terça-feira, 11 de fevereiro de 2014

"El control obrero" na revolução bolivariana

Cruce de caminos: la revolución bolivariana en peligro

Entrevista a Carlos Carcione de Marea Socialista de Venezuela

Por Tomás Callegari y Martín Mosquera

Entrevista realizada el 23 de enero de 2014

Marea Socialista de Venezuela, corriente anticapitalista dentro del PSUV
(Partido Socialista Unido de Venezuela), es posiblemente la corriente marxista
revolucionaria con mayor inserción en el proceso bolivariano. Fuertemente
implicada en el movimiento sindical, y con una buena presencia en la juventud,
esta corriente ha sabido intervenir con protagonismo al interior de la
revolución bolivariana, apostando por radicalizar el proceso político en un
sentido decididamente anticapitalista, en tensión con los sectores burocráticos
y vacilantes al interior del mismo chavismo. Marea Socialista es, a su vez,
observador permanente de la IV Internacional. Conversamos a continuación con
Carlos Carcione, uno de sus principales referentes.

En sus documentos más recientes, Marea Socialista se ha pronunciado explícita y
enfáticamente señalando la necesidad y urgencia de un golpe de timón en el
gobierno de Maduro que re-afirme el sentido revolucionario del proceso
bolivariano, frente a la constante amenaza de los sectores reaccionarios y
burocráticos a su interior. ¿Cómo caracterizan el nivel de politización y
radicalización de las masas (tanto por sectores como de conjunto) en la fase
actual del proceso bolivariano? ¿Cuál es el nivel de verticalización del
movimiento de masas y cuán efectiva es su utilización por parte de los sectores
más regresivos del gobierno para contener la lucha por mayores conquistas? En
ese sentido, ¿qué elementos reales hay presentes hoy en día en los sectores
populares para tener expectativas en que puedan oficiar como factor de presión
para forzar el proceso en el sentido que ustedes señalan en sus documentos?

Carlos Carcione: La ausencia física del Comandante Chávez en el escenario
político venezolano y me animaría a decir continental, tiene un impacto todavía
difícil de evaluar con precisión. Y ese impacto golpea en primer lugar al Pueblo
Bolivariano, el motor del proceso abierto en 1989. Sin embargo que lo haya
golpeado no quiere decir que ese pueblo esté desmoralizado, al menos por ahora,
aunque si hay confusión.

En ese marco nosotros y muchos otros camaradas, venimos insistiendo en la
necesidad de defender el Legado revolucionario de Chávez: La defensa de la
participación democrática del pueblo que vive de su trabajo. Las conquistas
políticas, sociales y económicas de la Revolución Democrática Bolivariana. La
defensa de un rumbo de independencia nacional y de transición al socialismo. El
llamado a desmontar el Estado Burgués y la lógica del Capital, etcétera.

El reclamo al presidente Maduro para que aplique un Golpe de Timón tiene dos
sentidos. En primer lugar hace referencia al último discurso de Chávez, el 8 de
diciembre de 2012, donde el Comandante, frente a la gravedad de su situación
personal, da una especie de testamento político que va más allá de la propia
designación de Nicolás Maduro como sucesor, designación que ciertamente es
condicionada a “gobernar siempre con el pueblo y obedeciendo al pueblo”. En ese
discurso hace una crítica y autocrítica de su gobierno y señala parte de las
cuestiones pendientes como por ejemplo la parálisis de la construcción de las
Comunas como nueva forma de poder popular contra la estructura del Estado
Burgués. Al mismo tiempo que defiende la crítica como derecho de los
revolucionarios.
En segundo término, el concepto Golpe de Timón significa para nosotros la
necesidad de un cambio de rumbo, esto que ya veníamos debatiendo con Chávez,
significa que creemos que se está llevando por parte del gobierno, incluido
Maduro, un rumbo equivocado y contrario al que nos llevaría a la transición. Y
que, por ingenuidad, parálisis o complicidad se están aplicando o permitiendo la
aplicación de contrarreformas que apuntan al desmantelamiento de las conquistas
del Proceso Bolivariano. Los últimos anuncios sobre el sistema cambiario,
profundizan peligrosamente ese rumbo equivocado.

