segunda-feira, 29 de maio de 2017

Estados Unidos y Brasil: lo que oculta el Lava Jato



Silvina M. Romano
CELAG

Brasil transita hoy por una de las crisis institucionales y políticas más
contundentes de las últimas décadas. Lo que transmiten los medios hegemónicos es
que la corrupción constituye el meollo de esta crisis. Sin embargo, considerando
la dimensión que está adquiriendo el Lava Jato, parecería ser que la
 judicialización de la política tiene un claro propósito (no siempre evidente a
la opinión pública): condenar la “ineficiencia” de “lo público”, la incapacidad
del Estado y la corrupción (inevitable) de los políticos, para así justificar el
retorno a la senda neoliberal, retorno que ya se está experimentando y a gran
velocidad.
Algunas suspicacias sobre el modo en que se presenta el Lava Jato obedecen a la
opinión de los “expertos” de la prensa y think tanks de Estados Unidos, que
abundan en análisis sustentados en una suerte de moral liberal. Sostienen, por
ejemplo, que el caso Lava Jato está ayudando a cambiar la “cultura de la
impunidad” que caracterizó a Brasil. Según ellos “la presión popular es muy
fuerte en Brasil y la gente ya no puede soportar la corrupción”. Lo sospechoso
 es que no se le da el mismo peso a la presión de la gente en las calles en
contra de las medidas de ajuste neoliberal que viene implementando del gobierno
de Temer. Estas medidas “anti populares”, son nada menos que necesarias y
“gracias” a la baja popularidad de la que goza Temer, es el único capaz de
llevar a cabo estas reformas “fundamentales” para que funcione la economía
brasileña [1].
A su vez, lo que desde una perspectiva ceñida estrictamente a los atributos de
estatidad sería considerado como injerencia, es retrucado desde un discurso en
el que Estados Unidos aparece como salvador o como parte de la salvación de
Brasil, porque todo el proceso de Lava Jato se hace en coordinación con (y
 asesoría previa de) el Departamento de Justicia de este país –situación que
debe enmarcarse en el proceso de reformas judiciales en toda América Latina
financiadas e impulsadas en plena era neoliberal por BID, USAID y el Banco
Mundial [2]-. Un dato reciente es que uno de los testigos,  el que insistió en
la ligazón de Lula con el caso, tuvo que declarar directamente y sin motivo
específico ante el Departamento de Justicia estadounidense, dando clara cuenta
del control que ejerce el gobierno estadounidense sobre los procesos en Brasil
[3].
Pero la judicialización de la política tiene objetivos materiales claros. Sin
necesidad de escudriñar demasiado, puede verse que el “árbol” de la corrupción,
parecería estar tapando un bosque: el desguace de la estructura económica
brasileña. Tal como lo apuntan algunos especialistas, los sectores clave de esta
 disputa (que están siendo vulnerados) como el petróleo, construcción y
 producción de carne, son la columna vertebral de la economía nacional [4]. Un
hecho que lo demuestra es que, en el momento de pico de la crisis institucional,
a inicios de 2016, la oposición al PT presentó proyectos de ley para retirar el
monopolio operativo de Petrobras sobre reservas de hidrocarburos de gran
envergadura [5] (objetivo que lograron luego del golpe a Rousseff), vinculando
de modo directo e indirecto al Lava Jato con intereses de negocios y
 geopolíticos del sector privado y el gobierno de Estados Unidos.


