sexta-feira, 12 de maio de 2017

Capital Financiero Global, Crisis, Acumulación y Trabajo



Walter Formento, Wim Dierckxsens y Mario Sosa


Esta ponencia trata los temas referidos al Capital Financiero Global y al
trabajo local/nacional. Parte de afirmar que es el Capital Financiero Global el
sujeto de la globalización, que es dominante ya en la órbita de la economía y se
encuentra avanzando, y por ello disputando, desde 2008 la hegemonía contra la
forma anterior de Capital Financiero Multinacional principalmente. El Capital
Financiero Global lucha hoy por la subordinación del Capital Financiero
Multinacional, subordinación a su hegemonía, porque ya es dominante en lo
económico-financiero. En este sentido es que cobra singular importancia observar
la globalización de la composición orgánica del capital y por lo tanto, de la
ley del valor.
 El proceso de acumulación ampliada, a partir de 2008, se encuentra en una
crisis orgánica. Esta crisis guarda relación con la lucha del Capital Financiero
Global por imponer su hegemonía. La batalla es global pero el centro de esta
batalla es en EE.UU. Si bien el globalismo ha pretendido exportarla hacia el
área del Asia-pacifico: China, India y Rusia; teniendo como punto de partida a
Siria, Irak, Irán, Libia, Turquía, Ucrania, esto ha sido revertido y hoy la
crisis -ya no sólo económica-, se centra en los EE.UU.
 Esta confrontación y su profundización permiten abordar el “hecho” Trump y el
Brexit como formas de la crisis. Pero también permite observar la emergencia del
Universalismo Multipolar del BRICS como del Humanismo Ecuménico Interreligioso,
la conjunción de las 5 grandes religiones monoteístas , ambos como esquemas de
poder universal, alternativos al Globalismo (Universalismo vs Globalismo).

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Capital Financiero Global, Crisis, Acumulación y Trabajo
Walter Formento, Wim Dierckxsens y Mario Sosa.

Introducción:
 Esta ponencia trata los temas referidos al Capital Financiero Global y al
trabajo local/nacional. Parte de afirmar que es el Capital Financiero Global el
sujeto de la globalización, que es dominante ya en la órbita de la economía y se
encuentra avanzando, y por ello disputando, desde 2008 la hegemonía contra la
forma anterior de Capital Financiero Multinacional principalmente.
 El capital global es Capital Financiero Global, por lo tanto síntesis del
capital industrial, absorbiendo y subordinando al capital bancario (1870-1900) y
redefiniendo la función de los bancos, colocándolos ahora en el lugar de
coordinar toda la estructura del capital financiero en su política expansiva,
imperialista.
 En este sentido sus momentos de acumulación pueden ser mediante la producción
(real) o por la especulación (ficticio). Aspecto importante a tener presente
particularmente a partir de la crisis de 2008.
 El Capital Financiero Global lucha hoy por la subordinación del Capital
Financiero Multinacional, subordinación a su hegemonía, porque ya es dominante
en lo económico-financiero. En este sentido es que cobra singular importancia
observar la globalización de la composición orgánica del capital y por lo tanto,
de la ley del valor.
El Capital Financiero Global impone su forma de capital que, en tanto categoría
económica, asume la forma de Red Financiera Global -RFG-. Conformada por una
doble plataforma de ensamble de bienes y servicios, de piezas y partes. La
plataforma global de servicios financieros y la plataforma global de bienes y
servicios a la producción en general. Conformada como Red Global de Cities
Financieras con centro en los bancos centrales de cada país -coordinados en el
Banco de Pagos Internacionales o Banco de Basilea- y como Red Global de Empresas
Transnacionales (ETN´s) de ensamblaje. Por otro lado, por la Red Global de
Proveedores Locales de bienes y servicios, piezas y partes a ser ensambladas.
 La Red Financiera Global es formal en lo que refiere a las plataformas de
ensamblaje, con lo cual sólo un 10/15% es reconocido formalmente como parte de
la empresa. La red de proveedores locales de bienes y servicios -90/85%-, aunque
subordinada a la “empresa global”, no solo permanece informal sino que además se
encuentra híper especializada y dispersa en establecimientos que proveen más de
60% de su producción o servicio a una sola empresa.
 En el caso del Capital Financiero Multinacional, no es necesario dar cuenta de
su categoría económica -empresa matriz y sus subsidiarias-, porque ha sido ya
largamente tratado. Pero si cabe observar que la red de proveedores, no superaba
el 30% en la participación del valor del bien final e incluso, los proveedores
informalizados, no existían ni tampoco eran reducidos a proveedores casi
exclusivos o como simple deslocalización/externalización de la empresa matriz.
Es en la extensa red de proveedores, de heterogénea y diversa importancia, donde
la súper-explotación de la fuerza de trabajo se impone como dominante, frente a
las otras formas de explotación de trabajo ajeno o plusvalía. Pero se impone no
solo en el ahora denominado sur-global, sino también en el norte-global, ex
países centrales.
 El proceso de deslocalización/externalización global de las ETN´s y el pasaje
de trabajadores de formales a informales, es el proceso que caracteriza el
desarrollo del Capital Financiero Global como forma y modo dominante. Es éste
proceso, iniciado en 1980/90, que lleva a que en 2012 la fuerza de trabajo
global, en más de un 80%, se localice en el sur global, expresando
cuantitativamente la distribución de la población mundial.
 Es por ello también que el Capital Financiero Global, ha decidido arrasar las
organizaciones sindicales y políticas de los trabajadores, línea que viene
siguiéndose desde mediados de los 70´s y hoy se profundiza.
 El proceso de acumulación ampliada, a partir de 2008, se encuentra en una
crisis orgánica. Esta crisis guarda relación con la lucha del Capital Financiero
Global por imponer su hegemonía. La batalla es global pero el centro de esta
batalla es en EE.UU. Si bien el globalismo ha pretendido exportarla hacia el
área del Asia-pacifico: China, India y Rusia; teniendo como punto de partida a
Siria, Irak, Irán, Libia, Turquía, Ucrania, esto ha sido revertido y hoy la
crisis -ya no sólo económica-, se centra en los EE.UU.
