quarta-feira, 16 de setembro de 2015

¿Qué significa la victoria de Jeremy Corbyn?


Tariq Alí · · · · ·



Las ironías de la historia nunca dejan de sorprendernos. Miremos por
donde miremos, Jeremy Corbyn es el líder más izquierdista en toda la
historia del Partido Laborista. Tiene claro que quienes actúan mal
en el extranjero no pueden actuar bien en casa. Es el
antiimperialista más firme del Parlamento. Basta compararlo con sus
predecesores para verificar estas afirmaciones. El socialismo de
Keir Hardi/1 fracasó en los campos de batalla de la Primera Guerra
Mundial. Clement Attlee/2 fue un gran reformador a nivel nacional,
pero en el exterior su gobierno aprobó el bombardeo nuclear de
Hiroshima y Nagasaki. Harold Wilson/3 redistribuyó la riqueza, pero
apoyó a EE UU en Vietnam; Micahel Foot/4, como líder de la
oposición, fue un rabioso defensor de la guerra de Margaret Thatcher
para recuperar las Malvinas.

Los gemelos thatcheristas Blair/Brown/5-6 acordaron compartir el
poder creando para ello dos fracciones con hambre de poder pero sin
diferencias políticas entre ellas, salvo que Tony Blair ansiaba el
dinero tanto como el poder. Él nos metió en las guerras de la
antigua Yugoslavia y de Irak, mientras que Gordon Brown, ajeno a la
vulnerabilidad del capitalismo financiarizado, gastó miles de
millones de las y los contribuyentes para rescatar bancos (después
de pagar a los depositantes) que hubiera sido mejor dejar que la
palmaran. Ambos burocratizaron el Partido Laborista castrando la
conferencia del partido, reduciéndola a una mala versión de la de
los demócratas estadounidenses. Un show total, sin contenido alguno.
Barrieron los distritos de la derecha del laborismo para seleccionar
sus futuros candidatos parlamentarios. Era la única forma de
transformar a una gran parte del Grupo Parlamentario Laborista
(Parliamentary Labour Party, PLP) en un grupo de chicos y chicas de
despacho sobrepromocionados junto a un carro de arribistas.

Tres de ellos formaban parte de la lista habitual para suceder a
otro de su misma especie, Ed Miliband/7. Lo que resulta irónico es
que la reforma del sistema electoral impuesta por Miliband fue
diseñada para apaciguar a los blairistas y a sus compinches
mediáticos eliminando lo que quedada del poder sindical en el
partido y abriéndolo al exterior con la vana esperanza de que los
votantes más afines garantizarían el dominio de la política extrema
del centro [política de derechas].

Estaban tan confiados que unos pocos blairistas ofrecieron a Corbyn
el necesario apoyo parlamentario para presentarse como candidato
simbólico de la izquierda, como una muestra de la generosidad y
compromiso con la diversidad del partido. ¿Quién hubiera imaginado
que les saldría el tiro por la culata de forma tan impresionante?
Seguro que Corbyn no. Y otros tampoco. The Guardian salió a favor
de Yvette Cooper, sus columnistas blairistas denunciaron al
dinosaurio de Islington, olvidando que para la gente más joven los
dinosaurios constituyen una especie desaparecida pero muy querida y
el Dalily Mirror apoyó a Andy Burnham.

Nadie que conozca, vea u oiga a Corbyn puede dudar de su
autenticidad. En los últimos 40 años he compartido numerosas
iniciativas con él. En las cuestiones clave se ha mantenido firme.
Precisamente, lo que llamó la atención a la juventud, lo que
transformó la campaña en un movimiento social fue lo mismo que
aisló a las camarillas políticas y a los medios de comunicación
tradicionales. Corbyn era ignorante, retórico y también de
izquierda: quería revertir las privatizaciones de los ferrocarriles
y de los servicios públicos, etc. Muchos de los que se inscribieron
para votar por él lo hicieron por eso y para romper con el tedio, la
falta de imaginación y falta de visión del Nuevo Laborismo.

Corbyn subestimó los cambios en Escocia pero, de hecho, éstos le
ayudaron en su campaña. El grupo parlamentario del Partido Nacional
Escocés que quería deshacerse del redundante y caro Trident/8; el
electrizante primer discurso de un joven de 20 años, Mhairi Black,
sobre los tories... Todo esto ayudó a la campaña de Corbyn. Si fue
posible en Escocia, ¿por qué no en Inglaterra?

Mientras los miembros del Partido Laborista eligen al líder más
izquierdista, la abrumadora mayoría del grupo parlamentario
laborista está en las garras asesinas de la derecha. Cualquiera que
escuche el discurso de Sadiq Khan tras haber sido elegido como
candidato laborista para la alcaldía de Londres verá la diferencia
con la campaña de Corbyn. Los clichés de Khan eran un recordatorio
de lo aislado que se encontrará Corbyn en el seno del grupo
parlamentario. Corbyn llamará al partido a unirse tras él, pero no
podrá obviar el hecho de que la mayoría del grupo parlamentario se
opone a su política. Supongo que tratarán de agotarlo y obligarle a
un compromiso tras otro para desacreditarlo (no olvidemos a Alexis
Tsipras en Grecia), pero dudo que lo consigan.

