segunda-feira, 30 de janeiro de 2017

El lugar de las y los trabajadores del campo y la ciudad


Carlos Hernández López

Hermanos de las ciudades, venid al encuentro de vuestros hermanos de los campos;
hermanos del taller, venid a abrazar a vuestros hermanos del arado; hermanos de
las minas, del ferrocarril, del pueblo, salvad a los ríos, las montañas, los
mares y confundid vuestro anhelo de libertad con nuestro anhelo, vuestra ansia
de justicia con nuestra ansia
Manifiesto a los Obreros de la Republica
Emiliano Zapata,
Tlaltizapan, Morelos, 15 de marzo de 1918
I
Emiliano Zapata se dirigía así a los trabajadores de México en medio de una
embestida contrarrevolucionaria encabezada por Venustiano Carranza. En el
contexto de una guerra contra las fuerzas revolucionarias villistas y
zapatistas, y una traición a la clase trabajadora mexicana aglutinada alrededor
de la Casa del Obrero Mundial, Emiliano Zapata llamaba a una unidad entre los
trabajadores y trabajadoras del campo y la ciudad, insistiendo que su separación
era el arma preferida de Carranza para llevar acabo la reacción. Ahí les decía,
“hermanos de las ciudad…confundid vuestra ansia de justicia con nuestra ansia”.
A casi 100 años de haberse escrito el Manifiesto a los Obreros de la República,
hoy vuelve a surgir el llamado al diálogo entre los trabajadores y trbajadoras
del campo y la ciudad, ahora promovido por el Congreso Nacional Indígena (CNI) y
el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Antecedido por la Sexta
Declaración de la Selva Lacandona, el EZLN y el Congreso Nacional Indígena, con
todas las cientos de miles de bases que ellos representan, se ponen al frente de
una nueva iniciativa que llama a unir a los trabajadores del campo y la ciudad.
En los próximos meses habrán de ocurrir acontecimientos excepcionales para la
historia política de México. En un contexto de ofensiva capitalista
generalizada, el Congreso Nacional Indígena y el EZLN, han tomado la decisión de
formar un Consejo Indígena de Gobierno y lanzar a una mujer indígena a como
candidata a las elecciones presidenciales del 2018. A pesar de que los medios de
comunicación de paga se hagan de la vista gorda, esta iniciativa tiene todo el
potencial para sacudir el país entero. Cuando el CNI y el EZLN dicen que va a
“retemblar en su centro la tierra” no exageran ni un milímetro. Va a retemblar
el país entero porque en esta iniciativa se está presentando la posibilidad de
que la rabia del pueblo mexicano encuentre organización, ósea que la rabia se
convierta en imaginación y creatividad colectiva…y vaya que hay rabia.
En este contexto, la iniciativa del CNI y EZLN formulada con la impenetrable
“moral de lucha” /1 de los pueblos indígenas de México, se presenta también como
una oportunidad real de articulación del campo con la ciudad; se presenta como
una bocanada de aire fresco para el desarticulado mundo del trabajo y golpeado
pueblo trabajador. La posibilidad de abrir un diálogo resguardo por los pueblos
indígenas entre trabajadores del campo y la ciudad es uno de los múltiples
alientos de esperanza que se presentan en esta nueva iniciativa. Es la
posibilidad de unir lo que el capitalismo fragmenta, de hacer dialogo entre
aquellos que el capital presenta como distantes. En la clausura de la Segunda
Etapa del Quinto Congreso Nacional Indígena, el Subcomandante Insurgente Moisés,
a nombre del EZLN, reiteró la necesidad de unir el campo y la ciudad en una
misma lucha:
Es la hora de que todo el pueblo trabajador, junto con los pueblos originarios,
cobijados por la bandera del Congreso Nacional Indígena, que es la bandera de
los originarios, se unan en esta lucha que es para quienes no tienen nada, más
que dolor, rabia y desesperación.
A pesar del tiempo que las separa, la voz del Gral. Emiliano Zapata y la del
Subcomandante Insurgente Moisés suenan parecido porque surgen de la misma
geografía y el mismo calendario: el de la resistencia, la lucha, la esperanza,
la imaginación y la creación de un nuevo mundo.
II
Como resultado de una guerra sin tregua que el capital ha desplegado contra la
clase trabajadora, el mundo del trabajo en México se encuentra limitado en su
capacidad de convocatoria. La explotación enloquecida con la que el capital
nutre sus arcas de la ganancia, la flexibilización del trabajo y la
precarización de la vida laboral generalizada se han logrado mediante una
embestida sobre el potencial organizativo de la clase trabajadora, orillándola a
una condición defensiva que la mantiene al límite de la vida.
Arropados en el pensamiento neoliberal, el gobierno oferta al mundo de los
capitalistas una combinación única de factores: ser el país más cercano al
mercado estadounidense y tener una de las manos de obra más barata del mundo.
Lejos de incentivar la formación de una industria que le de soberanía a la
economía al país, lejos de incentivar la actividad científica y tecnológica
nacional, lejos de proteger la actividad agrícola del comercio internacional,
lejos de estimular salarios dignos para la reproducción digna de la vida, lejos
de promover la formación de una banca nacional y soberana, el gobierno ha hecho
todo lo contrario con el fin de convertir al país en una inmensa maquiladora. Le
ofrece todas las garantías al gran capital para que destruya el territorio
nacional y disponga de una de las fuerzas de trabajo 17 veces más barata que la
fuerza de trabajo del Estados Unidos… Al fin que 80 % de las exportaciones