El desarrollo de la crisis/guerra económico financiera ha escalado a crisis
militar y cultural en escenarios secundarios de oriente medio y ahora a crisis
político institucional dentro de EE.UU.
 En este proceso de desarrollo del Capital Financiero Global la confrontación
con el Capital Financiero Multinacional, se manifiesta bajo la forma de
NAFTA/TLCAN vs Tratado del Pacifico/TTIP; Unipolarismo Financiero Continental
(Nafta) vs Unipolarismo Financiero Global (TTIP); guerra militar vs guerra
financiera.
 Esta confrontación y su profundización permiten abordar el “hecho” Trump y el
Brexit como formas de la crisis. Pero también permite observar la emergencia del
Universalismo Multipolar del BRICS como del Humanismo Ecuménico Interreligioso,
la conjunción de las 5 grandes religiones monoteístas , ambos como esquemas de
poder universal, alternativos al Globalismo (Universalismo vs Globalismo).
Cuando observamos en Latinoamérica el comportamiento de las ETN´s con su
mediaciones económicas, políticas, gremiales, judiciales y ideológico
culturales, de sus enfrentamientos, de las crisis económicas, sociales,
humanitarias y las crisis institucional-políticas con sus golpes de estado
mediante instrumentos financieros, instrumentos mediático judiciales, mediático
legislativos o directamente policiales que producen en cada uno de nuestros
países.
 Nos es difícil observar la trama del conflicto de intereses que organiza los
enfrentamientos políticos y sociales. Incluso cuando nos aparece en los
indicadores nacionales de la economía los datos acerca de la evasión, elusión,
fuga de capitales y el financiamiento y la administración de los recursos del
crimen organizado, nos resulta casi imposible en lo inmediato delimitar la
territorialidad del poder que actúa y el por qué lo hace con ese halo de
impunidad e inpunidad.
1. El desarrollo del capital financiero global conlleva a la existencia de una
composición orgánica media global. 
Nosotros entendemos que la globalización es conceptualmente, en lo económico, la
mundialización de la ley del valor. Que dicha mundialización es un proceso de
marchas y contramarchas pero con un sentido de largo plazo muy claro y que tiene
repercusiones en todos los planos de la vida social. Dicho proceso encierra, en
parte, un control cada vez más significativo de la producción, el proceso de
trabajo y el flujo de riquezas a la par que, muestra un nivel más concentrado
del capital y centralizado de apropiación de la plusvalía/plus trabajo mundial.
Ello, a la vez, muy lejos de disminuir la lucha entre capitales, la agudiza, al
extremo de poner en jaque la existencia de la humanidad misma, pasando de fase
en fase, de la lucha económica a la política y, de la política a la
ideológico-cultural y político-estratégica. Los resultados de esas largas fases
con sus tres formas de lucha, muestran también formas diferentes y más
“avanzadas” del capital. Esas formas avanzadas a la vez alteran las formas de
lucha, fusionando elementos de las tres formas en una misma. De modo que más que
hablar de fases aquí es pertinente hablar de momentos donde cada uno se
distingue del otro según cuál de las tres formas predomine.
Uno de los fenómenos que al ser observado muestra un cambio cualitativo de la
forma de circulación, devenido en un cambio en la forma de producción –global y
de ensamblaje -, es la concentración del comercio en manos de muy pocas “firmas”
y una creciente e imparable participación del comercio “intrafirmas”. Esta forma
de circular del Capital Financiero Global, tiene entre otras repercusiones, la
escasa tributación y el uso de los precios de transferencia como mecanismo de
evasión y elusión que, siendo que en valores ha crecido enormemente, ello no ha
significado sin embargo, un crecimiento proporcional de ingresos arancelarios a
las arcas de los estados nacionales.
El Capital Financiero Global, las llamadas redes internacionales de producción –
y circulación - de las transnacionales, explican “cerca del 80 por ciento del
comercio mundial (en términos de exportaciones brutas)”. En el cual se observa
que más del 70% es entre ETN´s y al menos el 50% es intra ETN´s (al interior de
su propia red global de proveedores que ensambla). La UNCTAD estima que
“alrededor del 60% del comercio mundial consiste en comercio de bienes y
servicios intermedios que se incorporan en diversas etapas del proceso
productivo de bienes y servicios para el consumo final
(https://www.wto.org/spanish/news_s/sppl_s/sppl258_s.htm).
Si afirmamos que el 80% de las transacciones/intercambios se realizan entre
capitales financieros, al interior de su plataforma, sólo el 20% restante queda
como comercio exterior entre las estructuras resquebrajadas de los Estados
Nación. De los cuales el intercambio de bienes intermedios (partes y
componentes) representa el 40% de la balanza mundial de manufacturas (que en
proyección serían 60% en 2030).
Retomando, el 80% del comercio mundial se explica en tanto comercio
inter-transnacionales (ETN´s) y el 50% como intra-trasnacional (ETN). Donde el
48% de la riqueza social producida/ensamblada en la economía de las
transnacionales tiene asiento en paraísos fiscales (Londres-Delaware-Hong Kong,
etc.) por lo tanto, es opaca-invisible a los ojos del Estado-nación de país
central. Mientras, solo el 52% es visible a las instituciones de la
administración de los países. El 48% circula por los mal llamados “paraísos
fiscales” y el 52% en los estados nacionales.
Entonces, es importante considerar que a los paraísos fiscales va el 97% de las
ganancias y rentas anuales socialmente producidas; mientras en la contabilidad
de los gobiernos-nacionales entra el 3% de las ganancias y rentas, más el 100%
de los costos. El 83% de las corporaciones más grandes de EE.UU. tienen filiales
en “paraísos fiscales”, y el 99% de las de Europa también, con los bancos como
usuarios. (El laberinto de la evasión fiscal. Agosto de 2016. América en
Movimiento. Latindadd-Alai. Rodolfo Bejarano y otros).