Estados Unidos y el rumbo de Brasil [6]
En el 2013, Edward Snowden publicó documentos filtrados de la Agencia de
Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA) que muestran la vigilancia permanente
al gobierno brasileño [7]. Brasil aparece en estos documentos como una suerte de
“enemigo” no solo de EEUU sino a los ojos de la OTAN (debido, entre otras cosas,
a la cercanía con China). A partir de lo enunciado en los documentos, parece
 claro que una de las motivaciones del espionaje fue Petrobrás y el rol de
Brasil en el mercado mundial de hidrocarburos. Esto no es un secreto, pues en
2012, la Agencia de Información sobre Energía de EEUU destacaba el crucial
descubrimiento de reservas de petróleo en Brasil, los depósitos en plataforma
submarina Presal, que podían transformar a ese país en uno de los mayores
productores de petróleo a nivel mundial [8].
En efecto, cuando el gobierno brasileño se enteró del operativo de espionaje,
adujo que estaban seguros de que el motivo era “comercial” debido
particularmente al descubrimiento de Presal. Lo interesante es que, además de
las mencionadas agencias del gobierno de EEUU, también participó en estos
operativos el Departamento de Estado (dejando rastro a través de los cables con
sus diplomáticos en Brasil). En uno de estos cables de 2009, José Serra, del
Partido de la Social Democracia Brasileña (en ese tiempo candidato a elecciones
y luego del golpe canciller de Michel Temer) aseguraba que de llegar a la
 presidencia cambiaría las leyes que regulaban el sector petrolero.
En los documentos también se percibe el lobby ejercido por las petroleras
estadounidenses, que en sus comunicados al Departamento de Estado advertían
sobre el difícil clima para la inversión y los negocios en Brasil: “Mientras
hacer negocios en Brasil es más fácil que operar en Bolivia, nos han comentado,
que en muchos aspectos las condiciones para invertir son peores que en
 Venezuela” –detallaba un cable de 2006.
Retomando nombres concretos, se lee la disconformidad de Chevron, empresa que a
pesar de estar operando como partner de Petrobras, consideraba que la estatal
“abusaba” de sus privilegios en el sector. En otro cable se da cuenta de la
reunión entre el entonces embajador de Estados Unidos en Brasil, Clifford Sobel
(2006-2009), y CEOs de las principales transnacionales de hidrocarburos,
incluidas Chevron, Exxon Mobil, Devon Energy, Anadarko, etc. dando cuenta del
 involucramiento del gobierno estadounidense en la “cuestión” del petróleo
brasileño. En los cables sobre la situación en Brasil se puede leer: “La
estrategia ahora es reclutar nuevos compañeros para trabajar en el Senado, para
aprobar enmiendas esenciales a la ley…”.

La profecía auto cumplida: el cambio de rumbo de Petrobras
Petrobras es la empresa brasileña de mayores dimensiones, responsable por la
investigación, explotación, transformación y distribución de un recurso
estratégico por excelencia, el petróleo. Además, gestiona la mayoría de las
patentes brasileñas registradas, y tiene un rol protagónico en la construcción
naval y en desarrollo y fabricación de maquinaria pesada. Por lo tanto, se trata
de un instrumento estratégico para la economía y el desarrollo brasileño. En el
año 2010, en el denominado Presal ubicado en aguas profundas del Atlántico,
descubrieron reservas de petróleo y gas [10] que para 2013 se estimaron en 40
mil millones de barriles (aprox.) y de probables reservas por 176 mil millones
no descubiertas. Además, según lo calculado, su costo de extracción estaría muy
por debajo del costo medio de la producción mundial [11]. Luego del
descubrimiento, el monopolio de Petrobras comenzó a ser cada vez más molesto
para las transnacionales petroleras.
En un reporte sobre negocios de hidrocarburos de septiembre 2016, se advierte
que Petrobras, la “empresa estatal más endeudada del mundo”, está reorientando
sus energías a explotar el área del Presal, a pesar de haber recortado el ámbito
de acción a un mínimo de exploración. El problema –para las grandes petroleras–
es que tales limitaciones no pueden ser superadas, pues Petrobras tiene el
monopolio de estos espacios, al actuar como operador, situación que –advertían
con alivio– sería revertida en el Senado, para quitar esta restricción de acción
a otros operadores y quitar tanta “presión” a la estatal brasileña [12]. Lo
cierto es que Petrobras nunca entró en quiebra y aún con dificultades, siguió
explotando los yacimientos de Presal.
Con el Golpe Parlamentario a Dilma Rousseff (proceso en el que el gobierno de
Estados Unidos mostró un sospechoso “perfil bajo”) [13], las compañías lograron
acelerar la disputa por las tan preciadas reservas de hidrocarburos. Pasados dos
meses del golpe, la Cámara de Diputados aprobó una reforma a ley que exonera a
Petrobras de la obligación de mantener una participación mínima del 30% en la
 explotación del Presal [14], permitiendo acceso directo a las transnacionales
de hidrocarburos para explotar las reservas de petróleo de Brasil [15]. Uno de
sus impulsores fue nada menos que José Serra, siguiendo con un compromiso
previamente adquirido, tal como se percibe en los Wikileaks mencionados
anteriormente.
Así, Petrobras ya no detenta el monopolio sobre los hidrocarburos brasileños. El
primer negocio de apertura se dio con la empresa francesa Total SA para vender
activos por 2.2 mil millones de dólares. Incluye participación en campos
petroleros y en dos estaciones de energía térmica. A cambio, Petrobras recibió
en un primer momento 1.6 mil millones de dólares, además de poder optar
 participar en la producción campos de petróleo del Golfo de México, actualmente
bajo la propiedad de Total y ExxonMobil [16]. Precisamente, un dato a destacar
es que el cambio en la legislación ha generado expectativas en Exxon Mobil, la
única transnacional estadounidense que no tenía presencia en Brasil, y que ya
está planeando sus próximos pasos para acceder a las reservas off-shore de ese
país. Otra de las empresas que primero se benefició fue la estatal de petróleo
noruega, adquiriendo Carcará por 2.5 mil millones de dólares [17].
Desde el mundo de los negocios (léase, los sectores interesados en la apertura
del mercado de los hidrocarburos), como resultado del Lava Jato, Petrobras
perdió inversiones en 2015 y será “difícil” salir de esa situación. Aseguran que
con la nueva ley Petrobras “comenzará a repuntar”, aunque auguran tiempos
delicados debido a posibles cambios de rumbo en la decisión de la OPEP de
recortar la producción de crudo –sospecha infundada porque Arabia Saudita (líder
de la OPEP) parece acordar no solo en mantener sino en ampliar los recortes a la
producción de crudo en los próximos meses [18]. Pero lo que más preocupa a los
empresarios brasileños son las elecciones del próximo año: “esperemos que Lula
no gane” [19], exclaman.
Desde la perspectiva de los trabajadores vinculados al sector de hidrocarburos,
se aclara que la modificación de la ley (junto con el Lava Jato) es una
estrategia muy bien elaborada con el objetivo de privatizar (cosa que ya se ha
hecho) el sector para que las multinacionales accedan a reservas de petróleo de
Brasil en un momento de rapiña por recursos estratégicos a nivel mundial. Para
 legitimar esta venta (de hidrocarburos y soberanía) es fundamental mostrar la
ineficiencia e incapacidad de Petrobras, como empresa estatal, para asumir la
explotación de los recursos [20].