mexicanas se destinan a Estados Unidos.
En esta economía se registra uno de los salarios mínimos más bajos de América
Latina, con el cual viven 19,5 millones de personas (38 % de la Población
Económicamente Activa), mientras que 11,5 millones de personas viven con uno o
dos salarios mínimos y 17,5 millones viven con más de dos salarios. Según
estudios rigurosos del Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM), el poder
adquisitivo del salario en México se ha reducido en un 79,11 % desde 1987, de
forma que actualmente una persona tendría que trabajar 23 horas y media por día
para poder adquirir una Canasta Alimenticia Recomendable. No es casualidad, por
tanto, que México sea el país donde más horas se trabajan al día por personas a
nivel mundial, tampoco es casualidad hayan más de 29 millones de personas en la
informalidad laboral; menos casualidad es el hecho de que México se gradúe como
el mayor expulsor de fuerza de trabajo a nivel mundial, con una comunidad de 12
millones de mexicanos y 30 millones de origen mexicano radicada en EE UU.
Este contexto de profunda precarización y desarticulación ha limitado la
posibilidad de que el mundo del trabajo encuentre fuerza interna para resistir a
la guerra del capital. La flexibilización laboral ha disgregado y atomizado al
trabajo, los contratos temporales y la inseguridad mantienen el potencial
propositivo y organizativo en estado de fragilidad y miedo, haciendo entendible
que ella, la clase trabajadora de México y del mundo, encuentre restringida su
capacidad organizativa. Esto no quiere decir, como pregona el posmodernismo, que
el trabajo haya desaparecido, porque por clase trabajadora no nos referimos a
aquella que está únicamente en las fábricas, tradicionalmente retratada como
figura masculina e industrial, sino que es toda aquella persona que vive
del-trabajo /2.
La clase trabajadora es la/el joven que atiende las cajas en los supermercados y
no recibe salario sino propina, es la familia de jornaleros que migra de forma
temporal para vender su fuerza de trabajo a consorcios agro-industriales y que
después venden el alimento en forma de mercancía elegante detrás de un aparador,
es la trabajadora doméstica que se encuentra empleada las 24 horas del día en
condiciones de semiesclavitud, sin tener más que lo que dicte la voluntad de sus
patrones, es el migrante que se desplaza a las ciudades para trabajar en la
construcción de centros comerciales, bancos, edificios y casas de exclusividad
empresarial, que no existe en las cifras de empleo urbano, es la mujer que
trabaja en las maquilas acosada segundo a segundo por los gerentes para que
aumente los ritmos de producción, es la mujer trabajadora acosada por los
patrones en el trabajo y acosada por el miedo de ser desaparecida o asesinada,
es la mujer trabajadora desaparecida o asesinada, es la trabajadora sexual que
trabajando debe conocer las entrañas más profundas de la violencia patriarcal,
es el trabajador de la educación que educa luchando, es el trabajador petrolero
sometido por la voracidad del sindicalismo corporativo, es la niña y el niño que
viven en la calle, ósea, en su espacio laboral, es el trabajador que barre las
calles del centro histórico después de que pasa una marcha, para que este no
pierda su clasificación mundial de “patrimonio de la humanidad”, es la mujer y
el hombre que deben viajar 4 horas diarias para llegar a su lugar de trabajo. En
otras palabras, es toda persona que al no tener más que su fuerza de trabajo
para sobrevivir, vive del trabajo y así busca la vida y no la muerte.
¿Qué partidos políticos han reivindicado un salario digno para la población
trabajadora? ¿Qué instituciones de la democracia mexicana han pregona la vida
digna laboral? ¿A qué persona de la clase política mexicana le interesa saber
que el salario en el país no alcanza para nada y que es uno de los más bajos del
mundo? ¿A qué político le interesa la calidad de la vida de la clase trabajadora
en México? ¿A qué gobernador le interesa el respeto los derechos laborales? ¿A
qué capitalista le puede interesar aceptar un sindicato independiente? Ninguno,
ninguno, ninguno…A ningún político ni capitalista le puede interesar la vida de
una trabajadora o un trabajador porque su ganancia privada y sus bolsillos se
llenan acosta del trabajo de otros, acosta de la explotación, acosta de la
muerte.
III
En este escenario de profunda oscuridad en el mundo del trabajo, la iniciativa
del CNI-EZLN se convierte en un cobijo para el pueblo explotado. Sin duda, este
dialogo del pueblo mexicano promovido por CNI y el EZLN tendrá todo el potencial
para que los trabajadores del campo y la ciudad vuelvan a tener una confianza en
sí mismos y en su capacidad de transformar la historia, después de sufrir una
embestida prolongada que nos sólo los ha desorganizado y atomizado, sino
fundamentalmente, los ha desmoralizado. Recordando a José revueltas, estaríamos
frente a un escenario de “deshumanización que se supera a sí misma”, es decir,
un mundo de explotación y despojo que se subvierte por la voluntad fundamental
de los despojados y explotados.
29/01/2017
Notas:
1/ Concepto tomado de Pablo Gonzales Casanova.
2/ La noción de clase-que-vive-del-trabajo la retomo del sociólogo brasileño
Ricardo Antunes.
In
VIENTO SUR
http://vientosur.info/spip.php?article12156
29/1/2017

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