Aclarado esto, en relación a sus preguntas concretas puedo decirle que:

a) El proceso de politización del pueblo bolivariano es muy alto. Hay
experiencias acumuladas en estos 15 años que por un lado polarizaron a la
sociedad, y por otro politizaron positivamente a lo que se conoce como chavismo.
Hay una conciencia anticapitalista difusa pero conciencia al fin, lo mismo que
son millones los que hablan de socialismo, también de manera imprecisa, claro,
pero esto pudo verse en la reacción frente a las medidas de emergencia de
noviembre pasado. Se asoció inmediatamente usura con capitalismo. De todas
maneras se puede decir que en el movimiento obrero y el movimiento popular o
comunitario este proceso está más arraigado, mientras que la debilidad principal
está entre la juventud, sobre todo estudiantes universitarios, nosotros
esperamos que esta debilidad sea coyuntural.

b) Las luchas realmente existentes hoy son para defender conquistas de la
revolución que están siendo atacadas. En primer lugar entre los trabajadores,
pero en general los sectores populares. En ese sentido, la verticalidad que
usted menciona no funciona eficientemente para impedir esas luchas, aunque es
cierto que la propia central sindical se ha asignado para sí el papel de
apagafuegos del gobierno. Pero el escenario que tenemos es, entonces, el inicio
que tiende a extenderse, de reclamos y luchas de trabajadores y de otros
sectores que aunque quedan separadas por el papel de la Central, es posible que
se ganen, abriendo un tiempo de maduración del movimiento de masas y de sus
sectores más activos y los elementos más destacados. La fundación de la
Federación de Trabajadores Automotrices realizada recientemente es un ejemplo de
este proceso.

c) Le voy a dar un ejemplo. Al principio del año 2008, parecía que había un
proceso de desmoralización o alejamiento del Proceso, el síntoma era la derrota
electoral de diciembre del 2007 en el plebiscito para reformar la Constitución.
Sin embargo una lucha obrera por el contrato colectivo, la de los trabajadores
de SIDOR, cuya propietaria era la multinacional con sede en Argentina Techint,
enfrentó al propio gobierno de Chávez, que en la persona de su ministro de
Trabajo, ordenó reprimir el conflicto, llegando a enviar a la Guardia Nacional.
La absoluta mayoría de esos trabajadores eran y son chavistas o como ellos
mismos se definen revolucionarios, y en 2013 votaron por Maduro y sostienen su
gobierno, pero en ese momento no aceptaron la política de apoyo a la empresa que
tenía el gobierno. Y para cumplir el objetivo de su lucha, el contrato
colectivo, lo obligaron a nacionalizar la siderúrgica, esa fue la primera
nacionalización en caliente, fuera de programa, que Chávez tuvo que realizar.

Hoy la situación también parece de desmoralización, para nosotros sin embargo es
más de confusión y hasta de enojo por los pasos contradictorios que percibe el
pueblo que da el gobierno. Un día Maduro monta negociaciones con las cámaras
empresarias y al mes siguiente, interviene con fuerzas militares y civiles
cadenas comerciales y empresas productoras para bajar los precios especulativos.
Ahora una nueva devaluación encubierta. En ese sentido nosotros creemos que la
presión que el humor social ejerció en la calle desde mayo a octubre pasado, fue
fundamental para que el gobierno aplicara las medidas de emergencia que viraron
el clima social y facilitaron el triunfo electoral el 8 de diciembre. Hasta
ahora, que ese humor empieza a parecerse al de antes de las medidas, justamente
porque las acciones progresivas del gobierno se detuvieron y eso se siente en el
nivel de vida. Y porque las nuevas medidas que se están anunciando van en contra
del pueblo que vive de su trabajo. Nosotros confiamos en que la acumulación de
experiencia, la voluntad y los avances conquistados, casi todos con lucha, se
van a expresar en movimiento y por esa vía en presión para corregir. Y, de no
corregirse este rumbo equivocado, creemos que la lucha “reivindicativa” se
transformará en lucha política.

