segunda-feira, 23 de janeiro de 2017

 Aprovechemos la experiencia victoriosa del Gran Octubre


Guennadi Ziugánov

Intervención en la Duma de Guennadi Ziugánov, presidente del CC del PCFR
Este año se cumple el centenario del Gran Octubre y de la revolución de Febrero.
No fue casual que tanto el discurso a la nación del presidente de Rusia, como la
intervención del presidente de la Duma, comenzasen recordando esas fechas. Es
muy importante para nosotros extraer las consecuencias de aquellos grandiosos
acontecimientos.
Les quiero recordar que si consultan la hemeroteca de los periódicos de enero de
1917 se sorprenderán, pues no encontrarán en ninguno de ellos ni una sola
palabra sobre una posible revolución.
Estalló tras la revuelta de las mujeres hambrientas que no consiguieron ni una
barra de pan en la Av. Nevski. Todos le dieron la espalda al zar: su familia, la
iglesia, la cúpula militar, la nobleza, todas las capas. Luego al poder llegó el
gobierno provisional, donde únicamente el ministro de ferrocarriles no era
masón. Se sucedieron 5 gabinetes de gobierno distintos. Despedazaron el país,
paralizaron la economía y los conflictos armados comenzaron a regarse como la
pólvora por lo que un día había sido un gran país. Y solo el Gran Octubre salvó
al país, aunque contra la Rusia soviética se organizase el levantamiento de los
checos, la guerra civil ─que fue una contienda entre el Octubre proletario y el
Febrero liberal─, y la intervención de 14 países. Por cierto que sobre esto no
se dice nada en los actuales libros de texto.
Solo la Unión Soviética supo agrupar en torno a los ideales de justicia social,
paz y amistad de los pueblos, a todo un imperio en descomposición, llevando a
cabo una modernización única en todos los campos de la vida. Solo en lo
económico, los tiempos de crecimiento durante 20 años fueron de más del 16%. La
URSS derrotó al fascismo, salió al espacio, creó la paridad nuclear que
garantizó y garantiza la paz a la actual generación de rusos. Si sabemos recoger
lo mejor de aquella época, alcanzaremos grandes metas. Nuestra tarea pasa por
aunar esas tres épocas: la imperial, la soviética y la actual. En el pasado en
la Duma ha habido tres intervenciones significativas. El discurso del presidente
conminando no solo a la solidaridad y la unidad, sino exigiendo al mismo tiempo
garantizar el ritmo mundial de desarrollo. La intervención del Patriarca Kiril,
quien pidió conjugar los ideales de la Rusia Sagrada, la Rusia imperial y la
justicia soviética; y la conferencia del premio nobel  Zhorés Alfiórov (diputado
por el PCFR. N de la T), dedicada a la ciencia y al gobierno, partiendo del
trabajo de Einstein “¿Por qué el socialismo?, aparecido en 1949. Ya entonces
este genio científico anunció a la humanidad: “sin socialismo las guerras y la
violencia continuarán en el planeta”. Les quisiera recordar un hecho bastante
curioso. Se cumplen ahora justo 50 años, cuando representantes de toda la
humanidad, después del salto al espacio, se reunieron en Washington para debatir
cómo sería el mundo en el nuevo milenio. Lo más curioso de lo que entonces
declararon fue que iban a derrotar a la pobreza, a las enfermedades y que harían
todo para que todos tuvieran una casa y la gente viviese dignamente. Nada de eso
como sabemos se produjo.
Por cierto que en ese encuentro prometieron que para 1999 iban a celebrar unos
fuegos artificiales conmemorando la destrucción total de los arsenales
nucleares. En este caso las esperanzas tampoco se cumplieron. Recordemos que
cuando se reunió la asamblea General de la ONU en el 2000, llegó a la conclusión
de que los diez principales peligros que amenazaban a la humanidad, que hacen
cada día más difícil la vida en el planeta, siguen siendo los mismos: pobreza,
enfermedades, degradación del medio ambiente. En el noveno lugar se encontraba
el terrorismo. El año pasado pasó  ya a ser uno de los tres principales desafíos
para el mundo. Como vemos, el capital y el mercado no ha sido capaz de resolver
en estos 50 años ninguno de esos problemas señalados. La situación continúa
agravándose. Nadie sabe qué hacer. Nosotros estamos convencidos. Sin la gran
experiencia del país de los soviets no podremos avanzar.
