que todavía no había sido
impreso. Se lo envié en PDF, lo leyó y me envió un mail diciéndome que era muy
importante para la discusión en Cuba, invitándome a unas jornadas a las que
lamentablemente no pude concurrir.
¿Por qué prologan el libro James Petras y Vicente Zito Lema?
Vicente porque está desarrollando un proyecto muy importante en IMPA, la
Universidad de los Trabajadores. Tiene el antecedente de haber sido el primer
Director Académico de la Universidad Popular de las Madres, cargo que ocupa
actualmente en esta nueva experiencia. Este año comenzó a funcionar con cuatro
Profesorados y ya se encuentra abierta la inscripción para el 2014. Considero a
Vicente Zito Lema estrechamente vinculado a la autogestión, parafraseando a
Gramsci podríamos decir que es un intelectual orgánico de las fábricas
recuperadas.
Lo mismo pasa con James Petras. Pocas veces comento su visita a Zanón en 2003
invitado por los ceramistas, participando de asambleas y charlas con los
trabajadores. Unas horas antes de regresar se reunió con los referentes para
felicitarlos porque eran un ejemplo para el mundo, pero corrían el riesgo de
fundirse a corto plazo. Les recordó que desarrollaban su actividad en el marco
de una sociedad capitalista y si no vendían al nivel requerido para mantener la
fábrica y pagar el salario de sus obreros, iban a tener que cerrar. Los
trabajadores le explicaron que tenían dificultades para facturar. Petras les
sugirió que hablaran con Hebe de Bonafini para hacerlo a través de la Fundación
de Madres. Así lo hicieron y durante algunos años resolvieron el problema de esa
forma.
Petras fue uno de los primeros intelectuales que se vinculó a los movimientos de
desocupados en Argentina. Recuerdo que en abril del 2001 participamos de una
asamblea en Solano con los movimientos de la zona sur organizados en la Aníbal
Verón. Invitamos a varios intelectuales argentinos para acompañarlo en la
conferencia y debate posterior. No vino nadie, con la excepción de Beba Balvé,
hoy fallecida y por aquel entonces directora del CICSO. No los voy a nombrar
porque no viene al caso, pero les aseguro que invitamos por lo menos 10
intelectuales y dirigentes políticos de la izquierda, es más, había muchos que
estaban en contra de ir argumentando que eran movimientos integrados por
lúmpenes. Petras fue uno de los primeros en el mundo que teorizó sobre los
movimientos de trabajadores desocupados en Argentina. Hemos editado libros y
revistas que dan testimonio.
Esa es la razón de los prólogos. Algo más, en 2001, presentando el primer número
de la revista La Maza, un reconocido intelectual argentino recientemente
fallecido, se enojó porque había puesto a dos intelectuales extranjeros, James
Petras y Henry Veltmeyer, como directores honorarios de una revista argentina.
Le contesté: “Porque ellos fueron a Solano y vos no”.
Para ir cerrando. Julio hizo mención al papel referente del movimiento argentino
a nivel internacional. Para mí fue una sorpresa en Joao Pessoa, y eso que habían
concurrido delegaciones como la venezolana que incluye mucha más cantidad de
fábricas, sin embargo, los compañeros venezolanos presentes buscaban en todo
momento empaparse de nuestra experiencia. En un reportaje que les hice me
decían: “aprendimos y aprendemos del movimiento de recuperación de fábricas en
Argentina”. Recordemos que Hugo Chávez le hizo una larga entrevista al “Vasco”
Murúa del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas (MNER) en “Aló Presidente”
y luego fue asesor en la recuperación de una importante empresa en Venezuela.
También Chávez ayudó financieramente a empresas recuperadas por sus trabajadores
uruguayas y brasileñas.