Los paraísos fiscales son parte de una nueva arquitectura financiera global que
se configura como sistema extraterritorial (extra-Estado nación), y que opera
desfinanciando a los Estados de los países centrales. Por eso hoy hablamos de
una nueva forma de capital dominante y de una nueva forma de Estado (Global). De
esta manera, pierde sentido la caracterización de las operaciones de los
paraísos como “fuga de capitales”. Aunque si es fuga de capitales para los
gobiernos de los Estados nación.
El sistema integrado transnacional de producción, constituido por 88.000
empresas transnacionales (ETN’s) y sus 600.000 asociadas o afiliadas en el mundo
entero, es el núcleo estructural del capitalismo globalizado del siglo XXI.
Cadenas globales de producción constituidas por las empresas transnacionales
–ETN´s, donde el 42% vienen de ser norteamericanas y el 22%, europeas
(Británicas, Alemanas, Francesas, etc.). (Jorge Castro, “La producción mundial
se vuelca a la “nube”, Mirada global, Clarin.com. 14/09/2014).
La modificación fundamental del sistema en los últimos 15 años ha sido el
traslado del eje de la acumulación de los países avanzados a los emergentes, en
primer lugar Asia/China. Las partes y componentes importados representaban 60%
de las exportaciones chinas en 1993, y en 2014 han caído al 28%, nítida
tendencia descendente. Al mismo tiempo, la República Popular se ha convertido en
la primera potencia comercial del mundo, tanto en importaciones como en
exportaciones, y con una relación comercio internacional/PBI que asciende ahora
a 75% y la ha transformado en el país más integrado y abierto del proceso de
globalización.
 Esta disminución de los componentes importados en las ventas externas muestra
que China ha modificado su posicionamiento en las cadenas globales de
producción, y ha dejado de ocupar el segmento final de ensamblaje del conjunto.
Se ha trasladado ahora a la cabeza del sistema a través de nuevas industrias de
alta tecnología que la colocan en el eje del proceso global de integración
industrial. Casi 40% de las exportaciones chinas son ahora productos (bienes de
equipo y de capital) de alta tecnología; y las empresas transnacionales
responden por más de 90% de esas ventas externas; y utilizan para ello los 1.400
laboratorios de tecnología avanzada de que disponen en China (serían 4.000 o más
en 2030), encabezadas por Microsoft, Cisco, Facebook, entre otros. (Jorge
Castro, China, primera potencia comercial, Clarin.com, 28/12/2014).
La caída del comercio internacional en relación al producto revela una nueva
fase de la globalización, en la que la inversión es más importante que el
comercio, sobre todo si se trata de capitales tecnológicamente intensivos, que
modifican el posicionamiento de los países que los reciben en las cadenas
globales de producción y en la escala de valor agregado. Proceso que subordina
al anterior momento de importación/ ensamble/exportación por uno donde el
proceso de agregado de valor trabajo se vuelve estructural. Que indica el
proceso estructural de desarrollo de una composición orgánica global en China.
 El total de las exportaciones mundiales era 20% del PBI global en 1995, 25% en
2005 y 30% en 2008, pero esta proporción creció en China dos veces más: pasó de
23% a 39%, encabezadas por las de alta tecnología y mayor valor agregado,
resultado de la intensificación creciente del capital en su estructura
productiva.
Los datos dan cuenta de la existencia de una red global de etn´s, con su
composición de 88000 etn´s de primera línea y de otras 660000 etn´s que son
proveedoras de bienes y servicios de partes para ensamblar, lo cual nos acerca a
observar la composición económico-social de esta clase global. Pero también es
importante tener en cuenta a los emergentes Estados y sus Egn´s (empresas
grannacionales mixtas) que forman parte de esta primera línea aunque son de
distinto carácter, por lo cual se vuelve importante hacer observable sus
diferencias.
 La “externalización o outsourcing” ha sido una estrategia consciente de los
capitalistas, una poderosa arma contra la organización sindical, reduciendo los
salarios e intensificando la explotación de los trabajadores en el hogar y ha
conducido sobre todo a una enorme expansión en el empleo de los trabajadores de
los países de bajos salarios.
 Esta es la realidad del capital financiero global, de la globalización
financiera, esa que es síntesis del capital industrial que subsume al capital
bancario (entre 1890-1910). Además, teniendo presente su doble modo de aparecer,
como dominantemente productiva o dominantemente especulativa según el
instrumento que prevalece en su proceso de acumulación. Este capital financiero
global nos lleva a plantearnos nuevamente los problemas acerca del Valor, el
Poder y el Estado, y por consiguiente de la Crisis que genera la lucha entre
intereses.
2- Fuerza de Trabajo Global:
 Una de las características sorprendentes de la globalización es que una
proporción muy grande y creciente de la fuerza de trabajo en muchas cadenas de
valor globales se encuentra ahora en las economías en desarrollo o emergentes.
El centro de gravedad de la mayor parte de la producción industrial del mundo se
ha desplazado del norte al sur de la economía global.
 Este desplazamiento solo hace que ahora la proporción de la fuerza de trabajo
industrial, y en general, exprese la proporción en que se distribuye la
población mundial. Lo cual incluso lleva el centro de gravedad hacia las
economías emergentes, el llamado sur global con centro en el Asia-pacifico. Esto
solo expresa la globalización de la producción, del proceso de acumulación, de
la composición orgánica y de la ley del valor/trabajo.
 Dicho desplazamiento puede verse en la distribución del valor agregado
INDUSTRIAL mundial. De acuerdo con datos del Banco Mundial mientras en el 2000
China generaba menos del 7% de dicho valor, en 2015 explicaba el 20%. En igual
lapso EUA cae del 22% al 15%.