Ayer al encender el televisor veo a dos jóvenes bien vestidos, del Ministerio de
Justicia, proponiendo celebrar el año nuevo desahuciando de su única casa a
ciudadanos culpables de vaya a usted a saber qué. Por lo visto todavía no se han
muerto todos con los fríos que estamos viviendo. Considero que se trata de una
completa provocación que nada tiene que ver con la política social de un Estado
que se define como tal. Es una locura. Salir con esa propuesta en un país donde
72 de cada 100 personas viven con 15 mil rublos al mes o menos (1€= 63 Rublos).
Por eso es que no pueden pagar por los gastos de vivienda, la hipoteca y todo lo
demás, porque apenas les llega para comida y medicinas después de intentar
afrontar su deuda.
Mientras tanto, una de las noticias del pasado año ha sido el brusco incremento
del número de multimillonarios (en dólares) en el país. Rusia ocupa el primer
lugar del mundo entre los países más importantes, en niveles de desigualdad
social. El 62% de la riqueza en nuestro país recae sobre los millonarios en
dólares, el 26% sobre los multimillonarios en dólares. Mientras a la mayoría
absoluta de la población apenas le corresponde un 10% de toda esa riqueza.
¿Acaso no es hora de gravar con impuestos a los más ricos?
En este sentido es fundamental extraer conclusiones de las intervenciones de
figuras relevantes y de dirigentes de nuestro país: Necesitamos una nueva
estrategia. Pero cuando veo que es el señor Kudrin (exministro de finanzas. N de
la T.) el que se encarga de diseñar esa estrategia, un escalofrío me recorre el
cuerpo. Lo que les va a presentar va a ser una estrategia de tres puntos.
Primero: Vendamos lo que queda. Segundo punto: El Estado será el vigilante de la
propiedad ajena. Y tercer punto: volvamos a guardar el dinero en los bancos
extranjeros al 2%, mientras pedimos créditos en el exterior al 5-8%. No les va a
proponer nada nuevo.
En este sentido, en este año de celebraciones y año de la ecología, volvamos a
ver lo que aprobó la Duma en su anterior composición. Aprobamos casi 40 leyes en
defensa de la ecología. V. Kashin (diputado del PCFR. N de la T) y su equipo, el
Comité para la ecología, trabajaron de forma brillante, todos los grupos le
respaldaron. ¿En qué consistían nuestras propuestas? En introducir nuevas
normativas ecológicas y obligar así a que se recurra al uso de las tecnologías
más punteras. Lograr, que funcione la ley de política industrial y planificación
estratégica, que acordaron todos los grupos. Aquí se abre ante nosotros un
enorme campo de posibilidades. Aún más si tenemos en cuenta que nuestros
esfuerzos se vieron respaldados por el Consejo de Estado, que estuvo analizando
en su última sesión de diciembre toda esta problemática.
Hemos preparado el programa “Diez pasos hacia una vida digna”. Les invito a que
vuelvan a repasarlo y analizar el paquete de leyes que proponemos.
Pongamos por caso la producción. Sin ella no es posible ningún tipo de
consolidación ni desarrollo. El país en los últimos 4 años ha perdido el 8% de
su PIB. Significa eso que hemos dejado de ingresar 100 billones de rublos. Eso
implica que se han perdido para los presupuestos 40 billones de rublos.
Básicamente hemos tirado el presupuesto para tres años. Y por ahora sigue sin
haber ningún tipo de crecimiento.
¿Cómo vamos a lograr alcanzar ese 3% de crecimiento que nos prometió el
presidente en su discurso? Solo de un modo: reduciendo el apartado de gasto
presupuestario en 22 billones como mínimo. Solo desde ese umbral es posible un
desarrollo acelerado. Mientras no resolvamos ese problema, se podrá prometer lo
que se quiera, pero no se logrará nada.