En su último documento “El proceso bolivariano sin Chávez: 2013 año de
incertidumbres, 2014 año de definiciones”, Uds. describen el “cruce de caminos”
en el que se encuentra la revolución bolivariana, entre las posibilidades de
radicalizar el proceso hacia una transición efectiva al socialismo o una
regresión hacia formas clásicas del nacionalismo burgués latinoamericano.
¿Podría describir brevemente los rasgos generales de esta situación?

CC: Efectivamente nosotros planteamos una situación de cruce de caminos. Y las
alternativas que vemos son: si no se avanza hacia medidas anticapitalistas y la
transición al socialismo, es decir de la revolución democrática a la revolución
económica y social y con esto señalamos una dinámica no los tiempos de un
proceso, lo que nos espera al final de la otra bifurcación del camino es la
consumación de las contrarreformas que lleva a un modelo neoliberal, ya sea de
manera abierta o encubierta. Es decir, que la alternativa al cambio de rumbo y
la profundización de la Revolución Bolivariana es la que lleva a una dependencia
cada vez más acentuada del modelo extractivista petrolero, rentístico, que es
absolutamente dependiente. Podemos estar equivocados o haberlo expresado mal en
nuestro documento, y aunque no podemos pronosticar qué tipo de régimen político
surgirá de esta tendencia de la realidad y de los choques que se producirán, no
vemos ningún horizonte de nacionalismo burgués.

Entonces, brevemente: Al ser 2014 y podríamos decir hasta mediados de 2015 un
año sin elecciones a la vista, sin la distorsión que provocan las elecciones, y
en el que la crisis no se ha resuelto sino que se agrava, vemos que chocarán y
ya lo están haciendo, las fuerzas sociales que expresan ambas tendencias. Que
estos choques profundizaran las definiciones de los sectores políticos. Tanto
los del proceso, como de la oposición. Vemos que puede ocurrir un rediseño en
los mapas políticos, de los que hoy son la oposición de derecha, como de las
fuerzas que se reivindican del proceso. Y, ya hay síntomas de una tendencia al
reagrupamiento de los sectores radicales del Proceso Bolivariano.

Claro que aún son síntomas, no hechos, pero vemos esa dinámica. Sólo un giro
copernicano en el PSUV, cuyo Congreso Ordinario fue convocado para el 26, 27 y
28 de julio próximo, un giro que lo democratice, clarifique el programa en los
objetivos anticapitalistas, y lo saque de la situación de apéndice
administrativo del gobierno, sólo así puede contener en su interior a la
izquierda del proceso.

Es sabido que el caso del proceso bolivariano ha dado lugar a numerosos
posicionamientos al interior de la izquierda revolucionaria. Podríamos
clasificarlos esquemáticamente en tres: 1) uno acrítico que idealiza
románticamente el proceso y su dirección; 2) uno que interviene en él desde una
perspectiva de apoyo crítico para radicalizar sus núcleos progresivos; 3) uno
que busca embestir frontalmente contra su dirección por no ver en él ningún
elemento revolucionario. ¿Cómo evalúan ustedes, en términos tanto políticos como
organizativos, la experiencia de Marea Socialista de construcción al interior
del proceso bolivariano desde una perspectiva de apoyo crítico a su dirección?
¿Consideran que este posicionamiento ha redundado en mejores condiciones para
interpelar al grueso de los sectores populares? ¿Cómo son percibidos los
posicionamientos más sectarios o anti-chavistas al interior del movimiento
popular, y cuáles son sus posibilidades de diálogo con éste? ¿Cómo son
percibidos estos posicionamientos más específicamente dentro del movimiento
obrero?

CC: Marea Socialista es una corriente orgánica del Proceso Bolivariano, no entra
a él desde fuera. Proceso, que es bueno aclarar, es muy diverso y plural desde
el punto de vista de las corrientes de pensamiento y acción que actúan en él,
por eso es que no hay un partido único. Ni Chávez, con toda su enorme autoridad
política, pudo reunir en una sola organización a todo ese pensamiento y cultura.
El PSUV que nacía con la aspiración de ser el Partido Único, es el Partido
Socialista Unido, el más grande por lejos de los partidos del Proceso, pero sólo
uno de ellos.