Tal vez la manifestación de estos cambios pueda hacerse más visible con la
observación además, de otras variables. Entre las dos décadas que van desde 1980
en adelante, crisis financiera global de 2008 mediante, se han producido cambios
estructurales significativos en el mundo. El Ingreso Nacional Bruto medido en
términos constantes se eleva a nivel mundial entre 1990 y 2015 en un 66% de
acuerdo con datos del Banco Mundial.
 En igual período, EUA crece por debajo de la media en un 43%, China crece en un
784% e India un 224%. Pero si hacemos la medición desde 2008, mientras China
crece un 70% en términos reales, EUA lo hace en un 5%. El mundo entero crece en
ese período un 15%.
Pero es más elocuente aun si miramos la riqueza global creada y sus
participaciones. En efecto, medido en términos constantes a precios de 2011 y a
paridad de poder adquisitivo, el Ingreso Bruto de todo el mundo pasa de 47
billones de USD a 108 billones de USD entre 1990 y 2015. En 25 años el mundo
creció en un 131%. En ese período, EUA creció un 84% mientras que China creció
un 968% y mientras que en 1990 China explicaba menos el 3,7% del GNI mundial, en
2015 explicó el 17,2%, siendo el país que más contribuyó en el GNI mundial
(Ingreso Nacional Bruto mundial). En efecto, EUA en 1990 explicaba el 20% del
PBI mundial, ya en 2015 no llega al 16%. El cuadro da cuenta de las
participaciones relativas en el GNI mundial en varios años.
Evidentemente que una de las razones de la magnitud de estos cambios está en la
formación bruta de capital fijo. Mientras EUA multiplica entre 1990 y 2015 este
indicador por 2, China lo hace por 24. Y mientras la Formación Bruta de Capital
Fijo medida en términos constantes a USD de 2010, crece en EUA un 8% entre 2008
y 2015 en China crece un 108%. Esto a la vez tiene relación con el destino,
pues, mientras China explicaba en 1990 el 2% del valor agregado industrial
mundial, en 2015 ya explica el 20%.
 Cuadro: Fuerza de Trabajo Industrial Global distinguido por Economías Centrales
(Desarrolladas) y Economías Emergentes.
El momento de torsión es la década de los 70´s en cuanto a las proporciones de
trabajadores en países centrales y dependientes. Un momento que daba cuenta de
la expansión del Capital Financiero Multinacional, las corporaciones financieras
multinacionales con su industrialización, en los países dependientes. A partir
de 1980, tendremos la gran crisis que produjo la ofensiva política sobre los
trabajadores, sus organizaciones sindicales y los partidos socialdemócratas en
los países centrales, de fuerte presencia y vertebrado por el movimiento de
trabajadores organizados.
 Una década la de los 80, que cierra con la concreción del consenso unipolar
financiero de Washington, la caída de la URSS y abre en 1991 con el lanzamiento
de la Unión Europea y el ascenso en la órbita de la economía del Capital
Financiero Global como nueva forma de capital, con sus redes financieras
deslocalizadas en expansión global y disputando el poder a las corporaciones
financieras multinacionales y sus países centrales.
 Los datos de este cuadro hasta 1990, están el marco de una forma de capital
hegemónica y a partir de 1990, inicia su desarrollo y ascenso otra forma de
capital, global. Que en su nueva arquitectura productiva tiene la necesidad de
acelerar la globalización, la deslocalización global de la composición orgánica
del capital. Lo cual será inmediatamente seguido por el desarrollo de una nueva
arquitectura política.
En 2010, el 79 por ciento de los trabajadores industriales del mundo vivían en
regiones del sur emergente (541 millones), frente al 34 por ciento en 1950 y el
53 por ciento en 1980, y el 21 por ciento del total de trabajadores industriales
(145 millones) en 2010 vivían en las periferias de los ex países centrales.
 Para los trabajadores de la industria manufacturera, este cambio es aún más
dramático. Ahora, el 83 por ciento de la mano de obra del mundo de la
manufactura vive y trabaja en las naciones del Sur Global.
 La “población económicamente activa” (PEA) del mundo pasó de 1.900 millones en
1980 a 3.100 millones en 2006, lo que representa un aumento del 63%. Casi todo
este crecimiento cuantitativo se ha producido en las “naciones emergentes”, que
ahora albergan el 84 por ciento de la fuerza de trabajo mundial.
 En el mundo del Trabajo, de aproximadamente 2600 millones de trabajadores, son
1.600 millones los que trabajan por salarios (62%), otros mil millones (38%) son
pequeños agricultores (que a esta altura son trabajadores de fondos financieros
de inversión agraria o simple agricultura familiar de subsistencia) y una
multitud de personas que trabajan en el infinitamente abigarrado espacio de los
trabajadores de la “Economía informal”.
3-  Clase trabajadora global y la dimensión política de lucha de clases
 La clase trabajadora global nunca ha sido más numerosa en su participación en
la fuerza de trabajo total. Sin embargo, la participación de los salarios en los
ingresos internos ha disminuido, tanto en el Sur Global como en el Norte Global.
 Según la OIT, desde comienzos de los años noventa, la “cuota de los ingresos
internos que se destinan al trabajo disminuyó en (52 países) casi las tres
cuartas partes de los 69 países con información disponible”. La disminución es
generalmente más pronunciada en los países emergentes y en desarrollo que en los
ex países centrales. La disminución de la participación de la mano de obra en
las economías emergentes fue muy pronunciada en Asia, en un 20% entre 1994 y
2010.
 Además, “el ritmo de la disminución se aceleró a partir de 2006, del estallido
de la crisis financiera global. En los últimos años, con una disminución de la
cuota salarial de más de 11 puntos porcentuales entre 2002 y 2006.” Esto guarda
relación con la profundización de lucha y crisis financiera global, que es el
modo que asume la lucha interimperialista financiera
“Los salarios pagados a los trabajadores en el Sur se ven afectados por factores
que no tienen relación con la productividad de estos trabajadores en el trabajo,
factores que se derivan de condiciones en el mercado de trabajo y, estructuras y
relaciones sociales más generales que afectan a la productividad. La
reproducción de la fuerza de trabajo, incluida la supresión del libre movimiento
internacional del trabajo y la aparición de una vasta población excedente
relativa en el Sur Global. Esto produce una gran grieta en el vacilante edificio
de la economía dominante” (John Smith,
http://www.sinpermiso.info/textos/imperialismo-y-sobre-explotacion. Michael
Roberts).