El domingo pasado leí en Página 12 que el presidente Mujica hizo un asado de
cordero en su chacra e invitó a almorzar a un grupo de compañeros de empresas
recuperadas argentinas que asistían a un Congreso en Montevideo. También
participó la esposa de Mujica, la senadora Lucía Topolansky, manifestando ambos
el interés por conocer la experiencia argentina. El 30% de las ganancias del
Banco de la República, que sería nuestro Banco Nación, se destinan a este tipo
de emprendimientos. Acompañando a una delegación de políticos haitianos en
Montevideo, tuve la oportunidad de conversar con una vieja amiga uruguaya que me
contó que a su esposo lo habían despedido de una fábrica y junto a otros 25
compañeros habían organizado una cooperativa para instalar una fábrica de
fideos. Ellos habían recibido estos créditos blandos. Me decía que el problema
con esta conquista, como muchas otras de los sectores populares en nuestro país,
es que está pegada con plasticola porque no son leyes sino decretos o
resoluciones del Ejecutivo y entonces cuando no gobierne Mujica vaya a saber qué
pasa. Por eso la pelea tiene que ser para que se voten leyes como está
intentando IMPA en la Legislatura porteña o el Bauen a nivel nacional.
Otro tema importante es la educación popular, los “bachis”, los bachilleratos
populares para adultos que se han desarrollado a partir de las fábricas
recuperadas y los movimientos de trabajadores desocupados. En la Ciudad de
Buenos Aires y el conurbano bonaerense son aproximadamente 80, muchos de ellos
otorgan títulos oficiales y el Ministerio de Educación les reconoce el salario
docente. Han nacido a partir de las necesidades de los propios movimientos, de
la formación de sus propios miembros y sus hijos de terminar la escuela
secundaria, pero hoy se han transformado en mucho más como una actividad que se
extiende a la comunidad, a las barriadas populares. Yo soy docente de Ciencias
Sociales en el Bachillerato Popular “Darío Santillán” del barrio de Barracas en
la CABA. La existencia de ese bachillerato es una necesidad de la población de
la Villa 21-24 porque en la zona hay pocas escuelas secundarias. El Estado no
cumple con su obligación de brindar educación secundaria a pesar que es
obligatoria y el cobro de muchos subsidios exige la escolarización secundaria,
pero no hay infraestructura ni docentes. Al comenzar el año me sorprendió que
hubiera una lista de espera. Tenemos una limitación edilicia porque el bachi
funciona en un local del FPDS o en IMPA, que tiene 300 estudiantes, funciona en
la fábrica. ¿Por qué fueron incorporadas estas experiencias al libro? Porque
entiendo que son parte del movimiento de autogestión obrera en Argentina.
También aparecen las experiencias de la UTD de Gral. Mosconi y el Movimiento de
Trabajadores y Desocupados (MTD) que dirige Emerenciano Sena en el Chaco. Estuve
en Resistencia presentando el libro y me asombró gratamente el grado de
desarrollo de este movimiento que nuclea 16.000 cooperativistas orgullosos de
pertenecer a él. A los compañeros del MTD se los reconoce porque siempre portan
una gorra, una remera o buzo que los identifica. Además organizaron una
presentación que me hizo sentir un artista de Hollywood, me pedían autógrafos,
se sacaban fotos conmigo. Me llamó el dueño de la librería donde se hizo, que
tiene una cadena de 22 en todo el noreste argentino y Paraguay, para felicitarme
y disculparse por no haber concurrido ya que se estaba yendo a Barcelona. Me
decía que nunca les había pasado algo parecido en la presentación de un libro.
Ese día llovió y como la presentación se iba a hacer en la terraza, tuvieron que
armar un pequeño escenario en el entrepiso para 50/60 personas. Como la librería
es una vieja casona, el resto de los asistentes se acomodó en la planta baja
pero cuando salí veo otras 100 personas en la calle, en la vereda, en el medio
de la lluvia, donde habían sacado un parlante para que la gente pudiera escuchar
las intervenciones. Le contesté que el mérito había sido del MTD y Emerenciano
pero me replicó: sí, pero el libro lo escribió Ud. y corresponde que lo
felicite. Además de la importancia que le dieron al libro los compañeros del MTD
al incorporarlo como lectura y discusión obligatoria en sus bachilleratos. Para
mí fue el mejor homenaje. Creo que con esto completo la intervención de Julio.