La mayoría de los principales dirigentes de Marea y muchos de sus cuadros,
tienen años de lucha social y política. Incluso desde antes del gobierno de
Chávez. Algunos de ellos son luchadores obreros de larga trayectoria y tradición
que hicieron sus primeras armas como jóvenes dirigentes en las grandes huelgas
de los 70, otros más nuevos cargan con el aprendizaje de haber participado del
Caracazo y del proceso político y de luchas que abrió ese estallido. Otros
hicieron parte de su experiencia en alguna de las organizaciones armadas. Todos
ellos, junto a los más jóvenes, participaron activamente del lado de la defensa
del proceso durante el Golpe de Abril y el Sabotaje Petrolero. Incluso los
cuadros más jóvenes todavía, los que tienen conciencia política sólo desde el
gobierno de Chávez, se están haciendo en luchas sociales y políticas como parte
de ese pueblo, sin dejar de razonar de manera crítica.

Es decir: somos parte de varias décadas de luchas de trabajadores, populares y
hasta estudiantiles y de construcciones políticas revolucionarias, distintas,
que desembocaron en lo que tomó el nombre de Proceso Bolivariano y que fue
indiscutiblemente conducido por Chávez, y no renunciamos a ser parte de la
experiencia de ese pueblo. Más allá de las diferencias políticas, las críticas,
las propuestas alternativas y los debates con la máxima dirección del proceso,
que nunca dejamos de plantear. Por ejemplo, como corriente interna del PSUV,
editamos nuestro periódico, aunque el partido no tiene en este momento uno
oficial. Es decir nunca dejamos de ordenarnos de acuerdo a nuestras propias
ideas y debates, a nuestra visión de la realidad y del socialismo por el que
debemos luchar, interactuando e interpelando como dice usted, al conjunto del
Pueblo Bolivariano, al menos hasta donde nos dan nuestras fuerzas, pero también
aprendiendo en una relación de ida y vuelta con ese pueblo y su sector más
activo, radical y rebelde.

El problema para dialogar con ese pueblo lo tienen aquellos que se plantearon
una ruptura radical, no sólo con el partido de Chávez lo que podría haber sido
legítimo, sino y esto es lo grave, con el Proceso de conjunto. Ellos perdieron
la posibilidad de interpelar, dialogar, influir y organizar a un importante
sector de luchadores (y son decenas de miles) que aprendieron a creer en la
lucha por el socialismo, un socialismo todavía en construcción en sus cabezas,
es verdad. Pero del cual entienden la esencia, es decir que es, en primera
instancia, lucha contra el imperialismo, los capitalistas y la lógica del
capital, a lo que van sumando lentamente la lucha contra la burocracia del
Estado.

Esta actitud, esta identidad, esta conciencia de pertenencia al Proceso, le
permitió a Marea Socialista, avances en el terreno organizativo y político. Hoy
estamos extendidos a nivel nacional, pasamos de ser una corriente de dirigentes
sindicales a ser una corriente política que creció en relación a su sector
sindical e integró también sectores comunitarios y sectores de la juventud que
estudia. Y al mismo tiempo, nuestras propuestas han ido ganando en respeto e
influencia, además de que fueron mejorando, es decir, haciéndose más “reales”
por esa relación de dialogo, de ida y vuelta que le señalaba antes. Y esto
ocurre en el movimiento de masas como en otros importantes sectores como
profesionales, intelectuales comprometidos y críticos, etcétera. Hoy podemos
decir que desde el punto de vista político Marea Socialista se ha hecho de una
personalidad y desde el punto de vista organizativo nos hemos consolidado como
corriente, hemos crecido en número y somos más fuertes también en la
construcción y formación de nuestros cuadros, todo esto, por supuesto, entendido
en términos relativos.