El capitalismo comenzó con la explotación del trabajo a través de la plusvalía
absoluta (una jornada de trabajo más extensa) y, por supuesto, incorporando más
gente a la fuerza de trabajo. Entonces, cuando el capitalismo se desarrolló,
como ya fue demostrado para Gran Bretaña en la obra de Marx, fue el aumento de
la plusvalía relativa la que dominó, es decir, la tecnología de ahorro relativo
de mano de obra e intensificación del proceso de valorización se introduce para
reducir el valor de la fuerza de trabajo en el mismo día laborable por
intensificación del ritmo, al mismo tiempo que debilita su organización político
gremial para poder imponer una mayor apropiación.
Pero ahora en el siglo XXI, la explotación de los trabajadores del Sur es menos
por una expansión de la plusvalía absoluta y relativa, y más para llevar los
salarios por debajo del valor de la fuerza de trabajo (super-explotación).
El capital procura acortar la vida útil de la fuerza de tra¬bajo desgastada o
más cara por otra nueva y más barata, antes que preocuparse por garantizar la
reproducción de la misma durante la vida de los trabajadores y a través de las
generaciones. El capital busca acortar la vida útil de los trabajadores, y con
ello siempre trata de aumentar su capacidad de reemplazo. La historia del
capitalismo muestra cómo en los países centrales descendió la capacidad de
re¬emplazo de la fuerza de trabajo (por mayor organización de los trabajadores
en lo sindical y político y por la baja en la tasa de natalidad), y cómo alcanza
así una mayor seguridad económica y social. Ya no era posible garantizar la
reposición de la fuerza de trabajo al agotarse la capacidad de reemplazo por lo
cual para el capital se hizo necesaria la reproducción de la fuerza de trabajo
durante la vida activa de los trabajadores y entre las generaciones. Sobre esta
base se pudo instaurar el reformismo político. El seguro de enfermedad y el
seguro de vejez se tornan una necesidad al disminuir la capacidad de reemplazo
de la fuerza de trabajo.
La incorporación masiva de fuerza de trabajo femenina se da a posteriori de la
incorporación generalizada de la fuerza de trabajo masculina, al tornarse la
última menos sustituible y por ende más costosa. Luego se exporta esta
emancipación de la mujer a los países emergentes (1980) a fin de abaratar aún
más la fuerza de trabajo al incrementar la oferta femenina a salarios aún más
bajos. La posterior universalización de la incorporación de la fuerza de trabajo
femenina en los países centrales hace disminuir su capacidad de reemplazo, con
el consecuen¬te aumento de su costo.
Vemos luego que con la universali¬zación del trabajo femenino, el número medio
de hijos por mujer disminuye por debajo de la capacidad de re¬emplazo
generacional. Entonces, en los países centrales el capital recurre a la
inmigración como último recurso para garantizar una capacidad mínima de
reemplazo generacio¬nal, y con ello, en última instancia, la de la de fuerza de
trabajo para el capital.
 En la era de la globalización el capital recurre a inmigrantes y/o el capital
emi¬gra –deslocalización global- hacia los países de mayor capacidad de
reemplazo y así evade la necesidad de garantizar la reproducción de la misma,
llevando la sobreexplotación a escala cada vez más global. Es más, al ver el
aumento en el costo de la mano de obra y la consecuente baja en la tasa de
beneficio, el capital huye incluso de la economía real, fugándose al ám¬bito
especulativo, o también se mantiene en la economía real, combinándose con la
economía ficticia-especulativa, y desdobla su estructura real entre la
plataforma formal de ensamble (10%) y la red de proveedores informales,
hiperespecializados y flexibles (90%). Con ello procura sostener la acumula¬ción
sin tener que contratar fuerza de trabajo alguna o contratarla de modo informal
abaratándola. De este modo, el capital fomentó la actual crisis financiera
global.
La crisis mundial que implica, que se genera una inseguridad económica y social
cada vez más globalizada, sin vida digna, y esta vez incluso en los propios
países centrales, donde la capacidad de reemplazo sustituye a la necesidad de la
reproducción misma de la fuerza de trabajo. La sobreexplotación se mundializa
con el proceso de globalización.
Los tres modos de explotación de los trabajadores están operando y consideran
algunos que es la Superexplotación el más significativo en el sur global. El
capital global imperialista considera que éste, la Superexplotación es el modo a
usar cuando se puede imponer. La globalización de la economía y el capital
permiten producir en cualquier país con la misma composición orgánica y en
condiciones locales socio institucionales muy diferentes.
Los países donde la presencia del capital es reciente, son débiles las
organizaciones sindicales y políticas que defienden y representan al trabajo, y
por lo tanto en la estructura institucional jurídica que legaliza sus derechos.
Incluso la situación ha permitido que hayan sido arrasados las organizaciones
sindicales y los derechos conquistados.
 Esto crea condiciones para que el capital financiero global aumente su
presencia en el sur global, lo cual fortalece su posición y deja libre el camino
para que sean ahora los trabajadores del norte global los que vean arrasadas sus
organizaciones sindicales, políticas y derechos. Con la correspondiente
reducción de la participación del salario en la riqueza social producida.
Salarios formales, informales o incluso sociales de la economía popular.
Tenemos una nueva realidad global en el modo de explotación de la fuerza de
trabajo global. Una realidad que desde la década de los 80 viene imponiéndose,
esta es la de la forma de organización en red de proveedores de bienes y
servicios a las ETN´s. También denominada externalización del trabajador,
tercerización, outsourcing, deslocalización globalizada. Que implica que la red
financiera global se compone de una plataforma global doble de ensamble de
bienes y servicios y una red global de trabajadores/proveedores en su mayoría
altamente reemplazables.