Por eso los proyectos  de ley que en su día presentamos, sobre la
nacionalización del sector de las materias primas, la introducción del monopolio
estatal sobre la producción de bebidas alcohólicas y la introducción de una
escala recaudatoria progresiva, deben volver a ser debatidos en profundidad.
Solo así podremos cumplir las directrices del presidente y comenzar a salir de
esta profunda crisis.
En lo que respecta a la base de consolidación, dicen que la amistad surge en la
obra. Aquellos que alguna vez trabajaron en los destacamentos de construcción
conocen ese dicho. Tenemos a día de hoy nueve mil construcciones abandonadas,
congeladas, en las que en su día se invirtieron 2’5 billones de rublos, y a las
que no se les ha sacado ningún rendimiento. Propongo que cada diputado asuma el
patronazgo de este tipo de construcciones en sus regiones. Que recurra a la
juventud y ayude así a resolver los problemas concretos de cada uno de esos
proyectos. La base de la consolidación pasa por ayuda a sobrevivir a aquellos
que lo están pasando mal, principalmente mujeres, niños y ancianos.
Sirva como ejemplo la operación para devolver a la vida las instalaciones de
“Artek”. Aprobamos la resolución y en dos años se han invertido 10,5 mil
millones de rublos. Falta todavía invertir 1500 millones para convertir de nuevo
a “Artek” en el mejor sanatorio y campo vacacional del mundo. El año pasado ya
pasaron sus vacaciones allí 30 mil niños.
Hemos ayudado a los niños del hermoso Donbás. El PCFR acaba de fletar el convoy
nº 58 con diez mil regalos para año nuevo. Tomemos la decisión de respaldar al
Donbás. Reconozcamos a esas repúblicas. Basta ya de que el gobierno de Kiev se
siga burlando de ellas.
Para nosotros es de vital importancia ayudar a los niños con enfermedades
oncológicas. El año pasado estuvimos a vueltas con eso y no terminamos de
adoptar ninguna decisión. Se trata de miles y miles de niños que están
sufriendo. Tenemos 5 bloques de edificios del Centro oncológico en Moscú que
llevan vacíos dos años ya. Ahora tenemos ya la posibilidad de añadir recursos
para equiparlos y ayudarles.
Para nosotros es muy importantes ayudar a las familias jóvenes. He podido
constatar que aquellos que tienen dos hijos son todos pobres. Para algo se
preparó un programa para dar respuesta a ese problema.
Ahora, en lo que respecta a las empresas populares. Ya me canso de repetirlo:
vayan aquí al lado al sovjoz Lenin, a visitar a su director Grudinin, vayan a
verlo aunque solo sea por una vez. Vayan a Marii-El, al combinado “Zvenigovski”.
Su director Kazankov se ha convertido en campeón de Europa en cuanto a calidad
de sus productos cárnicos. Y asolo esa empresa aporta 600 millones de rublos en
impuestos. Por cierto que en el sovjoz Lenin han construido una escuela
fantástica, en la que han invertido 1200 millones, sin pedirle ni un céntimo al
Estado. Allí el sueldo medio es de 77 mil rublos, con todo un programa social
completo.
Juntos aprobamos durante el gobierno de Primakov-Masliukov (1998 N de la T.) la
ley sobre las empresas populares. ¿Por qué no volver a ella y resolver así el
problema?
Tenemos toda una serie competa de programas: “Nuestro bosque”, “nuestra casa”,
“nuestro jardín”, “nuestra dacha”, “nuestra aviación”, “nuestras carreteras”.
Pongámoslo en acción, llevémoslo a la práctica. De ponerlo en marcha en un
futuro cercano se creará otro ambiente en la sociedad, todos entenderán lo que
es el trabajo productivo y no la palabrería hueca”.
Reciban una vez más mi felicitación por el año nuevo.
Traducido del ruso por Iñigo Aguirre
In
LA REPÚBLICA
http://larepublica.es/2017/01/14/aprovechemos-la-experiencia-victoriosa-del-gran-octubre/
14/1/2017

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