De los negocios a la geopolítica
En el 2015, a pesar de las críticas al gobierno de Dilma Rousseff, el
Departamento de Comercio de EEUU aseguraba que “Brasil continua siendo muy
atractivo para las empresas estadounidenses”. Se aclaraba que Brasil era el
principal socio comercial de Estados Unidos, siendo que en 2014 el intercambio
entre ambos países alcanzó los 37 mil millones de dólares, además de ser la
 séptima economía del mundo y que por eso (a pesar de la crisis) sigue siendo un
“mercado fantástico”. En el mismo documento se enuncia que ambos gobiernos
firmaron en 2010 un Acuerdo de Cooperación en Defensa, que Rousseff envió al
Congreso para su ratificación. Esto es sugerente, pues en el mismo texto se
aclara a los empresarios que uno de los ámbitos preferentes para hacer negocioso
es el de la defensa [24].
Con la asunción de Temer, se estrecharon los lazos con las FFAA de Estados
Unidos en virtud de este rol privilegiado del sector defensa (como “nicho de
mercado” y por supuesto, en términos geopolíticos). En marzo 2017, el Ejército
de los EEUU inauguró un centro de tecnología en São Paulo para “asociarse con
Brasil en proyectos de investigación enfocados en la innovación” –similar a las
bases militares que EEUU plantea instalar en Argentina para “investigación
científica” [23]– y el Ministerio de Defensa de Brasil y el Departamento de
Defensa de los EEUU firmaron el Convenio para Intercambio de Informaciones en
 Investigación y Desarrollo, el MIEA (Master Information Exchange Agreement).
Ante lo dicho y considerando la importancia geoestratégica y geopolítica de
Brasil, preocupa una información que trascendió sobre invitación de las Fuerzas
Armadas brasileñas a tropas de los EEUU para participar de un ejercicio militar
“inédito” en la triple frontera entre Brasil, Perú y Colombia. El ejercicio se
denomina “Operación América Unida”, inspirado en una actividad similar que fue
realizada por la OTAN en Hungría, en 2015 (ocasión en la que Brasil participó
como observador). Luego de ese ejercicio, la OTAN abrió una base en Hungría.
Además, vale recordar que en 2013, Colombia firmó un acuerdo de cooperación con
la OTAN [24]. Esto no debe pasar desapercibido en las actuales circunstancias de
 escalada del conflicto en Venezuela (cuyo principal e inocultable motivo son
las reservas de petróleo), que se inserta en un esquema de provocación y/o
mantención de “situaciones bélicas” por parte de EEUU en un escenario de rapiña
por la apropiación de recursos estratégicos.