Esta plataforma global ensambla en múltiples países los componentes y partes,
bienes y servicios que provee la red global de proveedores. Esta relación social
de producción está conformada por los trabajadores que trabajan en las
plataformas de ensamble, también por los trabajadores que trabajan en las
unidades proveedoras de bienes y servicios, y la red de proveedores que proveen
a las líneas más importantes de proveedores (Benjamin Coriat sostiene que Toyota
considera que en las primeras cuatro, de catorce líneas de proveedores, se
encuentra la red próxima y central de proveedores donde Toyota no puede no tener
acciones controlantes).
La estructura financiera-industrial global tendió a ser y ya es global, por lo
tanto la composición orgánica. También la red de proveedores locales tiende a
ser homogenizada localmente según lo requiere la doble plataforma financiera
productiva global. Es por ello que se habla del par Global/Local o el anglicismo
Glocal. Pero lo local es nacional en cuanto a los problemas sociales de
empobrecimiento, pérdida de poder adquisitivo del salario, reducción de las
prestaciones de la salud, la vejez, la niñez, la educación, etc. que el capital
financiero crea al lograr la capacidad generalizada de reemplazo de la fuerza de
trabajo por encima de la reproducción de la misma.
La fuerza de trabajo se reproduce para el capital a pesar de no poder
reproducirse para sí misma. Por la misma capacidad de reemplazo el capital se
ocupa primero, de destruir la organización sindical, los partidos políticos
poli-clasistas y el Estado-practico-nacional, para imponerse como hegemónico,
para luego poder imponer a los trabajadores y pequeños empresarios la misma
condición de mayor exclusión y por ende de mayor capacidad de reemplazo. Lo
local es fijo y rígido según necesita lo global, mientras lo global en la doble
plataforma de ensamble es móvil, dinámico y flexible.
Este Capital Financiero Global crea una situación en todos los países donde las
autoridades políticas nacionales/locales parecen solo poder administrar las
políticas globales en lo Local o expresar lo nacional/local ante los CEO´s
Globales. Esta fue la situación social y política hasta que los actores
estratégicos universales insurgierón en 2013/2014. En medio de la grieta que
crea la lucha y crisis del enfrentamiento entre el Capital Financiero Global,
que ya es dominante en lo económico y por ello avanzaba sobre lo político y
político estratégico, y el Capital Financiero Multinacional continental, que se
retrasa en lo económico y puja por no ceder en lo político y en lo político
estratégico.
4- La Superexplotación en las EC y en las EE.
En el desarrollo del capitalismo del siglo XIX, de la centuria de 1800, en las
Metrópolis (luego Países Centrales) la acumulación ampliada no solo se llevaba
adelante (realizaba) por la apropiación de un plus-trabajo absoluto y relativo,
sino que aún continuaba la súper-explotación propia de la acumulación originaria
en las colonias (bajo formas de esclavitud como en las distintas minas de
Latinoamérica) y también en el sur de la misma metrópoli (véase Engels sobre La
condición de la clase trabajadora en Inglaterra).
Hoy la súper-explotación es también visible en las economías del norte global.
Los contratos de “hora cero”, en los que los trabajadores están a la escucha de
los empleadores a toda hora por un salario mínimo, ahora afectan a dos millones
de trabajadores en Gran Bretaña. En todo el sur de Europa, donde las tasas de
desempleo juvenil se sitúan en torno al 40-50%, los jóvenes se ven obligados a
vivir con sus padres y ganan cantidades lamentables en puestos de trabajo
minoristas y de ocio de bajos salarios. Luego amenaza con el colapso del sistema
de pensiones y regresamos así a la situación de la clase trabajadora en
Inglaterra en el siglo XIX.
Y los datos muestran que la pobreza ha aumentado para el 10% inferior de los
hogares desde los años 80 en el Norte Global (incluyendo los EE.UU.). Y el otro
lado de la moneda es que, junto con la súper-explotación, también se explota a
los trabajadores del Sur a través de la plusvalía absoluta y con la última
tecnología para ahorrar mano de obra (plusvalía relativa), como lo fue en el
desarrollo del capitalismo industrial en el siglo XIX.
Un tercio de los adultos estadounidenses que viven en la pobreza están
trabajando, pero no ganan lo suficiente para mantenerse a sí mismos y a sus
familias, es decir no pueden reproducir su fuerza de trabajo aunque la misma se
reproduce para el capital reemplazándola constantemente. Una cuarta parte de los
empleos en los EE.UU. pagan por debajo de la línea de pobreza federal para una
familia de cuatro (USD 23.050). No sólo son muchos puestos de trabajo de bajos
salarios, también son temporales e inseguros. En los últimos tres años, la
industria de empleos temporales agregó más trabajos en los EE.UU. que cualquier
otro. El empleo temporal se disparó de 185.000 temporadas al día en 1970 a más
de 400.000 en 1980 - el mismo número empleado cada año en 1963. En el auge
económico de los años noventa, el empleo temporal creció de menos de 1 millón de
trabajadores por día a casi 3 millones en 2000, cifra por demás clara del
aumento considerable en la capacidad de reemplazo de la fuerza de trabajo.
El trabajo contractual, incierto y temporal con bajos salarios, se ha convertido
en la norma para millones en muchas economías capitalistas modernas, por
supuesto esto fue la norma en los primeros días del capitalismo industrial del
siglo XIX. La «edad de oro» del «pleno empleo» en los años cincuenta y sesenta
fue breve. (Erin Hatton, profesora asistente de sociología en la Universidad
Estatal de Nueva York, Buffalo acaba de publicar un libro, The Temp Economy: De
Kelly Girls a Permatemps en la América de la posguerra).
Foxconn, la compañía con origen en Taiwán de productos electrónicos, puede
súper-explotar su fuerza de trabajo, pero también emplea la última tecnología.
Esta es una característica del desarrollo combinado y desigual del capitalismo
en la época imperialista.