Mientras que los sectores de izquierda que rompieron con el Proceso o aquellos
que nunca lo entendieron, son vistos políticamente como parte de la oposición de
derecha. O en el mejor de los casos no son tenidos en cuenta. Por ejemplo, la
candidatura presidencial de izquierda alternativa a Chávez que se presentó en
Octubre de 2012, sacó el 0,02 % de los votos. Y no se volvió a presentar en las
presidenciales de Abril de 2013. Y dentro del movimiento obrero donde hay
algunos dirigentes sindicales de este sector que son reconocidos, actúan sólo
sindicalmente y liberan a sus representados a que tomen sus propias decisiones
políticas. Para sobrevivir, están atrapados en una desviación sindicalera,
dándose la paradoja de que son sectarios en relación al Proceso y oportunistas
en relación a su práctica de lucha. Ojalá reflexionen y cambien.

Probablemente el fenómeno más rico de la experiencia bolivariana ha sido el
proceso de empoderamiento y organización popular que se suscitó durante todos
estos años. Al respecto, ¿cómo están actualmente las experiencias de control
obrero (en Sidor, por ejemplo) o de autogestión popular en los barrios, como los
consejos comunales? ¿Qué realidad y perspectiva tiene la consigna del Estado
Comunal?

CC: Efectivamente es una, aunque solo una, de las expresiones importantes del
Proceso. Me voy a detener en el caso del Control Obrero, que es el que más
conozco.

La zona de Guayana puede ser considerada el laboratorio de esta experiencia, que
se desarrolló en menor medida en otros sectores. Sidor, claro, pero el conjunto
de Industrias Básicas. Allí desde mayo del 2009 hasta junio, julio de 2012 se
vivió una experiencia que estuvo cruzada por fuertes turbulencias y conflictos
entre los sectores que defienden el Control Obrero y la burocracia estatal y
sindical que no quiere perder el privilegio enorme que se deriva de administrar
discrecionalmente esas grandes empresas industriales, por ejemplo, las
contrataciones con el sector privado nacional y multinacional.

Esta experiencia se materializaba en dos formas organizativas: Los Obreros
Presidentes de las empresas y las Mesas de Trabajo que buscaban cambiar las
relaciones de producción jerárquicas de tipo capitalista por otras nuevas para
la transición. El último Obrero Presidente fue reemplazado a mediados de 2013 y
desde entonces se consolidó el congelamiento de la experiencia. De hecho, desde
nuestro punto de vista, hay un retroceso. Y desde el gobierno se busca un
fortalecimiento de la estructura jerárquica, burocrático capitalista de las
mismas con el nombramiento de militares en su conducción. Las razones son
múltiples, algunas más importantes que otras, pero exceden largamente el espacio
de esta entrevista. Nuestros compañeros de Ciudad Guayana, que hacen parte
activa e impulsora de la experiencia, están trabajando en un extenso estudio de
sistematización, con el que esperamos contar en pocos meses más. Pero le puedo
adelantar que en medio de esta lucha quedaron resultados colaterales positivos,
por ejemplo, se eliminó casi totalmente uno de los problemas principales que
había en las empresas: la tercerización y flexibilidad laboral de miles de
trabajadores que pasaron a nómina.

Pero ese congelamiento o retroceso no significa que se ha perdido todo y que
habrá que recomenzar de cero. De hecho, la experiencia iniciada en 2009 es la
continuidad de la primera experiencia de este tipo que arrancó en 2005 bajo la
forma de co gestión en la empresa de transformación de aluminio ALCASA y en el
sector eléctrico nacional. Esas experiencias fueron abortadas en 2006/7 pero
dejaron un enorme acumulado que fue utilizado en su totalidad y mejorado, hacia
la autogestión. Miles de cuadros obreros, técnicos, profesionales formados en
las propias empresas, trabajaron y se dispusieron a emprender la transformación
revolucionaria que estaba implícita en el Plan Guayana Socialista 2009 – 2019
que ellos mismos construyeron. Realizaron dos Congresos Nacionales, una decena
de encuentros regionales y una enorme cantidad de trabajo en las Mesas de las
empresas. Esos cuadros están allí, en las empresas, no se han desorganizado
totalmente. Es más la mayoría de ellos han avanzado sacando conclusiones de los
errores, que son, sobre todo, de apreciación política. Están más conscientes
también de la necesidad de ir a fondo en la batalla política, que no alcanza
solamente con las transformaciones en la estructura productiva, en las empresas,
sino que hay que ir también por la transformación revolucionaria del carácter
del Estado.