Notas

1 https://www.ft.com/content/8edf5b2c-c868-11e6-9043-7e34c07b46ef
2
http://www.celag.org/lawfare-la-judicializacion-de-la-politica-en-america-latina/
3https://www.brasil247.com/pt/247/poder/297111/Delc%C3%ADdio-diz-que-foi-interrogado-pelo-Departamento-de-Justiça-dos-EUA.htm
4 http://www.celag.org/el-impacto-del-lava-jato-en-el-capitalismo-brasileno/
5
https://mundo.sputniknews.com/americalatina/201602171056856274-brasil-petrobras-reserva/
6 Esta sección está realizada en base a información tomada de
https://wikileaks.org/Nos-bastidores-o-lobby-pelo-pre.html ;
 http://www.brasilwire.com/snowden-wikileaks-brasil/
7 Estos documentos dan cuenta del entrenamiento de agentes para acceder y espiar
las redes internas de empresas, gobiernos e instituciones financieras,
entrometerse en redes diseñadas para proteger información de esas instituciones.
8 Hasta 1997 Petrobras tenía el monopolio de la producción de petróleo, año en
el que el gobierno decidió abrir el sector a la competencia, siendo Shell, la
primera transnacional en producir petróleo crudo en el país. Se sumaron luego
Chevron, Repsol, BP, Anadarko, El Paso, Galp Energia, Statoil, BG Group,
Sinopec, ONGC and TNK-BO.
9 http://www.as-coa.org/speakers/ambassador-clifford-sobel
10 http://www.elmundo.es/america/2010/10/29/brasil/1288378788.html
11
http://www.resumenlatinoamericano.org/2016/03/12/petrobras-y-el-presal-brasileno-el-centro-de-la-disputa/
12
http://www.offshore-mag.com/articles/print/volume-76/issue-9/deepwater-update/deepwater-development-in-golden-triangle-down-but-not-out.html
13
http://www.celag.org/estados-unidos-y-el-perfil-bajo-sobre-brasil-por-silvina-m-romano/
14
http://www.telesurtv.net/news/Congreso-brasileno-aprobo-reforma-sobre-explotacion-del-presal-20161110-0014.html
15 http://www.brasilwire.com/snowden-wikileaks-brasil/
16
http://www.nasdaq.com/article/oil-gas-stock-roundup-chevrons-asset-sale-petrobras-total-deal-and-more-cm726369
17 http://www.brasilwire.com/snowden-wikileaks-brasil/
18 http://www.preciopetroleo.net/opep-reunion-mayo-2017.html
19
https://www.forbes.com/sites/kenrapoza/2017/05/16/these-guys-are-bullish-on-beleaguered-brazil-oil-firm-petrobras/#2ae280854f33
20
http://www.mdzol.com/opinion/672089-brasil-es-el-petroleo-la-verdadera-razon-de-la-lucha-por-el-poder/
21
https://www.washingtonpost.com/news/energy-environment/wp/2016/12/13/trump-taps-former-texas-gov-rick-perry-to-head-energy-department-he-once-vowed-to-abolish/?utm_term=.afcc6358fb01
22
https://www.commerce.gov/news/blog/2015/06/brazil-continues-be-attractive-us-companies-says-andrews
23
http://tn.com.ar/tnylagente/denuncias/macri-abre-las-puertas-eeuu-para-instalar-bases-militares_689656
24
http://www.telesurtv.net/analisis/Cuatro-anos-del-acuerdo-entre-la-OTAN-y-Colombia-20150305-0034.html

Fuente: http://www.celag.org/estados-unidos-y-brasil-lo-que-oculta-el-lava-jato/


In
REBELION
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=227169
29/5/2017

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