Es importante observar como la compleja realidad de explotación de plus-trabajo
por el capital se ha generalizado, siguiendo la forma de Capital Financiero
Global dominante; deberíamos decir: se ha globalizado. Pero esta realidad
general no debe impedirnos observar las diferentes realidades particulares y
específicas de la situación de los trabajadores en lo Local/Nacional.
Recordemos de qué modo incluso los hechos del 2008, han acelerado los procesos
por los cuales se globaliza la situación de empobrecimiento y explotación de los
trabajadores en los ex países centrales a la vez que se potencia la
deslocalización del trabajo hacia el sur global. La gran crisis global que
vivimos desde 2008, es expresión de esta situación de profundo enfrentamiento
entre la forma de Capital Financiero Global que avanza y la forma que se
retrasa.
Pero esta gran crisis estructural (como la de 1929) también se expresa en la
batalla del capital contra el trabajo, contra los trabajadores y sus
organizaciones sindicales y políticas en cada uno de los países del mundo
rediseñando lo nacional en términos de la concepción Local, al modo globalista.
La crisis nos introduce en una realidad, que implica que la confrontación de dos
formas de capital aún no ha definido un ganador y, también una realidad donde
emergen actores multipolares, cuyo punto de apoyo es un capital social de
Estado. Creando una situación donde son ahora cuatro los esquemas, no solo los
dos basados en el capitalismo financiero, los que disputan poder.
5. Crisis
 En el gran debate que se ha producido sobre las causas de la crisis de 2008,
que viene a profundizar la de 1999/2001, es central debatir la idea de que “la
crisis financiera mundial y la Gran Recesión son de origen financiero”. Reducir
la consideración de las causas de la crisis financiera global básicamente al
plano financiero, desplaza el debate al plano económico financiero ocultando la
dimensión de la lucha de poder, la lucha entre capitales financieros, lucha
interimperialista, entre una forma de capital financiero que se retrasa y otra
que no solo avanza sino que asciende a dominante e incluso plantea las
cuestiones de la hegemonía global. Pero también el hecho de desplazar y ocultar,
nos lleva a no observar los nuevos esquemas de poder, ni unipolares ni
financieros, que insurgen como alternativas, los universalismos multipolares.
 Cuadro: La tasa de ganancia en la Economías Centrales del G7 y en las Economías
Emergentes del BRICS (%)
Como sostiene John Smith (en “El imperialismo en el siglo XXI: La globalización,
la sobreexplotación, y la crisis final del Capitalismo”) el capital financiero
de país central, el Norte, restableció gran parte de la caída de su rentabilidad
sufrida en los años setenta a raíz de la súper-explotación del Sur: “la
plusvalía extraída de estas nuevas legiones de trabajadores mal pagados ayudó a
sacar al sistema capitalista del agujero en el que cayó en los años 70″. En el
camino también hubo cambios y transformaciones, debió dejar de ser corporación
multinacional de país central y transformarse en red global de cities
financieras y transformar la corporación multinacional en global y lo nacional
en Local. Pero en este proceso sólo una fracción logró avanzar y dar el salto a
la forma de Capital Financiero Global en red, mientras la otra no y permanece,
retrasándose, en la realización de un proceso de acumulación ampliada, pero en
lucha con aquella que sí avanza y se transforma.
Un hecho se nos impone crudamente a partir de la crisis de 2008: el aumento de
la deuda, de una deuda compuesta esencialmente de emisión de dólares por la
Reserva Federal sin respaldo en la economía real.
 El aumento de la deuda tiene dos grandes momentos, el primero permitiendo el
desarrollo global del capital a partir de la relación país-nación dependiente
deudor /versus/ país central acreedor, que va transformándose en países naciones
deudores /versus/ redes financieras globales acreedoras. Donde el acreedor es la
gran banca en tanto que unidad administrativa practica de lo global.
El segundo momento, el de la crisis financiera, luego económica y política y hoy
geoestratégica, donde la deuda que ha pasado de una relación Economía
real/Economía ficticia de 1-a-3 en 2008, a una realidad hoy de 1-a-20 a partir
de la política de la Reserva Federal de emisión flexible sin respaldo (EQ). Está
operando de modo que garantiza una carpa global de ingresos
artificiales-ficticios en una economía mundial paralizada, hasta que la lucha
inter imperialista financiera defina un ganador y particularmente para favorecer
que el ganador sea el Capital Financiero Global.
Pero el endeudamiento por emisión por la Reserva Federal de dólares sin
respaldo, y luego de todos los bancos centrales, ha generado una realidad donde
la profundidad de la crisis impacta sobre las monedas de referencia
internacional. Impacta sobre el dólar estadounidense como moneda de referencia
internacional y reserva, ya que no tiene modo de respaldarse con oro y tampoco
con unas fuerzas militares muy bien pertrechadas y nada-agotadas como las
existentes en 1944/45 en Bretton Woods, frente a un mundo que si estaba agotado
y diezmado por la segunda guerra mundial.
Ahora, el agotamiento y la extenuación suceden dentro de los EE.UU., como bien
lo grafica el triunfo electoral de Trump. Al decir de Smith, “el endeudamiento
exponencialmente creciente logró contener la crisis de sobreproducción
(rentabilidad), pero ha llevado al sistema financiero global al punto de
colapsar”. Algo que observamos nítidamente cuando la Reserva Federal, por
intermedio de Ben Bernanke en junio de 2013, anuncio la elevación de la tasa de
interés del 0,25% al 2,5% produciendo una corrida financiera global que fue base
del primer golpe de Estado financiero global, no muy abordado para explicar la
crisis actual en América latina.
Puede que haya más espacio para que el imperialismo explote a los trabajadores
globalmente y, por tanto, contrarreste la caída de la tasa de Ganancia. Todavía
hay ejércitos de reserva de mano de obra procedentes de zonas rurales y de las
zonas urbanas marginales de muchos países para incorporarse a la producción
mundializada de productos básicos (y sí, a menudo con salarios por debajo de la
capacidad de reproducir la fuerza de trabajo de los propios trabajadores y sus
familias).