Julio Gambina
Aprovecho para invitarlos a las 15:00 a la presentación de un libro mío. Va a
ser muy cortita porque estará presente José Luis Rodríguez, quien fue durante 16
años Ministro de Economía de Cuba y vamos a pedirle que hable de los cambios en
la economía cubana. No se lo pierdan, la presentación de mi libro es casi una
excusa.
Preguntas e intervenciones del público
P: Mi conocimiento del tema es solo por algunas lecturas, podría decir teórico.
Sobre la isla de socialismo hay un videíto de Chávez bastante pedagógico donde
muestra que aunque generemos una linda isla socialista el mar capitalista se la
come. Si articulamos cómo pensar la comercialización en una empresa recuperada y
cómo empezamos a contagiar lógicas, es muy interesante cómo se cruza lo
educativo con la gestión por parte de los trabajadores. Tomaba esto de Meszáros,
que a su vez lo hace de Marx, y plantea la necesidad de la autogestión de los
productores libremente asociados cruzada por la educación de los iguales.
También fue sustento de muchas leyes en Venezuela, aunque la implementación no
ha funcionado y actualmente está en proceso de transformación. Autogestión no
solo de los trabajadores sino también de la comunidad organizada. Sería el cruce
de los bachilleratos con alguna de estas experiencias. Porque no son solo los
trabajadores de la empresa, sino articulando con otras organizaciones y
movimientos. Me parece que siempre fue así. Si hay una empresa que produce
agroquímicos y la recuperan sus trabajadores y los siguen produciendo, cómo
pensar una tensión en el mercado capitalista
También plantea que hay que repensar la idea de eficiencia que no tiene que ver
solo con la productividad sino también con la formación de los sujetos, por
ejemplo, trabajar cinco horas diarias y dos horas de formación en distintas
cuestiones y entender a éstas últimas como parte de la misma eficiencia y
productividad del sistema.
¿Cómo ven la ley que salió en Bolivia de empresa que quiebra el Estado la
expropiará para que sea administrada por sus trabajadores?
MH: Yo leí los titulares pero no la conozco. Julio estuvo recientemente en
Bolivia y tal vez nos pueda comentar algo.
JG: Creo que son planteos más que interesantes a partir de los cuales se puede
armar todo un programa de transformaciones. Lo bueno que tiene Argentina, y está
planteado en el libro, es que el proceso es de abajo. Si Zanón resolvió con la
factura de Madres fue parte de la creatividad, surgió de abajo, de movimiento
popular a movimiento popular. En Venezuela es una experiencia de arriba hacia
abajo. Lo digo rápido pero hay que explicar mucho. Les doy un ejemplo, el
conflicto de Paraná Metal, la empresa autopartista de Villa Constitución que
producía blocks de motores para Brasil. Yo trabajé con los compañeros de la UOM
de Villa y en acuerdo con el INTI les propusimos a los 900 trabajadores ocupar
la fábrica, formar una cooperativa y transformarla porque se trata de una
fundición que puede hacer, por ejemplo, matrices para juguetes, por decir algo.
Los trabajadores no quisieron porque preferían que un patrón se haga cargo de la
empresa y pagara los salarios.
No hay que idealizar a los trabajadores. Los que protagonizan estas experiencias
es porque han desarrollado una conciencia de que quieren algo distinto, que
puede resultar o no y no tiene que ver con las corrientes políticas. Por eso, tu
pregunta es muy interesante para pensarla, para trabajarla. Aunque en Venezuela
tengamos un Estado con voluntad de ir hacia el socialismo, si los trabajadores
no lo quieren hacer, lo que define es la conciencia obrera para prefigurar una
sociedad distinta. Si no hay esa voluntad autogestiva por más que venga un plan
no pasa nada.