Corbyn tiene claros los temas clave en los que no es posible el
compromiso. Ha trabajado sobre ellos desde hace bastante tiempo. Su
identificación con la agenda verde no es un secreto y ahora el único
parlamentario del partido verde tiene un sólido apoyo en el nuevo
líder del Partido Laborista. Recuperar el transporte público de
manos de los especuladores es otro de esos puntos; como lo son el de
una vivienda barata para la gente joven y de la tercera edad, que le
ayudará a reconstruir las comunidades, y un régimen fiscal sólido
que revierta décadas de privilegios otorgados a los ricos, que va a
desatar una feroz ofensiva por parte de la City londinense y sus
políticos y medios de comunicación acólitos, pero que resulta
absolutamente necesaria.

Desde finales de los años setenta, la redistribución de la riqueza a
favor de los ricos y de los muy ricos ha aumentado más rápidamente
en Gran Bretaña que en cualquier otro país de la Organización para
la Cooperación y el Desarrollo (OCDE). Corbyn no está interesado en
el poder para beneficio propio o para acumular riqueza personal.

Sin duda, Corbyn restaurará la democracia en el seno del partido. Es
la única manera de que los partidarios del laborismo en el país
estén debidamente representados en el parlamento. Nada de esto es
fácil y por eso sigue siendo fundamental un movimiento de largo
alcance, un nuevo modelo de ejército de campaña fuera del
Parlamento. Es la única manera de asegurar que se cumpla la agenda
Corbyn. Nada de esto va a suceder de la noche a la mañana y los
partidarios tienen que ser pacientes y no gritar desde la barrera.

Algunos parlamentarios laboristas van a desertar. Después de todo,
apoyaron felizmente la austeridad. Pero, pase lo que pase, para la
auto-censura de la BBC ya no será posible mantener fuera de la
pantalla los puntos de vista expuestos por el nuevo líder laborista.
Aunque temporalmente, los muertos vivientes han sido vencidos. La
política inglesa ha vuelto a la vida.

Notas:

1/ James Keir Hardie (15/08/1856 – 26/09/1915), uno de los primeros
fundadores del Independent Labour Party y de los primeros electos
por este partido en el Parlamento del Reino Unido. Militó a favor de
la autodeterminación de la India y contra la segregación racial en
África del Sur. Convencido pacifista, se opuso a la Primera Guerra
Mundial y trabajó por organizar la oposición a la misma al mismo
tiempo que apoyaba a los objetores de conciencia, lo que le valió
numerosas críticas, incluso en su propio partido (Wikipedia)

2/ Clement Richard Attlee (3/01/1883-8/10/1967), líder del Partido
Laborista entre 1935 y 1955 y Primer ministro del Reino Unido entre
1945 y 1951. Durante su mandato sentó las bases para el
establecimiento del Estado del bienestar en su país creando, entre
otras, la asistencia sanitaria universal y gratuita en Reino Unido.
Está considerado como uno de los mejores primeros ministros del
Reino Unido, y como uno de los más populares (Wikipedia)

3/ James Harold Wilson, Baron Wilson de Rievaulx, (11/03/1916 -
24/05/1995) fue un político del Partido Laborista Británico y Primer
Ministro del Reino Unido en dos ocasiones. Wilson es considerado por
muchos como uno de los políticos más intelectuales del siglo XX
(Wikipedia).

4/ Michael Mackintosh Foot (23/07/1913 – 3/03/2010) miembro del
Partido Laborista y escritor, fue miembro del Parlamento en dos
ocasiones (19145/1955 y 190/1992) y líder del partido laborista de
1976 a 1983 (Wikipedia).

5/ Tony Blair fue primer ministro del Reino Unido entre 1997 y 2007.
También fue líder del Partido Laborista entre 1994 y 2007
(Wikipedia).

6/ Gordon Brown miembro del Partido Laborista. Fue primer ministro
del Reino Unido entre 2007 y 2010 (Wikipedia).

7/ Ed Miliband fue líder del Partido Laborista desde el 25 de
septiembre de 2010 hasta su dimisión el 8 de mayo de 2015 después de
su derrota en las elecciones generales del Reino Unido de 2015
(Wikipedia).

8/ Una de las bases de misiles nucleares submarinos británicas
(misiles Trident) se encuentra en Escocia y el Partido Nacionalista
Escocés (SNP) se opone a la misma (ndt).



Tariq Ali es miembro del Consejo Editorial de SinPermiso



Traducción: VIENTO SUR


http://vientosur.info/spip.php?article10466


In
SINPERMISO
http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=8322
13/9/2015

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