Lo mismo que el acumulado de los trabajos realizados. Y así como la lucha que
llevó a la nacionalización de Sidor en 2008 fue la chispa que disparó la
experiencia del 2009 retomando, mejorada, la del 2005, nuestra expectativa es
que con un nuevo triunfo, en una lucha crucial, se reactive y ahora desde un
nivel superior esa experiencia. Y estas luchas sucederán, porque en pequeño, el
cruce de caminos también está planteado para este sector productivo clave en el
país.

En relación al sector popular, a las comunidades, y específicamente las Comunas.
En lo que se ha avanzado es en el levantamiento de un censo nacional y la
inscripción de las Comunas. Pero en las existentes al día de hoy, todas ellas
rurales, lo que predomina en general es una lucha despiadada entre los
campesinos comuneros y los viejos representantes del poder terrateniente o
nuevos actores que aspiran al control de la tierra. En esa lucha los campesinos
vienen poniendo una enorme cantidad de muertos en crímenes al peor estilo del
sicariato, la mayoría de los cuales queda impune. El apoyo financiero y el
acompañamiento estatal existen, se notó el año que pasó un esfuerzo por avanzar,
aunque las comunidades señalan que es insuficiente. Pero a pesar de estas
dificultades y los riesgos, el impulso y la voluntad de transformación de los
movimientos que buscan la construcción de las Comunas no se han detenido.

La experiencia de los Consejos Comunales, que dieron un fuerte impulso a la
democracia participativa y protagónica, está atravesando una crisis. Pero en las
comunidades hay voluntad y acción para salir de ella. Por ejemplo, la
organización comunitaria para la autoconstrucción de viviendas de buena calidad,
es uno de los tres pilares en los cuales se apoya el avance de la Gran Misión
Vivienda Venezuela.

¿Cuál es la situación de las corrientes radicales y revolucionarias al interior
del proceso revolucionario? ¿Qué vínculos se mantienen con el resto de los
grupos anticapitalistas? ¿La Plataforma Patria Socialista está en condiciones de
constituirse en una herramienta política más allá de lo electoral?

CC: En la izquierda del proceso se ha iniciado un profundo debate político. Este
es impulsado por la crisis que tiene rasgos de Guerra Económica. Lo que hoy se
está debatiendo, todavía al interior de esas corrientes, es la necesidad de
avanzar hacia el anti capitalismo. Y esto es, sobre todo, alrededor de la salida
de la crisis. El debate puede revisarse sobre todo en Aporrea.org, Rebelión.org,
questiondigital.org entre otros muchos sitios web. Lamentablemente los medios
masivos de comunicación incluyendo en especial a los públicos, están cerrados a
este debate. Pero existe. Y a pesar del intento de silenciamiento de las
posturas más radicales, para septiembre/octubre se logró hacer escuchar esas
voces. Las medidas de emergencias tomadas por el gobierno reflejaron la
elaboración y las propuestas concretas de los sectores de izquierda del proceso,
entre ellos nuestra corriente.

Marea Socialista viene señalando desde el año 2010 la necesidad de la
articulación de la izquierda del proceso. Y trabajando por eso. En su momento se
dieron algunos pasos positivos. Sin embargo la maduración de una articulación
superior a la simple unidad en la acción por tal o cual medida concreta, lleva
tiempo. Una experiencia articulada de alcance programático requiere de esfuerzos
que involucran no sólo la elaboración de propuestas comunes, sino y sobre todo,
de la construcción de confianza y de la voluntad necesaria de los distintos
actores políticos. Este trabajo tiene un ritmo lento. Lo importante, en todo
caso, es realizar el trabajo con perseverancia, con lealtad y sobre todo
paciencia. En este momento percibimos los primeros síntomas de que esta búsqueda
se está extendiendo a otras corrientes, agrupaciones y hasta dirigentes y
personalidades del proceso. En los debates actuales se pueden apreciar
coincidencias entre distintos sectores que, hasta hace apenas dos años, tenían
posiciones opuestas. Confiamos en que esta tendencia se desarrolle. Seguimos
trabajando por ella.