El plan que mencionaba Mario tiene sentido porque lo elaboran ellos mismos. Si
se dibuja en la facultad, o en el municipio o en el gobierno provincial o
nacional, lo más probable es que fracase. En qué terminó el caso de Villa
Constitución. Despidieron a 700 trabajadores que cobraron la indemnización y
esos compañeros prefirieron hacerlo y buscar laburo por otro lado que animarse a
ensayar una experiencia que significaba una reinserción productiva, una
reingeniería del proceso productivo.
Los compañeros de Funsa, una fábrica de cubiertas uruguaya, también ocuparon y
no quieren trabajar con caucho porque contamina, pero al principio tenés que
arrancar por donde puedas. Eso pasa en Cuba o en Bolivia, por ejemplo, cuando
les preguntás a los cubanos por qué desarrollan los transgénicos, te contestan
porque tenemos que comer.
Hay que discutir porque son temas teóricos profundos. Lo ideal unido a la
práctica. Había una vieja canción de Horacio Guaraní sobre el obrero que era una
loa esencialista. Hay obreros fascistas, de derecha, que le pegan a la mujer, a
sus hijos, borrachos, son seres humanos que tienen que constituirse en sujetos
para llevar adelante procesos de esta naturaleza.
MH: En Brasil han hecho un trabajo estadístico muy importante y han llegado a la
conclusión que la mayoría de los trabajadores de empresas recuperadas prefieren
trabajar bajo un patrón.
JG: Porque hay una cultura del salario.
P: Además, muchas de esas experiencias se dan porque quebró la empresa y el
patrón se fue.
MH: En el último reportaje que le hice al “Vasco” Murúa me contó que en IMPA
ganan $ 12.000 por mes, pero estuvo recorriendo por el interior de la provincia
de Buenos Aires y la mayoría de las empresas recuperadas están en dificultades.
Coincido con Murúa cuando dice que si una empresa cierra el trabajador argentino
tiene incorporada a su conciencia que se puede recuperar y hacerla producir. En
realidad, para Murúa, este es el saldo más importante de este movimiento.
Sobre lo que planteás de Meszáros no siempre es parte del debate porque en
general son empresas de ramas que están muy en crisis, inclusive hay debates
entre ellos. Silvia Díaz de FACTA y de La Cacerola planteaba que había que tener
cuidado de no transformarse en funcionales al capitalismo, porque se hacían
cargo de las empresas en crisis. Eso es muy característico entre las gráficas.
Estaba hablando con Ernesto González de Chilavert y me decía que hay 35 gráficas
recuperadas porque ha sido una de las industrias más golpeadas por la crisis. En
muchos casos las empresas se las han entregado los patrones por deudas
salariales, de jubilaciones, obra social, etc., a los trabajadores.
P: Se terminan ocupando de una producción que tiene baja rentabilidad.
MH: Por eso la mayoría tiene dificultades. Es lo que me decía Murúa el viernes
pasado. Ahora en IMPA estamos bien, por momentos estuvimos muy mal, pero en el
interior de la provincia de Buenos Aires estamos muy complicados. Lo que
nosotros hicimos muy bien fue ocupar y poner a producir las empresas, pero no
hemos desarrollado política, por ejemplo, lo que les conté sobre el Banco de la
República uruguayo en Argentina no existe. Murúa me decía: ‘Nos tenemos que
hacer una autocrítica porque no hemos tenido la fuerza para impulsar este tipo
de iniciativas’. No han podido sacar una Ley nacional de expropiación de
empresas recuperadas. Esas son algunas de las dificultades que enfrentan.