 Pero hay límites a la capacidad del imperialismo para elevar la tasa de
explotación indefinidamente, y no menos importante, es la lucha de esta nueva y
muy heterogénea clase trabajadora floreciente, diversa, flexible, en el Sur (y
también en el Norte). Si se confirma que ya el 62% de la PEA global es fuerza de
trabajo asalariada es importante saber que, con el 70% de asalariados el capital
se enfrenta nuevamente a la dificultad del reemplazo de la fuerza de trabajo.
Floreciendo porque crece, diversa porque se alimenta de nuevas realidades que
hacen a su condición de trabajo y delimitan su situación social dependiente, y
flexible porque estos trabajadores se forman culturalmente por una realidad
practica acostumbrándolos a la polifuncionalidad laboral y a la situación social
de combinar ingresos formales, informales y de economía popular de
supervivencia, e incluso manteniendo por lo menos la característica de revestir
más de una condición y en un núcleo familiar también flexible en fuentes de
ingresos y obligado a producir ingresos para componer el poder adquisitivo del
trabajador como familia, pueblo y nación. En pocas palabras un retorno a la
situación de la clase obrera en Inglaterra en el siglo XIX pero esta vez a
escala mundial, radicalizando las luchas sin aires de reformismo.
La ley de la tendencia decreciente de la tasa de Ganancia no podrá ser
contrarrestada indefinidamente, incluso con la súper-explotación flexible. La
ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia y, la organización y
lucha internacional de los trabajadores son hoy y siempre los talones de Aquiles
del imperialismo.
El movimiento de trabajadores mundial-universal en cada nación, desarrolla
experiencias de organización que cada vez más tienen en cuenta la realidad,
donde el trabajo, como en el caso concreto de Argentina en 2016, un 33% es
formal (en relación de dependencia con el capital, pymes y el Estado), en un 37%
es informal (en relación de dependencia con el capital, pymes y el Estado) y el
otro 30% es parte de la economía popular de subsistencia (en relación de
dependencia con el estado). Son datos específicos del caso argentino, a los
cuales se les agrega la realidad de los productores directos que se encuentran
en reproducción simple e híper especializados en el bien o servicio, que
trabajan y son dueños de sus medios de trabajo, tanto en la industria como en el
agro, el comercio, la construcción, el transporte, etc.
 Desarrollan organización económico-gremial y político-gremial copiando la
geografía histórica de la experiencia sindical. De la cual la mayoría proviene o
tiene experiencia de haber sido parte aunque mas no sea acompañando. Por ello se
empieza a hablar y luchar, proponer e imponer, diseñar y armar para lograr la
legislación de la emergencia social que legaliza las paritarias sociales y el
consejo social, teniendo como contraparte al gobierno como la patronal. Como si
fuesen empleados del Estado, como si el Estado fuese responsable del garantizar
el trabajo y la vida a su pueblo y nación. Justo cuando el Capital Financiero
Global avanza en sentido global situándose más allá del trabajo, de lo nacional,
del pueblo que sigue existiendo aún como Estado, el Trabajo se reafirma
universalmente como nación, como pueblo y como trabajadores en relación al
Capital y al Estado.
Porque para el 33% de los trabajadores/as de la economía popular y, para la
familia de los trabajadores informales y formales, el ingreso social
complementario (que toma forma de planes sociales desde la política de gobierno)
es ya una parte sustancial de su ingreso familiar. Para ello, legitimar el
derecho al ingreso social complementario, ser reconocidos como trabajadores de
la economía popular y no pobres con subsidios, y legalizar las instituciones
sociales de los trabajadores de la economía popular les permite
institucionalizar sus organizaciones populares como organizaciones gremiales de
trabajadores, con derecho a ser parte en las confederaciones de trabajadores
nacional.
 Esta lucha político cultural e ideológica, es también una lucha política y
gremial que le permite a la heterogénea y diversa clase trabajadora en su
conjunto, romper la situación de fragmentación, que el capital financiero global
le ha impuesto como indicador de su debilidad frente al capital global, y a
partir de la unidad en esta nueva heterogeneidad, diversidad de condiciones y
situación de clase, que es también de Pueblo y de Nación, recomponer las
condiciones que hacen al desarrollo de sus organizaciones, de sus ingresos y de
su poder.
Bibliografía:
- Wim Dierckxsens/Walter Formento. Geopolítica de la crisis económica mundial.
Globalismo vs Universalismo, Ed FABRO. Año 2016.
- Wim Dierckxsens. Población, Fuerza de trabajo y Rebelión en el Siglo XXI, Ed.
Desde Abajo. 2011.
- Wim Dierckxsens. Los límites de un capitalismo sin ciudadanía: hacia una
mundialización sin neoliberalismo, DEI, 1998.
 - Walter Formento/ Gabriel Merino. Crisis Financiera Global. Ed Continente,
2011.
 - Jorge Castro, El desarrollismo del Siglo XXI. Ed Pluma digital. 2013.
- John Smith, Imperialism in the Twenty-First Century: Globalization,
Super-Exploitation, and Capitalism’s Final Crisis. 2016. The Monthly Review
Press.
 - Michael Roberts, Imperialism and super exploitation, A review of Imperialism
in the 21st century by John Smith, published by the Monthly Review Press.
- Shaxson, Nicholas, Las islas del tesoro. Los paraísos fiscales y los hombres
que se robaron el mundo. Fondo de cultura económica (fce), 2014.
- Erin Hatton, Universidad Estatal de Nueva York, Buffalo. The Temp Economy: De
Kelly Girls a Permatemps en la América de la posguerra.
- El laberinto de la evasión fiscal. Agosto de 2016. América en Movimiento.
Latindadd-Alai. Rodolfo Bejarano y otros.

In
LA PÁGINA DE WIM DIERCKXSENS
http://mariwim.info/?p=68
8/5/2017

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