Patria Socialista es una plataforma política que nace para apoyar la candidatura
del presidente Nicolás Maduro. El momento era doloroso, difícil, complejo. La
situación era de incertidumbre. La elección presidencial era difícil. Entonces
un sector muy importante y significativo de intelectuales y militantes sociales
y políticos del proceso, defensores del pensamiento crítico, decidimos dar ese
paso. En medio del enorme golpe emocional que significó el fallecimiento del
Comandante Chávez, salimos a recorrer el país para ayudar a la candidatura que
él propuso y hacerlo con el instrumento de la defensa y articulación en
propuestas de su Legado.

Desde entonces y hasta hoy continuamos en esa tarea, se concretó un importante
seminario nacional con 100 de los más destacados referentes y cuadros del
proceso en economía, poder popular, educación básica y universitaria, movimiento
obrero, modelo productivo, ecología, diversidad sexual, políticas de género,
petróleo, industrias básicas, planificación, pueblos originarios, etcétera. Ese
seminario generó propuestas en todas las aéreas que debatió, propuestas que
fueron entregadas en el Palacio de Gobierno en Miraflores. Al tiempo se
instalaron comisiones que elaboran sobre esos nudos problemáticos centrales.
También se organizaron foros en casi todos los estados del país. Se realizó, con
la participación de centenares de cuadros regionales, un importante encuentro
juvenil nacional y un muy buen encuentro nacional de trabajadores. Talleres de
formación, escuelas políticas, etcétera. Algunos de los camaradas del equipo
promotor y de coordinación nacional de la plataforma, articulados con
Aporrea.org, dieron nacimiento a Aporrea Radio para realizar programas que se
transmiten cotidianamente desde ese sitio web. Con esta descripción de las
tareas que ha asumido Patria Socialista, quiero señalar, que desde nuestro punto
de vista, son mucho más amplias que acompañar las campañas electorales. La
Plataforma ha tenido la iniciativa de abrir el debate que necesita el Pueblo
Bolivariano y eso está en pleno desarrollo.

Desde hace un tiempo Marea Socialista ha iniciado un proceso de diálogo y
acercamiento a la IV Internacional (SU). ¿Cómo valoran este proceso? ¿Qué
posibilidades encuentran para la constitución de un nuevo marco internacional
para las corrientes anticapitalistas y revolucionarias?

CC: Marea Socialista hace parte de una corriente latinoamericana que anima junto
al Movimiento Socialista de los Trabajadores – MST, de Argentina, el MES/PSOL de
Brasil, la Lucha Continúa de Perú, el MPU de Panamá y que tiene relaciones
fraternales con grupos y colectivos de muchos otros países de América Latina y
en otros continentes. Como parte de esta corriente es que hemos iniciado, de
conjunto, el proceso de diálogo y acercamiento con la IV Internacional. Lo hemos
hecho porque creemos vital la articulación y el reagrupamiento internacional de
los revolucionarios, para superar la actual dispersión, que en muchos casos es
producto del sectarismo y la autoproclamación. Lo vemos como un proceso
progresivo en el que más allá de matices y diferencias, que es lógico que
existan y saludable que se expresen, se pueda construir en diversidad. Valoramos
positivamente los pasos dados hasta ahora. Y apostamos sinceramente que estos
avances, que son todavía iniciales, sirvan para dar un fuerte impulso a lo que
creemos una tarea urgente: la búsqueda de ese reagrupamiento internacional de
las corrientes anticapitalistas y revolucionarias. Lo sentimos como una
responsabilidad impostergable y haremos todos los esfuerzos posibles en esa
dirección, con la urgencia que impone esta época de crisis sistémica del
capitalismo mundial.

In
http://www.democraciasocialista.org/?p=2470
9/2/2014

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