Zanón es una de las fábricas más avanzadas tecnológicamente en su rubro en
América Latina, no solo en nuestro país, una fábrica de porcellanato totalmente
automatizada que necesita renovar su maquinaria y no tiene acceso a créditos
porque la ley que la declara de interés provincial y sujeta a expropiación no se
ha reglamentado. El gobernador no ha publicado el decreto correspondiente que
permita ponerla en práctica. Por lo tanto, no recibe ninguno de los subsidios
que venían recibiendo, por ejemplo, los grandes bancos hasta hace un año, en
cambio Zanón tiene que trabajar con capital propio.
P: Yo estuve en Mendoza en una zona donde se dio un proceso de desalojo y
relocalización de la población por la construcción de una represa. En ese lugar
había un hotel recuperado manejado en un 50% de su capacidad. La mayoría de la
población estaba vinculada laboralmente al hotel y escuchando pensaba la gestión
del trabajo vinculada al territorio. El Estado los saca por la fuerza, quedan al
margen de un turismo básico y toda la gente quedó vendiendo pan y empanadas
caseras. Ahora al hotel lo van a activar con otra categoría.
MH: Lo territorial se da más en el caso de los movimientos de trabajadores
desocupados que en las fábricas recuperadas. Aquéllos están más vinculados al
territorio y los emprendimientos productivos. En el caso de la UTD de Mosconi es
clarísimo.
En el Chaco, al entrar a Resistencia, ves un parripollo en cada esquina. Todos
esos emprendimientos pertenecen al MTD. En Chaco se dio la particularidad de
movimientos sociales muy fuertes que sufrieron una persecución también fuerte
durante la gobernación de Rosas, quien fuera presidente de la UCR. Entonces,
muchos trabajadores han buscado protección en los movimientos. Recién
Capitanich, los convoca muy hábilmente previo a asumir la gobernación para ver
cuáles eran sus demandas. Le presentan doce y el gobernador electo las acepta,
pero le agregan una que fue nombrar un representante de los movimientos en el
gobierno que articule la relación entre los movimientos y el gobierno
provincial.
Ahí han logrado un modus operandi donde en el pasado incluso hubo
enfrentamientos armados. Me llevaron a conocer un proyecto donde crían peces
para pesca y construyen viviendas para recreación en un lugar muy bonito a 30
kms. de Resistencia, por donde pasa un arroyo, con huerta orgánica, crianza de
chivos, un emprendimiento agrícola ganadero muy importante. Esa tierra la
tomaron a los tiros al jefe de seguridad del ex gobernador. Hoy ha cambiado la
relación entre el gobierno y los movimientos sociales.
P: ¿Las tierras fueron ocupadas para vivir y producir?
MH: Para producir, para desarrollar un emprendimiento. Actualmente vive un
sereno y está en desarrollo. En el camino me mostraron las huertas que proveen
de verduras y hortalizas a las grandes cadenas de supermercados. No son
extensiones muy grandes. Se hace una producción intensiva de zapallos, lechuga,
etc. Al vivero que tiene la UTD de Mosconi y a la huerta orgánica les saqué
fotos para mi señora que es fanática de esas cosas diciéndole: dificulto que
vayas a ver algo igual. Unas plantas de acelga grandísimas, sin transgénicos.
P: ¿Las tierras ocupadas eran fiscales?
MH: No, eran tierras en disputa. Viene un tipo y dice yo soy el dueño y pone un
alambrado y ¿dónde están los títulos? No hay títulos ni un carajo. Entonces, vos
sos tan dueño como yo. Es lo que pasa con el avance de la frontera agropecuaria
despojando a los pueblos originarios. Viene un tipo y dice esta tierra me la
dieron en 1700 y se arman unos quilombos bárbaros. Lo que les cuento fue
parecido y lo resolvieron a los tiros. Les agradezco mucho.

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Rebelión
http://rebelion.org/noticia.php?id=178471
21/12/2013

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